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WEEBLES
AMIGUITOS
+ de 6 meses
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Hay cosas que no merecen discutirse, como es que "El niño debe
disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán
estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación".
(del principio siete de la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS
DERECHOS DEL NIÑO).
Pocas veces, como ocurre con los juegos, se cumplen tan cabalmente
las condiciones exigidas por la verdadera actividad didáctica.
Se ha definido el juego como «proceso sugestivo y substitutivo de
adaptación y dominio», y de ahí su valor como instrumento
de aprendizaje,
puesto que aprender es enfrentarse con las situaciones, dominándolas
o adaptándose a ellas. El juego tiene, además un valor
«substitutivo», pues durante la primera y segunda infancia es tránsito
de situaciones adultas: por ejemplo, al jugar a las tiendas, a las
muñecas, etc.
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LOS
PIRATAS DEL ESPACIO
+ de 3 años
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Marginar
el juego es privar a la educación de uno de sus instrumentos
más eficaces; así lo han entendido Manjun, Föebel,
Montessori, Decroly, creadores de un importantísimo material
lúdico destinado, sobre todo, a estas edades. Esto no quiere
decir, naturalmente, que las demás edades deban quedar excluidas
del juego; lo que ocurre es que éste cambia al compás
de la madurez general del sujeto y de la evolución de los intereses
infantiles.
El
juego es, en definitiva, una actividad total; por ello, hacer en la
Escuela de Educación Infantil una distinción entre juego
y trabajo, entendiendo por éste una actividad seria y por aquél
una actividad informal o un puro pasatiempo, está fuera de
lugar; y es que nada hay más serio para el niño que
el juego. A él debe, en buena parte, el desarrollo de sus facultades.
Según Götler un «juego o un material de juego es tanto
más valioso cuanto más numerosas y elevadas son las
energías que pone en actividad, y tanto menos estimable cuanto
menos espacio concede al ingenio y a la destreza». El juego es
un recurso creador, tanto en el sentido físico (desarrollo
sensorial, motórico, muscular, coordinación psicomotriz),
cuanto en el mental, porque el niño pone a contribución
durante su desarrollo todo el ingenio e inventiva que posee, la originalidad,
la capacidad intelectiva e imaginación; tiene, además
un claro valor social, puesto que contribuye a la formación
de hábitos de cooperación y ayuda, de enfrentamiento
con situaciones vitales y, por tanto, a un conocimiento más
realista del mundo; por otra parte es un medio de expresión
afectivo-evolutiva, lo que hace de él una técnica proyectiva
de gran utilidad al psicólogo y educador, sobre todo a la hora
de conocer
los
problemas que afectan al niño.
Por
eso hemos elaborado esta Guía, para orientar a educadores,
y en su caso padres, de cómo han de ser los juegos y juguetes
de los niños. Ya que todo el enfoque de la misma parte de
las necesidades del desarrollo del niño, la misma se orienta
a la luz de los modernos programas de desarrollo de las inteligencias
múltiples.
Para
su elaboración se ha recurrido a la experimentación
y al análisis partiendo de juguetes existentes en el mercado
(los juegos que ilustran esta guía pueden encontrarse en
las grandes superficies y tiendas de juguetes de cualquier lugar
de España) y a cuyo fabricante agradecemos el envío
de las muestras.
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