QUÉ LIO |
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RESILENCIA |
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La pata Doña Romina sacó el pico de su nido y sintió el aire tibio de la primavera. Miro hacia las colinas y vio los campos cubiertos de flores. Miró hacia le cielo y vio que estaba bien celeste y sin nubes. ¡Legó al primavera!- graznó feliz,- es tiempo de ir a nadar al estanque - le dijo a sus hijos. Doña Jacinta la gallina paseaba al sol por el patio de a granja. Desde que Don Pero el gallo la despertara al alba, como siempre hacia ; cacareaba feliz - ¡ se terminó el invierno, ha llegado la primavera! |
¡ Llevaba toda la mañana haciéndolo!
Todos los animalitos de la granja se iban despertando y salían al sol.
-¡ Llegó la primavera!- exclamaban felices,¡ miren como brilla el sol!
Los árboles del patio también estaban enterados y se apresuraban a brotarse de más y más pequeñas hojitas verdes y bien brillantes.
Doña Romina cruzó el patio seguida por sus hijitos.
¡Buen día Doña Jacinta! - le graznó amablemente.
¡ Buen día Doña Romita! - le cacareó la Sra. Gallina , ¡ que lindos hijos tiene!
¡ Muchas gracias! - respondió moviendo sus plumas blancas muy orgullosa. Nos vamos a nadar al estanque, ¿ quiere acompañarnos?- la invitó.
¡ Muchas gracias por su invitación! - le respondió agradecida Doña Jacinta,- pero a nosotras las gallinas no nos gusta nadar.
- ¿ Cómo que no les gusta nadar? - preguntó Doña Pata. A todas las aves nos gusta nadar - graznó muy convencida.
- A nosotras no- se apresuró a responderle Doña Jacinta.
¡Usted esta equivocada! - afirmó doña Romina.
¡No lo estoy!- cacareó Doña Jacinta.
¡Si, lo está ¡ - afirmo Doña Romina molesta.
¡Qué no lo estoy!- cacareó enojada Doña Jacinta.
De pronto se escuchó :
¡ CChhhhhiiiiiiisssssstttttttttttttttttttttttttttt! ¡ SILENCIO! - ululó Don Manuel el Búho desde su Nogal.
Me han despertado con tanto alboroto. Escuche toda vuestra conversación y quiero decirles que ambas tienen razón y las dos están equivocadas.
-¡ Eso no es posible!- graznó molesta Doña Romina.
-¡ Esta en un grave error!- cacareo Doña Jacinta.
- Ni lo uno, ni lo otro - dijo Don Manuel.
Veamos ,y veremos que es muy fácil de entender.
Nosotros tres somos aves,- dijo,-¿estoy en lo cierto?- pregunto con ojos serios.
-¡Si, claro! -afirmaron - Doña Romina y Doña Jacinta al unísono.
- A ti, Doña Jacinta- le dijo mirando a la gallina a los ojos- te gusta levantarte con el alba , ¿estoy en lo cierto?- le pregunto.
- ¡Si, Don Manuel!- respondió.
- Y a mi, me gusta desayunar cuando el sol se oculta y pasear por las noches con mis amigas luciérnagas. A mi no me gusta bañarme en el estanque- continuó ululando - pero , ¡me encanta mojarme con la lluvia! - y a usted Doña Romina eso no le gusta nada. Tengo entendido que si sus hijitos mojan su espaldita con la lluvia se ponen muy enfermos - ¿ estoy en lo cierto? - le pregunto muy serio.
- Es verdad- graznó doña Romina.
Lo que sucede- continúo diciendo Don Manuel- es que aunque somos los tres aves somos tres aves diferentes, como los niños, los adultos, las casas, las ciudades y los países.
Así son las cosas, parecidos pero diferentes.¡ No hay razón para enojarse por esto! Podemos tener gustos diferentes e igualmente llevarnos bien.
- ¡ Es muy cierto! - graznó la Sra. Pata.
- ¡ Estoy de acuerdo!- cacareó la Sra. Gallina.
-¡ La primavera es maravillosa!- ululó Don Manuel y dió un gran bostezo. Si me perdonan- agrego- voy a continuar durmiendo. ¡Que tengan un buen día Sras!- se despidió
- ¡Y usted buenos sueños ¡ - se despidieron Doña Romina y Doña Jacinta.
Y así fue como la paz volvió a la granja. Hablando siempre se entienden las aves, ¡y también las personas
Y colorin colorado este cuento ha terminado.
AUTOR: Mariella Varela |