Cuento: "El mandarin
y los pájaros". (Versión libre del cuento de
Fernando Alonso.)
Hace muchísimos años gobernaba en un país,
cerca de China, el mandarín Chau-Mm.
En los viejos mapas del mundo, el país de Chau-Mm era
uno de los más lejanos. Se tenían muy pocas noticias
de aquella región. Sólo había un cartelito
que decía:
EN ESTA REGION
VIVEN UNOS HOMBRES
OUE NO CONOCEN LOS PAJAROS
El país de Chau-Mm era famoso por su gran variedad de árboles
y flores y por la riqueza de sus campos. De todos los reinos
cercanos llegaban caravanas de mercaderes y vendían en la
plaza sus mercancías.
Chau-Mm paseaba por los jardines de palacio.
Miraba el agua que sonaba en los surtidores de mármol y bostezaba
de aburrimiento a la sombra de los almendros en flor.
Una tarde llegó a sus oídos una
música que sonaba detrás de la muralla. Y aquella
música desconocida le llenó de admiración y
de alegría.
El mandarín llamó a sus músicos
y les dijo:
-Tocad esa música que suena al otro lado
de la muralla.
Primero tocaron un instrumento que tenía
forma de barco y sonaba como un violín.
El segundo tenía forma de colmillo de
elefante y sonaba como una trompeta.
El último tenía forma de pez y
sonaba como un triángulo.
Pero con ninguno pudieron imitar aquella música.
El mandarín llamó a sus ministros
y les dijo:
-Traedme al músico que tocaba junto a
las murallas de palacio.
Todos salieron a buscar al músico, pero
no lo encontraron. Sólo supieron que junto a la muralla había
estado un mercader extranjero, así que fueron a buscarlo
y lo condujeron a palacio.
El mercader llevaba un bulto tapado con una
tela. Hizo una reverencia al mandarín y le dijo:
-Señor, yo no soy músico y no
sé tocar ningún instrumento. Sin embargo, aquí
traigo al que cantaba junto a la muralla. Y diciendo esto quitó
la tela. Debajo había una jaula y en ella un pájaro
de vivos colores. En cuanto vio la luz, el pájaro empezó
a cantar.
El mandarín escuchó largo rato el canto del pájaro
y dijo:
-¿Cómo se llama ese ser que canta tan dulcemente?
-Es un pájaro -repuso el mercader.
-Su canto es más hermoso que toda la música de
mí corte. ¿Quieres vendérmelo?
-Mi pájaro es un ser tan maravilloso que no se puede
comprar.
-Está bien. Te pido que me lo regales. Yo te regalaré
a cambio una bolsa llena de diamantes
El mercader aceptó el trato y dejó
en palacio al pájaro.
Pero el canto del pájaro atrajo a sus
hermanos de tierras lejanas. Otros pájaros empezaron a llegar
a unir su canto al suyo, con gran regocijo de Chau-Mm y de todos
los cortesanos.
El mandarín Chau-Mm nunca volvió a estar aburrido.
Y pronto, en el país de Chau-Mm hubo muchísimos
pájaros. Y entonces colocaron un nuevo letrero que decía:
EN ESTE PAIS
SE AMA A LOS PAJAROS
Después de leído y comentado el cuento
en la forma habitual, se hacen unas cuantas preguntas encaminadas
a situar a los niños en el ámbito geográfico
y social en que se desarrolla el cuento.
Preg.: ¿Qué es un mandarín?
Posiblemente, ninguno de los niños sabrá
qué quiere decir esa palabra. Habrá que explicarles
que se trata de un alto funcionario de la China antigua. Se aprovechará
este momento para decirles que la acción del cuento ocurrió
en tiempos muy remotos en un país muy lejano llamado China,
y las características de sus habitantes: ojos oblicuos, piel
de color amarillo, coleta... Se puede enseñar a los niños
alguna ilustración que muestre imágenes de chinos
ataviados a la antigua usanza, algún paisaje con sus templos,
jardines, etc.
Se supone que esta vez serán los niños
quienes hagan las preguntas al profesor para enterarse de más
cosas del país lejano. También comentarán,
y de esos comentarios pueden surgir ideas que discutirán
entre ellos y que irán configurando el ambiente y los personajes
de la dramatización.
Cuando los personajes estén perfectamente
determinados y repartidos los papeles, se procederá a preparar
las escenas sucesivas. Para facilitar la labor se podrá ir
pintando un esquema de cada escena en la pizarra o en hojas de papel
que se clavarán en el tablero. Este último sistema
puede facilitar el variar una escena determinada o cambiarla de
lugar sin tener que borrar.
Los niños serán quienes discutan
y elaboren las escenas, pero el profesor cuidará de orientarles
por medio de preguntas inductoras si ve que se desvían del
hilo de la narración, o para enfocar el punto de partida.
Por ejemplo:
Preg.: ¿Qué había en el país
de Chau-Mm?
Resp.: Arboles.
Flores.
Toda clase de mercancías en el mercado.
Se puede entonces montar un pequeño ballet
donde los niños hagan el papel de árboles y de flores,
y se represente el mercado. Esta será una solución
bastante sugestiva para los niños. Ahora bien, será
el profesor quien decida si se puede hacer así o sustituir
ésta por otra idea cualquiera.
Preg.: ¿Qué hacia Chau-Mm?
Hesp.: Estaba aburrido.
Preg.: ¿Por qué?
Resp.: Porque no veía nada nuevo.
Preg.: ¿Qué oyó al otro lado
de la muralla?
Resp.: El canto de un pájaro.
Preg.: ¿Sabía él lo que era
un pájaro?
Resp.: No, porque no había visto nunca
uno.
De este modo se irá estructurando la obra
en escenas. como antes se ha dicho. Estas podrán ser, por
ejemplo, las siguientes:
1. Los árboles y las flores bailan.
2. Entran los mercaderes con sus mercancías.
Los compradores las miran, evolucionando como en un baile.
3. Un niño entra con un cartel: "En esta
región viven unos hombres que no conocen los pájaros".
4. Chau-Mm, rodeado por sus cortesanos, descansa
en su jardín. Los cortesanos le cuentan que el mercado de
la plaza ha estado muy animado.
5. Se van los cortesanos. Chau-Mm oye el canto
del pájaro y queda extasiado. Hace llamar a sus músicos.
6. Llegan los músicos y Chau-Mm les pide
que toquen la melodía que se oye al otro lado de la muralla.
Los tres lo intentan sin conseguirlo. Chau-Mm pide que lleven a
su presencia al músico desconocido.
7. Uno de los servidores vuelve para decirle
que junto a la muralla no había músicos, pero que
un mercader de Otro país ha estado allí. Han ido a
buscarlo para llevarlo ante Chau-Mm.
8. Viene el mercader. Trae un gran bulto tapado
con una tela. Dice que él no es músico, pero que trae
al que cantaba.
Destapa el bulto y aparece una jaula con un pájaro que empieza
a cantar ante el asombro de todos. Chau-Mm pregunta que cómo
se llama ese ser extraño y le dicen que se llama pájaro.
Chau-Mm pide al mercader que se lo ceda.
9. El mercader se va y todos se quedan admirando el canto del
pájaro.
10. Atraídos por el canto vienen otros pájaros.
Cantan y evolucionan. Todos están entusiasmados. Chau-Mm
dice que nunca más se aburrirá.
11. Bailan los cortesanos y cantan los pájaros
acompañados por los instrumentos de los músicos. Entre
dos pájaros sacan un letrero: "En este país se ama
a los pájaros" |