INTRODUCCION
El aprendizaje de la lectoescritura en edades tempranas es un tema controvertido,
lo que ha hecho que, en la Educación Infantil, no fuera considerado
objeto de aprendizaje. En la actualidad, las concepciones sobre las
capacidades de la infancia están cambiando gracias a los datos
que aportan las investigaciones en Psicología del Desarrollo
y de la Educación.
En la Universidad de Oviedo, a partir de 1990, se inició un proyecto
de investigación sobre aprendizajes tempranos, teniendo a la
lectura y escritura como contenidos específicos, con la finalidad
de elaborar un diseño de instrucción para aplicar en el
aula de Educación Infantil, a partir de los tres años.
El proyecto fue subvencionado por el CIDE (Memoria CIDE, 1992) y, en
la actualidad, son ya cuatro promociones las beneficiadas y con resultados
altamente satisfactorios.
Una de las pioneras en Europa en aprendizaje precoz de la lectura ha
sido Rachel Cohen, pero sus esfuerzos han estado orientados a demostrar
que los niños/as son capaces de aprender a leer en edades tempranas.
Nuestras intenciones no se basaban tanto en demostrar que son capaces,
cuanto en verificar que este tipo de aprendizaje son causa del desarrollo
cognitivo y de mejora de las capacidades intelectuales para así
conseguir una auténtica igualdad de oportunidades, consistente
en proporcionar a todos los niños/as, desde el inicio de su escolarización,
la misma oportunidad para desarrollar sus capacidades.
Como las capacidades no se desarrollan en el vacío, necesitábamos
un contenido que nos sirviera de instrumento para el desarrollo cognitivo.
¿Qué contenido se podría elegir para la educación
infantil? Teniendo en cuenta que en Primaria el fracaso escolar viene
derivado por problemas en el aprendizaje de la lectoescritura, unido
al conocimiento de los trabajos de Rachel Cohen, consideramos que ésta,
la lectoescritura, es un instrumento básico de nuestra cultura
y que su tardío y mal aprendizaje era motivo de fracaso escolar
en muchos alumnos/as, por lo que sería conveniente introducir
su aprendizaje en Educación Infantil.
Cuando un contenido tiene que ser aprendido, previamente debe ser analizado
y organizado, de acuerdo con las posibilidades reales y potenciales
de los aprendices para que produzca un aprendizaje significativo y,
ese contenido sea instrumento de desarrollo cognitivo. La mejora de
las capacidades cognitivas sólo es posible facilitando la construcción
de conocimiento, no existe otra alternativa posible.
Desde estos presupuestos, elaboramos un diseño de instrucción
para la lectura y la escritura, partiendo del sujeto que aprende, de
sus posibilidades reales, pero también de sus potenciales y de
las características del contenido.
Desde las características del contenido, basándonos en
la psicología de la lectura, realizamos un análisis del
contenido y un análisis de tareas para facilitar el proceso de
aprender de los sujetos, partiendo de las preguntas: ¿Qué
hacemos cuando leemos? ¿Qué hacemos cuando escribimos?
Para descubrir y analizar los complejos procesos implicados, tanto en
el aprendizaje de la lectura como en el de la escritura.
Desde las características de los sujetos, basándonos en
la psicología del desarrollo y en la psicología del aprendizaje,
nos preguntamos ¿cómo aprendemos?¿Qué procesos
están implicados en el aprendizaje y cómo se activan?¿Qué
diferencia existe entre un aprendiz de tres años y otro de diez,
por ejemplo? ¿Es verdaderamente el aprendizaje el motor del desarrollo
o tenemos que esperar a que el niño/a alcance un determinado
nivel de desarrollo para que se pueda enfrentar con éxito a determinados
aprendizajes?
Para contestar a estas preguntas, partimos de un enfoque integrador
de las distintas teorías del desarrollo y del aprendizaje, que
nos sirvieron de guía para construir un modelo de instrucción,
evolutivamente adecuado, que permite intervenir en el desarrollo, potenciándole,
y con un plan de acción para el aula que presentamos muy resumido,
a continuación, validado empíricamente en cuatro promociones
de Educación Infantil, en el Colegio Público José
Bernardo, de Sama de Langreo, Principado de Asturias.
La clave de nuestro modelo de instrucción radica en la actividad
cognitiva del sujeto mientras aprende y los procesos y estrategias que
son activadas a partir del contenido, objeto de aprendizaje, en un contexto
interpersonal; considerando al aprendiz como un ser activo que tiene
que construir su propio conocimiento de forma significativa.
En resumen, nuestra meta es que durante el aprendizaje de la lectura
y la escritura aprendan a aprender y, puesto que aprender es una actividad
del pensamiento, aprendan a pensar.
La ponencia la hemos organizado, dada la limitación de espacio,
en cuatro apartados:
1.- Análisis de la lectura como
contenido de aprendizaje: Análisis de tareas.
2.- Análisis de escritura como contenido de aprendizaje: Análisis
de tareas
(Sin estos planteamientos teóricos no se puede entender el plan
de acción para el aula ni garantizar el éxito en aprendizaje
y por tanto, un aprendizaje significativo)
3.- Propuesta de un modelo de instrucción para el aprendizaje
de la lengua escrita en la 2ª etapa de Educación Infantil.
(Breve resumen de las tareas propuestas en los tres niveles. Ilustraciones
con algunas fotografías)
4.- La mejora de las capacidades intelectuales con el aprendizaje de
la lengua escrita en edades tempranas.
(Breve resumen del diseño de investigación financiado
por el CIDE para demostrar la validez del diseño presentado)
1.- ANÁLISIS DE LA LECTURA
COMO CONTENIDO DE APRENDIZAJE: ANÁLISIS DE TAREAS
El proceso de enseñanza-aprendizaje de la lengua escrita, adolece
de una teoría psicológica que le sirva de soporte y guía
en la práctica educativa; no obstante, la psicología de
la lectura proporciona una base importante al tratar de descubrir los
procesos implicados en la conducta lectora. ¿Qué sucede
cuando leemos? Esta es la pregunta básica para iniciar el análisis
de un contenido de aprendizaje tan complejo, como es la lectura que exige
coordinar una amplia variedad de procesos mentales, siendo cada uno de
ellos, complejos en sí mismos. Para dar una respuesta ordenada
a la pregunta, analizaremos, por una parte, las actividades implicadas
en asignar un significado lingüístico-léxica a los
símbolos escritos, dando lugar al reconocimiento de palabras y
por otra, a las que se refieren a la comprensión del texto, siendo
responsables de combinar y organizar los significados de las palabras,
hasta alcanzar el significado del texto o, lo que es lo mismo, traducir
las letras impresas al lenguaje hablado y comprender la lengua escrita.
1.1.- Reconocimiento de palabras
El reconocimiento de palabras consiste en asignar un significado lingüístico-lexical
a los símbolos escritos. Cuando se consigue, se ha construido un
esquema mental que detectará, identificará, esa palabra
en cualquier contexto, porque se posee una representación mental
(esquema) de ella en la Memoria a Largo Plazo (M.L.P.). Reconocer una
palabra es construir un detector exclusivo para ella (Morton, 1981, 1983);
a medida que el número de detectores de palabras crece, hace posible
acceder al significado de mayor número de ellas, lo que supone
un enriquecimiento del léxico. Este léxico garantiza la
formación de una especie de diccionario mental, compuesto por distintos
detectores de palabras, que almacenamos en la M.L.P.
En el proceso de adquisición del lenguaje oral, los niños,
a través de las diferentes situaciones interactivas con los adultos,
van construyendo, gradualmente, detectores o representaciones internas
del significado de las palabras orales, vía auditiva, lo que les
permite la comprensión del discurso oral. El proceso es semejante
al que hemos descrito para el reconocimiento de los símbolos escritos;
lo único que cambia es la vía de acceso, que en este caso,
es la visual.
Para el acceso al significado de la palabra escrita, existen dos vías
o rutas: a) la vía léxica, directa, que implica una codificación
visual y b) la vía fonológica, indirecta, que supone una
recodificación fonológica. (Jorm y Share, 1983)
Vía lexica.- Consiste en la reconversión
de la palabra escrita en su versión oral. Cuando la palabra impresa
aparece ante los ojos de los niños y les decimos su significado
oral, estamos induciéndoles a que emparejen esa palabra con la
representación interna, que ya poseen, de su significado oral.
Después de repeticiones sucesivas serán capaces de realizar
una codificación perceptiva, visual, al llevar a cabo una discriminación
de la palabra; abstraen su significado comparándolo con los conocimientos
previos (detectores de la palabra oral) haciendo así posible su
reconocimiento.
Vía fonológica.- Consiste en traducir los
símbolos gráficos (letras) en fonemas, utilizando como mediador
el lenguaje oral. A partir del análisis preceptivo el niño
abstrae el significado relacionándolo con los conocimientos previos
(fonológicos). Se produce una recodificación; es decir,
pasar de un código visual y ortográfico a otro código:
el de los fonemas. En este caso, lo que el niño tiene que emparejar
con la representación interna, no es ya la palabra escrita sino
la reconstrucción de esa palabra, fonema a fonema.
Este tipo de recodificación implica la necesidad de aprender la
correspondencia entre los fonemas y grafemas que caracteriza a la escritura
alfabética. El dominio de esta correspondencia exige tiempo y la
adquisición de determinadas habilidades cognitivas, para llegar
a conseguir su automatización.
Es obvio, que si nos preguntamos qué vía utilizamos preferentemente,
la respuesta es que ninguna en particular, las dos son utilizadas simultáneamente
cuando leemos; esta es la razón por la que nuestras intenciones
son el conseguir que los niños lleguen a utilizar, lo antes posible
y simultáneamente, las dos vías.
Presentar al niño un cartel con la palabra acompañada del
dibujo correspondiente, hace posible que utilice la vía léxica
antes del conocimiento de las letras que forman la palabra (fonemas).
El primer encuentro con la lengua escrita no se resuelve con un conocimiento
inmediato, de ahí la necesidad de una repetición activa,
y el dibujo le ayuda a que esta repetición sea siempre significativa;
es decir, que se produzca la traducción de la palabra impresa al
lenguaje hablado. Cuando los niños reconocen las primeras palabras,
vía léxica, éstas las utilizamos como conocimientos
previos (un lexicón muy -limitado) para dar significado a las letras
que componen las palabras; si no lo hacemos así, las letras serían
meras abstracciones, sin ningún significado para el niño.
El comenzar primero por la vía léxica para dar significado
a la vía fonológica, tiene por finalidad la utilización
de las dos vías simultáneamente y de forma gradual.
1.2.- Combinación de los significados de las palabras para
llegar al significado del texto
El proceso de lectura no se agota en el reconocimiento de palabras; además,
las palabras no las conoce una a una sino dentro de un contexto lingüístico
que significa seguir el siguiente proceso:
a.- Asignar un significado a cada palabra
escrita.
b.- Construir unidades de significado más amplio que el lexical,
construcción de enunciados y oraciones.
La estrategia ejecutiva para la combinación
de palabras se refleja, por una parte, en la lectura de frases en las
que se incluyen palabras conocidas y, por otra en construcción
de frases orales a partir del reconocimiento de una palabra escrita. ¿Por
qué se incluyen palabras conocidas? Para que, a pesar de la limitación
de la amplitud de memoria a corto plazo o Memoria operativa, pueda utilizar
simultáneamente la vía léxica y la fonológica.
Si las frases estuvieran formadas por palabras no conocidas (no pertenecientes
a su lexicón), tendría que utilizar la vía fonológica,
que es lo mismo que emparejar el grafema y el fonema, traducción
que, necesariamente, ocupa espacio en su memoria. Su atención se
centra en la conversión grafema a fonema en detrimento del significado
de la frase. La vía léxica es más rápida,
liberando, en parte, su atención, permitiéndole el acceso
al significado de la frase o del texto y su comprensión lo que
significa que la velocidad lectora (asegurada utilizando preferentemente
palabras conocidas -vía léxica-) garantiza la comprensión.
c.- Construcción de un contexto significativo
es otra estrategia ejecutiva para guiar y mediar el proceso de comprensión
lectora. Recordemos que en el reconocimiento de palabras predominan los
procesos perceptivos-atencionales; los niños tienen que detectar,
percibir la palabra (estímulo), discriminarla y abstraer su significado,
accediendo a los esquemas (detectores) que posee en la M.L.P. Esto le
permite reconvertir la palabra escrita en su versión oral; pero
aquí no se termina el proceso; además, en la comprensión
lectora, existe un proceso de creación, cuya finalidad es extraer
el significado global (macroestructura) que organiza los significados
parciales en un todo (Kintsch y van Dijk, 1978). Ello es posible cuando
los niños poseen la información oral previa sobre ese texto
para que puedan organizar, significativamente, las oraciones, como partes
integrantes de un todo: el relato o historia.
d.- Construcción de un modelo mental de un guión o relato.
Las oraciones forman parte de un guión o de un relato. El niño
debe tener comprensión oral de los hechos fundamentales de esa
historia y, dada su limitación atencional y operativa, si la historia
le es familiar (guión-palabras que incluye) el niño podrá
reconstruirla con sus propias palabras, seleccionando y abstrayendo los
elementos más relevantes, organizándolos secuencialmente,
dentro de un todo coherente. Para conseguirlo, tendrá que contar
con conocimientos previos: sobre el texto (cuento familiar) y sobre las
palabras que lo componen.
Estrategia ejecutiva:
- Cuentos infantiles.
- Textos sencillos referentes al contenido de las unidades didácticas.
- Esquema de escenas, sucesos e historias. (Desenlace).
Este contexto creado durante y para la interpretación
del mensaje escrito, viene a ser como construir un andamiaje basado en
su conocimiento del mundo o modelo mental sobre escenas, sucesos, historias
y que le va a permitir crear, abstraer un significado global y, por lo
tanto, la comprensión del texto.
En suma, hay que tener siempre presente el papel que juegan los conocimientos
que el niño tiene de los textos o relatos, porque cuando leemos,
utilizamos conocimientos sobre lo que cabe esperar del cuento, conocimientos
que incluyen las características prototípicas que todo cuento
posee, denominada gramática de cuentos.
Por lo que se refiere a la lectura de textos de los contenidos estudiados
en la unidad didáctica correspondiente, el niño se enfrenta
a ellos después de haberlas estudiado oralmente, lo que significa
que posee los conocimientos relativos al tema para hacer posible el proceso
lector.
En función de lo expuesto, puede dar la impresión de que
nos hemos definido por el enfoque ascendente -o de abajo a arriba- ya
que en la secuencia establecida vamos de lo más simple (reconocimiento
de palabras) a lo más complejo (construcción del significado
global de textos sencillos).
El enfoque descendente, de arriba abajo, tiene lugar cuando se parte del
significado global del texto (macroestructura) al reconocimiento de palabras.
Para que ello suceda, deben poseer los niños cierto dominio léxico
y fonológico y, para conseguir este dominio, hay que utilizar el
ascendente, en primer lugar. Cuando el niño lee' un cuento, del
que conoce su trama y desenlace, se activa el modelo mental acerca de
ese suceso o historia, que posee en la M.L.P., lo que le permite anticipar
lo que viene a continuación de lo que está leyendo y, a
partir de ahí, pasa al reconocimiento de palabras y fonemas.
Al final de la educación infantil, y especialmente en 1º y
2º de Primaria, es posible que los niños puedan utilizar,
de forma interactiva, tanto la forma ascendente como la descendente, al
menos nuestras intenciones van encaminadas en esa dirección, utilizando
siempre, como andamiaje, textos conocidos y cuentos populares adaptados
a su conocimiento léxico, en particular y a su conocimiento del
mundo o entorno, en general.
Los modelos interactivos, según Lesgold y Perfetti (1981), defienden
que ambos tipos de procesos, ascendente y descendente, intervienen a la
vez. Esto es lo que hace posible el aprender leyendo.
2.- ANÁLISIS DE LA ESCRITURA
COMO CONTENIDO DE APRENDIZAJE: ANÁLISIS DE TAREAS
La escritura, como contenido (procedimental) de aprendizaje, no es contemplada
como tal en la educación infantil; los objetivos relacionados con
la escritura se determinan en función de la adquisición
del dominio del trazo, la coordinación viso-motriz y la adquisición
de la denominada motricidad fina. Por ello, todas las actividades se definían
en función de estos objetivos siendo, además, considerados
como actividades "prototipo" de la educación infantil
en torno a los que siempre giraban las actividades de los niños,
de forma repetitiva.
Aun considerando la bondad de este tipo de actividades, debemos precisar
que no son las únicas para alcanzar el dominio de la escritura,
como veremos a continuación, ni es necesario dedicarles tanto tiempo.
Los niños adquieren este tipo de habilidades motrices relativamente
pronto, siempre que les demos la oportunidad y que ésta sea eficaz;
es decir, esté relacionada con otro tipo de tareas básicas
que definen el proceso de escribir.
Para poder adentrarnos en el análisis de este contenido, es necesario,
al igual que hicimos con la lectura, llevar a cabo un análisis
de tareas, que nos ilustrará sobre las ejecuciones y competencias
que el niño debe poseer, para conseguir aquellos procedimientos
y destrezas necesarios para escribir.
El punto de partida de nuestro análisis puede ser la respuesta
al siguiente interrogante: ¿Qué hacemos cuando escribimos?
Respuesta sin duda compleja puesto que son varias las tareas que realizamos,
y cada una de ellas es, a su vez, compleja en sí misma y además
están relacionadas con el ámbito lingüístico,
oral y escrito y con procesos motores.
Traduciéndolo al dominio específico de la escritura, podemos
establecer las secuencias ejecutivas siguientes:
a).- Planificación del mensaje
y construcción de la estructura sintáctica.
b).- Búsqueda de la forma ortográfica de las palabras.
c).- Adquisición de esquemas motores gráficos.
2.1.- Planificación del mensaje
La planificación del mensaje es, sin duda, una de las tareas más
complejas, puesto que supone activar una serie de ejecuciones y competencias
cognitivas que tienen que ver con:
a) La selección de la información
(contenido), que incluye palabras, grafemas y significados.
b) La búsqueda en la M.L.P. de las representaciones exactas de
la codificación léxica que es, en definitiva, la que va
hacer posible este tipo de procesos.
c) La ordenación y organización de ese.
d) Revisión del mensaje.
e) Por último, la construcción de la estructura sintáctica,
de las estructuras gramaticales que permiten expresar el mensaje.
2.2.- La búsqueda de la forma
ortográfica de las palabras: Asignar formas gráficas a los
sonidos
Si la planificación del mensaje se caracteriza por su complejidad,
sobre todo cuando se trata de la redacción de textos, la búsqueda
de elementos léxicos, o lo. que es lo mismo, los procesos que tienen
que ver con el léxico, es la tarea más importante si se
considera que este análisis se realiza con la intención
de que los niños de la educación infantil descubran la escritura.
Si los niños no poseen la representación mental de la forma
ortográfica de las palabras, difícilmente aprenderán
a escribir ¿Como se llega a la forma ortográfica de las
palabras? Nos estamos moviendo dentro del campo lingüístico,
por lo tanto se puede llegar a través de dos vías o rutas:
1.- Una vía directa: la ortográfica
o léxica.
2.- Una vía indirecta: la fonolágica.
Vía ortográfica o
lexical. Este camino comienza por la activación del significado
a partir del mensaje que se quiere transmitir; se busca la palabra o palabras
correspondientes a ese significado, lo que implica activar su representación
mental ortográfica. Esta representación ortográfica
se obtiene de los esquemas correspondientes al vocabulario visual: lexicón
ortográfico que los niños han construido a partir del descubrimiento
de la lengua escrita, lo que posibilitó la creación de detectores
visuales u ortográficos (uno por cada palabra escrita) desde los
cuales puede acceder a la forma gráfica de las palabras en la M.L.P.
Esta vía se considera directa porque el sujeto recupera la representación
ortográfica directamente del léxico mental. Esta ruta no
sirve para palabras desconocidas; para éstas, será necesario
utilizar-la fonológica o indirecta, teniendo en cuenta que, si
se trata de una palabra de ortografía arbitraria, puede cometer
errores.
Vía fonológica. Se parte del mensaje que
se quiere escribir, igual que en la ortográfica o léxica;
se activa la representación fonológica de la palabra y se
ejecuta la conversión de los sonidos que componen cada palabra,
en signos gráficos, utilizando e mecanismo de conversión:
fonema-grafema.
Una vez que el niño posee la representación grafémica
de los fonemas, es capaz de escribir, pero esta ruta no garantiza los
mecanismos para emplear una ortografía correcta, pues existen muchos
fonemas que se .representan por distintos grafemas, por ejemplo: v-b;
g-j; c-z. También palabras con hora-ora; hola-ola; entre otras.
Ambas rutas funcionan conjuntamente a través de lo que se denomina
el almacén grafémico. En el aprendizaje inicial se utiliza
preferentemente la léxica (directa) para garantizar una ortografía
correcta de las palabras y una escritura más fluida que permita
una 'planificación mejor del mensaje. Cuando el niño encuentra
dificultad, recurre rápidamente a la fonológica.
2.3.- Procesos motores
El proceso léxico garantiza la forma ortográfica de la palabra
pero no los movimientos que se deben realizar para representarlas sobre
el papel.
Cuando se posee la representación grafémica, significa que
se posee una representación abstracta de la secuencia de letras
que constituyen la palabra. Por ello, cuando se sabe escribir una palabra,
se puede hacer con mayúsculas, con letra de imprenta o script.
Además de la secuencia hay que tener en cuenta:
a) La selección del tipo de letra:
cada letra se puede escribir de forma diferente; esas formas las estructuramos
en la M.L.P. y reciben el nombre de alógrafos.
b) Traducir los alógrafos en movimientos musculares que permitan
su representación gráfica. Ello nos lleva al aprendizaje
de esquemas motores gráficos. Es el paso del campo lingüístico
al motor.
c) El aprendizaje de esquemas motores gráficos incluye: secuencia,
dirección y tamaño. En este tipo de aprendizaje intervienen
componentes neuromusculares. Se trata de una tarea de carácter
perceptiva-motora compleja puesto que supone movimientos coordinados.
d) La existencia de patrones motores como responsables, en parte, de
esos movimientos coordinados, patrones que el niño recupera de
su M.L.P. pero que deben ser corregidos para que su ejecución
se ajuste, lo más posible, a la representación grafémica.
Estos patrones motores serán diferentes si se escribe a mano
o a máquina.
3.- DEL ANALISIS TEORICO A LA PRACTICA
EDUCATIVA: Propuesta de un modelo de enseñanza-aprendizaje
de la lengua escrita en la 2ª etapa de Educación Infantil
El diseño de instrucción que presentamos está basado
en un modelo de aprendizaje mediado en el que el descubrimiento y la participación
hacen posible un aprendizaje significativo de la lecto-escritura.
El aula es, sin duda, el escenario por excelencia donde tiene lugar la
construcción del conocimiento a través del proceso enseñanza-aprendizaje,
escenario que no sólo hace referencia a la concepción y
organización del espacio físico, sino también a la
concepción del sujeto, al tipo de relaciones interpersonales y
de interacciones que deben producirse para crear una dinámica en
la clase, distinta de la tradicional. En suma, creamos un escenario físico
y psicológico, específico, para la optimización del
desarrollo del sujeto de educación infantil.
a) El escenario físico, lo hemos adecuado a las
características de los niños y a los contenidos utilizados
para conseguir nuestras intenciones educativas. Es un escenario que facilita
la interacción, la autonomía y la espontaneidad de los niños,
al mismo tiempo que están rodeados de un ambiente letrado, puesto
que es una clase donde uno de los contenidos utilizados es el descubrimiento
de la lengua escrita. Los objetos que se encuentran en la clase tienen
su nombre escrito, para que el niño asocie siempre el objeto con
su nombre escrito. Se comienza por poner el nombre de cada niño
en su mesa, silla y perchero.
Además este espacio está organizado para facilitar la interacción
y el trabajo en grupo (gran grupo-pequeño grupo) y también
el individual. Las mesas se distribuyen de tal forma que un grupo de 5
ó 6 niños pueda" interactuar y compartir materiales.
El lugar para la asamblea hace posible la interacción del gran
grupo. Los espacios más pequeños o "rincones"
se dedican para las actividades individuales o de interacción entre
dos o tres niños.
Además de los rincones o talleres tradicionales, incluimos los
relacionados con la lengua escrita: el rincón de las palabras,
el rincón del ordenador.
b) El escenario psicológico y/o interpersonal. Se procura
que los niños tengan un ambiente distendido y flexible, donde se
respete la espontaneidad y creatividad, sin controlar en exceso su movilidad,
lo que no significa que, de forma gradual, los niños vayan adquiriendo
cierto control del movimiento y de su actividad. Todas las actividades
se presentan bajo una dinámica lúdica, no competitiva, tratando
siempre de favorecer el sentimiento de competencia personal, asegurándonos
de que sus actividades vayan acompañadas de éxito, entendiendo
por tal el sentirse capaces de realizar las tareas propuestas, aunque
sea con ayuda del adulto o de sus iguales. Lo que se pretende es que surja
en ellos la tendencia hacia la motivación del logro frente a la
de evitación del fracaso.
Al mismo tiempo, de forma gradual y aprovechando las situaciones que surgen
en la clase sobre atribución de resultados, les orientamos hacia
una atribución del esfuerzo.
c) Los materiales
Los materiales que utilizamos son fácilmente accesibles para el
maestro/a, tanto en su realización como en su costo, puesto que
utilizamos, básicamente, folios blancos para los carteles con las
palabras y cartulinas para utilizarlos como murales. Con sólo estos
materiales sería posible aplicar nuestro diseño. A estos
materiales le podemos añadir otros existentes en el mercado, como
los abecedarios de letras móviles, pizarras magnéticas con
letras móviles y juegos de auto-dictado. El ordenador completarían
el material a utilizar.
3.1.- TAREAS SELECCIONADAS PARA
EL DESCUBRIMIENTO DE LA LENGUA ESCRITA
A).- Para la lectura:
1.- Reconocimiento de palabras escritas:
Asignar un significado a cada palabra escrita.
2.- Descubrimiento y reconocimiento de las vocales y consonantes.
3.- Lectura de frases.
4.- Lectura comprensiva de textos sencillos.
5.- Comprensión y memorización de textos fáciles
y breves.
6.- Uso del diccionario.
B).- Para la escritura:
1.- Grafía de las vocales y de
las consonantes.
2.- Escritura de su nombre.
3.- Escritura de palabras y frases en el ordenador.
4.- Escritura de palabras y frases en el encerado y en folios.
5.- Escritura de textos sencillos.
7.- Iniciación a la ortografía.
8.- Uso del diccionario.
A partir de estas tareas, concretamos las
actividades específicas que se realizan en el aula.

Estructuración del lenguaje oral a partir de la palabra escrita
Con esta actividad pretendemos desarrollar el lenguaje oral como mediador
para la lengua escrita.
3.2.- NIVEL DE 3 AÑOS: DESCUBRIMIENTO DE PALABRAS Y FONEMAS.
El descubrimiento y reconocimiento de palabras está presente en
los tres niveles de la 2ª etapa de Educación Infantil. Comenzamos,
en primer lugar, la vía léxica consistente en la reconversión
de la palabra escrita en su versión oral. El material utilizado
son carteles con las palabras seleccionadas para la lectura de la primera
unidad didáctica: La casa y la familia. Estas palabras las escribimos,
cada una de ellas, en un cartel presentadas en tres fases:
1ª.- Presentación del cartel
con la palabra escrita y el dibujo que la representa.
2ª.- Presentación del cartel sólo con la palabra.
3ª.- Presentación de todas las palabras seleccionadas para
la lectura, en un mural con el artículo correspondiente, gradualmente,
a medida que las aprenden.
Partiendo de estos materiales se llevan
a cabo distintas actividades cuyas estrategias ejecutivas son las siguientes:
a) Asociar Palabras. La
maestra muestra una palabra y la pronuncia en voz alta. Los niños
con el referente visual (el cartel con la palabra escrita) y el referente
auditivo (pronunciación de la palabra por la maestra) buscan, de
entre las de la alfombra, la palabra igual y la cogen. Se la muestran
unos a otros para comprobar si tienen la misma. Si algún niño
se equivoca, se da cuenta de ello y la maestra le anima a que siga "buscando"
la palabra. Los otros niños le ayudan e interactúan unos
con otros y con la maestra, tratando ésta de que ningún
niño se aísle y todos realicen la actividad con éxito.
Cuando todos los niños tienen la palabra en la mano, la maestra
pregunta ¿Qué palabra tenéis en la mano? Los niños
contestan diciendo la palabra.
Entonces la vuelven a poner sobre la alfombra.
A continuación, la maestra les muestra otra palabra de las colocadas
en la alfombra y se repite el proceso.

Ejemplo: para un equipo de ocho niños
y dentro de la Unidad Didáctica de la "casa", en una
semana se trabajaron las palabras cuna, cama, habitación.
La maestra las pone desordenadas en la alfombra y a una orden, después
de escribir la palabra "cuna" en la pizarra y de pronunciarla,
les sugiere que la busquen. Los niños la cogen y la dicen todos
a la vez "¡cuna!”.
b) Identificación de las palabras, consiste en decir el
referente auditivo y no presentar el visual; es decir, la maestra pronunciará
una palabra y los niños la buscarán en la alfombra sin habérsela
mostrado previamente.
Una vez que la encuentran y la pronuncian todos a la vez, palmean sus
sílabas. (En el nivel de tres años no es necesario decir
a los niños la palabra sílaba, se puede decir "golpes").
c) Codificación visual y recuerdo (construcción
de detectores de palabras), la maestra repartirá los carteles con
las palabras trabajadas entre los niños, de tal manera que todos
tendrán el mismo número de palabras (4 ó 5), pero
colocadas de manera libre, sin orden prefijado, delante de cada uno de
los niños. En esta fase los carteles contienen únicamente
la palabra escrita.
Cada niño irá "nombrando" las palabras; si alguno
duda en su reconocimiento la maestra o los otros niños le prestan
ayuda para recordarlas. Con esto, los niños adquieren la representación
mental de la palabra que enriquecerá su léxico visual.
d) Actividades de entrenamiento. Para consolidar lo aprendido
realizaremos actividades de repetición activa; entendemos por tal
cuando lo que se repite es significativo. Este tipo de actividad garantiza
que los esquemas poseídos se recuerden, se automaticen para que
no ocupen espacio operativo cuando los utilizamos en la construcción
de nuevos conocimientos. Si lo conseguimos, significa que el sujeto ha
mejorado su funcionamiento cognitivo.
e) Palabras con el artículo. En otro momento de
la sesión diaria y en gran grupo, los niños con la maestra,
irán diciendo, de manera colectiva, las palabras precedidas del
artículo correspondiente. Estas palabras están escritas
en una cartulina de manera vertical y .puestas en lugar visible a todos
los niños. Son las palabras referidas a la Unidad Didáctica
correspondiente.
f) Rincones. En el rincón
de las palabras las actividades que se ejecutan son siempre de entrenamiento
y consolidación de lo aprendido, bien sean las de la cartulina
a manera de puzzle o las letras para formar palabras de los carteles,
todas ellas se refieren siempre a la programación anterior.
El rincón del ordenador les sirve para acceder al programa elaborado
de acuerdo con la unidad didáctica correspondiente y visualizar
las palabras de los carteles en contextos significativos; tienen una nueva
ocasión para su reconocimiento a través de un instrumento
distinto y atractivo para ellos. Esta actividad se realiza a partir del
segundo trimestre.
Se aprovechan todas las ocasiones que, de acuerdo con la dinámica
de la clase, se presentan, para repasar palabras ya sabidas. Este tipo
de estrategias, que forman parte de la actividad escolar, va a suponer
que el niño posea, de manera progresiva, la experiencia de que
esta repetición significativa hace posible que sea competente en
sus actuaciones, igual que sus compañeros, lo que repercutirá
en su motivación, como explicamos a propósito del escenario
psicológico.
Todas las ESTRATEGIAS descritas se basan en la utilización de la
ruta léxica para el descubrimiento de la lengua escrita pero, de
acuerdo con el análisis de tareas realizado; también introducimos
la ruta fonológica desde el primer momento, pues nuestras intenciones
son que lleguen a usar ambas vías simultáneamente
Vía fonológica: secuencias ejecutivas
La introducción de la ruta fonológica consiste en traducir
los signos gráficos (letras) en fonemas, lo que supone considerar
las siguientes secuencias ejecutivas:
Pasar del código visual y ortográfico al código de
los fonemas. Identificar los fonemas en las palabras.
Las actividades elaboradas para tal fin, las hemos dividido en:
a.- Descubrimiento de las vocales.
b.- Descubrimiento de las consonantes.
a) Descubrimiento de vocales.
Para conseguirlo, proponemos estrategias en las que los niños/as
comparen, ortográfica y fonéticamente, palabras significativas
como sus nombres. Así los nombres Pablo, Alberto, Rocío
se parecen porque todos terminan en "o". También, al
decir oralmente Pablo, Alberto, Rocío, el último sonido
es la “O”. Hacemos énfasis en la vocalización
de la "o".
Pasamos a la actividad principal consistente en escribir en la pizarra
la "o", cantan todos una canción referida a la vocal
o. Buscan esta vocal en sus nombres escritos en una pegatina colocada
encima de sus mesas y también el las palabras escritas en los carteles.
Se hace el cartel de la letra "O" y se pone en sitio visible.
Se escribe con minúscula y también con mayúscula.
Para conseguir la discriminación de las vocales también
realizamos juegos fonéticos. Por ejemplo: jugamos a decir palabras
que comiencen por "O": osos, ojo, oreja, etc., etc.
Las mismas estrategias se realizan con cada una de las vocales.
Se amplían los juegos: por ejemplo, con el nombre de algún
niño o niña. Ana. Les proponemos cambiar la última
letra "a" por otras vocales, la maestra las irá escribiendo
en la pizarra y los niños la acompañarán en la pronunciación
de la palabra resultante: /Ane /, Ana/, Ani/, Anu/.
Otra variante sería cambiar la primera vocal, o bien cambiar las
dos. Así, de Ana, tendremos: ene - ini - ono-, etc.
Todas estas actividades sirven, a la vez, de entrenamiento para que su
reconocimiento quede suficientemente consolidado y de generalización;
cuando son capaces de decir palabras de su léxico particular que
incluyen las vocales estudiadas.
b) Descubrimiento de consonantes: Estrategias ejecutivas
Una vez que los niños discriminan y reconocen las vocales, pasamos
al descubrimiento de las consonantes, tratando que los niños establezcan
la correspondencia grafema-fonema. Para ello proponemos a los niños
una serie de estrategias, las más variadas posibles, globalizadas
y mediatizadas por la maestra. Partimos de las palabras conocidas por
la ruta léxica como actividad previa.
.- "Comparación ortográfica y fonética de palabras
relacionadas fonéticamente"
Así, en la Unidad Didáctica "El Cuerpo", una semana
se trabajan las palabras relacionadas con la cara: ojo, oreja, ceja. Aprovechamos
para que los niños infieran que la consonante JOTA (j) suena /j/,
después de comparar la forma de las palabras citadas: ojo, oreja
y ceja, y también deducir que todas tienen el sonido J. Entonces
se dice a los niños que la J se llama jota y se hace el gesto del
alfabeto de Gaberina al mismo tiempo que nos fijamos en el punto de articulación.
Se coloca en la pared el cartel con la "j" mayúscula.
y minúscula. Se sugiere a los niños que la señalen
en las palabras de los carteles.
Al final de la etapa de tres años reconocen todas las letras del
alfabeto.
.- Los niños buscan en sus nombres la "j". Aquellos niños
que la tienen la señalan a sus compañeros. La maestra escribe
los nombres de esos niños en la pizarra: Javier, Jesús,
Julia.
Observamos que, en Javier, la "j" va acompañada ge la
"a"; en Jesús va acompañada de la "e"
y en Julia la jota va acompañada de la "u"; decimos las
sílabas y las pronunciamos acompañando con el gesto del
alfabeto de Guberina, (ja), (je), (ji), (jo), (ju).
.- Proponemos juegos fonéticos para buscar palabras que puedan
llevar la consonante "j". Así decimos: vamos a decir
palabras que empiecen por (ja). Los niños van diciendo jabón,
jamón, etc.; después diremos que digan las que empiecen
por (jo) y otras que empiecen por (je). Se tendrá especial cuidado
con este fonema por tener dos grafemas "j" y "g",
con las vocales "e", "i".
En el ordenador descubren las vocales y las consonantes trabajadas y,
de forma espontánea, reproducen los grupos fonéticos utilizados
y, algunos niños, escriben su nombre.
.- Grafía de las letras: Estrategias ejecutivas
El proceso de enseñanza-aprendizaje de las grafías de las
vocales, se comienza en el segundo trimestre, de tres años, cuando
los niños alcanzan cierto control y dominio del trazo, a partir
de actividades de preescritura.
Para lograr este dominio, se desarrolla la motricidad y la coordinación
óculo-manual a través del desarrollo perceptivo y motor,
por medio del dibujo, pintura y producción de trazos discontinuos
y continuos (verticales, horizontales, bucles, grecas, giros, caminos,
laberintos,...) con materiales blandos y discontinuos, superficies, aire,
pizarra, papel de embalaje, folios, etc.
Se hacen círculos con la direccionalidad correcta (izquierda, derecha,
contrario a las agujas del reloj).
Diariamente y de manera significativa tendremos una sesión de preescritura,
tratando que el niño esté relajado y lo haga cómoda
y agradablemente, sin crispaciones y cogiendo de manera adecuada los instrumentos.
Muchas de estas actividades se apoyan en ejercicios rítmicos; ejemplo:
la maestra toca palmas, los niños harán verticales, etc.
También aprovechamos para realizar actividades significativas:
trozos de caminos relacionados con la U.D.; castillos para verticales
y horizontales, etc.
Una vez que los niños son capaces de realizar espontánea
y conscientemente el círculo, podemos empezar a trabajar la grafía
de las vocales.
Previamente, cuando se escriben las vocales, poseen la representación
de las formas en las que puede representar cada letra (alógrafos)
y, por lo tanto, diferencian y reconocen las vocales. Apoyamos la escritura
de las mismas con canciones. (Rosa Fout).
La maestra y los niños cantan la canción de una vocal; al
mismo tiempo que la maestra la va escribiendo en la pizarra, sugiere a
los niños que hagan el movimiento en el aire. A continuación,
por grupos, la van escribiendo en la pizarra, mediando la maestra en los
casos que sea necesario. El paso siguiente consiste en escribirla en un
folio, previa la elaboración del cartel con la vocal trabajada.
Los carteles elaborados con las vocales se colocarán en la pared,
en sitio visible, y representan la letra minúscula y la mayúscula.
En este nivel de tres años, cada niño reconoce las vocales
en el ordenador sin dificultad, puesto que posee la representación
mental de su forma escrita (alógrafo). De forma espontánea
escriben su nombre.
3.3.- Nivel de cuatro años
Al considerar que el aprendizaje significativo se basa en el principio
de conocimientos previos, en el nivel de cuatro años, los objetivos
son, en su mayoría, los mismos que en el nivel anterior; seguimos
aumentando su léxico visual (diccionario mental visual) a través
de las palabras de las nuevas unidades didácticas. Seguimos con
la ruta fonológica, considerando la correspondencia grafema-morfema
para conseguir el objetivo de que todos los niños alcancen la representación
grafémica, (representación de la secuencia de letras que
constituyen la palabra) para introducir la escritura de palabras y oraciones.
Ruta léxica
Presentación de nuevas palabras cuya estrategia ejecutiva sigue
siendo la misma de tres años. Cada semana se presentan un número
determinado de palabras (4 ó 6) seleccionadas a partir de la unidad
didáctica correspondiente. A nivel de gran grupo, se escribe la
palabra en el encerado y se presenta el cartel correspondiente; los niños
la corean varias veces. A continuación. se lleva a cabo la actividad
descrita en el nivel de tres años a partir de los equipos existentes
(pequeños grupos). De forma rotativa, la maestra, con cada pequeño
grupo, repite la estrategia de asociar palabras, identificarlas, codificarlas
y recordarlas.
A partir del segundo trimestre, teniendo en cuenta que la capacidad perceptiva-atencional
de los niños ha mejorado sensiblemente, se trabajan estos aspectos
simultáneamente; es decir, el proceso de construcción de
los detectores visuales de la palabra de realiza en menos tiempo, lo que
se traduce en la siguiente estrategia:
Se da a cada niño 4 ó 5 carteles en los que está
incluida la palabra nueva presentada en la sesión de clase, las
manipula a su gusto, en el orden que quiera. Se les manda coger una palabra
concreta y pronunciarla correctamente, haciendo lo mismo con las restantes.
Después de repasadas, las leen nuevamente y las colocan en su casilla.
Las palabras seleccionadas para su lectura se colocan en un mural con
el artículo correspondiente para estar siempre disponibles para
su repaso a nivel individual o en gran grupo.
La siguiente actividad consiste en construir frases con las palabras trabajadas
para ser leídas, primero a nivel de gran grupo (todos juntos) y
después, individualmente; todos los niños leen todas las
frases preparadas. Estas frases se ponen en carteles o bien se escriben
en la pizarra.
Esta actividad nos lleva seguidamente a la elaboración de textos
cortos, compuestos por oraciones sencillas, en los que se incluyen los
conocimientos propios del tema específico de la unidad didáctica;
textos que sirven para entrenar la comprensión lectora a si como
para utilizar simultáneamente la ruta fonológica y la léxica
ya que, aunque están construidos con las palabras de los carteles,
siempre se utiliza alguna palabra nueva que deben leer, descifrándola,
pero que conocen su significado oral por pertenecer al tema objeto de
estudio o, lo que sería lo mismo, está contextual izada,
lo que favorece la comprensión del significado del texto.

Ejemplo de texto utilizado
- Se leen, de vez en cuando, las palabras del mural de la pared y las
frases en las que también se incluirán palabras de la
unidad didáctica anterior.
- Se realizan las actividades propias de los rincones dedicados al lenguaje
escrito. Aunque la elección de los rincones, en teoría,
la realizan los niños libremente, la maestra tendrá especial
cuidado en que todos los niños, rotativa mente, pasen por el
rincón del ordenador y el de las palabras en el que se repasarán
las de la unidad temática anterior, evitando que los monopolicen
unos cuantos niños en detrimento del resto, y todos tengan las
mismas oportunidades para consolidar sus conocimientos.
RUTA FONOLOGICA
En este nivel, los niños ya reconocen las vocales y las consonantes.
Si b i en durante todo el curso se vuelven a trabajar para evitar que
ningún niño tenga experiencias negativas.
Con las siguientes actividades tratamos de favorecer el establecimiento
de la correspondencia entre grafema y el respectivo fonema, para conseguir
su progresiva automatización.
Comparación ortográfica y fonética de las palabras
trabajadas en días consecutivos de la semana. Por ejemplo: Dentro
de la Unidad Didáctica "La casa", en una semana los niños
reconocieron las palabras casa, cocina, cuchara, cuchillo. Con los carteles
de estas palabras delante, los niños perciben visualmente comparándolas,
que se parecen en que comienzan por la misma letra (la "C").
También auditivamente se dan cuenta que esas palabras: casa, cocina,
cuchillo, cuchara, comienzan con el mismo sonido /C/.
La maestra les sugiere que sólo digan el primer golpe (sílaba)
de cada palabra real, /co/, /cu/, así deducimos que la "c"
tiene el mismo sonido, sólo cambia con la vocal que le acompaña.
Diremos' que la ("C") se llama ce y que, con la a, o, u, tiene
un sonido fuerte, hacemos el sonido y 10 acompañamos con el gesto
de Gaberina /ca/, /co/, /cu/.
LA ESCRITURA: Asignar formas gráficas a los sonidos
Superada esta primera fase, relativa a la grafía de las consonantes,
es el momento de escribir palabras y oraciones sencillas. En el transcurso
del proceso de la escritura de consonantes, los niños comienzan
escribiendo su nombre y algunas palabras conocidas hecho, en parte, natural
puesto que ya poseen la representación de la forma ortográfica
de las palabras sin la cual la escritura se convertiría en un proceso
mecánico en el que los errores típicos de inversión
de sílabas, por ejemplo; serían frecuentes.
Además de escribir palabras con sílabas directas, también
se escriben con inversas o mixtas. Entrenamos a los niños a escribir
las sílabas trabadas a partir de palabras conocidas para después
llegar a la generalización.
Por ejemplo: a partir de la palabra plata, escribimos pla, ple, pli, plo,
plu, y palabras que empiezan por esas sílabas: plaza, pluma, playa,
plomo, etc.
La escritura de oraciones de forma correcta es algo natural, dado el contexto
del que se parte; la palabra, desde el principio, es percibida como u
n a unidad significativa y elemento base de nuestro lenguaje. La palabra
es reconocida como un todo significativo y, a partir de ese todo, se discriminan
las partes que la componen, que sólo tienen sentido dentro de la
palabra. Si esto se cumple, escriben y separan las palabras, porque éstas
tienen significado para ellos, ya que éste es el objetivo prioritario
desde la presentación de la primera palabra en el nivel de tres
años: dotarla de significado.
La escritura de palabras y oraciones es otra meta a conseguir en el nivel
de los cuatro años. Nos interesa especialmente que los niños,
partiendo del conocimiento de los fonemas, sepa combinarlos para expresar
gráfica y significativamente el objeto al que desea ponerle un
nombre, cosa que hacen habitualmente y de forma espontánea, cuando
dibujan. El dibujar un objeto y escribir su nombre es algo natural, el
no hacerlo sería como restarle identidad a ese objeto.
La escritura de las palabras en su forma ortográfica correcta se
consigue de la misma forma:
a) partiendo de la palabra como unidad
de significado.
b) partiendo del dominio de los fonemas, incluyendo el saber que un
mismo sonido tiene una representación gráfica (grafema)
diferente; por ejemplo: v-b; g-j; coz.
c) partiendo de la representación ortográfica de las palabras
que extraen de su léxico o diccionario mental (palabras conocidas).
Cuando se enfrenta a la escritura de una
palabra desconocida, se activa la representación fonológica
de la palabra y ejecuta la conversión de los sonidos que la componen
en signos gráficos (grafemas). En este momento es necesario estar
atentos a su ortografía (es frecuente que los mismos niños
pregunten si es con b o con v, por ejemplo, antes de escribirla) y aprovechar
la ocasión para su aprendizaje y representación correcta
en el diccionario o almacén grafémico y ortográfico;'
"de la M.L.P., sin necesidad de entrar todavía en la cuestión
de las reglas ortográficas, lo que no implica que, aprovechando
contextos significativos, se les pueda ir introduciendo en su aprendizaje
de forma gradual en el tercer nivel, en cinco años.
La escritura en el ordenador es muy útil para satisfacer, sin problemas,
su deseo natural de escribir y para familiarizarse con todo tipo de letras;
al mismo tiempo les sirve para activar los procesos cognitivos que la
escritura pone en marcha, mejorando su eficacia operativa: buscar las
letras en el teclado, formar palabras y oraciones, previo haber manifestado
oralmente la oración que van a escribir. Todo ello implica retener
y operar en un espacio mental limitado con todos los símbolos y
sonidos que tienen que combinar para representar un mensaje escrito. Este
es un proceso cognitivo complejo y como tal favorece el desarrollo de
la capacidad operativa y de la amplitud de memoria, capacidad que será
extrapolable al aprendizaje de otros contenidos, sin posibilidad de fracaso
por una sobrecarga operativa.
3.4.- Nivel de cinco años
Lectura
Al comenzar este nivel, la mayoría de los niños con los
que se trabajó en los cursos anteriores, ya son capaces de leer
textos. Utilizan la ruta visual para la lectura de palabras conocidas
y la ruta fonológica para las demás palabras; es decir,
utilizan simultáneamente ambas rutas.
Como ya expusimos, los niños son capaces de de codificar palabras;
sin embargo, seguimos dando importancia al trabajo diario del reconocimiento
de las palabras, vía léxica, dentro del vocabulario de la
unidad didáctica porque van a favorecer la comprensión y
velocidad lectora. Además, también les sirve para aprender
a escribirlas correctamente, sin faltas de ortografía. Incluso,
por deducción, se aprenden reglas ortográficas. Por ejemplo,
al trabajar la palabra "huerta", se advierte a los niños
que siempre se escribe con "h". Se les incita a decir otras
palabras que empiecen por ue. Así dicen huevo, hueso, hueco y todas
se escriben con h.
La palabra que se trabaja diariamente, se analiza descomponiéndola
en sílabas. Para que los niños vayan adquiriendo seguridad
en la decodificación, la maestra hace énfasis en las sílabas
trabadas cuando alguna palabra la contiene. Por ejemplo: al trabajar "brazo"
se golpean sus sílabas bra-zo y se elige la sílaba bra para
generalizar y pronunciar y escribir en la pizarra bra, bre, bri, bro,
bru.
Los niños dicen palabras que empiecen o contengan esa sílaba.
Después las escriben en un folio.
a) Como actividades complementarias
y adoptadas al conocimiento de los niños, introducimos
textos relacionados con la unidad didáctica para fijar e interiorizar
el vocabulario propio de cada unidad, al mismo tiempo que amplían
conocimientos. Así, para la unidad didáctica de los animales,
escribimos en papel, y con letra suficientemente grande y clara, para
que los niños la puedan leer a cierta distancia.
La vaca es un animal doméstico. Vive en los establos, come hier6a
y pienso. Las vacas tienen cuatro patas, dos cuernos y un rabo largo.
Las vacas dan leche. Los hijos de !as vacas son los terneros y cuando
son pequeños maman
La leche de la madre, por eso son mamíferos
b) Actividad de consulta o de investigación en casa.
Cuando a la maestra le parezca oportuno, del tema que se trate en el
aula, sugiere a los niños que consulten los libros de sus papás
o hermanos para saber más cosas sobre el tema.
Esta actividad es importante para hacer participar a los padres en el
aprendizaje de sus hijos y estos se muestran satisfechos y muy motivados
por esa causa.
Los niños leen a sus compañeros lo que escribieron en
sus casas, ayudados por su padre, madre o algún hermano.
c) Manejo del diccionario. Los niños aprenden
a buscar palabras en el diccionario. Cuando la dinámica del aprendizaje
de la lengua escrita lo hace necesario, sobre todo cuando leen cuentos
o textos en los que se encuentran con palabras no conocidas; cuando
quieren o cuando en las actividades de generalización surge alguna
palabra cuyo significado se desconoce. La intervención de la
maestra es necesaria para elegir el significado adecuado al contexto
en el que está la palabra.
d) Descripciones. En temas cuya temática lo
permite, como es el caso de "la alimentación", al referimos
a elementos concretos como, por ejemplo, el plátano, la manzana
u otra clase de frutas, se presenta el objeto real para que el niño
lo describa; es decir, tiene que decir todo lo que sabe del plátano,
al mismo tiempo que se establecen las categorizaciones supraordinadas
a través del lenguaje.
e) Elaboración de trabajos con ilustraciones sobre el
tema de la unidad didáctica, con un pequeño texto
que incluye el vocabulario de la unidad didáctica (Véase
ejemplo en el anexo), cada niño lo elabora individualmente y,
al terminarlo, lo llevan a sus casas.
f) Lectura de libros y cuentos de la biblioteca del aula. Los
fines de semana se anima a los niños/as a que se lleven a sus
casas libros de la biblioteca elegidos por ellos. El lunes, la maestra
escucha su lectura y la narración que, posteriormente, debe hacer
del cuento leído.
Paulatinamente, el interés por esta
actividad,va creciendo hasta llevar, diariamente, un libro y anotar espontáneamente
en una libreta, los títulos de los libros que leen.
Esta actividad es una manifestación clara del interés de
los niños por la lectura, puesto que es totalmente voluntaria.
También es frecuente que entre ellos se intercambien sus propios
libros o cuentos.
LA ESCRITURA
Al comienzo de la tercera fase, dominan la escritura de las letras y de
las palabras trabajadas diariamente; también escriben frases sencillas
que incluyen estas palabras y otras nuevas porque dominan la ruta fonológica
y la correspondencia grafema-fonema, la escritura la realizan indistintamente,
en el encerado, folio o en el ordenador.
En esta etapa, el objetivo es consolidar lo aprendido,
mejorar la caligrafía (se introduce la pauta) y su agilidad en
escribir. La ortografía la van adquiriendo con la práctica,
teniendo siempre como modelo la palabra escrita en la pizarra o en los
carteles correspondientes.
Desde el momento que construyen el detector visual de una palabra, su
representación ortográfica será siempre la correcta,
nunca se olvidarán cómo se escribe, de la misma forma que
no se olvidan del nombre dé mesa una vez sabido qué representa.
Algunas reglas ortográficas se van deduciendo del empleo correcto,
a medida que los niños escriben las palabras que conforman un texto
o frase.
El dictado-copia es una actividad específica de
este nivel de cinco años. La maestra elige un texto significativo
relacionado con la unidad didáctica y dicta; los niños escriben
al dictado, pera la maestra escribe, al mismo tiempo que dicta, los vocablos
en el encerado, de manera que aquellos niños que tengan duda en
alguna palabra, tengan un referente correcto, siendo ésta otra
ocasión para consolidar el aprendizaje de la palabra en cuestión.
Completar textos es otra actividad específica de este nivel. La
maestra prepara trabajos individuales para cada alumno, con el objeto
de que escriban las palabras que faltan para completar un texto significativo
y familiar para ellos.
La escritura en el ordenador sigue siendo otra de las actividades diarias
y con gran demanda por parte de los niños, escriben frases e, incluso,
algún texto corto que viene a ser una reproducción de los
que leen en la clase en base a la unidad didáctica correspondiente.
No son capaces de elaborar un texto cuyo contenido no esté relacionado
con los temas tratados en clase.
4.- MEJORA DE LAS CAPACIDADES INTELECTUALES
CON EL APRENDIZAJE CON LA LECTOESCRITURAS EN EDADES TEMPRANAS
Este modelo de aprendizaje de la lectura y escritura, se aplicó
hace varios años, a partir de un Proyecto de Investigación
subvencionado por el CIDE (Memoria CIDE, 1992) para demostrar que no sólo
los niños/as pueden aprender a leer y a escribir en estas edades
sino que este tipo de aprendizaje es instrumento de desarrollo de capacidades
cognitivas y, por lo tanto, de su capacidad intelectual.
Para conseguir estos objetivos realizamos un diseño longitudinal
de comparación de grupos (experimental y de control) tratando de
combinar la metodología propia de la investigación en el
aula con el rigor de la investigación experimental.
Hemos utilizado una variable experimental: el aprendizaje de la lengua
escrita, en una situación educativa real con niños de tres
y cuatro años, durante dos cursos, para comprobar su efecto sobre
el desarrollo intelectual y validar nuestro modelo de instrucción.
Para la recogida de datos y al tratarse de una experiencia a llevar a
cabo en el aula, utilizamos la metodología observacional para evaluar
los resultados obtenidos en el aprendizaje de las tareas diseñadas
para la lectura y escritura.
El procedimiento fue el control de cada alumno/a mediante:
a) Observación directa en el aula
con unos indicadores previos referidos al control de cada una de las
tareas propuestas.
b) Grabaciones en video que se categorizaron, se llevaron a una escala
tipo Likert (de 1 a 3 puntos) siendo sometidas al juicio de expertos.
Para completar y poder ejercer un mayor control sobre las variables en
estudio, utilizamos otras técnicas para la recogida de datos que
nos aportaron una evaluación inicial, al comienzo de la escolarización,
y otra al terminar el primer año y segundo año, tanto en
el grupo experimental como en el de control, para establecer comparaciones
con mayor rigor.
Así controlamos los progresos al final del primer año y
del segundo. Las pruebas utilizadas fueron el test Raven de inteligencia
general y el de McCarthy de aptitudes para niños.
Los resultados obtenidos en sólo dos años (no se incluyó
5 años) fueron los siguientes:
Por lo que respecta al rendimiento en la ejecución de las tareas
descritas en el modelo de instrucción, el porcentaje de concordancia
está entre el 90 y 100%. (Véase los resúmenes de
los resultados que presentamos a continuación, en tres y cuatro
años)




TABLA II
Los resultados de las pruebas psicométricas:
por lo que refiere al test de Raven, los resultados del análisis
de varianza dan datos en los que la diferencia entre el grupo experimental
y de control, son significativas al 99%
El grupo experimental obtuvo, por apartados, los siguientes datos:
. Incremento total de respuestas .................................
184
. Incremento medio de preguntas ............................... 10.82
. Porcentaje de crecimiento .........................................
116.46%
El grupo de control presenta, por el contrario:
. Incremento total de respuestas ....................................
92
. Incremento medio de preguntas .................................. 5.11
. Porcentaje de crecimiento ............................................
50.27%
Gráfica I
En el test de McCarthy las diferencias también
son significativas al 98% en la escala verbal; en memoria al 99% y en
estos valores se mantienen el resto de las escalas, por lo que podemos
considerar la bondad del diseño de instrucción que hemos
presentado en esta comunicación, confirmando las hipótesis
de desarrollo de capacidades cognitivas a partir de las tareas específicas
utilizadas para el descubrimiento y aprendizaje de la lengua escrita.
Nuestra variable experimental es válida para el desarrollo de las
capacidades que se miden en los Tests de Raven y de McCarthy y, por lo
tanto, para potenciar y mejorar la inteligencia en general, las aptitudes
verbales y de memoria, entre otras.
CONCLUSIONES
A partir de esta investigación se demostró:
1º Que los niños/as, a partir de los tres años, son
capaces de descubrir y aprender la lengua escrita con la misma facilidad
con que aprenden el lenguaje oral, siendo además para ellos una
fuente de motivación importante.
2° El descubrimiento de la lengua escrita dio lugar al desarrollo
simultáneo de las restantes formas verbales de comunicación:
escuchar, hablar y escribir, formas que se refuerzan visiblemente.
3° Todos los niños del grupo experimental ejecutaron con
éxito las tareas previstas para la primera y segunda fase, observando
diferencias individuales sólo en el ritmo de aprendizaje y en
el mayor o menor grado de perfección en la ejecución.
4° Las características específicas del diseño
de instrucción aplicado, ha hecho posible una intervención
temprana en los procesos cognitivos básicos, consiguiendo en
todas las tareas aprendizajes significativos que a su vez les sirven
de base para la ejecución de nuevas tareas y adquisición
de nuevos conocimientos.
5° El ordenador se nos ha manifestado como un instrumento útil
y eficaz para el aprendizaje de la lengua escrita. Asimismo se constató
su funcionalidad en el entrenamiento de estrategias de observación,
atención, exploración, tanteo y descubrimiento haciendo
posible la escritura de textos, aun cuando los niños no poseían
un buen dominio del trazo.
Al mismo tiempo, se comprobó su utilidad para crear situaciones
interactivas de apoyo mutuo dando lugar a que surgieran, de forma espontánea,
relaciones de cooperación y respeto a la actividad del otro.
6° Hemos verificado igualmente que en el contexto del aula de educación
infantil es posible -y asequible para los profesores/as- favorecer y
potenciar el desarrollo cognitivo de los niños/as utilizando
la lengua escrita como medio para conseguir ese fin. Hemos dejado atrás
las viejas tesis maduracionistas haciendo posible la intervención
psicoeducativa a una edad temprana, garantizando la igualdad en el desarrollo
de capacidades.
Por otra parte, dados los datos obtenidos
a partir de la observación y de la experimentación, consideramos
que nuestra aportación puede ser importante para la interpretación
de las relaciones desarrollo-aprendizaje, en el sentido de haber reforzado
aquellas tesis que defienden la eficacia de una interacción guiada,
mediada, dentro del contexto educativo para conseguir el desarrollo óptimo
de las capacidades cognitivas.
En definitiva, lo que hacemos es centrar nuestra atención en el
sujeto que aprende, en sus posibilidades evolutivas reales y potenciales,
lo que ha servido para comprobar que, gracias a ello, hemos favorecido
y potenciado la competencia intelectual de los niños/as a partir
del contenido de las tareas lectoras, puesto que permiten un entrenamiento
continuado
Por todo lo expuesto, constatamos el papel central que el proceso instrucción-aprendizaje
tiene en el desarrollo, puesto que hace posible «ir más allá
del desarrollo dado»; por esta razón, podemos afirmar que
el aprendizaje temprano de la lengua escrita se muestra como un medio
excelente para el desarrollo de capacidades intelectuales.
Las capacidades de las que existe evidencia que hemos favorecido su desarrollo
son aquéllas que se relacionan con: a) los procesos perceptivos,
al haberse aumentado, de forma manifiesta, su capacidad de discriminación;
b) los procesos atencionales, comprobados a través de su eficacia
operativa, dado el grado de dificultad de las tareas que ejecutan; c)
los procesos de organización y categorización, constatada
por el hecho de que sus aprendizajes son significativos lo que, a su vez,
ha supuesto la retención a largo plazo de la información
aprendida, dispuesta para ser utilizada en nuevas tareas. Todo esto hace
posible abrir el camino hacia la adquisición del pensamiento lógico,
competencia demostrada, por otra parte, por el aumento de las puntuaciones
en el test de inteligencia, con un porcentaje de crecimiento que se puede
juzgar de espectacular si se compara con el del grupo de control. Lo mismo
podemos decir de los datos recogidos a través de las Escalas verbales
y de memoria de McCarthy, cuyos índices de crecimiento logrados
por el grupo experimental, comparado con su control, presentan diferencias
significativas al 99%.
Entre las aplicaciones prácticas que estos resultados nos sugieren
está, en primer lugar, la conveniencia de introducir en los diseños
curriculares de la Educación Infantil el descubrimiento y aprendizaje
de la lengua escrita que, en la actualidad ya parece un hecho constatable
pues, de esta manera, se conseguirían los objetivos generales propuestos
por el diseño curricular base de la educación infantil,
que incluye la optimización del desarrollo en el sentido de potenciar
las capacidades de todos los niños/as en un contexto de relaciones
interpersonales. El descubrimiento precoz de la lengua escrita sería
el contenido curricular por excelencia para el cumplimiento de tales objetivos. |