El aprendizaje de un nuevo código alfabético como inductor a la toma de conciencia sobre la complejidad del proceso de iniciación a la lengua escrita
EL APRENDIZAJE DE UN NUEVO CÓDIGO ALFABÉTICO COMO
INDUCTOR A LA TOMA DE CONCIENCIA SOBRE LA COMPLEJIDAD DEL PROCESO DE INICIACIÓN
A LA LENGUA ESCRITA
(UNA EXPERIENCIA DE AULA UNIVERSITARIA)
PRESENTACIÓN
Un curso de didáctica aplicada ofrece usualmente no
sólo una guía de recursos y la información sobre el elenco
de los contenidos propios de la materia que se va a impartir, sino también
reseñas a propósito de la base psicológica sobre la que
se asientan las capacidades, destrezas y habilidades que van a ser susceptibles
de incorporación o desarrollo en el sujeto discente.
Por ello, cada vez que consideramos en el aula universitaria
el proceso de la iniciación de la lengua escrita, reflexionamos sobre
la naturalidad de la adquisición y la artificiosidad de los aprendizajes;
de la facilidad para la incorporación cognitiva en la adquisición
y la dificultad en los aprendizajes Dado que el proceso de la incorporación
de la lengua escrita es un aprendizaje que entraña la puesta en práctica
de habilidades y destrezas que han de organizarse sobre otras para obtener resultados
globalmente semejantes, éste implica una dificultad de la que, a veces,
no somos tan conscientes como la situación exige. A los estudiantes de
Magisterio enseñara leer y a escribir puede parecerles
un mundo inabordable, al que inevitablemente se verán abocados, tarde
o temprano, en su práctica docente. Y, aunque no se confiese, hay un
temor reverencial y lleno de ansiedad hacia este momento profesional. Una estudiante
preguntó casi al principio de curso, con una mezcla de angustia e ilusión,
si se les iba a enseñar a enseñar a leer y a escribir.
Se le respondió que se haría todo lo posible por que así
fuera
Lo primero que parecía conveniente era recuperar la
conciencia de la situación inicial ya que el grupo-clase tendría
la posibilidad de entrever la dificultad inherente al aprendizaje de la lengua
escrita (el uso de un nuevo código –de segundo orden- con diferente canal
y señal diversa, entre otras divergencias).
El lógico desarrollo cognitivo y funcional del alumnado
universitario hace ifícil -inaccesible para mí en estos momentos-
dar con una experiencia que permita, en un plano real, mostrar el equivalente
al momento inicial del proceso de la lengua escrita. Los sujetos adultos poseen
conciencia alfabética y conciencia fonológica; saben qué
es leer y qué es escribir; conocen las diferencias entre la comunicación
oral y la de la lengua escrita; aprecian las ventajas y valoran la importancia
social y personal que encierra este doble recurso; tienen una larga práctica
en el uso de este sistema, etc. Sin embargo, había que tratar de desarrollar
un contexto virtual de ayuda, que, con una mínima dosis de novedad, sirviera
para provocar ciertas reflexiones.
Quizá llegáramos a configurarse la situación
deseada entrando en contacto con un nuevo código alfabético. De
los disponibles, prevaleció el griego -por más accesible a mi
manejo-; con una subrepticia información previa sobre los conocimientos
del grupo-clase experimental en torno a este alfabeto, había una casi
total certeza de que podríamos establecer algo que recordara o evocara
la situación de inicio de la lengua escrita en un aula de educación
infantil.
El objetivo era múltiple: por un lado se pretendía,
de forma inicial, imbuir al grupo-clase en la mera codificación y descodificación
de un nuevo sistema alfabético (su lectura y producción gráfica);
por otro, reproducir ciertos procesos de aprendizaje referidos a la lengua escrita.
Pero a este doble objetivo se añadió otro de forma indirecta:
el estímulo del interés por la dinámica de organización
y cohesión de grupos con fines didácticos. Cobraba un valor pleno
en la práctica de aula la importancia y utilidad de la conciencia y el
reconocimiento del propio nombre (y por consiguiente la conveniencia de su explotación
didáctica), el refuerzo de la conciencia del yo y del tú,
la pertenencia a un colectivo, la distribución de tareas, ... Contando
con la fragilidad didáctica de una intervención tal en un grupo-clase
numeroso, comenzó la puesta en práctica de esta idea que podía
abrir caminos para la reflexión sobre lo que habíamos estudiado.
Aprovechando el momento didáctico, era conveniente introducir
de forma palpable la estructura de una aula constructivista, en la que aparecieran
como productos de la elaboración colectiva, todos los elementos de referencia
grupal e individual y los refuerzos de ámbito conceptual. Así
pues, fueron elaborados con anterioridad a la presentación de la experiencia
(pero no en el ámbito del aula, pues producirlos hubiera ocupado un tiempo
demasiado largo en proporción con el que corresponde a la materia), los
documentos y materiales previsiblemente necesarios.
Simulación de aprendizaje lectoescritor
Secuencia didáctica
1.-Sujetos y ámbito de experimentación:
Estudiantes del curso de la tarde de uno de los grupos de segundo curso de
Educación Infantil de EDETANIA.
2.-Duración prevista de la simulación:
Tres sesiones de noventa minutos cada una
3.-Objetivo de la simulación:
3.1.- Tomar contacto con un nuevo sistema de codificación
escrita.
3.2.- Reflexionar sobre las dificultades docentes y discentes
del proceso de aprendizaje de la lengua escrita.
3.3.- Reforzar el interés por la dinámica de
organización y cohesión de grupos con fines didácticos.
3.4.- Reflexionar sobre el hecho lingüísticoà
procesos de abstracción y simbolización.
4.-Contenidos
4.1.-Conceptuales:
4.1.1.- Organización del aula constructivista.
4.1.2.- Iniciación a la lectoescritura de nuevos alfabetos
4.2.-Procedimentales
4.2.1.-Preparación de un aula constructivista.
4.2.2.-Secuencia didáctica simulada:
Objetivos de la Secuencia Didáctica Simulada
Acercar a los discentes los signos usuales del lenguaje escrito,
su representación y descifrado.
Contenidos de la Secuencia Didáctica Simulada
El alfabeto. Reconocimiento de grafías. Aprendizaje de los nombres de
las letras.
Identificación de grafías y sonidos.
Reproducción de grafías.
Lectura y escritura.
Actividades de la Secuencia Didáctica Simulada
Fase 0
Pegado en la pared de los carteles de los listados para la identificación
individual de cada uno de los miembros del grupo-clase.
Formación de pequeños grupos.
Entrega de hojas para la elaboración de la fotografía de
grupo y de las fotografías correspondientes.
Elección de iconos representativos de los grupos.
Entrega del icono grande correspondiente a cada grupo y de dos series
de iconos más pequeños para posteriores actividades.
Pegado de las fotografía en la hoja de grupo.
Pegado del icono grande en la hoja de grupo.
Pegado de iconos grandes en las paredes por parte del profesor para la
posterior colocación de carteles de grupo
Fase1
Entrega de tiras con los nombres y fotografía de cada alumno para
reforzar la identificación.
Copia de los nombres bajo cada fotografía.
Pegado de fotografías de grupo en la pared bajo los iconos grandes
pegados por el profesor.
Identificación de los grupos.
Pegado del nombre del grupo al lado de los iconos grandes.
Fase 2
Pegado de las fotografías reservadas en el listado 1 de nombres
colocado en la pared
Pegado de los iconos reservados en el listado 2 de nombres colocado en
la pared
Fase 3
Entrega de etiquetas adhesivas, fotografía pequeña.
Construcción de etiquetas identificadoras.
Localización en el grupo nombres que terminen y empiecen del mismo
modo, rodeando las letras correspondientes
Intervención del profesor escribiendo su nombre en la pizarra
Escritura del propio nombre en la pizarra por parte de los voluntarios.
Reflexión en la pizarra de las semejanzas de grafías de
los nombres escritos.
Fase 4
Colocación de los carteles alfabéticos y numéricos.
Construcción de los nombres de las letras.
Lectura del alfabeto.
Identificación por parte de voluntarios de su nombre con las letras
del alfabeto
Actividades de construcción por pequeños grupos: cuadernillo
de números.
Fase 5
Colocación de los carteles de meses, estaciones y días.
Colocación de iconos correspondientes.
Colocación de carteles de imágenes de elementos animados
e inanimados para identificación de sonido/grafía.
Recortado y pegado de caracteres alfabéticos asignados y nombres
de los elementos.
Fase 6
Actividades de recuperación de información, reelaboración
mediante el juego: barajas y rótulos.
Actividades de construcción.
Fase 7
Dictado.
Corrección.
Lectura individualizada.
Evaluación.
4.3.-Actitudinales
4.3.1.- Interés por conocer o revisar signos de representación
gráfica distintos al de uso habitual.
4.3.2.- Cooperación en las tareas emprendidas en el ámbito del
grupo-clase y del pequeño grupo de trabajo.
5.-Evaluación:
Respuesta a un cuestionario sobre el cumplimiento de objetivos
y grado de satisfacción.
Puesta en común general sobre la simulación,
sobre el proceso de aprendizaje de la lectoescritura y sobre el proceso de docencia
en este apartado.
DESARROLLO
Al principio estaba previsto utilizar dos o tres sesiones para
llevar a cabo esta simulación; sin embargo, pronto quedó claro
que ese tiempo iba a resultar excesivamente ajustado. Así, se asignó
a la experiencia una sesión más, con lo que ésta ocuparía
seis horas de trabajo.
Comenzamos con una introducción de recuperación esquemática
de la información de la que ya disponía el grupo-clase mediante
la asistencia a clases anteriores y la lectura de la documentación
ofrecida en ellas, y luego el grupo-clase fue informado de que nos disponíamos
a hacer una práctica de aula
A continuación dispuestas sobre la mesa las hojas con
las fotografías de los miembros del grupo-clase (las fotografías
estaban organizadas en ocho tiras numeradas de 1 a 8) se les pidió que
fueran viniendo de ocho en ocho, buscaran su fotografía y tomaran nota
del grupo al que iban a pertenecer. Una vez que recogieron todos la información,
procedimos a distribuir el grupo-clase en ocho secciones atendiendo al número
que cada persona había anotado como referencia propia.
El grupo-clase recibió las tiras de fotografías
y las hojas para la elaboración de la fotografía de grupo, con
la instrucción de que pegaran sus fotos en forma adecuada dejando espacio
para escribir debajo el nombre más tarde.
A continuación, les fueron presentados los doce símbolos
de tamaño grande, y fueron seleccionados por orden numérico según
prefirió cada sección. Cada una de ellas recogió un símbolo
grande y dos serie del mismo símbolo en tamaños menores; pegó
el grande en el recuadro correspondiente de las hojas de fotografía de
grupo y reservó las series de símbolos pequeños para usos
posteriores.
Cada una de las secciones recibió la hoja (correspondiente
a la de fotografías) con los nombres de pila de cada componente escrito
en caracteres griegos (con la adaptación grafofonética correspondiente
–véase la nota nº 5-). Los grupos hubieron de recortar el recuadro de
cada uno de los nombres y tomar cada componente el suyo. A continuación
copiaron su nombre bajo la fotografía del cuadro de grupo. Cuando las
secciones tuvieron pegados fotos e íconos y copiados los nombres, comenzó
la segunda fase.
La segunda fase consistía en colocar en dos lugares
diferentes de la clase sendas listas de los nombres de los componentes del grupo-clase.
Hecho esto, el grupo número uno pegó primero sus fotografías
al lado del nombre individual correspondiente en una de las listas y luego sus
Doc5 símbolos en la otra. La idea era que el proceso se repitiera con
todos los grupos, es decir, mientras el grupo uno pegaba en la segunda lista,
el número dos pegaba en la primera y cuando el uno se sentara y el dos
estuviera en la segunda lista, el tres pegara sus fotos en la primera, y así
sucesivamente. Los diferentes ritmos de actividad y niveles de habilidad no
favorecieron una continuidad tan fluida y ordenada como era de esperar. Para
este momento había previstas actividades de "entretenimiento" a fin de
teminar la fase lo más sincrónicamente posible.
Para la tercera fase se les facilitaron las etiquetas adhesivas
y las fotografías más pequeñas
de manera que en ellas escribieran, mediante copia, su nombre, pegaran la
fotografía y colocaran el símbolo más pequeño que
le había dado anteriormente.
Así llegamos al final de la primera sesión.
A lo largo de ella fuimos haciendo reflexiones conjuntas o inducidas sobre las
capacidades y habilidades de abstracción y de simbolización, de
escritura mediante copia, de destreza gráfica, de identificación
visual y de discriminación gráfica. Asimismo, recordamos las ventajas
de poseer la conciencia alfabética y la conciencia fonológica,
propias del grupo-clase, frente al nivel de desarrollo de éstas de los
discentes reales de una aula de tres años.
En la segunda sesión se pretendía asentar lo aprendido,
por lo que, aprovechando la llegada de componentes ausentes durante la reunión
anterior (unos diez, que fueron distribuidos en los grupos correspondientes)
para crear un ambiente de colaboración dentro de cada sección.
Los que ya habían recibido la instrucción en la primera sesión
fueron explicando a los recién incorporados la actividad y los pasos
que debían dar, y conseguimos entre todos organizar definitivamente
los datos y etiquetas necesarios en los murales.
Una vez nivelada la actividad, colocamos los carteles referentes
a los alfabetos tanto en letras mayúsculas como en minúsculas
en los lugares que se consideraron convenientes; luego el cartel de los números
en la pared y leímos conjuntamente los nombres de la letras y los números.
Más tarde con los cuadernillos de números en su poder, los rellenaron
y los corrigieron pasándolo cada grupo al contiguo.
Al hacer algunas correcciones de dudas en la pizarra, llegamos
a una revisión de la fonología española y el traspaso de
los signos del griego a ésta. El alfabeto resultante quedaba explicado
en función de la total transparencia sonido-letra, pero ofrecía
las dificultades derivadas de la diversificación de grafías del
castellano para un mismo sonido/fonema, la de sonidos/fonemas para la misma
grafía y las propias de la codificación para la transcripción
fonológica, que ya habían estudiado en la asignatura de Lengua
Española del curso anterior.
Con estas cuestiones –que enriquecieron pero alargaron inevitablemente
la simulación- terminamos la segunda sesión de trabajo. Tuve la
impresión momentánea tras la reflexión de tipo lingüístico
en la que nos habíamos empeñado, de que esta simulación
era quizá algo dura para el grupo, pero que en la siguiente sesión
habríamos de cubrir ampliamente las expectativas en el plano de la didáctica.
Esto sucedió, efectivamente, en la siguiente reunión de
clase. Colocamos en la pared los carteles de los meses y estaciones del
año, de los días de la semana y añadimos los símbolos
de lectividad-vacación y de fiestas , así como los de las estaciones
del año.y los carteles de imágenes referentes a las letras y
los sonidos, recortamos los nombres correspondientes y los pegamos; luego
se les entregó lo que iba a servir de juegos: Una baraja de imágenes
y otra con sus logogramas, dos barajas de números y sus logogramas,
rótulos de los nombres de días de la semana, meses y estaciones
del año impresos en letra de dos tipos (inicial como letra diseñada
con punto de cruz y el resto mayúsculas convencionales) para ordenarlos,
un abecedario de minúsculas impresas como diseño con punto de
cruz, un abecedario de mayúsculas del mismo tipo, ambos para identificar
las grafías por contraste con las convencionales. Los juegos se iban
realizando y se iban intercambiando hasta que todos los grupos los manejaron
todos. Al tiempo que los grupos iban usando los juegos, proponían preguntas
o cuestiones que eran atendidas en cada caso.
Para terminar, cada grupo hubo de realizar una lista de los
nombres y apellidos de sus componentes presentes ordenada alfabéticamente
–según el sistema de uso en la simulación- en la que figurasen
también el número y el nombre distintivo del grupo, la fecha en
letras y el título de la tarea. Con la entrega/recogida de estos documentos,
terminamos la sesión. La conversación que posteriormente mantuvimos
algunos de los participantes nos dio la certeza de que el procedimiento didáctico
iba desarrollándose satisfactoriamente.
En la última sesión propuse la actividad del dictado
tradicional. Se les iba a dictar una serie de cuatro palabras (una monosílaba,
una bisílaba, una trisílaba y una polisílaba) y varias
frases, una de ellas relacionada con alguna de las palabras anteriores. Las
palabras que iban a dictarse y la frase relacionada eran las que habíamos
visto repetidamente en la sesión dedicada al desarrollo del grafismo.
Además, se había previsto dictar algunas frases en griego con
la pronunciación adecuada a los niveles del grupo clase.
Éste fue el dictado
/pé/, /tígRe/, /aRdía/,
/maripósa/ y /el tígRe kóme káRne|||/
/áire| maría| kearitoméne
o kýrios meta sú|||/
/o píekos estí dsóon mimelótaton|||/.
Habían sido introducido dos fonemas/sonidos que no existen
en el español, con la intención de revisar después cómo
habían resuelto los estudiantes la transcripción. El resultado
fue que transcribieron mayoritariamente i para la [y] y s
/ z para la [ds]
Mientras cada uno de los estudiantes presentes pasaba por
la mesa del profesor para leer y corregir lo escrito, los grupos escribían
en los cuadernillos correspondientes las palabras solicitadas y componían
palabras con los documentos entregados para tal fin.
En cada caso observamos las deficiencias y los logros, reflexionando
sobre las rutas de lectura, las habilidades necesarias y las capacidades correspondientes.
Verificamos cómo las palabras trabajadas se leían mediante una
ruta directa y cómo ante palabras nuevas desarrollábamos la vía
indirecta fonológica; comprobábamos la dificultad de la lectura
y comentábamos los problemas ante los que se habían enfrentado
para escribir mediante el nuevo sistema alfabético.
Para terminar hicimos una serie más de reflexiones sobre
la virtualidad de la simulación, dadas las características de
nivel cognitivo y evolutivo de los adultos participantes, notablemente tan diferentes
a las de los sujetos discentes propios de las aulas de Educación Infantil.
Repasamos el camino realizado, se formularon las actividades didácticas
que habíamos realizado (todas incluidas en los procedimientos aconsejados
para el tramo de 2º ciclo de Educación Infantil a partir de diversas
propuestas editoriales, especialmente la de Edebé)
A continuación fueron presentados los objetivos previstos
antes de la actividad, y se les entregó un formulario de valoración
en el que se planteaba el nivel de consecución de estos objetivos en
opinión de cada uno de los miembros del grupo-clase. Este formulario
era anónimo y debía ser devuelto en la sesión siguiente.
CONCLUSIONES
Los resultados del formulario de valoración son los
que siguen en el anexo. A partir de ellos llegamos a las siguientes conclusiones:
La simulación había resultado satisfactoria en cuanto
a la consecución de expectativas.
La simulación había resultado adecuada en relación
a los objetivos previstos.
Había en esta experiencia pocos aspectos mejorables –sin orientaciones
sobre ellos-.
Tomando en consideración los resultados de las valoraciones
del grupo-clase, las opiniones vertidas a lo largo del proceso de simulación
por parte de las/los estudiantes, los comentarios realizados en los momentos
de puesta en común del grupo-clase, las conversaciones mantenidas por
parte del docente con un número significativo de personas miembros del
grupo clase, se pudo observar:
Que este tipo de práctica permite acercarse a la realidad psicológica
y pedagógica que envuelven el proceso de iniciación infantil
en el aprendizaje de la de la lengua escrita.
Que este acercamiento mediante la experiencia personal favorece que estos
futuros docentes puedan colocarse en el lugar del otro.
Y así, podría concluirse induciendo:
Que esta capacidad deponerse enel lugar del otrofacilitará
el ejercicio de la docencia previendo -en más casos de los que anteriormente
hubieran podido atisbar- dificultades propias de los aprendices de la lengua
escrita.
Que, conviniendo en que la previsión de dificultades reales en cualquier
proceso de enseñanza-aprendizajees un valioso instrumento de
ayuda para el desarrollo de las habilidades y destrezas de los escolares,
el uso de tal instrumento para favorecer el desarrollo de una habilidad y
una destreza tan exclusivas y necesarias para la evolución intelectual,
social y personal del ser humano como es el aprendizaje de la lengua escrita
redundará en beneficio de los sujetos discentes de las aulas de
Educación Infantil. Lo cual es aquello que inicialmente se había
pretendido conseguir.
BIBLIOGRAFÍA DE SOPORTE
AA.VV. ; Escritura y necesidades educativas especiales. Teoría
y práctica de un enfoque constructivista, Madrid, Fundación
Enseñanza y Aprendizaje, 1995
ALARCOS LLORACH, Emilio : Gramática de la Lengua
Española, Madrid. ESPASA CALPE 1994
MINISTERIO DE EDUCACIÓN: B.O.E. 9, Septiembre, 1991 (Real
Decreto 1333/1991, de 6 de septiembre por el que se establece el currículo
de Educación Infantil). Estas referencias se incluyen en el apéndice
de este documento.
BANDRÉS UNGRÍA, PILAR; Factores que condicionan
el aprendizaje de la lectura y la escritura en «La influencia del entorno
educativo», Madrid, Cincel-Kapelusz, 1982
BENET, I.; CORREIG, M; MATA, M.; Métodos para el aprendizaje
de la lectura y de la escritura, en «Didáctica de la lengua y la
literatura», Madrid, Anaya, 1989
BONALS, J.:Aprendizaje de la escritura. Madrid. ICCE. Col.
Didáctica, nº1. 1998.
CLEMENTE LINUESA, M. y DOMÍNGUEZ GUTIÉRREZ, A.B.:
La enseñanza de la lectura. Enfoque psicolingüístico
y sociocultural. Madrid. Pirámide. 1999.
GENERALITAT VALENCIANA: D.O.G.V., 19, Febrero, 1992 (Decreto 19/1992,
de 17 de febrero, del Gobierno Valenciano, por el que se establece el currículo
de Educación Infantil en la Comunidad Valenciana).
GÓMEZ-GRANELL, Carmen: COLL SALVADOR,César;
De qué hablamos cuando hablamos de constructivismo, en «Cuadernos
de Pedagogía», nº 221.
LEBRERO, Paz y Teresa;Didáctica de la lecto-escritura,
Madrid, ICCE, 1997
MARUNY, Lluis; MINISTRAL, Maribel; MIRALLES, Manuel; Escribir
y leer Materiales curriculares para la enseñanza y el aprendizaje del
lenguaje escrito de tres a ocho años. 1. -De cómo los niños
aprenden a escribir y leer, Madrid, Edelvives-MEC, 1995
MENDOZA FILLOLA, Antonio; LÓPEZ VALERO, Amando; MARTOS NÚÑEZ,
Eloy; Didáctica de a lengua para la enseñanza primaria
y secundaria, Madrid. Akal. Col. Universitaria 1996,
SÁNCHEZ, Arsenio, Una metodología de la lengua oral,
Madrid, Escuela Española, 1983, Col. Práctica educativa, 23
SÁNCHEZ, Benjamín; Lectura. Diagnóstico,
enseñanza y recuperación, Buenos Aires, Kapelusz, Col. Pedagogía
práctica, 1972
SEMPERE I BROCH, Joan V.; ¿Cómo enseñamos a leer
y a escribir? un problema que no resuelven los métodos, Valéncia,
Generalitat Valenciana, 1992