¡AL CAMPO! |
||
AMOR A LA NATURALEZA |
||
Carolina y Pablo eran vecinos y amigos. Los domingos solían ir de excursión al campo con sus padres. Era una actividad que les gustaba mucho porque podían jugar todo el tiempo y se lo pasaban muy bien. Tenían que levantarse un poquito antes, pero esto no era importante. El campo les esperaba. Mientras sus padres preparaban todo lo necesario para el viaje y la comida, ellos se ocupaban de guardar en sus mochilas todo lo que se les ocurría que iban a utilizar para sus juegos. Enseguida estaban dispuestos para la marcha. No tenían que llamarles dos veces. |
Siempre les acompañaba Nube, la perrita que tenía Carolina. Ella también disfrutaba de las excursiones, a su modo, claro.
Al fin cuando todo estaba listo se pusieron en marcha. Por el camino cantaban canciones y hasta Nube se permitía algún ladrido a modo de acompañamiento, cosa que a Carolina y Pablo les divertía mucho.
Cuando llegaron al lugar elegido, en vez de echar a correr como era su costumbre, se quedaron quietos y en sus caras se reflejaba asombro por lo que estaban viendo. ¡No se lo podían creer¡ todo estaba sucio con restos de papeles, bolsas, latas, etc. Hasta al campo se le había puesto la hierba triste. Pero a ellos esta situación no les iba a fastidiar el día, así que decidieron hacer limpieza. Cogieron bolsas grandes, guantes y como si de un juego se tratase, comenzaron a recoger residuos. Formaron un buen equipo. Todos colaboraron y de esta forma pronto dejaron la zona limpia.
Estaban un poco cansados, pero enseguida repusieron fuerzas con unos buenos bocadillos. El resto del día transcurrió entre juegos y risas.
Antes de partir revisaron todo para comprobar que no quedaba nada de basura. Se fueron con la sensación de que el campo les agradecía haberle dejado limpio.
De regreso a casa pararon al lado de unos contenedores de basura y depositaron allí las bolsas con los residuos.
Esa noche Carolina y Pablo durmieron muy bien por doble motivo, habían disfrutado del campo y realizado una buena acción.