Cuando hablamos de actividades
que pueden realizarse con niños, no podemos dejar de lado los juegos
de mesa. Entre los muchos disponibles, vamos a sugerir uno que aú;n
no está muy extendido entre los niños pequeños y
que a veces es considerado como elitista o reservado para el uso exclusivo
de personas de alto nivel intelectual.
Nos referimos al ajedrez, un juego
que cada vez cuenta con más seguidores. El ajedrez está
considerado como el "juego real" no solo por el lugar privilegiado que
tiene entre los pasatiempos intelectuales en la civilización intelectual
sino también porque en el pasado lo jugaban los reyes y la realeza
de la Europa feudal.
El ajedrez es, por naturaleza
un juego de estrategia y decisión. Para ser un buen jugador de
ajedrez se requiere concentración y habilidad para prever los acontecimientos.
El ajedrez puede enseñar
a los niños el sentido de la planificación, ya que uno tiene
que prestar atención a lo que va a suceder y prever las ideas del
contrincante; también puede enseñar el hábito de
buscar soluciones a los distintos problemas de estrategia.
Sin duda es un juego que estimula
la inteligencia y que requiere de gran actividad cerebral, poniendo en
marcha los distintos procesos cognitivos además de ser un entretenimiento
fascinante.
Iniciar a los niños en
el ajedrez no toma mucho tiempo. Como con cualquier principiante, el niño
debe aprender las reglas básicas. Con la práctica, jugará
con más facilidad e irá controlando los puntos más
delicados del juego aunque, como es obvio, para convertirse en un jugador
en serio, tendrá que estudiar más adelante incluso recurriendo
a libros de estrategia.
La práctica es fundamental,
como en cualquier otra actividad, no solo para jugar mejor sino también
para desarrollar habilidades tan importantes en los niños como
la concentración y la imaginación.
Si bien el ajedrez no será
el juego favorito de muchos niños pequeños, es muy interesante.
Podemos considerarlo como una actividad más de interior, pudiendo
organizar torneos y podemos hacer que cada pareja participante explique
los movimientos que ha hecho para que todos los compañeros aprendan
estrategias nuevas. Con un poco de práctica se convierte en un
juego fascinante.