La caja mágica como su nombre indica es una caja reciclada de tamaño a determinar en la que los niños van introduciendo preguntas sobre lo que van aprendiendo en el aula. Conforme trascurre la unidad didáctica o proyecto, el docente irá extrayendo de esa caja una de las preguntas (mano inocente) que tendrán que contestar los niños en el trascurso de 5 minutos (tiempo flexible dependiente del colectivo a tratar). Esa pregunta será corregida al principio por los propios autores conforme el feedback del docente en el encerado. A medida que transcurre la unidad o proyecto, se realizará una evaluación compartida. Es una actividad que genera una diversión y que demanda de un trabajo diario, que muchas veces supeditamos a los últimos días cuando se acerca ese temido examen u otro instrumento evaluador. Todos sabemos que no genera significatividad y trasvase a otros campos de conocimiento, por lo que este recurso es excelente para dar un giro de 180º a la forma de aprender. Innovar no es inventar, sino tratar de mejorar lo que ahora estamos haciendo.

• Generar un hábito de aprendizaje diario.
• Comprender e inferir la lectura con el fin de generar preguntas.
• Desarrollar aspecto de autoevaluación y coevaluación con el fin último de mejora.

Edad de los niños a los que se dirige el proyecto: Desde primer ciclo de infantil hasta la universidad, lo único que deben cambiar y adaptar son los instrumentos y procedimientos de evaluación: autoevaluación en las primeras edades, dando incluso un paso a la calificación, o a evaluación compartida cuando van abandonando ese egocentrismo que baña las primeras etapas. Para centrarnos en el objetivo que demanda este programa, utilizaremos la autoevaluación, bien mediante pictogramas, para alumnos de infantil, o bien mediante anotaciones propias al margen para el primer ciclo de educación primaria (ahora 1º y 2º con la LOMCE).


En este enlace se puede ver la secuencia (en pdf).

Como en líneas anteriores he expresado, la metodología es tradicional, es verdad que se puede utilizar un Glogster (muro digital) el propio blog del aula, pero he querido plasmar que la metodología tradicional, con una caja de cartón reciclada puede servir como forma de innovar y reforzar en el aprendizaje que debe generar la escuela de nuestro tiempo.
El trabajo puede ser individual, teniendo en cuenta el egocentrismo de las primeras etapas o
puede ser por parejas en ese proceso de evaluación compartida. Vuelvo a insistir en la no concordancia de excelencia e innovación. En nuestro ámbito la palabra excelencia siempre va acompañada a TIC, o a recursos como la robótica o similares que parecen que dan un vuelco a la educación. No es verdad. La educación tiene muchas vertientes como vemos con este recurso que es gratuito.

Grupo clase al completo. Una caja de cartón reciclada, unos folios en los que se van apuntando las preguntas, sus respuestas y sus posibles correcciones. De este manera el docente puede utilizar estas hojas como un instrumento de evaluación de la práctica docente donde constatamos si nuestra intervención en el proceso es idónea o no. Además ellos tienen un trabajo por sedimentación muy grande al trabajar día a día con esos contenidos, pudiendo optar por la eliminación del temido examen en algunas unidades didácticas o proyectos.

Creo firmemente en este recurso. Mis compañeros de profesión también lo alaban. Es un recurso que con mínimas modificaciones puede abarcar todas las edades e incluso materias y/o asignaturas. Es muy fácil de suministrar, aspecto clave para cualquier metodología, ya que debe mejorar no dificultar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Idóneo para esos primeros cinco minutos de clase en los que los alumnos se encuentran más “alterados” y que puede servir de puente conector de la clase anterior.
Genera diversión a los alumnos por el mero hecho de sacar una nota de una caja y la incertidumbre de un sorteo. Además podemos jugar con que si la pregunta sale repetida puede “valer para nota, como dicen ellos”.

ROBERTO FERNÁNDEZ JORAL