¿Desde cuándo el niño distingue el bien del mal?
Con solo seis meses de vida, los bebés distinguen las conductas buenas de las malas y, si se les presentan las dos, se quedan con las primeras. A esas conclusiones han llegado investigaciones recientes, según las cuales también se observa que luego el entorno en el que crecen y su propia maduración les conducen a la empatía y al desarrollo de lo que se puede considerar su propia escala de valores. Este artículo ofrece algunas claves sobre la conformación del sentido moral en los niños, las experiencias que demuestran que ya desde muy pequeños prefieren a quienes se portan bien, la importancia del ambiente y la empatía y los tiempos de los menores. El sentido moral en los niños Resulta bastante sencillo de determinar a partir de qué momento de su crecimiento el bebé puede hacer ciertas cosas: desde cuándo gatea o anda, cuándo dice sus primeras palabras, a qué edad comienza a dormir toda la noche del tirón, etc. Otras, en cambio, son bastante más complicadas. ¿Cuándo desarrolla el niño un sentido moral? ¿Desde cuándo distingue el bien del mal? Según las teorías "clásicas", elaboradas por psicólogos especializados en la infancia como el suizo Jean Piaget y el estadounidense Lawrence Kohlberg, los seres humanos llegamos al mundo sin ninguna clase de sentido moral. Este se desarrolla después en las distintas fases de la maduración de cada persona. En un primer momento las normas se cumplen como algo obligatorio, para obtener una cierta recompensa o evitar un castigo, y luego se incorporan cuestiones como la interpretación de los intereses y necesidad de los demás, el acuerdo, los puntos de vista, etc. Reconocer al "bueno" a los seis meses de edad Sin embargo, hace unos años un estudio puso en tela de juicio tal creencia, ya que descubrió que, con apenas seis meses de edad, los bebés ya efectúan juicios morales acerca del comportamiento de los demás. Es decir, existe una especie de código de ética innato que hace que puedan determinar qué está bien y qué está mal, incluso cuando apenas han comenzado a balbucear sus primeros fonemas. El ambiente y la empatía Más allá de que los menores puedan distinguir comportamientos buenos y malos desde etapas muy tempranas, el entorno en el cual se críen y el ejemplo que reciban de sus mayores resultan claves en la formación de un sentido moral. Para esa capacidad de preocuparse por los demás, es fundamental la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de otras personas. La empatía aparece en el niño alrededor del año y medio de vida y sobre ella tienen gran influencia sus padres, profesores y amigos. Empatizar con otros implica reconocer lo que es agradable y lo que no es bueno para los demás, una de las bases sobre las cuales el menor construirá su propia escala de valores, una de las claves de su sentido moral. Para leer el texto completo, acudir a esta fuente. |