En un colegio de Alcalá de Henares había unos niños y niñas de cinco años que acudían todos los días a clase para aprender y divertirse con su profesora mamen.
Una mañana, cuando fueron al colegio, su profesora les dijo: “mañana será un día muy especial porque va a venir una nueva amiga a clase llamada Mirabela”.
Les explicó que Mirabela no era una niña española, que acababa de llegar de un país que estaba muy lejos, llamado Rumanía y que entre todos tendrían que ayudarla para que no se sintiera triste y echara de menos a sus amigos, a sus abuelos, tíos y primos que se habían quedado en Rumanía.
Adrian, un niño de la clase dijo en voz alta: “tranquila profe, yo jugaré con ella. La cara de Mar reflejaba tristeza, entonces la profesora le preguntó: ¿qué te pasa Mar? Mar le contestó: “yo sé cómo se va a sentir Mirabela, porque cuando tenía cuatro años mis padres me trajeron a vivir a Alcalá de Henares y ya no podía ver a los amigos/as de mi colegio de Sevilla”. |
En ese momento, Carlos, insistió con su mano y no pudo esperar a que la profesora le diera la vez para hablar; diciendo: ¿Te acuerdas cuando viniste y te hicimos un regalo entre todos, donde nos dibujábamos y poníamos nuestro nombre?. Eso te gustó mucho y te puso muy contenta, ¿podríamos hacerle lo mismo ?.
“Es verdad”, dijo Mar, con ese regalo me di cuenta que vosotros/as queríais ser mis amigos y amigas. De acuerdo, lo haremos.
Pero, Ana levantó la mano: “yo creo que no nos va a entender porque mi vecino es de ese país y cuando habla con sus hijos no les entiendo nada”·
La profesora, trató de tranquilizarles:”chicos/as al principio Mirabela no nos comprenderá, pero con vuestro cariño y haciéndole gestos, seguro que pronto se dará cuenta de lo que queremos decirle”.
Al salir de clase, todos fueron corriendo a contarles a sus papás que al día siguiente iba a llegar una niña nueva al colegio.
A todos los niños/as, les costó coger el sueño, pues querían conocer a Mirabela; Mar antes de dormirse preguntó a su madre: “mamá, ¿qué le puedo llevar a Mirabela para que mañana no se sienta tan apenada como yo, cuando fuí el primer día a este cole?”. La madre pensó durante un ratito y abriendo sus brazos para darle un gran abrazo, le contestó:” hija estoy muy orgullosa de ti, ya verás como contigo y con tus amigos/as pronto le gustará su nuevo colegio y sus nuevos compañeros.
Llegó el gran día para todos. En casa de Mirabela sonó el despertador y su madre dando un beso a su hija dijo: hello draga, trebuie sa mearga la scoala. (hola cariño, tienes que ir a cole).
Mirabela se puso a llorar expresando: “no quiero ir, no conozco a nadie, quiero ir a mi colegio de Rumanía, nadie va a jugar conmigo, voy a estar sola”. La madre, besó a su hija y le indicó:”no te preocupes, no te pasará nada, todo se solucionará”.
Cuando sonó la sirena del colegio, todos los niños/as estaban en la fila para entrar en clase y con la mirada buscaban a Mirabela, pero no estaba. Al sentarse en la alfombra de la asamblea, la profesora les explicó donde se encontraba: “tranquilos ahora viene con la directora”.
En ese momento la puerta se abrió y apareció ELLA, todos dirigieron su mirada hacia Mirabela. Era una niña castaña, con grandes ojos que parecía asustada. Su mano se agarraba fuertemente a la mano de la directora y cuando la profesora, haciendo un gesto con la mano para que se acercara a la alfombra, dijo: “hola Mirabela, ven con nosotros”, ella no hizo intención de venir; entonces, la profe se levantó y fue con gesto amable hacia ella y cogiéndola de la mano la acercó a la alfombra.
Uno a uno, nos fuimos presentando: yo soy Ana, yo soy Alejo, yo soy Carlos… cuando todos habíamos acabado de decir nuestros nombres, ella, que estaba junto a la profesora, tímidamente dijo: “ Mirabela”. Mar sacó el libro que entre todos le habían hecho el día anterior y por primera vez en todo el rato, de la boca de Mirabela salió una sonrisa. |