Un desafio de politica educacional para la educación parvularia: formar niñ@s lectores de textos en el jardín infantil
INTRODUCCION
En este documento quiero presentar
algunas reflexiones sobre el tema de la continuidad o quiebre entre la
Educación Parvularia y la Educación Básica. Hago
estas reflexiones desde mi experiencia como investigadora, como docente
de educación superior durante muchos años y desde mi actual
cargo de Vicepresidenta Ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles.
Para desarrollar el tema en un primer
momento explicitaré el problema desde tres perspectivas; desde
de la tradición pedagógica fundante de cada uno de los niveles,
luego desde la perspectiva del currículum, para finalizar develando
la mirada de las docentes.
En un segundo momento, trataré
de hipotetizar respecto de por qué un fenómeno que siempre
ha existido, hoy pasa a adquirir relevancia.
En un tercer momento, mostraré
las diversas posiciones que existen entre las docentes respecto del tema
de la lectura y escritura en la Educación Parvularia
En un cuarto punto me adentraré
en los principios pedagógicos y criterios didácticos que
posibilitan a la Educación Parvularia adentrarse en la lectura
y escritura en el Jardín Infantil sin dejar de tener como centro
de su preocupación al niño, la niña, sus intereses,
necesidades y características.
El documento finaliza con propuestas
de acción para superar el quiebre, la discontinuidad o la llamada
desarticulación que se produce entre ambos niveles y que finalmente
perjudica a las niñas y a los niños.
I DESCOORDINACIÓN, DISCONTINUIDAD
ENTRE LA EDUCACION PARVULARIA Y LA EDUCACION BASICA: ¿Existe este fenómeno?
Inicio esta presentación afirmando
que a pesar de los grandes avances en la educación producto del
proceso de Reforma, aún existe descoordinación y discontinuidad
entre el nivel Parvulario y el Básico. Y afirmo también
que este fenómeno educativo no es casual.
Ambas afirmaciones las sustentaré
haciendo una reflexión sobre la base de tres aspectos:
Desde las tradiciones que sustentan a cada uno
de los niveles;
Desde el curriculum de cada uno de ellos y
Desde las percepciones que existen en los docentes
de cada nivel con respecto del otro.
Las Tradiciones que sustentan a
la Educación Parvularia y a la Educación Básica
Recordemos que la Educación
Parvularia chilena, así como la Latinoamericana, se fundamenta
en las tradiciones de la escuela Activa; en Agazzi, Montessori. Decroly,
y luego Dewey y Kilpatrick; estos son los autores que nutren nuestro nivel.
La tradición funda una Pedagogía que tiene como centro al
niño (paidocéntrica). Es a partir de su conocimiento y de
la comprensión de cada edad y cada niña y niño, que
el educador o educadora propone y realiza un trabajo pedagógico.
El juego ocupa un lugar especial en el aprendizaje; el interés
de los niños es el punto de partida desde el cual se planifica;
la libertad de los alumnos en cada actividad se pone en juego y se aprende
la autonomía, de tal forma que el aprender haciendo es uno de los
principios pedagógicos que sustentan toda nuestra forma de educar.
La Educación Básica
por su parte se basa en los postulados de Juan Federico Herbart y sus
seguidores como Francis Parker y Charles Mac Murray entre otros. Recordemos
que Herbart propugnó un sistema denominado "instrucción
educativa". enseñanza que se caracterizaba por una serie de situaciones
sucesivas bien reguladas por el maestro que permitían fortalecer
la inteligencia, y a través de la cual se creía que se lograba
desarrollar la voluntad y el carácter. Cada "lección" como
él la denominaba, se debía realizar a través de una
serie de fases o pasos bien establecidas. Podríamos decir que el
centro de la pedagogía que él propuso era el maestro y la
materia (logocéntrica).
En suma, las tradiciones que fundan
ambos niveles son no sólo diferentes sino que además antagónicas;
tenemos una tradición que pone como centro al niño, que
cree en el curriculum flexible, que plantea enseñar a partir del
interés del alumno, que propugna metodologías activas y
el otro nivel, el básico cuya tradición pone en el centro
al docente y la materia, donde la metodología la conforman fases
y etapas inflexibles, donde el que enseñar, el contenido, surge
de la decisión del profesor. Desde las tradiciones, no existe continuidad.
El Curriculum
Si analizamos los curricula de ambos
niveles (explicitado preferentemente a través de planes y programas)
podemos afirmar que existen grandes diferencias entre uno y otro nivel.
La concepción curricular fundante
del curriculum de la Educación Parvularia corresponde a una concepción
de curriculum como experiencia integrada y los programas corresponden
al tipo denominado de experiencia.
En el caso de la Educación
Básica, tradicionalmente los curricula han correspondido a la concepción
que se ha denominado de Racionalismo Académico, y sus Programas
los denominados de Listado de Materias o Contenidos. En este aspecto,
a través del proceso de Reforma Curricular realizado en la Educación
Básica chilena, esta concepción cambió, sin embargo,
aún muchos docentes, por el peso de la costumbre, desde el currículum
implícito se sigue trabajando desde esta concepción.
Podemos afirmar entonces, que las
concepciones curriculares y los tipos de programas de uno y otro nivel
son diametralmente opuestos respecto de sus objetivos, el tipo de organización
de los grupos, el tipo de metodologías pertinentes, los horarios,
etc. Y si bien en Chile y en otros países de América los
procesos de Reforma Curricular han acercado ambas concepciones, muchas
veces los docentes, siguen sustentando el uso del currículum explícito
desde sus concepciones curriculares tradicionales.
Las percepciones de las y los docentes
Si analizamos el fenómeno desde
esta perspectiva podemos observar descalificaciones mutuas. La profesora
de Educación Básica se queja de un nivel de Educación
Parvularia "que no prepara a los niños para el Primer año
de Educación Básica", que 'mal-enseña" a los alumnos/as
" mientras que las docentes del nivel Parvulario plantean que la Educación
Básica "escolariza". "destruye la creatividad", la "libre iniciativa'
'la individualidad". entre otras.
Más de una vez Asóciate
Educadoras de Párvulos hemos sufrido por nuestros alumnos y alumnas,
por nuestros hijos e hijas al descubrir que los niños y niñas
que con tanto esfuerzo formamos deben asistir irremediablemente a la escuela
básica "pobrecitos' decimos, "ya nos los van a cambiar'.
En suma, estos tres aspectos muestran
el problema de la discontinuidad desde lo más profundo de un nivel
educativo; sus tradiciones, curriculum y percepciones de quienes hacen
la docencia. Irremediablemente, surge la pregunta: ¿qué hacer?
y ¿cómo hacer para revertir esta situación?
II ¿DISCONTINUIDAD O QUIEBRE
SOCIAL?
Las tradiciones y el curriculum de
uno y a otro nivel han tenido siempre las características a través
de las cuales hemos analizado este fenómeno educativo, el de la
discontinuidad entre dos niveles de la educación. Por tanto, ha
existido siempre ¿cuáles son entonces las razones que explican
que un problema se transforme en tal sólo en los últimos
años?
La hipótesis es que la continuidad,
se transforma en quiebre en la medida que se parte del siguiente entendido
o implícito social: que ambos niveles deben apoyarse mutuamente.
Que la Educación Parvularia debe allanar el camino a la Educación
Básica en la formación de ciertas habilidades, conocimientos
y hábitos que la Educación Básica requiere para que
la enseñanza de la lectura y escritura se realice con mayor facilidad.
Para ejemplificar este implícito
social permítanme mostrar el siguiente hecho: en los últimos
añospara referirse al nivel que atiende a niñas
y niños menores de 6 años,se habla de la educación
prebásica o preescolar. Al recurrir a esta distinción, parece
entonces un nivel que viene antes de la básica, antes de la escuela
y cuya meta es la escuela, es la básica.
Frente a este modo de nombrar a la
Educación Infantil, surgen preguntas tales como: ¿Es qué
el nivel de Educación Parvularia no tiene sentido en sí
mismo? ¿es qué los niños de estas edades deben trabajar
sólo para lograr la meta de ser alumnos de la Educación
Básica?
Cuando se habla de quiebre, se
juzga a un nivel desde las necesidades del otro.
En una investigación de Johana
Filp realizada en 1988. no se constatan efectos de la
experiencia de jardín infantil
en el aprendizaje de la lectura en el primer año de Educación
Básica1. Esta investigación. que forma parte de una gran
corriente europea y americana de estudios sobre el tema, revela que la
Educación Parvularia puede tener un carácter socialmente
compensatorio. Sin embargo, en posteriores estudios, al aplicarse otras
metodologías de investigación y al evaluar otro conocimiento
no sólo el aprendizaje de materias y el desarrollo de ciertas habilidades
cognitivas postuladas por la Educación Básica, se demuestra
que el jardín infantil si tiene efectos e incluso a largo plazo.(Myers:
1994, Marcon: 1996, Berrueta y Clement .1994), Lockheed, Jamison y Law:1980
y Colclough:1980) En un reciente estudio realizado en Chile (Reveco y
Mella) respecto del impacto de la Educación Infantil en el 7° año
de Educación Primaria , se concluye que los niñ@s que asistieron
a Jardín Infantil tienen mejores aprendizajes en Castellano y Matemáticas.
Ahora bien, si desde la perspectiva
de la equidad en la formación de los niños más pobres,
los aportes del Jardín Infantil. del Curso. o de la Escuela de
Párvulos aparentemente no afecta directamente sus capacidades de
aprendizaje de lectura en Escuela Básica ¿quién está
en problemas, la Educación Parvularia o la Educación Básica?
Ese punto es el quiebre. Es un fenómeno más complejo que
la simple discontinuidad, pues tiene alta relevancia social.
III POSICIONES RESPECTO DE LA
PREPARACIÓN PARA LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA.
Es a partir del tema del aprendizaje
de la lectura y escritura de los niños de sectores pobres que el
quiebre entre la Educación Infantil y la Primaria se hace socialmente
relevante. Es la importancia de la lectura y escritura en la sociedad
actual y la dificultad que muchos niños pobres tienen para aprender
a leer y a escribir, lo que transforma una discontinuidad que siempre
ha existido en un problema de política social y educativa. Como
veremos más adelante la superación del quiebre sin embargo,
no está sólo en las políticas sino muy centralmente
en la pedagogía.
En la Educación Parvularia,
hay posiciones con respecto del tema, algunas de ellas, extremas. En este
evento quiero mostrarlas pues corresponden a posiciones generalizables
y que alguna vez, quienes estamos leyendo, las hemos asumido como propias.
Una primera posición consiste en negarse
a realizar cualquier actividad que se relacione con enseñar a
leer y a escribir; se argumenta que este no es el objetivo del nivel.
La postura, puede negar al extremo de no querer escuchar hablar sobre
el tema o discutir sobre él.
Una segunda posición, asume el desafío
de iniciar la enseñanza de la lectura y la escritura en el nivel,
realizando para ello, actividades denominadas de "apresto" u otras de
leer y escribir propiamente tal. Quienes asumen esta postura en general
argumentan que se ven obligadas a hacerlo dada la presión social
ejercida por padres y madres, o direcciones de los colegios. La enseñanza
de la lectura y la escritura la hacen "a la manera de la Educación
Primaria"
Si analizamos una y otra posición
podríamos afirmar que ni una ni otra es adecuada; la primera impide
profundizar sobre un tema para el cual las Educadoras de Párvulos
no siempre tuvimos una formación exhaustiva y la segunda lleva
a enfrentar un tema de la Pedagogía sin mayor reflexión
acerca de cómo el niño puede aprender a producir textos
orales y escritos desde una tradición de escuela activa.
IV PRODUCCIÓN DE TEXTOS
ORALES Y ESCRITOS
El desafío para el nivel, para
las profesionales del nivel, es aprender del tema hasta llegar a dominarlo.
Algunas preguntas orientadoras de ésta búsqueda podrían
ser: ¿Qué nos dice la investigación acerca de los procesos
que facilitan o dificultan la producción de textos orales y escritos?
¿Qué características tienen aquellos niños y niñas,
sus familias, su escuela que les ha permitido leer y escribir aparentemente
"solos, sin mediar un proceso educativo intencional al respecto? ¿Cómo
se enseña, cual es la didáctica que permite introducir a
los alumnos en el mundo letrado sin temores, sin frustraciones, sin imponerles
una actividad para la cual no están preparados? ¿Cómo los
niños y niñas pueden aprender a producir textos orales y
escritos; natural y activamente. como jugando, respetando sus ritmos e
intereses personales?
Algunos principios pedagógicos
En experiencias realizadas en Chile
con educadoras y profesoras básicas, basándonos en datos
aportados por la investigación con respecto del tema, trabajamos
en torno de los siguientes principios pedagógicos:
Principio de Actividad
Los niños y las niñas
aprenden a producir textos orales y escritos, haciéndolo. Leen
y escriben en la medida que tienen la oportunidad de hacerlo que existe
en el Jardín Infantil o escuela un ambiente y actividades que les
dan la oportunidad de producir textos.
Principio de Interés
Los párvulos producen textos
cuando están interesados en hacerlo. Este interés es individual,
es un proyecto personal que el niño quiere realizar. Le gusta un
determinado tema y por esa razón quiere leer o escribir sobre él.
Necesita saber lo que dice la tarjeta que el amigo le envió o el
cuento que tanto le gusta. El interés no es impuesto por el educador,
surge en el niño.
Principio de Comunidad
Los párvulos aprenden en la
interacción con otros niños y niñas, con los adultos,
en la familia y en la comunidad. En el trabajo conjunto, en el diálogo,
en las preguntas que se hacen y se responden, en los proyectos que asumen
en conjunto, etc.
Principio de Individualidad
Los niños Y las niñas
aunque tengan la misma edad, aunque sean parte de un mismo nivel aprenden
a ritmos distintos, dependiendo de su propia individualidad. Producir
textos, es una actividad que el nivel de Educación Parvularia intenciona
pero que cada niño la asume en forma diferente.
Principio de Afectividad
El niño o la niña se
interesarán por aprender en la medida que los adultos que enseñan
sean queridos por ellos y que manifiesten interés por el tema a
aprender. El afecto está presente en las relaciones educador(a)alumno(a),
en la relación niño(a)actividad en la relación educador(a)tema
y en la relación niño(a)-niño(a). Una educadora querida
por sus alumnos que mientras trabaja lee y escribe delante de ellos, que
goza con la lectura y que crea relaciones efectivas en la clase, será
una profesora efectiva en la 'enseñanza de leer y escribir".
Principio de Integralidad
Los alumnos y alumnas aprenden integralmente;
con todos sus sentidos, a través de actividades de todas las áreas
y en una relación holística con el medio y el conocimiento.
El lenguaje, los textos, deben estar presentes en la vida cotidiana de
niñas y niños en el jardín infantil y escuela. No
se aprende porque se les entregan materias o asignaturas especiales, sino
se aprende más fácilmente en actividades que les exijan
interactuar con diversos conocimientos y habilidades.
Desde estos principios y a partir
del dato aportado por innumerables investigaciones que muestran que los
niños aprenden a leer y a escribir 'naturalmente" cuando se dan
ciertas condiciones que podríamos considerarlas fácilmente
en el nivel, hemos considerado los siguientes criterios para una didáctica
dirigida al jardín Infantil y también para la Educación
Básica, principios que actualmente están presentes en la
Reforma Curricular de la Educación Básica.
En el jardín infantil y
en la Escuela debe darse un Ambiente Letrado
Cuando la vida del niño o niña
transcurre en un ambiente "letrado" es decir en un espacio donde libros,
revistas, etiquetas, periódicos y otros materiales escritos están
a su alcance.
Un Adulto Atento a los requerimientos
lectores y escritores del niño/a
Cuando los adultos responden permanentemente
las miles de preguntas que los niños hacen, incluyendo aquellas
que inquieren sobre el significado de lo escrito, sobre el cómo
se escribe, sobre lo que significan palabras, frases y textos.
Una familia que gusta de leer
Cuando seres queridos como los padres,
madres, hermanos, educadores leen frente a ellos y explicitan su amor
por leer y escribir.
Una familia que lee y cuenta cuentos
a sus hijas e hijos
Cuando los adultos les leen cuentos,
poesías u otros escritos de interés del niño.
Maestro y Familiares que leen ayudando
al niño/a a descubrir
Cuando al leerles se usa como recurso
pedagógico el leer y mostrar al unísono el lugar donde se
está leyendo. El niño, la niña va descubriendo individualmente
que aquello que la tía dice está contenido en determinados
lugares del texto; en cada letra, cada palabra, cada frase.
Niños y Niñas que
juegan a leer y a escribir
Cuando el niño se propone leer
o escribir pues desea descubrir lo que un texto dice o desea comunicar
algo a través de la escritura y el adulto se muestra interesado
por lo que el niño dice o garabatea, y le permite y apoya a jugar
a leer o a escribir.
Las niñas/os tienen acceso
a textos y a materiales para producirlos.
Cuando tiene acceso fácil y
libre a lápices, papeles y libros de tal forma de poder jugar a
escribir o a leer cuando él se interese.
Familiares y educadores que usan
la lengua en todas sus formas en la relación con los párvulos
Cuando los párvulos tienen
la posibilidad de conversar, discutir, argumentar, crear cuentos, poemas,
discursos o cualquier otro tipo de texto.
En suma, iniciar al párvulo
en la producción de textos, significa, que la Educación
Parvularia cree que los párvulos pueden adquirir estas destrezas,
y que el Jardín Infantil se compromete efectivamente a enseñárselas,
pero que esta actividad, la realiza desde sus propias tradiciones, de
escuela activa.
Desde esta nueva concepción
con respecto de la lectura y escritura, construir la continuidad con la
Educación Primaria significa entonces, que leste nivel educativo
debe reflexionar sobre las metodologías que usa, quizás
renunciar a los modelos tradicionales y la Educación Infantil deberá
crear en sus Jardines Infantiles condiciones para que el lenguaje oral
y escrito tenga un lugar permanente e importante que permita a niños
y niñas interactuar activamente con el lenguaje a partir de sus
intereses individuales, de sus proyectos personales y grupales
La continuidad entonces desafía
a ambos niveles, dándole a la Lengua Materna un espacio de importancia.
La Escuela y el Jardín Infantil deben demostrar a sus alumnos que
leer y escribir es entretenido, pues los traslada a mundos inimaginables
y es útil pues abre otras posibilidades de acción. Recordemos
la alegría de nuestros alumnos y alumnas cuando pudieron leer su
cuento favorito y escribir en esa Navidad la carta al Viejito Pascuero.
Deberemos acordar entonces que aprender
a escribir, no significa hacer planas y planas de palotes, letras o frases
sin sentido y leer no significa tampoco decodificar signos, sílabas
o palabras. Escribir y leer serán entonces actividades "naturales'
para niños y niñas, actividades que el niño se interesa
por realizar porque en el ambiente de la escuela hay textos que a él
le interesan y quiere descubrir lo que allí dice, quiere probar
a escribir sus propios textos.
El Jardín Infantil y la Escuela
Básica deberán generar, un ambiente donde exista lenguaje
escrito y donde el lenguaje oral se use en sus múltiples formas,
desafiando al niño a utilizarlo, a aprenderlo. El docente por su
parte, deberá sea capaz de apoyar a niños y niñas
en sus proyectos de producción y descubrimiento del significado
de los textos.
En la Educación Parvularia
debemos buscar, crear un curriculum que integre esta posibilidad al quehacer
cotidianos de los niños. Lo que hacemos ahora es escabullirnos
de un desafío que la investigación nos plantea. Un niño
o una niña que está interesado en saber lo que dice una
etiqueta, un libro o un aviso debe obtener respuestas de su educadora,
esta debe ser capaz de escucharlo y de responderle. El niño que
quiere a los 3 años aprender a escribir su nombre hay que escribírselo
y dejarlo que lo haga de lo contrario lo que estamos haciendo no es solo
no enseñar a leer y a escribir sino evitar, impedir que el niño
aprenda lo que necesita aprender
V ¿SE PUEDE PRODUCIR EL CAMBIO?
CUATRO PUNTOS PARA UNA ESTRATEGIA.
A fin de producir la tan esperado
continuidad que educadores y niños desean, quiero presentar cuatro
posibles acciones algunas de pedagogía y otras de política
educativa:
Primero, los docentes de ambos
niveles debemos reconocer el quiebre, reconocer que el problema existe.
Las Educadoras de Párvulos debemos evitar caer en el pecado de
omisión, al no favorecer este aprendizaje y las Profesoras de Educación
Primaria deberán evitar reproducir una y otra vez una forma de
enseñar que impide el aprendizaje.
Segundo, Los docentes de ambos
niveles debemos generar espacios de formación y reflexión
con respecto del tema. Espacios en donde se analicen investigaciones,
y experiencias donde las/os docentes de ambos niveles se pregunten y respondan
acerca de los logros y fracasos al enfrentar este tipo de enseñanza;
donde se lea, discuta, y diseñen currícula pertinentes.
Tercero, La familia, debe tener
la posibilidad de incorporarse a la tarea de enseñar. Los padres
y madres; hermanos y hermanas deben conocer que se enseña y como
se enseña, incluso en algo tan especializado como la lectura y
la escritura. La casa puede y debe ser un espacio importante de aprendizaje
de niños y niñas.
Y para terminar dos preguntas ¿Por
qué Educadoras de Párvulos y Profesoras de Educación
Primaria vamos a permitir que una barrera conceptual se transforma en
barrera institucional? ¿por qué el niño, por un día
más o menos es párvulo o es escolar?
Colegas, el desafío queda planteado,
en nuestras experiencias de trabajo con niños de jardín
infantil y de primaria, en sus caras alegres, encontraremos las fuerzas
para iniciar el cambio.
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