Reflexionando en la Escuela sobre el cuento “10 patitos de goma” de Eric Carle, y buscando información en internet sobre el autor, encontramos multitud de historias con este objeto, el clásico patito de goma diseñado para flotar dentro de la bañera, historias tan increíbles que se nos dispara la imaginación y el deseo de adaptar este objeto cotidiano y conocido para los niños e introducirlo así en la Escuela como eje motivador de nuestra propia historia.

El Equipo Educativo decide adoptar su propio patito de goma y que se identificará con cada uno, pudiendo ser de cualquier tamaño, color o forma. Cada uno de nosotros, ha llevado consigo uno de estos objetos que nos ha acompañado a lo largo de todo el curso.

También desde casa, cada niño trae, elegido por sus familias este simpático objeto “patito de goma”, con el que vivirán grandes aventuras, vivencias en el calor de la colectividad y que le acompañará en su motivadora historia y estancia en la Escuela.

El cuento en el que hemos trabajado, está basado en un hecho real que tuvo lugar el 10 de enero de 1992. Un barco que contenía juguetes de plástico, naufraga en el océano pacifico tras una tormenta, varios contenedores son arrojados al agua perdiendo 29.000 patitos de plástico para jugar en la bañera. Los patitos quedaron indefensos ante las corrientes marinas y se fueron dispersando por los mares del mundo probablemente aterrados. Más de 20 años después, estos patitos siguen apareciendo en las playas, muchos de ellos han cruzado el mundo apilando experiencias inefables en su piel de goma. Es aquí donde encontramos el símil de traer a los patitos de gomas como objetos que acompañaran a los niños en todas las experiencias que pasan a lo largo del curso en la Escuela. Teniendo en cuenta donde han ido apareciendo estos patitos, los científicos pudieron estudiar las corrientes oceánicas de una forma que no había sido posible antes. Además se pudieron estudiar los efectos del calentamiento de la Tierra y conservar las reservas de pescado.

Cuando el equipo de Bosque nos sentamos a decidir el proyecto para llevar a cabo en el curso, tras estas investigaciones e historias tan fascinantes, decidimos poner título a nuestro eje globalizador del curso, “120 y Pico Patitos de Goma”, haciendo referencia a los niños y educadores que formamos el módulo Bosque y emprender así su propia historia y aventura.


El cuento elegido, “10 patitos de goma” cumple el objetivo de tratar la evolución que viven los niños desde su primer día en la Escuela, hasta que comienzan su nueva etapa en el cole. A través de este proyecto, trabajamos con ellos las emociones, teniendo en cuenta los momentos por los que un niño pasa durante su estancia en la Escuela: angustia de separación y sensación de abandono, llegada a un lugar nuevo, conocer nuevos compañeros y adultos, comenzando a sentir apego por ellos, crear vínculos afectivos, disfrutar de las actividades y materiales novedosos para ellos, degustar nuevos sabores, experimentar sensaciones externas y distintas a su entorno habitual, miedos y sorpresas ante lo desconocido, establecer rutinas, experimentar cambios a nivel fisiológico (paso a cuchara, retirada del pañal, perdida del chupete, adquirir la marcha…) y paralelamente se tratan varios temas trasversales como la interculturalidad (viajando por diferentes países o lugares mágicos al que nos lleve la imaginación).

Y todo esto acompañado de un objeto “El Patito de Goma”, y con la ayuda y participación de las familias. Por ello también como objetivo primordial es la incorporación de las familias en el día a día de la Escuela, que también nos propondrán distintas maneras de vivir y sentir nuestras aventuras.

Lo importante en este proyecto ha sido que los niños han aprendido a expresen sus emociones con mayor facilidad teniendo como referencia a este objeto. Este le acompaña hasta final de curso viviendo con él todas las experiencias que han transcurrido durante el año. Los patos además han tenido su propio espacio en el aula, visitado por todos cuándo lo han necesitado. Los patitos han sido además protagonistas en numerosas actividades que se han realizado a lo largo del curso escolar.

El objetivo principal de nuestro Proyecto consiste en que los niños pasen por un proceso de identificación con dicho objeto “Patito de Goma”, que les acompañe en sus experiencias y vivencias a lo largo de todo el curso, ofreciéndoles a través de este objeto, actividades de investigación, en las que puedan descubrir, manipular, explorar su entorno más cercano, vivenciando y canalizando las diferentes emociones que un niño pasa a lo largo del curso, desde que entra en la Escuela, hasta que finaliza la misma.

0-3 años


“120 y Pico Patitos de Goma” se establece como eje globalizador temático que da sentido y continuidad a la programación general de curso. Así iniciado septiembre, a la Escuela infantil llegan como bandadas de patos, bebés que acaban de salir del cascaron, niños que están por adquirir la marcha, como patitos que empiezan a descubrir el mundo alejándose de las alas protectoras de sus madres, así como niños que próximamente emprenderán un viaje migratorio hacia un mundo desconocido para ellos, el “colegio de mayores”.


Vemos felices a niños que entran con sus mochilas a medio llenar, ellos aún no lo saben, pero todos se dirigen a un viaje lleno de aventuras, aún por descubrir, de pequeños pasos y grandes logros. Vislumbran ya de cerca una isla del tesoro, que es la Escuela Infantil, que pondrá a su alcance pequeñas y cotidianas experiencias, un mundo de posibilidades y recursos para que puedan ir llenando esa mochila. Puede que ignoren donde está el mar y en qué consiste la travesía, y que clase de cofre repleto de tesoros les espera realmente, pero poco a poco lo irán descubriendo.

Pasado el periodo de adaptación, vamos viendo cambios y ya los niños entran contentos al aula. Aprovechamos este momento tan importante, donde los lazos afectivos se están creando y haciendo fuertes, para pedir la colaboración de las familias, (punto fuerte de esta relación Familias-Niños-Escuela). Es en este punto en el que se les explica la aventura que está a punto de comenzar, y que para participar, lo primero que tendrán que hacer es traer un patito de goma, al cual matricularan en la Escuela junto con su hijo y que les acompañara en el viaje.

Las familias les pondrán nombre y caracterizaran a su patito, como un proceso de identificación entre el objeto y su hijo. El tamaño, el color no nos importa, solo ponemos la premisa que sea un patito de goma.

Los niños comparten con sus compañeros, cuáles son las cualidades de su patito, cómo se llama, cuál es su procedencia, porque alguno de estos patitos ya lleva consigo una historia…. Es aquí donde cada uno inicia un proceso de identificación, tanto de uno mismo, de la familia, como miembro de un grupo al que pertenece.

Conforme nos vamos conociendo y nos sentimos un poco más seguros, pretendemos que la Escuela sea un lugar en el que el niño se encuentre como en casa, que se muestre tal y como es, con sus necesidades, inquietudes, emociones y que podamos compartirlo juntos, superando los pequeños obstáculos del camino. Así como nos reunimos en grupo para la asamblea, los patitos también tienen en el aula su casita donde reunirse con el resto de amigos, al alcance del niño que desee compartir con su patito de goma.

Desde los meses de octubre a diciembre, los patitos de goma han sido los encargados de enseñarnos los cambios que van sucediendo a nuestro alrededor. Los niños disfrutan de instalaciones con todo lo que el otoño trae consigo, todos estos materiales. Estos elementos son tesoros con los que realizamos diversas actividades, que nos permiten tener un ambiente rico en estímulos táctiles, visuales, auditivos, olfativos, junto a un clima lleno de afecto y la adecuada satisfacción de sus necesidades, ayudando al niño en su crecimiento, afianzando su autoestima.

Durante la Navidad los niños viven, a veces por primera vez, la magia e ilusión de estas fechas tan especiales y tan unidas a la familia. Los patitos de goma traen cajas mágicas, que crean curiosidad en los pequeños, por el contenido de las mismas y entre todos damos luz y calor a la Escuela.

Durante las vacaciones, los patitos de goma vuelven a casa y pasan también en familia estos días festivos, con la tarea encomendada de plasmar con fotos, palabras y dibujos cómo ha sido el regreso de cada patito al hogar y cómo ha vivido las fiestas en familia.


El patito de cada uno de los niños de la Escuela, ya no es un simple juguete más, se ha convertido en nuestro compañero de viaje, de experiencias, de miedos, ilusiones, separaciones, avances, emociones en definitiva de evolución, y que aporta a cada uno de los niños, la seguridad necesaria, para nuestras próximas vivencias.

El segundo trimestre está lleno de actividades y experiencias de exploración, descubrimiento e investigación nuestro entorno. Porque ya estamos preparados para salir a explorar el mundo que nos rodea, al igual que los patitos que ya están listos para salir de las alas de sus mamás y aprender a volar.

Otras de las actividades llevadas a cabo, es la búsqueda de los patitos de goma perdidos. Para ello los niños elaboraran unos catalejos y prismáticos mágicos que les ayudarán para después salir a buscarlos al exterior.

Gracias a la seguridad adquirida y que ya estamos listos para viajar, en cada aula se elaborara un transporte que nos llevará junto a nuestros patos a mundos mágicos, un submarino, un cohete, un globo y una furgoneta son los medios de trasporte elegidos y fabricados por las diferentes aulas. Con la ayuda de las familias, se elabora un transporte para cada patito y que así explore los mundos mágicos.

En el tercer trimestre ya estamos listos para volar y abandonar nuestro nido junto con los patitos. Se realizarán las primeras salidas al entorno “lejano”, como al teatro y a la granja escuela. También hemos ido de excursión al lago de la Ciudad Financiera, disfrutando del espacio al aire libre y de las diferentes posibilidades que este ofrece y viviendo grandes aventuras.

Durante cada una de las fiestas celebradas en la Escuela, también se pide la participación de las familias, ayudando a caracterizar a los patitos y disfrutando todos juntos de la celebración. Al finalizar el curso, celebramos la despedida con la representación de los niños de 2-3 años del cuento que nos ha acompañado durante todo el curso “10 patitos de goma”.

Las autores Anabel Blanco y Teresa Albuger han elaborado un interesante documento en pdf donde explican de manera más amplia la experiencia acompañada de imágenes. Para ver el documento, haga click en este enlace.

La metodología utilizada se ha basado en los siguientes principios metodológicos:
• Globalización
• Individualización
• Participación Activa

En función de estos principios, la metodología ha sido:
• LA PROPIA EXPERIENCIA
• LA EXPLORACIÓN
• MANIPULACIÓN
• PARTICIPACIÓN ACTIVA
• INVESTIGACIÓN-ACCIÓN
• RELACIONADA CON EL PROYECTO EDUCATIVO

Partiendo de la fundamentación teórica y de los objetivos del proyecto, es necesario que la metodología a diseñar permita cumplir tres condiciones previas para establecer unos circuitos eficaces de comunicación-relación con los niños:

• Es importante tener en cuenta que se dirige a niños que perciben lo que les rodea de manera global.
• El grupo está compuesto por individuos, por lo que la relación profesor-niño es lo que debe presidir el grupo.
• La manera de interiorizar del niño es a través de lo sensorial, es decir, de la manipulación y la experimentación de aquello que se plantea en la clase y no de lo conceptual y verbalista.

Así entonces, surgen tres características: percepción, relación e interiorización.

La metodología debe permitir la globalización, ofreciendo al niño la posibilidad de establecer amplias y diversificadas conexiones y relaciones entre lo que ya conoce y las nuevas experiencias que se le plantean, para que de esta forma el aprendizaje sea significativo.

Desde el punto de vista de la relación, la metodología a seguir debe permitir al niño entrar en contacto con el mundo y cada uno de sus componentes de manera individual.

Desde el punto de vista del modelo de interiorización que los niños poseen a estas edades, existe un mecanismo para hacer suyos objetos, situaciones y relaciones que es la manipulación, entendida desde lo sensorial y desde lo emocional.

La participación activa en todos los procesos o situaciones que se planteen en la vida escolar, ya sea por medio de lo sensorial o de lo simbólico, es el único recurso válido para que se den situaciones de interiorización.

En resumen, globalización, individualización y participación activa se constituyen en premisas que debe respetar como necesidad básica cualquier metodología a diseñar.

 

Contamos con un equipo de 16 personas, 9 tutoras, 6 educadoras de apoyo y 1 directora.

También nos hemos valido del elemento eje del proyecto, el cuento “10 patitos de goma”.

Al ser una metodología activa, el educador ofrece a los niños materiales y actividades que despiertan su interés, colocados en un espacio y con una presentación adecuada, estableciendo un tiempo que depende de los niños, siempre respetando los ritmos y necesidades individuales.

Será el niño el que explore las características y peculiaridades de cada material, el que entre en contacto con el entorno más inmediato, el que se plantee hipótesis y descubra a través de sus propia acción. De esta manera se hace efectivo el proceso de investigación- acción. El educador es observador de las reacciones de los niños, mostrando una actitud positiva ante sus avances investigadores, acompañando con su lenguaje no verbal y pondrá palabra a sus descubrimientos.

Pero para dar comienzo a nuestro proyecto, es indispensable la colaboración de las familias. Se pide a los padres que traigan un pato de goma personalizado, reflejando la personalidad o gustos des sus hijos.

La Escuela Infantil se ha transformado de repente en un lago de patos, con un ruidoso embarcadero. Desde ese muelle lleno de mochilas, cada alumno aborda su aula respectiva. Un barco listo para zarpar cada mañana, en cada aula un educador, que como un timonel traza todos los días el mapa hacia nuestra dirección. 120 y pico patitos de goma, que se encuentran a lo largo de su travesía, con pérdidas, ganancias, y grandes logros. Cuando esta aventura llega al final, el tesoro es todo lo que se ha aprendido y logrado, el tesoro que ya llevaban en sus mochilas, cruzando todas las fronteras, y que ningún pirata podrá arrebatarles nunca. Los patitos han acompañado a los niños en esta aventura y tienen las marcas y el desgaste de lo que han vivido, al igual que los educadores que llevan con orgullo haber acompañado a tan hermosa tripulación.

Llega el momento de la despedida y nuestros niños junto con sus patitos ya se encuentran preparados para abandonar la seguridad de las aulas, del módulo y de las personas de referencia que hasta ahora les han acompañado en nuestra aventura hacia la autonomía. Ya estamos listos para lo desconocido, nuevos retos, grandes cambios, como la adquisición de la marcha, comer solos, pérdida de pañal, el cole de mayores…

Finalmente nuestras conclusiones y logros sobre los objetivos planteados inicialmente, son los siguientes:

• Crear un vinculo afectivo especial con sus propios patitos. Trabajando las emociones, y el patito como objeto transicional.
• El respeto de cada niño hacia el pato de sus iguales.
• Compartir.
• Identificación.
• Confianza.
• Empatía.
• Valor de la amistad.


Anabel Blanco
Teresa Albuger