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Mi proyecto es sobre inteligencia emocional para alumnos de segundo de primaria, es decir, alumnos que tienen entre siete y ocho años. El principal objetivo de este proyecto es que alumnos trabajen el conocimiento de sí mismos, así desarrollarán la inteligencia emocional y serán capaces de gestionar sus emociones en grupo. A la vez trabajaran también dos de la inteligencias múltiples, la inteligencia intrapersonal, que es la capacidad de conocerse a uno mismo: las propias reacciones, emociones y vida interior, la autoreflexión y la metacognición; y la inteligencia interpersonal, que es la comunicación efectiva a nivel verbal y no verbal, la capacidad de entender los estados de ánimo, los sentimientos y las motivaciones de los demás. Quiero que mis alumnos desarrollen su verdadera identidad. Ello significa dejar que se expresen con libertad, enseñarles a nombrar, a identificar, sus emociones, a familiarizarse con ellas, a ponerlas en palabras para que las expresen en acciones. Esto implica que ayudo a mis alumnos a crecer de manera que exista congruencia entre lo que sienten, lo que hacen y lo que dicen. Hoy en día se les están exigiendo mucho a los jóvenes: que sean guapos, delgados, inteligentes, deportistas, que sepan idiomas . Se está buscando la perfección yo quiero enseñar a mis alumnos a ser felices, no a ser perfectos. Mi objetivo es crear un clima donde todos mis alumnos se sientan queridos y apreciados tanto por su maestra como por sus compañeros. Cuando sientes que no te quieren, no desarrollas los conocimientos de la misma manera. El proyecto está recogido en dos vídeos en Youtube.
Los objetivos son:
El proyecto se estructura en tres partes, primera parte ¿qué llevo en mi mochila?, es decir reconocer mis propias emociones, estoy feliz por algo, dibujar cómo me siento hoy, aprender a ordenar mis emociones. Primera parte, reconocer las emociones: cogían su carita y la ponían en la cara del sentimiento que correspondía, luego decían como se sentían y explicaban el porqué, más adelante decían como se sentían subidos en las mesas y, por último, cantando. En esta parte hemos aprendido quienes somos, cada alumno ha hecho un mural donde se ha dibujado a él mismo con los deportes, acciones, cosas que le gustan; después han realizado una exposición oral explicando quienes son y sus gustos. Para comprender a los demás, primero tengo que saber quién soy yo. Hemos trabajado nuestro autorretrato para poder estar preparados para continuar el proyecto. Cuando ya nos conocimos, trabajamos las emociones básicas la alegría, la tristeza, la rabia, el miedo, la calma. Nos ayuda el monstruo de los colores. Cada emoción para ellos tiene un color, un olor, un sabor y un dibujo. Esta parte es muy importante, porque cada niño es un ser único en el teatro de la vida. Segunda parte, viajando al país de las emociones con mi mochila. Hemos trabajado diferentes recetas para conocer las emociones. Por ejemplo, la receta para no tener miedo, receta para perder la timidez. Han reflexionado sobre la tristeza: qué me pasa cuando estoy triste. Hemos realizado nuestra receta para estar menos tristes y a ser positivos en todas las circunstancias de la vida. En esta parte, nos hemos centrado en emociones más complejas como la empatía, la asertividad, la culpa, el engaño, la vergüenza. Han realizado un mapa mental con todas las emociones aprendidas, donde de cada emoción estaba relacionada con una acción, una foto o dibujo, es decir, qué me pasa cuando me siento culpable, me encojo, me escondo. También han creado un mandala emocional donde estaban ellos, sus cualidades, actitudes, habilidades, aquello que les hace feliz; hobbies, personas y por último sus sueños es decir, su futuro. En esta parte hemos trabajado con el libro “Manual para soñar” , cómo distintos niños han ido consiguiendo sus sueños. Hemos creado caminos distintos para alcanzar nuestro sueño. Yo les he contado mi sueño de ser maestra, como poco a poco lo fui logrando pero que aún tengo más sueños que me encantaría que ser hicieran reales. Tercera parte, mis compañeros de viaje. En esta parte, cada alumno primero reflexiona si sus compañeros llevan la misma mochila que él, para aprender a convivir mejor con sus familias y sus compañeros de clase, así podrán entender qué les ocurre en cada momento. En una clase es muy importante que se conozcan entre ellos, por eso el respeto es fundamental. Han comprendido que aunque todos tengan la misma edad, no tiene el mismo carácter, reaccionan de manera distinta a las emociones, algunos son más reservados para expresar lo que han sentido. Entre todos hemos ayudado a que los tímidos se expresan con más confianza, a que los más nerviosos sean más tranquilos, a saber animar al compañero que está triste, a saber calmar a mi compañero que está enfadado. Han aprendido como puedo ayudar a qué mis iguales controlen sus emociones. Hemos conocido cuáles son los gustos, aficiones, sueños, habilidades, inquietudes de nuestros compañeros si se parecen a los suyos o son distintos. Aprender a respetar que no a todo el mundo, porque a mí me guste el baloncesto, le tiene que gustar. Es muy importante conocer a fondo a las personas porque en el futuro mis alumnos van a convivir con personas que no serán sus padres y tendrán que aprender a satisfacer las necesidades de ellas y además de aceptarlas y comprenderlas. Es fundamental que desde niños aprendan que en la vida conocerán a muchas personas todas ellas únicas e irrepetibles, con algunas se llevarán bien con otras no, a otras les abrirán su corazón, a otras se lo cerrarán pero tiene que aprender a convivir con todas. Los adultos a lo largo de nuestra vida, conocemos a personas en un momento determinado y nos acompañan toda la vida, otras nos acompañan solo en un momento concreto y a otras las conocemos pero se van para siempre. Para finalizar este apartado con esta frase
del principito: “ El tiempo que perdiste por tu rosa hace
que tu rosa sea tan importante” (Saint- Exupéry).
Yo le digo a mis alumnos que el tiempo que perdemos
con cada compañero hace que cada compañero sea importante.
Porque el tiempo perdido con compañeros es tiempo ganado, aprovechado
y vivido. Son recuerdos para cinco minutos después, para dentro
de un año o para siempre. Un compañero se torna importante
para nosotros y nosotros para él, cuando somos capaces en su ausencia
de reír o llorar, de sentir nostalgia, pena o alegría y
en ese instante traerlo bien cerquita de nosotros. Primero los alumnos expresan como se sienten a través de caritas de sentimientos en nuestro caso, triste, apenado, entusiasmado, contento, enamorado, extrañado enfadado, sorprendido, cansado, donde ponen su foto. Dicen como se sienten y explican el por qué. Por ejemplo, hoy estoy entusiasmado porque voy a comer a casa de mis abuelos. Al principio solo decían como se sentían sin explicar el porqué, después añadimos el porqué. Más adelante expresan sus emociones subiéndose a las mesas con su foto y luego se bajan y ponen su foto en la carita correspondiente. Luego aprendimos las emociones básicas con la ayuda del libro “ El monstruo de colores” , donde aprendieron la alegría, la tristeza, el miedo , la rabia y la calma. En cada sesión trabajamos una emoción distinta, reflexionamos sobre ella: ¿qué me pasa cuando estoy alegre, qué hago, suelo saltar, cantar? Hacemos un dibujo que representen dicha emoción. Es muy importante que sepan las acciones que ocurren cuando están sintiendo algo. Hemos escrito en nuestro cuaderno diferentes situaciones donde se hayan sentido, por ejemplo, enfados: un día que no querían jugar conmigo, un día que se rieron de mí. Después descubrimos las emociones más complejas a través de cuentos. La profesora lee el cuento, por ejemplo, “el racimo de uvas”. Es una familia que se iban dejando el racimo de uvas hasta que finalmente volvió al padre de la familia y lo compartió con los demás. A través de este cuento comprenden que en esa familia eran capaces de ponerse en el lugar del otro y hacer felices a los demás. Posteriormente reflexionamos lo que ha pasado en esa familia porque se iban dejando el racimo de uvas. Como esa familia realizó acciones que hacían felices a los demás. A continuación, pensamos alguna acción que pudiera hacer felices a sus padres. Cada alumno expone sus ideas libremente, por ejemplo, a mi madre darle un beso y un dibujo, ir a pasear con mi padre,, unas vacaciones para mi madre… y, una vez hecha la reflexión, comprobamos si ya sabemos lo que significa la empatía, hacemos una lluvia de ideas, dicen que es compartir con los demás, hacer felices a los demás, animar a los que están tristes, hasta que entre todos formamos una definición. Para finalizar hacemos un dibujo de la emoción trabajada en un cuaderno especial del proyecto y cada alumno explica lo que ha creado en su dibujo. Diario emocional. Creo que ha sido un proyecto
fundamental para mis alumnos ya que han aprendido que en el colegio no
sólo se les enseñan asignaturas como matemáticas,
lengua… sino que pueden aprender a comprenderse a sí mismo,
a saber como se sienten en cada momento, a aprender a controlar sus emociones,
a ayudar a sus compañeros a que sean más felices.
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