Por Programación entendemos
la formulación escrita que realiza el educador o educadores y mediante
la cual anticipa, de forma ordenada y detallada, las actividades que los
alumnos y él mismo deben desarrollar en el aula o fuera de ella,
los recursos materiales y temporales, metodológicos, los contenidos
y criterios de evaluación para alcanzar los objetivos fijados.
La programación es necesaria
en todos los niveles educativos ya que facilita la organización
de la clase; evita la improvisación y la rutina; permite un control
continuo, ya que incorpora la evaluación; tiene en cuenta la realidad
del alumno y del medio; en fin, consigue una enseñanza más
estructurada, organizada y coherente, acorde con el desarrollo madurativo
del escolar.
Se trata de buscar las conductas que
más le interesan al niño en la edad concreta en que se encuentra,
para encauzar su actividad, convirtiendo esas capacidades en centros de
aprendizaje.
CARACTERíSTICAS
Las características que debe
reunir una programación educativa pueden sintetizarse en las siguientes:
a) Integradora de los intereses y
capacidades del alumno, de las exigencias de la materia y de las condiciones
de la realidad sociocultural.
b) Adaptado al tipo de centro educativo:
rural, urbano, suburbano, específico de un barrio, etc.
c) Significativa y motivadora para
los alumnos y para su desenvolvimiento en el medio, como individuos diferenciados
y como grupo.
d) Propiciadora de la participación
activa de los alumnos.
e) Concentradora de los contenidos
alrededor de las unidades didácticas, permitiendo una progresiva
diferenciación.
f) Fundamentada y ordenada en base
a criterios psicológicos, lógicos y científicos,
según los distintos niveles y edades.
PRINCIPIOS DE PROGRAMACIóN
Para su elaboración o desarrollo
podemos basarnos en los siguientes principios:
a) Principio de racionalización.
Podemos decir que es una conditio sine qua non de la programación,
un principio cero, del cual derivan las restantes. Este exige coherencia
o adecuación entre objetivos, medios y criterios de evaluación,
sin que debamos dar primacía a ninguno de ellos, quizá podrían
ser los objetivos los que marcasen las directrices que sirvieran para
determinar tanto los medios como los criterios de evaluación.
b) Principios de continuidad. Supone
la relación entre los distintos niveles de programación,
de manera que no sean compartimentos estancos, sino interdependientes.
Exige este principio de cualquier decisión que se haya de tomar
sobre los distintos aspectos de la programación que tenga en cuenta
las anteriores y las que se prevean a continuación.
c) Principio de progreso escalonado.
Exige este principio tener en cuenta, para cada clase de programación
el nivel anterior indispensable para iniciar el proceso de aplicación
de aquél. Así se evitarán lagunas en el proceso de
enseñanza-aprendizaje por falta de base y las repeticiones innecesarias
del mismo por no comprobar el estado inicial del sistema respecto al nivel
en cuestión.
d) Principio de totalidad. Según
este principio, en cada unidad didáctica deben contemplarse, al
menos los siguientes componentes de la programación: objetivos,
contenidos, metodología y criterios de evaluación. Se ve
claramente que es una derivación del principio de racionalización.
e) Principio de reversibilidad. Supone
que la programación debe ser un proceso abierto y flexible, revisable
e inacabado. En cualquier momento y ante cualquier decisión debe
existir la posibilidad de corregir fallos y añadir mejoras; en
pocas palabras asegura la posibilidad de feed-back o retroalimentación
de la programación, y exige el funcionamiento de todos los elementos
de la misma como partes interdependientes de un sistema.
f) Principio de precisión unívoca.
Quiere decir que todos los que participan en la elaboración y aplicación
de la programación, interpreten de la misma manera los datos y
las decisiones tomadas. Este principio elimina dos graves y posibles riesgos
de toda planificación: la ambigüedad y la subjetividad.
g) Principio de realismo. Significa
que todos los elementos de la programación deben adecuarse a las
específicas condiciones en que el proceso de enseñanza-aprendizaje
vaya a desarrollarse, (características de los niños, condiciones
del centro, tipo de tarea que vaya a realizarse, educador al que se dirige
la programación, etc.).
ELEMENTOS BáSICOS
Los elementos básicos en una
programación son los siguientes:
1. Los condicionantes:
La programación ha de partir
del conocimiento preciso de la realidad: unos niños determinados
que viven en un ámbito concreto.
Sin esta consideración posiblemente
será una programación teórica irreal, que no podrá
llevarse a la práctica y que no estará en función
de lo que verdaderamente necesitan esos niños.
1.a. Los niños:
En este sentido hay que establecer:
a) El nivel de maduración física
y psicomotriz.
b) Los conocimientos y experiencias
que poseen.
c) La capacidad mental general.
d) Sus necesidades básica e
intereses vitales.
1.b. El entorno:
El proceso de aprendizaje se desarrolla
a través de una permanente interrelación entre los niños
y el medio ambiente en que vive. Por eso, este entorno vital debe servir
de apoyo para desarrollar todas las actividades preescolares posibles,
siendo necesaria una exploración, previa a la programación,
que nos informe sobre estos aspectos condicionantes:
a) El propio centro escolar.
b) Las familias.
c) El barrio o localidad.
2.Los objetivos educativos:
Los objetivos constituyen la previsión
de lo que se espera que los niños consigan al terminar los diversos
momentos del proceso de aprendizaje. La formulación de los objetivos
es una de las tareas más importantes que hay que realizar en la
programación.
Los objetivos cumplen las siguientes
funciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje:
-Orientan y dan intencionalidad al
proceso educativo.
-Guían el trabajo del educador.
-Indican lo que se pretende de los
niños.
-Proveen criterios para evaluar los
resultados educativos (de los niños y el educador).
-Crean un mecanismo de retroacción
para conseguir la acción docente.
Los objetivos educativos se dividen
en: Objetivos Generales, aquellos que definen los resultados que se espera
alcancen los niños al final del proceso educativo; y Objetivos
del Proyecto Pedagógico, que son los objetivos que deberá
diseñar el educador para la consecución de cada Proyecto.
3. Los medios educativos:
Para alcanzar los objetivos propuestos
es necesario disponer y organizar una serie de medios educativos. Estos
medios educativos consisten en: Contenidos, Actividades, Agrupación
de niños, y Recursos como espacios, materiales y tiempo.
4. La metodología
En la programación de un Proyecto
tendremos que tener en cuenta los principios metodológicos que
enmarcan la etapa de 0-6 años y en específicos, los de los
niños a la que va dirigida la programación, en función
de sus características y necesidades.
Por lo tanto deberemos especificar
aquellos aspectos básicos a tener en cuenta en el desarrollo de
este.
5. La Evaluación
La evaluación sirve para comprobar
hasta qué punto las actividades de aprendizaje, tal como se han
organizado y desarrollado, han producido los resultados propuestos como
deseables, determinando de este modo los aspectos positivos y negativos
del programa. También permite comprobar la efectividad del profesor
y los medios utilizados, y en general verificar el comportamiento de todos
los elementos de la programación.
La evaluación del proceso se
integra en el proceso mismo de enseñanza-aprendizaje, y contribuye,
en gran medida, a su mejoramiento.
Además, es recomendable que
en las programaciones se diseñen pruebas de evaluación que
lleven al conocimiento de en qué medida se han conseguido los objetivos
propuestos, qué actividades han sido más ricas, qué
sujetos han logrado superar los objetivos básicos y cuáles
no y en qué.
A efectos de la programación
han de tenerse en cuenta los siguientes principios:
a) Establecer unos criterios de evaluación
que supongan una coherencia entre la clase de objetivos propuestos, el
tipo de actividades realizadas y la forma de evaluación. Es decir,
se trata de asegurar que las pruebas de evaluación que se propongan
sirvan efectivamente para controlar el tipo de conducta formulada en el
objetivo y desarrollada en la actividad o actividades correspondientes.
b) Utilizar en las actividades de
evaluación las mismas modalidades y formas de trabajo, instrumentos
y materiales que se han utilizado a lo largo del proceso de aprendizaje.
c) Concebir la evaluación de
forma continua e integral, sirviendo fundamentalmente de orientación
para conocer las posibilidades y limitaciones de cada alumno y de regulación
o reorientación del proceso educativo, pudiendo incidir este reajuste
en la propia programación, en su ejecución o en su diseño.
Ajustar los programas y recursos metodológicos
a las características individuales de cada niño y determinar
si se van consiguiendo o no las intenciones educativas que guían
la intervención pedagógica, requiere una evaluación
continua del proceso de enseñanza y aprendizaje. la evaluación
debe formar parte de este proceso guiándolo y reconduciéndolo,
de modo que en cada momento sea posible determinar las situaciones, materiales
y recursos más adecuados para aportar una ayuda individualizada
que permita franquear los obstáculos y continuar el proceso.
La evaluación no consiste,
pues, en hacer juicios de valor sobre el niño o sus trabajo, sino
en recoger toda la información objetiva necesaria para apreciar
y ajustar eficazmente la acción educativa.
Una de las primeras funciones que
la evaluación desempeña es la de permitir que el educador
conozca al niño que llega por primera vez al Centro. Esta exploración
inicial es diferente en Preescolar respecto a lo que sucede en otros niveles
educativos, ya que ahora no es posible orientarse por informaciones sistematizadas
del proceso de aprendizaje, recogidas en anteriores etapas de la historia
educativa del niño. Cuando el niño ingresa en el Centro,
el profesor se servirá de forma principal de las informaciones
que los padres proporcionen en la entrevista inicial. Esta información
recogerá de manera clara y precisa tanto aspectos de la historia
personal y características más relevantes de la historia
y evolución del niño, como aquellos otros que se refieren
a su vida cotidiana: rutinas, hábitos y preferencias, costumbres,
rel