3.1.EL PRIMER TRIMESTRE DE EMBARAZO

3.2. DEL TERCERO AL NOVENO MES

3.3. CÓMO CONSIGUE DESARROLLARSE EL BEBÉ EN EL ÚTERO

Los medios técnicos que existen actualmente han permitido conocer como se desarrolla el bebé durante los nueve meses que pasa dentro del útero. Hoy sabemos con bastante exactitud como se forman y comienzan a funcionar los principales órganos e incluso como percibe el bebé el entorno a través de los sentidos. Aunque aún quedan interrogantes por responder, podemos hacernos una idea sobre la vida del niño o niña antes de nacer.

3.1. EL PRIMER TRIMESTRE DE EMBARAZO

Veamos los pasos principales de esta evolución de forma muy general y resumida:

- En la primera semana el huevo, producto de la fecundación, viaja hacia el útero mientras la célula sufre varias multiplicaciones.

- En la segunda semana se produce la nidación entre el 6º ó 7º día y el 12º.El huevo mediante este proceso se implanta en la mucosa del útero. Las células siguen multiplicándose y diferenciándose. Las del centro crecen y forman el “disco embrionario” que dará lugar al embrión. El diámetro del huevo es de un milímetro aproximadamente.

- En la tercera semana aparece el esbozo de vasos sanguíneos y de células sexuales además comienza a formarse la placenta.

Ahora hay tres capas de células u hojas que originarán los tejidos especializados que producirán el resto de células que dan origen a todos los órganos:

- La hoja interna o endodermo será la encargada de los órganos del aparato digestivo y del respiratorio.

- La hoja media o mesodermo dará origen al esqueleto y los músculos.

- La hoja externa o ectodermo será responsable del sistema nervioso y los órganos de los sentidos.

- En la cuarta semana se detectan los primeros latidos cardíacos. El embrión tiene forma de judía, se detectan unas yemas que darán lugar a los miembros y los diferentes órganos comienzan a desarrollarse. El embrión flota en la cavidad amniótica, su tamaño aproximado es de 5 milímetros y se une por la parte externa gracias al cordón umbilical que se está formando.

- En la quinta o sexta semana de embarazo (1 mes y 2 semanas), el niño o niña, que ya mide un centímetro y medio, se mueve en un ambiente libre de gravedad comienza a rotar y doblar el cuerpo. Hay una formación incipiente de los dientes, el corazón ha crecido con rapidez y comienza el esbozo de las cuatro cavidades cardíacas. Se desarrolla el estómago, el intestino, el aparato urinario y el páncreas. Cuando se ve el embrión de espaldas, se distingue la médula espinal.

- En la octava semana (2 meses), mueve la cabeza, los brazos y el tronco. Expresa lo que le agrada y desagrada con movimientos corporales primitivos: dando patadas, sacudiéndose, alejándose de la zona donde se presiona el vientre, etc. Se individualizan los dedos de la mano y el pie, también los diversos segmentos de los miembros. Comienza la formación de glándulas sexuales, se constituyen los músculos, los nervios y la médula ósea. Se ven con mayor nitidez los elementos de la cara. La medida aproximada es de 4 centímetros, su peso de 2 a 3 gramos y al finalizar el segundo mes acaba el período embrionario, tomando el nombre de feto.

- A las 11 semanas (2 meses y 3 semanas), se detectan conexiones neuronales. También se observa que comienza a mover las paredes del pecho, como si estuviese respirando. No hay intercambio de gases, pero estos movimientos son necesarios para el desarrollo del pulmón y del diafragma. El niño intrauterino empieza a succionar el dedo, actividad que repite hasta el momento de nacer y que le ayuda a desarrollar los músculos que serán necesarios para alimentarse fuera del útero. El hígado se ha desarrollado mucho, aparecen los riñones y el niño o niña ya vierte orina en el líquido amniótico. Los brazos y piernas van alargándose, la cabeza se endereza y el rostro está más definido con los ojos centrados y cubiertos por los párpados.

- En la semana 12 (3 meses), el niño o niña traga líquido amniótico regularmente en cantidades pequeñas. Una parte va a sus pulmones y el resto al tubo digestivo. Con esta actividad practica el acto de tragar y, cuando nazca, podrá coordinar la succión y la deglución. El sabor amargo del fluido amniótico estimula la sensibilidad de las papilas gustativas que estarán formadas en la semana 20. Aparecen los primeros huesos y se diferencian los órganos sexuales, aunque aún no sean visibles en la ecografía. En la semana 13 ya se puede medir la cabeza por medio de ultrasonidos, su peso alrededor de 65 gramos y mide unos 12 centímetros.

CUESTIONARIO DE VERIFICACIÓN (Contesta verdadero o falso)

SECCIÓN 1 - BLOQUE 3 CAPÍTULO 1 FECHA:

1. En la tercera semana comienza a formarse la placenta.

2. Hasta la 8ª semana no se detectan los latidos cardíacos del feto.
3. En la 11ª semana se detectan conexiones neuronales.
4. Con 12 semanas el bebé puede respirar
5. Las papilas gustativas están formadas a los tres meses.
SOLUCIONES AL CUESTIONARIO

3.2. DEL TERCERO AL NOVENO MES

- A partir de la semana 16 (4 meses), se ha demostrado que el niño o niña es sensible a la luz. Si se coloca una luz muy intensa junto al abdomen de la madre, gira hacia un lugar del útero intentando protegerse de la luz. Aunque sea sensible a la luz, la visión del niño o niña intrauterino se desarrolla con más lentitud que otros sentidos porque, aunque el útero no está totalmente oscuro, no dispone de muchas imágenes estimulantes. En este `período de embarazo, el niño o niña también es capaz de fruncir el ceño y hacer muecas. De forma experimental, los investigadores han acariciado los párpados y el niño o niña ha bizqueado, del mismo modo al tocar sus labios ha comenzado a succionar, demostrándose que en este momento ya dispone de algunos reflejos básicos. Los bulbos y el nervio olfatorio están totalmente formados en la semana 17, aunque aún no se ha demostrado que el área del cerebro que responde al olfato esté activa a partir de este momento. Ahora su peso es de 250 gramos y mide unos 20 centímetros.

- En la semana 20 ó 24 (5 ó 6 meses), el niño o niña es tan sensible al tacto como 12 meses después de nacer, los nervios encargados de este sentido se forman en este período y el cerebro fetal responde al tacto en la semana 25 ó 26. Las manos ya están formadas igual que los receptores de la sensibilidad cutánea de los dedos permitiendo la estimulación del sentido del tacto. Se ha comprobado que a los 4 meses, cuando el feto toca el cordón umbilical con sus manos, reacciona alejándose de esa zona, en el quinto mes ya no se aleja de lo que toca con las manos o con los pies.

Sabemos que le desagrada el agua fría y patalea enérgicamente si se inyecta este líquido en el vientre de la madre. También al rozarle el pericráneo, el niño o niña mueve la cabeza con rapidez.

Durante la primera mitad de embarazo, por su tamaño, el niño o niña flota libremente en el líquido amniótico. Este movimiento produce estimulación, entre otros, para el sentido del tacto. La madre primeriza siente como se mueve con frecuencia. La multiplicación de células nerviosas está terminando y, a partir de ahora, el cerebro crecerá aproximadamente 90 gramos cada mes. En el extremo de los dedos ya hay huellas digitales y uñas, la piel (que aún no contiene grasa) está arrugada y su color es menos rojizo que en períodos anteriores. Los órganos sexuales ya está diferenciándose y en los varones pueden verse con claridad.. En este período mide 30 centímetros y pesa 650 gramos.

- A partir de la semana 24 (6 meses), podemos asegurar que el niño o niña intrauterino oye bastante bien. Aunque el nervio encargado del oído fetal no se termina de formar hasta la semana 28, hay indicios de respuesta del cerebro del niño o niña en este período. El abdomen y el útero de una mujer embarazada son lugares muy ruidosos; el fluido amniótico, como el agua, conduce el sonido de manera que el niño o niña escucha ruidos digestivos como el tragar, pulsaciones de la circulación sanguínea, etc. Uno de los sonidos que domina su mundo es el latido rítmico del corazón, lo escucha aproximadamente entre 72 y 84 decibelios (una conversación normal se mantiene a 65 decibelios más o menos). El niño o niña percibe, pero no distingue los sonidos. Sin embargo la voz de su madre la distingue de todo lo demás, a pesar de la amortiguación producida por los órganos y tejidos le llega a 84 decibelios y responde a ella. También responde a otras voces con las que se familiariza como la del padre o los hermanos o hermanas y otros sonidos ocasionales aunque le lleguen más amortiguados.

El niño o niña hace de 20 a 60 movimientos cada media hora, tiene fases de sueño y vigilia y, en ocasiones tiene hipo. Como se ha comentado con anterioridad, a partir del tercer mes el feto traga pequeñas cantidades de líquido amniótico, en estudios se ha comprobado que a los 6 meses, añadiendo sacarina la tasa de ingestión normal se duplica. En cambio, si se añade un aceite de mal sabor (Lipidol), la tasa disminuye bruscamente y el niño o niña hace mueca de disgusto.

A partir de esta edad, además de otras capacidades, hacen movimientos faciales que semejan al llanto. Esta actividad ayuda al desarrollo del pulmón y a fortalecer los músculos faciales. Se desconoce si el sonido acompaña al gesto, pero en el caso de que así fuera, las cuerdas vocales y la audición se beneficiarían.

Sobre todo en este último tercio de embarazo, las paredes del útero y del abdomen se estiran permitiendo que los sonidos y la luz del exterior se filtren con más facilidad. El nervio óptico está formado en la 8ª semana y sabemos que el cerebro responde a la luz en la semana 27 ó 28, momento en que se observa como el niño o niña lleva la mano a la boca con buena coordinación, abre los ojos y puede ver su mano y todo el ambiente del útero.

Los movimientos cotidianos de la madre: sentarse, caminar, inclinarse, acostarse, etc., hacen que el saco amniótico se meza, incluso las respiraciones de la madre producen ondas suaves en el líquido. Cuando la mujer embarazada acaricia su abdomen o hace ejercicio, especialmente con música y ritmo, su actividad produce estimulación de sonido y movimiento. El crecimiento del niño le hace entrar en contacto constante con la pared del útero, estimulando su sentido del tacto.

- En el séptimo mes los movimientos similares a la respiración son más ordenados. El estómago y el intestino funcionan muy bien y los riñones están casi preparados para la vida fuera del útero. Ahora puede llegar a pesar aproximadamente un kilo y medio y medir 42 centímetros y, debido a su tamaño, se mueve menos.

- A lo largo del octavo mes el niño o niña va adquiriendo la posición definitiva para el parto, en la mayoría de los casos, la cabeza hacia abajo y las nalgas arriba. Los huesos se alargan y ensanchan. Una capa protectora llamada vérnix caseosa cubre su piel y desaparecerá parcialmente antes del nacimiento. Los órganos se perfeccionan, el peso aproximado es de dos kilos y medio y el tamaño de 47 centímetros por eso ocupa casi todo el espacio y tiene dificultades para moverse.

- En el noveno mes el niño o niña se dedica a fortalecerse, crecer y ganar peso. Apenas puede moverse, pesa alrededor de 3 kilos y mide unos 50 centímetros. Su cráneo no está del todo osificado, las dos fontanelas no se cerrarán hasta algunos meses después de nacer. Su vida in útero ya no es tan cómoda y toma la decisión de nacer.

CUESTIONARIO DE VERIFICACIÓN (Contesta verdadero o falso)

SECCIÓN 1 - BLOQUE 3 CAPÍTULO 2 FECHA:

1. Hasta el 4º mes no se aprecian los párpados en los ojos del futuro bebé.

2. A los tres meses el niño o niña traga líquido amniótico.
3. El cerebro fetal no responde al tacto hasta el 7º mes.
4. A los seis meses el niño o niña intrauterino puede oír.
5. El futuro bebé no tiene fases propias de sueño y vigilia, adopta siempre las de la madre.
6. A partir del 6º mes el niño o niña hace movimientos faciales como los del llanto.
7. En el último trimestre el cerebro del bebé responde a la luz.
8. A partir del 8º mes el bebé apenas puede moverse debido a su tamaño.
9. En el 9º mes el cráneo del bebé está totalmente osificado.
SOLUCIONES AL CUESTIONARIO

3.3.CÓMO CONSIGUE DESARROLLARSE EL BEBÉ EN EL ÚTERO

Para desarrollarse, el bebé necesita “alimentos y oxígeno y deshacerse de residuos. Estas necesidades se cubren gracias al intercambio con el cuerpo de la madre a través de los anexos: el saco amniótico, el cordón umbilical y la placenta.

El huevo que en la segunda semana se implanta en la mucosa de la pared del útero, una vez convertido en embrión, va alejándose de esta zona a medida que aumenta de volumen. De forma paralela a su alrededor se forma una cavidad delimitada por una membrana, el amnios, que vulgarmente se denomina “bolsa de las aguas”. Esta cavidad contiene el líquido amniótico en el que el bebé flotará mientras se desarrolla durante los nueve meses de gestación.

El líquido amniótico mantiene al niño o niña a temperatura constante, le facilita el movimiento, le protege de golpes y microbios y le aporta agua y sustancias nutritivas que absorbe por la piel o tragándolas. El niño o niña elimina parte de este líquido orinando en el mismo líquido amniótico que se renueva constantemente.

Gracias a la amniocentesis, es decir, la extracción y análisis de una muestra de líquido amniótico, puede conocerse el estado de salud del niño o niña. La punción se realiza, si hay sospechas de alguna anomalía, entre las semanas 16ª y 20ª, es rápida e indolora.

El niño o niña toma los alimentos y el oxígeno de la sangre de la madre. Llegan por el cordón umbilical, a través de la placenta.

El cordón umbilical tiene tres vasos sanguíneos: dos arterias donde circula la sangre del niño o niña hacia la placenta, y una vena que lleva la sangre hacia el niño o niña.

La placenta se desarrolla entre la 4ª semana y el 4º mes y sigue creciendo de forma paralela al desarrollo del útero, llegando a tener 20 centímetros de diámetro, 3 centímetros de grosor y un peso aproximado entre 500 y 600 gramos.

La placenta es como un filtro sofisticado. La sangre de la madre llega a ella por las arterias del útero, allí los nutrientes y el oxígeno atraviesan el filtro placentario y, a través de la vena umbilical, llegan al niño o niña.

La sangre del bebé, cargada de deshechos y dióxido de carbono, va por las arterias umbilicales, atraviesa el filtro placentario y pasa a la sangre de la madre.

La placenta también produce las hormonas necesarias para el correcto desarrollo del embarazo y, sin duda, tiene misiones que aún se desconocen y que están siendo investigadas.

Todas las sustancias que estén en la sangre de la madre pueden atravesar el filtro placentario. La placenta no puede proteger totalmente al niño o niña intrauterino de bacterias, virus o parásitos, pudiendo provocar alguna infección. Este riesgo depende de muchos factores por eso jamás deben tomarse medicamentos sin consultar con el médico.

CUESTIONARIO DE VERIFICACIÓN (Contesta verdadero o falso)

SECCIÓN 1 - BLOQUE 3 CAPÍTULO 3 FECHA:

1. A través del saco amniótico, el cordón umbilical y la placenta se realizan los intercambios de sustancias nutritivas, de oxígeno y de anhídrido carbónico.

2. El líquido amniótico sólo sirve para que el bebé no se roce con la pared del útero
3. A partir del 4º mes la placenta no aumenta de tamaño.
4. La placenta produce hormonas.
5. La placenta no permite que pasen las sustancias nocivas que se encuentran en la sangre de la madre
SOLUCIONES AL CUESTIONARIO