Un día muy caluroso de verano, en una casita cerca del campo, los gritos de un pequeño terminaron con la paz de aquellos tranquilos parajes.
_ ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Ayúdenme, por favor! ¡Sáquenme de aquí!_ Gritó Fran desde el fondo de una gran tinaja con agua de las últimas lluvias que adornaba su jardín.
._ Pero Fran, ¿qué haces ahí metido?_ Le dijo su mamá._ ¿Ya estás otra vez investigando?
_Lo siento_ Dijo Fran desprendiendo un olor poco agradable._ Quería saber que escondía ese recipiente tan grande._ Está bien pequeño pero ahora tendrás que darte un buen baño para podernos ir de excursión al campo.
Y al llegar al campo…
_Hola Nico._Hola Fran.
Nicolás y Fran se conocían desde que eran muy pequeñitos e iban a la guardería. Ahora que ya habían cumplido los cinco años se habían hecho muy buenos amigos. Esta tarde era muy especial, ya que era su primera excursión al campo los dos juntos.
_Mira Fran que fila tan larga de hormigas. ¡Vamos a destruirlas! Dijo Nicolás._ ¡Espera! No hagas eso. Estás hormigas están trabajando. Verás, coge mi lupa y obsérvalas un ratito._Le dijo Fran rebuscando en su mochila._ ¡Es increíble!_ Gritó Nicolás emocionado._ Todas llevan la comidita hasta el hormiguero. ¡Qué ordenadas y qué trabajadoras!
_ Claro_ Dijo Fran._ Así almacenan el alimento para el invierno. Yo las he estado investigando en el jardín de mi casa.
_Gracias Fran, nunca más volveré a molestar a los animalitos.
Mira, ¿qué será aquello? Parecen pequeños agujeros que están tapadas con arena
._ ¡Vamos a investigar! Dijo Fran muy emocionado._Retira la arena con cuidado Nico.
_ ¡Uy! la arena que cubre la galería está calentita._Exclamo Nico muy sorprendido.
_ ¡Calentita! ¡Párate! No sigas quitando arena Nico. Esta galería debe ser el nido de algún animal y quizá sea peligroso. Será mejor no molestarle. _Le dijo Fran muy preocupado.
_ ¡Bah! No digas tonterías. Voy a descubrir un gran tesoro. Es redondito y caliente, seguro que el fondo estará lleno de monedas de oro.
_ ¡Nico! Déjalo ya. ¡Vámonos! Esta mañana acabé en el fondo de una tinaja con agua sucia por querer curiosear más de la cuenta. Es mejor avisar a nuestros padres.
_ ¡Fran eres un miedica! Yo voy a seguir retirando la arena._Dijo Nico sin escuchar los buenos consejos de Fran. Y de pronto…_ ¡AY! ¡AY! ¡COMO DUELE! Algo me ha pinchado muy fuerte en mi manita. _ Gritó Nico desconsolado.
_ ¡Corre Nico, corre! ¡Vámonos de aquí! ¡Mami!
_ ¿Qué ocurre Fran? ¿Qué habéis descubierto ahora? ¿Tu curiosidad te ha llevado hasta un tesoro escondido?
_ No, mami, es ese bichito que me enseñó papá en el libro grande._ ¡Ha picado a Nico!_ Explicó Fran muy alterado a sus padres. _ ¿Qué bichito Fran? ¿Dónde está Nico?_ Los padres fueron al lugar donde estaba el niño con su manita ya muy inflamada y adormecida. _ Es la picadura de un alacrán._ Dijo el papá de Fran._ Tenemos que llevarle al hospital.
_ ¡Pobre Nico! Sollozó Fran acurrucándose en el regazo de su mamá.
_ Tranquilo pequeñín pronto llegaremos y Nico se recuperará enseguida. Le habló dulcemente su mamá para tranquilizarle. Ya en el hospital Nico recibió una vacuna con un antídoto, que es, un líquido que hace desaparecer el veneno y poco a poco se fue recuperando.
Al día siguiente Nico ya estaba en casa.
_ Fran._ Dijo Nicolás._ Muchas gracias por avisarme del peligro. Siento no haberte escuchado. Os he dado un buen susto. ¿Verdad?
_Bueno, lo importante es que ya no estás malito y juntos hemos aprendido la lección. Es bueno sentir curiosidad para aprender de todo lo que nos rodea, pero debemos ser prudentes, escuchar y pedir consejo a las personas mayores para que nos indiquen donde está el peligro y no nos llevemos sorpresas desagradables.
_ Entonces, ¿mañana podremos volver al campo?_ Dijo Nico abriendo sus grandes ojos negros.
_Por supuesto Nico, pero esta vez llevaremos guantes._ Dijo Fran arrugando su naricita y guiñándole un ojo a su gran amigo Nico.
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