1. Conveniencia de incluir el inglés
en el programa pedagógico del centro
El centro de educación
infantil debe intentar potenciar al máximo todas las capacidades
de sus alumnos. De la misma manera que intentamos estimular al niño
para que se desarrolle física y mentalmente y que aprenda nuestra
lengua de manera correcta, debemos prepararle para que aprenda una segunda
lengua de manera correcta tan pronto como sea posible.
Cada centro de educación
infantil debe decidir su propio programa pedagógico y, por tanto,
los componentes del mismo. La inclusión del inglés en el
programa del centro depende, entre otras cosas, del medio ambiente, de
la población de alumnos y sus padres y de los recursos con que
cuente el centro. Sin embargo, no se debe dejar de lado la necesidad de
trabajar con los niños en una segunda lengua por la importancia
que ésta cobrará más tarde y por las ventajas con
las que distraemos a los alumnos si comenzamos a trabajar con ellos a
una edad temprana.
El programa que se describe en
esta presentación se lleva a cabo en el Centro de Educación
Infantil Pequeñines, de Madrid y Salamanca. Se imparte diariamente
a los alumnos de acuerdo a su edad.
2. Marco en que se lleva a cabo el trabajo
Nuestro programa de inglés
está basado en los estudios del Dr. Manuel Kovacs. De acuerdo con
el Dr. Kovacs, "a partir del momento en el que el niño nace prosigue
su desarrollo orgánico, es decir, el cerebro no ha terminado de
crecer y de madurar en el momento del nacimiento, ni mucho menos, le quedan
años de evolución. De hecho, a partir del momento del nacimiento,
la duplicidad del volumen y tamaño cerebral no se va a volver a
dar en ningún momento de la fase de la vida de ese sujeto, con
lo cual, los primeros meses, los primeros años y cuanto más
cerca del principio estemos, más va a ser absolutamente vitales
en todo el futuro del niño y del adulto que como consecuencia de
él se forme. Además, a partir de ese momento, todos los
órganos sensoriales son accesibles, por lo que podemos actuar sobre
todos ellos, sin las limitaciones que conlleva el que el niño está
in útero. Por tanto, conceptualmente, debemos rodear al niño
a partir del momento del nacimiento de aquellos estímulos que aporten
mayor cantidad de energía y sean más vastos, más
amplios de espectro.
Utilicemos como ejemplo concreto
la audición. El receptor nervioso, el transformador de onda acústica,
el impulso eléctrico, está en la cóclea. El ambiente
sónico en el que el niño se desenvuelve es enormemente importante.
In útero, el líquido amniótico favorece la transmisión
de los sonidos con más de 1500 hertz. A partir del momento en el
que el niño nace, lo oye todo, tienen un diafragma muy grande.
Ahora bien, la cóclea tiene forma de caracol, dos vueltas y media.
Imaginemos que la desenrollamos y pensemos en ella como en un xilófono,
como un piano en el que están los receptores de los sonidos más
graves en un extremo, los receptores de los sonidos más agudos
en otro extremo. La propia forma de la cóclea hace que cuando llega
una onda acústica, reverbere en su seno y percuta como un pianista
la tecla correspondiente al sonido que acabamos de oír. Al percutir
esa tecla la fibra nerviosa que está abajo se estimula, eso se
conduce a lo largo de distintas vías nerviosas del cerebro que
analiza que esta información corresponde a ese sonido.
En el momento en el que el niño
nace, todas las fibras nerviosas que están debajo de estas teclas,
por llamarlas así, son iguales. Supongamos que un niño se
mueve en un ambiente sónico en el que durante sus primeros diez
años de vida tan sólo se utilizan frecuencias de 300 a 500
hertz. ¿Qué ocurriría en ese niño a los 10 años?
Su capacidad física sería la misma, es decir, la cóclea
seguiría siendo la misma y Las ondas se formarían exactamente
igual, pero la capacidad de percepción y de asunción y de
relación de las fibras nerviosas más estimuladas, las que
están en el espectro de 300 a 500 hertz sería mucho mayor
que la de las demás. Se habrían atrofiado conceptualmente
las conexiones dependientes de fibras nerviosas que reciben sonidos de
menos de 300 hertz o de más de 500 hertz. Por lo tanto, si el niño
a los 10 años oye un sonido, aunque lo oiga bien, no lo va a asumir,
a interpretar y a relacionar tal como se hace, tal como lo recibe, sino
tal como lo recibe filtrado por un diafragma que prioriza esta banda de
sonidos a la que se ha acostumbrado.
Cada idioma utiliza unas frecuencias
distintas de modo prioritario. El español utiliza esencialmente
los 300 a 500 hertz. En cambio, el inglés es más agudo,
utiliza hacia los 1200 hertz. ¿Qué significa esto ? Que si
un niño que nace en España lo tenemos durante 7 años
hablándole siempre en español y él está oyendo
primordialmente esta banda de 300 a 500 hertz que otra, por lo tanto,
asume, interpreta y analiza mejor los sonidos de 300 a 500 hertz que los
demás. Cuando este niño a los 15 años aprende a hablar
inglés ¿cómo lo habla? Habla con acento español.
¿Por qué? Porque el niño está oyendo el inglés
pero está percibiendo esencialmente la frecuencia de 300 a 500
hertz del inglés y por lo tanto repite prioritariamente estas frecuencias
en detrimento de los demás.
Desde el punto de vista conceptual,
lo ideal sería rodear al niño de un ambiente sónico
lo más variado posible. " (1)
Estas ideas se han visto confirmadas
recientemente con un estudio realizado en la Facultad de Medicina de la
Universidad de Cornell, en el que mediante la aplicación de resonancias
magnéticas por imágenes se analizaron las zonas de la corteza
cerebral que están activas cuando se utilizan dos idiomas distintos.
Para la investigación se
analizaron personas que habían aprendido una segunda lengua a muy
temprana edad (sujetos bilingües tempranos) y personas que habían
aprendido la segunda lengua en la edad adulta (sujetos bilingües
tardíos). A los sujetos se les dieron tareas lingüísticas
expresivas en los idiomas que debían ejecutar en silencio. La resonancia
magnética permitió determinar con mucha precisión
que zona del cerebro entraba en acción al ejecutar el sujeto las
distintas tareas asignadas.
De acuerdo con el equipo investigador,
encabezado por la Dra. Joy Hirsch, la resonancia magnética por
imágenes demostró que en el caso de los sujetos bilingües
tardíos existe una separación espacial en la zona de la
corteza cerebral sensitiva al idioma, conocida como el área de
Broca mientras que en los sujetos bilingües tempranos los dos idiomas
tienden a estar en áreas comunes. Esto quiere decir que en los
sujetos bilingües tardíos la segunda lengua se procesa por
una parte distinta del área de Broca que la utilizada para pensar
en el idioma tardío.
La observación de que la
separación anatómica de los dos idiomas en el área
de Broca varíe de acuerdo a la edad en que se aprendió el
segundo idioma sugiere que la edad de la adquisición del idioma
puede ser un factor significativo para determinar la organización
funcional de esta área del cerebro humano. Los bebés, inicialmente
capaces de diferenciar todas las diferencias fonéticas relevantes,
pueden llegar a modificar el espacio perceptual acústico basados
en la exposición temprana y repetida a sus idiomas nativos. Es
posible que la representación de los idiomas en el área
de Broca se desarrolle por la exposición temprana y no se modifique
más adelante. Esto haría necesaria la utilización
de áreas adyacentes de la corteza cerebral para el aprendizaje
de una segunda lengua.
Sería como si el segundo
idioma en incorporarse no pudiera penetrar al centro del área de
Broca porque ésta ya está ocupada por el idioma nativo del
sujeto. Consecuentemente se ve forzada a fijarse en una zona algo distinta
del cerebro. En esta forma, los dos idiomas están juntos en el
cerebro pero nunca en la armonía disfrutada por los dos idiomas
en las personas realmente bilingües. (2)
Además de estas razones
de tipo científico, existen razones de tipo psicológico
que contribuyen a fundamentar nuestro programa. Algunas de ellas han sido
descritas por el Dr. Rojas Marcos de la siguiente manera:
"Investigaciones recientes demuestran
que hablar regularmente a los bebés durante el primer año
de vida tiene un profundo efecto positivo en el desarrollo de su cerebro
y de su aptitud para aprender. El número de palabras dirigidas
a las criaturas al día constituye el estímulo más
poderoso para agudizar la inteligencia y avivar la capacidad de razonar,
de resolver problemas y de relacionarse con los demás. Cuantos
más vocablos por hora escuche el pequeño, mejor.
Los cimientos del pensamiento
racional se establecen en los primeros meses de existencia, mucho antes
de que la criatura muestre signo alguno de distinguir entre una idea abstracta
y un objeto concreto. El cerebro del recién nacido está
esperando recibir los primeros estímulos del nuevo entorno para
configurar las conexiones entre los millones de neuronas que forman el
entramado de materia gris que le va a permitir ser más perceptivo,
inteligente, adaptable y creativo". (3)
Si bien los conceptos del Dr.
Rojas Marcos se refieren a la lengua nativa, nosotros creemos que si los
niños hasta de tres años son capaces de hacerse entender
a pesar de un vocabulario limitado, utilizando la entonación y
los gestos, pueden iniciar la adquisición de vocabulario de una
segunda lengua para irse acostumbrando a utilizarlos correctamente. La
adquisición inicial de este vocabulario generalmente es pasiva
pero le servirá de base para una ampliación posterior en
la que el segundo idioma pasará a jugar un rol activo.
Hablando en términos de
didáctica sabemos que el lenguaje se adquiere mediante procesos
de imitación y de creación a partir de un entorno que multiplique
las oportunidades de construir significados interactivamente. Por tanto,
al aprender una segunda lengua, el niño requiere de un entorno
afectivo que facilite uy propicies la comunicación, situaciones
familiares que le permitan la comprensión y el uso de la segundas
lengua y la extrapolación de dicha lengua a distintos contextos.
Estas condiciones se dan en nuestro centro.
3. Filosofía del Programa
El aprendizaje de la segunda lengua
se lleva a cabo en tres etapas sucesivas:
Primer estadio: comprensión y asimilación
La expresión oral es aquí,
así como en la lengua materna, una conquista progresiva y hay que
saber esperar el momento en que el niño o la niña se exprese.
En este estadio oye porque es curioso y tiene interés. Es el estadio
del aprendizaje pasivo, que según los individuos, las circunstancias,
las estimulaciones existentes o no, durará más o menos tiempo.
En cualquier caso se respeta el proceso de cada uno. Discurre sin discontinuidad.
Segundo estadio: costumbre y consolidación
En una situación que permanece
idéntica la profesora de inglés pregunta e incita al niño
o niña en términos conocidos y en fórmulas hechas
familiares. El niño y la niña participa fácilmente
a través del gesto y la acción y responde, en fin, a través
del verbo y siempre de la misma manera en la misma situación. La
imitación pasiva permite la adquisición de hábitos.
El niño o la niña, al ejecutar la acción, repite
después de la profesora la frase que traduce la acción.
Tercer estadio: estructuración y automatismo
dirigidos
Se llevan a cabo ejemplos de diálogos
estructurados muy sencillos y que se prestan a la automatización.
La repetición inicia al verbo, a la palabra, a la estructura. La
sustitución de un elemento o de varios elementos le permite asimilar
la estructura. El vocabulario debe ser conocido para que sea posible centrarse
en el mecanismo. El ritmo debe de ser rápido, la duración
del ejercicio, incluso si parece integrarse de modo natural en el tema,
debe ser corta.
El programa de inglés tiene
en cuenta estas etapas y la edad de los niños, con lo que los objetivos
a conseguir, los contenidos y las técnicas utilizados son distintos
de acuerdo al grupo de edad.
Un punto muy importante es dejar
establecido desde el primer momento que el inglés es un idioma
distinto del español y que se utiliza en momentos, situaciones
y con materiales y personas perfectamente diferenciados. Esto permite
al niño organizar los contenidos lingüísticos que va
adquiriendo de manera que no se confundan ni interfieran unos con otros.
Además, está comprobado
que los niños inicialmente aprender a asociar objetos con palabras,
dejando de lado todos los demás detalles lingüísticos
(sílabas, fonemas, etc.). En un estudio realizado en Canadá,
se ha demostrado que los bebés compilan su vocabulario cuando vinculan
las palabras con objetos o situaciones. (4) Por tanto, nuestro programa
está enfocado a hacer relevantes los contenidos lingüísticos
desde el primer momento.
La profesora de inglés
no habla con los niños más que en inglés, dentro
de los momentos y en las situaciones establecidas para esta actividad.
Su dedicación al inglés en el centro es exclusiva. Para
los niños esta persona solamente habla este idioma y los niños
solamente pueden utilizar este idioma para comunicarse con ella. Esto
permite que los niños pongan en juego sus habilidades de expresión
(entonación, gestos) para lograr expresar lo que quieren decir.
La profesora proporciona a los niños un repertorio básico
de estas habilidades desde el primer momento con el fin de que los niños
las vayan desarrollando.
Dado que éste no es un
programa de educación bilingüe, la enseñanza del inglés
juega un papel muy específico dentro del centro. Es una actividad
normal de la rutina diaria de los niños y aunque está vinculada
estrechamente al programa pedagógico del centro, sigue sus propios
mecanismos y ritmo de acuerdo a las necesidades de los alumnos y a la
respuesta que ellos van dando a las actividades del propio programa.
4. Metodología del programa
Las estructuras que se utilizan en el programa
son las siguientes:
1º Estructuras basadas en el imperativo
Al principio, la profesora da órdenes
que el niño o la niña ejecuta sin hablar. La profesora,
en primer lugar, hace mimo ella misma del "gesto respuesta" que el niño
o la niña ejecuta, o bien utiliza marionetas.
2º Estructuras basadas en la interrogación
Juegos de preguntas y respuestas. Las respuestas pueden
ser dadas por:
- la mímica
- el gesto
- la palabra
3º Estructuras basadas en la afirmación,
la negación y la exclamación.
Estas estructuras se presentan
siempre en forma de diálogo, y en presente o pretérito perfecto
del indicativo.
Los tiempos que se dedican a inglés
en la rutina diaria varían de acuerdo a la edad de los niños.
A modo de resumen, podemos decir que los niños de hasta seis meses
escuchan como música de fondo dos grabaciones de quince minutos
cada una al día conteniendo conversaciones, narraciones y música.
Los niños de seis meses
a un año escuchan grabaciones similares pero la profesora de inglés
trabaja con ellos diariamente durante al menos 15 minutos para situar
en contexto el idioma mediante conversaciones y expresión corporal.
Este contacto se incrementa ligeramente
para los niños de hasta 24 meses a través de ejercicios
de expresión corporal y verbal. El tiempo al día es de dos
períodos de veinte minutos cada uno.
Para los niños de dos a
tres años, el programa es de 45 minutos diarios de trabajo con
la profesora de inglés, con objetivos concretos de aprendizaje,
contenido y actividades pedagógicas pensadas especialmente para
lograr en un principio la participación física del niño
y más adelante la producción y la comprensión oral
plena de lo que le propone la profesora.
A continuación proporcionamos
un esquema general de la organización con respecto a éste
ámbito en el centro.
Edad
Tiempo
dedicado al Inglés (a la semana)
Principales
contenidos pedagógicos
Hasta
12 meses
Dos
horas y media a la semana en dos períodos diarios de 15 min.,
uno con grabaciones y otro con la profesora.
Exposición
a los sonidos del idioma y contextualización del mismo mediante
expresión corporal con la profesora de inglés
Hasta
los 2 años
Tres
horas y veinte minutos a la semana, en dos períodos diarios
de 20 minutos con la profesora.
Exposición
y contextualización del idioma mediante respuestas físicas
a los estímulos proporcionados por la profesora. Expresión
corporal y oral.
Hasta
los 3 años
Tres
horas y cuarenta y cinco minutos en un período diario de
45 minutos con la profesora.
Contextualización,
expresión verbal y realización de diversas tareas
en respuestas a los estímulos proporcionados por la educadora.
Actividades generales de acuerdo con el plan de actividades del
grupo.
5. Contenido lingüístico del programa por
edades
Área
Niños
hasta un año
Niños
hasta 2 años
Niños
hasta 3 años
Vocabulario
Los
niños escuchan el inglés de forma global, mediante
grabaciones especiales de cuentos breves, rimas, canciones y conversaciones
acompañadas de música clásica.
La profesora utiliza vocabulario
de estas grabaciones en sus conversaciones con los niños.
Los
niños aprenden a cumplir los comandos que la profesora utiliza,
fórmulas sociales, expresiones simples y fórmulas
hechas. Además, se incorporan áreas de vocabulario
relevantes a los alumnos.
Los
niños adquieren un vocabulario básico previamente
delimitado. Se ha enlazado este vocabulario de manera que sirva
para adquirir nuevos términos y que pueda ser utilizado en
más de un contexto.
Gramática
Los
niños reconocen estructuras simples (afirmativo, negativo,
interrogativo) en el presente indicativo y fórmulas sociales
hechas (saludos, inicio y fin de actividades). Los niños
siguen el imperativo.
Los
niños siguen y utilizan el imperativo (afirmativo y negativo).
Se inician en el manejo del presente simple en afirmativo, negativo
e interrogativo. Aprenden las palabras interrogativas básicas
(qué, dónde, quién, cómo)
Los
alumnos manejan al final del curso el presente simple, el pretérito
perfecto y el imperativo. Además de las formas afirmativa,
negativa e interrogativa. Conocen y manejan los 30 verbos más
comunes del inglés.
Funciones
Los
niños identifican el inicio y fin de actividades, se relacionan
con la profesora y siguen sus instrucciones.
Los
niños cumplen las instrucciones de la profesora, pasando
a impartirlas ellos mismos, en secuencias simples. Inician en proceso
de identificación personal y de otros niños, así
como de objetos, animales y lugares básicos.
Los
alumnos al final del curso pueden proporcionar información
personal y de otros, indagar sobre este tipo de información,
expresar sus sentimientos, emociones, gustos y preferencias. Pueden
seguir una secuencia compleja de comandos e impartirla. Pueden identificar
las representaciones gráficas del vocabulario que han adquirido
y pronuncian correctamente todos los sonidos del idioma.
6. Otros elementos importantes del programa
El programa utiliza de forma constante
y exclusiva elementos muy precisos que se han preparado espacialmente.
Estos elementos son:
1. Comandos
Series de órdenes dadas a los
niños por la profesora, utilizando el imperativo. Estas órdenes
siempre son dadas y modeladas por la profesora, para que los niños
le imiten a continuación, siempre de la misma forma, cada vez que
escuchen el mismo comando.
Inicialmente los comandos se dan separados,
pero poco a poco se van dando de forma combinada de modo que el niño
tiene que ejecutar dos o tres comandos seguidos.
Las secuencias de comandos simples
consisten en comandos que se deben ejecutar uno tras otro, de forma lineal.
Las secuencias complejas implican que los niños deben primero discernir
a quién le corresponde ejecutar el comando y a continuación,
ejecutarlo.
2. Guiñoles
La profesora utiliza de forma constante
tres guiñoles que presentan contenidos, orientan a los niños
y provocan actividades concretas al tener su presencia características
constantes. Dos de ellos ayudan a presentar los diálogos y el tercero,
al faltar frecuentemente a clase, pide a los niños que le enseñen
lo que se ha perdido durante sus ausencias.
3. Mini diálogos
La profesora con los guiñoles
presenta mini diálogos que los niños van dramatizando de
acuerdo a sus posibilidades. Estas conversaciones siempre utilizan el
material nuevo pero lo combinan con material anterior para mantener en
activo los conocimientos adquiridos previamente.
4. Canciones
La profesora introduce constantemente
nuevas canciones, algunas especialmente escritas para el aprendizaje del
inglés y otras, versiones de temas populares. Para cada canción
se muestra un bit que la representa y que sirve para que los niños
recuerden la canción con solo verlo.
5. Comprensión oral
Con la ayuda de los mensajes grabados
se practica la comprensión oral del