13 - 15 MESES

 

A lo largo de este trimestre el niño o niña domina la marcha autónoma y despliega una actividad arrolladora. Quiere caminar por todo tipo de superficies, correr, subir, bajar, gatear, trepar, encaramarse, se pone en marcha, se detiene. Desarrolla la vitalidad, la resistencia física y la confianza en sus posibilidades.

Gracias al progreso en control postural, se pone en pie y camina sin ayuda con habilidad y rapidez. En este período de edad, si tiene oportunidad de ejercitarlo, aprende a subir por una escalera gateando, sin embargo siente miedo al bajar.

La autonomía progresa mucho en este trimestre, utiliza los cubiertos en la alimentación, bebe solo en taza o vaso, colabora al vestirle y comienza a avisar cuando está sucio. Se entretiene jugando solo durante largos períodos de tiempo y reclama menos la ayuda del adulto.

Gracias al mayor control de los músculos extensores, la prensión y la relajación voluntaria de los dedos es más fina y precisa. La exploración y manipulación permiten, al margen de otros logros, desarrollar la noción de volumen, el sentido de la proporción, de las diferentes formas, del continente y contenido, de las texturas, etc. Comienza a percibir y discriminar entre el espacio y la forma y amplía su sentido de la verticalidad.

Ejercita la acomodación y la convergencia ocular constantemente cuando lanza un objeto y sigue su recorrido con la vista coordinando los músculos oculares.

El niño o niña de 15 meses es capaz de hacer torres de dos cubos con habilidad, lanza o hace rodar una pelota, puede buscar objetos ocultos, introducir y sacar objetos de recipientes y desplazar juguetes utilizando otros elementos.

Gracias a las primeras emisiones lingüísticas de los últimos meses se ha iniciado la evolución gramatical. En el momento actual el niño o niña emplea construcciones de un solo elemento léxico bastante deformado o segmentos de vocalizaciones que pueden corresponder a palabras. A esta fase lingüística se la denomina etapa holofrástica, es decir una sola palabras que utiliza como una frase completa. Normalmente utiliza sustantivos y, con baja frecuencia verbos.

Cuando juega utiliza una "jerga" poco precisa y al dirigirse a adultos e iguales acompaña su habla con gestos y ademanes. Su vocabulario puede constar de 5 a 30 palabras. La imitación es la base principal de su aprendizaje lingüístico y tiende a seleccionar los vocablos fáciles de comprender y articular.

La imitación y el simulacro están presentes en sus acciones y ensaya pautas de conducta por "ensayo y error" buscando la forma más efectiva de alcanzar un objetivo.