El curriculum y la evaluación en la legislación educativa española
EL PROYECTO CURRICULAR,
OBLIGATORIEDAD Y DETALLE DE LOS ELEMENTOS
QUE LO COMPONEN
A,.- OBLIGATORIEDAD
El Real Decreto 1.330/91 especifica
en su articulo 8, apartado 2ª:
Los Centros docentes completarán
y desarrollarán el currículo establecido por las respectivas
Administraciones educativas, mediante la elaboración de proyectos
y programaciones curriculares que respondan a las características
de los niños y niñas. (articulo 8, apartado 2ª R.D.1.330/91)
Esto queda mas explicitado en el artículo
8, apartado 1ª del R.D.1.333/91, cuando se expone:
Los Centros docentes concretarán
y completarán el currículo de la Educación Infantil
mediante la elaboración de proyectos curriculares de etapa o ciclo,
cuyos objetivos, contenidos, metodología y estrategias de evaluación
respondan a las características de los alumnos. (articulo 8,
apartado 1º R.D. 1.333/91)
Se pretende con ello que "Los
proyectos curriculares......garanticen una actuación coherente,
coordinada y progresiva de los equipos educativos" .(artículo
8, apartado 2º R.D. 1.333/91)
B.- CONTENIDOS
La L.O.G.S.E. en su artículo
4 especifica que curriculum es el conjunto de:
objetivos
contenidos
métodos pedagógicos
criterios de evaluación
que regulan la práctica
educativa.
Ahora bien, son muchas las reseñas
en la legislación a otros elementos, o puntualizaciones, que deben
de contener el Proyecto Curricular. Así nos encontramos que el
Real Decreto 1333/1991, de 6 de septiembre, por el que se establece
el currículo de la educación infantil, especifica que además
de lo anterior relativo a los elementos que han de incluirse en el proyecto
curricular, en este deben de quedar recogidos:
Los proyectos curriculares de Educación
Infantil incluirán previsiones para la coordinación
pedagógica con las familias, en aplicación de lo dispuesto
en el artículo 7º, apartado 1, de la Ley Orgánica 1/1990,
de 3 de octubre.(articulo 8, apartado 4º R.D. 1.333/91)
El proyecto curricular incluirá
las previsiones necesarias para realizar la necesaria información
periódica a las familias sobre el progreso de los niños
y niñas. (articulo 11, apartado 3º R.D. 1.333/91)
Los proyectos curriculares de etapa
deberán contener una adecuación de los objetivos
y contenidos de la etapa al contexto socioeconómico y cultural
del Centro y a las características del alumnado, criterios metodológicos
de carácter general y decisiones sobre el proceso de evaluación.
Dichos proyectos incluirán asimismo la secuencia por ciclos de
los distintos elementos del currículo. (articulo 8, apartado
3º R.D. 1.333/91)
En esta línea de indicaciones
específicas al contenido del Proyecto, nos encontramos que el artículo
3 de la orden del 12 de noviembre de 1.992 relativa a la evaluación
en educación infantil:
Corresponde al equipo docente de
la etapa adecuar al contexto y a las características de los niños
y niñas, los objetivos y contenidos curriculares dispuestos con
carácter general en el Real Decreto 1333/1991, de 6 de septiembre,
por el que se establece el currículo de la Educación infantil.
Estos objetivos y contenidos formarán parte del proyecto curricular
de la etapa, y guiarán el proceso de evaluación (articulo
3, apartado 2º orden del 12 de noviembre de 1.992).
Dado el carácter general
de los objetivos, el equipo docente deberá establecer algunos
indicadores o criterios de evaluación que permitan valorar el grado
de adquisición de las capacidades en cada ciclo. (articulo 3, apartado
3º orden del 12 de noviembre de 1.992)
Asimismo, se tomarán
decisiones sobre las estrategias de evaluación que mejor se
adapten al propio proyecto curricular. Según establece el Real
Decreto 133/11991, de 6 de septiembre, la observación directa y
sistemática constituirá la técnica principal del
proceso de evaluación. (articulo 3, apartado 4º orden del 12 de
noviembre de 1.992)
A mayor abundamiento, en el artículo
4º de la Orden de Evaluación al hablar del expediente personal,
leemos:
El tutor o tutora elaborará
un informe anual de evaluación al finalizar cada curso a partir
de los datos obtenidos a través de la evaluación continua.
Dichos informes se adjuntarán al expediente personal del alumno.
El contenido y formato del informe será decidido por el equipo
docente de la etapa, en el marzo del proyecto curricular. (articulo
4, apartado 7º orden del 12 de noviembre de 1.992)
Al finalizar el alumno la etapa
de Educación Infantil, el maestro tutor recogerá los datos
más relevantes de los informes de cada curso y elaborará
un informe final de evaluación. El contenido y formato del mismo
corresponde al equipo de Profesores de la etapa y quedará reflejado
en el proyecto curricular. (articulo 4, apartado 8º orden del 12 de
noviembre de 1.992)
Igualmente, al referirse a la evaluación
inicial leemos otra referencia a elementos que han de quedar recogidos
en el Proyecto Curricular:
Las decisiones relativas al tipo
de información que se precisa en este momento inicial de la evaluación,
así como las técnicas o instrumentos que se van a utilizar
para recoger y consignar dicha información, deberán tomarse
por el equipo docente de la etapa y reflejarse en el proyecto curricular.
(articulo 6, apartado 1º orden del 12 de noviembre de 1.992)
La orden de evaluación vuelve
a efectuar dos reseñas claras a elementos que han de quedar recogido
en el Proyecto. Así al hablar de las familias, el articulo 9, en
sus apartados 1º y 3º especifica:
Corresponde al tutor o tutora informar
regularmente a los padres sobre los progresos y dificultades detectados
e incorporar a la evaluación las informaciones que éstas
proporcionan para ello se reflejarán en el proyecto curricular
las medidas necesarias de coordinación con las familias. (articulo
9, apartado 1º orden del 12 de noviembre de 1.992)
Los informes reflejarán
los progresos efectuados por los niños y las medidas de refuerzo
y adaptación que, en su caso, se hayan tomado, incorporándose
al expediente personal de cada alumno. El contenido y formato del informe
será decidido por el equipo docente de la etapa, en el marco del
proyecto curricular. (articulo 9, apartado 3º orden del 12 de noviembre
de 1.992)
Por último, y en lo relativo
a elementos que han de quedar reflejados en el proyecto nos encontramos
las reseñas a la evaluación del proceso educativo en el
articulo 11 de la ya citada Orden Ministerial.
El proyecto curricular incluirá
precisiones sobre su evaluación en lo que se refiere a los
momentos a plazos para realizarla, los mecanismo para hacerlo, las personas
implicadas y otros aspectos que ayuden a que la evaluación del
proyecto se realice y revierta en la mejora del mismo. (articulo 11º orden
del 12 de noviembre de 1.992)
A modo de resumen, podemos encontrar
en la legislación los siguientes elementos que de una manera clara
han de quedar recogidos en el Proyecto Curricular:
ELEMENTOS
LOGSE
R.D.1.330
R.D.1.333
ORDEN
12.11.92
OBJETIVOS-CONTENIDOS
4
ESTUDIO DEL CONTEXTO
8-3
2-1
3-2
CARACTERÍSTICAS
DE LOS NIÑOS
8-1
8-3
2-1
3-2
ADECUACIÓN
DE OBJETIVOS Y CONTENIDOS
8-3
3-2
SECUENCIACIÓN
DE OBJETIVOS Y CONTENIDOS
8-3
OBJETIVOS DIDÁCTICOS
7-2
METODOLOGÍA
PEDAGÓGICA
9-5
COORDINACIÓN
FAMILIAS
7-1
8-4
INFORMACIÓN
A FAMILIA
11-3
9-1
9-3
EVALUACIÓN NIÑOS-NIÑAS
INICIAL
6-1
OBSERV. P.ADAPT.
6-3
6-4
ESTRATEGIAS
3-4
INDICADORES
3-3
INFORMES
9-2
9-3
EVALUACIÓN PROCESO-PROYECTO
ELEMENTOS
10-2
12
MOMENTOS Y/O PLAZOS
11
RESPONSABLES
11
EVALUACIÓN
PROPIA PRACTICA
7
11-1
EXPEDIENTE PERSONAL
ELEMENTOS
4-2
FICHA PERSONAL
4-3
RESUMEN ESCOLARIDAD
4-4
INFORME ANUAL
4-7
7-3
INFORME FINAL
4-8
8
EXTRACTO DE LA LEY ORGÁNICA
DE ORDENACIÓN GENERAL
DEL SISTEMA EDUCATIVO
B.O.E. 4-10-90
TÍTULO PRELIMINAR
Artículo 2º
3. La actividad educativa se desarrollará
atendiendo a los siguientes principios:
a) La formación personalizada,
que propicie una educación integral en conocimientos, destrezas
y valores morales de los alumnos en todos los ámbitos de la vida,
personal, familiar y profesional.
b) La participación y colaboración
de los padres o tutores para contribuir a la mejor consecución
de los objetivos educativos.
c) La efectiva igualdad de derechos
entre los sexos, y el rechazo a todo tipo de discriminación y el
respeto a todas las culturas.
d) El desarrollo de las capacidades
creativas y del espíritu crítico.
e) El fomento de los hábitos
de comportamiento democrático.
f) La autonomía pedagógica
de los centros dentro de los límites establecidos por las leyes,
así como la actividad investigadora de los profesores a partir
de su práctica docente.
g) La atención psicopedagógica
y la orientación educativa y profesional.
h) La metodología activa que
asegure la participación del alumnado en los procesos de enseñanza
y aprendizaje.
i) La evaluación de los procesos
de enseñanza y aprendizaje, de los centros docentes y de los diversos
elementos del sistema.
j) La relación con el entorno
social, económico y cultural.
k) La formación en el respeto
y defensa del medio ambiente.
Artículo 3º
1. El sistema educativo comprenderá
enseñanzas de régimen general y enseñanzas de régimen
especial.
2. Las enseñanzas de régimen
general se ordenarán de la siguiente forma:
a) Educación infantil.
b) Educación primaria.
c) Educación secundaria, que
comprenderá la educación secundaria obligatoria, el bachillerato
y la formación profesional de grado medio.
d) Formación profesional de
grado superior.
e) Educación universitaria.
Artículo 4
1. A los efectos de lo dispuesto en
esta ley, se entiende por currículo el conjunto de objetivos ,
contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación
de cada uno de los niveles, etapas, ciclos, grados y modalidades del sistema
educativo que regulan la práctica docente.
2. El Gobierno fijará, en relación
con los objetivos, expresados en términos de capacidades, contenidos
y criterios de evaluación de currículo, los aspectos básicos
de éste que constituirán las enseñanzas mínimas,
con el fin de garantizar una formación común de todos los
alumnos y la validez de los títulos correspondientes. Los contenidos
básicos de las enseñanzas mínimas en ningún
caso requerirán más del 55 por 100 de los horarios escolares
para las Comunidades Autónomas que tengan lengua oficial distinta
del castellano, y del 65 por 100 para aquellas que no la tengan.
3. Las Administraciones educativas
competentes establecerán el currículo de los distintos niveles,
etapas, ciclos, grados y modalidades del sistema educativo, del que formarán
parte, en todo caso, las enseñanzas mínimas.
TÍTULO PRIMERO
De las enseñanzas
de régimen general
CAPÍTULO PRIMERO:
De la educación infantil
Artículo 7º
1. La educación infantil, que
comprenderá hasta los seis años de edad, contribuirá
al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de
los niños. Los centros docentes de educación infantil cooperarán
estrechamente con los padres o tutores a fin de tener en cuenta la responsabilidad
fundamental de éstos en dicha etapa educativa.
2. La educación infantil tendrá
carácter voluntario. Las Administraciones públicas garantizarán
la existencia de un número de plazas suficientes para asegurar
la escolarización de la población infantil.
3. Las Administraciones Educativas
coordinarán la oferta de puestos escolares de Educación
Infantil de las distintas Administraciones públicas, asegurando
la relación entre los equipos pedagógicos de los centros
que imparten distintos ciclos.
Artículo 8º
La educación infantil contribuirá
a desarrollar en los niños las siguientes capacidades:
a) Conocer su propio cuerpo y sus
posibilidades de acción.
b) Relacionarse con los demás
a través de las distintas formas de expresión y de comunicación.
c) Observar y explorar su entorno
natural, familiar y social.
d) Adquirir progresivamente una autonomía
en sus actividades habituales.
Artículo 9º
1. La educación infantil comprenderá
dos ciclos. El primer ciclo se extenderá hasta los tres años
y el segundo desde los tres hasta los seis años de edad.
2. En el primer ciclo de la educación
infantil se atenderá al desarrollo del movimiento, al control corporal,
a las primeras manifestaciones de la comunicación y del lenguaje,
a las pautas elementales de la convivencia y relación social y
al descubrimiento del entorno inmediato.
3. En el segundo ciclo se procurará
que el niño aprenda a hacer uso del lenguaje, descubra las características
físicas y sociales del medio en que vive, elabore una imagen de
sí mismo positiva y equilibrada, y adquiera los hábitos
básicos de comportamiento que le permitan una elemental autonomía
personal.
4. Los contenidos educativos se organizarán
en áreas que se correspondan con ámbitos propios de la experiencia
y desarrollo infantiles, y se abordarán a través de actividades
globalizadas que tengan interés y significado para el niño.
5. La metodología educativa
se basará en las experiencias, las actividades y el juego, en un
ambiente de afecto y confianza.
Artículo 10º
La educación infantil será
impartida por maestros con la especialización correspondiente.
En el primer ciclo los centros dispondrán asimismo de otros profesionales
con la debida cualificación para la atención apropiada a
los niños de esta edad.
Artículo 11º
1. Los centros de educación
podrán impartir el primer ciclo, el segundo o ambos.
2. Las Administraciones educativas
desarrollarán la educación infantil, a tal fin determinarán
las condiciones en las que podrán establecerse convenios con las
Corporaciones locales, otras Administraciones públicas y entidades
privadas, sin fines de lucro.
TÍTULO QUINTO
De la compensación
de las desigualdades
en la educación
Artículo 64º
Las Administraciones educativas asegurarán
una actuación preventiva y compensatoria garantizando, en su caso,
las condiciones más favorables para la escolarización, durante
la educación infantil, de todos los niños cuyas condiciones
personales, por la procedencia de un medio familiar de bajo nivel de renta,
por su origen geográfico o por cualquier otra circunstancia, supongan
una desigualdad inicial para acceder a la educación obligatoria
y para progresar en los niveles posteriores.
Artículo 67º
1. El Estado, con el fin de alcanzar
sus objetivos en política de educación compensatoria, podrá
proponer a las Comunidades Autónomas programas específicos
de este carácter, de acuerdo con lo previsto en este título.
2. La realización de estos
programas de educación compensatoria se efectuará mediante
convenio entre el Estado y las Comunidades Autónomas, a las que
corresponderá su ejecución.
DISPOSICIONES ADICIONALES
SEXTA
Los artículos 11.2, 23 y 24
de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho
a la Educación quedan modificados en los términos siguientes:
"Artículo 11.2.
La adaptación de lo preceptuado en esta ley a los centros que impartan
enseñanzas no comprendidas en el apartado anterior, así
como a los centros de educación infantil y a los centros integrados
que abarquen dos o más de las enseñanzas a que se refiere
este artículo, se efectuará reglamentariamente.
Artículo 23.
La apertura y funcionamiento de los centros docentes privados que impartan
enseñanzas, tanto de régimen general como de régimen
especial, se someterán al principio de autorización administrativa.
La autorización se concederá siempre que reúnan los
requisitos mínimos que se establezcan de acuerdo con el artículo
14 de esta ley. Estos centros gozarán de plenas facultades académicas.
La autorización se revocará cuando los centros dejen de
reunir estos requisitos.
Artículo 24.2.
Por razones de protección a la infancia, los centros privados que
acogen de modo regular niños de edades correspondientes a la educación
infantil, quedarán sometidos al principio de autorización
administrativa a que se refiere el artículo 23."
OCTAVA.
1. Los centros docentes privados de
educación preescolar, de educación general básica
y de formación profesional de primer grado que tengan autorización
o clasificación definitiva en virtud de normas anteriores a esta
ley, así como los centros docentes de bachillerato y de formación
profesional de segundo grado clasificados como homologados, adquirirán
automáticamente la condición de centros autorizados prevista
en la disposición adicional sexta de esta ley, para impartir los
correspondientes niveles educativos actuales hasta su extinción.
2. En función de la ordenación
del sistema educativo establecida en la presente ley, los centros privados
autorizados, a que se refiere el apartado anterior, se entienden autorizados
para impartir las siguientes enseñanzas:
a) Centros de educación
preescolar: Educación infantil de segundo ciclo.
3. Los centros privados que impartan
enseñanzas según lo dispuesto en el apartado anterior se
atendrán, en cuanto al número de unidades, a los términos
de su autorización.
4. Sin perjuicio de lo establecido
en los apartados anteriores, los centros docentes privados serán
autorizados también para impartir otros ciclos, niveles, etapas,
grados y modalidades en los términos establecidos en el artículo
23 de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho
a la Educación, modificado por la disposición adicional
sexta de esta ley.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
PRIMERA.
1. Los centros que actualmente atienden
a niños menores de seis años y que no estén autorizados
como centros de educación preescolar dispondrán, para adaptarse
a los requisitos mínimos que se establezcan para los centros de
educación infantil, del plazo que en la fijación de los
mismos se determine.
2. Sin perjuicio de lo dispuestos
en el apartado anterior, los centros privados de Educación Preescolar
que no tengan autorización o clasificación definitiva podrán
obtenerla con sujeción a las normas específicas anteriores
a esta ley hasta la aprobación de los requisitos mínimos
correspondientes a los centros de educación infantil.
OCTAVA.
Lo establecido en la presente ley
respecto de los requisitos de titulación para la impartición
de los distintos niveles educativos no afectará al profesorado
que esté prestando sus servicios en centros docentes privados,
en virtud de lo dispuesto en la legislación actual en relación
con las plazas que se encuentren ocupando.
A partir de la entrada en vigor de
la presente ley, las plazas vacantes deberán cubrirse con profesores
que reúnan los requisitos establecidos. No obstante, hasta el año
1997, las vacantes del primer ciclo de la educación secundaria
obligatoria podrán seguir siendo ocupadas por maestras.
DISPOSICIONES FINALES
PRIMERA.
1. La presente ley se dicta al amparo
de los apartados 1, 18 y 30 del artículo 149.1 de la Constitución
española.
2. Las Comunidades Autónomas
que tengan reconocida competencia para ello en sus respectivos Estatutos
de Autonomía, o en su caso, en las correspondientes leyes orgánicas
de transferencia de competencias podrán desarrollar la presente
ley. Se exceptúan, no obstante, aquellas materias cuya regulación
encomienda esta ley al Gobierno o que, por su propia naturaleza, corresponden
al Estado, conforme a las previsiones contenidas en la disposición
adicional primera de la Ley Orgánica 3/1985, de 8 de julio, Reguladora
del Derecho a la Educación.
SEGUNDA.
Todas las referencias contenidas en
la presente ley a las Comunidades Autónomas o a las Administraciones
educativas se entenderán referidas a aquéllas que se encuentren
en el pleno ejercicio de sus competencias educativas.
Real Decreto 1330/1991, de 6 de
septiembre, por el que se establecen los aspectos básicos del currículo
de la Educación Infantil
B.O.E. 7.9.1.991
Artículo 1º
La Educación Infantil comprenderá
hasta los seis años de edad y se organizará en dos ciclos
de tres años cada uno.
Artículo 2º
Con el fin de hacer efectivo lo dispuesto
en el artículo 8 de la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre,
la Educación Infantil deberá contribuir a que los niños
y niñas alcancen los objetivos siguientes:
a) Descubrir, conocer y controlar
progresivamente el propio cuerpo, formándose una imagen positiva
de sí mismo, valorando su identidad sexual, sus capacidades y limitaciones
de acción y expresión, y adquiriendo hábitos básicos
de salud y bienestar.
b) Actuar de forma cada vez más
autónoma en sus actividades habituales, adquiriendo progresivamente
seguridad afectiva y emocional, y desarrollando sus capacidades de iniciativa
y confianza en sí mismo.
c) Establecer relaciones sociales
en un ámbito cada vez más amplio, aprendiendo a articular
progresivamente los propios intereses, puntos de vista y aportaciones
con los de los demás.
d) Establecer vínculos fluidos
de relación con los adultos y con sus iguales, respondiendo a los
sentimientos de afecto, respetando la diversidad y desarrollando actitudes
de ayuda y colaboración.
e) Observar y explorar el entorno
inmediato con una actitud de curiosidad y cuidado hacia él, identificando
las características y propiedades más significativas de
los elementos que lo conforman y algunas de las relaciones que se establecen
entre ellos.
f) Conocer algunas manifestaciones
culturales de su entorno, desarrollando actitudes de respeto, interés
y participación hacia ellas.
g) Representar y evocar aspectos diversos
de la realidad, vividos, conocidos o imaginados y expresarlos mediante
las posibilidades simbólicas que ofrecen el juego y otras formas
de representación y expresión.
h) Utilizar el lenguaje verbal de
forma ajustada a las diferentes situaciones de comunicación por
los otros, expresar sus ideas, sentimientos, experiencias y deseos, avanzar
en la construcción de significados, regular la propia conducta
e influir en la de los demás.
I) Enriquecer y diversificar sus posibilidades
expresivas mediante la utilización de los recursos y medios a su
alcance, así como apreciar diferentes manifestaciones artísticas
propias de su edad.
Artículo 3º
A los efectos de lo dispuesto en este
Real Decreto, se entiende por currículo de la Educación
Infantil el conjunto de objetivos, contenidos, métodos pedagógicos
y criterios de evaluación que orientan la práctica educativa
en dicha etapa.
Artículo 4º
1. El currículo de la Educación
Infantil se estructurará en torno a las siguientes áreas
o ámbitos de experiencia:
a) Identidad y autonomía personal.
b) Medio físico y social.
c) Comunicación y representación.
2. Las áreas se plantearán
desde un enfoque global e integrador, y se desarrollarán mediante
la realización de experiencias significativas para los niños.
Artículo 5º
Los aspectos básicos relativos
a los ciclos y áreas de la Educación Infantil son los que
se especifican en el anexo del presente Real Decreto.
Artículo 6º
Las Administraciones educativas competentes
establecerán el currículo de la Educación Infantil,
del que formará parte, en todo caso, la regulación contenida
en el presente Real Decreto.
Artículo 7º
Los profesores de Educación
Infantil evaluarán el proceso de enseñanza, su propia práctica
docente y el desarrollo de las capacidades de los niños, de acuerdo
con las finalidades de la etapa, con la finalidad de mejorar la actividad
educativa.
Artículo 8º
1. En el establecimiento del currículo
de la Educación Infantil, las Administraciones educativas fomentarán
la autonomía pedagógica y organizativa de los Centros, favorecerán
el trabajo en equipo de los profesores y estimularán la formación
continua y la actividad investigadora de los mismos a partir de su práctica
docente.
2. Los Centros docentes completarán
y desarrollarán el currículo establecido por las respectivas
Administraciones educativas, mediante la elaboración de proyectos
y programaciones curriculares que respondan a las características
de los niños y niñas.
3. Las programaciones contemplarán
contenidos referidos a las tres áreas de la etapa, pero se realizarán
a través de actividades globalizadoras, con el necesario respeto
a los ritmos de juego, trabajo y descanso de los niños y niñas.
Artículo 9º
Las Administraciones educativas adoptarán
las medidas oportunas para que los centros realicen adaptaciones curriculares
dirigidas a los niños y niñas con necesidades educativas
especiales.
DISPOSICIONES FINALES
Primera
Corresponde al Ministerio de Educación
y Ciencia y a los órganos competentes de las Comunidades Autónomas
dictar, en el ámbito de sus competencias, cuantas disposiciones
sean precisas para la ejecución y desarrollo de lo establecido
en este Real Decreto.
Segunda
El presente Real Decreto entrará
en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial del Estado.
A N E X O
1. CICLOS
El período educativo que abarca
la Educación Infantil constituye una etapa integrada, ya que el
desarrollo del niño es un proceso continuo en el que no es fácil
delimitar momentos de clara diferenciación y ruptura y que, por
otro lado, estos cambios no se producen de modo uniforme en todos los
niños.
Esta consideración no impide,
sin embargo, que la Educación Infantil se estructure en dos ciclos,
ajustando los elementos principales del currículo a las características
específicas de cada uno de ellos.
Durante toda la etapa de Educación
Infantil, pero muy especialmente en el primer ciclo, la función
educativa del Centro debe estar en estrecha relación con la que
ejerce la familia.
Todas las actividades que se desarrollan
en el Centro de Educación Infantil son educativas y formadoras
y, por tanto, objeto de planificación y reflexión en el
marco de los proyectos y programaciones curriculares. La organización
del Centro debe dar respuesta a las necesidades peculiares que presentan
los más pequeños; por ello deben cuidarse la calidad de
la relación entre el educador y el niño, las condiciones
físicas del espacio y la calidad de los estímulos que se
les ofrece, el respeto al ritmo personal de cada niño, y la relación
con la familia.
Durante el primer ciclo, los niños
se identificarán progresivamente como personas individuales, irán
adquiriendo los instrumentos necesarios para actuar en su entorno inmediato
y sentir que sus necesidades de higiene, alimentación, cariño
y juego, etc., están cubiertas, así como poder expresarlas
progresivamente con los medios a su alcance para llegar a ser autónomos
en los contextos más conocidos.
El niño que acude por primera
vez a un Centro de Educación Infantil puede encontrarse con que
alguno de sus compañeros han estado ya escolarizados. Cuando ello
ocurre, el Centro debe planificar la adaptación del niño
a su nuevo medio.
En estrecha continuidad con el ciclo
anterior, los esfuerzos educativos en el segundo ciclo se dirigen a afianzar
y ampliar las adquisiciones logradas en los distintos ámbitos del
desarrollo del niño, progresando, de esta forma, en los aprendizajes
que continuamente va construyendo.
En este segundo ciclo y en el ámbito
de las capacidades de equilibrio personal la imagen que de sí mismo
ha ido elaborando el niño deberá hacerse progresivamente
ajustada, aceptando las propias posibilidades y limitaciones, pero siempre
con una actitud positiva, de confianza y de máximo aprovechamiento
de las capacidades que el niño tenga.
En cuanto a las relaciones personales,
este ciclo supone una progresiva ampliación de la relación
con los iguales, cada vez más significativos e importantes para
el niño, en un marco que irá permitiendo de forma paulatina
la articulación e incipiente coordinación de los diferentes
puntos de vista.
Respecto a las capacidades cognitivas
y lingüísticas, se produce un avance importantísimo
en el dominio del lenguaje oral, así como en la función
de regulación y planificación de la propia actividad.
También se producen avances
importantes en la capacidad de inserción social, que se traduce
particularmente en la capacidad de sentirse miembro de diversos grupos
y de poder actuar de forma cada vez más autónoma en ellos.
A todo ello contribuyen las adquisiciones
sucesivas que el niño va realizando en el ámbito motor,
y que en absoluto son ajenas a los avances ya señalados.
2. ÁREAS CURRICULARES
La organización de esta etapa
en tres áreas no implica una concepción fragmentada de la
realidad ni una delimitación de las actividades en cada una de
las áreas. Las tres áreas en las que se ha organizado la
Educación Infantil contribuye a la formación de la identidad
y autonomía personal para que el niño actúe con confianza
y seguridad en su medio físico y social más próximo.
A su vez le ayuda a acceder a nuevas formas de comunicación y representación
que le permiten dotar a sus expresiones de significados progresivamente
más elaborados y complejos. Como ámbitos en los que organizar
las experiencias, las áreas en Educación Infantil deberán
concebirse sin perder de vista el sentido de globalidad y de profunda
interdependencia entre ellas.
La estructuración en áreas
se dirige a ayudar al educador a sistematizar, ordenar y planificar su
acción pedagógica. Los contenidos relativos a los ámbitos
de los conceptos, de los procedimientos y de las actitudes, deben formar
un conjunto articulado que permita a la escuela llevar a cabo su actividad
educativa y cumplir sus metas y objetivos.
2.1. ÁREA 1: IDENTIDAD Y
AUTONOMÍA PERSONAL
Este área hace referencia al
conocimiento, valoración y control que los niños van adquiriendo
de sí mismos, y a la capacidad para utilizar los recursos personales
de los que en cada momento dispongan. En este proceso resulta relevante
la interacción del niño con el medio, el creciente control
motor, la constatación de sus posibilidades y limitaciones, el
difícil proceso de diferenciación de los otros y la cada
vez mayor independencia con respecto a los adultos.
La identidad es una de las resultantes
del conjunto de experiencias que el niño tiene en la relación
con su medio físico y, sobre todo, social. En la construcción
de la identidad propia intervienen, entre otros factores, la imagen positiva
de uno mismo y los sentimientos de eficacia, seguridad y propia estimación.
Dichos sentimientos deben contribuir a la elaboración de un concepto
de sí mismo ajustado, que permita al niño percibir y actuar
conforme a las propias posibilidades y limitaciones.
El concepto de uno mismo dista mucho
de ser objetivo; la autoestima que el niño se forma es en gran
parte una interiorización de la estima que le demuestran los que
le rodean y de la confianza que en él se deposita.
En la relación entre el yo
y el otro, y entre el yo y el mundo externo, el niño y la niña
actualizan sus instrumentos cognitivos, afectivos y de relación
responsables de un desarrollo pleno y armónico. En este proceso
de diferenciaciones progresivas se construye la identidad personal mediante
el reconocimiento de la propia individualidad frente a los demás
y frente al mundo. En todo ello reside la posibilidad de actuar constructivamente
con los demás, de sentirse parte integrante de un grupo.
Por otra parte, el conocimiento y
el control progresivo del cuerpo es un proceso que ocupa al niño
desde su nacimiento, es uno de los primeros referentes para reconocerse
como persona. La identificación de sus características individuales:
sexo, talla, rasgos físicos, etc., así como las de sus compañeros,
son instrumentos básicos para su desarrollo, y consecuentemente
para la adquisición de actitudes no discriminatorias.
A lo largo de esta etapa debe conseguirse
que los niños y niñas conozcan global y parcialmente su
cuerpo, sus posibilidades perceptivas y motrices, puedan identificar y
disfrutar con las sensaciones que experimentan, y servirse de las posibilidades
expresivas del cuerpo para manifestarlas.
En la Educación Infantil tiene
gran importancia la adquisición de buenos hábitos de salud,
de higiene y de nutrición. Estos hábitos no sólo
contribuyen al cuidado propio del cuerpo y de los espacios en que vive,
sino que son también fundamentales en el proceso de autonomía
del niño.
El Centro de Educación Infantil
debe constituir un ámbito privilegiado para enriquecer los procesos
de construcción de la identidad y autonomía personal ofreciendo
una intervención educativa ajustada a las necesidades individuales
de los niños.
Los contenidos educativos que este
área abarca no pueden ser trabajados separadamente del resto de
las áreas. Se hace imprescindible un enfoque global y significativo
de las situaciones de enseñanza y aprendizaje.
2.2. ÁREA 2. MEDIO FÍSICO
Y SOCIAL
Este área hace referencia a
la ampliación progresiva de la experiencia infantil, y a la construcción
de un conocimiento sobre el medio físico y social cada vez más
completo. Este conocimiento implica, además de una determinada
representación del mundo, la existencia de sentimientos de pertenencia,
de respeto, de interés y de valoración de todos los elementos
que la integran.
El acceso del niño al Centro
de Educación Infantil supone una ampliación de las relaciones
sociales en espacios distintos a los habituales, ofreciéndole posibilidades
de conocer una nueva realidad, de actuar e intervenir sobre ella, de crecer
y desarrollarse.
El objeto de esta área es facilitar
el descubrimiento, conocimiento y comprensión de aquello que configura
la realidad del niño, sobre todo de aquello que está al
alcance de su percepción y experiencia. Esta realidad abarca los
entornos y objetos físicos, las organizaciones y relaciones sociales
inmediatas, así como otros ámbitos que, a pesar de su posible
lejanía física y temporal, se encuentran estrechamente ligados
a los intereses del niño o niña.
El medio debe ser considerado como
un todo, en los aspectos físicos y sociales interactúan
continuamente, existiendo entre ellos una relación de mutua dependencia,
lo que hace inadecuado un enfoque aislado de cualquiera de ellos. La perspectiva
globalizadora que supone el estudio de los modos de vida que se dan en
distintos ambientes se enriquecen al profundizar en algunos aspectos que
captan el interés y la curiosidad del niño.
Los distintos sistemas u organizaciones
de los que forman parte constituyen el vehículo adecuado para acceder
al análisis del propio medio. De este modo el niño va construyendo
su propia identidad individual al tiempo que se percibe a sí mismo
como miembro de diversas organizaciones sociales, con roles y funciones
distintas según el grupo de que se trate.
Es objetivo de la Educación
Infantil que el niño y la niña puedan actuar con autonomía,
confianza y seguridad en los sistemas sociales más próximos,
conociendo y utilizando las normas que permiten convivir en ellos, así
como contribuyendo a su establecimiento y a su discusión. En el
seno de los grupos a que pertenece, aprende a valorar las ventajas de
la vida en grupo, así como las limitaciones que ésta impone.
Aprende también a colaborar con los otros, a ayudar y pedir ayuda,
y a cumplir las obligaciones que se desprenden del reparto de tareas de
la vida cotidiana. Por otra parte, esta actuación relativamente
autónoma requiere, también, conocer y manejarse adecuadamente
en los ámbitos en los que se desarrolla la vida, y saber utilizar
sus objetivos y dependencias.
El niño debe conocer algunas
relaciones elementales que se establecen entre las condiciones físicas
del medio y las formas de organización de la actividad humana.
Ambos elementos están relacionados entre sí y se sitúan
en determinados ambientes que les confieren muchas de sus características
e incluso, en ocasiones, su propia razón de ser.
El descubrimiento del medio implica
una actuación de la persona, en la que pone en juego procedimientos
de observación, de exploración, de recogida de datos, de
formulación de metas. Estos procedimientos le permiten ir conociendo
y participando en su medio, darse cuenta de los cambios que en él
se operan y contrastar el resultado de sus acciones.
En el medio social es importante fomentar
actitudes de participación, de colaboración, de respeto
y valoración crítica de las normas y leyes que rigen la
vida en grupo; en el medio físico se pone el acento en las actitudes
de cuidado, valoración y respeto del entorno y de los elementos
que lo configuran.
El ambiente educativo del centro de
Educación Infantil debe estimular la curiosidad del niño
y satisfacer sus necesidades de actuar y experimentar. De este modo, el
niño y la niña actualizarán sus adquisiciones en
los otros ámbitos de Identidad y Autonomía Personal y de
Comunicación y Representación, para comprender y actuar
sobre la realidad, para identificarse como personas individuales diferentes
de los otros y, a la vez, miembros de diversos grupos sociales.
Por otra parte, se ha de tener en
cuenta en este área el tratamiento educativo de las diferencias
étnicas y culturales que puedan presentar las niñas y los
niños de este etapa. Tal diversidad se contemplará garantizando
el respeto y la comprensión de las múltiples experiencias,
intereses y conocimientos previos de los alumnos, como una oportunidad
de enriquecimiento mutuo.
2.3. ÁREA: COMUNICACIÓN
Y REPRESENTACIÓN
El sentido fundamental del área
es el de relaciones entre el individuo y el medio. Las distintas formas
de comunicación y representación sirven de nexo entre el
mundo interior y exterior al ser instrumentos que posibilitan las interacciones,
la representación y la expresión de pensamientos, sentimientos,
vivencias, etc.
A medida que el niño va accediendo
al dominio de las distintas formas de representación, su relación
con el medio se enriquece y profundiza. El centro de Educación
Infantil es un lugar en el que se amplían y diversifican las experiencias
del niño y las formas de representación que ha ido elaborando
en sus experiencias familiares accediendo a nuevos vehículos de
expresión. En él se fomentan adquisiciones y se potencian
intercambios comunicativos con otros niños y con adultos, dotando
a sus comunicaciones de contenidos progresivamente más complejas
y afinadas de uno mismo, de sus conocimientos, sentimientos, vivencias,
etc. De este modo se estimula no sólo el acceso a representaciones
de la realidad, sino también la expresión de estas distintas
realidades a través de diversos vehículos.
La integración en una única
área de las diversas formas de representación y comunicación
no impide, en ningún caso, que cada una de ellas tenga un tratamiento
específico, teniendo en cuenta las peculiaridades del centro, las
necesidades de los niños y niñas que a él acuden
y sus diferencias técnicas, instrumentos, códigos, etc.,
de manera que la actividad pedagógica se ajuste a la intencionalidad
educativa que se pretende.
Las diferentes formas de representación
no se limitan a ser vehículo de expresión, sino que pueden
también tener efectos sobre el contenido que tratan de representar
. Estas formas incluyen la expresión gestual y corporal, el lenguaje
verbal, la expresión plástica en sus diversas formas, la
expresión musical y la forma de representación matemática.
Trabajar educativamente la comunicación
implica potenciar las capacidades del niño, tanto las relacionadas
con la recepción e interpretación de mensajes, como las
dirigidas a emitirlos o producirlos, contribuyendo a mejorar la compresión
del mundo que les rodea y su expresión original imaginativa progresivamente
convencional.
En relación al lenguaje oral
y sobre la base de las primeras formas de comunicación se irá
estimulando, a través de interacciones diversas, el acceso a las
primeras palabras y al lenguaje hablado progresivamente convencional.
En lenguaje va a ser para el niño
no sólo un instrumento de comunicación personal y de regulación
de la conducta de otros, sino también instrumento de comunicación
consigo mismo y de regulación y planificación de la propia
conducta. Esta función del lenguaje se produce lentamente como
consecuencia de un trabajo educativo que empieza en los niveles preverbales
y se prolonga hasta el final de la etapa y no de manera espontánea.
Resulta importante tener presente
que el lenguaje oral es el instrumento de representación y comunicación
más utilizado. Esta jerarquización social no debe mimetizarse
en la escuela. El Centro de Educación Infantil lo tendrá
en cuenta y en el tratamiento de ésta y otras formas de representación
y comunicación aprovechará este factor, de manera que al
establecer objetivos, contenidos y actividades se responda a las necesidades
educativas del niño en estas edades.
El acceso a los códigos convencionales,
que como criterio general debe realizarse en el primer ciclo de la Educación
Primaria, es un largo proceso en el que las posibilidades evolutivas del
niño y la intervención pedagógica del educador han
de estar en relación para dar un tratamiento educativo.
La iniciación a los códigos
de la lectura y escritura cobrar un valor distinto al que se le ha atribuido
tradicionalmente, ya que deja de ser el eje alrededor del cual giran las
actividades de enseñanza/aprendizaje, convirtiéndose en
una meta supeditada a otras ahora más importantes: la motivación
por adquirir el código, el acceso a sus características
diferenciales, la comprensión y valoración de su utilidad
funcional, etc.
De este modo, en este proceso los
niños aprenden las propiedades de significación, información
y comunicación inherentes al texto escrito, descubre algunas de
sus características de convencionalidad y sobre todo, si ello se
propicia adecuadamente, se interesan por la lengua escrita y su utilización.
Por todo ello, la enseñanza
sistemática de la lengua escrita no constituye un objetivo de la
Educación Infantil, pero esto no debe impedir el tratamiento de
ese sistema, ni la respuesta a los interrogantes que sin duda plantearán
los niños, siempre desde un enfoque significativo.
En lo que se refiere a la forma de
representación matemática, hay que tener en cuenta que el
origen del conocimiento lógico-matemático está en
la actuación del niño con los objetos y, más concretamente,
en las relaciones que a partir de esta actividad establece entre ellos.
A través de sus manipulaciones descubre las características
de los objetos. Estas relaciones, que permiten organizar, agrupar, comparar,
etc., no están en los objetos como tales, sino que son una construcción
del niño sobre la base de las relaciones que encuentra y detecta.
Por esto, la aproximación a
los contenidos de la forma de representación matemática
debe basarse en esta etapa en un enfoque que conceda prioridad a la actividad
práctica, al descubrimiento de las propiedades y las relaciones
que establece entre los objetos a través de su experimentación
activa. Los contenidos matemáticos, al igual que todos los de esta
área, serán tanto más significativos para el niño
cuanto más posible les sea incardinarlos en los otros ámbitos
de experiencia de la etapa.
La expresión dramática
y corporal tiene que ver con la utilización del cuerpo, sus gestos,
actitudes y movimientos con una intención comunicativa y representativa.
Mientras que a través de la expresión dramática los
niños juegan sobre todo a representar personas y situaciones, en
el caso de la expresión corporal se trata de representar a través
de su acción y movimiento determinadas actitudes, estados de ánimo,
etc. Ambas hunden sus raíces en la comunicación gestual
y se continúan posteriormente en distintas manifestaciones, entre
las que destacan los juegos simbólicos en los que el niño
se comporta "como si" fuera una persona distinta, un animal o un objeto,
o actúa "como si" estuviera haciendo cosas que sólo está
simulando hacer. Se trata de un campo abierto a la imaginación,
a la creatividad y a la espontaneidad de cada uno.
A través de su expresión
dramática y corporal muestra sus emociones y tensiones, y también
su conocimiento del mundo y las personas, así como su percepción
a la realidad. Estas manifestaciones expresivas son además un instrumento
de relación, comunicación e intercambio. La Educación
Infantil debe estimular este tipo de expresión para sacar de ella
el máximo rendimiento educativo, aceptando formas de expresión
diversas.
Como en el caso del lenguaje dramático,
la pintura, el dibujo, el modelado, así como las actividades en
las que la manipulación juega un papel importante, son útiles
para la estimulación de ciertos aspectos del desarrollo y para
la adquisición de nuevas capacidades, pero tienen un sentido educativo
que trasciende a un ámbito concreto. A través de ellos el
niño explora la realidad y refleja el conocimiento que de ella
tiene, se expresa a sí mismo, pero también se descubre al
representarse o expresarse.
A través de estos aprendizajes
el niño y la niña van a contar con una nueva forma de representación
de la realidad, con grandes posibilidades comunicativas y expresivas,
basadas en la utilización y exploración de diferentes instrumentos
y técnicas, que conducen a la producción plástica.
La presencia del lenguaje musical
en esta área se considera importante por las posibilidades de representación
de la realidad y la comunicación que ofrecen los sonidos en el
tiempo. En la expresión musical se pretende adquirir una progresiva
capacidad para servirse de este procedimiento de expresión y representación
al servicio de los objetivos educativos generales. Al hacerlo así,
disfruta de la actividad musical, al tiempo que se fomentan en él
las capacidades de expresión musical que es un instrumento de apropiación
cultural a través del cual le llegan al niño tradiciones,
contenidos y formas de expresión que son propias de su grupo específico.
Finalmente, en este amplio ámbito
de experiencia se pretende fomentar en los niños su vertiente de
espectadores y asimiladores de manifestaciones culturales, pero sobre
todo su papel de productores activos y originales.
Real Decreto 1333/1991, de 6 de
septiembre, por el que se establece el currículo de la Educación
Infantil.
B.O.E. 9.9.1.991
Artículo 1º
El presente Real Decreto constituye
el desarrollo, para la Educación Infantil, de lo dispuesto en el
apartado dos del artículo cuatro de la Ley Orgánica 1/1990,
de 3 de octubre, e integra lo establecido en el Real Decreto 1333/1991,
de 6 de septiembre, por el que se establecen los aspectos básicos
del currículo de la Educación Infantil.
Artículo 2º
El presente Real Decreto será
de aplicación en el ámbito territorial de gestión
del Ministerio de Educación y Ciencia.
Artículo 3º
La Educación Infantil comprenderá
hasta los seis años de edad y se organizará en dos ciclos
de tres años cada uno.
Artículo 4º
Con el fin de hacer efectivo lo dispuesto
en el artículo 8 de la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre,
la Educación Infantil deberá contribuir a que los niños
y niñas alcancen al finalizar el segundo ciclo de la etapa los
objetivos siguientes:
a) Descubrir, conocer y controlar
progresivamente el propio cuerpo, formándose una imagen positiva
de sí mismos, valorando su identidad sexual, sus capacidades y
limitaciones de acción y expresión, y adquiriendo hábitos
básicos de salud y bienestar.
b) Actuar de forma cada vez más
autónoma en sus actividades habituales, adquiriendo progresivamente
seguridad afectiva y emocional, y desarrollando sus capacidades de iniciativa
y confianza en sí mismos.
c) Establecer relaciones sociales
en un ámbito cada vez más amplio, aprendiendo a articular
progresivamente los propios intereses, puntos de vista y aportaciones
con los de los demás.
d) Establecer vínculos fluidos
de relación con los adultos y con sus iguales, respondiendo a los
sentimientos de afecto, respetando la diversidad y desarrollando actitudes
de ayuda y colaboración.
e) Observar y explorar el entorno
inmediato con una actitud de curiosidad y cuidado, identificando las características
y propiedades más significativas de los elementos que lo conforman
y alguna de las relaciones que se establecen entre ellos.
f) Conocer algunas manifestaciones
culturales de su entorno, mostrando actitudes de respeto, interés
y participación hacia ellas.
g) Representar y evocar aspectos diversos
de la realidad vividos, conocidos o imaginados y expresarlos mediante
las posibilidades simbólicas que ofrecen el juego y otras formas
de representación y expresión.
h) Utilizar el lenguaje verbal de
forma ajustada a las diferentes situaciones de comunicación habituales
para comprender y ser comprendido por los otros, expresar sus ideas, sentimientos,
experiencias y deseos, avanzar en la construcción de significados,
regular la propia conducta e influir en la de los demás.
i) Enriquecer y diversificar sus posibilidades
expresivas mediante la utilización de los recursos y medios a su
alcance, así como apreciar diferentes manifestaciones artísticas
propias de su edad.
Artículo 5º
Sobre la base de los objetivos generales
de la etapa, los procesos de enseñanza y aprendizaje deberán
contribuir, en el primer ciclo de la Educación Infantil, a que
los niños y niñas alcancen los objetivos siguientes:
a) Identificar y expresar sus necesidades
básicas de salud y bienestar, de juego y de relación, y
resolver autónomamente algunas de ellas mediante estrategias y
actitudes básicas de cuidado, alimentación e higiene.
b) Descubrir, conocer y controlar
progresivamente su propio cuerpo sus elementos básicos, sus características,
valorando sus posibilidades y limitaciones, para actuar de forma cada
vez más autónoma en las actividades habituales.
c) Relacionarse con los adultos y
otros niños, percibiendo y aceptando las diferentes emociones y
sentimientos que se le dirigen, expresando los suyos, y desarrollando
actitudes de interés y ayuda.
d) Observar y explorar activamente
su entorno inmediato y los elementos que lo configuran y, con la ayuda
del adulto, ir elaborando su percepción de ese entorno, y atribuyéndole
alguna significación.
e) Regular paulatinamente su comportamiento
en las propuestas de juego, de rutina y otras actividades que presenta
el adulto, disfrutando con las mismas y utilizándolas para dar
cauce a sus intereses, conocimientos, sentimientos y emociones.
f) Coordinar su acción con
las acciones de otros, descubriendo poco a poco que los demás tienen
su propia identidad, sus pertenencias y relaciones, y aceptándolos.
g) Comprender los mensajes orales
que en los contextos habituales se le dirigen, aprendiendo progresivamente
a regular su comportamiento en función de ellos.
h) Comunicarles con los demás
utilizando el lenguaje oral y corporal para expresar sus sentimientos,
deseos y experiencias, y para influir en el comportamiento de los otros.
i) Descubrir diferentes formas de
comunicación y representación, utilizando sus técnicas
y recursos más básicos, y disfrutar con ellas.
Artículo 6º
1. El currículo de la Educación
Infantil se estructurará en torno a las siguientes áreas
o ámbitos de experiencia:
a) Identidad y Autonomía
Personal.
b) Medio Físico y Social.
c) Comunicación y representación.
2. Las áreas deberán
concebirse con un criterio de globalidad y de mutua dependencia se desarrollarán
mediante la realización de experiencias significativas para los
niños.
3. La organización por áreas
constituirá un instrumento para que los profesores de Educación
Infantil sistematicen, ordenen y planifiquen su acción pedagógica.
Artículo 7º
1. A los efectos de lo dispuesto en
este Real Decreto, se entiende por currículo de la Educación
Infantil el conjunto de objetivos, contenidos y métodos pedagógicos
y de evaluación que han de regular la práctica educativa
en dicha etapa.
2. El currículo de la Educación
Infantil es el que se incluye en el Anexo del presente Real Decreto.
3. El ciclo constituye la unidad curricular
temporal de programación y evaluación en la Educación
Infantil.
4. En consonancia con lo dispuesto
en el apartado anterior se garantizará el trabajo en equipo de
los profesores de un mismo ciclo.
Artículo 8º
1. Los Centros docentes concretarán
y completarán el currículo de la Educación Infantil
mediante la elaboración de proyectos curriculares de etapa o ciclo,
cuyos objetivos, contenidos, metodología y estrategias de evaluación
respondan a las características de los alumnos.
2. Los proyectos curriculares a los
que se refiere el apartado anterior tienen por objeto garantizar una actuación
coherente, coordinada y progresiva de los equipos educativos.
3. Los proyectos curriculares de etapa
deberán contener una adecuación de los objetivos y contenidos
de la etapa al contexto socioeconómico y cultural del Centro y
a las características del alumnado, criterios metodológicos
de carácter general y decisiones sobre el proceso de evaluación.
Dichos proyectos incluirán asimismo la secuencia por ciclos de
los distintos elementos del currículo.
4. Los proyectos curriculares de Educación
Infantil incluirán previsiones para la coordinación pedagógica
con las familias, en aplicación de lo dispuesto en el artículo
7º, apartado 1, de la Ley orgánica 1/1990, de 3 de octubre.
5. El Ministerio de Educación
y Ciencia fomentará la elaboración de materiales que favorezcan
el desarrollo del currículo y dictará disposiciones que
orienten el trabajo del profesorado en este sentido. Dichas disposiciones
incluirán, además criterios para la adecuación de
lo establecido en este artículo a las características de
los Centros incompletos situados en zonas rurales.
Artículo 9º
El horario escolar se organizará
desde un enfoque globalizado e incluirá actividades y experiencias
que permitan respetar los ritmos de actividad, juego y descanso de los
niños y niñas.
Artículo 10º
1. Los profesores de Educación
Infantil realizarán programaciones en las que deberán precisarse
los elementos que integran el proceso educativo de los niños, a
partir del proyecto curricular de la etapa o ciclo en el Centro respectivo.
2. Las programaciones a las que se
refiere el apartado anterior incluirán, en su caso, adaptaciones
curriculares dirigidas a alumnos con necesidades educativas especiales.
Artículo 11º
1. Los profesores de Educación
Infantil evaluarán el proceso de enseñanza, su propia práctica
educativa y el desarrollo de las capacidades de los niños, de acuerdo
con las finalidades de la etapa, a través de una evaluación
que contribuya a mejorar la actividad educativa.
2. En la Educación Infantil,
la evaluación será global, continua y formativa. La observación
directa y sistemática constituirá la técnica principal
del proceso de evaluación.
3. El proyecto curricular incluirá
las previsiones necesarias para realizar la necesaria información
periódica a las familias sobre el progreso de los niños
y niñas.
Artículo 12º
El Ministerio de Educación
y Ciencia adoptará las medidas oportunas para que los Centros realicen
las adaptaciones curriculares a las que se refiere el apartado 2 del artículo
10º del presente Real Decreto.
DISPOSICIONES FINALES
Primera
Se autoriza al Ministerio de Educación
y Ciencia para dictar las disposiciones que sean precisas para la aplicación
de lo dispuesto en este Real Decreto.
Segunda
El currículo establecido en
el presente Real Decreto será de aplicación supletoria en
las Comunidades Autónomas con competencias plenas en materia de
educación, de conformidad con lo establecido en el artículo
149.3 de la Constitución.
Tercera
El presente Real Decreto entrará
en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial del Estado.
A N E X O
Currículo de la Educación
Infantil
A. ÁREA DE IDENTIDAD Y AUTONOMÍA
PERSONAL
INTRODUCCIÓN
Este área hace referencia al
conocimiento, valoración y control que los niños van adquiriendo
de sí mismos, y a la capacidad para utilizar los recursos personales
de los que dispongan en cada momento. En este proceso resultan relevantes
las interacciones del niño con el medio, el creciente control motor,
la constatación de sus posibilidades y limitaciones, el difícil
proceso de diferenciación de los otros y la cada vez mayor independencia
con respecto a los adultos.
La identidad es una de las resultantes
del conjunto de experiencias que el niño tiene en la relación
con su medio físico y, sobre todo, social. En la construcción
de la identidad propia intervienen, entre otros factores, la imagen positiva
de uno mismo y los sentimientos de eficacia, seguridad y propia estimación.
Dichos sentimientos deben contribuir a la elaboración de un concepto
de sí mismo ajustado, que permita al niño percibir y actuar
conforme a las propias posibilidades y limitaciones.
El concepto de uno mismo dista mucho
de ser objetivo: la autoestima del niño es en gran parte una interiorización
de la que le demuestran los que le rodean y de la confianza que en él
se deposita.
En relación entre el yo y el
otro, y entre el yo y el mundo externo, el niño y la niña
actualizan sus instrumentos cognitivos, afectivos y de relación
responsables de un desarrollo pleno y armónico. En este proceso
de diferenciaciones progresivas se construye la identidad personal mediante
el reconocimiento de la propia individualidad frente a los demás
y frente al mundo. En todo ello reside la posibilidad de actuar constructivamente
con los demás, de sentirse parte integrante de un grupo.
Por otra parte, el conocimiento y
control progresivo del cuerpo es un proceso que ocupa al niño desde
su nacimiento y es uno de los primeros referentes para reconocerse como
persona. La identificación de sus características individuales;
sexo, talla, rasgos físicos, etc., así como las de sus compañeros,
son instrumentos básicos para su desarrollo y, consecuentemente,
para la adquisición de actitudes no discriminatorias.
A lo largo de esta etapa debe conseguirse
que los niños y niñas conozcan global y parcialmente su
cuerpo, sus posibilidades perceptivas y motrices, que puedan identificar
las sensaciones que experimentan, disfrutar con ellas y servirse de las
posibilidades expresivas del cuerpo para manifestarlas.
En la Educación Infantil tiene
gran importancia la adquisición de buenos hábitos de salud,
higiene y nutrición. Estos hábitos no sólo contribuyen
al cuidado del propio cuerpo y de los espacios en los que vive, sino que
son también fundamentales en el proceso de autonomía del
niño.
El Centro de Educación Infantil
debe constituir un ámbito privilegiado para enriquecer los procesos
de construcción de la identidad y autonomía personal ofreciendo
una intervención educativa, ajustada a las necesidades individuales
de los niños.
Los contenidos educativos que este
área abarca no pueden ser trabajados separadamente del resto de
las áreas. Se hace imprescindible un enfoque global y significativo
de las situaciones de enseñanza y aprendizaje.
OBJETIVOS GENERALES
En relación con el ámbito
de la identidad y autonomía personal, la intervención educativa
durante la etapa de educación infantil tendrá como objetivo
desarrollar unos procesos de enseñanza y aprendizaje que capaciten
al niño para:
1. Tener una imagen ajustada y positiva
de sí mismo identificando sus características y cualidades
personales.
2. Identificar progresivamente sus
posibilidades y limitaciones, valorarlas adecuadamente, y actuar de acuerdo
con ellas.
3. Tener una actitud de respeto hacia
las características y cualidades de las otras personas, y empezar
a valorarlas, sin actitudes de discriminación en relación
con el sexo o con cualquier otro rasgo diferenciador.
4. Descubrir y utilizar las propias
posibilidades motrices, sensitivas y expresivas adecuadas a las diversas
actividades que emprende en su vida cotidiana.
5. Adquirir la coordinación
y el control dinámico general de propio cuerpo para la ejecución
de tareas de la vida cotidiana y de actividades de juego, así como
para la expresión de sentimientos y emociones.
6. Aplicar la coordinación
visomanual necesaria para manejar y explorar objetos con un grado de precisión
cada vez mayor, en la relación de actividades de la vida cotidiana
y de tareas relacionadas con las distintas formas de representación
gráfica.
7. Identificar los propios sentimientos,
emociones y necesidades, y comunicarlos a los demás, así
como identificar y respetar los de los otros.
8. Tomar la iniciativa, planificar
y secuenciar la propia acción para resolver tareas sencillas y
problemas de la vida cotidiana: aceptar las pequeñas frustraciones
y manifestar una actitud tendente a superar las dificultades que se plantean
buscando en los otros la colaboración necesaria.
9. Adecuar su propio comportamiento
a las necesidades, demandas, requerimientos y explicaciones de otros niños
y adultos, e influir en la conducta de los demás, evitando la adopción
de actitudes de sumisión o de dominio, y desarrollando actitudes
y hábitos de ayuda, colaboración y cooperación.
10. Progresar en la adquisición
de hábitos y actitudes relacionados con el bienestar y la seguridad
personal, la higiene y el fortalecimiento de la salud.
CONTENIDOS
Los contenidos del área se
organizan agrupando en un primer bloque los referidos al conocimientos
del cuerpo y a la construcción de la propia imagen. En un segundo
bloque, aparecen los contenidos relacionados con el movimiento del cuerpo,
las posibilidades de juego y actividad motriz; en definitiva, el descubrimiento
de la propia acción corporal y su utilidad en la resolución
de tareas de diversa índole. El tercer bloque agrupa contenidos
relacionados con los aspectos cognitivos, afectivos y de relación
que implica la vida cotidiana, y la necesaria iniciativa y autonomía
que el niño va adquiriendo a través de ella. El último
bloque incluye los contenidos referidos al cuidado del cuerpo, en estrecha
relación con el cuidado del entorno que rodea al niño.
A través de estos contenidos,
no concebidos aisladamente sino en profunda interrelación, se aborda
el conocimiento del cuerpo, la construcción de la identidad de
los niños y niñas, y la consecución de su propia
autonomía
II. EL CUERPO Y LA PROPIA IMAGEN
Conceptos
1. El cuerpo humano
Segmentos y elementos del cuerpo.
Características diferenciales
del cuerpo.
Imagen global del cuerpo humano.
2. Sensaciones y percepciones del
propio cuerpo
Las necesidades básicas del
cuerpo humano.
Los sentidos y sus funciones.
3. Sentimientos y emociones propios
y de los demás, y su expresión corporal.
Procedimientos
1. Exploración e identificación
de las características y cualidades del propio cuerpo tanto global
como segmentariamente, y de las diferencias y semejanzas con los otros.
2. Utilización de los sentidos
en la exploración del cuerpo y de la realidad exterior, e identificación
de las sensaciones y percepciones que se obtienen.
3. Manifestación, regulación
y control de las necesidades básicas en situaciones cotidianas
así como en situaciones ocasionales.
4. Utilización de las posibilidades
expresivas del propio cuerpo en situaciones diversas.
5. Manifestación y regulación
progresiva de los sentimientos, emociones, vivencias, preferencias, intereses,
etc.
6. Percepción de los cambios
físicos propios y su relación con el paso del tiempo.
Actitudes
1. Aceptación y valoración
ajustada y positiva de la propia identidad, y de sus posibilidades y limitaciones.
2. Confianza en las posibilidades
propias y en la propia capacidad para realizar aquellas tareas y conductas
que estén al alcance del niño.
3. Valoración y actitud positiva
ante las demostraciones de afecto de los adultos y de los demás
niños.
4. Aceptación de las diferencias
de la identidad y características de los demás, evitando
las discriminaciones.
II. JUEGO Y MOVIMIENTO
Conceptos
1. Posturas del cuerpo y movimientos
en el espacio y en el tiempo.
2. Nociones básicas de orientación
en el espacio y en el tiempo.
Procedimientos
1. Exploración de las posibilidades
y limitaciones motrices del propio cuerpo en situaciones lúdicas
y de la vida cotidiana.
2. Control activo y adaptación
del tono y la postura a las características del objeto, del otro,
de la acción y de la situación.
3. Adaptación de los ritmos
biológicos propios a las secuencias de la vida cotidiana, y del
propio ritmo a las necesidades de acción de otros.
4. Coordinación y control corporal
en las actividades que implican tanto el movimiento global como segmentario
y la adquisición progresiva de habilidades motrices nuevas, en
las acciones lúdicas y de la vida cotidiana y doméstica.
5. Coordinación y control de
las habilidades manipulativas de carácter fino y utilización
de los utensilios comunes.
6. Descubrimiento y progresivo afianzamiento
de la propia lateralidad, desarrollando libremente en situaciones de la
vida cotidiana y de juegos corporales.
7. Situación y desplazamiento
en el espacio real: el niño en relación con los objetos
y con los demás.
Actitudes
1. Confianza en las propias posibilidades
de acción.
2. Gusto por el ejercicio físico
y el riesgo controlado.
3. Valoración de las posibilidades
que se adquieren con la mejora en la precisión de los movimientos.
4. Iniciativa para aprender habilidades
nuevas.
5. Aceptación de las reglas
que rigen los juegos físicos y ajuste a ciertas normas básicas.
6. Actitud de ayuda y colaboración
con los compañeros.
III. LA ACTIVIDAD Y LA VIDA COTIDIANA
Conceptos
1. Las distintas actividades de la
vida cotidiana: de juego, domésticas, de cumplimiento de rutinas,
de resolución de tareas..., y sus requerimientos.
2. Normas elementales de relación
y de convivencia.
Procedimientos
1. Regulación del propio comportamiento
en situaciones de juego, rutinas diarias, tareas.
2. Planificación secuenciada
de la acción para resolver una tarea sencilla, y constatación
de sus efectos.
3. Coordinación, colaboración
y ayuda con los iguales y con los adultos, pidiendo con confianza la ayuda
necesaria en el momento adecuado.
4. Regulación de la propia
conducta en función de las peticiones y explicaciones de otros
niños y adultos e influencia en la conducta de los demás:
pidiendo, dando, preguntando, explicando...
5. Hábitos elementales de organización,
constancia, atención, iniciativa y capacidad de esfuerzo en la
propia actividad.
Actitudes
1. Iniciativa y autonomía en
las tareas diarias, en los juegos y en la resolución de pequeños
problemas de la vida cotidiana y doméstica.
2. Actitud de ayuda, colaboración
y cooperación coordinando los propios intereses con los de los
otros.
3. Aceptación de las posibilidades
y limitaciones propias y ajenas, en la valoración de tareas.
4. Valoración de trabajo bien
hecho, reconocimiento de los errores y aceptación de las correcciones
para mejorar sus acciones.
5. Actitud positiva hacia la regulación
de las experiencias de la vida cotidiana.
IV. EL CUIDADO DE UNO MISMO
Conceptos
1. La salud y el cuidado de uno mismo
Higiene y limpieza en relación
con el bienestar personal.
Elementos y hábitos de alimentación.
La enfermedad: el dolor corporal.
Acciones que favorecen la salud.
2. El cuidado del entorno y el bienestar
personal.
Limpieza, higiene y cuidado de las
dependencias del Centro y de otros hábitos de su entorno próximo.
Procedimientos
1. Cuidado y limpieza de las distintas
partes del cuerpo y realización autónoma de los hábitos
elementales de higiene corporal, utilizando adecuadamente los espacios
y materiales adecuados.
2. Colaboración y contribución
al mantenimiento de la limpieza del entorno en que se desenvuelven las
actividades cotidianas.
3. Hábitos relacionados con
la alimentación y el descanso, utilización progresiva de
los utensilios, y colaboración en las tareas para la resolución
de estas necesidades básicas.
4. Utilización adecuada de
instrumentos e instalaciones para prevenir accidentes y evitar situaciones
peligrosas.
Actitudes
1. Gusto por un aspecto personal cuidado
y por desarrollar las actividades en entornos limpios y ordenados.
2. Aceptación de las normas
de comportamiento establecidas durante las comidas, los desplazamientos,
el descanso y la higiene.
3. Actitud de tranquilidad y colaboración
hacia las medidas que adoptan los mayores en situaciones de enfermedad
y pequeños accidentes.
4. Valoración de la actitud
de ayuda y protección de familiares y adultos en situaciones de
higiene y enfermedad.
B. ÁREA DEL MEDIO FÍSICO
Y SOCIAL
INTRODUCCIÓN
Este área hace referencia a
la ampliación progresiva de la experiencia infantil, y a la construcción
de un conocimiento sobre el medio físico y social cada vez más
completo. Este conocimiento implica, además de una determinada
representación del mundo, la existencia de sentimientos de pertenencia,
respeto, interés y valoración de todos los elementos que
lo integran.
El acceso del niño al Centro
de Educación Infantil supone una ampliación de las relaciones
sociales en espacios distintos a los habituales, ofreciéndole posibilidades
de conocer una nueva realidad, de actuar e intervenir sobre ella, de crecer
y desarrollarse.
El objeto de este área es facilitar
el descubrimiento, conocimiento y comprensión de aquello que está
al alcance de su percepción y experiencia. Esta realidad abarca
los entornos y objetos físicos, las organizaciones y relaciones
sociales inmediatas, así como otros ámbitos que, a pesar
de su posible lejanía física y temporal, se encuentran estrechamente
ligados a los intereses del niño o niña.
El medio debe ser considerado como
un todo, en el que los aspectos físicos y sociales interactúan
continuamente, existiendo entre ellos una relación de mutua dependencia,
lo que hace inadecuado un enfoque aislado de cualquiera de ellos. La perspectiva
globalizadora que supone el estudio de los modos de vida que se dan en
distintos ambientes se enriquece al profundizar en algunos aspectos que
captan el interés y la curiosidad del niño.
Los distintos sistemas u organizaciones
de los que el niño forma parte constituyen el vehículo adecuado
para acceder al análisis del propio medio. De este modo, el niño
va construyendo su propia identidad individual al tiempo que se percibe
a sí mismo como miembro de diversas organizaciones sociales, con
funciones distintas según el grupo de que se trate.
Es objetivo de la Educación
Infantil es que el niño y la niña puedan actuar con autonomía,
confianza y seguridad en los sistemas sociales más próximos,
conociendo y utilizando las normas que permiten convivir en ellos, así
como contribuyendo a su establecimiento y a su discusión. En el
seno de los grupos a los que pertenece, aprender a valorar las ventajas
de la vida en grupo, así como las limitaciones que ésta
impone. Aprende también a colaborar con los otros, a ayudar y pedir
ayuda, y a cumplir las obligaciones que se desprenden del reparto de tareas
de la vida cotidiana. Por otra parte, esta actuación relativamente
autónoma requiere también conocer y manejar adecuadamente
en los ámbitos en los que se desarrolla la vida, y saber utilizar
sus dependencias y objetivos.
El niño debe conocer algunas
relaciones elementales que se establecen entre las condiciones físicas
del medio y las formas de organización de la actividad humana.
Ambos elementos están relacionados entre sí y se sitúan
en determinados ambientes que les confieren muchas de sus características
e incluso en ocasiones, su propia razón de ser.
El descubrimiento del medio implica
una actuación de la persona, en la que pone en juego procedimientos
de observación, de exploración, de recogida de datos y de
formulación de metas. Estos procedimientos le permiten ir conocimiento
y participando en su medio, darse cuenta de los cambios que en él
se operan y contrastar el resultado de sus acciones.
En el medio social es importante fomentar
actitudes de participación, de colaboración de respeto y
valoración crítica de las normas y leyes que rigen la vida
en grupo: en el medio físico se pone el acento en las actitudes
de cuidado, valoración y respeto del entorno y de los elementos
que lo configuran.
El ambiente educativo del Centro de
Educación Infantil debe estimular la curiosidad del niño
y satisfacer su necesidad de actuar y experimentar. De este modo, el niño
y la niña actualizarán sus adquisiciones en los otros ámbitos
de identidad y autonomía personal y de comunicación y representación,
para comprender y actuar sobre la realidad, para identificarse como personas
individuales diferentes de los otros y, a la vez, miembros de diversos
grupos sociales.
OBJETIVOS GENERALES
En relación con el ámbito
de experiencias de descubrimiento de la realidad física y social,
la intervención educativa tendrá como objetivo desarrollar
unos procesos de enseñanza/aprendizaje que capaciten al niño
para:
1. Participar en los diversos grupos
con los que se relaciona en el transcurso de las diversas actividades,
tomando progresivamente en consideración a los otros.
2. Conocer las normas y modos de comportamiento
social de los grupos de los que forman parte, para establecer vínculos
fluidos y equilibrados de relación interpersonal e identificar
la diversidad de relaciones que mantiene con los demás.
3. Orientarse y actuar autónomamente
en los espacios cotidianos y utilizar adecuadamente términos básicos
relativos a la organización del tiempo y el espacio, en relación
a sus vivencias periódicas y habituales.
4. Observar y explorar su entorno
físico-social, planificando y ordenando su acción en función
de la información recibida o percibida, constatando sus efectos
y estableciendo relaciones entre la propia actuación y las consecuencias
que de ella se derivan.
5. Conocer algunas de las formas más
habituales de organización de la vida humana, valorando su utilidad
y participando progresivamente en alguna de ellas.
6. Valorar la importancia del medio
natural y de su calidad para la vida humana, manifestando hacia él
actitudes de respeto y cuidado, interviniendo en la medida de sus posibilidades.
7. Establecer algunas relaciones entre
las características del medio físico y las formas de vida
que en dicho medio se establecen.
8 Conocer y participar en fiestas,
tradiciones y costumbres de su entorno, disfrutando y valorándolas
como manifestaciones culturales.
9. Observar los cambios y modificaciones
a que están sometidos los elementos del entorno, pudiendo identificar
algunos factores que influyen sobre ellos.
10. Mostrar interés y curiosidad
hacia la comprensión del medio físico y social, formulando
preguntas, interpretaciones y opiniones propias sobre algunos acontecimientos
relevantes que en él se producen, desarrollando su espontaneidad
y originalidad.
CONTENIDOS
La realidad que rodea al niño
y que constituye un todo para él puede, sin embargo, ser analizada
a través de sus diferentes elementos. El primer bloque hace referencia
a los contenidos relacionados con los primeros grupos en los que los niños
y niñas se desarrollan y que constituyen sus primeros ámbitos
de interacción social. A continuación se abordan contenidos
relacionados con ámbitos sociales más complejos, la propia
actividad humana y el entorno en el que ésta se desarrolla. Los
bloques tercero y cuarto se destinan a los objetos, animales y plantas,
elementos que los niños y niñas tienen a su alcance y cuyo
conocimiento les aproxima a la adquisición de un concepto más
ajustado y profundo del medio físico y social.
I. LOS PRIMEROS GRUPOS SOCIALES
Conceptos
1. Principales grupos sociales de
los que se es miembro: familia y escuela.
La familia
Los miembros de la familia: relaciones
de parentesco, funciones y ocupaciones.
Tipos de estructura familiar (familia
nuclear, con padres separados, adoptivos, sin hermanos, con un solo progenitor...).
El propio lugar en la familia.
Pautas de comportamiento y normas
básicas de convivencia.
La escuela:
Los miembros de la escuela: niños
y adultos. Funciones y ocupaciones.
Pautas de comportamiento y normas
básicas de convivencia.
2. Hábitat relacionado con
el grupo familiar y escolar.
La vivienda:
Distintos tipos. Dependencias y sus
funciones.
Tareas cotidianas del hogar.
Características y ubicación
de la propia vivienda.
La escuela:
Diversos tipos de edificio. Dependencia
de las escuelas: sus usos y funciones.
Características de la propia
clase. Rincones, zonas y espacios que la configuran.
3. Primeras vivencias del tiempo:
tiempo de comer, tiempo de descansar, tiempo de jugar, tiempo de casa,
tiempo de escuela...
Procedimientos
1. Utilización de estrategias
de actuación autónoma y adaptada a los diferentes grupos
a que pertenece (familia, clase, escuela...).
2. Discriminación de comportamientos
y actitudes adecuados o inadecuados en los diversos grupos a los que pertenece
y uso contextuado de las normas elementales de convivencia.
3. Orientación en los espacios
habituales, uso correcto de sus dependencias y autonomía en los
recorridos más frecuentes.
4. Percepción de las modificaciones
y alteraciones de objetos y personas en sus espacios habituales, por el
paso del tiempo y la influencia del tiempo atmosférico.
5. Realización progresiva autónoma
y anticipación en las rutinas familiares y escolares habituales
y cotidianas.
6. Percepción de la secuencia
y de la simultaneidad en actividades cotidianas.
7. Realización responsable
de tareas o encargos sencillos.
Actitudes
1. Interés por participar en
la vida familiar y escolar, y por asumir pequeñas responsabilidades
y cumplirlas, con actitudes de afecto, iniciativa, disponibilidad y colaboración.
2. Defensa de los propios derechos
y opiniones con actitud de respeto hacia la de los otros (compartir, escuchar,
saber esperar, atender...).
3. Valoración y respeto ajustados
a las normas que rigen la convivencia en los grupos sociales a los que
pertenece (normas de uso de un objeto, normas de cortesía...) y
participación en el establecimiento de algunas de ellas.
4. Autonomía en la resolución
de situaciones conflictivas.
5. Tolerancia ante la espera de determinados
acontecimientos.
6. Respeto por la diversidad de sexos,
de roles, de profesiones, edades, etc.
7. Respeto y cuidado en los que se
desenvuelven la actitud propia y los objetos que tales espacios contienen.
II. LA VIDA EN SOCIEDAD
Conceptos
1. La comunidad y su entorno.
Formas de organización humana
según su ubicación en distintos paisajes.
Paisaje rural y paisaje urbano. Distintos
tipos de paisajes. Influencia del tiempo atmosférico.
La intervención del ser humano
en el paisaje (cultivos, urbanización, deterioro...). El propio
entorno: caracterización y elementos que lo integran. Funciones
de algunos de ellos.
2. Necesidades, ocupaciones y servicios
de la vida en comunidad. Los servicios como bienes de todos.
Los trabajos de los hombres y de las
mujeres.
Las transformaciones de algunos productos.
Los servicios relacionados con el
consumo.
Los servicios relacionados con la
seguridad y la sanidad: algunas personas e instituciones implicadas.
Normas elementales de seguridad vial.
Espacios para el ocio y cultura: posibilidades
que ofrecen.
Costumbres, folklore y otras manifestaciones
culturales de la comunidad a la que se pertenece.
3. Los medios de comunicación.
Distintos medios de comunicación
y su utilidad como instrumentos de ocio y como difusora de acontecimientos
sociales.
4. Las formas sociales del tiempo.
Días de la semana y tipos de
días (festivos, laborales...).
Procedimientos
1. Observación y atención
a manifestaciones, sucesos y acontecimientos del entorno del que el niño
forma parte o de aquellos que se relatan a través de los medios
de comunicación.
2. Contribución a la consecución
y mantenimiento de ambientes limpios, saludables y no contaminados.
3. Observación guiada de diversos
elementos del entorno para conocerlo y establecer relaciones de diverso
tipo.
4. Observaciones de las modificaciones
que se producen en los elementos del paisaje y en la vida de las personas
por el paso del tiempo, el clima y la intervención humana.
Actitudes
1. Respeto y cuidado por elementos
del entorno y valoración de su importancia para la vida humana.
2. Interés por conocer las
características del propio entorno.
3. Interés por conocer y participar
en algunas formas de organización social de su comunidad.
4. Valoración ajustada de los
factores de riesgo de accidentes existente en su entorno.
5. Valoración de los ambientes
limpios no degradados ni contaminados.
III. LOS OBJETOS
Conceptos
1. Diferentes tipos de objetos, naturales
y elaborados, presentes en el entorno:
Objetos habituales: piedras, juguetes,
palos, utensilios, productos y otros elementos tecnológicos relacionados
con las necesidades y actividades cotidianas.
Conocimiento de algunos objetos no
habituales: imanes, lupa...
Los atributos físicos de los
objetos.
2. Funciones y utilización
de los objetos cotidianos por las personas en relación con el aseo,
la comida, la manipulación de objetos (tijeras, sierra, lima...),
las tareas cotidianas del hogar y otros.
Procedimientos
1. Exploración de objetos a
través de los sentidos y acciones como apretar, dejar caer, calentar,
soplar, volcar...
2. Producción de reacciones,
cambios y transformaciones en los objetos, actuando sobre ellos y observando
los resultados.
3. Anticipación de los efectos
de las acciones propias y ajenas sobre los objetos.
4. Utilización y manipulación
de objetos diversos de forma convencional y original.
5. Identificación de las sensaciones
que producen y las emociones que se experimentan en relación con
los objetos.
6. Construcción de artefactos,
aparatos o juguetes sencillos en función de los propios intereses
y de objetos previamente fijados.
7. Observación y clasificación
de los objetos en función de sus características y de su
utilización y ubicación en la vida cotidiana.
8. Utilización ajustada de
aquellos objetos que motivan la colaboración y la cooperación
de los otros.
Actitudes
1. Actitudes positivas y valoración
del uso adecuado de los objetos.
2. Actitud positiva por compartir
los juguetes y objetos de su entorno familiar y escolar.
3. Curiosidad ante los objetos e interés
por su exploración.
4. Respeto y cuidado de los objetos
propios y colectivos.
5. Valoración ajustada de los
factores de riesgo de accidentes en la manipulación de objetos
evitando situaciones peligrosas.
IV. ANIMALES Y PLANTAS
Conceptos
1. Los seres vivos: animales y plantas
del propio entorno.
Características generales de
los seres vivos: distintos tipos de seres vivos: semejanzas y diferencias.
Animales y plantas en distintos medios.
Animales y plantas del propio entorno.
Funciones.
Cambios (evolución, ciclo vital)
que se dan en los seres vivos en el curso de su desarrollo.
2. Animales y plantas en paisajes
lejanos de interés para el niño. Distintos tipos de paisaje
natural.
3. Relaciones entre los animales,
las plantas y las personas.
Relación de interdependencia
y equilibrio (conservación del medio, repoblación...).
Relación de utilidad (compañía,
alimentación...).
El papel de las personas en los cambios,
la repercusión y conservación del medio natural.
Procedimientos
1. Observación, tanto espontánea
como sistemática, y descubrimiento de los diversos elementos de
paisaje natural de las características y comportamiento de algunas
plantas y animales del entorno.
2. Discriminación y posterior
clasificación de algunos animales y plantas según el medio
en que viven determinadas características físicas y/o funcionales.
3. Percepción e identificación
de las diferencias y semejanzas entre algunos animales y plantas de diferentes
medios.
4. Observación directa y guiada
del ciclo vital de alguna planta y de algún animal, y establecimiento
de relaciones con el paso del tiempo.
5. Cuidado de algún animal
o planta, así como de sus dependencias.
6. Observación de los diferentes
tipos de relaciones que existen entre los animales, las plantas y las
personas.
7. Contribución a la consecución
y mantenimiento de ambientes limpios, saludables y no contaminados.
Actitudes
1. Valoración de la necesidad
de que exista una relación equilibrada entre los animales, plantas
y las personas.
2. Curiosidad, respeto y cuidado hacia
los animales y plantas como primeras actitudes para la conservación
del medio natural.
3. Interés por conocer las
características y funciones de los seres vivos.
4. Iniciativa en la asunción
de pequeñas responsabilidades y encargos relacionados con el cuidado
y la conservación de los animales y plantas.
5. Placer y gusto por las actividades
al aire libre y en la naturaleza.
C. ÁREA DE LA COMUNICACIÓN
Y REPRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
El sentido funcional del área
es el de contribuir a mejorar las relaciones entre el individuo y el medio.
Las distintas formas de comunicación y representación sirven
de nexo entre el mundo interior y exterior al ser instrumento que posibilitan
las interacciones, las representación y la expresión de
pensamiento, sentimientos, vivencias, etc.
A medida que el niño va accediendo
al dominio de las distintas formas de representación, su relación
con el medio se enriquece y profundiza. El centro de Educación
Infantil es un lugar en el que se amplían las experiencias del
niño y las formas de representación que ha ido elaborando
en sus experiencias familiares accediendo a nuevos vehículos de
expresión. En él se fomentan adquisiciones y se potencian
intercambios comunicativos con otros niños y con adultos, dotando
a sus comunicaciones de contenidos progresivamente elaborados, y adquiriendo
conceptos, destrezas y actitudes que van a favorecer expresiones progresivamente
más complejas y afinadas de uno mismo, de sus conocimientos, sentimientos,
vivencias, etc. De este modo se estimula no sólo el acceso a representaciones
de la realidad, sino también la expresión de estas distintas
realidades a través de diversos vehículos.
La integración en una única
área de las diversas formas de representación y comunicación
no impide, en ningún caso, que cada una de ellas tenga un tratamiento
específico, teniendo en cuenta las peculiaridades del centro, las
necesidades de los niños y niñas que a él acuden
y sus diferentes técnicas, instrumentos y códigos, de manera
que la actividad pedagógica se ajuste a la intención educativa
que se pretende.
Las diferentes formas de representación
no se limitan a ser vehículo de expresión, sino que pueden
también tener efectos sobre el contenido que tratan de representar.
Estas formas incluyen la expresión gestual y corporal, el lenguaje
verbal, la expresión musical, el lenguaje escrito y la forma de
representación matemática.
Trabajar educativamente la comunicación
implica potenciar las capacidades del niño, tanto las relacionadas
con la recepción e interpretación de mensajes, como las
dirigidas a emitir o producirlos, contribuyendo a mejorar la comprensión
del mundo que le rodea y su expresión original, imaginativa y creativa.
En relación al lenguaje oral
y sobre la base de las primeras formas de comunicación, se irá
estimulando, a través de interacciones diversas, el acceso a las
primeras palabras y al lenguaje hablado progresivamente convencional.
El lenguaje va a ser para el niño
no sólo un instrumento de comunicación personal y de regulación
de la conducta de otros, sino también un instrumento de regulación
y planificación de la propia conducta. Esta función del
lenguaje se produce lentamente, como consecuencia de un trabajo educativo
que empieza en los niveles preverbales y se prolonga hasta el final de
la etapa, y no de manera espontánea.
Resulta importante tener presente
que el lenguaje oral es el instrumento de representación y comunicación
más utilizado. Esta importancia social no debe reproducirse en
la escuela. El Centro de Educación Infantil lo tendrá en
cuenta y en el tratamiento de ésta y otras formas de representación
y comunicación aprovechará este factor, de manera que al
establecer objetivos, contenidos y actividades se responda a las necesidades
educativas del niño en estas edades.
El acceso a los códigos convencionales,
que como criterio general debe realizarse en el primer ciclo de la Educación
Primaria, es un largo proceso en el que las posibilidades evolutivas del
niño y la intervención pedagógica del educador han
de estar en relación para un tratamiento educativo adecuado.
La iniciativa a los códigos
de la lectura y escritura cobra un valor distinto al que se le ha atribuido
tradicionalmente, ya que deja de ser el eje alrededor del cual giran las
actividades de enseñanza/aprendizaje, convirtiéndose en
una meta supeditada a otras ahora más importantes: la motivación
por adquirir los nuevos códigos, el acceso a sus características
diferenciales, la comprensión y valoración de su utilidad
funcional, etc.
De este modo, y durante este proceso
los niños aprenden las propiedades de significación, información
y comunicación inherentes al texto escrito, descubren algunas de
sus características de convención y sobre todo, si ello
se propicia adecuadamente, se interesan por la lengua escrita y su utilización.
Por todo ello, la enseñanza
sistemática de la lengua escrita no constituye un objetivo de la
Educación Infantil, pero no debe impedir el tratamiento de este
sistema, ni la respuesta a los interrogantes que sin duda plantearán
los niños, siempre desde un enfoque significativo.
En lo que se refiere a la forma de
representación matemática, hay que tener en cuenta que el
origen del conocimiento lógico-matemático está en
la actuación del niño con los objetos y, más concretamente,
en las relaciones que a partir de esta actividad establece entre ellos.
A través de sus manipulaciones descubre las características
de los objetos, pero aprende también las relaciones entre objetos.
Estas relaciones, que permiten organizar, agrupar, comparar, etc., no
están en los objetos como tales, sino que son una construcción
del niño sobre la base de las relaciones que encuentra y detecta.
Por esto, la aproximación a
los contenidos de la forma de representación matemática
debe basarse en esta etapa en un enfoque que conceda prioridad a la actividad
práctica, al descubrimiento de las propiedades y las relaciones
que establece entre los objetos a través de su experiencia activa.
Los contenidos matemáticos al igual que todos los de esta área,
serán tanto más significativas para el niño cuanto
más posible le sea incardinarlos en los otros ámbitos de
experiencia de la etapa.
La expresión dramática
y corporal tienen que ver con la utilización del cuerpo, sus gestos,
actitudes y movimientos con una intención comunicativa y representativa.
Mientras que a través de la expresión dramática los
niños juegan sobre todo a representar a través de su acción
y movimiento determinadas actitudes, estados de ánimo, etc. Ambos
hunden sus raíces en la comunicación gestual y se continúan
posteriormente en distintas manifestaciones, entre las que destacan los
juegos simbólicos en los que el niño se comporta "como si"
fuera una persona distinta, un animal o un objeto, o actúa "como
si" estuviera haciendo cosas que sólo está simulando hacer.
Se trata de un campo abierto a la imaginación, a la creatividad
y a la espontaneidad de cada uno.
A través de su expresión
dramática y corporal muestra sus emociones y tensiones, y también
su conocimiento del mundo y de las personas, así como su percepción
de la realidad. Estas manifestaciones expresivas son además un
instrumento de relación, comunicación e intercambio. la
Educación Infantil debe estimular este tipo de expresión
para sacar de ella el máximo rendimiento educativo, aceptando formas
de expresión diversas.
Como en el caso del lenguaje dramático,
la pintura, el dibujo, el modelado, así como las actividades en
las que la manipulación juega un papel importante, son útiles
para la estimulación de ciertos aspectos del desarrollo del desarrollo
y para la adquisición de nuevas capacidades, pero tienen un sentido
educativo que trasciende a un ámbito concreto. A través
de ellos el niño explora la realidad y refleja el conocimiento
que de ella tiene, se expresa a sí mismo, pero también se
descubre al representar o expresarse.
A través de estos aprendizajes
el niño y la niña van a contar con una nueva forma de representación
de la realidad, con grandes posibilidades comunicativas y expresivas,
basada en la utilización y exploración de diferentes instrumentos
y técnicas, que conducen a la producción plástica.
En la expresión musical se
pretende adquirir una progresiva capacidad para servirse de este procedimiento
de expresión y representación al servicio de los objetivos
educativos generales. la expresión musical es un instrumento de
apropiación cultural a través del cual le llegan al niño
tradiciones y formas de expresión que son propias de su grupo cultural
específico. Ello posibilita que disfrute de la actividad musical
al tiempo que fomente su capacidad de expresión.
Finalmente, en este amplio ámbito
de experiencias se pretende fomentar en los niños su vertiente
de espectadores y asimiladores de manifestaciones culturales, pero sobre
todo su papel de productores activos y originales.
OBJETIVOS GENERALES
En relación con el ámbito
de experiencias de comunicación y representación, la intervención
educativa tendrá como objetivo desarrollar unos procesos de enseñanza/aprendizaje
que capaciten al niño para:
1. Expresar sentimientos, deseos e
ideas mediante el lenguaje oral, ajustándose progresivamente a
los diferentes contextos y soluciones de comunicación habituales
y cotidianos y a los diferentes interlocutores.
2. Comprender las limitaciones y mensajes
que le comunican otros niños y adultos, valorando el lenguaje oral
como medio de relación con los demás.
3. Comprender, reproducir y recrear
algunos textos de tradición cultural, mostrando actitudes de valoración,
disfrute e interés hacia ellos.
4. Interesarse por el lenguaje escrito
y valorarlo como instrumento de información y disfrute y como medio
para comunicar deseos, emociones e informaciones.
5. Leer, interpretar y producir imágenes
como una forma de comunicación y disfrute, descubriendo e identificando
los elementos básicos de su lenguaje.
6. Interesarse y apreciar las producciones
propias y de sus compañeros y algunas de las diversas obras artísticas
e icónicas que se le presentan, atribuyéndoles progresivamente
significado y aproximándose así a la comprensión
del mundo cultural al que pertenece.
7. Utilizar las diversas formas de
representación y expresión para evocar situaciones acciones,
deseos y sentimientos, sean de tipo real o imaginario.
8. Utilizar técnicas y recursos
básicos de las distintas formas de representación y expresión,
para aumentar sus posibilidades comunicativas.
9. Utilizar las normas que rigen los
intercambios lingüísticos y las señales extralingüísticas
en diferentes situaciones de comunicación, para reforzar el significado
de sus mensajes y atribuir sentido a los que recibe.
10. Utilizar a un nivel ajustado las
posibilidades de la forma de representación matemática para
descubrir algunos objetos y situaciones del entorno, sus características
y propiedades y algunas acciones que pueden realizarse sobre ellos, prestando
atención al proceso y los resultados obtenidos.
CONTENIDOS
Los bloques de contenidos que constituyen
este área se han agrupado en el mismo ámbito de experiencias
porque comparten un mismo carácter: ser instrumentos de representación
de la realidad, al tiempo que medios de expresión y comunicación.
Los bloques del lenguaje oral y aproximación
al lenguaje escrito deben contemplarse estrechamente vinculados en su
desarrollo. La aproximación a la lengua escrita debe basarse en
la adquisición y dominio del lenguaje oral. La separación
de estos dos bloques de contenidos responde solamente al tratamiento específico
de cada uno.
Los bloques de contenidos que hacen
referencia a los lenguajes plástico, musical, corporal y matemático
resaltan el carácter procedimental adecuado a la etapa, dejando
la adquisición de sus códigos concretos para la etapa posterior.
I. LENGUAJE ORAL
Conceptos
1. El lenguaje oral y las necesidades
de expresión y comunicación más habituales.
Diferentes necesidades de comunicación
y vocabulario correspondientes a ellas.
Distintas situaciones comunicativas
en/con diferentes contextos, interlocutores, contenidos, instrumentos
e intenciones.
2. Formas socialmente establecidas
para iniciar, mantener y terminar una conversación.
3. Textos orales de tradición
cultural (canciones, cuentos, coplas, poesías, dichos populares,
refranes, etc.).
Procedimientos
1. Comprensión de las intenciones
comunicativas de adultos y de otros niños en situaciones de la
vida cotidiana.
2. Producción de mensajes referidos
a informaciones, necesidades, emociones y deseos mediante la expresión
corporal, la realización de pinturas y dibujos, el lenguaje oral
o cualquier otro medio de expresión.
3. Utilización adecuada de
frases sencillas de distinto tipo (afirmativas, negativas, interrogativas,
admirativas): de las variaciones morfológicas y términos
que hacen referencia a género, número, lugar, tiempo, personas;
y de una pronunciación y estructuración clara y correcta.
4. Evocación y relato de hechos,
cuentos, incidencias y acontecimientos de la vida cotidiana debidamente
ordenados en el tiempo.
5. Utilización de las normas
que rigen el intercambio lingüístico (prestar atención,
aguardar turno...) usos del diálogo y participación en conversaciones
colectivas como forma de interactuar con los otros.
6. Utilización de señales
extralingüísticas (entonación, gesticulación,
expresión facial) para atribuir y reforzar el significado de los
mensajes que se reciben y transmiten.
7. Utilización adecuada de
las formas socialmente establecidas para relacionarse con los demás.
8. Comprensión y reproducción
correctamente de algunos textos de tradición cultural (trabalenguas,
adivinanzas, refranes, canciones de corro y de comba, canciones para sortear,
etc.), individual y colectivamente.
9. Producción de textos orales
sencillos según la estructura formal de rimas, canciones, pareados,
adivinanzas...
Actitudes
1. Reconocimiento y valoración
del lenguaje oral como instrumentos para comunicar los sentimientos, ideas
e intereses propios y conocer los de los otros.
2. Iniciativa e interés por
participar en situaciones de comunicación oral de diverso tipo
(colectivas, diálogos, narraciones, explicaciones, de juego).
3. Interés y esfuerzo por mejorar
y enriquecer las propias producciones lingüísticas.
4. Interés por las explicaciones
de los otros (adultos, niños) y actitud de curiosidad en relación
con las informaciones que recibe.
5. Actitud de escucha y respeto a
los otros en diálogos y conversaciones colectivas, respetando las
normas y convenciones sociales que regulan el intercambio lingüístico.
6. Atención e interés
hacia los textos de tradición cultural.
II. APROXIMACIÓN AL LENGUAJE
ESCRITO
Conceptos
1. La lengua escrita como medio de
comunicación, información y disfrute.
2. Los instrumentos de la lengua escrita:
libro, revista, periódico, cuento, cartel, etiquetas, anuncios
y otros.
Procedimientos
1. Interpretación de imágenes,
carteles, grabados, fotografías, etc., que acompañan a textos
escritos, estableciendo relaciones entre ambos.
2. Comprensión y producción
de imágenes debidamente secuenciadas (ordenación cronológica
de fotografías, historietas gráficas, en soporte magnético,
etc.).
3. Atención y comprensión
de narraciones, cuentos y otros mensajes leídos por un adulto o
un compañero mayor.
4 Diferenciación entre las
formas escritas y otras de expresión gráficas (dibujos,
por ejemplo).
5. Percepción de diferencias
y semejanzas sencillas en palabras escritas.
6. Identificación de algunas
palabras escritas muy significativas y muy seleccionadas que hagan referencia
al entorno habitual y cotidiano del niño (por ejemplo, el propio
nombre).
7. Utilización de algunos conocimientos
convencionales del sistema de la lengua escrita (linealidad, orientación
izquierda-derecha, posición del libro, función de las ilustraciones,
posición y organización del papel, etc.).
8. Producción y utilización
de sistemas de símbolos sencillos (cenefa, signos icónicos,
diversos garabatos) para transmitir mensajes simples.
Actitudes
1. Valoración de la utilidad
del lenguaje escrito como medio de comunicación, información
y disfrute.
2. Gusto y placer por oír y
mirar un cuento que el adulto lee al niño o al grupo de niños.
3. Cuidado de los libros como un valioso
instrumento que tiene interés por sí mismo y deseo de manejarlos
de forma autónoma.
III. EXPRESIÓN PLÁSTICA
Conceptos
1. Materiales útiles para la
expresión plástica.
2. Diversidad de obras plásticas
que es posible producir y que se encuentran presentes en el entorno: pintura,
escultura, programas de televisión, películas, fotografía,
dibujo, ilustraciones diversas...
Procedimientos
1. Producción de elaboraciones
plásticas para expresar hechos, sucesos, vivencias, fantasías
y deseos.
2. Utilización de las técnicas
básicas del dibujo, pintura, modelado, collage, de la creación
de imágenes, etc.
3. Exploración y utilización
de materiales específicos e inespecíficos para la producción
plástica (ceras, témperas, barro, agua, harina...).
4. Empleo correcto de los utensilios
plásticos básicos y afianzamiento en el movimiento para
conseguir precisión en la realización.
5. Identificación y representación
de la figura humana en la obra plástica en su conjunto y diferenciación
de las distintas partes y segmentos corporales.
6. Percepción diferenciada
de los colores primarios y sus complementarios, así como el contraste
oscuro/claro.
7. Atribución o identificación
del tema de alguna obra plástica.
8. Creación y modificación
de imágenes y secuencias animales utilizando aplicaciones informáticas.
9. Interpretación de diferentes
tipos de imágenes presentes en su entorno.
Actitudes
1. Disfrute con las propias elaboraciones
plásticas y con las de otros.
2. Gusto e interés por las
producciones propias.
3. Respeto a las elaboraciones plásticas
de los demás.
4. Interés por el conocimiento
de las técnicas básicas y actitud proclive a la buena realización.
5. Cuidado de los materiales e instrumentos
que se utilizan en las producciones plásticas.
6. Valoración ajustada de la
utilidad de la imagen (televisión, cine, etc.).
IV. EXPRESIÓN MUSICAL
Conceptos
1. Control del cuerpo: actividad,
movimiento, respiración reposo, relajación.
2. Posibilidades expresivas del propio
cuerpo para expresar y comunicar sentimientos, emociones, necesidades.
Procedimientos
1. Descubrimiento y experimentación
de los recursos básicos de expresión del propio cuerpo (movimiento,
sonidos, ruidos), individualmente y en grupo para expresar los sentimientos
y emociones propias y de los demás.
2. Utilización con intencionalidad
comunicativa y expresiva de las posibilidades motrices del propio cuerpo:
Interpretación de nociones
de direccionalidad con el propio cuerpo.
Desplazamientos por el espacio con
movimientos diversos.
Mantenimiento del equilibrio en diversas
situaciones de actividad corporal.
3. Ajuste del propio movimiento al
espacio y al movimiento de los otros.
4. Imitación y representación
de situaciones, personajes e historias sencillas, reales y evocados, individualmente
y en pequeños grupos.
5. Interpretación y representación
de algún personaje atendiendo a sus estados emocionales, su vestuario
y aspecto físico.
Actitudes
1. Disfrute con la dramatización
e interés por expresarse con el propio cuerpo.
2. Interés e iniciativa para
participar en representaciones.
3. Gusto por la elaboración
personal y original en las actividades de expresión corporal.
4. Atención y disfrute en la
asistencia a representaciones dramáticas.
IV. RELACIONES, MEDIDAS Y REPRESENTACIÓN
EN EL ESPACIO
Conceptos
1. Propiedades y relaciones de objetos
y colecciones: color, forma, tamaños, textura, etc.; semejanza
y diferencia, pertenencia y no pertenencia.
2. Cuantificadores básicos:
todo/nada; lo mismo/diferente, uno/varios, etc.
3. El número:
Unidad. Aspectos cardinales y ordinales
del número.
La serie numérica. Los primeros
números.
4. La medida:
Situaciones en que se hace necesario
medir: comparación de magnitudes.
Unidades de medida naturales (mano,
pie, brazo, paso...) y arbitrarias (cuerda, tablilla, recipiente...).
Introducción a la estimulación
y medida del tiempo (mucho rato, poco rato: rápido, lento; día,
semana...).
Instrumento de medida del tiempo (reloj,
reloj de arena, de agua...).
5. Formas, orientación y representación
en el espacio.
Formas planas: círculo, cuadrado,
rectángulo, triángulo.
Cuerpos geométricos: esfera,
cubo.
Las formas y cuerpos en el espacio:
arriba, abajo; sobre, bajo; dentro, fuera; delante, detrás; lejos,
cerca; derecha, izquierda; cerrado, abierto...
Procedimientos
Propiedades y relaciones de objetos
y colecciones.
1. Comparación de distintos
objetos en función de sus propiedades.
2. Agrupación de objetos en
colecciones atendiendo a sus semejanzas y diferencias.
3. Verbalización del criterio
de pertenencia o no pertenencia a una colección.
4. Ordenación de objetos atendiendo
al grado de posesión de una determinada cualidad.
5. Utilización de los cuantificadores
adecuados para referirse al grado de presencia de una determinada cualidad
en objetos y colecciones.
El número
6. Comparación de colecciones
de objetos: igual que, menos que, más que.
7. Aplicación del ordinal en
pequeñas colecciones ordenadas.
8. Construcción de la serie
numérica mediante la adición de la unidad.
9. Utilización de la serie
numérica para contar elementos y objetos de la realidad.
10. Representación gráfica
de la cuantificación de las colecciones de objetos mediante códigos
convencionales y no convencionales.
11. Resolución de problemas
que impliquen la aplicación de sencillas operaciones (quitar, añadir,
repartir).
La medida
12. Comparaciones (más largo
que, más corto que; más grande que, más pequeño
que).
13. Exploración del tamaño
de objetos mediante la unidad de referencia elegida.
14. Estimación de la duración
de ciertas rutinas de la vida cotidiana en relación con las unidades
de tiempo (día, semana, hora), y ubicación de actividades
de la vida cotidiana en el tiempo (día, noche, mañana, tarde,
semana, festivo).
15. Utilización de los instrumentos
de medida del tiempo para estimar la duración de ciertas rutinas
de la vida cotidiana.
Formas, orientación y
representación en el espacio
16. Situación y desplazamiento
de objetos en relación a uno mismo, en relación de uno con
otro, de uno mismo en relación con los objetos.
17. Utilización de las nociones
espaciales básicas, para explicar la ubicación propia, de
algún objeto, de alguna persona.
18. Exploración sistemática
de lagunas figuras y cuerpos geométricos para descubrir sus propiedades
y establecer relaciones.
Actitudes
1. Gusto por explorar objetos, contarlos
y compararlos, así como por actividades que impliquen poner e práctica
conocimientos sobre las relaciones entre objetos.
2. Apreciación de la utilidad
de los números y de las operaciones en los juegos y problemas que
se presentan en la vida cotidiana.
3. Curiosidad por descubrir la medida
de algunos objetos e interés en la medición del tiempo.
4. Interés por mejorar y precisar
la descripción de situaciones, orientaciones y relaciones.
D. ORGANIZACIÓN EN CICLOS
El período educativo que abarca
la Educación Infantil constituye una etapa integrada, porque el
desarrollo del niño es un proceso continuo en el que no es fácil
delimitar momentos de clara diferenciación y ruptura, y porque
los cambios no se producen de modo uniforme en todos los niños.
Esta consideración no impide,
sin embargo, que la Educación Infantil, se estructure en dos ciclos,
ajustando los elementos principales del currículo a las características
específicas de cada uno de ellos.
La complejidad de la acción
pedagógica en el primer ciclo viene dada por la exigencia de responder
de una manera coherente a las necesidades cambiantes de los niños,
los cuales inicialmente dependen por completo de los adultos y en muy
poco tiempo se convierten en personas incipientemente autónomas.
Durante el primer ciclo los niños
inician la diferenciación progresiva entre uno mismo y los demás,
condición necesaria para identificarse progresivamente como personas
individuales. En este proceso, los niños ajustan su propio ritmo
biológico a las rutinas de la vida familiar y escolar, que permiten
al pequeño una primera experiencia de aspectos de enriquecimiento,
como en los que suponen renuncia o espera. Así mismo, la intervención
educativa se dirige a estimular al niño para que desde la manifestación
de sus necesidades más frecuentes relacionadas con su bienestar
corporal, las identifiquen y, en determinadas situaciones habituales puedan
emprender las acciones necesarias para satisfacerlas y adquirir una progresiva
autonomía en las rutinas y actividades cotidianas.
El concepto de "necesidad básica"
no debe restringirse a las sensaciones relacionadas con el malestar corporal
producido por el hambre, la suciedad, el cansancio. En el bebé
es igualmente básica la necesidad de efecto, de cariño,
de estimulación, de ser tratado como una persona individual que
tiene sus propios ritmos, sentimientos y emociones. De este modo, los
niños irán adquiriendo los primeros instrumentos necesarios
para actuar en su entorno inmediato y de sentir que sus necesidades están
cubiertas, así como poder expresarlas progresivamente con los medios
a su alcance para llegar a ser autónomos en los contextos más
conocidos.
Esta progresiva autonomía se
actualiza en diversos contextos, entre los que cabe señalar el
desplazamiento y la utilización de las dependencias de su casa
y del Centro, gracias a distintas interacciones, y mediante la exploración
de los objetos, animales y plantas que se ponen a su alcance en el transcurso
de las actividades de su vida cotidiana.
La intervención pedagógica
se sustenta en varias premisas. Por un lado, la individualidad y originalidad
de cada niño. Por otro lado, la consideración de que todas
las actividades que con él se realizan son educativas y deben ser
coherentes con la estrategia educadora de la familia y con el trabajo
coordinado de todos los que componen el equipo del Centro. En efecto,
durante toda la etapa de Educación Infantil, pero muy especialmente
en el primer ciclo, la función educativa del Centro debe estar
en estrecha relación con la que ejerce la familia. Ello resulta
del todo necesario para asegurar que los esfuerzos que uno y otra realizan
se coordinen y constituyan estímulos promotores del desarrollo
y aprendizaje de los niños.
Todas las actividades que se desarrollan
en el Centro de Educación Infantil son educativas y formadoras
y, por tanto, objeto de planificación y reflexión en el
marco de los proyectos y programaciones curriculares. la organización
del Centro debe de dar respuesta a las necesidades peculiares que presentan
los más pequeños: por ello debe cuidarse la relación
entre el educador y el niño, las condiciones físicas del
espacio y la calidad de los estímulos que se les ofrece, el respeto
al ritmo personal de cada niño, y la relación con la familia.
La llegada del pequeño por
primera vez al Centro de Educación Infantil debe ser detalladamente
planificada. Una cuidadora organización del período de adaptación
establecerá las condiciones materiales y personales necesarias
para que éste no sea traumático. El niño que acude
por primera vez a un Centro de Educación Infantil puede encontrarse
con que algunos de sus compañeros han estado ya escolarizados.
Cuando ello ocurre, el Centro debe poner los medios a su alcance para
la adaptación del niño a su nuevo medio.
En el segundo ciclo de la etapa, los
esfuerzos educativos se dirigirán a afianzar y ampliar las adquisiciones
logradas en los distintos ámbitos del desarrollo del niño,
permitiendo el progreso en los aprendizajes que el niño va construyendo.
En el ámbito de las capacidades de equilibrio personal, la imagen
que de sí mismo ha ido elaborando el niño deberá
hacerse progresivamente ajustada, aceptando las propias posibilidades
y limitaciones, pero siempre con una actitud positiva de confianza y de
máximo aprovechamiento de las capacidades que el niño tenga.
En cuanto a las relaciones personales,
el segundo ciclo supone una progresiva ampliación de la relación
con los iguales, cada vez más significativos e importantes para
el niño, en un marco que irá permitiendo de forma paulatina
la articulación e incipiente coordinación de los diferentes
puntos de vista.
Respecto a las capacidades cognitivas
y lingüísticas, se producen un avance muy importante en el
dominio del lenguaje oral, así como en la función de regulación
y planificación de la propia actividad.
También se producen avances
importantes en la capacidad de inserción social, que se traduce
particularmente en la capacidad de sentirse miembro de diversos grupos
y de poder actuar de forma cada vez más autónoma en ellos.
A todo ello contribuyen las adquisiciones
sucesivas que el niño realizan en el ámbito motor, y que
en absoluto son ajenas a los avances ya señalados.
La continuidad entre ambos ciclos
se verá reforzada con la utilización de un sistema de evaluación
de carácter continuo y formativo que, basándose en la observación,
permitirá al educador ayudar a los niños a que alcancen
los objetivos educativos de la Educación Infantil.
E. PRINCIPIOS METODOLÓGICOS
DE LA ETAPA
La etapa de Educación Infantil
es susceptible de recibir diferentes tratamientos. la exigencia de orientar
y dar un sentido inequívocamente educativo a la Educación
Infantil conduce a la necesidad de hacer explícitos los principios
metodológicos que deben enmarcar la acción pedagógica
en esta etapa.
Los aprendizajes que el niño
realiza en esta etapa contribuirán a su desarrollo en la medida
en que constituyan aprendizajes significativos. Para ello el niño
debe poder establecer relaciones entre sus experiencias previas y los
nuevos aprendizajes. El proceso que conduce a la realización de
estos aprendizajes requiere que las actividades y tareas que se lleven
a cabo tenga un sentido claro para el niño.
El profesor, partiendo de la información
que tiene sobre los conocimientos previos del niño, presentará
actividades que atraigan su interés y que el niño pueda
relacionar con sus experiencias anteriores.
Aunque no hay método único
para trabajar en esta etapa, la perspectiva globalizadora se perfila como
la más adecuada para que los aprendizajes que los niños
y niñas realicen sean significativos. El principio de globalización
supone que el aprendizaje es el producto del establecimiento de múltiples
conexiones, de relaciones entre lo nuevo y lo ya aprendido . Es, pues,
un proceso global de acercamiento del individuo a la realidad que quiere
conocer. Este proceso será fructífero si permite que las
relaciones que se establezcan y los significados que se construyan, sean
amplios y diversificados.
En profesor propondrá a los
niños y niñas secuencias de aprendizaje, pequeños
proyectos o unidades didácticas que requieran el concurso de contenidos
de distinto tipo y de distintas áreas, aunque será también
conveniente plantear otras actividades que alternen con las propuestas
globalizadoras.
La actividad física y mental
del niño es una de las fuentes principales de sus aprendizajes
y de su desarrollo. Esta actividad tendrá un carácter constructivo
en la medida en que a través del juego, la acción y la experimentación
descubra propiedades y relaciones y vaya construyendo sus conocimientos.
Es imprescindible destacar la importancia
del juego como la actividad propia de esta etapa. En el juego se aúnan,
por una parte, un fuerte carácter motivador y, por otra, importantes
posibilidades para que el niño y la niña establezcan relaciones
significativas y el profesorado organice contenidos diversos, siempre
con carácter global, referidos sobre todo a los ámbitos
de los procedimientos y de las experiencias. Se evitará la falta
dicotomía entre juego y trabajo escolar.
Desde esta perspectiva debe entenderse
la consideración de las distintas clases de contenidos establecidos
en el currículo. La existencia de conceptos y actitudes no supone
en ningún caso que deban ser abordados de manera transmisiva y
verbalística. La distinción es útil para el profesor,
quien a la hora de planificar las actividades tendrá en cuenta
los diferentes tipos de contenidos y procurará que su construcción
progresiva se realice siempre desde la actuación del pequeño,
alrededor de problemas y situaciones concretas en las que pueda encontrar
sentido porque conecten con sus intereses y motivaciones.
Aunque importantes en todas las etapas,
los aspectos afectivos y de relación adquieren un relieve especial
en la Educación Infantil. En esta etapa es imprescindible la creación
de un ambiente cálido, acogedor y seguro, en el que el niño
se sienta querido y relajado para poder afrontar los retos que le plantea
el conocimiento progresivo de su medio y para adquirir los instrumentos
que le permitan acceder a él. Los niños que asisten a un
Centro de Educación Infantil necesitan establecer con el educador
una relación personal de gran calidad, relación que le transmitirá
una confianza básica y la seguridad precisa para su desarrollo:
su encuentro con los compañeros. La interacción entre los
niños y niñas constituye tanto un objetivo educativo como
un recurso metodológico de primer orden. las controversias, interacciones
y reajustes que se generan en el grupo facilitan el progreso intelectual,
afectivo y social.
Una adecuada organización del
ambiente, incluyendo espacios, recursos materiales y distribución
de tiempo, será fundamental para la consecución de las intenciones
educativas. El espacio escolar permitirá al niño situarse
en él, sentirlo suyo, a partir de sus experiencias y relaciones
con personas y objetos. la distribución del espacio debe adecuarse
a las variadas y cambiantes necesidades de los niños, hace posible
el sueño y reposo de los más pequeños, facilitar
a los que se desplazan el acceso y uso autónomo del espacio, y
tener presentes las características de cada grupo de edad y sus
necesidades. Se debe prever que los niños dispongan de lugares
propios y de uso común para compartir, para estar solos o para
jugar y relacionarse con los demás, espacios para actividades que
requieren una cierta concentración y espacios amplios que faciliten
el movimiento. El educador deberá prever las distintas situaciones
y decidir sobre los medios que las hagan posibles, evitando organizaciones
rígidas y excesivamente especializadas.
El Centro debe ofrecer una gama variada
de objetos, juguetes y materiales que proporcionen múltiples oportunidades
de manipulación y nuevas adquisiciones. La selección, preparación
y disposición del material y su adecuación a los objetivos
educativos son elementos esenciales en esta etapa.
En la Educación Infantil la
organización de las actividades requiere flexibilidad y posibilidad
de adecuación a los ritmos de los niños. La organización
del tiempo debe respetar las distintas necesidades de los niños
y niñas en esta etapa: actividad física, relajación,
descanso, experiencias directas con los objetos, relación y comunicación,
movimiento. Se respetarán los ritmos biológicos de los niños
y el educador organizará la actividad cotidiana con una cierta
secuencia, lo que contribuirá a la interiorización de unos
marcos de referencia temporales.
En los Centros de Educación
Infantil se configura una comunidad educativa con mayor facilidad que
en otro tipo de Centros. la Educación Infantil alcanza su pleno
sentido en un marco de colaboración y coordinación entre
los elementos que inciden en el proceso educativo de los niños
y6 niñas: el equipo docente y las familias.
La existencia del equipo educativo
es indispensable para asegurar una coherencia y continuidad en la acción
docente. El equipo actuará conjunta y responsablemente en las tareas
y funciones que le son propias. Estas se refieren a la elaboración,
desarrollo y evaluación del proyecto curricular.
La familia desempeña un papel
crucial en el desarrollo del niño. En este sentido, el Centro de
Educación Infantil comparte con la familia la labor educativa,
completando y ampliando sus experiencias formativas. La eficacia de la
Educación Infantil depende, en gran medida, de la unidad de criterios
educativos en los distintos momentos de la vida del niño, en casa
y en la escuela. para que esto sea posible es necesaria la comunicación
y coordinación entre educadores y padres.
Mediante el intercambio de información,
familia y educadores tratan de guiar y facilitar la incorporación
y adaptación del niño al centro.
La evaluación del proceso de
enseñanza y aprendizaje será global, continua y formativa.
Tendrá en cuenta las características del medio en el que
el niño vive y partirá de la información procedente
de los Centros de donde provienen y de las familias. La evaluación
formativa permitirá al Profesor indagar qué cambios se producen
como resultado de las diferentes intervenciones o qué objetivos
son adecuados proponerse a continuación. El profesor evaluará
también su propio proyecto de trabajo haciendo posible una valoración
de su adecuación y cumplimiento.
Las técnicas de evaluación
más adecuadas para esta etapa son las entrevistas con los padres
y la observación directa y sistemática del niño por
parte del profesorado. Este deberá objetivar al máximo los
criterios en los que se basan sus valoraciones, ayudando a los niños
a conocer con claridad lo que se espera de cada uno de ellos. Este ajuste
entre lo que el niño puede y aquello que se pretende que adquiera
requiera una intervención cuya eficacia se basa, en gran parte,
en el conocimiento del niño y de la ayuda educativa que precisa.
De ahí la importancia de una adecuada evaluación de su nivel
de partida y de sus posibilidades.
La Etapa de Educación Infantil
tiene un marcado carácter preventivo y compensador. Dada la gran
importancia de la intervención temprana para evitar que los problemas
en el desarrollo se intensifiquen, esta etapa es especialmente crítica
y precisa de la máxima atención para que las distintas instancias
actúen coordinadamente en relación a los niños y
niñas con necesidades educativas especiales. La actuación
del profesor se concibe como la organización intencional de actividades
y experiencias, cuidadosamente preparadas, favorecedoras del aprendizaje
y, por tanto, del desarrollo.
Con objeto de garantizar la mejor
atención educativa a todo el alumnado, y en particular la de los
alumnos con necesidades educativas especiales, los profesores de Educación
Infantil compartirán con los equipos interdisciplinares de sector
que les correspondan la búsqueda de orientaciones sobre la dimensión
preventiva de su trabajo, la identificación y valoración
de las necesidades de los alumnos y la toma de decisiones que permitan
introducir ajustes en la planificación educativa. En todo caso,
estos equipos interdisciplinares de sector, o los de atención temprana
en particular, ampliarán su ámbito de actuación hacia
la mejora de los condicionantes generales de la oferta educativa.
ORDEN de 12 de noviembre de 1992
sobre evaluación en Educación Infantil
B.O.E. 21.11.1.992
1. CARÁCTER DE LA EVALUACIÓN
Primero.-
La presente Orden será de aplicación
en el ámbito territorial de gestión del Ministerio de Educación
para los centros públicos y privados en los que se implante la
Educación infantil.
Segundo.-
1. La evaluación de
la Educación Infantil será global, referida al conjunto
de capacidades expresadas en los objetivos generales. Estos objetivos,
adecuados al contexto sociocultural del Centro y a las características
propias del alumnado, serán el referente permanente de la evaluación.
2. La evaluación tendrá,
asimismo, un carácter continuo, considerándose en elemento
inseparable del proceso educativo, mediante el cual el profesor recoge
permanentemente información sobre el proceso de enseñanza
y aprendizaje.
3. La evaluación tendrá,
en consecuencia, un carácter formativo, regulador, orientador y
auto corrector del proceso educativo, al proporcionar una información
constante que permitirá mejorar tanto los procesos como los resultados
de la intervención educativa.
Tercero.-
1. Constituyen referentes básicos
para la evaluación del proceso de aprendizaje:
a) Los objetivos generales
de etapa, o, en su caso, del primer ciclo.
b) Los objetivos generales
de la áreas.
2. Corresponde al equipo docente
de la etapa adecuar al contexto y a las características de los
niños y niñas, los objetivos y contenidos curriculares dispuestos
con carácter general en el Real Decreto 1333/1991, de 6 de septiembre,
por el que se establece el currículo de la Educación infantil.
Estos objetivos y contenidos formarán parte del proyecto curricular
de la etapa, y guiarán el proceso de evaluación.
3. Dado el carácter
general de los objetivos, el equipo docente deberá establecer algunos
indicadores o criterios de evaluación que permitan valorar el grado
de adquisición de las capacidades en cada ciclo.
4. Asimismo, se tomarán
decisiones sobre las estrategias de evaluación que mejor se adapten
al propio proyecto curricular. Según establece el Real Decreto
133/11991, de 6 de septiembre, la observación directa y sistemática
constituirá la técnica principal del proceso de evaluación.
5. La valoración del proceso
de aprendizaje se expresará en términos cualitativos, recogiéndose
los progresos efectuados por los niños y, en su caso, las medidas
de refuerzo y adaptación llevados a cabo.
II. DOCUMENTOS DE EVALUACIÓN
Cuarto.-
1. Al inicio de la escolarización
en la etapa de Educación Infantil, el centro abrirá un expediente
personal de cada niño o niña,. Dicho expediente tendrá
un formato de carpeta-dossier, en cuya carátula se inscribirá
la expresión: Expediente personal y el nombre del niño,
además del relativo al Centro.
2. En el expediente personal
se integrarán los distintos documentos personales de cada niño.
Entre ellos, se considera indispensable la inclusión en la ficha
personal del alumno, los resúmenes de la escolaridad, los informes
anuales y el informe final de evaluación.
3. En la ficha personal del
alumno, que se ajustará en su contenido al modelo del anexo I,
se consignarán los datos de filiación y los datos familiares
y médicos, pudiendo archivarse igualmente copia de los documentos
personales de cada niño considerados de interés.
4. Los resúmenes de
la escolaridad, en el primer y segundo ciclo de Educación Infantil
reflejarán los cursos escolares realizados, el Centro en que el
alumno ha estado escolarizado cada año, la firma del Director o
Directora del respectivo Centro y las observaciones sobre las circunstancias
de la escolaridad que se consignarán al finalizar cada ciclo. Estos
documentos sustituyen funcionalmente en esta etapa al Libro de Escolaridad.
Los resúmenes de la escolaridad se ajustarán en su contenido
a los modelos de los anexos II y III.
5. Cuando un alumno tenga necesidades
educativas especiales, se incluirán en el expediente personal una
copia del dictamen de escolarización elaborado al respecto por
el equipo interdisciplinar correspondiente y el documento individual de
adaptaciones curriculares del ciclo o ciclos cursados.
6. La cumplimentación
anual del resumen de la escolaridad en Educación Infantil de cada
alumno es responsabilidad del respectivo tutor o tutora. El Director o
Directora del Centro firmará personalmente en la casilla correspondiente
de cada curso y ambos firmarán el documento en la fecha de finalización
del ciclo.
7. El tutor o tutora elaborará
un informe anual de evaluación al finalizar cada curso a partir
de los datos obtenidos a través de la evaluación continua.
Dichos informes se adjuntarán al expediente personal del alumno.
El contenido y formato del informe será decidido por el equipo
docente de la etapa, en el marzo del proyecto curricular.
8. Al finalizar el alumno la
etapa de Educación Infantil, el maestro tutor recogerá los
datos más relevantes de los informes de cada curso y elaborará
un informe final de evaluación. El contenido y formato del mismo
corresponde al equipo de Profesores de la etapa y quedará reflejado
en el proyecto curricular.
9. Cuando el alumno permanezca
en el mismo Centro, el informe final de evaluación se trasladará
al tutor de primer ciclo de Educación Primaria para facilitar la
continuidad del proceso de aprendizaje. Dicho informe servirá de
base para la evaluación inicial al comienzo de la Educación
Primaria.
10. Cuando un alumno se traslade
a otro Centro el Secretario del nuevo Centro solicitará al Centro
de origen la ficha personal del alumno, los resúmenes de la escolaridad
de los correspondientes ciclos, así como el informe final de evaluación,
si ha finalizado la etapa, o con el último informe anual, en caso
de que el traslado se produzca antes de finalizar. En el Centro de origen
se conservará copia de los documentos durante tres años.
III. DESARROLLO DEL PROCESO DE EVALUACIÓN
Quinto.-
La evaluación del aprendizaje
del alumnado corresponderá al tutor o tutora de cada grupo. Este
recogerá la información proporcionada por otros profesionales
que puedan incidir en el grupo de niños o atender a alguno de ellos
en particular.
Sexto.-
1. Al incorporarse por vez
primera un niño a un Centro de Educación Infantil se recogerán
los datos relevantes sobre su proceso de desarrollo. Esta evaluación
inicial incluirá la información proporcionada por los padres,
y, en su caso, los informes médicos, psicológicos, pedagógicos
y sociales que revistan interés para la vida escolar.
2. Asimismo, los centros que
sólo imparten el segundo ciclo solicitarán a los Centros
de origen los datos oportunos si el niño o niña ha realizado
el primer ciclo. En todo caso, cualquier centro que escolarice a niños
que hayan asistido previamente a otro anterior, solicitará la información
correspondiente al Centro de origen.
3. La evaluación inicial
se completará con la observación directa por parte del maestro
o maestra del grado de desarrollo de las capacidades básicas, durante
el primer período de incorporación de los niños a
su vida escolar.
4. Las decisiones relativas
al tipo de información que se precisa en este momento inicial de
la evaluación, así como las técnicas o instrumentos
que se van a utilizar para recoger y consignar dicha información,
deberán tomarse por el equipo docente de la etapa y reflejarse
en el proyecto curricular.
Séptimo.-
1. A lo largo del ciclo y de
forma continuada, el maestro o maestra utilizará las distintas
situaciones educativas para analizar los progresos y dificultades de los
niños, con el fin de ajustar la intervención educativa para
que estimule el proceso de aprendizaje.
2. Cada Profesor concretará
mediante objetivos didácticos el grado de las capacidades esperado
en cada unidad de programación. Los objetivos didácticos
guiarán la intervención educativa y constituirán
el referente inmediato de la evaluación continua.
3. El Profesor recogerá
y anotará los datos relativos al proceso de evaluación continua
y elaborará, al finalizar cada curso escolar, un informe de evaluación
con los aspectos más relevantes del proceso de aprendizaje de cada
niño.
Octavo.-
1. Al término de la
etapa se procederá a la evaluación final del alumnado, a
partir de los datos obtenidos en el proceso de evaluación continua,
con la referencia de los objetivos establecidos en el proyecto curricular
y de los criterios de evaluación elaborados.
2. En el informe final de evaluación
se recogerán las observaciones más relevantes sobre el grado
de adquisición de los diversos tipos de capacidades que reflejan
los objetivos generales.
3. Dicho informe reflejará
igualmente las medidas de refuerzo y adaptación que, en su caso,
hayan sido utilizadas.
IV. INFORMACIÓN A LAS FAMILIAS
Noveno.-
1. Corresponde al tutor o tutora
informar regularmente a los padres sobre los progresos y dificultades
detectados e incorporar a la evaluación las informaciones que éstas
proporcionan para ello se reflejarán en el proyecto curricular
las medidas necesarias de coordinación con las familias.
2. Tales medidas comportarán,
al menos un informe escrito trimestral, sobre los aprendizajes que hacen
los niños y niñas, referidos a las capacidades que proponen
conseguir.
3. Los informes reflejarán
los progresos efectuados por los niños y las medidas de refuerzo
y adaptación que, en su caso, se hayan tomado, incorporándose
al expediente personal de cada alumno. El contenido y formato del informe
será decidido por el equipo docente de la etapa, en el marco del
proyecto curricular.
V. EVALUACIÓN DEL PROCESO
DE ENSEÑANZA Y DEL PROYECTO CURRICULAR
Décimo.-
1. La evaluación tendrá
también por finalidad verificar la adecuación del proceso
de enseñanza a las características y necesidades educativas
del alumnado y, en función de ello, realizar las mejoras pertinentes
en la actuación docente, teniendo, asimismo, un carácter
continuo y formativo.
2. La evaluación del
proceso de enseñanza incluirá, al menos, los siguientes
aspectos:
La coordinación entre los maestros
de un mismo ciclo y la coherencia entre los ciclos.
La regularidad y calidad de la relación
con los padres.
3. Los resultados obtenidos
de la evaluación del proceso de enseñanza incidirán
en la adaptación del proyecto curricular y de la programación
del aula.
Undécimo.-
El proyecto curricular incluirá
precisiones sobre su evaluación en lo que se refiere a los momentos
a plazos para realizarla, los mecanismo para hacerlo, las personas implicadas
y otros aspectos que ayuden a que la evaluación del proyecto se
realice y revierta en la mejora del mismo.
Duodécimo.-
La evaluación del proyecto
curricular se realizará desde la perspectiva de su adecuación
a la práctica educativa y de los resultados de la evaluación
del aprendizaje de los alumnos. Entre los aspectos concretos del proyecto
curricular que habrán de someterse a evaluación, figurarán
los siguientes:
a) La adecuación de los objetivos
generales de la etapa, y, en su caso, del ciclo, a las características
del centro y del alumnado, así como a la forma en que se reflejan
las finalidades educativas del centro.
b) La secuencia y organización
equilibrada de los contenidos y objetivos de la etapa, concretados en
los dos ciclos que la forman.
c) Las decisiones metodológicas
acordadas.
d) Los criterios y estrategias de
evaluación programados para verificar el proceso educativo.
e) Las medidas de individualización
de la enseñanza.
Decimotercero.-
Entre los medios que pueden utilizarse
para la valoración de los aspectos sometidos a evaluación
pueden incluirse, entre otros, los informes de la Inspección Técnica,
las aportaciones que sobre evaluación o alguno de sus aspectos
pueden aportar el equipo interdisciplinar correspondiente, las opiniones
de los órganos colegiados del Centro, así como las opiniones
formulares por los tutores como resultado de la evaluación.
Decimocuarto.-
El Director o Directora del Centro
adoptará las medidas que resulten de la evaluación, y trasladará,
en su caso, al claustro de profesores, o al Consejero Escolar del Centro
aquellos que deberán ser asumidos por esos órganos colegiados
en el ejercicio de sus competencias.
VI. DISPOSICIÓN ADICIONAL
Corresponde a la Inspección
Técnica de Educación asesorar y supervisar el desarrollo
del proceso de evaluación, y proponer la adopción de las
medidas que contribuyan a perfeccionarlo. En este sentido, los Inspectores,
en las visitas a los centros, se reunirán con el equipo directivo,
los Profesores y demás responsables de la evaluación dedicando
especial atención a la valoración y análisis del
proceso de evaluación de los alumnos.
VII. DISPOSICIÓN FINAL
La Secretaría de Estado de
Educación dictará cuantas normas sean precisas para la aplicación
de la presente Orden.
Resumen de la escolaridad en el primer
ciclo de la Educación Infantil
Curso
Edad
Nombre y domicilio del
Centro
Firma del Director
y sello del Centro
Observaciones sobre la escolaridad (1):
Fecha de finalización del ciclo
.............................................................................
El tutor o tutora El Director o Directora
________
(1) Se consignarán cuantas circunstancias
extraordinarias concurran en el régimen de escolarización
del alumno
ANEXO III
Resumen de la escolaridad en el segundo
ciclo
de la Educación Infantil
Curso
Edad
Nombre y domicilio del Centro
Firma
del Director
y sello del Centro
Observaciones sobre la escolaridad
(1):
Fecha de finalización del ciclo
....................................
El tutor o tutora El Director
o Directora
________
(1) Se consignarán cuantas circunstancias
extraordinarias concurran en el régimen de escolarización
del alumno.
Orden de 3 de noviembre de 1993
por la que se establece el currículo de "Religión Católica"
y le asigne un tiempo específico en la jornada escolar
B.O.E. 11.11.93
Primero.-
El currículo del área
de "Religión Católica" para el segundo ciclo de la Educación
Infantil es el que se incluye en el anexo de la presente Orden.
Segundo.-
Las Administraciones Educativas incorporarán
el currículo del área de Religión Católica
correspondiente de Educación Infantil en los términos previstos
en el Real Decreto 13340/1991, de 6 de septiembre, por el que se establecen
los aspectos básicos del currículo de Educación Infantil.
Tercero.-
Las enseñanzas correspondientes
al área de "Religión Católica", se impartirán
a los niños cuyos padres así lo soliciten dentro de la jornada
escolar en un horario específico, proporcional al que se asigna
a esta área en la Educación Primaria.
Cuarto.-
La presente Orden entrará en
vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial del Estado.
ANEXO
I. Introducción
El período educativo que abarca
la Educación Infantil constituye una etapa integradora, ya que
el desarrollo del niño es un proceso continuo. Los años
que van hasta los seis son básicos en la estructuración
de la personalidad. A partir de las experiencias de los valores humanos
que el niño va vivenciando, podrá descubrir progresivamente
su dimensión transcendente.
Durante toda la etapa, y muy especialmente
en el Primer Ciclo hasta los tres años, la función educativa
del Centro es complementaria de la que ejerce la familia. El despertar
religioso del niño va unido al testimonio y actitudes creyentes
de los adultos de su entorno. El niño vive el momento de establecer
sus raíces vitales y aprende una forma de percibir el mundo y de
relacionarse con él. El sentido religioso del niño madura
en paralelo con el desarrollo de sus facultades. Lo afectivo ejerce un
dominio absoluto cobre él y el Dios Padre que da sentido a la vida
se ofrece al niño ordinariamente a través del amor.
La experiencia religiosa no es espontánea,
sino que requiere una atenta intervención educativa. Es responsabilidad
de los padres y de las familias cristianas crear el ambiente adecuado
para suscitar el despertar religioso de sus hijos. Ante la falta de tiempo
y espacio para el desarrollo normal del niño en el hogar, los padres
pueden delegar y de hecho delegan parte de sus derechos y obligaciones,
también la dimensión religiosa, en la escuela. La Iglesia
Católica con su propuesta de Educación Infantil ofrece a
los padres que lo deseen la posibilidad de iniciar a sus hijos, desde
la experiencia, en una visión esperanzada y gozosa de la vida,
en la asimilación de unos valores y actitudes humano-cristianas,
y en el contacto con el mundo religioso católico que permitirá
después construir de manera sistemática el mensaje cristiano.
El objeto primordial señalado
por la LOGSE para la Educación Infantil es "contribuir al desarrollo
físico, intelectual, afectivo, social y moral de los niños".
El sentido de trascendencia ayuda al niño, a lo largo de su proceso
educativo, a acceder a su pleno equilibrio personal y social. Por eso,
en el marco de los proyectos y programaciones curriculares, interesa -para
los alumnos cuyos padres así lo soliciten- la presencia de la dimensión
religiosa, teniendo en cuenta que todas las actividades del Centro de
Educación Infantil son educativas y formadoras.
La educación infantil abarca
dos ciclos bien diferenciados: El comprendido entre los cero-tres años
y el de los tres-seis años. A efectos de la educación religiosa,
ambos son muy interesantes y tienen notas diferenciales acusadas.
El primer ciclo (cero-tres años)
El niño de cero-tres años
vive el momento de establecer profundamente sus raíces a nivel
físico, relacional e intelectual. Aprende una forma de percibir
el mundo, de comunicarse con él, de comenzar un camino específico
de ser hombre o mujer.
El sentido religioso del niño
madura en paralelo con el desarrollo de sus facultades físicas
o psíquicas. Para este primer ciclo no se regula la enseñanza
religiosa escolar. Los padres tienen en esta etapa un papel decisivo que
subsidiariamente confían a la escuela. La identidad del pequeño
se forma y transforma con ellos y ante ellos.
Son las actividades humanas en casa
y en la escuela las que deben orientarse a Dios, pues en cuanto creyentes
se entiende que el conjunto entero de la vida, ya desde su origen, tiene
una referencia a un Absoluto , que le da sentido. A los tres años,
el niño puede asomarse, difusamente, al misterio de Dios cuando
experimenta su propio crecimiento como algo que le transciende y es objeto
de amor por parte de las personas que le rodean.
Segundo ciclo (3-6 años)
El niño de tres-seis años
vive un período de despertar sus capacidades religiosas.
La educación religiosa de este
segundo ciclo se dirige a afianzar y ampliar los distintos ámbitos
del desarrollo del niño, haciéndole disponible para la relación
con Dios Padre.
Los tres ámbitos de experiencia
religiosa son coincidentes con los de la experiencia general del niño:
-Identidad y autonomía personal.
-Descubrimiento del medio físico
y social.
-Comunicación y representación
de la realidad.
Esta organización de la etapa
no implica una concepción fragmentada de la realidad religiosa,
sino todo lo contrario; contribuye a dotar de significado la experiencia
religiosa del niño, a medida que crece su autonomía e identidad
personal y que se relacionada con su medio, con los otros y con Dios a
través del lenguaje, del juego y del símbolo fundamentalmente.
El lenguaje es básico en el
proceso de construcción de la propia identidad. El niño
descubre con el lenguaje las riquezas de un mundo de realidades que le
superan. la formación del pequeño estará condicionada
en gran parte al desarrollo que adquiera en este campo.
El juego es otra de las actividades
más aptas para propiciar el aprendizaje infantil. El juego fomenta
la creatividad, el afán por descubrir y el desarrollo de otras
capacidades del niño: Admiración, entusiasmo... Le lleva
a encontrar soluciones a problemas, a sentires protagonista, a convivir
con otros niños... Nada de esto es ajeno a la formación
religiosa que aspira, sobre todo, a desarrollar en el niño las
facultades de expresión, a descubrir la alegría de vivir
y a sensibilizarle paulatinamente con la dimensión comunitaria,
apoyado en los aspectos socializantes del juego.
El símbolo es el elemento esencial
para que el niño de esta edad sea capaz de interiorizar y que dicha
interiorización contribuya a la estima que él tiene de sí
mismo. Es decir, el niño traslada a él la imagen que el
adulto le propicia. Entra aquí en juego la función simbólica.
En la formación religiosa el papel del símbolo es insustituible.
Finalidades de la educación
religiosa en la etapa infantil
Las finalidades de la enseñanza
religiosa de tres a seis años se puede concretar así:
Ayudar al niño a descubrir
los elementos religiosos presentes en el mundo que le rodean (personas,
objetos y símbolos, lugares sagrados, fiestas y celebraciones religiosas...).
Acercar al niño a las claves
principales de la fe cristiana a través del lenguaje, de las imágenes
y símbolos religiosos.
Suscitar ene el niño, partiendo
de los valores humanos fundamentales, las actitudes básicas cristianas,
que favorezcan modos y hábitos de comportamiento adecuados.
Ejercitar ciertas destrezas y habilidades
del niño mediante los recursos que ofrece la formación religiosa
(cantos,. gestos, objetos...).
Al niño del segundo ciclo se
le ofrece una experiencia religiosa, que puede resumirse en:
1. Observación en su entorno
de objetos, personas y símbolos cristianos.
2. Aproximación al primer dato
fundamental de la fe: Dios Creador es nuestro Padre.
3. Conocimiento elemental de la vida
de Jesús Y María.
4. Expresión de la propia experiencia
religiosa (cantos, oraciones, expresión corporal, plástica,
etc.).
5. Actitud de amor y respeto a las
personas y demás seres creados.
II. Objetivos generales de la religión
y moral católica en la educación infantil
Al finalizar la educación infantil
se pretende que el niño sea capaz de:
1. Descubrir que los cristianos llaman
Padre a Dios Creador de todas las cosas, y saben que está con todos
nosotros, nos quiere y perdona siempre.
2. Conocer que Jesús nació
en Belén y es amigo de todos y nos quiere: Murió y resucitó
para salvar a todos los hombres.
3. Saber que la Virgen María
es la Madre de Jesús y también Madre de todos los cristianos,
que forman una gran familia.
4 Representar en los diversos lenguajes-verbal,
plástico, musical, corporal, etc. algunas expresiones fundamentales
de la fe cristiana, descubriendo los sentimientos y actitudes religiosas
que contienen.
5. Descubrir que el cuerpo, con todas
sus posibilidades de expresión y de relación, es regalo
de Dios, que quiere que el niño crezca y se desarrolle, experimentando
el gozo de vivir.
6. Observar los elementos religiosos
y cristianos del entorno familiar, social y natural (signos, celebraciones
de la vida cristiana...), sintiéndose miembro de la comunidad religiosa
a la que pertenece.
7. Adquirir actitudes humanas y cristianas
de respeto, confianza, verdad, alegría, admiración, etc.,
en su comportamiento familiar y social.
8. Ejercitar los primeros hábitos
y habilidades motrices, sensitivas y corporales, para acceder a la propia
interioridad, la oración, los cantos, las alabanzas y las fiestas
religiosa
9. Respetar a las personas y cosas
de su entorno, cuidarlas y preocuparse de ellas, como Jesús ha
hecho y nos enseña a hacer.
Aportación del Área
de Religión a los Objetivos Generales de la Etapa Infantil
(LOGSE, artículo 8º)
Los objetivos generales del Área
de Religión y Moral Católica hacen aportaciones importantes
al desarrollo de las capacidades del niño de tres a seis años.
En orden a relacionarse con los demás
y sentirse miembro de los diversos grupos a los que pertenece (familia,
escuela, amigos, vecinos...), la formación religiosa aporta una
visión enriquecida de la familia, inspirada en la paternidad de
Dios, y de las relaciones humanas, bajo el signo de la fraternidad y del
amor, del respeto y la sinceridad.
Respecto del entorno social y cultura,
es importante la aportación del Área de Religión
para conocer y valorar muchas costumbres y tradiciones locales y regionales,
y para descubrir el sentido cristiano de la mayor parte de las fiestas.
Los niños deben ir conociendo su origen, evolución y verdadero
sentido para situarse ante todo ello con lucidez creciente.
En la progresiva adquisición
de autonomías en sus actividades habituales, el Área de
Religión ofrece al niño posibilidades interesantes para
su integración de la comunidad religiosa a la que pertenece.
III. Bloques de contenido
La relación de los bloques
de contenido se ha estructurado de modo que puedan dotar de significado
religioso a los distintos ámbitos de experiencia del niño.
1. El cuerpo humano, creación
de Dios.
2 Expresión de hecho cristiano
mediante las habilidades del niño.
3. Sentido cristiano de la actividad
diaria.
4. La salud como experiencia y regalo
de Dios.
5. Dimensión cristiana de las
relaciones sociales.
6. Objetos de significado y uso religioso.
7. Animales y plantas, creación
de Dios.
8. Confluencia de la acción
de Dios y del hombre en la naturaleza
9. Expresión oral de la fe
cristiana.
10 Expresión escrita de la
fe cristiana.
11. Expresión plástica
de la fe cristiana.
12. El canto religioso como expresión
de fe y de oración.
13. Expresión de la fe a través
del cuerpo.
Estos bloques de contenido están
recorridos y estructurados internamente por los siguientes ejes verbales:
A) Dios es el Creador de todo y Padre
de los hombres
1. Dios crea la naturaleza, los animales
y las plantas.
2. Dios crea al hombre, le da vida
y el cuerpo. Lo llama a colaborar con Dios.
B) Jesús es el Hijo de Dios
y nace en Belén de María Virgen.
1. Jesús es amigo.
2. Jesús nos ama.
C) La fe cristiana enseña a
vivir.
1. Dimensión cristiana de las
relaciones sociales, la familia y las personas más próximas.
2. Valores y actitudes cristianas
de generosidad, amistad.
BLOQUE 1
El cuerpo humano creación
de Dios
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
1.1. Dios es el Creador de todas las
cosas, también del cuerpo humano, con la colaboración de
los padres (los niños de tres a seis años preguntan mucho
el porqué de las cosas).
1.2. La diferenciación sexual
(niño-niña) como don recibido de Dios: El respeto del propio
sexo.
Contenidos referidos a procedimientos:
1.3. Destreza para percibir imágenes
u objetos religiosos por medio de la vista, el tacto, el olfato.
1.4. Utilización de los sentidos
en el aprendizaje del canto religioso.
1.5. Habilidad para realizar algunos
gestos y expresiones de carácter religioso (señal de la
cruz, genuflexión...).
1.6. Descubrir que con sus manos,
sus pies, su palabra, el niño puede dar alegría o causar
daño y pena.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
1.7. Alegría de vivir y crecer
junto a los otros.
1.8. Sentimientos y emociones que
expresan dolor, ira, enfado, tristeza; o alegría, paz, bondad...
1.9. Sentimientos religiosos de alabanza,
confianza y acción de gracias, de pena por haber causado daño,
de temor ante la soledad y abandono, la falta de cariño y atención.
1.10. Aceptación cristiana
de las minusvalías, valorando todas las posibilidades (dentro de
los límites que comporta la edad).
1.11. Actitud de ayuda hacia sus compañeros
con alguna disminución física.
BLOQUE 2
Expresión del hecho cristiano
mediante
las habilidades del niño
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
2.1. Símbolos cristianos e
imágenes. El crucifijo, la imagen de Jesús y María,
el Niño Jesús, el Belén.
2.2. Algunos pasajes del evangelio
como el nacimiento de Jesús, la oveja perdida, las bodas de Caná,
la elección de los Apóstoles...
Contenidos referidos a procedimientos:
2.3. Control de actividades, movimientos
y tono de voz que ayude al autodominio personal en las acciones y situaciones
religiosas.
2.4. Iniciación al sentido
religioso de ciertas danzas y ritmos que se emplean en fiestas populares
cristianas.
2.5. Coordinación y control
de habilidades gestuales y psicomotrices para expresar actitudes cristianas
de alegría, compañerismo, perdón, reconciliación,
gestos de petición y alabanza.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
2.6. Gratitud a Dios por la vida y
la posibilidad de moverse, saltar, jugar, etc.
2.7. Colaboración en trabajos,
juegos, actividades de la clase o de la familia.
2.8. Confianza en las propias aptitudes
para el ejercicio físico y ayuda a los que pueden menos.
2.9. Aceptación de las reglas
que rigen los juegos (significa una preparación para asumir en
su día las leyes divinas y humanas, las disposiciones escolares
o familiares, los valores de justicia y respeto a los otros...).
BLOQUE 3
Sentido cristiano de la actividad
diaria
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
3.1. Las actividades diarias como
medio para construir o destruir la vida familiar y las relaciones con
los demás, según el plan de Dios.
3.2. El amor cristiano se manifiesta
en gestos concretos: Saludar, ayudar, compartir sus cosas, perdonar y
ser perdonados...
3.3. Desarrollo del pensamiento lógico
del niño en respuesta a sus "porqué" (el pan y el vino se
ofrece y bendice y se toma en la misa porque así lo hizo Jesús
en la última Cena y mandó a los discípulos que continuasen
haciéndolo).
Contenidos referidos a procedimientos:
3.4. Iniciación de la conciencia
moral comparando las acciones constructivas con las destructivas, correspondientes
a su edad.
3.5. Expresión de diversos
gestos cristianos de relación con los demás.
3.6. Regulación de los comportamientos
de agresividad, respeto a los otros, de sus deseos, etc., según
el modelo cristiano.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
3.7. Actitud de respeto hacia los
demás (padres y hermanos, compañeros y vecinos, etc.).
3.8. Valoración del trabajo
propio y ajeno como colaboración y ayuda a los demás.
3.9. Valoración del amor de
los padres, familiares y profesores, cuando tienen que corregirles de
algo.
BLOQUE 4
La salud como experiencia y regalo
de Dios
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
4.1. La salud como regalo de Dios
al hombre.
4.2. Medios que Dios nos ofrece para
conservar la salud: La cercanía de las personas que nos tienden
y quieren, alimentos, vestidos, limpieza...
4.3. El cuerpo humano es frágil
y puede sufrir quebranto y dolor. Dios lo permite, aunque desee que la
persona humana se cure no se deje vencer por la tristeza de la enfermedad.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
4.5. Actitud de aceptación
de las limitaciones de la salud (enfermedad, debilidad física,
cansancio).
4.6. Actitud de respeto por la vida
humana propia y ajena.
4.7. Ayuda a las personas que necesitan
algo.
4.8 Actitud de alabanza y acción
de gracias por la salud.
BLOQUE 5
Dimensión cristiana de las
relaciones sociales
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
5.1. La familia, lugar de descubrimiento
y experiencia de la realidad religiosa y cristiana.
5.2. La escuela, lugar de convivencia
y de relación con los demás.
5.3. La casa, ámbito de
juego, crecimiento y amor de los padres, hermanos, abuelos, etc.
5.4. El domingo, la fiesta del Señor
resucitado y de los cristianos. Principales fiestas cristianas.
Contenidos referidos a procedimientos:
5.5. Estrategia para descubrir a Dios
como "Padre nuestro", amoroso y bueno, en relación con la figura
del padre y de la madre.
5.6. Regulación de los comportamientos
del niño en relación con diversas personas (padres y otros
miembros de la familia, vecinos, profesores y compañeros...), comparándolos
con el comportamiento ideal cristiano.
5.7. Análisis descriptivo del
domingo y de las fiestas cristianas, comparándolas con las fiestas
cívicas de su entorno.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
5.8. Actitud de respeto, cariño
y disponibilidad en la vida familiar y escolar.
5.9. Actitud de confianza en quien
cuida de nosotros y confía en nosotros.
5.10. Disposición a colaborar
en los trabajos de casa y de la escuela.
5.11. Alegría y gratitud a
Dios por vivir en el seno de una familia, asistir a un colegio, celebrar
las fiestas...
BLOQUE 6
Objetivos de significado y uso religioso
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
6.1. Símbolos religiosos: Retablos,
pila de bautismo, torre de la iglesia, campana...
6.2. Imágenes y edificios religiosos
cercanos al niño: Imágenes de Cristo, de María o
de los santos, templos...
6.3. Función de los símbolos
religiosos: la luz, el agua, la sal, el aceite...
Contenidos referidos a procedimientos:
6.4. Manejo de fotografías,
relieves, imágenes religiosas para detectar su belleza, forma,
tamaño, color...
6.5. Habilidad en la construcción
de objetos y motivos religiosos (cruces, figuras de Belén, estrellas...)
con materiales diversos.
6.6. Agrupación, diferenciación
y representación de objetos religiosos en un conjunto de objetos
cualesquiera.
6.7. Relación de objetos, en
sentido amplio (cosas, personas, lugares, símbolos...), con Dios
Padre, con Jesús, con María, indicando por qué se
hace.
6.8. Clasificación por colores,
tamaños y formas de objetos diversos presentados en una narración
de la vida de Jesús.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
6.9. Admiración ante imágenes
bellas y símbolos religiosos.
6.10. Participación en trabajos
artísticos (dibujos, figuras en plastilina, recortes...) para obsequiar
a los demás.
BLOQUE 7
Animales y plantas, creación
de Dios
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
7.1. Los seres vivos, criaturas de
Dios, mediante la colaboración de otros seres vivos.
7.2. Servicios que prestan las plantas
y los animales (alimento, vestido, defensa, compañía...)
que Dios pone a disposición del hombre.
7.3. Belleza de las plantas y de los
animales, regalo del Creador al hombre, que debe apreciarlos, respetarlos
y cuidarlos.
Contenidos referidos a procedimientos:
7.4. Percepción sobre el dato
evangélico de cómo cuida Dios de los pájaros y de
las flores del campo, "que no siembran, ni siega, ni hilan...".
7.5. Colaboración en el cuidado
de algún animal doméstico o alguna planta para observar
sus reacciones y admirar la obra creadora y conservadora de Dios.
7.6. Destreza para representar o minar
el crecimiento o comportamientos de animales y plantas.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
7.7. Gratitud a Dios y admiración
por la creación con su variedad de animales y plantas.
7.8. Respeto y atención a animales
y plantas.
7.9. Colaboración en la tarea
de mantener hermoso el mundo que Dios nos ha dado, empezando por nuestro
entorno.
BLOQUE 8
Confluencia de la acción
de Dios y del hombre
en la naturaleza
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
8.1. Los elementos de la naturaleza:
Montañas, bosques, fuego, mares y ríos... obra de Dios.
8.2. El cuidado y uso de la naturaleza,
confiados por Dios a la inteligencia y la acción del hombre: parques,
casas, muebles...
Contenidos referidos a procedimientos:
8.3. Observación del paisaje
natural y urbano para detectar lo que es obra del hombre y lo que está
más allá de sus posibilidades.
8.4. Recogida de algunos datos sobre
las modificaciones que el hombre puede introducir en la creación
para mejorarla o para destrozarla, según el plan de Dios.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
8.5. Admiración por la belleza
de un paisaje natural o en momentos significativos (puesta de sol, tempestad,
oleaje, arco iris, nevadas, etc.).
8.6. Gratitud a Dios por las cosas
buenas y bellas del entorno en que nos ha tocado vivir. mar, montaña,
ciudad o pueblo.
8.7. El dominio y uso de la naturaleza
confiados por Dios a la acción del hombre.
BLOQUE 9
Expresión de la fe cristiana
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
9.1. El diálogo del hombre
con Dios para escucharle, pedir ayuda, darle gracias, hablarle de los
otros o de sí mismo, contarle cosas... (oración).
9.2. El canto como expresión
religiosa de alabanza, alegría, gratitud, esperanza.
9.3. Vocabulario sencillo de carácter
religioso (Jesús, María, José, el Crucifijo, lo santo
la iglesia, la misma...).
9.4. Comprensión y memorización
de algunos textos importantes que se refieren, sobre todo, a Jesús
y María, frases, versos, Padre Nuestro, Ave María y algunas
expresiones religiosas de nuestra tradición cristiana).
Contenidos referidos a procedimientos:
9.5. Construcción de frases
espontáneas relativas a imágenes o símbolos religiosos,
a modo de iniciación a la oración.
9.6. Utilización de historias
o cuentos en los que intervenga algún personaje bíblico
o algún Santo en el diálogo espontáneo con Dios.
9.7. Habilidad para utilizar las fórmulas
de saludo, acogida y despedida que tienen alcance cristiano.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
9.8. Valoración de la oración
como diálogo de amistad de Jesús.
9.9. Actitud de escucha a los otros
para recibir sus informaciones, enseñanzas, necesidades.
BLOQUE 10
Expresión escrita de la fe
cristiana
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
10.1. La Biblia, el "libro santo"
de los cristianos (los niños de 6 años pueden tener una
noción elemental de que existe la Biblia, el libro en que Dios
nos habla).
10.2. Relatos del nacimiento, vida,
muerte y resurrección de Jesús.
Contenidos referidos a procedimientos:
10.3. Observación e interpretación
de imágenes en una Biblia ilustrada (principalmente el Nuevo Testamento).
10.4. Identificación de algunas
palabras escritas muy significativas: Dios Padre, Jesús el Hijo
de Dios y amigo nuestro, la Virgen María Madre de Jesús
y Madre nuestra...
10.5. Destreza para representar en
formas diversas algunas escenas de la vida de Jesús.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
10.6. Actitud de admiración
por el libro que contiene la Palabra de Dios: La Biblia.
10.7. Cuidado de los libros y láminas
sobre Jesús y los santos. Adiestramiento en la utilización
de este material con el respeto que merece.
BLOQUE 11
Expresión plástica
de la fe cristiana
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
11.1. Variedad de objetos religiosos
del entorno del niño (imágenes, cuadros, fotografías,
bajorrelieves, vídeos, filminas, pósteres, etc.).
11.2. Materiales diversos de que se
han servido los artistas cristianos: Piedra, barro, bronce, madera,etc.
Contenidos referidos a procedimientos:
11.3. Elaboración de imágenes
o símbolos religiosos a base de técnicas elementales (plastilina,
cera, témperas, barro, etc.).
11.4. Habilidad para identificar el
tema de algún cuadro, dibujo o fotografía de Jesús,
de María o de los santos.
11.5. Utilización de los sentidos
en las materias más frecuentes de los símbolos religiosos:
Pan, vino, agua, flores, cera... Distinguir olor, olor, volumen, peso...
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
11.6. Alegría por las obras
de expresión plástica realizadas, propias y ajenas.
11.7. Actitud de compartir, regalando
e intercambiando sus producciones.
BLOQUE 12
El canto religioso como expresión
de fe y de oración
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
12.1. Música, canto, valor
del silencio para la escucha religiosa.
12.2. Instrumentos musicales (panderetas,
castañuelas, campana, órganos, flautas, cascabeles...) que
se usan para expresar la relación entre Dios y el hombre.
12.3. Sonidos emitidos por la naturaleza
(viento, truenos, susurro de las hojas de los árboles...) o por
el hombre (palmadas, golpes rítmicos, cantos...), para expresar
la relación entre Dios y el hombre.
Contenidos referidos a procedimientos:
12.4. Habilidad para cantar canciones
religiosas y recitar breves poesías.
12.5. Utilización de instrumentos
musicales sencillos para acompañar el canto religioso.
12.6. Regulación progresiva
de sentimientos y emociones en la audición de la música
religiosa.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
12.7. Sensibilidad para el canto y
la música religiosa.
12.8. Valoración de la actitud
de silencio ante Dios (para expresar admiraciones, respeto...).
12.9. Alegría y participación
en el canto de villancicos, aleluya, canciones festivas.
BLOQUE 13
Expresión de la fe a través
del cuerpo
Contenidos referidos a hechos y conceptos:
13.1. Gestos, posturas, movimientos
de expresión religiosa (adoración, alabanza, danza, súplica,
admiración, genuflexión, acción de gracias, petición,
beso, abrazo de paz).
13.2. El lenguaje del cuerpo en algunos
relatos del Evangelio.
13.3. Distinguir algunas posturas
litúrgicas: De rodillas, sentados, de pie.
Contenidos referidos a procedimientos:
13.4. Interpretación de algún
montaje sencillo de expresión corporal que ponga de relieve actitudes
cristianas como la alegría, el amor, la esperanza.
13.5. Escenificación de pasajes
del Evangelio con gestos y movimientos.
13.6. Expresión de sentimientos
y emociones relacionados con la fe: Sorpresa, gozo, petición de
perdón, etcétera.
13.7. Expresión de oración
(manos levantadas o juntas), de fraternidad (tender las manos, unirlas
con los otros), de ayuda a los necesitados (ofrecer el hombro, cargar
objetos de otros, sonreír...),imitando movimientos rítmicos,
con música de fondo.
Contenidos referidos a actitudes,
valores y normas:
13.8. Alegría por la ayuda
prestada a los otros a través del cuerpo (compartir un peso, aliviar
una tristeza con un gesto que revele comprensión, hacer una pantomima
para disipar un enfado...).
13.9. Satisfacción cuando se
colabora en la interpretación de algún pasaje evangélico
o en escenas "mimadas" de vida de santos (la huida de Santa Teresa niña
a tierra de moros...).
IV. Orientaciones didácticas
y para la evaluación
A) Orientaciones didácticas
para la enseñanza de la religión
en la educación infantil
1. En la enseñanza de la religión
el profesorado debe ser consciente de la diversidad de informaciones y
recursos que el alumno obtiene en sus diversos medios vitales: En la familia,
en la calle, en el aula desde las diversas áreas, en los medios
de comunicación social... Por ello el profesor debe utilizar todos
los resortes y recursos para que el niño pueda apropiarse de las
informaciones ofrecidas y se le ayude a alcanzar el desarrollo pleno de
sus capacidades.
2. Junto a esta realidad plural de
agentes educativos, hay que insistir en el hecho de que el niño,
al escolarizarse, añade a su centro normal la gravedad, que es
la familia, un segundo centro de gravedad: La escuela. Por eso interesa,
de manera especial, conseguir un marco de coordinación y colaboración
entre la familia y el equipo educativo del centro. El papel de la familia
en el desarrollo del niño -incluida la dimensión religiosa
y moral- es primordial. Es indispensable la unidad de criterios educativos
de padres y educadores, garantizando el derecho constitucional que asiste
a los padres "para que sus hijos reciban la formación religiosa
y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".
3. La comunicación entre padres
y educadores debe ser fluida y con cauces institucionalizados que la favorezcan:
Facilitar la adaptación inicial de los niños al aula y al
centro, seguir de cerca sus progresos en todos los terrenos escolares,
salir al paso de las dificultades y bloqueos...
Los padres no sólo pueden ayudar
personalmente a sus hijos en algunas tareas escolares, sino que pueden
además colaborar en la organización y realización
de actividades que afectan a la clase entera.
4. Las orientaciones didácticas
del área de enseñanza religiosa vienen exigidas por las
características, situación ambiental y modo de relacionarse
del niño de tres-seis años. Implica tener en cuenta los
siguientes aspectos
a) Las características peculiares
que presenta la religiosidad del niño de esta edad: Su experiencia
familiar, el conocimiento de su cuerpo, el contacto con el entorno físico
y social, la adquisición del lenguaje, la formación del
símbolo...
b) El influjo de las actividades lúdicas
a través de las cuales se canalizan modos de convivencia, opciones
elementales, ejercicios de expresión corporal, etc.
c) El dominio que ejerce la efectividad
en esta etapa: Relación con padres, profesores, compañeros;
trato con las personas mayores; actitudes de generosidad, perdón,
servicio; o agresividad, aislamiento, etc.
d) El sentido religioso del cuerpo
gestor con las manos, ojos, boca, brazos, pies... (levantar las manos
para alabara Dios, juntarlas para hablar con Él, utilizarlas para
saludar, abrazar, prestar servicio). Asimismo hay que educar la expresión
del rostro (dominio de la agresividad, sonrisa, ayuda). También
las posturas, actitudes, etc.
e) La coordinación viso-manual
tiene interés en la formación religiosa en orden a la realización
y manipulación de objetos que familiarizan al niño con los
símbolos religiosos y las imágenes sagradas.
f) Las realidades concretas del entorno
físico y social ofrecen al pequeño un campo de significación
religiosa: Su barrio, la escuela, el paisaje... En todos ellas puede ejercitar
actitudes cristianas y de oración y alabanza a Dios Padre.
g) Historias, narraciones, anécdotas
que plantean al niño interrogantes y le ofrece una plataforma para
expresarse, ampliar vocabulario, despertar su atención, etcétera.
h) Las producciones musicales y artísticas
de carácter religioso proporciona al niño medios de educación
de su sensibilidad artística.
5. El método para que el niño
progrese en los aspectos anteriormente señalados exige:
a) Respetar su ritmo, su originalidad
religiosa, distintos del ritmo y del modo de ser religioso del adulto.
b) Considerar lo estrictamente religioso
como culminación de todo el proceso educativo. Religioso, en el
niño de tres -seis años, está inseparablemente unido
a la acción, ya que es a través de ésta como el niño
desarrolla sus capacidades de crecimiento.
c) Tomar conciencia de las experiencias
que el niño vive de su yo en crecimiento, de su ambiente familiar
(condicionamientos, limitaciones, carencias),de la extensión de
su mundo cultural y social, de sus posibilidades de abrirse a la realidad
cósmica y humana.
d) Atender a los aspectos de globalización
absolutamente indispensable a esta edad. La globalización es una
síntesis interpretativa de lo real y ayuda a la maduración
progresiva del niño. Significa comenzar la enseñanza por
el todo, por el conjunto.
Es, por ejemplo, el proceso seguido
en el aprendizaje de la lectura y la escritura a partir de la frase o
de la palabra, y no de cada letra aislada. Trata, pues, de organizar la
enseñanza con un criterio totalizador y unitario y de realizarla
intentando que, con un solo acto, el educador se acerque a un saber o
a sus actividades no fragmentadas en diversidad de materias.
Es patente que la globalización
procura la integración de enseñanzas y, en dicha integración,
juega la formación religiosa un papel importante.
La religión puede ser una aglutinante
de las experiencias, actividades y adquisiciones que el niño de
tres-seis años lleva a cabo, preparándole para captar un
día el sentido de la vida y el significado último de la
existencia humana. En este ciclo se trat