Como Artista que soy y apoyada
en mis ya más de 20 años de experiencia en el Arte Infantil
y su docencia, quiero compartir con los asistentes al Décimo tercer
Congreso de Educadores de la Infancia, mi punto de vista sobre la importancia
que tiene la educación artística en el desarrollo integral
de un niño, y, así mismo, la trascendencia de la forma gradual
y totalizadora como esta y su maravilloso mundo, se debe ir acercando
a los infantes, para hacer de ellos mejores seres humanos, más
seguros, más sensibles y capaces, en cada actividad de su vida,
sin importar para ello, su dedicación futura.
Es preciso tener clara consciencia
de que las experiencias creativas en los niños no tienen como fin
primordial producir artistas, sino ayudarles de forma muy eficaz, por
cierto, en su desarrollo integral; sin perder de vista, claro está,
que las clases deben ser un estímulo invaluable también
para desarrollar las aptitudes de aquellos niños que tienen en
su futuro el designio de convertirse en artistas
Basada en lo anterior, quiero
destacar desde mi punto de vista de artista docente- lo importante que
me ha resultado el hecho de ser pintora en el cumplimiento del compromiso
por transmitir a los pequeños ese amor e interés por el
arte, que considero fundamental para lograr tan importante objetivo. Creo,
muy sinceramente, que a pesar de no ser necesario contar con formación
profesional profunda en el campo para enseñar exitosamente arte
a los niños, el sólo hecho de amar el arte tan vigorosamente
como corresponde a un artista, motiva a transmitir a los pequeños
la felicidad que produce el estar haciendo lo que más nos gusta.
Por otro lado, la propia experiencia de mi vida me ha facilitado detectar
los hechos, personas o actitudes que me ayudaron a fomentar y acrecentar
ese interés por la creatividad y, así mismo aquellos hechos,
personas y actitudes que considero, fueron equivocaciones y que por épocas
desmotivaron mi inclinación por las Bellas Artes.
Sin embargo, creo que tal vez
lo más importante de estas reflexiones acerca de lo bueno y, de
lo perjudicial en la docencia artística para lograr no destruir
una futura carrera en esa área, fue el darme cuenta de que las
mismas causas que se traducen en problemas para la vocación de
un futuro artista, son las que dañan y crean problemas a todo futuro
ciudadano, que sin estar consagrado a esta vocación , debe ser
creativo, amante y apreciador de las artes, para su pleno desarrollo como
ser humano. Hoy estoy segura de que muchos de ustedes recordarán,
como lo hago yo, que al inicio de nuestra escolaridad, estuvimos muy cerca
del arte. Recordamos como el color, la música, el teatro, hacían
parte de nuestro diario vivir; pero también recordamos cómo
-poco a poco y sin razón aparente- el arte, la creatividad, se
fue alejando del grupo de pequeñitos y cómo -a medida que
crecíamos- se reducía el número de quienes sentíamos
atracción y gusto por la materia llamada arte. Se creía,
en general, que eran sólo 3 o 4 privilegiados, dueños de
un talento, entre comillas "tan especial" como raro, los buenos en arte;
y sino nos falla la memoria, ser bueno en arte era sinónimo de
ser buen dibujante y ser buen dibujante era quien fuera capaz de reproducir
la realidad. Hoy, muy a mi pesar, las cosas no han cambiado mucho. Nunca
oímos que a un niño se le dijera !Oye! que buen sentido
del color tienes o, que buena memoria visual la que posees, o, que espontánea
expresión, o, cuanta originalidad y creatividad tienen tus trabajos.
De eso nadie hablaba; parecía que los profesores estuviesen de
acuerdo con esta forma de pensar. Vimos como sólo poquísimos
seguimos sintiendo gusto por el arte. Unos, lo elegimos como carrera;
otros, quisieron trasmitir el gusto por él enseñándolo
o simplemente viviendo con creatividad; pero, en general, la gran mayoría
quedaron anulados en su sentido creativo, o, por lo menos, muy disminuidos
y sin ningún interés por las artes. Muchos se quedaron considerando,
además que el campo del arte, era para unos pocos arribistas, desadaptados
y poco inteligentes; para ellos, los artistas eran seres diferentes hechos
de una madera distinta. Por eso, quiero que veamos que eso no es cierto;
que el arte, la creatividad, como la vida, nos toca a todos los humanos
y que así como ella, debe ir creciendo y desarrollándose
desde la cuna. Ser creativo, es estar tocado por el arte, es ser sensible
y ser sensible, es estar vivo!.Marco Teórico Para entrar
en materia, luego de esta introducción iniciaré con una
reflexión filosófica que recrea la afirmación hecha
en dicha introducción: Hablaré enseguida del arte del niño,
a quien llamaré creador inconsciente; luego pasaré a hacer
un pequeño comentario sobre el artista, a quien llamaré
creador consciente y sobre el ciudadano creativo, que será el ciudadano
que está consciente del artista y de su obra, o sea consciente
del creador y de la creación; a continuación, destacaré
los motivos que hacen importante al maestro de arte y su influencia sobre
el alumno o sea, sobre todos los exponentes anteriores. Terminaré
con la proyección de un vídeo sobre algunas de mis experiencias
con niños. Comencemos: Reflexión: Usaré
como punto de partida de esta reflexión sobre el arte y el ser
humano, el planteamiento que el filósofo Richard Rorty hace en
su libro "Contingencia, Ironía y Solidaridad", sobre la contingencia
del Yo, o sea, sobre su parte mutable, cambiante que es la que nos permite
a todos ser diferentes. Recrea Rorty en sus planteamientos la esencia,
el origen y el significado de la creatividad al hablar del lenguaje; entendiendo
el vocablo lenguaje, en un sentido amplio, o sea, toda forma de expresión
que resulta de un pensamiento previo. Comenta, así mismo, Rorty
el pensamiento Hegeliano sobre el hecho de que un número cada vez
mayor de personas ofrece redescripciones -cada vez más radicales-
sobre un mayor número de cosas que antes. Se refiere este al fenómeno
de cambios que afronta la juventud antes de llegar a la edad adulta. Los
románticos lo expresaban también al afirmar que la imaginación
y ni la razón es la facultad humana fundamental. De esta forma
se descubre que el principal instrumento de cambio cultural es el talento
para hablar o expresarse en forma diferente; en otras palabras, creando
al expresarse (como se hace en el arte). Rorty, al hablar sobre la esencia
de la expresión artística, dice que él cree que todo
poeta o creador debe temer a que se extinga su registro personal de cargas.
Alude con ese nombre a aquella herencia genética primera que junto
con la cultural dá como resultado la carga individual de la cual
nace el Yo con historia propia e irrepetible. Ese Yo que es capaz de percibir
en forma individual y que debe ser capaz de asumir la contingencia y el
caos aparente para ordenarlo en su expresión. El hombre no debe
pasarse la vida intentando escapar de la contingencia (de lo diferente
del caos) debe reconocerla y apropiarse de ella como hace el artista. Interesante
ver cómo el filósofo marca la importancia que tiene el ser
creativo, para poder conscientemente reconocer la diferencia, apropiárnosla
y ser hombres únicos. Anota Rorty que el creador -el artista-
es solamente alguien que al apropiarse de la diferencia (la contingencia)
la expresa valiéndose de formas visuales, musicales o literarias;
mientras que otras personas lo hacen, en su cotidianidad, al imprimir
su propia identidad a sus quehaceres y vivencias diarias. Notamos como
nos ha hablado aquí de la escencia de la expresión personal;
de la fuente de la creatividad; de como esa capacidad de transformar,
de redescribir de recontextualizar es propia del ser humano. Vemos como
esta capacidad, se encuentra en el hombre, lista para ser despertada por
nuestros sentidos y desarrollada al desarrollar nuestra sensibilidad,
al ir viviendo y continuar cargando; nuestro registro personal, que, como
vimos, por la genética, ya viene con sus primeras impresiones. -El
hombre es un ser social que necesita comunicar y comunicarse; un ser que
es capaz de idear símbolos que van a materializarse en el lenguaje
y este, a su vez, le va a estructurar su mente. Simbolizar, es pensar
en imágenes.
-Ahora reflexionemos, sobre el
arte mismo en su más somera significación; podríamos
decir que arte es la facultad del ser humano mediante la cual, y valiéndose
de la materia de la imagen o del sonido, el hombre expresa lo que piensa
o siente; de lo material o lo inmaterial y crea, fantaseando. Crea,
decimos, crea; y el acto creativo se funda en lo racional, lo afectivo,
lo consciente y lo inconsciente. La contingencia, es base de nuestra creatividad.
La duda, la pregunta, lo insólito, las alternativas, la sorpresa,
el asombro; todo ello es importante de saberse convertir en juego inspirador
de nuestra creatividad. En todo acto creativo hay un dialogo entre la
continuidad, la ruptura, lo viejo, lo nuevo y lo futuro. La libertad,
la espontaneidad y la autenticidad son imprescindibles para que se dé
el acto creativo y para la identidad misma de la persona. !No hay resultados
creativos sin procesos creativos!. Conrad Fiedler nos corrobora esto
cuando dice que muchos artistas modernos piensan que al arte se llega
elevándose de lo informe a lo formado y que el interés y
la excitación se originan en los descubrimientos realizados en
el proceso; y en el curso de este proceso, descubre su cabal significado
mental. Esto, dicho por Fiedler es uno de los fundamentos del Arte
Moderno y Contemporáneo. Por ello es que dentro de estas corrientes
pictóricas encontramos gran cantidad de ejemplos de artistas cuyas
obras nos recuerdan las bellas creaciones infantiles. Si pensamos en
qué es lo que hace que así sea; nos daremos cuenta de que
sus autores pretendieron expresarse con la misma frescura y creatividad
de un niño. De ahí que es muy conocido este pensamiento:
"Los artistas nos pasamos el resto de nuestras vidas tratando de volver
a pintar como cuando eramos niños". No se refiere a hacer cuadros
de niños sino a su proceso libre, creativo y espontaneo.El Arte
del Niño o Creador Inconsciente Ahora veamos, ¿Cómo
es el arte del niño? ¿Qué tiene de maravilloso el arte infantil
para el artista? ¿Qué es el arte para el niño? El arte
para el niño, es íntimo, misterioso, revelador de su Yo
irrepetible, pero, sobre todo: inconsciente. Este arte infantil y su mundo
no es fácilmente comprensible por el adulto; ya que el mundo del
adulto, es opuesto al del niño. La expresión del niño
es libre, sin talanqueras, ni prejuicios, sin reglas, ni leyes, ni objetivos
conocidos por el; es personalísimo y no es competitivo. El niño
es el único dueño de su obra, de su color, de sus formas
y proporciones; todas estas expresiones son dictadas desde lo más
profundo de sus emociones, cuando estas han sido movidas por las experiencias
propias que el pequeño ha tenido con su entorno. Son estos estímulos
externos, los que cuando son lo suficientemente fuertes y oportunos como
para afectar las necesidades básicas del niño y su sensibilidad,
en el momento que debe ser, pasarán a dejar huella en su registro
personal de cargas; luego de ser procesados por los tres elementos constitutivos:
el genético, el cultural y el individual que es el producto de
los dos anteriores. Es muy importante recalcar que toda esa belleza
que es la expresión artística infantil está guiada
por el inconsciente del niño quien en ningún momento es
consciente de la creación realizada. Así su obra, y el proceso
de creación respectivo no pasará de ser un motor, un elemento
muy valioso para el desarrollo integral del niño y como tal se
debe ver y evaluar el arte infantil, que no es arte sino una actividad
artística. Para responder a la siguiente pregunta, es preciso
afirmar que para el artista resulta fascinante tratar de volver, luego
de haber crecido, pensado, vivido y sentido, al origen de su creación;
que él, muy claramente, encuentra en la creatividad infantil; para
intentar, una vez desarrolladas sus habilidades técnicas, expresarse
con la misma pasión, autenticidad, e ingenuidad original que cuando
era niño pero, ahora sí, muy consciente de la maravilla
de lo que es crear y de su propia creación. Debemos, como adultos
y más como maestros, estar conscientes que en el niño, genéticamente
hablando, sólo se encuentra la semilla de la creatividad y que
ésta puede ser desarrollada y estimulada por nosotros los adultos
hasta llevarla a la creatividad consciente a su debido tiempo, o, por
el contrario, atrofiarla e incluso anularla por errores nuestros cometidos
casi siempre con la mejor intención.
En referencia a la última
pregunta:
¿Que es el arte para el niño?
es preciso afirmar que simplemente es parte de su vida; él no hace
diferencia entre jugar, comunicarse, y crear; es la expresión de
su propia vida, de su evolución física, mental y afectiva.
El arte es para el niño un elemento de equilibrio entre su intelecto
y sus emociones que le proporcionará armonía consigo mismo. Cómo
anotábamos con relación a la obra de los artistas modernos
y contemporáneos, el arte del niño se da exactamente igual:
va en su evolución de lo informe a lo formado; del garabateo a
las formas conformadas a su voluntad. Y también, como a muchisimos
artistas contemporáneos, lo que más le atrae al niño
de sus obras es el proceso de creación de estas; que sin duda para
ellos está lleno de fascinantes experiencias. Además, el
niño conoce y disfruta más que el adulto y le da más
importancia que este al proceso creador; a ese goce de expresarse, de
ir materializando ideas, de transformar la materia. En fin, todo este
proceso y realización creativa representa para el niño sensación
de excitación, logro y bienestar. Recordemos siempre que el
arte para el niño no es una representación objetiva de la
realidad (como tampoco lo es para un verdadero artista) sino que es la
representación inconsciente de las emociones que le han suscitado
las cosas con las cuales ha establecido relaciones más o menos
sensibles. Así los niños que hayan desarrollado su sensibilidad
son creativos y serán capaces de pintar todo lo que quieran; aclarando
que ese quieran significa, que sea algo que les haya tocado su sensibilidad
(al verlo, vivirlo, escucharlo o percibirlo), para que esa experiencia
dispare su imaginación y fantasía; y así, con su
personal manera de niños nos regalen una de sus significativas
y sensibles creaciones acerca de su propio mundo. Debemos destacar
también que ni el color, ni las proporciones, en las obras infantiles,
corresponden a la realidad. Esto se debe al más puro expresionismo.
Sólo basta recordar que los artistas de esta tendencia, tenían
como meta, que sus formas colores y proporciones, fueran dictadas por
la pasión con que las sentían y así con enorme vigor
las expresaban en sus lienzos, mediante la desproporción de las
formas y la riqueza emotiva y pasional del color. Bueno pues así
trabajan los niños. Veamos un ejemplo de lo dicho: El papá
de Juanita tiene un pequeño carro azul que aprecia y cuida mucho;
un día, éste en la finca le permitió a Juanita maniobrar
el timón del carro. Para ella fue tan grande la emoción
de la experiencia, que cuando más tarde en su colegio la profesora
les sugirió dibujar algo importante de lo sucedido en vacaciones
ella, dibujó un enorme carro rojo y una niña de manos gigantescas
conduciéndolo.
Veamos; como la pequeña
cambió varias cosas: El tamaño del auto, en relación
a la importancia que se daba en su hogar al carro y de la cual ella era
participe; el tamaño de las manos de la niña sobre el timón;
debido a la emoción que sintió la niña al sujetarlo
entre sus manitas. En cuanto al color; cubrió el carro, de rojo
ya que este es su color favorito y de este color pintaba, lo que ella
más quería. -Es que lo que para el ojo es una proporción
correcta puede ser una completa desproporción para nuestras emociones.
-Si un niño de tierna edad
dibuja siempre en proporciones correctas, es porque emocionalmente no
ha sido tocado por sus propias experiencias.
-No es una desproporción;
realmente, se trata de una proporción diferente a la visual, es
la proporción emotiva.
-Las proporciones emotivas, han
tocado el arte de todos los tiempos. Regresando al ejemplo anterior,
al de Juanita, diré que la profesora noto que la niña había
omitido muchas cosas del carro en su dibujo -como el tablero esto se debió
a que ella no había establecido relaciones sensibles con estas
cosas. Ejemplo: Víctor Lowenfeld nos da un ejemplo de esto:
el semáforo; nuestro conocimiento registra el hecho de que este,
tiene tres colores pero no todos estamos seguros de su distribución
¿Cual luz va arriba? ¿Cual abajo? la verde, o la roja? una vez las hayamos
ubicado esta nueva relación se habrá incorporado definitivamente
a nuestro conocimiento. Si nos sensibilizamos desde niños estableceremos
con el diario vivir mayor número de relaciones sensibles con lo
cual comprenderemos mejor las cosas y así enriqueceremos nuestras
vidas. El arte infantil es además un importantísimo elemento
socializador; para integrarse al grupo y para ayudarle a entender y aceptar
más fácilmente las diferencias propias y de los demás. De
trascendental importancia es saber que los hábitos creativos que
desarrolla el niño en su actividad artística; los hará
extensivos a las demás actividades y situaciones. Sobra decirles
a ustedes que el arte para el niño es un valioso promotor del desarrollo
motriz, de la atención y de la percepción. (percepción
es la suma de estímulos llegados a los sentidos y la organización
de esta información según anhelos experiencias y necesidades). El
arte es un elemento unificador de la personalidad del niño, ya
que en sus creaciones el niño, intenta vincular entre sí,
experiencias, pensamientos, sentimientos y percepciones. El arte infantil
carece de dominio técnico; y este dominio o conocimiento se irá
poniendo en contacto del niño con mucho tacto y gran sutileza además
de lentamente; teniendo muy encuenta las etapas de su desarrollo físico
y mental. Las primeras etapas serán impartidas en forma inconsciente
para el niño. Recordemos que el arte, no tiene que representar
nada, este al igual que la música puede sólo expresar algo,
ante lo cual reaccionemos a nuestra manera. El hecho de que alguna música
no nos guste no quiere decir que esta sea de mala calidad; puede ser solamente
que por alguna razón no nos identifiquemos con ella, que no nos
diga o no nos recuerde nada. Las dos expresiones, la música
y la pintura tienen vida propia; pueden ser por ejemplo: lentas, tristes,
excitantes, frías, apasionadas, etc. y estas condiciones no están
en la mente del niño pero si en su subconsciente y con el ejercicio
y la experimentación artística, descubre estos atributos
y se identifica inconscientemente con ellos.Cambios y Evolución
del Arte Infantil Muchos investigadores, estudiosos de la pedagogía
artística infantil han encontrado demarcado con aproximación
cronológica unas etapas, en el desarrollo mental y físico
del niño que son muy significativas. Estas etapas no tienen cortes
rígidos, son aproximados.
Las principales son: El garabateo,
el pensamiento en imágenes, el dibujo como representación,
el realismo visual y la conciencia critica. Nos detendremos un momento
a comentar las dos primeras etapas; las de los más pequeñitos
: 1ª Etapa
El Garabateo. Va desde los primeros
intentos del niño al coger un lápiz hasta más o menos
los 4 años de edad.
Al comienzo es gestualidad pura;
que por repetición, se irá convirtiendo en movimientos controlados
a voluntad que darán al niño satisfacción y confianza
en si mismo. Es una etapa de gran importancia. Es un desahogo para el
niño y ayuda mucho a su coordinación de movimientos que
serán importantes para el futuro desempeño del hombre en
casi todas sus actividades. 2ª Etapa:
El Pensamiento en Imágenes
Hacia los 4 años los niños comenzarán a poner nombre
a sus garabatos; convirtiendo así, el pensamiento gestual en pensamiento
de imágenes, pensamiento que marca la entrada al mundo simbólico
que es el propio del ser humano. Enseguida enredando sus garabatos longitudinales
con los circulates comenzará a formar sus primeros esquemas humanos;
que serán muy elementales. Poco a poco a estos esquemas les irá
añadiendo ojos, boca, mano, pies. -El color no tendrá
importancia como elemento de dibujo, solo le atraerá como estimulo
visual según su longitud de onda; y será un color eminentemente
emotivo, que no vinculará con los objetos. Hasta estas edades,
las características de los dibujos de todos los niños del
mundo son similares; a partir de ellas ya con un lenguaje más conformado,
la cultura propia comienza a influir significativamente en los pequeños
y lo notaremos en sus dibujos. El Dibujo como Representación.
Lo utilizan los niños aproximadamente a partir de los 5 o 6 años.
En esta etapa el niño añade, a sus marcas anteriores, símbolos
con los que irá representando vivencias y experiencias que ha venido
acumulando. El niño que se encontraba tan encerrado en su propio
Yo descubre a los otros. Toma consciencia de su existencia y de la de
los otros. Aparece la línea de base; con la lógica del pensamiento
infantil, que no pinta lo que ve, sino lo que sabe de las cosas, piensa:
estoy parado en el suelo; y así convierte el borde de la hoja en
suelo. Arriba está el cielo; y esta será la franja superior,
que aparecerá enseguida, al tiempo con una franja ancha en medio
de las dos anteriores, que para el niño representará el
aire. En esta etapa también descubre algunas relaciones espaciales
entre objetos. Ej. la silla junto a la mesa. la niña durmiendo
sobre la cama. etc. Siguiendo su lógica pintará paredes
transparentes; aclaro; si él pinta una casa y sabe que dentro hay
gente, si la quiere pintar, lo hará olvidando las paredes. Vinculará
algunos colores a cosas y las bautizará con ellos. Ej.: si su experiencia
del color de los árboles fue viéndolos verdes, los pintará
así siempre, si su primera relación consciente la hizo en
otoño serán anaranjados. Ya en esta etapa se puede ir
motivando al niño a establecer relaciones de color; recordando
que estas relaciones de color son muy individuales y estarán basadas
en sus primeras y fundamentales experiencias personales. 3ª Etapa:
El Realismo Visual aproximadamente
entre los 7 a 10 años .Intentan dar a sus dibujos algún
grado de realismo y una vez logrado lo repetirá para asegurarse
de su logro.
En esta etapa debemos estimularlo
hacia la diferenciación de objetos y luchar contra estereotipos
externos. 4ª Etapa:
La Nueva Concepción Espacial
entre los 10 y 11 años.
- Aparece la línea de horizonte.
-Descubre la amistad y el placer
de trabajar en grupo. 5ª Etapa:
La Conciencia Critica entre los
12 y los 14 años; como etapa final de su infancia.
-Tendrá mayor control técnico
y un deseo de realismo cada vez mayor.El Artista o Creador Consciente Quiero
referirme muy brevemente al creador consciente o sea al artista con la
intención de demostrar la importancia que tiene una esmerada y
respetuosa educación artística desde la primera etapa de
la infancia para no truncar una posible carrera en este campo. Esta importancia
se hará patente, si aclaramos varias cosas. Comencemos afirmando
que tener dominio técnico no significa hacer arte, a pesar de que
este hecho, sea tan sobrevalorado por la mayoría de personas. El
arte más profundamente, se refiere a la auténtica expresión
de la interiorización de sensaciones, sentimientos y anhelos, que
han desencadenado las imágenes visuales, auditivas, olfativas,
etc., que conforman el mundo propio del verdadero Creador y que con fuerza
éstas pugnan por salir. Pero debemos estar muy conscientes como
educadores de que para que esa creación, esa expresión pueda
brotar, aflorar; se necesita que el artista esté maduro y esto
quiere decir que tenga un mundo interior propio, que ha ampliado al enriquecer
sus primeras cargas; habiendo educado su atención y desarrollado
su sensibilidad para que desde niño hubiese estado atento a recibir
todas las impresiones captadas a través de la imagen de su entorno.
Pero esta imagen debe ser totalizadora, referida a las imágenes
latentes, no sólo a lo visual, sino a las imágenes verbales,
sonoras, olfativas, gustativas, corporales y gestuales. O sea a la totalidad
de su mundo cotidiano. Notemos en ello la importancia del maestro en sus
primeros años. Esas impresiones captadas le llevan a sentir de
manera única. Todo artista es como una esponja que se carga
en cada momento de su vida de aquello que lo toca física y espiritualmente
y al recibir un estimulo activador vierte esta carga en su obra transformada
por su Yo y así, quedará plasmada en música, literatura,
pintura, escultura, etc. con su propio vocabulario para regocijo de otras
sensibilidades. En cuanto a las condiciones que debe tener un joven
que quiera elegir el arte como profesión; hay una inconfundible
para él y su maestro y es: que debe sentir no la posibilidad de
crear; sino la necesidad imperiosa de hacerlo. Esto no se sabrá
a tan temprana edad por las etapas de desarrollo que debe tener el pequeño
antes de estar consciente del acto de creación que estará
fundado en lo racional, lo afectivo, lo consciente y lo inconsciente.El
Ciudadano Sensible y Creativo Esto será el ciudadano consciente
del creador (artista) y de la creación (el arte). La importancia
del maestro de arte es trascendental también para esta categoría,
a la cual pertenecen la mayoría de los seres humanos; quienes sin
tener vocación artística necesitan de la creatividad para
ser mejores, más sensibles y vitales, en una palabra más
humanos; y así, poder construir los cambios de su entorno, en el
mundo en el que les tocó vivir. Que quede muy claro que la creatividad
y el arte no son potestad de los artistas, ni de los genios. El arte y
la creatividad son patrimonio de la humanidad. El hombre al crecer puede
ser creativo o no creativo y en diferentes grados, en todos los aspectos
de su vida. -El espectador sensible al recibir la obra de arte, se
conmoverá con ella, ya sea por bella, dramática, vital,
etc. y tendrá un instante íntimo, grande y profundo que
lo hará sentir de igual manera que siente el artista al crear.
Es que el artista a través de su obra le habrá recreado
su sensibilidad, haciendo aflorar sus recuerdos de experiencias de vida
interiorizadas con anterioridad. Haciéndolo así participe
de esta creación; así, es el espectador, quien da el último
toque a la obra de arte hecha por el artista.
-El concepto de que todos podemos
crear y ser creativos es uno de los más claros aportes de nuestro
tiempo a la humanidad. No hacer uso de este gran don, significa no solamente
desperdiciar un atributo diferenciador del animal sino perder mucho del
goce de la vida. Para concluir este comentario sobre el ciudadano sensible,
el espectador creativo; quiero consignar una bellísima idea de
Sujomlinski, pensador indio. "El Hombre salió del mudo animal y
se hizo un ser inteligente, no sólo porque labró con sus
manos la primera herramienta, sino también porque vio la profundidad
del cielo azul, el fulgor de las estrellas, el esplendor rosado del crepúsculo
lo vio, se maravilló y comenzó a crear una nueva belleza".
El Maestro que Enseña Arte Empezaremos
por decir que la importancia del maestro de arte, no radica en lo que
sabe de arte, sino en lo que ,él mismo es como persona. Debe ser
muy creativo, ya que tiene que ser capaz de generar con su actitud las
condiciones para que el niño pueda desarrollarse. Ser tan ingenioso,
que pueda, partiendo de unas bases pedagógicas determinar su propia
forma de dar clase y hacerla muy atractiva para el niño. Utilizando
siempre y en especial en las primeras etapas del pequeño formas
de sensibilizarlos al máximo; usar técnicas y temas estimulantes,
apropiados y novedosos; que estén acordes con su época,
entorno y actividades. El maestro debe intuir en qué está
centrada su atención antes de proponer el tema; y estimular al
niño con todo lo que tenga a mano (materiales, técnicas,
temas, etc.), debe sacarlo de estereotipos impuestos por el medio si ya
cayó en ellos, o evitar que caiga. Recordemos siempre que la
educación artística infantil pertenece al campo de la pedagogía
y no al de la estética. Que no estamos en una academia de bellas
artes; sino, que estamos acompañando a crecer a los pequeños
con el arte y la creatividad como compañeros para el resto de sus
vidas. El maestro debe amar la naturaleza, el arte, la vida en pleno
para transmitir al niño una concepción integradora del mundo
y transmitir el arte en forma integral, totalizadora. Esto quiere decir
que debe transmitir el ser creativo y la idea del arte a toda su vida
la curricular y la extracurricular, en su casa, en su vida escolar, en
su cotidianidad, no solo en el ratico que dure la clase de arte. El maestro
de arte, se debe integrar a todos los demás educadores de su colegio
y planear hacer de la creatividad el motor de todas las materias. Con
ello estará revelando a los pequeños la unidad del mundo. -La
clase de arte debe estar basada en la diversidad, en lo cambiante, no
en lo estático.
-Debe dar espacio a la otra gran
realidad del hombre; los sueños, la imaginación y la metáfora
que lo llevan al pensamiento imaginal.
-Debe partir de la idea que el
arte no es sólo expresión, sino que también es cultura
y así deberá enseñarse.
-El maestro de arte debe considerar
el proceso de la actividad artística también como resultado
y educar al grupo en valores de solidaridad y de complementación
humana.
-Esto es muy importante recalcar
y detallar: el maestro de arte, debe educar no solo para hacer arte, sino
educar el ver, para que su alumno, pueda dentro y fuera de clase analizar
la imagen artística y cualquier otro tipo de imagen, la de la naturaleza,
la comercial, la del cine, la de la televisión y no sólo
educar el ver, para ver con los ojos, sino a través de la piel,
del tacto, del movimiento, en fin, de percibir con todo nuestro cuerpo. Y
a este proceso de elaboración de recontextualización de
la imagen, le debe el maestro dar mucho valor. Este significa tomar cualquier
imagen, natural, de otro etc., y reelaborarla, trabajarla, dominarla,
posesionarse de ella, hasta hacerla propia a través de su intervención. Hay
cuatro componentes de la educación artística que se deben
tener en cuenta al enseñar arte y que se deben ir poniendo en contacto
con los niños con la idoneidad requerida y en forma integrada,
no por separado; teniendo muy en cuenta la evolución del pensamiento
del niño y son: - El hacer artístico
- La estética
- La Historia del Arte
- La Crítica Pelman,
el educador, recomendaba llevar al salón de clase la obra de arte
y poner al niño a hablar de ella, teniendo en cuenta los componentes
anteriores y la edad del niño. Acordándonos que la narración
es la base de la percepción de la imagen en las dos primeras faces
de la evolución del niño. El maestro debe ser capaz de
transformar el conocimiento pasivo en activo ayudando al niño a
interiorizar esos conocimientos y a que se incorporen a su vida. Facilitando
la realización de experiencias con preguntas que amplíen
este campo de experiencias y le identifiquen con el tema. -A pesar
de la flexibilidad que debe tener la clase de arte, debe existir una clara
organización y una metodología. Durante la primera infancia
el maestro debe estimular al máximo la exploración, la invención,
el gusto y placer que despiertan en todos los sentidos del niño
el conocimiento y manipulación de los materiales. Cada material
nuevo, y debemos utilizar e idear muchos, debe convertirse en un goce
excitante donde el niño tenga toda la libertad de experimentar
a su antojo y pueda equivocarse; así debe ser, la magia estará
en los descubrimientos que el pequeño vaya haciendo a través
de sus experiencias. Por último y antes de proyectar el corto
vídeo que les tengo preparado; quiero, como homenaje a los primeros
educadores, a aquellos que junto a los padres se juegan la gran responsabilidad
de romper el cascarón que separa al niño del mundo que lo
rodea; a ustedes, educadores del ciclo de preescolar quiero recalcarles
el irremplazable y enorme compromiso que representa el ser los forjadores
de la base creativa o alienada que tendrán los seres humanos que
están hoy en sus manos; ese compromiso que representa el habilitarlos
para dar por ellos el segundo paso en su creación, al hacer germinar
o malograr esa primera semilla de creatividad que todos llevamos dentro.
Y dejarles en la mente y el corazón un hermoso pensamiento de José
Ortega y Gasset que dice: "La riqueza interior de un hombre depende a
la postre, de lo que vio cuando era niño, sobre todo en el arte,
donde se vive sólo de las visiones infantiles, del botín
que cobraron los ojos de los niños"