Instar a las Instituciones Supranacionales y en especial a los Gobiernos del Mundo a que destinen los recursos y movilicen las voluntades precisas para que todos los niños del mundo, sin distinción alguna, por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, finalmente tengan la educación de calidad que se merecen por el solo hecho de ser niños desde el mismo momento del nacimiento.