COMUNICACIÓN
LIBRE
Las estrategias didácticas en la
construcción de las nociones lógico-matemáticas
en la Educación Inicial
AUTORA
Deyse Ruiz Morón
Universidad de los Andes
Núcleo Universitario “Rafael Rangel”
Departamento de Ciencias Pedagógicas
e-mail: costan@cantv.net; costan@ula.ve
RESUMEN
El
desarrollo del lenguaje y el pensamiento lógico-matemático
constituyen la base sobre la cual pueden alcanzarse elevadas
competencias psicolingüísticas y numéricas.
Bajo la perspectiva constructivista, el propósito
de este trabajo fue diseñar, ejecutar y evaluar estrategias
didácticas para promover la construcción de
las nociones lógico-matemáticas en niños
de educación inicial de una escuela rural del
estado Trujillo-Venezuela, , durante el año escolar
2005-2006. La investigación fue orientada bajo el
paradigma de la investigación cualitativa, utilizando
un diseño operativo similar a la investigación-acción.
Entre las estrategias didácticas ejecutadas, se encuentra “la
realización verbal de las acciones” y la “reversibilidad”. Se evidenció el desarrollo de los procesos de clasificación,
conservación numérica, la ampliación
del vocabulario, la utilización de formas argumentativas
en la resolución de problemas, satisfacción
en el trabajo cooperativo y el desarrollo de la autonomía
en la realización de las actividades escolares.
Palabras
Claves: estrategias, nociones lógico-matemáticas.
1.-INTRODUCCIÓN
En los últimos años, el estudio sobre
el aprendizaje de la matemática alcanzado por
el niño, ha sido uno de los tópicos más
trabajados en la psicología del desarrollo cognoscitivo.
Los resultados muestran una conceptualización significativa
sobre el desarrollo temprano de la matemática y de
cómo se efectúa su aprendizaje en la escuela. La
mayoría de las investigaciones consideraran que el
aprendizaje de los números y la aritmética
constituye una parte importante del currículum escolar
y que los conceptos numéricos representan la base
sobre la cual pueden desarrollarse elevadas competencias
numéricas (Resnick, 1989). Además, la
visión constructivista de estos aprendizajes tiene
como teoría de base el trabajo de Piaget, especialmente,
la descripción sobre la génesis del número. En
esta teoría, los conceptos matemáticos
primarios son construidos mediante la abstracción
reflexiva, en la que el sujeto realiza una lectura de sus
propias acciones sobre los objetos, lo que le permite descubrir
relaciones entre ellas y luego reflejarlas en la realidad
exterior. Por tanto, el desarrollo de la competencia numérica
del niño se haya relacionada con el desarrollo de
las nociones lógico-matemáticas.
El pensamiento
lógico-matemático
es construido por el niño desde su interior a partir
de la interacción con el entorno. La asociación
de operaciones mediante la clasificación, seriación
e inclusión, posibilitan la movilidad y reversibilidad
del pensamiento, necesarias en la construcción del
concepto de “número”. Este proceso constructivo comienza
mucho antes del ingreso a la escuela. En palabras de Vigotsky,
todo aprendizaje escolar tiene su historia previa.
Por lo tanto, el niño en su interacción con
el entorno ha construido en forma “natural” nociones y estructuras
cognitivas que deben continuarse desarrollando mediante la
enseñanza escolarizada. No obstante, la concepción
y ejecución de las prácticas pedagógicas
parecen estar orientadas en dirección opuesta a
este proceso constructivo. La práctica pedagógica de nuestros maestros parece no
estar construida sobre los conocimientos naturales del niño,
por el contrario los suprime deliberadamente, por ser una
práctica orientada hacia la ejercitación
prematura del cálculo. El maestro de educación
inicial, por lo general desconoce, los fundamentos teóricos
que guían tal proceso constructivo en el niño.
Esto es particularmente
confirmado en un diagnóstico realizado en las instituciones
de Educación Inicial del área metropolitana
de Caracas durante 1998 (Aladejo, 1999), referido al área
del desarrollo lógico-matemático. En éste
se determinó que la mayoría de los docentes
trabajan esta área de manera formalista, esto es,
la práctica pedagógica se fundamenta en la
introducción de símbolos sin referencia a sus
significados, se apreció que los números son
introducidos para ser enunciados en forma mecánica,
los mismos son identificados en conjuntos que son escritos
en hojas multigrafiadas. Por otra parte, gran cantidad de
estas instituciones carecen de materiales didácticos
para trabajar con las nociones lógico-matemáticas.
Estos
referentes teóricos y empíricos son significativos
como marcos referenciales que permiten contextualizar la
problemática en nuestro sistema educativo, de allí la necesidad
de ensayar hipótesis curriculares en contextos de
aprendizaje naturales. Por lo que el propósito de
esta investigación fue el diseño, ejecución
y evaluación de estrategias para promover la construcción
de las nociones lógico-matemáticas. Esta experiencia
se desarrolló en niños de Educación
Inicial en la una escuela rural del municipio Pampanito del
estado Trujillo-Venezuela, durante los meses Enero-Junio
de 2005. Los resultados presentados han de considerase preeliminares
y parciales, los mismos forman parte de una investigación
en desarrollo.
2.-REFERENTES
TEÓRICOS.
El
constructivismo pedagógico plantea
que el aprendizaje humano es una construcción que
logra modificar la estructura mental, en procura de alcanzar
mayor nivel de diversidad y de integración. De
allí que, el aprendizaje contribuye al desarrollo
de la persona. En tal sentido, el desarrollo no debe
entenderse como acumulación de conocimientos, datos
y experiencias, sino como proceso esencial y global en función
del cual se puede explicar y valorar el aprendizaje. En este
sentido, se introduce algunos aspectos de la teoría
de Piaget en relación a la construcción de
esa estructura mental llamada número.
La
teoría de la génesis del número
y sus Implicaciones didácticas
En teoría
sobre la génesis del número en el niño,
de Piaget y Szeminska (1982), se describen experimentos
para probar como hipótesis que la construcción
del número (como estructural mental) es correlativa
al desarrollo de la lógica misma. Igualmente,
se confirma que este concepto se va organizando, etapa tras
etapa, en estrecha solidaridad con la elaboración
gradual de los sistemas de inclusiones (jerarquías
de las clases lógicas) y de las relaciones asimétricas
(seriaciones cualitativas). Por tanto, para Piaget
(1981) el número es : “...la síntesis de la
inclusión de clases y de orden serial, o sea, como
una nueva combinación, pero a partir de caracteres
puramente lógicos” (p.19).
De esta definición se infiere
que cuando se aplica criterios de cualidad a conjuntos de
objetos, se produce la clasificación (equivalencias)
y seriación (diferencias) de los mismos; pero si se
hace abstracción de sus cualidades, se produce la
fusión de la inclusión y seriación en
una única totalidad operatoria, formando la serie
de números enteros, cardinales y ordinales. Los
pilares del concepto piagetiano de número son fundamentalmente
lógicos, en consecuencia, poco o nada tiene que ver
con los cálculos o cómputos que el niño
aprende de memoria en los primeros años de escolaridad (Bermejo,
1990). En este sentido, la memorización de cálculos
y el desarrollo de las “planas de sumas o restas”o canciones
sobre los números, no supone la comprensión
de los conceptos básicos subyacentes.
La
conservación y la correspondencia
uno-a-uno constituyen dos conceptos fundamentales para la
comprensión del número. La conservación
de la cantidad, es entendida como la capacidad
de deducir que la cantidad de objetos se mantiene independientemente
de la apariencia empírica de los objetos (Piaget,
1977). Por tanto, está asociada a la necesidad de “poner
orden mental” a los objetos para establecer una relación
entre ellos. Esto es importante, por cuanto, el número
como estructura mental es inteligible en la medida en que
permanece idéntico a sí mismo. En este
sentido, “... un conjunto y las operaciones realizadas en
su interior son concebibles en la medida en que se conserva
el total, sean cuales fueren las relaciones entre sus elementos” (Piaget
y Szeminska, 1982: 43). También la correspondencia
es importante, por cuanto constituye el cálculo más
simple para determinar la equivalencia de los conjuntos.
Piaget
(1977) sostiene que “...
las operaciones lógicas y aritméticas se nos
han aparecido como un único sistema total y psicológicamente
natural, donde las segundas resultan de la generalización
y fusión de las primeras”(p. 10). Así, la
construcción del conocimiento lógico-matemático
tiene dos fuentes; una interna en estrecha relación
con el conocimiento físico, por ello se habla de la
abstracción reflexionante y, la otra es externa porque
se origina a partir del mundo físico, por lo
que se denomina la abstracción empírica. Para
la existencia de la abstracción empírica
es necesario la existencia de un marco de referencia lógico-matemático
(construido mediante la abstracción reflexionante)
y viceversa.
La
inclusión de clases es conquistada por el niño
hacia los siete u ocho años, mediante ella, el niño
necesita comparar el todo con las partes, en esta comparación
debe llevar a cabo dos acciones opuestas al mismo tiempo:
dividir el todo en partes y volver a unir las partes en un
todo. Por tanto, el pensamiento es lo suficientemente
móvil como para hacerse reversible. La reversibilidad
se refiere a la capacidad de realizar mentalmente acciones
opuestas de forma simultánea. Piaget (1977)
sostiene que esto es imposible realizar en la acción
física material, sin embargo, en nuestro pensamiento
sí es posible realizarlo cuando se ha vuelto lo suficientemente
móvil como para ser reversible.
De
este marco referencial se puede inferir que la conservación
no es una apreciación de ciertas constancias del ambiente,
que el orden es una relación que establece el niño
en forma mental, por tanto la inclusión de clases
es un proceso que construye el niño interiorizando
acciones. Por lo que el razonamiento numérico
tiene sus raíces en la capacidad lógica
de razonar.
La
teoría sobre la génesis del número dista
de los supuestos empiristas en los que se ha basado gran
parte de la matemática escolar , pues “los educadores
se encuentran bajo la ilusión de que enseñan
matemática, cuando en realidad no enseñan más
que los aspectos más superficiales de ésta” (Kamii,
1994: 35).
Las
consecuencias educativas de estos planteamientos implican
que la matemática se construye en el pensamiento a
medida que se estructura lógicamente la realidad a
partir de la interacción con el entorno. Estas
concepciones piagetianas insisten en la importancia de las
operaciones lógicas para construir los conceptos numéricos
y aritméticos. Por ello la acción docente debería
centrarse en la mediación para la construcción
de las nociones lógico-matemáticas y
en los aspectos lógicos subyacentes. Igualmente,
los procedimientos mecánicos y memorísticos,
tan frecuentes en nuestras aulas, deberían suprimirse
a su mínima presencia, a favor de la comprensión
de tales nociones y su aplicación práctica.
Estos
planteamientos justifican la importancia de iniciar acciones
didácticas que
se ajusten adecuadamente al pensamiento específico
del niño y, además, estén más
próximos a su vida real a fin de consolidar ese
proceso constructivo.
Otra
consecuencia de los planteamientos piagetianos y que
guarda relación con la anterior, está asociada
a la formación del docente, puesto que se requiere
ejecutar una práctica pedagógica ajustada al
nivel evolutivo del niño. Se requiere de un cambio
de actitud que considere y respete la autonomía del
niño. En esta misma línea, Bermejo (1990)
sostiene que el docente debe conocer el desarrollo conceptual
del niño en áreas específicas de la
matemática, ello supone un conocimiento de la psicología
infantil y una especialización en el desarrollo del
niño con respecto a conceptos o áreas específicas
que se pretende enseñar.
Las
nociones lógicas, el lenguaje, la acción y las estrategias
didácticas
Las
relaciones entre lenguaje y pensamiento ha sido materia
de debate de lo psicólogos durante
muchos años. Para Piaget el lenguaje era importante,
pero no desempeñaba un papel central en el desarrollo
del pensamiento. El lenguaje “... ayuda al niño a
organizar... experiencias y a aportar... pensamiento con
precisión... pero ello es sólo posible a través
del diálogo y del debate a lo largo de la acción
(Piaget, 1971: 36). Para Vigotsky (1979), el lenguaje desempeña
un papel mucho mayor en el desarrollo del pensamiento porque: “El
momento más significativo en el curso del desarrollo
intelectual, que da luz a las formas más puramente
humanas de la inteligencia práctica y abstracta, es
cuando el lenguaje y la actividad práctica, dos líneas
de desarrollo antes completamente independientes, convergen”(p.
48).
Las
investigaciones desarrolladas por Vigotsky y sus colaboradores,
demostraron que: (a) para el niño el hablar es tan importante
como actuar en el logro de una meta. Su acción
y conversación son parte de una “única y misma” función
psicológica y (b) cuanto más compleja resulta
la acción y menos directa sea la meta, tanto mayor
es la importancia del papel desempeñado por el lenguaje.
Los niños con ayuda del lenguaje crean mayores posibilidades,
buscan y crean situaciones que puedan ser útiles para
la resolución de un problema. Aquí el lenguaje
también tiene una función de planificar acciones
presentes y futuras.
En
el plano de las operaciones prácticas, el lenguaje permite
al niño dominar sus comportamientos, así la
motivación interna y las intenciones propuestas en
el tiempo hacen que estas operaciones prácticas sean
menos impulsivas. Así pues, con la ayuda del lenguaje,
los niños adquieren la capacidad de ser sujetos
y objetos de su propia conducta (Vigotsky, 1979).
Aunque
exista una considerable diferencia de énfasis
en cuanto al papel del lenguaje, en la teoría piagetana
y vigotskyana, no puede ignorarse la relación entre
lenguaje y aprendizaje de los conceptos lógico-matemáticos.
Como una búsqueda de complementar ambos enfoques,
se ha intentado destacar la importancia del lenguaje en la
construcción de los procesos lógico-matemáticos. Piaget
y Vigotsky, comparten su énfasis sobre un sujeto activo
que estructura acciones de acuerdo a una meta, un programa.
En esta forma la base de todo conocimiento humano es la actividad
objetal práctico-productivo, por lo que el carácter
esencial de la actividad radica en la calidad de las acciones
que el sujeto realiza impulsado por el motivo de la actividad.
Estas consideraciones resultan importantes en cuanto al diseño
y ejecución de estrategias didácticas
Según Piaget (1981),
las acciones presentan dos características especiales,
una de ellas se refiere a que: “... las acciones enriquecen
el objeto con propiedades que no tenía por sí mismo
(...) el sujeto abstrae tales propiedades partiendo de sus
propias acciones y no a partir del objeto...” (p.43). La
otra característica se refiere a la coordinación
de acciones a partir de la inclusión de las propiedades
de composición, asociatividad y reversibilidad, por
lo que en la coordinación se aprecia la movilidad
del pensamiento. En este sentido, Piaget señala que: “...
se actúa siempre introduciendo un determinado orden
en los movimientos, se clasifican o se serian.”(p. 44).
De
acuerdo a lo anterior, la acción es funcional, en tanto acción
interiorizada , se compone de un aspecto figurativo (representación,
imitación, percepción, imagen mental), el cual
es de carácter estático, y del aspecto operativo,
de carácter dinámico que procesa. Así,
conocer un objeto implica actuar sobre él, comprender
y entender el proceso de transformación.
Cuando
la acción está orientada en un sentido único, orientada
hacia un fin y todo el pensamiento se reduce a una interiorización
de las acciones como representaciones imaginadas, sigue siendo
irreversible, en tanto que continua subordinada a la acción
inmediata. Mientras que las operaciones son acciones coordinadas
en sistemas reversibles, pero esta reversibilidad es tardía
en el plano del pensamiento, porque supone una inversión
del curso natural de las acciones (Piaget, 1981).
Estos
planteamientos marcan la diferencia entre el hábito y la inteligencia. “El
hábito es irreversible porque siempre tiende en sentido único
hacia el mismo resultado, mientras la inteligencia es reversible" (Orobio
y Ortiz, 1997: 62).
En el contexto de la Educación inicial, la práctica
de colocar “planas de sumas” y otras actividades rutinarias,
como la de identificar los números en hojas multigrafiadas,
origina respuestas mecánicas mediante acciones exteriores
e invariantes, lo cual puede ser indicativo que estas actividades
están dirigidas hacia la creación de hábitos
y no a la construcción del pensamiento autónomo.
Desde esta perspectiva, se desprende la importancia de diseñar
estrategias didácticas asociadas a la “reversibilidad” con
la finalidad de “movilizar” el pensamiento del aprendiz.
Esto
también es confirmado por Vigotsky (1979), cuando
señala que la acción aparece en dos planos
distintos; uno social y como categoría interpsicológica,
para luego aparecer en el plano interno como categoría
intrapsicológica. En esta perspectiva, el concepto
de internalización es crucial, porque aspectos de
la estructura de la actividad que se realiza en el plano
externo, pasan a ejecutarse en el plano interno. La actividad
externa, la define Vigotsky en términos de procesos
sociales mediatizados semioticámente (herramienta
y signo).
Por
otra parte, para la escuela soviética, la forma de
la acción da cuenta de su interiorización,
es decir, de la manera cómo se recorre el camino de
su transformación de externa o material en interna
o mental (Talizina, 1988). En esta forma, la realización
verbal aparece como el proceso según el cual es
posible poner en palabras todas las acciones del orden
objetal-manipulatorio que se cumple en un evento (Orobio
y Ortiz, 1997).
El hecho
de realizar verbalmente las acciones, posibilita la interiorización
de las acciones que aún se están manifestando
en su forma externa. Al respecto, Talizina (1988) sostiene
que “...el proceso de transformación del objeto ocurre
también en forma verbal externa: en forma de razonamiento
en voz alta o describiendo su marcha” (p. 61). De esa manera,
cuando la acción se presenta en forma de realización
verbal, tiene el carácter de ser amplio y adquiere
paulatinamente el carácter reducido, pero con un significado
tal que es posible la actualización o vuelta al carácter
amplio, cuando así se requiera. Esta noción
de realización verbal tiene semejanzas con lo que
Piaget, denomina movilidad y reversibilidad en las acciones.
En el contexto
de la construcción de las nociones lógico-matemáticas
estos planteamientos ofrecen apoyo conceptual para promover
la realización verbal (oral y escrita) de las acciones,
como estrategia didáctica. Esta estrategia consiste
en construir con las palabras las mismas acciones que se
hacen con los objetos, esto desarrollará la capacidad
lingüística para producir argumentos.
Estas perspectivas
de la acción,
no son incompatibles, hay en ellas un nivel de compementariedad.
Para Vigotsky, la internalización es aplicable al
desarrollo de las funciones psicológicas superiores
y, por tanto, a la línea social y cultural del desarrollo,
mientras que para Piaget, la interiorización de la
acción se da en la interacción física
y es aplicable en la línea de desarrollo del pensamiento
lógico-formal.
El concepto
de acción resulta importante en la definición
de las estrategias didácticas porque la interacción
generada está mediada por la concepción que
el docente tenga sobre el desarrollo del pensamiento. Esta
concepción determinará la orientación
de las actividades. Así, por ejemplo, si el docente
tiene una concepción de origen mecanicista, la orientación
de las actividades estará dirigida a lograr que los
alumnos “sepan hacer cosas”, tales como hacer sumas. Por
el contrario, si la concepción es desarrollar el pensamiento,
las actividades estarán dirigidas a que los niños
superen formas de pensar apropiándose y construyendo
nuevos objetos de conocimiento, tales como inventar y resolver
problemas.
Bajo
estos preceptos teóricos se intentó diseñar
y ejecutar estrategias didácticas orientadas
a posibilitar la construcción de las nociones lógico-matemáticas.
3.-
CRITERIOS METODOLÓGICOS
En
correspondencia con los objetivos del estudio se acudió al enfoque metodológico de la investigación-acción, ésta
fue entendida como la define Kemmis y McTaggart (1990:
45):
...una
forma de indagación autoreflexiva
de los participantes (maestros, estudiantes o directores,
por ejemplo) en situaciones sociales (incluyendo las educativas)
para mejorar la racionalidad y justicia de: a) sus propias
prácticas sociales o educativas; b) la comprensión
de tales prácticas, y c) las situaciones (e
instituciones) en que estas prácticas se realizan
(aulas o escuelas, por ejemplo).
La
investigación está siendo
desarrollada en forma de ciclos y cada ciclo tiene en común
las fases: descriptiva y exploratoria, planificación,
ejecución y análisis e interpretación.
El diseño cíclico se inició con la realización
de una fase descriptiva y exploratoria a partir de la cual
se han ido configurando de manera progresiva estrategias didácticas,
en las que se asumió el lenguaje como factor importante
en la mediación de las nociones lógico-matemáticas.
La concepción cíclica permite que la evaluación
de las estrategias se realice en forma permanente con la finalidad
de ajustarlas en las fases didácticas subsiguientes.
La
recolección de datos ha sido un proceso permanente
y se utilizan como técnicas e instrumentos de recolección
de información: observación participativa,
diario del maestro, entrevistas, grabaciones en cinta magnetofónica
y vídeo, fotografías.
4.-
HALLAZGOS PRELIMINARES
Los
hallazgos se presentan en función
de las fases de la investigación. En la fase descriptiva
y exploratoria se encontró que las actividades
están centradas en el desarrollo de rutinas, tales como
dibujo, canciones y juegos, los cuales son ejecutados en ausencia
de una reflexión teórica por parte del maestro,
pues carecen de una finalidad especifica dentro del hacer didáctico.
Es decir, los maestros parecen no tener una orientación
didáctica en referencia a las actividades que promueven
en estos ambientes. Esto nos induce a pensar en la débil
formación docente en este nivel educativo.
En
las fases de planificación y ejecución
de las estrategias: se partió
del análisis de la
información recolectada en la fase anterior, en consecuencia,
se procedió a diseñar y aplicar estrategias
para promover la construcción de las nociones lógico-matemáticas,
tomando como referente teórico los aspectos tratados
en la sección anterior. En esta dirección,
las estrategias constructivistas se utilizaron en forma combinada.
Así, en el marco de una estrategia amplia como
el juego, la resolución de problemas verbales, la
lectura, se promovieron procesos relacionados con la reversibilidad,
la realización verbal de las acciones, las nociones
de clasificación, seriación, correspondencia
uno-uno, y otros.
La heterogeneidad
de edades entre los niños ha sido aprovechada para propiciar
la interacción entre los alumnos. El aprendizaje
con un compañero igual (niño-niño),
pero más capacitado, resultó un potencial didáctico
valioso, tal como lo expresa Vigotsky en su definición
de “Zona de Desarrollo Próximo”. Algunas estrategias
ejecutadas son las siguientes:
ESTRATEGIA PARA LA
CORRESPONDENCIA UNO A UNO: “EN BUSCA DE MI HOGAR”
¿PARA QUÉ?
Por
medio de esta estrategia se
pretende que el niño logre establecer correspondencia
uno a uno, situar objetos de acuerdo al lugar y preparar
al niño para la comprensión del concepto de
número.
¿CÓMO
LO VAS HACER?
¨ Colocar
la cartulina con los diferentes habitat de los animales
(nido, colmena, hormiguero, pecera).
¨ Dar
a los niños varias figuras de animales, entre ellos: Pájaros,
abeja, hormiga, pez.
¨ Mediar
para explicar o dar instrucciones sobre el juego mediante
las consignas “ En
busca de mi hogar” o “Encuentra el hogar del animal”.
¨ Observar
a los niños, mientras ubican a cada animal en su habitat correspondiente.
¿QUÉ MÁS
PUEDES HACER?
Puede
aprovecharse la situación
de aprendizaje para leer cuentos sobre animales y hablar
sobre el habitat de éstos. Igualmente pueden aprovecharse
otros objetos del salón de clase para establecer correspondencia
uno a uno, tales como: Mesas, sillas útiles escolares
y otros.
¿ CON QUÉ ?
Cartulina
con diferentes dibujos sobre el habitat de algunos animales (Nido de
pájaros, colmena, hormiguero, pecera)
Dibujos de animales hechos
en cartulina.
ESTRATEGIA PARA LA CLASIFICACION: “ABRIENDO PUERTAS
IGUALES”
¿PARA QUÉ?
El
propósito de esta
actividad es que el niño pueda seguir instrucciones
para agrupar objetos de acuerdo a sus cualidades, en
este caso según la forma, color y tamaño.
¿ CÓMO
LO VAS HACER?
¨ Colocar
varias llaves de diferentes tamaños, forma y color,
junto con el llavero.
¨ Mediar
para dar instrucciones acerca del juego, utilizando la
consigna “Pon
juntas las llaves que abren puertas iguales” .
¨ Observar
al niño mientras agrupa las llaves de acuerdo a su tamaño, color y
forma. Las llaves deben ser colocadas dentro del llavero
de acuerdo al criterio seleccionado por el niño.
¨ Crear
situaciones en las que el niño pueda clasificar utilizando dos
criterios simultáneos.
¿QUÉ MÁS
PUEDES HACER?
Puede aprovecharse la situación
de aprendizaje sobre las funciones que cumplen las llaves
y las cerraduras dentro de las medidas de seguridad. Además
de estos objetos, el maestro puede utilizar otros dentro
del salón de clase para invitar al niño a agruparlos
atendiendo a una o más características, sin
imponer tales criterios.
¿ CON QUÉ ?
Llaves
de diferentes formas, colores y tamaños.
Llaveros
ESTRATEGIA PARA LA TRANSITIVIDAD “ARREGLANDO LAS
LLAVES”
¿PARA QUÉ?
Con
este juego se pretende que el niño muestre el grado de desarrollo de las
nociones lógico-matemáticas referentes a la
seriación, como proceso previo para establecer orden
entre los objetos, comprender las diferencias de tamaño,
establecer relaciones “más grande que” y “menor
qué”. Estos procesos son fundamentales para que el
niño establezca las reglas de la transitividad. Conocimiento fundamental
para introducir la noción de número.
¿CÓMO
LO VAS HACER?
¨ Colocar
varias llaves ( ocho a nueve llaves de la misma forma y
color) sobre la mesa de manera desordenada.
¨ Mediar
para inducir al niño a ordenar las llaves siguiendo como
criterio el tamaño, para ello utilizará la
consigna “Arreglemos las llaves” y a la vez preguntar
a los niños: ¿ Cuál es la más
grande? ¿ Cuál es la más pequeña?.
Comparar entre ellas.
¨ Permitir
que el niño responda en un clima de libertad y espontaneidad,
a fin de percibir la calidad de respuesta por parte del niño,
en cuanto a los procesos que involucra este juego.
¿QUÉ MÁS
PUEDES HACER?
Además de utilizar
las llaves, el docente puede recurrir a otros objetos del
salón de clase, tales como: lápices, cuadernos,
libros, morrales.
¿ CON QUÉ ?
Llaves
de igual forma y color pero de diferentes tamaños.
ESTRATEGIA
PARA LA CONSERVACION DEL NUMERO DE OBJETOS: “ADIVINA DONDE HAY
MÁS”
¿PARA QUÉ?
Este
juego permite que el niño después de observar,
establezca relaciones entre los objetos. Esta relaciones
se basan en la capacidad para diferenciar la cantidad de
objetos que se le presentan en distintas formas espaciales
( Regados, amontonados, uno al lado del otro, unos encima
de otros), para que el niño realice experiencias sobre
conservación de la cantidad en varias situaciones
Aquí, es importante tener presente, que la conservación
numérica es independiente de la disposición
espacial de los objetos.
¿ CÓMO
LO VAS A HACER?
¨ Presentar
al niño, igual número de envases colocados en forma
diferente: Una vez colocados en forma de columna horizontal
y en forma vertical, otra vez agrupados en forma de círculos.
Después de presentar los objetos en forma diferente,
el docente mediará el proceso a través de la
consigna: “Adivina donde hay más”.
¨ Permitir
que el niño comparare un agrupamiento con
otro, para intentar deducir si existe la misma cantidad
de objetos independiente de la forma en que son agrupados.
¨ Atender
la respuesta dada por el niño en cada situación
, ya que tales experiencias, constituyen indicios del pensamiento
reversible. La reversibilidad es necesaria, según
Piaget, en la construcción del pensamiento conservativo
del niño.
¿ CON QUÉ ?
Además
de envases, el docente puede utilizar otros objetos,
tales como: metras, monedas, botones.
La
fase de análisis e interpretación: A
partir del análisis de las acciones y estrategias
ejecutadas surgió una
afirmación general, la cual se refiere a que los
niños desarrollan nociones lógico-matemáticas
y lingüísticos significativos cuando
se promueven estrategias didácticas tales como:
el juego, la resolución de problemas, la reversibilidad,
la interacción verbal. Además, la
lectura y escritura fueron asumidos como procesos generadores
de significados. En este sentido, se aprecian algunos
logros, tales como:
Durante la ejecución
de las estrategias, los
niños pusieron en práctica la estrategia de
la reversibilidad, al expresar verbalmente las acciones de
los personajes de los cuentos siguiendo una secuencia directa
e inversa. Ello fue particularmente notorio cuando se trabajó con
el cuento “La
Casa que Jack Construyó”. Así mismo, los niños
descubrieron el gusto por leer cuentos y, más aún
por escucharlos, esto se evidenció en la frecuencia
conque solicitaban que se les leyera, también
los pedían para llevarlos a sus casas.
Estrategias como
la realización
verbal ayudaron a desarrollar la expresión oral de
las acciones, en consecuencia, se apreció la construcción
de argumentos razonados. Igualmente la reversibilidad como
estrategia permite orientar y reorientar rutas de resolución
y como estrategia cognitiva utilizada por los niños
favoreció la reconstrucción significativa de
las acciones ejecutadas durante el proceso de resolución.
Por otra parte, el juego como estrategia de enseñanza
originó un ambiente propicio para la organización
grupal, constituyó un contexto adecuado para la interacción
oral, donde el respetar las reglas se asumió con naturalidad.
Los resultados de estos aprendizajes significativos se demuestran
en las producciones de los niños, en donde resaltan la
producción en forma oral de problemas, el proceso
de resolución y su explicación mediante dibujos,
el agrupar, comparar, ordenar objetos siguiendo ciertos criterios
les ayuda en la construcción de significados para
interpretar el mundo que les rodea.
El clima de libertad
en el que se desarrollo esta experiencia, permitió que
la maestra reflexionara acerca de sus retos y compromisos en
el desempeño de su profesión. Por otra parte,
esta experiencia constituyó un espacio para inventar
estrategias, juegos y recursos para la acción
didáctica. En consecuencia, se reconoció la
importancia de emplear más el lenguaje oral y resistirse
a las presiones para transformarlo en un simbolismo abreviado
e introducido de manera precipitada. También, es necesario
considerar el hecho de permitir al niño hablar
de “sus experiencias”.
La
interacción dentro
del aula, demostró que dejar hablar a los niños sobre
sus acciones, permite al maestro acceder a su pensamiento.
Así, la verbalización es importante porque
ofrece la oportunidad de inspeccionar los procesos mentales
y explorar procesos didácticos de mediación.
En relación a los niños, éstos
se mostraron muy atentos a las actividades presentadas e
igualmente los materiales concretos resultaron muy
atractivos. Se evidenció ampliación del vocabulario,
facilidad expresiva, tanto oral como escrita. En cuanto a
la estructuración de las estrategias, la mayoría
de ellas se consideraron adecuadas al desarrollo psicológico
de los niños y en algunos casos fueron modificadas.
5.- CONCLUSIONES PRELIMINARES
De
acuerdo a las experiencias de este proyecto, consideramos
que se debe: enfatizar en la formación
de los maestros, la necesidad de conocer cómo
los niños construyen el pensamiento lógico-matemático,
y sobre esta base generar espacios para que éstos
experimente sus hipótesis curriculares en los contextos
naturales. Promover en los maestros, la necesidad de articular
adecuadamente el nivel de Educación Inicial y la primera
etapa de Educación Básica.
Desde
nuestra posición
como FORMADORES DE FORMADORES, la responsabilidad parece
ser doble. En este sentido, esta experiencia investigativo
nos condujo a considerar que nuestro compromiso es
y debe ser mayor con los maestros y con los niños
de este país. Para lo cual se deben aprovechar los
espacios universitarios en la búsqueda de pertinencia
y adecuación en la formación universitaria
que se brinda a sus egresados en Educación Inicial.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Aladejo,
B. (1999). Matemática
en el preescolar es más que contar. Movimiento
pedagógico, Nº 16, 9-10.
Bermejo, V. (1990). El
niño y la
aritmética. Instrucción y contrucción
de las primeras nociones aritméticas. España:
Piados Educador.
Kamii,
C. (1994). El niño
reinventa la aritmética. Madrid: Visor.
Kemmis,
S y McTaggart, R. (1990). Cómo Planificar la Investigacción
Acción. Barcelona: Laerles.
Orobio,
H. y Ortiz, M. (1997). Educación
matemática y desarrollo del sujeto. Una experiencia
de investigación en el aula. Colombia:
Magisterio.
Piaget,
J. (1977). Epistemología
genética. Argentina: Solpu S. A.
Piaget, J.
(1981). Psicologia
y Educación. España: Ariel.
Piaget, J. Y Szeminska (1982). La
génesis
del número en el niño. Buenos Aires:
Guadalupe.
Resnick,
L. (1989). El desarrollo del
conocimiento matemático. Acción Pedagógica, 2, 21-29.
Talizina,
N. (1988). Psicología
de la enseñanza. Moscú: Progreso.
Vigotsky,
L. (1979). El desarrollo
de los procesos psicológicos superiores. Barcelona:
Crítica.