INTRODUCCION.
LA CORRIENTE DE LA ESTIMULACION TEMPRANA Y ELPADRE ACTUAL.
Estamos
viviendo un momento histórico privilegiado, que se convierte
en una oportunidad de reflexión: De evaluación del trabajo,
de filosofía de vida y de acciones. Es también una oportunidad
para proponer ajustes y hacer enmiendas en el camino. En esta ocasión
quisiera compartir tanto con papás de bebés y niños
pequeños, como con colegas y compañeros: Aprendizajes
y también dudas, que surgen en este andar de la crianza y el
aprendizaje.
En
todos los campos de la ciencia, podemos observar que se hace un alto
en el camino para reflexionar. Analizamos los hechos históricos
más importantes del siglo que dan cuenta de fenómenos
sociales actuales, cambios de rumbo en la investigación científica.
La ingeniería genética, el logro de los clones y la promesa
paradójica del futuro. La ciencia nos permite volar la imaginación
y jugar a adivinar el rumbo que tomará en el inicio del siglo
y milenio.
Las
preguntas y reflexiones, probablemente nos las hagamos más como
seres humanos que como profesionistas ¿Hacia adonde va la humanidad?
Concretamente
en el campo de la Estimulación Temprana, hemos vivido un gran
entusiasmo
La
ciencia y la investigación acerca del desarrollo del cerebro,
se ha filtrado y ha llegado al mundo de los papás. Este entusiasmo
lo podemos ubicar como una oleada creciente desde los años 70s
hasta nuestros días. En donde varias corrientes de pensamiento
y acción se mezclaron y fecundaron:
Por
un lado, la tesis de la "Deprivación Cultural" en Latinoamérica.
Se
cobró consciencia de que los bebés nacidos en familias
de bajos recursos, que se encontraban abandonadas porque la mamá
tenía que salir a trabajar, sufrían un deterioro de su
sistema nervioso y en su capacidad de aprendizaje.. Había que
buscar la manera de que el bebé recibiera estímulos sensoriales
y afecto desde los primeros días, para conservar su potencial
de aprendizaje. Tenemos también las investigaciones realizadas
con huérfanos en instituciones y el efecto negativo del abandono
afectivo y sensorial.
La
"Educación Especial" también contribuyó
a poner atención en el bebé pequeñito,
Un
bebé que nace con problemas y recibe una atención temprana,
es probable que su cerebro compense de cierto modo las funciones potencialmente
con problemas y que el futuro de ese niño sea más brillante.
Por
otro lado, la "Corriente científica", la influencia
de Piaget y sus seguidores y más reciéntemente "La
investigación de la neurofisiología del cerebro"difundida
en los artículos de las revistas Newsweek y Time "La inteligencia
emocional" y "las inteligencias múltiples" de
Gardner. (1)
Todas
estas ideas se enlazan y contribuyen a mirar con especial interés
y fascinación al bebé.
El
bebé puede aprender desde recién nacido. Es más:
Reacciona sensorialmente y responde, desde que está en el útero.
Vivimos
los papás de estas décadas un momento fascinante y privilegiado.
La
ciencia nos abre una ventana por la cual nos podemos asomar y consultar.
La
corriente pues de estimulación temprana, reconoce que el bebé
y el niño pequeño atraviesan por un período único
y sensible de desarrollo cerebral. En donde los estímulos sensoriales
y de movimiento, literalmente cincelan al cerebro, dejan rastros de
asociaciones, que potencían al desarrollo y al eventual aprendizaje
del niño.
Podemos
ver estas variables vivas en la convivencia cotidiana con los pequeños.
Con
cada estímulo: Visual, olfativo, táctil, auditivo, el
cerebro va creando conexiones nerviosas, caminos eléctricos que
van organizando la información y haciendo asociaciones:
Huelo
algo familiar, conozco esa voz, voy a comer, esa cara: La miro y la
asocio con afecto y alimento.
Estas
reacciones de anticipación del bebé, literalmente se relacionan
con conexiones a nivel cerebral y se conforman como el fundamento para
otros aprendizajes.
Un
niño al que se expone de manera coherente y afectuosa a estímulos:
Tiene los cimientos para nuevos conocimientos. Su cerebro prácticamente
se está preparando para asociar y conocer más y más.
Esta
década ha sido privilegiada por un nuevo énfasis: No solamente
puede ocurrir un aprendizaje lógico reflejado en las conexiones
cerebrales: Cuando el bebé tiene respuestas afectuosas
a su necesidad de alimento, de compañía, de contención,
también se generan circuitos cerebrales virtuosos. El bebé
que sabe que no está solo, que recibe afecto, va desarrollando
un cerebro distinto al del bebé que vive en la negligencia. Esto
se refiere a la nueva corriente de Goleman "Inteligencia Emocional",
que viene a enriquecer de manera sustantiva a la corriente de estimulación
temprana. Se generan a nivel cerebral con el afecto: Circuitos que ayudan
al niño a auto contenerse, a explorar al mundo, a abrirse, a
tener mayor capacidad de espera y tolerancia a la frustración.
Es
algo que quizá la ciencia de la educación ya conocía:
El afecto es el más importante de los estímulos. Y la
etapa más sensible al afecto. (Tanto en sentido positivo como
en el negativo) es la etapa del bebé y niño pequeño.
Pero
lo novedoso de la tesis de Goleman, es el descubrimiento de lo que ocurre
a nivel cerebral.
Estimulación
temprana, se refiere a estimulación sensorial. Cada estímulo
es procesado por el sistema nervioso central y tiene como hogar: Una
zona específica del cerebro. La vista, el oído, el olfato,
el gusto, el tacto, el equilibrio, se alojan físicamente en zonas
diferenciadas del cerebro y generan respuestas en el niño.
Podemos
hablar en forma análoga de otro sentido: El afecto. Sabemos que
no es muy ortodoxo, pero de forma similar a como los estímulos
visuales entran por los ojos y se alojan en una zona del cerebro, el
afecto tiene una entrada envolvente y abrigadora al cuerpo y se aloja
en una zona específica del cerebro cincelándolo.
Así
pues, podemos pensar en estímulos: Afectivos, visuales, tactiles,
olfativos, gustativos, auditivos y de equilibrio. Pensemos en 7 sentidos,
con esta licencia que nos permitimos.
De
pequeños, podemos aprender y retener mucho más de lo que
podemos hacer de grandes. La gran promesa es que cuando hay un pequeño
problema o lesión en una parte del cerebro, otra parte puede
retomar las funciones cuando es adecuadamente estimulada. (Plasticidad
del cerebro)
El
alimento al cerebro, o alimento al desarrollo, son estímulos
adecuados que podemos ingeniarnos, recorriendo nuestros supuestos siente
sentidos.
Pensemos
entonces en una definición mucho más coloquial y apropiada,
de Estimulación Temprana, como "Alimento al desarrollo",
que no entra por la boca, sino que por la piel, por los ojos, por los
sentidos y se deposita en cerebro y corazón.
Pudiera
parecer como algo artificial. Aparéntemente nos tenemos que dar
a la tarea de hacer un programa diario en donde diseñamos los
estímulos adecuados y descubrimos las respuestas. No es así.
Un hogar nutre de estímulos con la vida cotidiana suficientes
para un buen desarrollo. Y especialmente un hogar sensible acerca de
la "dieta" de cada etapa de desarrollo.
Así,
al cargarlo, acostarlo en distintas posiciones, exponerlo a música,
platicarle, atenderlo afectuosamente, va a ayudar a que en ambientes
naturales, el cerebro del niño reciba el alimento necesario.
Un
hallazgo que ha causado gran entusiasmo, es el descubrimiento de que
el bebé recién nacido ve y afoca a 20 cm de distancia
de la línea media. Y prefiere ver colores intensos a colores
tenues. Y lo que más atrae a la vista del bebé, es la
cara de alguna persona, que lo ve de frente, haciendo contacto visual.
Ahora
bien, el mismo bebé que alerta y descansado mira con fascinación
a los colores intensos, en otro momento, cuando está cansado,
evita visualmente a los estímulos intensos. Le parece "muy
interesante" la pared blanca que está a su alcance. Esta
es una gran lección y señal de alerta: Si seguimos estimulando
a un bebé cansado, insistiendo en que vea colores y formas: Es
como darle alimento a un estómago saturado. El efecto va a ser
muy negativo.
Podemos
sobre estimular al bebé, generando reacciones de desinterés,
bloqueo y apatía.
A
la larga, una conducta sistemática de sobre estimulación
y falta de respeto a las respuestas del niño, genera desorganización
y ansiedad. Más hubiera valido no estimular y dejar que la vida
cotidiana nutriera a los sentidos de manera más natural.
El
bebé cansado que evita a los colores intensos (Simmons), nos
revela que tiene un mecanismo de regulación de entrada sensorial.
Nos avisa cuando ya tuvo suficiente, si es que tenemos la sensibilidad
de entender esas reacciones. (Brazelton)
Los
bebés son diferentes en ritmos y reacciones. Hay bebés
que resisten mucho más estímulos que otros. Hay bebés
robustos (desde el punto de vista sensorial) que pueden escuchar música,
pasar de brazo en brazo, ver colores, etc y ser felices. Hay otros bebés
con umbrales sensoriales mucho más frágiles, que se aturden
sensorialmente con más de un estímulo simultáneo.
Se irritan con facilidad si los pasamos de brazo en brazo, o si hay
mucho ruido, o muchos colores.
Podemos
pensar esto como "capacidad de digestión" de estímulos.
Los
bebés con umbrales frágiles, necesitan que los estímulos
sean administrados por goteo, para no indigestarlos. Los bebés
con umbrales robustos, pueden recibir más estímulos. (Brazelton)
De
tal modo, que las ideas de estimulación temprana, llevadas a
la práctica de manera indiscriminada, pueden generar el efecto
contrario al deseado.
No
nos libramos de: observar las reacciones del bebé y el estado
en el que se encuentra.
El
concepto de "diálogo" muscular y sensorial que trabajamos
en el Proyecto DEI, puede ayudar a la idea de administración
y vigilancia del estímulo. El adulto dialoga muscularmente con
el bebé al jugar con él (o con ella), y tiene que esperar
una respuesta muscular y afectiva, para seguir jugando. De igual manera
con los estímulos sensoriales.
Estimulo,
espero respuesta, el bebé se ajusta: Su cuerpo, ojos y actitud
me dicen que está agusto y vuelvo a estimular.
Los
papás podemos tener cuatro grandes pretextos de juego o estímulos:
Estímulo
al movimiento: Dándole libertad al bebé. Poniéndolo
boca abajo, invitándolo a que gatee. Estímulo al desarrollo
de los músculos finos del bebé (ojos y manos). Con ejercicios
de seguimiento visual, prensión, etc. Estímulos a los
siete sentidos, juego a las escondidillas, etc. Y Estímulos al
lenguaje.
Ayuda
mucho, conocer la "dieta" adecuada de cada mes y sobre todo,
la "dieta" adecuada para nuestro bebé con nombre y
apellido.
Podemos
comparar al desarrollo del bebé y del niño pequeño,
como la construcción de un edificio. La analogía es sencilla,
pero con muchos elementos a comparar. Los cimientos del desarrollo intelectual
y afectivo ocurren en las primeras etapas. Cada piso tiene que construirse
de manera sólida. Si pensamos que hay ladrillos de movimiento,
de pensamiento, de lenguaje, de afecto, no quisiéramos que se
edificara una columna vertical de un solo tipo de ladrillos, sin el
soporte de los otros. Llevado al desarrollo, no queremos a un niño
que sólo se mueva sin concentrarse, ni que sepa leer y no se
mueva.
También
podemos pensar, que no queremos que se salte el niño ninguna
etapa, porque queda un hueco, que luego hay que resanar con más
trabajo.
Cada
piso, equivale a una etapa y tiene su dieta específica.
La
idea del edificio, nos hace pensar que es importante que los niños
vayan presentando los logros, sin saltarse nada importante: Que gateen,
aprendan a hablar, etc. Pero que es más importante que lo hagan
de manera armónica e integral, a que lo hagan rápido.
Los
logros antes de tiempo, no son deseables, porque no está preparado
el cuerpo y la mente, para hilar el logro con la experiencia. Por ejemplo,
un bebé que gatea mucho antes de lo esperado, probablemente tenga
un desarrollo motriz privilegiado, pero con frecuencia no tiene las
reacciones de protección que le evita golpearse en la cabeza.
Es
una tarea difícil, pero importante, la de convencer a los papás
de que no importa tanto el momento, que no hay prisa, que lo que importa
es que el logro se presente, integrado a otros logros de la edad, y
que el niño lo haga suyo y con confianza en sí mismo.
Prefiero que el bebé gateé a los 11 ó 12 meses,
pero con movimientos orquestados y con una sensación de logro
por parte del bebé, a presionarlo a que presente el gateo a los
8 meses, a costa de tensión en los papás y en el niño.
La
estimulación temprana, en cierto sentido es "medicina
preventiva". Ahora se sabe que muchos problemas
motrices, de coordinación, de foco y seguimiento visual, de lectoescritura
y matemáticas, de concentración, que suelen presentar
los niños preescolares y escolares, se pudieron haber evitado
mediante sencillos ejercicios (o alimento al desarrollo) de bebés
Esto
causa mucho entusiasmo, partiendo de la idea de que mientras antes actuemos,
mejor. Recordemos que el cerebro es plástico y el desarrollo
se puede re orientar.
Es
una responsabilidad creciente de los pediatras, que en muchas ocasiones
se constituyen como "el consejero" de desarrollo de la familia.
El checar, junto con las vacunas, los parámetros de desarrollo
del bebé y las posibles banderas rojas que exigieran una estimulación
más sistemática.
Es
muy importante decir, que no es una vacuna infalible.
Quizá
los niños expuestos a estimulación, de todas maneras necesiten
algún tipo de terapia motora, o de lenguaje. Los papás
en ocasiones se sienten traicionados. ¿Cómo si estimulé,
ahora tengo que acudir a terapia?. En realidad, es un campo que no está
acabado y no tenemos todos los hilos causales a la mano.
Sin
embargo podríamos hacer la reflexión de que si no se hubiera
hecho nada, la terapia tendría que ser mucho más enérgica.
Si
en niños con pronóstico normal, la estimulación
temprana en el hogar es un gran beneficio (siempre y cuando se de de
manera personificada y dosificada), en niños con pronóstico
comprometido, es casi un mandamiento. Es decir: Niños prematuros,
resultado de embarazos problemáticos, con un parto difícil,
o con un franco compromiso neurológico, La idea es empezar lo
más pronto posible. Cada día es de oro.
Tristemente
si tenemos casos extremos de ausencia de estimulación. En nuestro
querido México, los casos de familias recién migradas,
que vienen de ambientes muy rico s en colores, aromas y ruidos, al mudarse
a un ambiente gris y hostil, en donde la madre tiene que salir a trabajar
en ocasiones dejando solo y sin es´timulos al bebé, hay un registro
de deterioro neurológico, al igual que en casos de orfanatorios
con pocos cuidadores o con cuidadores muy inexpertos que no tienen idea
de la "dieta" de estímulos para cada etapa de desarrollo.
Al
igual que en hogares de clases acomodadas, en donde se delega el cuidado
de los niños con sustitutos no calificados y con estilos de crianza,
que no corresponden culturalmente al mundo que vivirá el bebé.
II)
CRITICA Y CONTRACORRIENTE
Desgraciadamente,
se han cometido excesos en la estimulación tanto al bebé,
como al niño preescolar. En Estados Unidos, ya podemos ubicar
una "Contra corriente" a la Estimulación temprana.
Muy probablemente esta crítica venga en camino y nos haga cuestionamientos
importantes.
Las
fascinantes ideas acerca del desarrollo cerebral, y la enorme capacidad
de aprendizaje, han generado casos de sobre estimulación, de
sobre atención, de presión excesiva para la aparición
de logros, de angustia de los adultos, de exigencias para que el niño
crezca de manera prematura, se vuelva un adulto precoz, se exponga a
computadoras, a lectoescritura, sin la madurez necesaria.
Hay
reportes clínicos de hiper actividad, de ausencia de concentración,
pérdida de gusto por aprender, angustia y hasta neurosis y fobias,
como resultado de un manejo inadecuado.
Estos
casos, los sentimos como una gran traición, a las expectativas
tan enormes y benignas que tenemos de la estimulación temprana.
¿Cómo
yo, que quería lo mejor para mi niño, tengo como resultado
un chiquito que no se concentra, o que tiene problemas de angustia y
tensión a sus cortos años?
Algo
estamos haciendo mal.
Tanto
entusiasmo ha generado la idea de que el bebé aprende y que su
cerebro crece, que tenemos como resultado a papás que estimulan
al niño de manera indiscriminada. Sin escuchar las respuestas
del niño. Paradójicamente convencidos de que hacen las
cosas lo mejor que pueden.
Como
dijimos anteriormente: El estimular cuando el niño está
cansado, es como darle de comer a un estómago indigesto. En no
escuchar las respuestas del niño, someter a los bebés
a excesos de movimiento, a un bombardeo sensorial ignorando su poder
de asimilación también.
El
papá contemporáneo siente que la crianza es un proceso
intelectual, que puede ser resuelto leyendo libros y aplicando las ideas.
Es consciente de que el éxito económico y profesional,
dependen de una buena carrera, está ansioso de darle a su bebé
el beneficio de una ventaja de arranque y ayudarlo a abrir brecha, para
que aprenda bien, sea inteligente, haga una buena carrera escolar y
eventualmente de trabajo. Por otro lado, las familias tienden a ser
menores y por lo mismo, los niños sobre vigilados. La mujer tiende
a trabajar y a compensar su presencia, con exceso de juguetes, atención
indiscriminada y falta de límites y disciplina.
En
este contexto, tenemos a bebés inundados de juguetes, con un
programa de estimulación como si fuera universidad de bebés
en casa. A niños en transición que tienen computadora,
a preescolares en gimnasia olímpica, clases sistemáticas.
Sin límites y sin rumbo.
El
papá contemporáneo hace una lectura de las apasionantes
ideas de estimulación temprana, que podríamos decir que
son en sí correctas, pero caen en un terreno inadecuado. Y el
efecto, es muy negativo y paradójicamente distinto al deseado.
Tenemos
desde críticas humorísticas por querer hacer "super
bebés", hasta narracioness dramáticas de psicoterapeutas
sometidos a una presión que los rebasó.
Quizá
uno de los libros más divertidos, sea el de Jean Grassofitspatrick.
Ella,
al tener un bebé, se sintió bombardeada por toda la presión
hacia hacerle un programa de trabajo, inscribirlo en centros de estimulación
temprana, comprar libros, casetes, videos, etc.
Realizó
un recorrido por distintos centros, revisó productos, hasta que
se reveló y decidió escribir el libro.
La
autora lamenta una gran pérdida de naturalidad y por lo tanto
de placer y espontaneidad en la crianza de un bebé. Necesitamos,
dice, consumir. Hay que comprar música técnicamente y
científicamente seleccionada, colchonetas con hoyos, etc. Es
un "Mac Donald Piagetiano". Si no gasto una gran cantidad
de dólares, y si no leo compulsivamente los contenidos de esta
corriente, mi niño va a ser en la escuela un "Quasimodo
del kinder"
Por
otro lado, el pensar que el cerebro pasa por un período único
de desarrollo, me hace pensar en el niño de 6 años como
un "senil de 6 años", desahuciado, o con quien ya no
tenemos más nada qué hacer.
En
sus visitas a los gimnasios y en la revisión de los paquetes,
encontró que siempre se habla de "respetar al niño"
"ir a su ritmo", "no presionarlo", sin embargo,
la estructura, los ejercicios, los mensajes conducen a los papás
a hacer lo contrario. A angustiarse sobre manera si no gatea todavía,
a comparar incansablemente, finalmente, a presionar al bebé,
a no disfrutarlo, a no darle tiempos libres y naturales para mirarse
las manos y descubrir plácidamente su cuerpo. Se atropella la
empatía y la crianza se vuelve lamentablemente, un proceso artificial.
La
autora presenció bebés con pánico evidente, yendo
de cabeza por la resbaladilla, llorando con desconsuelo. Mientras que
tanto la instructora como la mamá estaban muy orgullosas de su
trabajo, porque se estaba estimulando su sentido del equilibrio.
La
autora lamenta, que los programas sitemáticos olvidan lo más
elemental de la crianza: Lo que el niño más necesita,
es sentir que se le quiere, que tiene un valor por sí mismo,
que es especial y único.
Un
niño sujeto a esta presión piensa: "Me quieren porque
tengo logros". Esto destruye la autoestima y deja al niño
incapacitado para reaccionar ante el fracaso.
Llena
de humor, pone el dedo en la llaga: En el enorme riesgo de la sobre
estimulación, presión y olvido de lo más elemental
en la crianza de un bebé.
La
crítica de David Elkind es mucho más dramática,
pero en la misma línea.
Especialista
en desarrollo, seguidor de Piaget, entusiasmado con las ideas de estimulación
temprana inicialmente. Empezó a cobrar consciencia del daño
que se les estaba haciendo a los niños al querer que fueran pequeños
adultos, hasta convertirse en un crítico decidido de los programas
sistemáticos de aprendizaje en los bebés y niños
pequeños.
Tiene
dos libros (en esta línea)
"El
niño presionado" y "La mal crianza". Su tesis
gira principalmente alrededor de la presión hacia el bebé
y niño pequeño. Pero especialmente, al niño en
edad preescolar.
Elkind
nos describe el síndrome del papá contemporáneo,
que desea tener super- bebés y super niños. Sometiendo
a sus hijos a programas sistemáticos, similares a los universitarios,
a lectoescritura, matemáticas, gimnasia, etc. Generando efectos
devastadodres.
Cuando
se logra desarrollar efectivamente la inteligencia de los niños
a un nivel notablemente mayor del resto de los niños de la edad,
ocurre una desadaptación social muy lamentable. En los casos
en los que no se logra, y los papás presionaron mucho a los niños,
se observan consecuencias adversas como desinterés por el aprendizaje,
problemas de lectoescritura, hasta depresión infantil, neurosis,
ausencia de concentración, etc.
Los
padres contemporáneos, dice Elkind, sienten que la crianza es
un proceso académico. Tienen un buen control y planeación
sobre su vida, tanto personal, como profesional. Este control, lo quieren
ejercer en la crianza, esperando los mismos resultados.
Como
si criar fuera un proceso intelectual.
Muchas
veces, el enseñar a leer a un bebé, a nadar, a hacer gimnasia
y a aprender matemáticas, es más por la necesidad del
papá, que la del niño.
Lo
paradójico, es que los niños cooperan con las lecciones,
y es más: Muestran logros a corto plazo. Sin embargo, lo hacen
por complacer a sus papás, no tanto por el placer de aprender.
A la larga, el niño no tiene motivación por el aprendizaje.
Y los logros se desvanecen.
Muchas
veces, un aprendizaje precoz de lectura, se acompaña irónicamente,
de problemas de lectura en la primaria, por haber atropellado los procesos
previos de madurez y motivación.
Elkind
reporta un caso de unos gemelos. Uno de ellos fue expuesto de manera
muy temprana y precoz a presentar logros motrices: El otro los adquirió
más tarde, cuando estaba maduro. A la larga, los dos tenían
el mismo desempeño. Sin embargo, el que obtuvo el logro de manera
precoz, fue mucho más dependiente del adulto para jugar y para
aprender. El que tuvo el aprendizaje más tarde, cuando ya tenía
todos los pre requisitos motores para hacerlo, fue más independiente
de los adultos y se creaba sus propias hipótesis e investigaciones.
Una
referencia muy interesante es el estudio de Benjamín Bloom, acerca
de las personas talentosas. El se preguntaba si el talento era genético,
o ambiental. Y estudió la biografía de gente talentosa
que destaca en distintos géneros. Buscando comunes denominadores
ambientales.
Bloom
encontró que la mayoría de las personas talentosas, tenían
en común varias cosas:
Una
experiencia significativa con el arte, la ciencia, o la disciplina
entre los 0 y los 6 años. No una clase académica ni
sistemática. Sino la exposición placentera, que cautivara
al niño y que le hiciera sentir un interés especial.
Pudiendo ser, la cercanía de un tío artista, la exposición
a conversaciones interesantes en la mesa familiar, la visita a un
espectáculo, etc.
Eventualmente
(después de los 6 años), la posibilidad de recibir un
entrenamiento sistemático.
Tiempo
de dedicación. Esta variable es interesante, porque nos desmitifica
un poco a la persona sobresaliente. Una persona que ejercita su oficio,
arte o profesión, mecaniza, ahorra energía, tanto física
como cerebral, y puede llegar a resultados más notables, además
de que le destina "tiempo al tema".
Un
detalle muy interesante, fue la revisión de los casos por personas
que criticaron y que quisieron ir más allá, descubriendo
una variable muy interesante:
Las
personas talentosas, tenían PAPAS NO PRESIONANTES.
La
presión, mata al interés, y translada la motivación,
del niño al papá. En todos estos casos, los papás
motivaban, apoyaban, creían en el niño, más no
lo presionaban. Muy distante con el fenómeno contemporáneo
de presión a los niños por un super desempeño precoz.
Los
pedagogos contemporáneos, saben que el niño construye
su conocimiento a partir de su experiencia y de su juego. El niño
va descubriendo las leyes de la física, los tamaños, los
pesos relativos, las características de las cosas. El se asombra,
genera hipótesis, las prueba, las disprueba, siente el placer
de la maestría y el dominio sobre su cuerpo.
S
u
interés lleva la batuta, descubre y no hay quien lo pare. Su
habilidad es similar a un científico con furia por aprender.
El
niño necesita tiempo para reflexionar acerca de su aprendizaje,
probarlo en distintos contextos. El aprendizaje, dice Elkind, es permeable.
Lo que aprende en un contexto, puede ser pasado a otro contexto. No
se nutre tanto de un aprendizaje aislado.
La
enseñanza tipo académica a bebés y a preescolares,
se hace de forma aislada y fuera de contexto. Se le da información
que no ha solicitado, sin tiempo para asimilarla y para probarla. Sabemos
de hecho, mucho más de lo que entendemos.
Elkind
hace una clasificación de los papás contemporáneos:
Gourmet.
El papá que le gusta lo mejor. Normalmente en hogares con recursos
en donde tienen un ingreso los dos papás. Le compran al niño
lo mejor. La mejor ropa, los mejores juguetes, la mejor comida, el
mejor programa educativo. Al mismo tiempo, el papá gourmet
es muy presionante con el aprendizaje: Le exige logros y la adquisición
de la información. Tiende a lucir al niño con los amigos.
Por otro lado, es indulgente con la disciplina. El niño es
un pequeño rey presionado en su conocimiento, pero sin límites.
El
papá "candidato a doctorado". Quizá con menos
énfasis en lo estético, pero con pasión por la
academia. Su misión es ser papá de 10 y tener un bebé
de 10.
El
papá "medalla de oro". Que quiere que su hijo (a)
sobresalga en los deportes o en el arte.
Con
matices, los papás pueden ser mezcla de estas combinaciones.
En todos los casos, el efecto es muy negativo. En ocasiones con un resultado
contrario al esperado: Problemas de aprendizaje. En casos más
graves: Neurosis y fobias
Lo
paradójico es que honéstamente los papás sienten
que están haciendo lo mejor que pueden para darle al niño
un futuro brillante.
Sin
embargo, el niño no se siente querido. Crece con la sensación
de que es querido y aceptado, solo en función de sus logros,
y no con toda su humanidad: Con defectos y cualidades, habilidades y
torpezas.
Por
otro lado, se desplaza, según Elkind, el mérito del conocimiento
y los logros, del niño al papá. El papá y el niño
tienen que compartir el logro. Y peor aún, si las cosas no salen
como esperaban, el papá se siente traicionado y decepcionado
y le cobra al niño la factura.
Desde
luego todo esto es inconsciente, pero por lo mismo, ahí radica
el riesgo.
No
nos podemos dejar de preguntar:
¿Qué
queremos para nuestros niños?
¿Qué
vida les va a tocar vivir?
¿Realmente
quiero a un niño genio?
¿Qué
va a ser de él cuando deje de ser un niño gracioso que
sabe cosas?
Con
el tiempo:
Se
lo cobro. Yo que hice tanto por ti…..
Te
luzco
El
niño, así como no necesita clases de dibujo realista,
sino que su proceso de evolución del dibujo y de la expresión
artística es auto didacta, se va corrigiendo con la práctica
y lo único que necesita es los medios y la libertad. De la misma
manera el niño aprende los movimientos, las matemáticas,
etc.
No
con un ambiente programático, sino con un ambiente estructurado
que le ofrezca las condiciones para que descubra, aprenda, ensaye, generalice
y haga suyos los logros y los conocimientos.
LA
COMPUTADORA
El
niño necesita aprender con los 7 sentidos y la tercera dimensión.
El
sobre-exponer a un bebé a una computadora, empobrece el estímulo,
lo concentra en dos dimensiones.
Lego,
antes que logo, dice Elkind
Otro
problema que nos comparte Laura Noriega, es que la vista del bebé
y el niño pequeño está diseñada para lanzarse
al horizonte. No es adecuada la sobre exposición a pantallas
ni a lectura, porque el efecto, es que cancela cerebralmente un ojo.
El
niño tiene que jugar moviendose, comparando, probando hipótesis,
vaciando, etc.
Los
programas de computadora son interesantes, en la medida en que el niño
se familiariza con un elemento cultural e informativo de la vida contemporánea.
Sin embargo, se exageran las virtudes de la computadora en la primera
infancia.
Si
hemos de exponer a un niño a esto: Deberíamos de hacer
varias cosas:
Que
no domine el tiempo. Que sea muy breve.
Después
de estar un rato en la computadora. Jugar al aire libre, lanzando la
vista al horizonte.
Sacar
la experiencia de la computadora y permitir que la permeabilidad de
la mente del niño aplique lo que conoce en la tercera dimensión.
De
preferencia, esperarse
III)
NUESTRA RESPONSABILIDAD COMO EDUCADORES
Aquí
vienen las confesiones y la invitación a hacer una reflexión
común:
¿Cuál
es la responsabilidad de los Centros de Estimulación Temprana
o de Atención inicial y de las Escuelas de Padres?
Es
muy probable, que el programa sea impecable en cuanto al énfasis:
Que
no se presione al niño, disfrutar del conocimientos, favorecer
lazos afectivos entre el papá y el niño, así también,
que de cabida a distintos ritmos de crecimiento y aprendizaje.
Y
aún así, contribuir de manera negativa al entorno del
niño.
Porque
el programa captura a la fantasía del papá que quiere
un niño genio, y por lo tanto hace una lectura diferente de lo
que se ofrece.
Es
increible cuántos papás se acercan cautivados por el super
desarrollo.
Mucho,
por un desconocimiento de que el proceso de crianza, no es un proceso
intelectual.
Sino
un proceso complejamente humano, en donde está involucrado no
sólo el intelecto, sino que también nuestra historia incluyendo
cómo nos criaron. en donde cabeza, corazón y estómago
están involucrados.
Nos
hemos encontrado con papás que quieren evitar a toda costa que
los niños sufran, quieren darles todo, evitar incluso el trauma
del nacimiento.
Hay
un exceso de atención, de juguetes, poca tolerancia al llanto
y a la frustración en el niño.
Vale
la pena, de nuevo que nos preguntemos y ayudemos a los papás
a preguntarse:
¿Qué
vida le va a tocar vivir a nuestro niño?
Juan
Lafarga, menciona, que todo ser viviente tiende a desarrollarse.
No
hay árbol que crezca chueco, si vive en un ambiente luminoso
y nutrido.
Lo
mismo pasa con el ser humano. Tiende a desarrollarse sanamente, en condiciones
adecuadas.
El
desarrollo ocurre cuando hay una satisfacción equilibrada de
las necesidades .
Biológicas,
intelectuales, afectivas, espirituales. (Podríamos decir, que
el edificio se va construyendo de manera armónica y equilibrada)
Las
necesidades en el bebé y en el niño pequeño son
por un lado biológicas, por otro de ser amado y aceptado tal
cual es, de pertenencia a un grupo, de seguridad afectiva, de sentirse
autónomo y constructivo, de que sus sentimientos sean reconocidos,
de libertad para investigar y conocer, de movimiento, de ir construyendo
su propio conocimiento, de límites. de que se le de su tiempo….
El
niño contemporáneo no tiene sus necesidades satisfechas
de manera equilibrada:
Por
un lado la necesidad se satisface en exceso: Se llena
de juguetes aún antes de desearlos., de atención, de sobre
protección.
Por
otro lado hay carencias: De reglas, de límites.
El niño contemporáneo no tiene límites. Puede hacer
lo que quiere y los papás fascinados con la magia intelectual
de su aprendizaje, pasan a ser de papás nutrientes y contenedores,
a papás que obedecen.
El
niño contemporáneo, también carece de respeto a
las necesidades intelectuales.
La
corriente de inteligencia emocional, sirve de un nuevo paradigma de
pensamiento en el ámbito de la crianza. Cambia el énfasis:
Del desarrollo púramente intelectual, al desarrollo de la inteligencia
afectiva. Goleman nos hace ver cómo hay tanta gente intelectualmente
sobresaliente y afectivamente analfabetas.
Si
nos preguntamos ¿Qué vida queremos que vivan nuestros hijos?
Segúramente responderemos que queremos que sean felices. Y ciertamente
este no es el caso de los niños genio.
La
inteligencia afectiva, se cultiva también desde la cuna.
Pensando
en detonar la inquietud y aumentar esta lista con contribuciones de
los distintos grupos dedicados a la atención especial, creemos
que nuestros programas tendrían que:
*Involucrar
a una escuela de padres, que les permita desencadenar un proceso intelectual
y afectivo de revaloración de la crianza integral y afectiva,
el juego libre, poniendo en perspectiva su propia historia de crianza.
*Enfasis,
junto con el desarrollo por áreas en: habilidades sociales, expresión
de sentimientos, capacidad de espera, tolerancia a la frustración,
empatía y habilidad para decodificar sentimientos de las otras
personas.
*Trabajar
sistemáticamente la idea de que el desarrollo debe de ocurrir
de una manera integral y que lo deseable es que se presente el logro,
cuando el niño esté listo, más que de manera precoz.
*Trabajar
sistemáticamente con los padres, la observación del ritmo
de su propio bebé, respetando las distintas rutas mentales y
motrices.
*Contribuir
a la observación de que el bebé y el niño pequeño
construyen su propio conocimiento, hipótesis, conceptos, nociones,
a partir de su experiencia y que no aprenden bloques informativos hechos
y transmitidos por el adulto. Lo cual tiene implicaciones en las actividades
y en los ambientes, así como en el tiempo que se le da al niño
para descubrir y ensayar sus aprendizajes y logros.
IV)
¿ESTIMULACION TEMPRANA?
La
connotación del término: Estimulación temprana
actualmente, y con todo lo que hemos dicho, nos sugiere, un par de conceptos
inadecuados.
Estimulación
sugiere que la actividad la realiza la persona que estimula. (y el bebé
o niño, son pasivos, recibiendo los estímulos)
Temprana,
sugiere que todo esto se hace de manera precoz. En búsqueda de
un super desarrollo y de un niño genio.
Los
ejercicios más bien diseñados, van en contra de estas
ideas: En muchas ocasiones el adulto simplemente pone las condiciones,
y el que realiza la actividad es el niño. El niño no es
pasivo. Tiene un motor interno que lo lleva a investigar, a buscar,
a comparar.
Por
otro lado, como lo hemos visto, no se busca un desarrollo precoz, sino
que armónico, cabal, equilibrado y personalizado.
Alimento
al desarrollo, ofrecido de manera oportuna, parece expresar mejor al
grupo de conceptos, ejercicios y actitudes ante el desarrollo del bebé
y niño pequeño.
Cada
etapa y cada individuo, tienen distintas necesidades de alimentación.
Distintas necesidades a satisfacer, según su estilo de aprendizaje,
su ritmo, la etapa de desarrollo. Necesita distinta dieta.
Cada
cultura tiene su sazón y prepara al individuo para una vida dentro
de su ambiente cultural.
No
podemos dar demasiado alimento, ni demasiado poco.
El
bebé necesita del alimento del afecto, de la luz, los sonidos
significativos, los colores, el movimiento, la libertad de exploración,
así como los horarios, las rutinas, los ambientes ordenados.
Al igual que la leche debe de estar presente en cantidad y calidad,
y con horarios para que le haga bien.
El
niño en edad de transición necesita el alimento del afecto,
para desarrollar la seguridad del lazo afectivo, la libertad de exploración
y elaboración de hipótesis, las texturas, el movimiento,
así como los límites claros.
El
niño en edad preescolar necesita el alimento del afecto, el juego,
la fantasía, la representación, el reconocimiento de sus
sentimientos, el movimiento, así como límites claros también.
El
cerebro del bebé, el niño en transición, del preescolar
está en evolución.
Es
una locura atestiguar cómo aprenden, cómo construyen sus
ideas y conceptos, esto rebasa nuestra imaginación y nos quedamos
al margen de su comprensión cabal. No empobrezcamos la experiencia
con un currículum irrespetuoso.
Demos
un alimento al desarrollo que permita una satisfacción equilibrada
de necesidades. Tanto intelectuales, como afectivas.
Adaptándonos
al ritmo del niño, aceptándolo tal cual es, desafiando
su potencial, dandole afecto, poniéndole límites para
que se vaya desarrollando en un hombre funcional.
Estas
son las viejas y nuevas ideas de la Estimulación temprana.
V)
NUESTRO MEXICO Y SUS NECESIDADES
Trístemente,
en México estamos muy lejos de darle a todos los niños
el alimento al desarrollo para que tengan un futuro escolar, de trabajo
y de vida brillantes.
Cada
vez que hacemos una reflexión de los problemas que nos aquejan,
las discuciones aterrizan en el tema de la educación.
Los
grupos más vulnerables: Indígenas, rurales, urbano marginados,
de madres solteras, están muy lejos de poder ofrecer a sus niños
las condiciones más elementales de desarrollo.
A
nivel nacional, las cifras de la deserción y reprobación
han bajado, sin embargo, en estos grupos vulnerables sigue siendo alta.
El
niño que proviene de estos grupos vulnerables, entra a 1º de
primaria, sin los pre requisitos para aprender a leer y a escribir.
Generalmente
son niños que recibieron poca o nula estimulación en sus
hogares y que además tienen el agravante de la desnutrición
física.
Cravioto,
investigador mexicano hizo una investigación apasionante y prometedora.
El analizó la relación que hay entre nutrición
y aprendizaje. No es difícil pensar en el resultado. Una mala
nutrición, tiene un efecto negativo en el desarrollo del sistema
neurológico y empobrece de manera irreversible las posibilidades
de aprendizaje. Cravioto hizo un experimento con chimpancés,
desnutriéndolos de manera expresa, pero estimulándolos
como bebés humanos. Exponiéndolos a colores, formas, retando
su desarrollo, etc. Su sistema nervioso no tuvo el deterioro esperado
por la desnutrición, es decir, la estimulación compensó
las carencias alimenticias.
Animado
por los resultados: El Dr. Cravioto realizó un estudio entre
bebés desnutridos, que ingresaron al hospital de nutrición
con un desarrollo 50% abajo del promedio, debido a la desnutrición.
Separó a los niños en dos grupos.
Unos
recibiendo exclusívamente atención médico dietética
y otro recibiendo la atención médico dietética,
más un programa de interacción y estimulación personalizada.
La recuperación fue dramáticamente superior en el grupo
que recibió, además de alimentación, estimulación.
Esto
es una gran promesa en países como el nuestro.
Es
paradójico hablar de los riesgos de la sobre estimulación,
de la sobre exposición a computadoras de manera temprana, de
la satisfacción desmedida de necesidades hasta hacer a los niños
no deseantes de juguetes, y al mismo tiempo hablar de la brecha en donde
un segmento de la población no recibe los mínimos estímulos
nutritivos y sensoriales necesarios para conservar su potencial neurológico
de desarrollo.
La
estimulación es necesaria, dosificada. En unos grupos hay en
exceso, en otros hace falta.
Todo
aquel programa en México que apoye de manera integral a la mamá
embarazada, la atención tanto nutricional como de estimulación
al bebé y a l preescorar, puede tener un impacto positivo en
la capacidad de aprendizaje de la población. Lo impresionante
es que los programas son relatívamente baratos y la derrama social
inmensa.
Tenemos
un compromiso y un sueño: De compartir por radio, televisión,
folletos, asesorías, videos, consejos en corto, las ideas más
elementales de la estimulación temprana, o de la atención
oportuna.
VI)
TEMAS POSIBLES DE DESARROLLARSE EN LAS PROXIMAS DECADAS
Obviamente,
nos movemos en el terreno de la especulación y la bola de cristal,
pero nuestro sentir, es que los temas que probablemente nos acompañen
en las próximas décadas giren alrededor de:
INVESTIGACION
DE LAS REACCIONES DEL BEBÉ EN UTERO Y LOS EFECTOS DE CORTO Y
LARGO PLAZO.
Estímulos
afectivos, y sensoriales al bebé en distintas etapas del embarazo.
Riesgos
y excesos. Contraindicaciones a la estimulación en útero.
El
beneficio de la relajación en la mujer embarazada. La meditación
y el trabajo psicológico para hacerle un espacio al nuevo bebé,
en casos de ambivalencias hacia el embarazo.
ESTILOS
DE CRIANZA COMPARATIVOS.
Comparaciones
internacionales de los estilos de crianza
NEUROFISIOLOGIA
CEREBRAL
El
cerebro y la Educación Activa
El
cerebro y la Educación del Cerebro Afectivo. (En la línea
de Goleman)
Capacidad
de espera, tolerancia a la frustración, empatía
El
cerebro y la educación en los valores. La meditación en
los niños.
El
cerebro y la educación con disciplina: lógica, coherente,
afectuosa y firme.
RUTAS
COGNOSCITIVAS Y TIPOS DE INTELIGENCIA Y SENSIBILIDAD EN LOS BEBES Y
PREESCOLARES
Las
distintas rutas cognoscitivas y de exploración que siguen los
bebés.
Perfiles
de lapsos de atención.
Antecedentes
de los modos visuales, auditivos o sensoriales, de percibir y organizar
la información analizada por el enfoque de programación
neurolingüistica.
Las
inteligencias múltiples rastreadas en el bebé y el ámbito
familiar.
Rasgos
temperamentales, umbrales sensoriales.
EDUCACION
DE LA SENSIBILIDAD Y LA INTUICION
EXCESOS
DE LA ESTIMULACION TEMPRANA. EXPECTATIVAS DE UN SUPER
DESARROLLO
LA
PROMESA DE LA ESTIMULACION TEMPRANA (O ATENCION OPORTUNA AL BEBÉ
Y NIÑO PEQUEÑO) EN UN MUNDO QUE EMPOBRECE.
En
los umbrales del nuevo milenio, tenemos la responsabilidad padres y
maestros, de recordar esa única certeza en la crianza: Que el
afecto favorece al desarrollo y la carencia de afecto la entorpece.
Tendremos
también la humildad de ubicarnos en un contexto cultural e informativo,
teniendo el deseo de hacer las cosas lo mejor que podemos, pero anticipando
que habrá errores generacionales. Cada generación tiene
aspectos virtuosos y aspectos negativos.
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"Folletos
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Lactancia
y Destete
El
gateo y los primeros pasos
Formación
del lazo afectivo
El
lenguaje en el bebé y el niño pequeño
Berrinches
y Primeros Límites
Juegos
y Juguetes.
"La
estimulación temprana durante el primer año de vida
y el mundo de los nuevos papás".
Algunas
de las Ideas Principales y Perspectiva para el Futuro
Ponencia
para el congreso de perinatología y psicoprofilaxis. Febrero
de 98
*(1)CORRIENTE
DE LA ESTIMULACION TEMPRANA. De los 70s a los 90s
Por
un lado: En latinoamérica, surgió en los 70s la tesis
de la "Deprivación cultural" Con el fenómeno
de la pobreza y la migración en los países latinoamericanos,
se observó que el bebé y niño pequeño vivía
en ambientes empobrecidos sensorialmente.. Los niños recién
migrados a las ciudades, cuyas mamás tenían que salir
a trabajar, carecían de un mínimo de estímulos
y su equipo neurológico se iba deteriorando.. No tenían
"alimento cerebral". Esto, de la mano con el fenómeno
de la "desnutrición física", tenía como
resultado un grave deterioro en la capacidad de aprendizaje de los niños.
La
corriente de la deprivación cultural trata de enriquecer el ambiente
de los niños de pocos recursos, mediante estímulos más
tempranos, que protejan al desarrollo del equipo neurológico
de los niños. Reconociendo que el cerebro atraviesa por un período
único de desarrollo, que no se replica en otros momentos. Se
le enseña entonces a la madre distintas técnicas para
cargarlo, cantarle, estimularlo, rodearlo de música y estímulos,
para que ese cerebro no se adormezca, sino que despierte.
Carmen
Naranjo, psicóloga mexicana, contribuyó a la documentación
y sistematización de estas ideas. Ella menciona investigación
entre animales que son privados de estímulos sensoriales los
primeros meses de vida, quedando atrofiadas parcial o totalmente sus
funciones.
También
tenemos literatura que reporta los casos de niños huérfanos
en instituciones, atendidos físicamente, pero sin afecto ni estímulos,
presentan un desarrollo menor al esperado y llegan hasta a morir. (Spitz
y Brazelton)
La
estimulación sensorial interactúa con el alimento y ambas
facilitan el desarrollo en los niños (Cravioto)
Toda
la literatura de gran valor que podemos encontrar en el programa de
UNICEF PROCEP, gira alrededor de estas ideas. Aunque dirigida a sectores
de escasos recursos de latinoamérica, es interesante, concreta
y práctica también para papás de todos los niveles
socioeconómicos.
Habla
de estimular de manera oportuna al bebé y al niño pequeño,
cuidar las oportunidades de movimiento y exploración, estimular
su lenguaje y enriquecer su entorno, para que le vaya mejor en la escuela
y en la vida.
Hay
literatura entonces en Chile, Panamá, Venezuela, Costa Rica,
que confluyen en el material de UNICEF.
Por
otro lado: La educación especial. El trabajo con niños
con distintas discapacidades, fue reconociendo la idea de que era importante
trabajar con ellos de manera más temprana. Basandose en la idea
de la "plasticidad del cerebro". Si tenemos un problema en
una zona del cerebro, otra zona puede retomar las funciones de la primera
si es debidamente estimulada. De esta forma, se convierte en una promesa
hacia los niños con pronósticos delicados. El trabajar
de manera temprana con ellos, les permitiría tener un futuro
más brillante. Esta corriente, reconoce también que el
cerebro pasa por un período crítico de maduración
en los primeros años de vida del niño y que es un momento
de oro para estimularlo.
Un
ponente representativo de la educación especial (y que luego
aplicó sus conocimientos con el niño normal), es Glenn
Doman. Este investigador inició su trabajo con niños y
personas en general con problemas severos, y obtuvo logros extraordinarios,
a través de ejercicios como gateo, caminado con patrón
cruzado, etc.
(Por
cierto, Glenn Doman es conocido como uno de los ponentes más
extremos de la estimulación hacia el bebé y el niño
normal. Después de descubrir las maravillas que ocurren con bebés
atípicos bien estimulados, pasó sus técnicas y
descubrimientos al niño normal. Su programa pretende enseñar
a leer a los bebés y también matemáticas).
Es
frecuente que los hallazgos y técnicas de la educación
especial, luego pasen al mundo del desarrollo normal. Es por ejemplo,
el caso de María Montessori que empezó trabajando con
niños con síndrome de Down y luego continuó con
niños normales, basándose en los mismos principios.
No
podemos dejar de mencionar a Jean Piaget. Investigador ginebrino del
desarrollo de la inteligencia en el bebé y el niño pequeño.
Podemos ubicarlo como un marco teórico obligado en las corrientes
de aprendizajes contemporáneas.
También
contribuyó al entusiasmo de estas ideas: La investigación
científica acerca de las capacidades del recién nacido:
Tenemos a Fantz, Jerome Bruner, Brazelton. La ciencia nos abre una ventanita
para asomarnos al fascinante mundo del bebé. El bebé recién
nacido si ve, afoca y tiene preferencias visuales. Es capaz de aprendizaje
y condicionamiento desde el útero.
Dentro
de la corriente científica, con un enfoque maravillosamente integral,
tenemos a Berry Brazelton, pediatra norteamericano que a nuestro gusto
es una figura central, del que todavía tenemos mucho que aprender
y que en sí constituye un equilibrio al cual aspirar. Así
como la inglesa Pennelope Leach. Pensamos que pueden tener el título
de "Vacas Sagradas" del campo
.
A
esta corriente científica se suma la investigación más
reciente acerca de la Neurofisiología del cerebro. Que
inspiró los fascinantes artículos de divulgación
de las revistas Newsweek y Time del año de 97
.
Junto
con el retorno del interés de la estimulación prenatal.
El bebé es susceptible de aprendizaje y estimulación desde
el útero.
La
tesis de Daniel Goleman y Schapiro. Vienen a enriquecer las ideas
de la estimulación temprana. El cerebro también genera
rutas y conexiones virtuosas cuando el bebé recibe afecto, vive
en un ambiente coherente, que le enseña a ir desarrollando capacidad
de espera, tolerancia a la frustración, capacidades sociales,
perseverancia en las tareas y habilidad para reconocer y expresar sentimientos.
Goleman nos recuerda que un individuo que desarrolla parcialmente su
inteligencia analítica y es analfabeta afectivo, es infeliz y
no tiene tanto éxito en la vida.
Otro
autor que le ha dado un matiz al pensamiento del desarrollo de la inteligencia,
es Gardner, con su tesis de las Inteligencias múltiples,
dándole flexibilidad a la concepción de la inteligencia.
México
ha contribuido a esta corriente con investigadores como: El Dr.
Joaquín Cravioto, La psicóloga Carmen Naranjo y la
Maestra Susana Alardín, con su teoría y ejercicios
"multisensoriales" que operacionalizan con juegos sencillos,y
personalizados, a las etapas de Piaget.