Los proyectos: motivación y desarrollo de capacidades
LOS PROYECTOS: MOTIVACIÓN
Y DESARROLLO DE CAPACIDADES
Congreso
Mundial de Lecto-escritura, celebrado en Valencia,
Diciembre 2000
Isabel Carril
Profesora colaboradora
del curso de especialización de Educación
Infantil
UNED
INTRODUCCIÓN
Unos de los temas más importantes
en la investigación educativa desde nuestro punto de
vista es el de la motivación. Parafraseando a Arquímedes:
Dadme la motivación adecuada y haré que cualquier
niño se mueva. Sin embargo, si encontrar la motivación
adecuada en el momento oportuno siempre ha sido difícil,
hoy día se complica el problema porque en líneas
generales el niño tiene demasiadas cosas y las obtiene
incluso antes de desearlas.
El tema se complica si queremos dotar
de motivación una actividad o motivar para alcanzar
unos determinados objetivos. Al diseñar actividades
siempre nos vamos a encontrar dos peligros:
Un tipo de actividades es el que predomina
la motivación, por ejemplo una fiesta de disfraces,
un taller de cocina... generalmente siempre tienen éxito
y con ellas podemos alcanzar varios objetivos. en el caso
del taller de cocina los objetivos perseguidos pueden ser
desarrollar la manipulación, iniciación al lenguaje
escrito, desarrollo de buenos hábitos de alimentación...
El problema aparece si en ese momento queremos desarrollar
la realización del trazo vertical necesario para el
posterior aprendizaje de la escritura.
Hemos observado que en la mayoría
de actividades en el que predomina la motivación no
siempre se consigue el aprendizaje perseguido.
El otro gran problema surge con actividades
que predomina un objetivo como el anteriormente citado y que
consisten en la dudosa motivación de repetir varias
veces el trazo o en el mejor de los casos completar el dibujo
de una vía de tren realizando los correspondientes
trazos.
Reflexionar sobre una metodología
en la que podamos combinar la motivación con el desarrollo
de capacidades del niño de Educación Infantil
es el objetivo de esta ponencia.
Tipos de motivaciones
Para buscar qué tipo de actividades
motivan mejor al niño veamos brevemente qué
se sabe de las motivaciones para las edades entre tres y seis
años. A continuación reflexionemos sobre una
metodología, los proyectos, cuyas características
están acordes con los factores que motivan al niño
de Educación Infantil.
Tipos de motivaciones
La motivación puede ser intrínseca
cuando sentimos una atracción por la tarea misma o
extrínseca si su realización conlleva beneficio.
La motivación interna aporta más energía
y exige menos esfuerzo. Pero generalmente a lo largo de una
programación es difícil que todas las actividades
que pensemos realizar tengan siempre motivación intrínseca
y a veces a través de la motivación extrínseca,
cualquier premio al terminar la tarea, se puede llegar a la
intrínseca que es la ideal y a la que se debe tender.
Es decir, intentar que el niño desde pequeño
aplique el dicho popular: "si no puedes hacer lo que te gusta
que te guste lo que estás haciendo".
La motivación extrínseca
puede ser:
General como por ejemplo una golosina
a un niño pequeño que en el 99 % de los casos
es válido.
específica cuando tenemos que descubrir
qué puede motivar cuando falla la motivación
general.
Hay motivaciones extrínsecas que
suelen tener mucho éxito en la Educación Infantil
como la aplicación del método de fichas que
consiste en la entrega inmediata al terminar la actividad
de algo simbólico como puede ser una estrella, una
corona... que cuando consigan una cierta cantidad se canjea
por un premio material.
Un tipo motivación extrínseca
que en los últimos años se empieza a tener en
cuenta, aunque más en trabajos de investigación
que en el aula, es la relacionada con las características
físicas que acompañan a la situación
de aprendizaje. Ejemplos de este tipo de motivación
es el niño que está más predispuesto
a la actividad a primera hora de la mañana que a última
o viceversa, él que necesita moverse cada cierto tiempo
o el que si le incitamos a algún movimiento como levantarse
para tirar un papel le cuesta mucho volver a lo que estaba
haciendo, él que no puede tener el estómago
vacío, él que necesita una cierta temperatura
en el aula (más frío, más caliente...)
y así iríamos estableciendo las condiciones
óptimas para realizar las actividades curriculares.
El educador debe conocer cuáles son las condiciones
óptimas en las que el niño rinde más
y mejor. La técnica para conocer este tipo de motivación
es la observación, también hay algún
cuestionario como el de Jonhson and Jonhson aunque debe adaptarse
a la población de Educación Infantil.
Esta motivación se puede conseguir
diseñando aulas abiertas en el que establezcamos distintos
ambientes y demos libertad a los niños para trabajar
en el sitio donde vayan a trabajar mejor. Por ejemplo puede
haber unas mesas de trabajo a lado de la fuente de calor para
los niños que necesiten una temperatura tirando a alta
y unas mesas alejadas de la fuente de calor para los que necesiten
una baja temperatura, poner una bandeja con trocitos de fruta
o frutos secos para los que no puedan trabajar con el estómago
vacío
No podemos olvidar que la principal motivación
extrínseca en Educación Infantil es la que aporta
el educador y especialmente las expectativas que proyecta
sobre el niño. Está demostrado que este tipo
de motivación también llamada "efecto Pigmalión"
puede producir más interés en un niño
que un premio material.
La motivación extrínseca
la utilizaremos, como veremos en el planteamiento de esta
ponencia, en actividades poco atractivas que debe realizar
el niño y que son imprescindibles para desarrollar
una capacidad.
La motivación intrínseca
es en la que nos vamos a centrar para plantear la metodología
que más se acerca e incluye este tipo de motivación.
Para lograr diseñar una actividad
que motive al niño a realizarla hay que conocer muy
bien los intereses de los niños. El juego es una motivación
universal y es por ello que uno de los principios metodológicos
formulados en la LOGSE es que las actividades en Educación
Infantil deben tener carácter lúdico.
La sorpresa también es una motivación
universal. Una manera de conseguir motivación intrínseca
es a través de una actividad que sorprenda al niño.
La motivación intrínseca es opuesta a la repetición.
Otro aspecto relacionado con la motivación
será el carácter significativo de la actividad.
El niño se tiene que implicar en la actividad y tiene
que realizarla con una finalidad que le interese.
La implicación en la tarea ha sido
objeto de estudio en los últimos años.
Un aspecto que todo educador debe tener
en cuenta es el estado de flujo. Goleman (1998) describe a
las personas que alcanzan este estado aquellas que "hacen
que lo difícil parezca fácil, una apariencia
externa que no es sino un reflejo de lo que está ocurriendo
en su cerebro".
Cuando se logra este estado, se trabaja
de una forma fluida, sin que nos cueste esfuerzo, se resuelven
las dificultades y no nos damos cuenta del paso del tiempo.
En los niños también se
observa este estado cuando decimos que están "completamente
metidos" en lo que están realizando
Mihalyi Csikzentmihalyi, psicólogo
de la Universidad de Chicago ha sido uno de los principales
estudiosos del flujo y a través de sus trabajos ha
formulado las siguientes características:
Experiencia placentera.
Estado de concentración.
Claridad en lo que se tiene que alcanzar.
Implicación en la tarea.
Control sobre las habilidades que
exige la tarea.
Nivel mínimo de consumo de
energía cerebral.
El estado de flujo varía de
unos personas a otras.
Más probabilidades de entrar
en flujo y permanecer más tiempo en este estado
las personas que tienen un trabajo complejo y creativo.
La autonomía y el control
sobre el trabajo facilita el flujo.
El estado de flujo se puede provocar.
Si nos fijamos en estas características
son las mismas que se experimentan cuando jugamos: no nos
cansamos, realizamos mejor la tarea que implica el juego,
nos olvidamos de lo que nos rodea, perdemos la noción
de tiempo. El niño, que tiene gran facilidad para implicarse
en el juego, experimenta todas las características
estudiadas por Mihalyi Csikzentmihalyi.
Los adultos también experimentamos
el estado de flujo cuando realizamos una tarea que nos logre
absorber. Tienen más posibilidades las tareas creativas
y sería el caso de los pintores, músicos...
que hasta se olvidan de comer. Los niños también
realizan actividades creativas que conllevan características
semejantes, por ejemplo pintar, modelar, dramatizar... aunque
la duración del estado de flujo es menor y la repetición
del mismo tipo de actividad disminuye que las posibilidades
de entrar en el estado de flujo.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta
en el diseño de actividades son los estilos propios
de aprendizaje. Cuando observamos que un niño no se
implica en un tipo de actividades debemos investigar si esas
actividades están dentro de su estilo de aprendizaje.
Por ejemplo el niño que nunca acaba las actividades
de colorear y que muchas veces se le adjudica el calificativo
de vago puede ser un niño con un estilo de aprendizaje
global y el enfoque de una actividad minuciosa como es la
de coloreado se le debe dar un enfoque de acuerdo con el objetivo
que se quiera lograr y con su estilo; si se quiere lograr
un desarrollo grafomotor presentarle dibujos globales más
pequeños (seguramente no se corresponderán con
el nivel de otros niños de su misma edad), para que
dentro de su desarrollo global vaya poco a poco alcanzando
metas analíticas que se necesitan para un trabajo minucioso.
Los profesores Domingo Gallego y Catalina
Alonso han trabajado sobre este tema pero a nivel universitario,
investigando porqué estudiantes con alto cociente intelectual
fracasaban en sus estudios llegando a la conclusión
de la influencia que tiene el estilo de aprender y la importancia
que el educador sea consciente de este aspecto educativo.
Cuantas veces oímos a educadores que siguen un método
cómo por ejemplo para enseñar a leer, basándose
que así aprendieron ellos, sin darse cuenta que no
todos los niños aprenden igual que ellos.
Catalina Alonso elaboró un cuestionario,
CHAEA, para detectar los principales estilos de aprendizaje
en universitarios. Nosotros estamos haciendo la siguiente
adaptación para niños del 2º Ciclo de Educación
Infantil con la finalidad de detectar en estas primeras edades
los principales estilos de aprendizaje para desarrollar los
que estén por debajo de un nivel óptimo. En
Educación Infantil nos podemos encontrar niños
cuyo centro motor, lo que les motiva a actuar, sea diferente
Activos cuyo centro motor es la actividad.
Reflexivos cuyo centro motor es la
reflexión
Globales cuyo centro motor es el mundo
que les rodea de forma global
Analíticos cuyo centro motor
son determinados aspectos aislados del mundo que les rodea
A continuación presentamos los
items con los que estamos trabajando.
Es directo, dice las cosas sin pararse
a pensarlas
Es seguro, no duda lo que tiene que
hacer
Es impulsivo, empieza una actividad
antes de que la profesora termine de explicarla
Realiza cuidadosamente sus actividades
sin saltarse nada
Es espontaneo, no le da vergüenza
hablar de ciertas cosas que a otros niños si les
da
Elige sus amistades
No pregunta porque tiene que hacer
las cosas que le mandan
Propone soluciones a los problemas
Realiza muchas preguntas
Tarda más al realizar sus actividades
pero las realiza a conciencia
Se adapta a las rutinas
Inventa juegos
Le gusta más jugar que realizar
los trabajos rutinarios
Intenta conseguir por todos los medios
lo que quiere
Elige a amigas o amigos que sean tranquilos
Es callado pero atiende a todo lo que
se le dice
Le gusta que le digan lo que tiene
que hacer
Piensa mucho antes de contestar
Hace muchas preguntas antes de realizar
una actividad
Le gustan las actividades nuevas
Es fiel a sus amistades
Si algo no le gusta lo dice
Le cuesta hacer amistades con los niños
que llegan nuevos
Le gusta más hacer cosas que
hablar
Realiza las actividades tal y como
se le indica, no aporta nada propio
Se junta con niños extravertidos
Expresa sus sentimientos
Hace muchas preguntas antes de hacer
una actividad
Disfruta más con las actividades
rutinarias que con las actividades espontáneas
Experimenta enseguida con cualquier
objeto nuevo
Tarda en contestar sobre lo que se
le pregunta
Hace muchas preguntas antes de contestar
Es perfeccionista
No le gusta ser la primera en hablar
Prefiere la improvisación que
hacer siempre lo mismo
Es observador
No se junta con niños o niñas
introvertidos
Le gusta hacer cosas que después
pueda utilizar
Es lento
En las asambleas vota por trabajos
prácticos
No le gusta pensar lo que va a hacer
mañana
Se siente incomodo con las prisas
Tiene ideas originales
Le cuesta decidirse cuando le dan a
elegir
Rebate las respuestas de otros niños
No cumple las normas de clase
Propone otra forma de realizar las
actividades
Habla más que escucha
No interviene directamente en una discusión
pero si se la pides da su opinión
Pregunta por qué se tiene que
realizar una actividad
Le atraen las novedades
Experimenta con los juguetes y les
saca nuevas utilidades
Quiere iniciar cuanto antes la actividad
que le ponen
Hace las preguntas necesarias hasta
tener claro lo que tiene que hacer
Participa en las discusiones sin desviarse
del tema
Protesta cuando no se le contesta a
lo que ha preguntado
Es crítico con los juegos
Repite la actividad si no le ha salido
bien
Protesta si no se realiza la actividad
que se tenía prevista
No se enfada en las discusiones
No se enfada cuando le dicen que ha
hecho algo mal e intenta hacerlo mejor
Prefiere los juegos conocidos que los
inventados
Cuando se le da a elegir realiza preguntas
antes de decidirse
Hace preguntas sobre lo que se va a
hacer después
No le gusta ser protagonista
No le gusta que no se le den las razones
de porque hay que hacer algo
No le gusta que le pregunte sobre lo
que va a hacer mañana
Hace todo lo que sea con tal de conseguir
lo que quiere
Hace preguntas antes de contestar sobre
algo
Se siente contento cuando ha trabajado
bien
Pregunta el porque de las cosas
Quita un juguete a un niño aunque
éste se quede llorando
Prefiere quedarse sin recreo para hacer
bien su trabajo
Es el que más participa de su
clase
Le gusta cambiar de actividad
Tiene fama de molestar a los otros
niños
No cambia de opinión aunque
su amigo piense distinto
No le gusta que alguien se salte las
normas
Pregunta sobre si ha hecho el trabajo
bien
No le gusta los cuentos nuevos
La recogida de datos la estamos realizando
a través de la observación.
En la siguiente tabla vemos como se agrupan
las conductas según el estilo del niño:
ACTIVO
REFLEXIVO
ANALÍTICO
GLOBAL
3
10
2
1
5
16
4
8
7
18
6
12
9
19
11
14
13
28
15
22
20
31
17
24
26
32
21
30
27
34
23
38
35
36
25
40
37
39
29
47
41
42
33
52
43
44
45
53
46
49
50
56
48
55
54
57
51
58
60
59
61
63
62
64
67
65
64
68
74
69
66
72
75
70
71
77
79
73
78
80
Otro aspecto que hay que tener en cuenta
si queremos que una actividad tenga motivación intrínseca
es el grado de dificultad de la tarea. Para ello una tarea
no puede tener una dificultad muy alta porque provocaría
bloqueo, ansiedad o abandono y tampoco conviene que el nivel
de dificultad sea muy bajo para que no se produzca una realización
mecánica y aburrimiento. La actividad debe tener un
punto intermedio de dificultad que siempre haga que el niño
tenga que poner en funcionamiento sus facultades para poderla
realizar. ¿La dificultad es la misma para todos los niños?
Es obvio que no y sin embargo, en general, las actividades,
exceptuando si hay algún caso de integración,
son las mismas actividades para toda el aula. No pretendemos
tampoco diseñar una actividad para cada niño
pero sí adaptar la misma actividad al nivel intermedio
de dificultad que necesita el niño en particular para
que la tarea le resulte motivadora.
Los proyectos
Dentro de las metodologías que
se pueden aplicar en Educación Infantil la que desde
nuestro punto de vista más se acerca a los aspectos
anteriormente descriptos para alcanzar una motivación
óptima es la metodología de Proyectos.
Esta metodología no es nueva. El
primero que la utilizó fue el americano W. H. Kilpatrick
a finales del siglo pasado para motivar a niños mayores
ya que pensaba que es necesario el lenguaje escrito para poderla
llevar a la práctica. Tal y como su nombre indica la
metodología consiste en plantear el aprendizaje alrededor
de la realización de un proyecto.
La base psicológica es que para
realizar algo se necesita información. La búsqueda
y aplicación de la información facilita su aprendizaje.
Está basada en la necesidad que primero buscó
Decroly y que hoy día persiguen los constructivistas.
Para que se cumpla esto es requisito indispensable que el
proyecto sea significativo para el niño. Lo que en
un principio Kilpatrick pensó para mayores ya que sus
proyectos, significativos para mayores, sólo se podían
realizar partiendo de unas capacidades, hoy día las
personas dedicadas a Educación Infantil han experimentado
que el niño de esta etapa es capaz de llevar a la práctica
proyectos pensados en función de sus capacidades.
Otra característica que formuló
Kilpatrick es que la realización fuera voluntaria.
Este requisito puede ser difícil de alcanzar en un
aula de 25 niños con variedad de intereses sin embargo
es más fácil conseguir el voluntariado en un
proyecto sobre la realización de un juguete que repitiendo
el mismo tipo de actividades. El éxito de la implicación
estará en lo atractivo que sea el proyecto y la posibilidad
de proponer unos cuantos y dejar la decisión a la votación
democrática. Hay que huir de proyectos que en otras
aulas tuvieron éxito o que sean muy atractivos para
el educador y aceptar los intereses de la mayoría.
Al pensar en posibles proyectos los relacionaremos
con los objetivos que queremos lograr. Este punto también
es problemático ya que a veces queriendo lograr todas
las subhabilidades de las capacidades curriculares se fuerzan
los proyectos y se les acoplan actividades alejadas de lo
que en sí mismo es el proyecto, por lo que éste
pierde fuerza y motivación. La solución está
en seguir los pasos que requiera el proyecto en cuestión
y lograr los objetivos en la realización de dichos
pasos. ¿Qué pasa con el resto de objetivos? Hay que
pensar en otros proyectos o actividades complementarias con
su correspondiente motivación.
Para analizar los pasos de un proyecto
vamos a utilizar una experiencia realizada en el aula de 5
años por las profesoras María Caparrós,
Socorro Camino e Isabel Carril publicada en la revista Educar
Hoy y revisada por la autora de esta ponencia en este
último año.
El primer paso es la búsqueda de
temas que darán lugar a distintos proyectos. Esta tarea
corresponde al profesorado que a través de las diversas
informaciones recogidas a través de lecturas, experiencias
anteriores, cursos, congresos... y utilizando técnicas
como tormentas de ideas, listados... elaborarán una
lista de posibles proyectos. Ejemplos de proyectos son: libros
de imágenes, parque recreativo, circuitos, selva, uso
de la pasta de dientes, nacimiento de un bebé, colección
de tazos... En nuestra experiencia se eligieron los libros
de imágenes, uso de la pasta de dientes y nacimiento
de un bebé.
El segundo paso es reunir a los niños
en asamblea y proponerles los tres proyectos elegidos por
el profesorado. Aprovechamos esta asamblea no sólo
para elegir el proyecto que provoca más interés
sino también lo que los niños saben sobre los
temas, especialmente el que les guste más que generalmente
es el que sale elegido. En esta ocasión los niños
eligieron la elaboración de una colección de
libros. Como se puede observar puede haber pequeñas
variaciones entre la idea madre elegida por el profesorado
y el proyecto elegido por los niños. Para que un proyecto
tenga vida y no se convierta en una tarea forzada tiene que
ser abierto y permitir el acoplamiento de cualquier actividad
que sugieran los niños o cualquier miembro de la comunidad
educativa y que enriquezca los objetivos perseguidos.
Una vez elegido el proyecto se analiza
exhaustivamente lo que se va a realizar, en nuestro caso unos
libros. Se observan distintos libros, se clasifican según
un criterio, por ejemplo el tema: cuentos, libros de animales,
libros de plantas... Vemos también que hay libros de
distintos materiales: papel, plástico, tela... Se observan
cómo es la encuadernación, si están cosidos,
grapados, pegados con pegamento... Cuando ya se han visto
todos los aspectos del tema elegido, se describe el proyecto.
En nuestro caso se iba a elaborar una colección de
cuatro libros: animales, coches, juguetes y plantas.
El tercer paso consistirá en definir
los pasos que se van a dar para realizar el proyecto. Se verán
distintas alternativas y se analizarán las ventajas
y los inconvenientes. Para realizar la colección de
libros se fijó el tipo de página que se iba
a utilizar, se vieron las medidas de distintos