El recorrido del desarrollo de la primera a la segunda lengua escrita
El aprendizaje
del lenguaje es la base principal para la adquisición de habilidades
de lecto-escritura en los primeros años escolares. Es importante
saber cómo obtiene el niño la habilidad de expresarse o
comunicarse en un idioma, y además cómo aprende a leer y
escribir en ese idioma. Cuando un niño aprende en casa un idioma
que es diferente del idioma social, o emigra a un país en donde
el idioma principal es diferente del que se usa en su país natal,
tendrá que pasar por este proceso más de una vez. En este
artículo, se revisará el proceso por cual uno aprende su
primer idioma, con ayuda del hogar y de la escuela, y lo que ya sabemos
sobre el desarrollo de un segundo idioma. También se revisará
alguna información obtenida en el proyecto realizado en los Estados
Unidos del desarrollo de lenguaje y lecto-escritura durante la infancia
temprana con niños cuyo primer idioma es español (The Early
Childhood Study of Language and Literacy Development in Spanish-speaking
Children) (Tabors, Páez, & López, 2003). Por último
, se examinará el proceso de aprendizaje de lecto-escritura en
el primer y segundo idioma para niños empezando en un programa
escolar. Y se darán ejemplos de estrategias para maestros para
ayudar a niños bilingües en la adquisición de su nuevo
idioma.
El Desarrollo de Lenguaje
El desarrollo de lenguaje es importante
por varias razones. En nuestro mundo es necesario entender y usar el lenguaje
para poder saber lo que está pasando a nuestro alrededor. También
necesitamos usar el lenguaje para poder establecer relaciones sociales
con los demás. Antes de aprender a leer en un idioma es esencial
entender las funciones del idioma, por ejemplo obtener una facilidad en
comunicarse oralmente.
Hay una gran cantidad de investigaciones
actualizadas sobre el proceso de desarrollo de destrezas en el lenguaje,
incluyendo su adquisición, y el papel que juega en el desarrollo
de la lecto-escritura (por ejemplo: Whitehurst & Lonigan, 1998; Snow,
Burns, & Griffin, 1998). Cuando un niño empieza a adquirir
palabras en un idioma entonces puede empezar a darle forma a un concepto
(Whitehurst & Lonigan, 1998). El niño ahora puede expresar
sus ideas, y obtener un conocimiento más avanzado, no sólo
sobre objetos concretos, pero también sobre imágenes abstractas.
Pero en su esfuerzo para comunicar sus ideas, tendrá que seguir
una serie de reglas puestas en práctica, y variables dependiendo
del idioma que uno aprenda (Speece, Roth, & Cooper, 1999). Estas reglas
incluyen la semántica, el conocimiento de palabras y su sentido,
sintaxis, reglas sobre la propia estructura de una oración, metalingüística,
el proceso cerebral en la comprensión de lenguaje, y discurso narrativo,
la habilidad para participar en una extensa discusión por medio
de unir una serie de oraciones. Aunque estas reglas juegan funciones importantes
en la evolución de lenguaje, se ha demostrado que tener un vocabulario
extenso es la destreza más importante en el proceso de aprender
a leer (Wagner et al., 1997). Las destrezas relacionadas con lenguaje
aprendidas durante los primeros años forman la base para la evolución
de lecto-escritura en el futuro (Chaney, 1994).
Los niños pequeños siempre
están aprendiendo y captando de sus alrededores. Aprenden a hablar
y a usar el lenguaje en maneras apropiadas en casa, con sus familiares.
Así que la familia juega un papel principal en el desarrollo temprano
del lenguaje. Este proceso es evolutivo y la adquisición de vocabulario
en los primeros cinco años es muy intensa, con el niño aprendiendo
cerca de ocho mil palabras durante esta época. Durante este tiempo
el niño capta información simultáneamente sobre cinco
sistemas diferentes relacionados al lenguaje. Estos cinco sistemas incluyen:
fonología, vocabulario, gramática, discurso, y sistema pragmático.
Fonología.
La Fonología se refiere a los sonidos
del idioma. Cada idioma tiene un sistema fonológico hecho de diferentes
sonidos y combinaciones de sonidos. Los niños nacen con un sistema
fonológico que incluye todos los sonidos posibles. Al empezar a
distinguir los sonidos del idioma natal pierde esos sonidos que no están
en uso, solo desarrollando un sistema fonológico avanzado en su
idioma. Si un niño está expuesto a más de un idioma
durante esta etapa mantiene el sistema fonológico de esos idiomas
también, facilitando su aprendizaje de estos idiomas sin acento.
El niño empieza a desarrollar su fonología usando sonidos
básicos y jugando con los sonidos a través de rimas y trabalenguas.
Estas destrezas facilitan la enseñanza de ortografía cuando
los niños empiecen a escribir. Ya tienen un sentido de los sonidos
en el idioma y enseguida que conozcan las letras que pertenecen a ese
sonido, podrán empezar a escribir. Esta transición es un
poco más fácil en idiomas, como el español, que tienen
una ortografía transparente (Borzone de Manrique & Signorini,
1994). En idiomas como el inglés el proceso es un poco más
complicado al haber una serie de reglas sobre la ubicación de los
de sonidos en las palabras.
Vocabulario.
El Vocabulario, las palabras que forman
el idioma, mencionado anteriormente, es el sistema más importante
en el aprendizaje de lectura. El vocabulario a su nivel más básico
ayuda a los niños a desarrollar su conocimiento sobre los conceptos.
El vocabulario se obtiene durante conversaciones. Las familias que conversen
con sus hijos, les lean cuentos, y los introduzcan a diferentes tipos
de libros y actividades tendrán niños con un vocabulario
más extenso. Este vocabulario ayudará a los niños
a reconocer las palabras que están leyendo y comprender las ideas
presentadas en el texto. Los niños que entren a la escuela con
deficiencia en su vocabulario tendrán más dificultades en
aprender a leer. La mayoría de las veces las destrezas en vocabulario
con las que los niños entran en un programa escolar son las mismas
cuando salen de ese programa (Páez, Tabors, & López,
under review). Usualmente el maestro se centra en la evolución
de la lecto-escritura, prestándole poca atención a las habilidades
orales, aunque estas destrezas dirijan la facilidad con que el niño
obtiene sus destrezas de lecto-escritura.
Gramática.
La gramática se compone de una serie
de reglas sobre la ubicación de las palabras en una oración.
Estas reglas establecen la estructura de un idioma. Es común que
niños pequeños obtengan estas reglas al escuchar a los demás.
Prestándole atención a la formación de oraciones
cuando se les habla pueden determinar la secuencia apropiada de las palabras
en una oración. Por ejemplo, el adjetivo viene después del
nombre en español (Ej. La casa azul). En inglés, el adjetivo
viene antes del nombre (Ej. The blue house). Los niños aprenden
la colocación apropiada de los diferentes tipos de palabras para
su idioma. Esto se enseña también cuando el niño
empieza en la escuela. Estos conocimientos de gramática ayudan
a los niños cuando están componiendo materiales escritos.
Las mismas reglas se aplican para las oraciones dichas y escritas con
respecto a la gramática. La dificultad se presenta cuando el niño
está aprendiendo un segundo idioma. Es común que el niño
use sus conocimientos en el primer idioma para formar una oración
en el segundo idioma, generalizando la regla para el segundo idioma. Por
ejemplo un niño que hablé inglés y esté aprendiendo
español puede decir “La azul casa” en vez de “La
casa azul” ya que en inglés el adjetivo precede el nombre.
Discurso.
El cuarto sistema de lenguaje en que
el niño capta información y aprende cómo expresarse
es el discurso. Este sistema es un nivel más complicado que la
formación de oraciones. El niño desarrolla el lenguaje,
primero vocalizando sonidos, después palabras, hasta poder juntar
palabras para crear oraciones. Cuando el niño ha obtenido más
vocabulario puede entonces usar una serie de oraciones para comunicarse
con sus familiares. Esta habilidad de unir oraciones para crear un cuento,
discutir un tema, o explicar cómo funciona algo se considera discurso.
En esta etapa, el niño ya se puede comunicar con todos en sus alrededores
y participar en conversaciones y discusiones con el propósito de
aprender, o solo para hacer saber lo que está pensando. Esta habilidad
facilita la comprensión en la lecto-escritura al reconocer el discurso
en la lectura, y también facilitando el uso del discurso en materiales
escritos por el niño.
Sistema Pragmático.
El sistema pragmático se refiere
a las reglas para comunicarse apropiadamente dependiendo en las circunstancias
y la audiencia. Se presentan diferencias en terminología, tema,
y formalidad dependiendo de la persona o personas con quien se esté
hablando. Al desarrollar las habilidades en el discurso también
se desarrolla un entendimiento sobre las reglas sociales del habla. Estas
reglas incluyen hablarle a una persona de autoridad de una manera más
formal de la que le hablarías a un amigo. También incluye
la cantidad de información que se le debe de dar a la persona con
quien uno esté hablando. Si se sabe que la persona no conoce el
tema, se le debe de dar más información para introducirle
en el tema antes de empezar el discurso. Estas reglas pueden aplicarse
a la escritura, en que se debe de conocer la audiencia que va a leer el
escrito para poder guiar el documento hacía esas personas. Estas
reglas son constantes en el lenguaje, así que al entender estas
reglas se pueden generalizar a un nuevo idioma. Lo único que varía
es el uso de modos formales e informales en el idioma.
El hogar y la escuela.
Las investigaciones sobre la relación
del desarrollo del lenguaje y la lecto-escritura durante los años
preescolares con las habilidades desarrolladas en la casa y en la escuela
formal han indicado algunos factores necesarios para promover este desarrollo
(Dickinson & Tabors, 2001). Hay tres factores del hogar relacionados
al desarrollo de lenguaje en niños monolingües: el discurso
extendido, la introducción de nuevas palabras, y el apoyo a la
lecto-escritura en el hogar. El discurso extendido se refiere al tipo
de lenguaje que remueve a los ponentes del contexto actual. Las conversaciones
pueden incluir eventos que ya han pasado o que se actualizarán
en un futuro. También se incluye el uso de inferencias, predicciones,
evaluaciones, o explicaciones en el contexto de la conversación.
Estos discursos pueden ocurrir mientras se lea juntos un libro, se juegue
a la fantasía, o hasta en conversaciones durante la cena. Estos
instantes también sirven para presentar nuevas palabras a los niños.
La infancia es una etapa intensa para la
adquirisición de vocabulario. Los niños aprenden nuevas
palabras escuchando las conversaciones entre otros, además de participar
en conversaciones con familiares y otros adultos. Durante estas conversaciones
a los niños se les presentan nuevas palabras y aprenden el sentido
de la palabra por medio del contexto en que se usa. Además de participar
en conversaciones con los hijos, los padres deben de fomentar en sus hijos
el amor a los libros. Desde recién nacidos deben de compartir libros
apropiados con sus hijos, leyéndoles el cuento, y también
poniéndo énfasis en los dibujos para ilustrar el cuento.
El compartir libros debe de ser una actividad común y agradable
en la familia y no una rutina rígida. Los niños deben de
tener libros a su alcance para poder hojear y leer en fantasía.
Estos métodos ayudan a que el niño adquiera una actitud
positiva hacia la lectura y quiera aprender a leer.
Investigaciones similares con niños
bilingües en los Estados Unidos han encontrado diferentes factores
familiares que influyen en el mantenimiento del primer idioma y el aprendizaje
del segundo idioma (López, en revisión). Resulta que los
niños que consiguieron mejores logros en su primer idioma, el español,
eran los que hacía poco que habían emigrado a los Estados
Unidos. Los niños con padres recientemente llegados, y cuyas madres
no tenían confianza en sus habilidades en inglés lograron
mejores notas en nuestras evaluaciones en español. El único
otro factor que influyó en estos resultados es si al niño
se le estaba leyendo en español en casa. Los factores familiares
que influyeron en el dominio de los niños de su segundo idioma,
el idioma social, inglés, fueron la cantidad de libros en inglés
que había en la casa, la frecuencia con que se llen esos libros
con el niño, y el factor más importante, el vocabulario
de la madre en inglés. Estos resultados indican que los niños
mejoran más en sus habilidades de lenguaje y lecto-escritura en
el idioma al que estén más expuestos en casa. Si los dos
idiomas son usados en casa, o se limita un idioma a la casa y el segundo
idioma a la escuela, los niños pueden obtener habilidades iguales
en los dos idiomas.
Además de la influencia de la casa
en las habilidades de los niños monolingües, la escuela tiene
un gran impacto en el mantenimiento y desarrollo de lenguaje y principalmente
de la lecto-escritura. Tres factores evidentes en aulas de preescolar
que influyen en el desarrollo de estas habilidades incluyen el discurso
extendido facilitado por el maestro, el plan de aprendizaje organizado
por el maestro, y el uso de nuevas palabras (Dickinson & Tabors, 2001).
Dos de estos factores, discurso extendido y vocabulario, corresponden
también a los factores familiares. El maestro debe de usar estrategias
para extender el discurso de los niños individualmente. Por ejemplo,
tener una conversación con el niño en cual ella le presta
su atención absoluta y escucha lo que tiene que decir el niño,
añadiéndole sus comentarios. También, el maestro
debe usar estrategias para extender el discurso de los niños cuando
trabaja con todo el grupo. Estas estrategias incluyen el tener conversaciones
analíticas con ellos sobre el libro que están leyendo, y
tener conversaciones sobre las experiencias de los niños. Es importante
dejar que los niños se expresen, y darles varias oportunidades
durante el día para que ellos puedan expresar sus ideas, por ejemplo
contando lo que hicieron durante el fin de semana.
Se conocen varias verdades sobre el desarrollo
del lenguaje. La adquisición del lenguaje ocurre en la etapa temprana
del desarrollo del niño en contextos comunicativos de importancia
para él. El aprendizaje del lenguaje se compone de muchas habilidades
incluyendo el discurso y el vocabulario. La lecto-escritura es una habilidad
que depende enormemente del desarrollo del lenguaje y las habilidades
correspondientes a ese desarrollo.
El Desarrollo de Un Segundo Idioma.
El proceso de adquisición de la lecto-escritura
es similar en español e inglés (Durgunoglu, 1998). En cuanto
a la fonología, aunque en inglés hay más sonidos
vocales, el sistema fonológico en que las palabras están
divididas en sílabas, sonidos de principio y de final, y en fonemas
es igual para los dos idiomas (Jiménez González & Haro
García, 1995). El aspecto más similar de los dos idiomas
es su estructura silábica, aunque esta estructura es más
firme en español, al contener la mayoría de las palabras
varias sílabas. Así que en español sería más
fácil separar palabras por sílabas, mientras en inglés
es más fácil separar palabras por fonema. Borzone de Manrique
y Signorini (1998) también encontraron que para los niños
que hablan español es más fácil escribir una palabra
que separarla en sonidos. Esto resulta de la transparente ortografía
evidente en el idioma. Al empezar a asociar sonidos con letras, el niño
puede entonces deletrear la palabra sin mucha dificultad en español.
El proceso para que niños obtengan
un segundo idioma pasa por varias etapas (Tabors, 1997). Primero, empiezan
a usar su idioma natal en aquellos lugares en donde predomina el segundo
idioma. Al darse cuenta que no se entienden con los demás, empieza
una etapa no verbal. Se comunican llamando la atención de otras
maneras, pidiendo, protestando, y bromeando. Muchas veces este tipo de
comportamiento provoca que al niño lo regañen. Pero en realidad,
es su única forma de comunicación. También durante
esta temporada están a la expectativa, tratando de obtener información
sobre cómo actuar y qué decir en cada instante. Puede ser
que hasta traten de practicar, a veces refunfuñando con ellos mismos.
Empiezan a experimentar con los sonidos, tratando de imitar el ritmo y
tono del idioma, mientras desarrollan habilidades receptivas en el nuevo
idioma. Las habilidades receptivas son más fáciles de adquirir
que las habilidades expresivas. Al aprender algunas palabras, el niño
pasa por el mismo proceso de habla que pasó con su primer idioma.
Empieza primero a usar una palabra y después varias palabras de
forma telegráfica para expresar un pensamiento, hasta que por fin
llega a un nivel más alto de producción al adquirir el vocabulario
y las reglas del idioma.
El hogar y la escuela.
Es importante que la escuela trabaje junto
con los padres para obtener resultados favorables en el desarrollo de
lenguaje y lecto-escritura, en el idioma natal y en el segundo idioma.
Los padres deben de decidir si es importante para ellos que su hijo mantenga
su idioma natal. Deben de tomar esta decisión por razones familiares
y no por lo que han oído sobre el aprendizaje de lenguaje. Se le
debe confirmar que hablar el idioma natal no le creará un conflicto
con el aprendizaje del nuevo idioma. De hecho, puede ayudarlo más
de lo que le lastima. Si deciden que es importante que su hijo mantenga
su idioma natal, entonces tendrán que pensar en estrategias para
lograr que esto ocurra. Es común que un niño en estas circunstancias
decida que sólo va a hablar el idioma social abandonando su idioma
natal. El niño toma esta decisión porque, claro, es más
fácil aprender sólo un idioma que tener que aprender dos,
y saber cuando y donde debe de usar cada uno de sus idiomas. Los padres
deben de estar conscientes de que esto va a ocurrir, y establecer reglas
para tratar de evitar que ocurra. Deben de tener estrategias preparadas
antes que ocurra y otras, nuevas en mente por si ocurre.
El mantenimiento del idioma natal para los
niños pequeños es importante en el desarrollo del segundo
idioma. Si los niños hablan el mismo idioma que sus padres, entonces
hay la oportunidad de tener conversaciones a un nivel más alto
con ellos en ese idioma. Los niños pueden aprender a contar cuentos,
explicar sus sentimientos, y formular opiniones. Estas son habilidades
que después se pueden transferir al segundo idioma. También
están aprendiendo que todo se puede describir con palabras. Cada
palabra se refiere a un concepto. Es importante tener una palabra que
describa un objeto. Entonces el niño puede averiguar el nombre
para ese concepto en su segundo idioma. Esta idea, que un objeto tiene
diferentes nombre en cada idioma, ayuda al niño a tener una mejor
comprensión sobre el lenguaje.
En la escuela, el aula es más efectiva
para los niños que están aprendiendo el idioma del aula
si el maestro tiene en mente varias estrategias. Es importante mantener
estructuras y rutinas consistentes. Así el niño aprende
cómo se hacen las cosas en esa aula, y puede prestar atención
al aprendizaje, en vez de estar mirando a ver lo que están haciendo
los compañeros. El maestro debe de darle el mayor énfasis
posible al lenguaje. Se deben de incluir diferentes métodos de
comunicación, y además de que el maestro hable, debe darle
oportunidad a los estudiantes de que hablen también. El maestro
debe facilitar una discusión que incorpore todos los niveles representados
en la clase. Así los niños que ya hablan el idioma entienden,
y también se ayuda a los que no hablan el idioma a que aprendan.
Lo más importante es que el plan de aprendizaje tome en cuenta
a los niños que están aprendiendo el idioma, y que esté
presentado de una manera que apoye la participación de estos niños
en las actividades del aula.
El proyecto de la infancia temprana.
El proyecto del desarrollo de lenguaje y
lecto-escritura durante la infancia temprana con niños cuyo primer
idioma es el español (The Early Childhood Study of Language and
Literacy Development in Spanish-speaking Children) (Tabors, Páez,
& López, 2003) actualizado en los Estados Unidos está
siguiendo el progreso de 350 niños hispanos viviendo en los Estados
Unidos desde que entran a un programa preescolar a los cuatro años
hasta terminar el segundo curso, a los ocho años. El propósito
del proyecto es entender cómo desarrollan estos niños sus
destrezas de lenguaje y lecto-escritura en español e inglés
viviendo en los Estados Unidos. También se está siguiendo
a un grupo comparativo de 150 niños en Puerto Rico, para poder
entender el desarrollo de estas destrezas en español, en una comunidad
que solo funciona y aprende en español. Además de identificar
sus habilidades en inglés y en español cuando entran a la
escuela, este proyecto nos está dando una idea de los factores
familiares y escolares que influyen en el desarrollo de lenguaje y la
lecto-escritura para estos niños.
Los factores familiares tienen el impacto
más significtivo cuando los niños son pequeños y
no han empezado a ir a la escuela. Es importante entender la situación
de la familia y las experiencias del niño al determinar sus habilidades
y la manera más efectiva de ayudarle. En el proyecto de la infancia
temprana entrevistamos a las familias por teléfono sobre las actividades
de lecto-escritura que se ponían en práctica en casa, además
de información sobre su ingreso, su país natal, y el uso
del español e inglés en casa. Comparamos estas respuestas
a las notas de los niños en las evaluaciones al principio del año
en preescolar.
Encontramos que ciertos factores familiares
influyen en las habilidades de los niños con respecto al vocabulario.
Los niños que nacieron fuera de los Estados Unidos o en Puerto
Rico, niños en casas en donde se les lee en español, y niños
que usan y están expuestos al español en casa obtienen mejores
notas en el test de vocabulario en español. En inglés, los
factores importantes incluyen el que haya pocas personas viviendo en casa,
ingresos más altos, que el niño haya asistido a un programa
preescolar el año anterior, y que el niño use y esté
expuesto al inglés en la casa. Estos factores influyen en las notas
en el test de vocabulario en inglés.
Aparte de los factores familiares que hemos
visto que forman parte del desarrollo de lenguaje en estos niños,
también hemos identificado las habilidades de niños de familias
con bajos ingresos y descendencia hispana en los Estados Unidos. Estos
niños, en promedio, están funcionando a un nivel mucho más
bajo de lo esperado para niños monolingües, para los que se
diseñó la prueba. Aunque hay mucha variedad en las habilidades
de los niños en las diferentes pruebas en los dos idiomas, por
lo general no están funcionando al nivel de sus compañeros
monolingües.
Hay que tener en cuenta que estos niños
están viviendo diferentes experiencias que sus compañeros,
y están tratando de captar dos sistemas diferentes de lenguaje.
Es importante entonces observar a los niños bilingües en sus
dos idiomas (Oller & Pearson, 2002). Por ejemplo, en vocabulario,
los niños bilingües tienen un grupo de palabras que se saben
en su idioma natal y un grupo de palabras que se saben en el segundo idioma.
Sumando estas dos cantidades puede ser que estos niños tengan un
vocabulario igual o más extenso que el niño monolingüe.
Estrategias para promover el desarrollo.
Para asegurar que estos niños entran
a la escuela con destrezas de lenguaje y lecto-escritura ya desarrolladas,
se deben crear experiencias en casa para promover estas destrezas. Algunas
estrategias para promover estas destrezas incluyen el leer con el niño
en casa, compartiendo un libro en el idioma natal, sin importar en qué
idioma esté escrito el libro. Aunque el libro esté escrito
en un idioma que no entiendan los padres, deben de usar las ilustraciones
para seguir la historia. Esta estrategia ayuda al niño a aprender
sobre libros y a oír vocabulario en su idioma natal. También
es importante enseñarle a los niños que las habilidades
de lecto-escritura son necesarias diariamente. Se puede facilitar esta
idea leyendo juntos las instrucciones para un juego, recetas para la cena,
o escribiendo juntos la lista de la compraantes de ir a la tienda.
Sobre todo es importante que los padres
hablen con sus hijos y tengan conversaciones con ellos. Todos estos ejercicios
se pueden hacer en el idioma natal, comunicándole al niño
la importancia del lenguaje y la lecto-escritura en cualquier idioma.
En realidad, es mejor que ocurran estas actividades en el idioma en que
los padres se sientan más cómodo. Así están
seguros de ellos mismos y pueden dar esta seguridad a sus hijos. Todas
las habilidades que los niños desarrollen durante este tiempo les
servirás como base cuando aprendan su segundo idioma en la escuela.
También se debe incluir el
idioma natal de los niños en la escuela. Esto hace sentir a los
niños que tienen su lugar en la clase. Cuando están hablando
sobre ese idioma ellos son los expertos y les da confianza en su idioma
y su cultura. También favorece a los otros niños, que pueden
aprender sobre diferentes idiomas y culturas. Esta discusión sobre
el lenguaje, usando los niños como ejemplos, ayuda a que todos
los niños obtengan un entendimiento metalingüístico
sobre el lenguaje. Ejemplos de como incorporar diferentes idiomas en el
plan de aprendizaje incluyen el preguntar cómo se dice cierta palabra
en cada idioma. Así, se pueden comparar las diferentes palabras
para un solo concepto. También se puede invitar a los padres al
aula para que lean un libro en su idioma y hablen un poco sobre su cultura,
las tradiciones, y las comidas típicas.
El Desarrollo de la Lecto-Escritura
Los cimientos de la lecto-escritura se establecen
mediante cinco habilidades. Estas habilidades incluyen el conocimiento
del alfabeto, el conocimiento sobre fonología, la mecánica
del uso de libros y de textos, vocabulario, y discurso. El conocimiento
del alfabeto y de la fonología ayudan a que los niños se
concentren en los sonidos y símbolos del idioma. Los niños
bilingües pueden comparar el alfabeto de su idioma natal con el alfabeto
del nuevo idioma. También se pueden comparar alfabetos con diferentes
sistemas escritos, como el arábe, el chino, y el español.
Para enseñar fonología es necesario hablar sobre los sonidos
que corresponden a cada letra, y cómo suenan estos sonidos cuando
componen en una palabra. Se puede comparar los sonidos en diferentes idiomas,
enseñando que los sonidos unidos crean una palabra en todos los
idiomas, aunque varíen los sonidos en cada idioma. Se pueden incorporar
actividades comparando los sonidos de diferentes idiomas.
Las comparaciones entre diferentes idiomas
pueden surgir también cuando presentamos textos y libros. Los maestros
le enseñan a los niños las mecánicas del libro, incluyendo
cual es la portada, quien es el autor, se lee de izquierda a derecha,
de arriba a abajo. El tener libros escritos en otros idiomas ayuda a los
niños a ver cómo funciona el texto escrito en otros idiomas.
Por ejemplo, se escribe de abajo hacía arriba o de derecha a izquierda.
Un libro traducido a otro idioma se puede comparar a ver que tan similar
y que tan diferente es del original.
El vocabulario, como hemos mencionado anteriormente,
es crucial en el desarrollo de la lecto-escritura (Snow, Burns, &
Griffin, 1998). Los niños tienen que seguir aprendiendo nuevas
palabras cuando llegan a la escuela. Es importante presentarles nuevas
palabras diariamente. Se necesita muchas palabras diferentes para poder
hablar, leer, y escribir en un idioma. Como se ha dicho antes, se le puede
enseñar al niño que un objeto tiene diferentes nombres dependiendo
del idioma que esté usando. Hasta en el mismo idioma, en diferentes
regiones, se usan palabras diferentes para el mismo concepto. Si el niño
ya sabe el nombre de un concepto en un idioma, puede relacionar ese nombre
con el nombre en el nuevo idioma.
Por último, los maestros deben de
incorporar actividades con narraciones para que los niños puedan
contar cuentos, explicar la función de algo, o crear un mundo lleno
de fantasía. Estas actividades requieren que el niño desarrolle
sus habilidades orales y escritas. Se debe animar a los niños que
están aprendiendo el idioma a que empiecen usando su idioma natal,
y cuando ya estén cómodos con la actividad, que empiecen
a usar el nuevo idioma.
Lo más importante a tener en cuenta
cuando se está trabajando con un niño que tiene dos idiomas
es que hay que empezar despacio. Poco a poco se deben añadir nuevos
componentes al plan de aprendizaje relacionados al desarrollo de las habilidades
de estos niños. No se puede hacer sólo en el aula. Hay que
animar a los padres a que participen en la educación de los niños
y en el mantenimiento de su idioma natal. Aunque no haya ningún
niño pasando por este proceso en su clase, es importante introducirle
estos conceptos metalingüísticos a los estudiantes de todas
maneras.
El proceso de adquisición de
destrezas de lenguaje y lecto-escritura es muy similar para el primer
y segundo idioma. Hay ciertos sistemas que se tienen que aprender y ciertos
factores que influyen en la rapidez con que se adquieren. Los niños
que ya han dominado su primer idioma tienen la ventaja de poder usar este
conocimiento en el aprendizaje del segundo. Se debe de facilitar este
aprendizaje construyendo un puente entre el primer y el segundo idioma.
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