INTRODUCCIÓN

Las noticias que con frecuencia nos llegan relacionadas con la violencia que se ejerce en las aulas de nuestros colegios e institutos, nos hace pensar en la necesidad de actuar, desde el ámbito educativo, en una formación para la prevención y solución adecuada de los conflictos. Llama la atención la extensa bibliografía que existe sobre este tema orientada a la capacitación de los docentes de Educación primaria y secundaria, en contraposición al escaso material específico destinado a tratar el tema en la Educación Infantil. Sin embargo, el abordaje de los conflictos en estas edades requiere de una especial consideración, ya que es en este tiempo cuando se construyen las bases que determinan, en gran medida, la personalidad futura del ser humano. En este sentido se podría hablar de la función preventiva de la Educación Infantil, ya que dependiendo de las posibilidades que haya tenido el niño para ir solucionando sus conflictos personales y relacionales, podrá desenvolverse adecuadamente frente a sus propias exigencias y las que le impone la vida en sociedad. Esto representa un reto para los educadores infantiles, quienes en tantas ocasiones se sienten desconcertados ante la conducta inapropiada de los niños porque desconocen sus causas, y por lo tanto, la manera más adecuada de actuar. Esto sucede, en parte, porque la formación que recibe el maestro sobre el desarrollo afectivo de los pequeños suele enfocarse en términos evolutivos y descriptivos, frente a una perspectiva psicodinámica que permite esclarecer la naturaleza y el funcionamiento de los procesos que conforman el universo psicológico de la infancia.

El propósito fundamental de este trabajo es ofrecer una orientación a los maestros para ayudar eficazmente a los niños a metabolizar los conflictos de su mundo interno y orientarlos en la dinámica de sus relaciones interpersonales con los otros niños y con los adultos.

El libro está dividido en tres partes articuladas en torno al concepto de conflicto como elemento inherente a la naturaleza humana, que opera como motor del desarrollo a lo largo de todo el ciclo vital del hombre. No se trata, por lo tanto, de evitar la emergencia del conflicto, sino de formar a los niños para que puedan abordarlos de manera constructiva como única posibilidad de llevar a cabo su propio crecimiento personal y social.

En la primera parte se aportan elementos teóricos referidos al desarrollo emocional del niño de 0 a 6 años, destacando los procesos más significativos que tienen lugar en esta etapa de construcción de su psiquismo naciente, y los conflictos intrasubjetivos que determinan el curso de su desarrollo. A continuación se trabaja el concepto de conflicto relacional o interpersonal, destacando la labor del docente como elemento mediador en el abordaje y solución del mismo, y se ofrecen, de modo orientativo, las estrategias adecuadas para tramitar, de manera eficaz, las soluciones que permitan el aprendizaje de nuevas conductas.

En la segunda parte se abordan diferentes áreas de acción educativa que permiten llevar a cabo una educación emocional a través del juego, la práctica psicomotriz relacional, la literatura infantil y el aprendizaje constructivo y creativo.

Finalmente se propone un conjunto de actividades prácticas que el docente puede llevar a cabo con los niños en el aula o en la sala de psicomotricidad, orientadas hacia el desarrollo emocional y social, con el propósito de fomentar actitudes, valores y conductas a favor de una educación para la convivencia.

NOTA ACLARATORIA: Con el objetivo de conseguir una lectura más amena de esta obra, se utilizan los términos niño, educador, padre, etc. entendiéndose que cada término se refiere a los géneros masculino y femenino.