6 MESES

En el sexto mes cuando el bebé está tumbado sobre la espalda levanta la cabeza con facilidad y juega con las manos y los pies, patalea y cambia de postura para coger juguetes o variar su campo de visión. Los bebés estimulados consiguen pequeños desplazamientos hacia delante o hacia atrás apoyándose en los pies cuando están tumbados sobre el vientre.

Cada vez aguanta más tiempo sentado y precisa menos o ningún apoyo. Si se le coloca de pie soporta parte de su peso, dobla y estira las rodillas y balancea el cuerpo. En la cuna se agarra de los barrotes para sentarse y, en ocasiones, intenta ponerse de pie.

La prensión y la manipulación mejoran, suele coger un objeto con cada mano, en algunos casos sujetan con el pulgar y las puntas de los dedos, aunque generalmente al final del quinto mes usa más el meñique y el anular y al término del sexto mes se observa mayor dominio del pulgar y el meñique. También traslada objetos de una mano a otra.

Le divierte explorar, palpar, levantar, lanzar y golpear objetos. La coordinación ojo-mano mejora notablemente, los ojos se mueven al unísono, no bizquea y ve imágenes de forma nítida a tres metros de distancia. A medida que manipula y explora aprende las relaciones entre los objetos y va descubriendo sus características, las semejanzas y las diferencias, fortaleciendo el poder de control que tiene sobre su entorno.

Está aprendiendo a usar un objeto para alcanzar o afectar otro, como cuando tira de un pañuelo para alcanzar el juguete que está encima. También da los primeros pasos hacia el pensamiento abstracto, si se nombra repetidas veces un objeto, más tarde, cuando está distraído se vuelve a nombrar y el bebé gira su cabeza para buscarlo. Con estos pequeños logros va adquiriendo el conocimiento sobre la permanencia del objeto aunque no lo pueda ver y está aprendiendo las palabras que los representan o nombran.

Los bebés que han dispuesto de múltiples ocasiones para ejercer la succión van dejando el chupete períodos más largos. Suelen elegir un objeto o juguete como su preferido u objeto de transición y, estar junto a él le ofrece seguridad y confianza.

El cerebro del bebé alcanza en este mes aproximadamente el 50% del tamaño adulto y su plasticidad es máxima. Comienza el aprendizaje imitativo, repitiendo algunas acciones que ve realizar al adulto y le resultan interesantes.

Las sesiones de juego libre, no programado, durante los meses anteriores, facilitan que en este mes sea capaz de jugar solo períodos de hasta 20 minutos.

Lleva todo a la boca, le gusta probar diferentes alimentos y mantener agarrado el biberón mientras toma su contenido.

Reconoce su imagen en el espejo, sonríe frente a ella y le habla. Le fascina el juego del escondite, explotando en carcajadas cuando aparece el rostro del adulto después de haberse ocultado.

El aparato fonador va alcanzando mayor desarrollo. Puede emitir labiales "ma", "pa", "ba"; dentales "da", "ta" y velopalatales "ga", "ja". Además varía el volumen y el tono de las emisiones. Cuando juega mantiene una especie de parloteo que demuestra su satisfacción al jugar y utiliza sus sonidos para atraer la atención de los adultos.

Siente necesidad de contactos afectuosos, estira los brazos para pedir que le cojan. Es sensible a las reacciones de los adultos de su entorno, puede interpretar gestos y actitudes e imitar expresiones faciales. Comienza a discriminar a los extraños y se muestra receloso con ellos. Suele llorar menos y se le consuela y tranquiliza con más facilidad.

Para atraer la atención de las personas de su alrededor imita expresiones, emite sonidos, se estira para tocar alguna parte de su cuerpo o sonríe.