Los niños forman un corro sentados en el suelo. El profesor inicia el juego dando una consigna de contacto, la que se le ocurra, se sugiere a los niños que las consignas sólo pueden ser expresiones de cariño, de lo que se trata es de hacer un contacto afectuoso y creativo. La consigna dada la repite el resto del grupo, cada uno con el compañero de la derecha. Al finalizar el corro, la siguiente persona (el que figure a la derecha del profesor) propone otra consigna de contacto y así continúa hasta que cada uno de los niños del grupo haya dado una consigna en el juego. |