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Montessori
sistema 1. El modelo pedagógico Montessori asume los planteamientos de Rousseau, Pestalozzi y Froebel respecto al potencial innato del niño y su capacidad de desarrollarse en el medio con libertad y amor.
El sistema parte de una concepción biologista y psicológica, que se hace explícita no solo teóricamente sino que se concreta en la práctica, apoyado en dos principios fundamentales: uno referido a los períodos sensibles, o etapas del niño donde se absorbe una característica del ambiente y se excluye a las demás, tales como el orden, en que se plantea la necesidad de un régimen de vida y de la formación de hábitos, especialmente los de orden; el uso de manos y lengua, conocimiento de las cualidades de los objetos y desarrollo de las estructuras neurológicas que facilitan el desarrollo del lenguaje; la marcha, que permite el carácter activo en la búsqueda del conocimiento; el interés por objetos diminutos, como manifestación de la curiosidad intelectual; el intenso interés social. El otro principio radica en la autoconstrucción del niño, para lo cual es necesario un patrón de desarrollo psíquico innato, que solamente puede revelarse mediante el proceso de desarrollo, y que requiere de una relación integral con el medio ambiente y la más completa libertad. El niño tiene una intensa motivación para su autoconstrucción, pero aunque hereda el patrón psíquico que lo permitiría, no hereda modelos establecidos de comportamiento que garanticen su éxito. Este patrón innato se expresa mediante la mente absorbente, proceso especial mediante el cual el niño se ubica y obtiene el conocimiento, una absorción inconsciente del medio, que se da a través de este estado preconsciente especial de la mente. Como conclusión, el niño tiene un patrón de desarrollo psíquico desde antes de su nacimiento, que permite el conocimiento mediante la relación integral con el medio y la libertad.
De ello se va a derivar una teoría de aprendizaje, señalando cómo a partir del estudio del niño se desprende un sistema pedagógico.
En esta asimilación del conocimiento operan leyes que coadyuvan al mismo como es la del trabajo, la de la independencia, la de la concentración de la atención, del desarrollo de la inteligencia, de la voluntad, entre otras.
Montessori plantea una periodización del desarrollo, definida por edades cronológicas, en cinco etapas: de 0 a 3 años, de 3 a 6 años, de 6 a 9 años, de 9 a 12 años y de 12 a 18 años.
Entre sus principios educativos se destacan: el de la libertad, el de actividad, el de independencia y el de la individualidad, a lo que se añaden componentes básicos de este modelo como son la realidad y la naturaleza, la belleza, la atmósfera, el desarrollo de la vida en comunidad, entre otros.
En el sistema metodológicamente los niños trabajan individualmente, sobre tapetes en el suelo o mesas, el mobiliario está ajustado su talla de los niños, sin muebles que jerarquicen al educador. No hay un programa final que divida la jornada en períodos. El horario es elegido por el niño y es requisito indispensable el orden y la disciplina.
La filosofía Montessori considera la religión como algo esencial al hombre, que nace con él y por lo tanto no puede estar ausente de una educación realmente integral. En tal sentido señala que un niño normal quiere creer que su naturaleza tiene el anhelo de Dios y que por lo tanto lo que corresponde es ayudar a que ésta se libere., para lo cual es esencial la preparación espiritual del maestro.
En el modelo montessoriano son componentes claves el medio ambiente, que incluye los materiales y ejercicios pedagógicos, y las educadoras, que preparan ese medio ambiente. El medio es diseñado por el educador para satisfacer las necesidades de autoconstrucción del niño, revelar su personalidad y sus patrones de crecimiento, pero el educador debe abstenerse totalmente de participar de este proceso, y deslizarse como una sombra, en lo que los niños aprenden por sí solos. La función del educador es organizar el ambiente, y presentar ejercicios diseñados para la autoeducación del niño. Solo en un caso en que el aprendizaje no se facilita es preciso limitar la libertad e independencia del niño mediante una intervención breve y rápida denominada lección fundamental, que sigue los tres pasos de Séguin.
Los materiales Montessori son especialmente creados para posibilitar el proceso de apropiación del conocimiento, los mismos no pretenden enseñar habilidades, sino ayudar a la autoconstrucción y el desarrollo psíquico. Desde este punto de vista no se pretende un uso correcto, sino la ejercitación. Los mismos se presentan en un momento adecuado del desarrollo y, aunque hay niveles determinados por la observación de la maestra, su enfoque es individual y se varían de acuerdo con las particularidades del niño. Estos materiales no deben ser sobreabundantes, y no hay secuencia de introducción.
Los niños plantean la localización del error o la dificultad en una sola pieza del material, que ellos por sí solos deben aprender a descubrir, y están diseñados para prepararlos para su futuro aprendizaje. Desde este punto de vista el control del error está en el propio material, no en la maestra, y el cual el propio niño es el que controla su error, y si no lo logra detectar, esto indica que no está maduro para dicho aprendizaje. En algunos casos, el control puede estar ubicado en otro material subsiguiente.
Estos materiales abarcan cuatro líneas fundamentales: Ejercicios de la vida cotidiana (cuidado físico de la personalidad y medio ambiente); materiales sensoriales; materiales académicos; y materiales culturales y artísticos.
Entre los principales aportes del sistema se encuentran la incorporación de una base biopsicológica explícita, la ratificación de principios y planteamientos de una educación activa, la consideración de un mobiliario acorde a las características físicas del niño, la organización del tiempo diario, de las actividades de la vida práctica y el trabajo. Montessori reforzó el papel de la familia como base del desarrollo del niño y dio a los padres la responsabilidad primaria de los hijos, particularmente el papel de la madre a la cual le concede una atracción y flujo magnético en la relación con sus hijos.
De esta manera hace énfasis en la infancia como otra dimensión de la vida humana y la significación de la niñez en la vida adulta, reforzando el desarrollo del potencial humano, la interdependencia del hombre con la naturaleza, y la importancia de la familia.
El método Montessori constituyó un enfoque progresista contra la educación tradicionalista centrada en el educador, que ofreció al niño la posibilidad de actuación y de convertirse en el eje central del proceso educativo. Además señaló una actitud diferente ante el trabajo del niño, y enfatizó el enfoque ecologista del método de contacto con la naturaleza.
© Diccionario de Autores AMEI-WAECE 2003