Paolo

Autoestima, Valentía, Respeto a la diversidad, Sensibilidad, Amistad.

¡Hola! Yo soy Paolo. Hoy es sábado y quiero contaros mi historia. No os asustéis, mi historia no es muy larga, porque solamente tengo seis años recién cumplidos.
Intentaré ser rápido aunque casi todos dicen que soy lento, bueno menos  mamá que siempre cuando me despierto cada mañana me abraza y me dice: _ Buenos días mi ángel guardián. Hoy tendrás un día maravilloso_

Yo no entiendo mucho lo que mamá quiere decirme, pero el calorcito de su abrazo y sus dulces palabras, hacen que me sienta muy contento.
Me gusta mucho tener amigos, pero la verdad es que en la escuela ningún niño juega conmigo, bueno eso fue hasta el jueves pasado porque desde entonces todos me llaman y me chocan la mano como los jugadores importantes de basket.
Cuando no tenía amigos a veces me sentía triste,  además tenía que luchar todos los días con las letritas del abecedario, claro como todos mis compañeros ya sabían leer, yo era tan lento… todos sabían escribir y a mi las letritas se me giraban de un lado para otro, otras veces desaparecían de las palabras y por más que las buscaba no era capaz de encontrarlas. Por fin llegaba la hora del recreo. ¡Qué divertido jugar al balón!. Yo observaba desde la portería porque Alfredo el mejor jugador de la clase siempre me decía: _ Paolo eres muy torpe y lento, así que tú serás el guardián recoge pelotas, ja, ja, ja…_ Y todos se ponían a jugar. Y allí estaba yo, vigilando durante todo el recreo muy cerquita de la portería para que no se escapara la pelota fuera del patio de la escuela. Si os digo la verdad no me gustaba mucho ser el guardián recoge pelotas. Y cuando mamá me encontraba triste y con alguna perlita salada escapándose de mis ojitos, Me colocaba sobre su regazo y me decía: _ Paolo no lo olvides, eres una persona importante, tu corazón es grande, no quiero verte triste. Sonríe, porque tu sonrisa es mucho más hermosa que el más bello amanecer. Mamá tiene razón mi corazón debe ser muy grande, porque a veces suena tan fuerte que parece que se sale de mi pequeño cuerpo. Pues eso fue lo que me ocurrió el jueves, os aseguro que estuvo a punto de salirse…

Estábamos jugando en el patio de la escuela, bueno yo vigilando muy bien la pelota, cuando Alfredo y otos niños comenzaron a balancearse subidos a la portería de fútbol y de repente esta comenzó a caerse hacia delante. Todos los niños saltaron y corrieron asustados pero a Alfredo se le quedo enganchada una zapatilla en las redes. Mi corazón sonaba muy fuerte pero pensé muy rápido. Me tiré hacia Alfredo logrando retirarle de la portería justo cuando esta chocó contra el suelo produciendo un gran estruendo. Todo quedó en silencio… Y de repente todos comenzaron a aplaudir durante un buen rato. Alfredo me dio un fuerte abrazo y se puso a llorar sin parar. Todos me felicitaban, Hasta los mayores hacían remolinos con mi pelo. Creo que en ese momento me sentí  un niño muy importante y comprendí las palabras de mamá. También comprendí el sonido fuerte de mi corazón, avisándome de que mi amigo me necesitaba.
No soy rápido, soy muy torpe cuando escribo, las letritas siguen bailando delante de mí, saltando, brincando y desapareciendo y no soy capaz de encontrarlas. Pero se que soy un niño importante y tengo un gran corazón que me avisa si mis amigos están en peligro, y llegará un día en el  que las letritas se quedarán quietas, y ese día aprenderé a leer y a escribir. ¡Ah! se me olvidaba, a veces tenemos que ir al parque a por la pelota, yo juego de delantero muy cerca de mi amigo Alfredo y meto muchos goles.
Muchos besitos Paolo.  

 


AUTOR:
Eva María Riber Herráez
PAIS: España
E-MAIL : eva_riber@hotmail.com