1 Resultados:

Modelo
1. En el pensamiento representativo o en imágenes, representación mental que sustituye al objeto y a las relaciones que se dan entre este y otros objetos.

2. Síntesis esquemática simplificadora y formal de una realidad que sirve para una conceptualización inicial simple y una posterior profundización.

3. Representación de un fenómeno cualquiera, cuyas partes componentes son sustituidas por otros elementos, y en el que igualmente se sustituye la relación real que existe entre los elementos de ese fenómeno por la relación que existe entre los elementos de ese modelo.

deficitario 1. Enfoque remedial de un programa educativo o de desarrollo, que centra su atención en las carencias y problemas del niño, y que generalmente solo proveen ayuda o terapia hacia la solución o atención de la discapacidad del niño, y no de su desarrollo general.

integrador 1. Sistema educativo que integra las directrices básicas que figuran alrededor del alumno y que son: la acción docente; los materiales didácticos; la evaluación continua y el entorno en el que se desarrolla la acción formativa.

integral 1. Modelo pedagógico en que la idea de la integración es esencial, así como la búsqueda del equilibrio y la armonía. Este modelo concibe al niño como una totalidad, por lo que hay que propiciar su desarrollo en todas sus manifestaciones. Su concepción de la integración se expresa en ver al niño como una unidad integral en sí mismo, y al mismo tiempo, en relación con los demás y con su contexto cultural, como una unidad bio-psico-social, por lo que al integrar los objetivos de las áreas de desarrollo para lograr un desarrollo equilibrado y armónico, hay que considerar a quien se dirigen. La base de las relaciones entre adultos y niños es el afecto, la simpatía y la amistad, se promueve el vínculo dl niño con su cultura, con su historia y con sus raíces.
Los fundamentos psicológicos del modelo incluyen planteamientos de diferentes autores, todos relativos a lograr un desarrollo activo del niño. Entre ellos, lo referente al desarrollo afectivo planteado por Eric Erikson; la importancia de la interacción del niño con un ambiente propicio al aprendizaje y la conformación de estructuras cognitivas, extraídos de Piaget; así como la relevancia que tiene para el niño el propiciarle aprendizajes significativos, de Carl Rogers.
El fundamento pedagógico esencial que lo caracteriza es el equilibrio, referido a la cantidad variada de actividades y la armonía entre los distintos tipos de experiencias que se debe proveer al educando, considerando la adecuación de éstas a las características del desarrollo y a las condiciones particulares del niño en un momento dado.
Este modelo parte de la necesidad de formular objetivos en cada área de desarrollo en función de las características, necesidades e intereses de los niños. El ambiente humano plantea la necesidad de formar grupos de niños mixtos, con tendencia a la agrupación de tipo horizontal. El personal está compuesto por un educador que asume todas las funciones y que hace un trabajo en equipo con el personal auxiliar.
En cuanto al ambiente físico se establece la necesidad de espacios internos y externos, y de utilizar los recursos naturales y culturales del lugar en que se encuentra el centro infantil. Este ambiente debe posibilitar una influencia equilibrada en las diferentes áreas de desarrollo. Las salas de actividades han de ser funcionales, para adecuarlas a las diferentes formas de organización de las mismas.
La organización del tiempo señala un horario de actividades flexible, con alternancia de actividades diferentes, representado en forma de esquema para información de lo que se hace en cada momento.
La planificación supone un proceso de diagnóstico, estudio, reflexión y decisión, y la necesidad de velar por un equilibrio entre los objetivos y actividades de todas las áreas, la planificación de cada nivel debe responder a las características e intereses de los niños.
En resumen, este modelo pedagógico que hace énfasis en los fundamentos pedagógicos con un enfoque activo, flexible y humanista de la educación del niño en estas edades tempranas, no tiene una línea conceptual única, y desde el punto de vista psicológico sus postulados se nutren de diferentes concepciones en cuanto al desarrollo psíquico del niño. Así, en diversas partes del mundo se aplican modelos con esta denominación, que coinciden en sus lineamientos generales pero que difieren en particularidades de cada enfoque.

personalizado 1. Modelo pedagógico surgido en Francia a mitad de los años cuarenta del pasado siglo, que tiene en el jesuita Pierre Fauré su principal promotor, a partir del cuestionamiento en torno al hombre y lo que significa ser persona. En la década de los sesenta se extiende a España y de ahí a América, en el nivel de educación básica, pues no existían especialistas de las primeras edades en los equipos que iniciaron estas experiencias. Posteriormente se extiende a la educación infantil, con amplia difusión en todas partes.
Dentro de los fundamentos filosóficos, básicos de este enfoque, se hace énfasis en el aporte que significa para desarrollar una modalidad de este tipo, el conocer las características de ser persona. Entre estas características se encuentran las de singularidad, selección, creatividad, unificación, ser libre, comprensivo, capaz de amar, sensible. En las psicológicas se nutre de los aportes de las llamadas psicologías humanistas y del desarrollo.
En lo pedagógico se destaca el aporte de conceptos y principios educativos a partir de la reflexión del promotor de este modelo, Pierre Fauré, que plantea como principios esenciales de una educación personalizada la singularidad, la autonomía y la apertura. En este enfoque son claves los conceptos de educación personalizada y comunidad educativa. Concibe a la educación personalizada como un proceso perfectivo, y la comunidad educativa como un conjunto de personas que se integran en un proceso de crecimiento, en el cual cada uno de sus miembros se compromete de forma efectiva en su proceso de desarrollo y en el de los demás. Así, convoca a cada comunidad educativa a elaborar su propio currículo sobre la base de un proceso propio de reflexión en la búsqueda de los planteamientos más significativos.
Además de los fundamentos filosóficos, psicológicos y pedagógicos, este modelo plantea la existencia de otros opcionales en la medida que respondan a determinadas características de la comunidad educativa, como son los de tipo antropológico, cultural, religioso o ecológico.
El planteamiento de los objetivos es enfocado desde dos planos, el de su contenido y el de su forma. En este sentido se plantea que es necesario definir primero el contenido, de manera que recoja una aspiración realmente significativa, tales como las diferentes características de la persona y los aspectos del desarrollo evolutivo del niño que aparecen en las fuentes teóricas. Estos objetivos extraídos de las fuentes teóricas deben contrastarse y filtrarse con la fuente real, que son las necesidades, características e intereses de la comunidad educativa en cuestión.
La formación de un ambiente humano es el factor determinante en la concepción y desarrollo de este modelo, cuyo propósito fundamental es que la comunidad educativa, formada por un grupo de personas comprometidas, cree el ambiente adecuado para el crecimiento de los niños como tales, lo que se logra con el aprendizaje vivencial de lo que significa ser persona. Ello requiere de un ambiente cálido, de respeto, de diálogo, de confianza.
La decisión de cómo organizar a los niños, de forma horizontal, vertical o mixta, es dejada a decisión del educador que debe analizar los pro y los contra de cada tipo, según se adecuen a las condiciones de su contexto, aunque se considera que la vertical y mixta favorecen mejor ciertos objetivos importantes dentro de una educación personalizada.
La organización del personal, que incluye la participación de los propios niños, los padres y cualquier otra persona interesada, conformando así una comunidad educativa, supone un proceso de coordinación bastante complejo en el cual el educador debe asumir la responsabilidad y definir las contradicciones que puedan surgir.
En cuanto a la ratio o proporción de niños por adultos, se plantea que depende de la capacidad personal del educador, pero con un límite entre 25 y 30 niños, pues se parte del criterio de que una cifra mayor limita toda posibilidad de un trabajo pedagógico de calidad con los niños, de acuerdo a los objetivos que pretende esta modalidad.
Este modelo le concede gran importancia al espacio por considerar que en esta etapa el niño necesita acción, movimiento, contacto con la realidad, así como posibilidades de creación y exploración, a lo cual contribuye un ambiente físico rico y estimulante, lo cual no requiere necesariamente de materiales de alto costo. Ello puede obtenerse con la integración de materiales en desuso y de desecho y la creatividad de educadores y niños.
En cuanto a las características de la sala de actividades se plantean criterios generales que sugieren que sea personalizada por todos los que participan en ella, incluso los niños. También se propone tener en cuenta las características de las personas y cómo ellos pueden ser favorecidos por el ambiente físico. Tanto el espacio interior como el exterior debe favorecer la actividad del niño.
En cuanto a la organización del tiempo diario el modelo solo ofrece criterios generales para que cada comunidad organice su jornada diaria. Los mismos están dirigidos a favorecer dos características básicas de la personalidad, la singularidad y relación. La forma en que estas características se pueden favorecer la decide cada comunidad, mencionándose posibilidades de períodos como trabajo personal para la singularidad y de gran grupo para la relación, los cuales pueden adoptar formas diferentes de acuerdo al nivel de desarrollo de los niños.
La planificación considera que los educadores deben buscar su propio estilo de planificación para que sea funcional. Sugiere algunos aspectos para orientar la búsqueda del estilo más conveniente al educador, la duración, el grado de especificidad, y los tipos de elementos a considerar. En general se consideran dos niveles: el general, referido a los planes anuales, semestrales o trimestrales, y uno más específico denominado parcial.
Este modelo se puede calificar de activo, con alto nivel de flexibilidad por basarse en criterios bastante generales, y donde la base filosófica determina la psicológica y pedagógica. Es un enfoque humanista que tiende a favorecer el desarrollo del hombre en su condición de ser humano. Asimismo es un modelo abierto, en permanente quehacer de estudio, reflexión, creación y evaluación pues parte del criterio que ser persona es un proceso que se extiende durante toda la vida y que involucra a todos, a la comunidad educativa.
© Diccionario de Autores AMEI-WAECE 2003