La Inteligencia Emocional, base de las inteligencias
En toda época el ser inteligente
gozó de buen Status, la palabra inteligente siempre fue reconocida y aceptada
como algo valioso, aunque no siempre coincidamos con los que decimos cuando
decimos Inteligente.
Para algunos la inteligencia es una sola
y le corresponde un carácter general ( G) y otro secundario (S ), puede
ser medida y representada a través de un CI, sin embargo, otros hablan
de capacidad de resolver ecuaciones diferenciales, algunos prefieren
decir que es la aptitud para organizar los comportamientos, descubrir
valores, inventar proyectos, mantenerlos, ser capaz de liberarse del
determinismo de la situación, solucionar problemas y plantearlos.
Otros prefieren hablar de la representación
en un sistema de símbolos, que pueden ser múltiples donde la cultura
y lo afectivo cumplen un papel trascendente.
Desde una mirada biológica la inteligencia
es la capacidad de participar en la creación y/o ampliación de dominios
consensuales de coherencia conductual con otro o consigo mismo.
Con tantas definiciones, posibilidades o
acepciones necesariamente cuando decimos “Ser inteligentes” tenemos que
ponernos de acuerdo.
¿Qué plantearíamos hoy como Inteligencia
de los niños y niñas?
Existen algunos puntos de inicio en esta
reflexión:
En tanto seres humanos a menos que haya
un daño del sistema nervioso por alguna circunstancia patológica somos
todos igualmente inteligentes: Esto es una condición básica.
Las distintas emociones tienen consecuencias
diversas en el vivir inteligente y la única emoción que amplía el vivir
inteligente porque lo hace posible en todas las dimensiones relacionales
en cada circunstancia es el amor.(1)
Los niños y las niñas comienzan la tarea
inacabable del aprendizaje del mundo que le rodea a través de los medios
que están a su disposición, que, en esta etapa de la vida son las sensaciones
más elementales como por ejemplo el tacto y el sonido. La
forma en que los bebés aprenden a atender, a discriminar y a integrar
estas sensaciones se conoce desde hace bastante tiempo. A medida que la
experiencia del bebe avanza las impresiones sensoriales se van asociando
progresivamente a los sentimientos. Esta codificación dual de la experiencia
constituye la clave para comprender la forma en que las emociones organizan
las capacidades intelectuales y crean, realmente un sentido de si mismo.
Los seres humanos ya comenzamos a asociar
los fenómenos y los sentimientos al principio de nuestra existencia.
Los bebes de escasos días reaccionan emocionalmente
ante las sensaciones prefiriendo por ejemplo la voz o el perfume de mamá
al de otros, succiona en forma más vigorosa cuando le ofrecemos líquidos
dulces de buen sabor, así con algunas personas se mostrarán mas alegres
e interesados que con otras, etc .
Existen diferencias en la manera que los
individuos experimentamos y procesamos la información sensorial. A medida
que el niño va creciendo y explorando, cada vez más el mundo que le rodea,
las emociones les ayudan a comprender incluso lo que parecen relaciones
físicas y matemáticas.
Nociones tan sencillas como caliente, frío
puede que sólo parezcan sensaciones puramente físicas, pero el
niño aprende “demasiado caliente”, “demasiado frío” “ temperatura correcta”
a través de baños placenteros o desagradables, biberones fríos o en su
“punto” y demasiada o muy poca ropa, en otras palabras a través de sensaciones
codificadas por sus respuestas emocionales. Percepciones algo más complejas
como grande o pequeño, más o menos, aquí o allá tienen un origen similar.
“ Mucho” es algo más de lo que hace feliz
a un niño.” “demasiado pequeño” es menos de lo esperado. “Más” constituye
otra dosis de placer o, a veces, de malestar. “ Cerca” significa estar
acurrucado junto a mamá en la cama, después un frustrante compás de espera.
Los conceptos abstractos y aparentemente
independientes, incluso aquellos que constituyen la base de las hipótesis
científicas más teóricas también reflejan en el fondo las vivencias que
experimenta un niño y una niña . Los matemáticos y físicos manejan complicados
símbolos para representar el espacio, el tiempo y la cantidad, pero antes
tuvieron que comprender el sentido de estás entidades: cuando de pequeños,
gateaban hacia la esquina opuesta de la sala en busca de un juguete,
o esperaban a su madre para que les llenara el vaso de jugo, o se imaginaban
cuántas galletas podrían comer hasta que les doliera el estómago.
La ideas se van elaborando a partir de las
exploraciones lúdicas de la imaginación para posteriormente traducirse
al riguroso lenguaje matemático.
Cada percepción sensorial forma parte de
un código dual. La calificamos tanto por sus características físicas
como por las experiencias emocionales asociadas a ella. Si prestamos atención
a nuestro cuerpo casi siempre percibiremos una tonalidad emocional.
Nuestros cuerpos están involucrados en su
totalidad. Nuestras emociones son generadas y puestas en escena por medio
de las expresiones y los gestos que llevamos a cabo con los sistemas musculares
voluntarios de nuestras caras, brazos y piernas: sonrisa, fruncimiento
del entrecejo, caídas, señales con la mano, etc.
La musculatura involuntaria de nuestros intestinos
y de nuestros órganos internos también desempeña un papel importante;
nuestros corazones parecen golpear nuestros pechos o nuestros estómagos
parecen registrar esa sensación de “mariposa” propia de los estados de
ansiedad. Los afectos tales como el entusiasmo, el deleite y la ira están
controlados básicamente por el sistema voluntario. Otros, incluyendo el
miedo, el placer sexual, la añoranza y el duelo, son en gran medida, involuntarios.
Algunas respuestas como el estado de alerta ante la lucha o la huida ,
estimuladas por la adrenalina, nos afectan de una forma más global y pertenecen
a aquellas partes del sistema nervioso formadas en fases precoces de la
evolución.
Todas las personas nos transformamos de distintas
maneras en nuestro cotidiano vivir, aunque de la misma clase nuestras
estructuras iniciales son diferentes, marcadas por historias distintas,
modos de vida también diferentes. Es fácil imaginar que las diferencias
en la constitución inicial de los niños implique habilidades posiblemente
distintas. Pero lo que no podemos dejar de ver es que la constitución
inicial de los niños y las niñas es esencialmente igual en el ámbito de
la inteligencia.
Desde el punto de vista de la Inteligencia
todos somos igualmente inteligentes y las diferencias, si las hay, se
deben a alteraciones del crecimiento normal del sistema nervioso por
aspectos genéticos nutricionales o traumáticos.
En la vida cotidiana generamos situaciones
que restringen el operar inteligente de las personas, particularmente
de los niños y niñas, al minar su respeto por si mismo en la continua
desvalorización de sus conductas, con críticas, control continuo de la
desconfianza, exigencias ciegas a la circunstancia que viven.
Un niño o una niña que crece con respeto
por sí mismo puede aprender cualquier cosa, y adquirir cualquier habilidad
si lo desea.
El marco biológico:
¿Qué tipo de emoción les describo
( de miedo quedaría si estuviera ausente la sensación ) cuando hablo de
pulso acelerado , respiro afanoso, labios trémulos, extremidades débiles
, carne de gallina y ruidos intestinales?
Me resulta imposible pensar lo del pecho,
el enrojecimiento facial, la dilatación de la nariz, los dientes trabados,
ningún impulso vigoroso y en cambio miembros laxos, respiración pausada
y rostro plácido.
¿Cómo puedo imaginar un estado de
rabia y no sentir la ebullición?
PERCIBIR ES: ASIMILAR LOS ESTIMULOS DÁNDOLES
UN SIGNIFICADO.
La percepción nos proporciona información
sobre las cosas.
Percibir es dar significado a un estimulo.
La cosa se puede ver como amenaza o como
placer ( conexión con el ejercicio de poner los brazos en el hombro del
compañero de al lado).
Comprendo una acción cuando conozco sus motivos
y explico una acción cuando la describo.
Comprendo cuando lo incluyo en un concepto
mas amplio.
El conocimiento consiste en que lo ajeno
se convierte en lo propio. Conocer es comprender, es decir aprehender
lo nuevo con lo ya conocido.
EL CONCEPTO
Cuando la información perceptiva puede manejarse
concientemente en ausencia del estímulo alcanza un nuevo estatuto. Se
interna con decisión en el campo conceptual.
Emociones Primarias
Las emociones primarias ( innatas, preorganizadas,
jamesianas) dependen del sistema límbico, siendo sus principales actores
las amígdalas y la corteza singular anterior.
La respuesta emocional primaria puede lograr
algunos objetivos útiles : ocultarse rápidamente ,mostrar enojo hacia
un competidor......
No es que los humanos estemos obligatoriamente
cableados para sentir miedo , al Oso o al águila ( arañas o serpientes).
Quizás si se pueda dar una manera de percibir
ciertas características y estímulos externo/ interno, aisladas o combinadas
como ejemplo el tamaño, el tipo de movimiento, ruidos, etc.
Es probable que estas características sean
procesadas individualmente o colectivamente y con posterioridad detectadas
por algún componente del sistema límbico, por ejemplo la amígdala, que
gatilla la acción de una estado corporal característico de la emoción
miedo para luego producir el procesamiento cognitivo.
Esta respuesta emocional primaria tiene algunas
ventajas, ocultarse rápidamente ante el depredador, por ejemplo, mostrar
enojo ante un competidor, etc.
El proceso no concluye con los cambios corporales
que definen a una emoción.
El paso siguiente es sentir la emoción, vinculada
con la cosa que la estimuló.
Así tenemos dos comportamientos
Uno : Innato, incontrolado, no destinado
específicamente a la situación.
Dos : Lo segundo se basa en la experiencia
y está destinado a X. Conocer a x te permite anticipar los acontecimientos
predecir probabilidades. Esto puede tener una lado positivo, ejemplo ser
precavido.
El sentir tus emociones equivale a estar
consciente, te ofrece una respuesta flexible basada en la historia particular
de tus interacciones con el medio ambiente.
Aunque se necesiten dispositivos innatos
para hacer andar el entendimiento, los sentimientos nos ofrecen algo más.
Estas emociones primarias dependen del sistema
límbico, siendo sus principales actores la amígdala y la corteza singular
anterior.
Emociones Secundarias
Imaginemos por un instante que te encuentras
con gran amigo que hace muchos años no ves, ......examina.... o en el
caso que se te comunique la inesperada muerte de un compañero de trabajo.
Aunque solamente sea en la imaginación, produzcamos
el encuentro con un gran amigo...... ¿Se ha producido algún cambio
en el estado físico?
Puede que el corazón se te acelere , que
te ruborices, que los músculos faciales cambien para expresar felicidad
y que la musculatura restante se afloje o en el otro caso, probablemente,
se te contraiga el vientre, se te tense la musculatura especialmente cuello
y espalda, palidezcas, etc.
En ambos casos, se producen alteraciones
viscerales (corazón, pulmón, piel, tripas) musculoesqueléticos,
endocrino-glandulares.
El sistema inmune también se modifica, las
arterias, los vasos.
Ejemplo: una cama de agua.
¿Qué nos pasa en el organismo?
Lo primero se inicia con las consideraciones
deliberadas o conscientes que se tiene de una persona o situación.
Estas consideraciones se expresan como imágenes
mentales organizadas en un proceso de pensamiento y se refieren a una
gama amplia de relaciones con la persona o situación.
El sustrato neural de esas imágenes es una
colección de representaciones topográficamente organizadas que suceden
en diferentes capas corticales sensoriales primarias (visión, auditivas
y otras).
En un segundo nivel, no consciente, las redes
de la corteza prefrontal responden automática e involuntariamente a las
señales derivadas del procesamiento de las imágenes mencionadas.
Esta respuesta prefrontal surge de adaptaciones
anteriores que parten de tu experiencia individual.
En otras palabras, deriva de representaciones
adquiridas.
Tercero
Esta respuesta involuntaria y automática
es señalada a la amígdala y la corteza circular anterior. En estas regiones
la reacción se produce:
a) Activando núcleos del sistema nervioso
autónomo.
b) Despachando señales al sistema motor.
( expresión facial , o postura corporal)
c) Activando el sistema endocrino y péptido,
cuyas acciones químicas alteran el estado del cuerpo y el cerebro.
d) Núcleo de neurotrasmisores en el tallo
cerebral y prosencefálico basal.
Los cambios causados por (a), (b), (c) afectan
al cuerpo determinando un estado corporal emocional.
Los cambios causados en (d) no surgen en
el cuerpo propiamente sino en un grupo de estructuras del tallo cerebral
a cargo de la regulación corporal y tienen un impacto en los estilos
y eficacia de los procesos cognitivos constituyendo una ruta paralela
para la ruta emocional.
Por tanto, resumiendo:
La EMOCION:
La emoción es la combinación de un proceso
de valoración mental, simple o complejo, con respuestas a ese proceso
que emanan de las representaciones disposicionales, dirigidas principalmente
hacia el cuerpo propiamente tal.
SENTIMIENTO
No todos los sentimientos se relacionan con
una emoción.
En estado de vigilia y atención todas las
emociones generan sentimientos, pero nos todos los sentimientos tienen
su origen en las emociones.
Los sentimientos de fondo son los que no
se originan en las emociones.
Sentimientos de emociones.
Todos los cambios que un observador externo
puede identificar, y muchos que no puede (internos).
Si una emoción es una colección de cambios
en el estado de un sistema específico del cerebro, la esencia de sentir
una emoción es la experiencia de dichos cambios en yuxtaposición con las
imágenes mentales que iniciaron el ciclo.
Un sentimiento depende de la yuxtaposición
de una imagen del cuerpo propiamente tal con una imagen de alguna otra
cosa, como la imagen visual de un rostro o la auditiva de una melodía.
El sustrato de un sentimiento se completa
con los caminos en los procesos cognitivos que son simultantemente inducidos
por sustancias químicas.
Ejemplo:
La esencia de la tristeza o alegría es la
percepción combinada de determinados estados corporales con pensamientos
que le yuxtaponen complementada con una modificación en el estilo y eficiencia
de los procesos de pensamiento.
Durante los estados corporales negativos,
la generación de imágenes es lenta, pequeña su diversidad, e ineficiente
el razonamiento; durante estados corporales positivos la generación de
imágenes es veloz y variada, en tanto que el razonamiento es rápido, si
bien no necesariamente eficiente.
Los sentimientos basados en las emociones
más comunes son alegría, tristeza, ira, miedo, asco.
Con estos sentimientos basados en las emociones
la atención se fija sustancialmente en señales corporales y parte del
paisaje corporal se mueve desde el fondo hacia el primer plano de nuestra
atención.
Un segundo tipo de sentimientos son variaciones
de las anteriores, en sutiles estados por ejemplo euforia y éxtasis son
variaciones de la alegría.
Melancolía y pesadumbre de la tristeza; pánico
y vergüenza del miedo. Este grupo de sentimientos es afinado por la experiencia.
Aquello que nos permite experimentar matices
de remordimiento, vergüenza, venganza..... en la conexión entre un contenido
cognitivo intrincado y la variación de un perfil de estado corporal
preorganizado.
Sentimientos de emociones universales básicas
Sentimientos de emociones universales sutiles
Sentimiento de fondo
Los sentimientos de fondo no son ni demasiado
negativos ni demasiado positivos , si bien se los puede percibir como
placentero o displacenteros.
Es muy posible que sean estos los sentimientos
que más experimentamos en la vida.
El sentimiento de fondo es nuestro paisaje
corporal cuando no está sacudido por la emoción.
En este marco la inteligencia es :
Es la capacidad de recibir información ,valorarla
y producir respuestas eficaces.
El creador selecciona si propia información,
dirige su mirada sobre la realidad
Se fija sus propias metas.
• La inteligencia prolonga la realidad.
• Paradoja : Manejamos la realidad
mediante irrealidades.
• La inteligencia humana es la inteligencia
animal transfigurada por la libertad.
La libertad es la elemental capacidad de
guiar la atención, iniciar un movimiento, dirigir la mirada, elaborar
un plan y mantenerlo en la conciencia, evocar un recuerdo.
La libertad es una posibilidad.
La creación de novedades es una exclusiva
humana.
Mediante la mirada extraemos datos de la
relidad. Esto significa percibir: tomar (coger) Tomamos de nuestro alrededor
lo que nos interesa, nuestro ojo no es un ojo inocente esta dirigido por
nuestros deseos y proyectos.
La mirada inteligente anticipa, previene,
utiliza información sabida, reconoce e interpreta.
Los monos presentan incapacidad de modificar
el campo sensorial.
Por el contrario el niño adquiere pronto
una cierta independencia del entorno.
Aprende a planificar y sus metas e intereses
determinan lo que va a ver.
Vemos desde la memoria, percibimos desde
el lenguaje.
Las emociones modulan el operar de la inteligencia
como un aspecto concreto del convivir, y abren o cierran los caminos para
la consensualidad en la vida cotidiana.
Así la envidia, el miedo, la ambición, la
competitividad, restringen la conducta inteligente porque estrechan la
mirada y la atención.
Solo el amor amplía la mirada en la aceptación
de si mismo tanto como de la circunstancia que se vive, expandiendo la
posibilidad de operar inteligente.
Esto lo vemos en la vida cotidiana, cuando
decimos de alguien que está ciego de ambición, o de envidia o de competitividad
o de miedo.
Veamos como funciona esto desde los primeros
años de vida.
Los niveles que detallo a continuación son
etapas no cerradas o acabadas sino caminos procesos que deber realizar
los niños y las niñas y muchas veces los adultos.
El no llegar a desarrollar estos estadios
puede entorpecer el escenario emocional , la visión de si mismo.
PRIMER NIVEL
Implica aprender a organizar las sensaciones.
De una mezcla de sonidos imágenes, olores,
sensaciones táctiles, comienzan a surgir diferentes patrones.
La seguridad básica se asienta sobre la capacidad
de descifrar sensaciones y planificar acciones.
Esta seguridad primaria constituye la base
de los niveles posteriores.
El niño que es capaz de estar atento y tranquilo
ha dado ya un primer y gigantesco paso en su camino hacia el pleno desarrollo
de su potencial humano.
Es evidente que las personas alcanzamos distintos
niveles, en las distintas etapas.
Cada niño comprende y reacciona a cada una
de las sensaciones de una forma característica e individual.
Cuando los niños desarrollan la capacidad
reguladora y comienzan a organizar sus sensaciones, pueden utilizar estas
habilidades para adquirir aquellas experiencias sobre las que construirán
su identidad.
SEGUNDO NIVEL: INTIMIDAD Y RELACION
Con la capacidad de establecer relaciones
surge ahora, la capacidad de registrar emocionalmente, su toma de conciencia
respecto a la presencia de una persona extraña. En poco tiempo más estará
preparada para establecer relaciones intimas con sus seres queridos.
De la primeras interacciones tan potentes
entre el padre embelesado y apasionado al que el bebé corresponde
con enorme entusiasmo.
De esta relación se desprende un sentido
de solidaridad humana que más adelante puede convertirse en la capacidad
para sentir empatía y amor.
A medida que más experimente relaciones con
personas distintas, experimenta niveles de profundidad e intimidad.
Sin cierto grado de seducción incondicional
por al menos un adulto que lo quiera, el niño o la niña quizás no sienta
nunca la poderosa embriaguez que resulta de la intimidad humana, nunca
se deje llevar por el magnetismo de las relaciones humanas, nunca vea
a las demás personas como seres humanos íntegros, capaces de sentir lo
que él.
Un niño o niña con este escenario es capaz
de replegarse sobre si mismo o de convertirse en un individuo insensible,
egocéntrico, agresivo, capaz de hacer daño sin escrúpulos.
Se da paso a la capacidad de disfrutar de
la humanidad, dicho de otra forma, la intimidad compartida.
Es en este momento donde el si mismo existe
en relación a los demás, ahora disfruta de la intimidad compartida.
TERCER NIVEL
INTENCIONALIDAD
Los niños comienzan a percatarse que existe
un intercambio con los demás, que las acciones con las que se mueven tienen
dos direcciones.
El hábito de comunicarse comienza y se extenderá
para toda la vida.
Las conductas y las emociones estas estrechamente
vinculadas a las consecuencias físicas como recibir un abrazo o escuchar
un comentario cariñoso en respuesta.
El si mismo intencional.
Las emociones y sensaciones llevan unos
diálogos cada vez más ricos y diferenciados .
El niño o niña empieza a esbozar un sentido
de si mismo como ser diferencial.
CUARTO NIVEL
INTENCIÓN E INTERACCION
Una vez que el niño o la niña asocia sensaciones
y emociones a una acción voluntaria, puede avanzar hacia la interacción
social.
A medida que avanza el niño o niña, va distinguiendo
las diferentes expresiones faciales, posturas corporales, discriminar
emociones básicas, que representan seguridad, etc.
También lentamente va graduando su interrelación
con los demás , desconfiando o alejándose de situaciones amenazadoras.
El puede responder a las personas en función
de su conducta.
Así mucho antes de adquirir el lenguaje simbólico
ha construido una habilidad básica que le permitirá aprender valores,
normas y virtudes.
Están dotados de un super sentido que les
permite descifrar la letra pequeña de sus reacciones emocionales ante
los acontecimientos del día a día.
El sentido de si mismo preverbal
Su sentido de si mismo esta más organizado
y se ha hecho más complejo, lo que permite una mayor organización.
La felicidad ya no constituye un conjunto de sensaciones fragmentadas,
sino diferentes experiencias entrelazadas.
A los 15 meses aparece una sutileza en la
relación, cosa que hasta entonces no ocurría, si el niño se enfada con
alguien es posible que no perciba que hace un instante estaba jugando
con esa persona tan felizmente. Sin embargo, en esta etapa se inicia una
incipiente toma de conciencia de una relación fiable y protectora y puede
coexistir con la sensación de rabia, ha comenzado a templar su ánimo.
Ya a los 18 ó 20 meses, el niño enfadado
sabrá convivir con su enfado y la conducta de la otra persona.
QUINTO NIVEL
IMÁGENES , IDEAS Y SÍMBOLOS
La MENTE SE VA DESARROLLANDO para poder adquirir
el significado del símbolo.
Las emociones formadas en las etapas previas
encuentran una forma de expresión adicional.
Los deseos las ilusiones están representadas
en nuestro interior por imágenes multisensoriales. Somos capaces de ejecutar
mentalmente nuestras acciones antes de llevarlas a cabo.
En un principio surgen las imágenes en forma
espontánea con el paso del tiempo se construyen puentes lógicos que conectan
esas imágenes entre si.
Podemos establecer así categorías, por ejemplo,
rabia vs amor....
En el segundo o tercer año de vida comienza
a manejar ideas. Comienza a comprender que una cosa puede representar
otra. Por ejemplo, no necesita llevar a mamá a la cocina para pedirle
unas galletas.
Dos elementos se unen: las capacidades madurativas
de su neurología y la riqueza de sus experiencias afectivas.
El no trabajar en esta etapa supone que en
lugar de ser consciente de que se siente sólo, decepcionado, miedoso
o asustado, percibe un vacío en su vientre, llora, le sudan las manos,
etc. No es capaz de asignarle un nombre abstracto a determinado estado
de ánimo.
Un niño que no desarrolle este nivel solo
podrá expresar sus sentimientos por medio de conductas y reacciones impulsivas.
El niño va aprendiendo a sentir placer de
los patrones conductuales que va elaborando en su cabeza.
El niño no sólo disfruta de obtener
lo que desea sino de darlo a conocer.
Lo que se repite a lo largo de nuestras vidas,
disfrutamos de un intercambio cordial de experiencias y sentimientos con
un amigo.
El significado e intencionalidad junto con
los recuerdos de las sensaciones constituyen un código dual necesario
para los humanos.
Como aprendemos a elaborar las imágenes internas.
El estimular la comunicación e interacción
simbólica, el ayudar a traducir impulso en imágenes y trasmitir posteriormente
a otra persona es la esencia de la actitud reflexiva
Normalmente nos encontramos con personas
que desarrollan la capacidad de usar ideas e imágenes internas para regular
sus emociones y que permanecen en la actitud de expresar sus sentimientos
a través de las conductas.
En otro nivel se encuentran los que son capaces
de usar imágenes,aunque no sean mas que recapitulaciones y variaciones
de su propia experiencia.
Estas personas no piensan en sus sentimientos
de enfado, tristeza o alegría, ejecutan mentalmente acciones tales como
pegar escupir besar abrazar.....
Cuando se la pregunta: ¿cómo
te sentís? La respuesta es quiero pegarle.....
Existe otro escenario en donde las imágenes
internas se asocian a sensaciones físicas...Cómo te sientes ......Mis
nervios están a punto de estallar............(Estoy furioso)
Algunas personas acaban atrapadas por formas
muy polarizadas de entender la vida, o bien todo es maravilloso o terrible.......
Una sutileza de esta apartado es cuando la
persona tiene muy pocas posibilidades de entender el mundo.
SEXTO NIVEL
PENSAMIENTO EMOCIONAL
El niño comienza a establecer puente entre
sus ideas y sus propios pensamientos con el de los demás.
Una vez que aprende a enlazar los diferentes
símbolos puede comenzar a construir un mundo interno muy sólido.
Le da secuencias a sus imágenes internas
que le permiten anticipar acciones.
El niño sabe lo que pasa con él, con
sus acciones y es capaz de poner un límite entre él, los
otros y los objetos.
Las personas existen más allá de la
presencia.
El sistema nervios central continúa creciendo
hasta los cuarenta y cinco o cincuenta años, así por ejemplo, las vías
nerviosas relacionadas con la capacidad de juicio y reflexión continúan
absorbiendo mielina.
Así como la capacidad de evaluarse a si
mismo
Cómo interviene la cultura en el desarrollo
de nuestras emociones
El siguiente texto es de Humberto Maturana,
biólogo chileno.
"Yo pienso que la historia de la humanidad
ha seguido y sigue un curso determinado por las emociones, y en particular
por los deseos y preferencias. Son nuestros deseos y preferencias lo que
en cualquier momento determina lo que hacemos o no hacemos, no la disponibilidad
de lo que hoy connotamos al hablar de recursos naturales u oportunidades
económicas, y que tratamos como condiciones del mundo cuya existencia
sería independiente de nuestro hacer. Nuestros deseos y preferencias surgen
en nosotros en cada instante en el entrelazamiento de nuestra biología
y nuestra cultura, determinando en cada instante nuestras acciones, y
por lo tanto, qué constituye un recurso, qué constituye una posibilidad,
o qué constituye una oportunidad en ese instante.
Más aún, yo sostengo que, siempre actuamos
según nuestros deseos, aún cuando parece a veces que actuamos en contra
de algo, o forzados por las circunstancias; siempre hacemos lo que queremos,
ya sea directamente porque nos gusta hacer lo que hacemos, o indirectamente
porque queremos las consecuencias de nuestra acciones aunque éstas no
nos gusten.
Y sostengo además, que si no comprendemos
esto, no podemos comprender nuestro ser cultural, porque al no entender
que nuestras emociones constituyen y guían nuestras acciones en nuestro
vivir, no tenemos elementos conceptuales para entender la participación
de nuestras emociones en lo que hacemos como miembros de una cultura,
y no comprendemos el curso de nuestras acciones humanas sigue el curso
de las emociones, no podemos entender el curso de la historia de la humanidad.
Los aspectos puramente patriarcales de la
manera de vivir de la cultura patriarcal europea a la cual pertenece gran
parte de la humanidad moderna, constituyen una red cerrada de conversaciones
caracterizada por las coordinaciones de acciones y emociones que hacen
de nuestra vida cotidiana un modo de coexistencia que valora la guerra,
la competencia, la lucha, las jerarquías, la autoridad, el poder, la procreación,
el crecimiento, la apropiación de los recursos, y la justificación racional
del control y de la dominación de los otros a través de la apropiación
de la verdad.
Así, en nuestra cultura patriarcal hablamos
de luchar en contra de la pobreza y el abuso cuando queremos corregir
lo que llamamos injusticias sociales, o de luchar contra la contaminación
cuando hablamos de limpiar el medio ambiente, o de enfrentar la agresión
de la naturaleza cuando nos encontramos ante un fenómeno natural que constituye
para nosotros un desastre, y vivimos como si todos nuestros actos requiriesen
del uso de la fuerza, y como si cada ocasión para una acción fuese un
desafío.
En nuestra cultura vivimos en la desconfianza,
y buscamos certidumbre en el control del mundo natural, de los otros seres
humanos, y de nosotros mismos.
Continuamente hablamos de controlar nuestra
conducta o nuestras emociones, y hacemos muchas cosas para controlar la
naturaleza o la conducta de otros, en el intento de neutralizar lo que
llamamos fuerzas antisociales y naturales destructivas, que surgen de
su autonomía.
En nuestra cultura no aceptamos los desacuerdos
como situaciones legítimas que constituyen puntos de partida para una
acción concertada frente a un propósito común, y debemos convencernos
y corregirnos unos a otros, y solamente toleramos al diferente en la confianza
de que eventualmente podremos llevarlo a él o a ella por el buen camino
que es el nuestro, o hasta que podamos eliminarlo o eliminarla bajo la
justificación de que está equivocado.
En nuestra cultura vivimos en la apropiación,
y actuamos como si fuese legítimo establecer por la fuerza bordes que
restringen la movilidad de los otros en ciertas áreas de acciones que
antes de nuestra apropiación eran de su libre acceso. Más aún, hacemos
estos mientras retenemos para nosotros el privilegio de movernos libremente
en esas áreas, justificando nuestra apropiación de ellas mediante argumentos
fundados en principios y verdades de las que también nos hemos apropiado.
Así hablamos de recursos naturales en un acto que nos ciega frente a la
negación del otro que nuestro deseo de apropiación implica.
En nuestra cultura vivimos en la desconfianza
de la autonomía de los otros, y estamos apropiándonos todo el tiempo del
derecho a decidir lo que es legítimo o no para ellos en un continuo intento
de controlar sus vidas. Vivimos en la jerarquía que exige obediencia,
afirmando que una coexistencia ordenada requiere de autoridad y subordinación,
de superioridad e inferioridad, de poder y debilidad o sumisión, y estamos
siempre listos para tratar todas las relaciones, humanas o no, en esos
términos. Así, justificamos la competencia, esto es, un encuentro en la
mutua negación, como la manera de establecer la jerarquía de los privilegios
bajo la afirmación de que la competencia promueve el progreso social al
permitir que el mejor aparezca y prospere.
En nuestra cultura estamos siempre listos
a tratar a los desacuerdos como disputas o luchas, a los argumentos como
armas, y describimos una relación armónica como pacífica, es decir, como
la ausencia de guerra, como si la guerra fuese la actividad propiamente
humana más fundamental."
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Cómo Aprenden los niños y como deberían enseñar las
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