El propósito de esta discusión es explicar el desarrollo y el crecimiento de las habilidades lingüísticas durante los primeros años de un niño. El infante adquiere habilidades para comunicar mucho antes de desarrollar sus primeras palabras. Durante el proceso de aprendizaje de estas habilidades comunicativas, los niños adquieren cinco componentes del lenguaje: la fonética, la semántica, la sintaxis, la morfología y la pragmática. Estos componentes no son independientes el uno del otro, al contrario están interrelacionadas. La adquisición de cada una de estas habilidades es crucial para una buena progresión de la comunicación del infante. Por lo tanto, esta presentación cubrirá estos cinco componentes del lenguaje y también otros aspectos que favorezcan el crecimiento de las habilidades lingüísticas durante el crecimiento del niño. Igualmente, se analizarán las teorías generales acerca de la adquisición y la complejidad de los cinco componentes, interrelacionados pero a la vez independientes, del lenguaje. El término de la presentación tratará sobre diferentes técnicas de aprendizaje que podrán utilizar los padres, los cuidadores a la vez que los educadores que asisten al desarrollo de la comunicación de los niños.
El lenguaje es esencial en nuestra sociedad y cultura. Es una forma de comunicarse con los demás y con uno mismo y para funcionar con éxito en este mundo, los niños necesitan adquirir un lenguaje. Aunque no existe un único y perfecto método para lograr las habilidades lingüísticas, podemos mirar algunas teorías generales que describen cómo un infante puede conseguir estas competencias lingüísticas. Para convertirse en un buen maestro, este tiene que ser capaz de observar y definir los deberes y las actividades que mejor se adapten al aprendizaje del lenguaje del niño.
Existen cinco componentes del conocimiento lingüístico: la fonética, la semántica, la sintaxis, la morfología y la pragmática. Estos componentes están interrelacionados y no se desarrollan aisladamente. La adquisición de cada uno de estos componentes es fundamental para una comunicación efectiva. Es más fácil entender este complejo sistema y su funcionamiento si se divide en tres categorías principales que ayuden a explicar sus componentes. Bajo el apartado de la forma, los componentes que conecten los sonidos o los símbolos son la fonética, la morfología y la sintaxis. La semántica bajo el apartado del contenido, y la pragmática se define como el uso dentro del contenido comunicativo.
El primer elemento del saber lingüístico es el conocimiento fonético. La fonética se refiere al conocimiento de la relación sonido-símbolo y otros aspectos del sonido dentro del lenguaje. Un fonema es la unidad más pequeña del sonido y estas unidades se combinan para formar palabras. Mientras los niños aprenden el lenguaje oral, se dan cuenta de cómo el lenguaje está impregnado en este tipo de sistema. Los niños adoptan el desarrollo del conocimiento fonético, gracias a sus habilidades perceptuales de distinguir diferentes sonidos y la forma en que se usa el lenguaje. Es evidente el conocimiento fonético en los niños; por ejemplo, al hablar con la gente que los rodea, producen y distinguen sonidos. Mientras crecen, los niños se conciencian cada vez más de los sonidos en el lenguaje y empiezan a manipularlos haciendo palabras. Esto contribuye al entendimiento del uso de la palabra para crear relaciones.
A continuación está el conocimiento sintáctico del lenguaje. El conocimiento sintáctico es la combinación de palabras para crear frases y estructuras coherentes; describe que combinaciones de palabras son correctas y razonables. Los sistemas
lingüísticos se guían por reglas o por una gramática que prescribe el uso correcto de la palabra, para concebir frases o estructuras significativas. La sintaxis varía de un lenguaje a otro, lo cual puede ser problemático para estudiantes o nativos de otros idiomas. Los niños aprenden que las palabras no se pueden combinar al azar y serán malinterpretados si su lenguaje no se ajusta a las reglas sintácticas.
El conocimiento morfológico se refiere a la estructura de la palabra. El morfema es la unidad más pequeña del sentido y es indivisible, sin poder producir nunca unidades sin sentidos. La morfología cubre las reglas que regularizan los cambios de sentidos a nivel de la interacción entre palabras. Hay dos tipos de morfemas: libres y trabados. Los morfemas libres pueden ser independientes, mientras que los morfemas trabados deben estar siempre ligados a un morfema libre o a otros morfemas trabados. Por ejemplo, la palabra infeliz –feliz es un morfema libre y in es el morfema trabado–. Los idiomas varían enormemente en la dependencia sobre conocimiento morfológico.
El siguiente componente del conocimiento lingüístico es la semántica, la cual cubre los sentidos de la palabra y el vocabulario. Es un sistema de reglas que cubre el sentido de las palabras, un rico bagaje de vocabulario en palabras alternativas y en sus sentidos resultará más importante que el número total de palabras usadas en el vocabulario. Es también muy importante saber como están relacionadas entre si y lo que tienen en común esas palabras. Todo esto permite un uso más amplio de la palabra y del sentido.
La pragmática es el último componente del lenguaje y se refiere al conocimiento y a la conciencia de la comunicación en general y como el lenguaje se utiliza para alcanzar este objetivo. La pragmática tiene más que ver con la forma en que se utiliza el lenguaje para comunicar que con la estructura del lenguaje. El conocimiento de la pragmática es el principio de organización del lenguaje y la razón por la cual los demás componentes funcionan entre sí.
Los componentes del lenguaje nos permiten ordenar nuestros pensamientos sobre lo que compone un idioma. La adquisición de cada uno de estos componentes es esencial para poder comunicarse adecuadamente. La siguiente pregunta que nos hacemos es como conseguimos este conocimiento del lenguaje. Hay un lado desconcertante sobre el desarrollo del lenguaje que algunos de nosotros percibimos como misteriosa (Gleitman & Wanner, 1982) y mágica (Bloom, 1983). Incluso nosotros adultos somos incapaces de discernir todas las reglas que utilizamos. Reglas que se desarrollaron durante nuestro crecimiento en un breve periodo de tiempo. La adquisición del idioma en los niños ha sido estudiada y teorizada continuamente. A continuación hablaremos de cuatro teorías principales sobre la adquisición del lenguaje: La teoría innatista, la teoría cognitiva del desarrollo, la teoría conductista y la teoría interracionalista. La mayoría de los educadores e investigadores no siguen una única teoría, más bien se posicionan entre dos o más teorías. Esto refleja la complejidad del lenguaje y de su adquisición. Hay un debate constante en el estudio del niño entre lo innato y lo adquirido. Mientras cada una de las teorías enfoca sobre la posición de lo innato y de lo adquirido, hay considerables diferencias entre estas teorías. Las teorías innatista y cognitivas del desarrollo se basan sobre las contribuciones de lo innato, mientras que las teorías conductistas e interaccionistas se posicionan más a favor de los factores adquiridos. Los educadores comprenderán mejor el proceso de aprendizaje del lenguaje en los niños, si entienden los conceptos de cada teoría.
La perspectiva innatista refleja las capacidades innatas que son responsables de la adquisición del lenguaje. El teórico Noam Chomsky encabeza los teóricos que afirman que todas las personas tienen la capacidad inherente de adquirir el lenguaje, gracias a estructuras cognitivas que procesan el lenguaje de una manera distinta de como lo hacen otros estímulos. Chomsky (1965, 1975, 2002) identifica y describe sistemas de normas para el uso del lenguaje, llamados la gramática universal. Propone que el conocimiento de estas reglas universales es una capacidad innata en el ser humano y explica la habilidad de todos los seres humanos de aprender la cultura del lenguaje.
La perspectiva cognitiva del desarrollo hace hincapié sobre el hecho de que el lenguaje se adquiere durante el crecimiento y el desarrollo de las habilidades cognitivas del individuo. El trabajo de Jean Piaget (1955) expone una perspectiva cognitiva del desarrollo que defiende la idea de que el desarrollo cognitivo es la base del aprendizaje lingüístico, o que el crecimiento cognitivo debe tener lugar antes que el desarrollo lingüístico. Así pues, Piaget enfatiza actividades según el nivel de desarrollo de cada niño: actividades sensoriomotoras para infantes o creando y manipulando símbolos durante su etapa preoperacional.
La teoría conductista describe el papel de lo «adquirido» y sostiene que el aprendizaje se hace gracias a la asociación entre estímulos, respuestas y eventos que tienen lugar después de la respuesta del comportamiento. El lenguaje se aprende gracias a estas asociaciones. B.F. Skinner (1957) y sus investigaciones se conocen por promover este tipo de enseñanza. Muchos tipos de respuestas en la vida real sirven como reforzadores, como, por ejemplo, una respuesta emocionada de los padres después de un intento de verbalizar por parte de su hijo.
El enfoque principal de la perspectiva interacionista es que los niños adquieren el lenguaje a través de sus intentos de comunicarse con el mundo que los rodea. El lenguaje se adquiere por su necesidad de funcionar y comunicarse en la sociedad. Esta teoría proviene tras observar cómo los niños adquieren una conciencia comunicativa a través de gestos o otras funciones, antes incluso de poder exprimirse lingüísticamente.
Las investigaciones pioneras de Lev Vigotsky (1962) realza el rol de la interacción social en la adquisición del lenguaje. Interacciones sociales positivas proporcionan y animan muchas oportunidades para un niño a empezar a entender diversas funciones del lenguaje.
Utilizando estos cuatro modelos de la adquisición del lenguaje y enfocando sobre los diferentes aspectos del conocimiento lingüístico, los profesores pueden convertir sus aulas en lugares más favorables para el aprendizaje de sus alumnos. La teoría innata permitiría a los niños, a través de libros y cuadernos de notas, explorar el lenguaje y comunicarse tanto por escrito como oralmente. Se podría cubrir una amplia lista de literatura infantil para luego discutir y sacar conclusiones, permitiendo el dibujo o escribiendo ideas y comunicándolas. Las implicaciones de la teoría cognitiva del desarrollo permitirían a los maestros usar el conocimiento de la etapa cognitiva infantil, para desarrollar un planning adecuado de las actividades durante sus clases. Esto permitiría a los niños una gran oportunidad para usar símbolos escritos y orales a través del habla, del dibujo y del escrito. En una clase conductivista, los profesores fomentarían actividades en las cuales los alumnos se comunicarían verbalmente por medio de la imaginación y de la repetición y en las cuales se recompensaría una buena interacción. Juegos de manos e interpretaciones desarrollan la imitación y
realzan el desarrollo lingüístico de los niños. La perspectiva interaccionista permite a los profesores orientarse sobre una interacción social donde se pueda utilizar tanto el escrito como el oral. Se tiene que facilitar oportunidades para la discusión, intentando siempre acumulando una comunicación emocional positiva.
Educadores y cuidadores juegan un papel muy importante creando el entorno del aprendizaje en la que el lenguaje los niños puede crecer y florecer. Una de estas teorías a solas puede no parecer la correcta para el desarrollo del lenguaje, pero existe un fuerte indicio que modelando, imitando y reforzando dentro de estas teorías sea la clave para el aprendiza del lenguaje. De esta forma, con un buen entendimiento por parte del maestro de cómo se desarrolla y se enriquece un lenguaje, la adquisición del idioma en el niño se vera muy beneficiada.
Bibliografía
Bloom, L.: Of continuity, nature, and magic. The transition from preverbal to verbal communication, Hillsdale, NJ: Erlbaum. 1983.
Chomsky, N.: Aspects of a theory of syntax, Cambridge, MA: MIT Press. 1965.
Chomsky, N.: Reflections on language, New York: Pantheon. 1975.
Chomsky, N.: On nature and language, New York, Cambridge University Press. 2002.
Gleitman, L., & Wanner, E.: Language acquisition: The state of the state of the art, Cambridge University Press. 1982.
Piaget, J.: The language and thought of the child, New York: World. 1955.