¡Soy así, porque sí!*

  • Valoración de las diferencias evitando situaciones de discriminación
  • Respeto a compañeros y adultos

El profesor les contará un cuento:

"Estaba la ardilla sentada en una buganvilla, cuando de repente ¡cataplof! Un enorme rinoceronte la golpeó y la ardilla cayó ¡Vaya susto que se dio! Pero el rinoceronte sin disculparse, se rió y se marchó".

"Estaba el ratón dentro de su cajón y de repente… retumbó. Un enorme león rugió. ¡Vaya susto que se dio! ¡Los grandes tienen que ayudar a los pequeños! dijo el ratón, pero el león se rió y sin disculparse se marchó".

"Estaba la rana sentada en su hoja, cuando de repente… un cocodrilo sus dientes rechinó. ¡Para, para, que se me escapa la mosca!, dijo la rana, pero el cocodrilo se rió y sin disculparse se marchó.

Aquella noche, en el bosque hubo una reunión. Los pequeños animales querían exponer su opinión:

-¡Quiero hacerme grande para vengarme del rinoceronte! dijo la ardilla.

-¡Quiero hacerme grande para vengarme del león! dijo el ratón.

-¡Quiero hacerme grande para vengarme del cocodrilo! dijo la rana.

Sin embargo, los demás animales pequeños estaban a gusto con ellos mismos y no querían cambiar.

El saltamontes estaba contentísimo porque era pequeño, ágil y escurridizo con sus saltos.

El erizo estaba contento con sus púas.

El caracol con su casa …

Pasó la noche cuando despertaron ¿sabéis qué pasó? Pues que la ardilla se había convertido en una ARDILLAZA, el ratón en un RATONAZO, la rana en una RANAZA, el rinoceronte en un RINOCERONTITO, el león en un LEONCITO y el cocodrilo en un COCODRILÍN.

Empezó para la ARDILLAZA una vida difícil, las ramas se rompían por su gran peso y sólo pensaba en volver a ser como era antes, ¡una pequeña ardilla!. Entonces se arrepintió de hacerse grande y vengarse.

El RINOCETONTITO, ahora vivía asustado. Cuando se precipitaba contra un árbol, se hacía mucho daño. Así que se arrepintió de su arrogancia y se dio cuenta de su mal carácter.

El RATONAZO no cabía en su ratonera y tuvo que hacerse una nueva, entonces se arrepintió de hacerse grande y vengarse.

El LEONCITO no podía cazar, tenía hambre y sólo comía hierba, entonces se arrepintió de su arrogancia.

La RANAZA era tan grande y las moscas tan pequeñas, que pasaba mucho hambre. Entonces se arrepintió de hacerse grande y vengarse.

El COCODRILÍN ya no se atrevía a meterse en el agua por miedo a que le comiese algún pez, además pasaba mucho miedo cuando la RANAZA croaba, entonces se arrepintió de su arrogancia.

Viendo los pequeños animales que las cosas iban tan mal, un día se reunieron de nuevo. Se habían dado cuenta de que no podían continuar así y prometieron ser buenos los unos con los otros:

El cocodrilo ya nunca volvería a asustar ni a chirriar los dientes.

El rinoceronte tampoco volvería a empujar.

El león ya no volvería a rugir para asustar.

Al día siguiente cuando amaneció, la ardilla, el ratón y la rana, volvieron a su ser, ya eran otra vez de su verdadero tamaño; y el león, el rinoceronte y el cocodrilo, volvieron a ser grandes.

Desde entonces grandes y pequeños, eran compañeros.

Una vez contamos el cuento, el profesor entablará un diálogo sobre lo que sucede en el cuento y sobre lo que tienen los demás y a ellos les gustaría tener y porqué. Con los elementos y materiales que encontremos en la clase construimos la casa.

 

* Adaptación del cuento "El bosque de las Mil Sombras", de Mischa Damjan y Hans de Beer; Ed. Lumen, 1991.

 



© Asociación Mundial de Educadores Infantiles