El hornero arquitecto

 

En la carretera antigua a Santa Cruz, en el sector de la Angostura – Cliza, habían muchos postes instalados para la luz; los horneros aprovechaban estos para construir sus casas con mucha habilidad y destreza. Por ahí, una familia de pájaros citadinos decidió vivir en el campo en un ambiente de paz y tranquilidad; entonces tuvieron que construir con sumo cuidado una casa moderna de tres pisos y con material de construcción de primera clase. Todos los pájaros de la región, salieron a ver semejante obra, ellos nunca construyeron de dos, peor de tres pisos y curiosos preguntaron:

-Hermano, ¿Cómo construyes de tres pisos?, ¡Nunca los horneros lo hemos hecho!

-¿Crees que soportara la lluvia y el viento?, preguntó otro.

-¡Es un peligro, vas a matar a tu familia!, predijo un hornero viejo.

-Hermanos que cosas dicen, ya es tiempo de mejorar, ¿se conforman apenas con un cuarto?

-Claro, siempre hemos vivido así, desde nuestros abuelos.

-Bueno, por eso viven con incomodidades ¿verdad?

-Pero ¿Qué podemos hacer?, hermano enséñanos a construir, dijo una Hornera jóven.

-A ver, ¿ Cómo construyen sus casas?

-¡¡ Con barro y paja!!, respondieron en coro.

-Ahora, utilizaremos cemento, ladrillo desmenuzado y fierro.

-¿De donde traemos todo eso?

-De las construcciones que hace el Hombre.

El Hornero de la ciudad, se convirtió en el arquitecto de la región, para trabajar formó grupos y realizaban por el Sistema llamado " ayni" *

- Hermanos, ¿notan que el cansancio es menor cuando se trabaja en equipo?

-Claro, también compartimos los alimentos por igual.

-Es cierto, nadie tuvo hambre en todo este tiempo Cuando el último de los Horneros terminó su casa, fueron a visitar al Hornero Arquitecto.

-Gracias hermano, por habernos ayudado a mejorar nuestra viviendas, desde ahora te nombramos como el "Maestro Arquitecto de la comunidad".

-No es nada, era mi deber ayudarles, respondió emocionado.

Desde entonces, los Horneros viven felices, muchos migraron a otros lugares y siguen construyendo casas modernas al igual que en las ciudades.

 

Este cuento está dedicado a mi hija, por su vocación a la Arquitectura. (18 de Marzo de 1990)

 

Asteria Chamani Mareño


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