EL MICO TITI |
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AMOR FILIAL, COOPERACIÓN Y AYUDA MUTUA | ||
Esta es la historia de un mico pequeñito que se llamaba Tití y de su mamá mica que se llamaba Juanla. Juanla y Tití vivían en la rama de un árbol muy alto y frondoso en pleno corazón de la selva africana. Un mañana Titi se despertó con ganas de comerse un delicioso mango. Apenas abrió los ojos, llamó a su mamá y le dijo: -"mamita, mamita estoy un poco aburrido de comer siempre banano, por favor hoy quisiera comerme un mango dulce y maduro. |
-" Bueno Tití, si me prometes quedarte juicioso aquí en nuestra rama-casa, yo voy a buscarte el mango más dulce que consiga".
Tití prometió quedarse muy juicioso y Juanla salió casi volando de rama en rama hasta el árbol de mangos.
En el camino Juanla divisó el largo cuello de la jirafa. La señora jirafa era muy amiga de Juanla y le gustaba conversar con ella. La saludó muy amablemente, pero Juanla no se detuvo y solo le dijo al pasar:
-"Bueno días amiga Jirafa. Me dá mucha pena no quedarme a conversar con Ud., pero voy muy de prisa a buscarle un mango maduro para el desayuno de mi hijo Tití."
La señora jirafa, que tambien tenía hijitos, entendió la razón y le
respondió:
-"No se preocupe amiga mica, otro día nos dedicaremos a charlar. Siga, siga su camino para atender el desayuno de su hijo Tití."
Juanla siguió veloz de rama en rama hasta que llegó a un gran árbol de mangos, al lado del rio. El árbol estaba repleto de apetitosos frutos maduros. La mamá mica observó con mucho cuidado cuál parecía el más delicioso y se decidió por un mango grande, de un amarillo intenso, casi anaranjado que colgaba en la punta extrema de una ramita verde con grandes hojas.
-" Ese, ese es el mango que le voy a llevar a mi hijo Tití" dijo la mamá mica.
Juanla se fué caminando con pies y manos hasta la punta de la rama para coger la fruta seleccionada. Pero cuál sería su sorpresa, pues al avanzar sobre la rama, esta se doblaba por el peso de la mamá mica y ella no podía alcanzar la fruta. Juanla intentó varias veces acercarse, pero fué inutil, era demasiado pesada y la rama se doblaba.
Juanla no podía alcanzar el mango!
La mamá mica se puso muy triste y miraba con desespero ese jugoso mango que tanto quería llevarle a su hijito, pero que no lograba atrapar.
Resulta que un gusanito que se paseaba por el arbol vió lo que le sucedía a Juanla y ofreció su ayuda.
La mamá mica no parecía muy convencida con esa solución, sinembargo le agradeció, diciendo:
-" Gracias amigo gusanito, pero tú tan chiquitico cómo podrías ayudarme ?".
El gusanito que era muy listo, le explicó que solo debía ir en busca de sus hermanos gusanos y que justamente por lo que ellos eran todos pequeñitos, la rama del mango no se doblaría bajo su peso y que todos los gusanitos juntos lograrían morder el tallo que une el mango al arbol hasta hacerlo caer al piso para que la mamá mica pudiera recogerlo y llevarselo a su hijo Tití.
Juanla dudó un instante, pero como no tenía mas opción, aceptó la propuesta del amigo gusanito.
Al poco rato una caravana de gusanitos desfilaban por la rama del mango.
Juanla, abrazada al tronco del arbol, los observaba trabajar con entusiasmo.
Eran muchos gusanitos los que mordian el tallo que ataba la apetecida fruta a la rama del arbol. Y asi, todos los gusanitos juntos, poco a poco lograron romper el tallo hasta que finalmente el mango cayo a la verde grama.
Juanla rebosaba de felicidad. Estaba muy agradecida con los gusanitos por la invaluable ayuda y prometió tambien ayudarles cuando ellos lo necesitaran.
La mama mica recogió el mango, agradeció una vez mas a sus amiguitos gusanos y salió volando de regreso por las ramas de los arboles hasta llegar de nuevo a su arbol-casa.
Allí la esperaba pacientemente su hijito Titi y Juanla le contó la hasaña de los gusanitos y como pudo darle gusto con un suculento mango.
El mico Titi quedo muy agradecido con su mama y con los gusanitos y entendió que la unión hace la fuerza!