Es un placer para mí el estar hoy en
Córdoba como conferenciante. Me siento honrada por su invitación
y por la oportunidad de compartir información con ustedes sobre "la
colaboración entre padres y profesores" y para aprender más
sobre la educación temprana en España y en otros países
europeos. Mis primeras experiencias como profesora del programa "Head Start"
y como profesora de educación infantil incluyeron colaboradores en
las aulas y alguna de mis primeras investigaciones fue sobre la participación
de los padres en el jardín de infancia. Hoy voy a hablar sobre esta
colaboración entre padres y profesores en los programas de educación
temprana. Me voy a referir al contexto norteamericano actual en general
y les pido que consideren estas ideas y decidan cuales de estas premisas,
líneas de actuación y prácticas son apropiadas para
sus propios programas.
Antes
de empezar voy a mostrarles un mapa de los Estados Unidos para enseñarles
donde vivo. Aquí vemos los Estados Unidos y este estado, Iowa,
es donde vivo. Está en la zona del medio oeste, en lo que llamamos
las praderas. Mi ciudad se llama Ames, y en ella se encuentra la Universidad
Estatal de Iowa. Mi universidad tiene 25,000 estudiantes y es uno de los
62 centros de investigación más grandes del país.
Está construida sobre terrenos donados por el gobierno del país.
Tenemos un programa de doctorado bastante importante con un buen número
de estudiantes extranjeros, de Europa y de Asia. La Escuela Laboratorio
de Desarrollo Infantil de la que soy directora acoge a 110 niños
entre 3 y 12 años de edad. El 30% de estos niños son de
familias de escasos recursos y el 25% de ellos utilizan el inglés
como su segunda lengua (muchas de estas familias esperan volver a sus
países de origen). Ahora, vamos a empezar a hablar del rol de los
padres.
El rol de los padres
No puede dudarse que los padres
tienen un papel fundamental y primario en el crecimiento y desarrollo
de sus hijos. Está claro que la vida familiar afecta cada aspecto
del desarrollo del niño (Hohmann & Weikart, 1995). Cuando el
niño deja el entorno familiar para asistir a un programa de educación
temprana en un centro, es importante que los padres y profesores se unan
para ayudar al niño en su transición del hogar al programa
de grupo y a pasar de la cultura del hogar a la escolar. Queremos que
los niños sepan quiénes son, de acuerdo con las definiciones
de la cultura de su familia y su hogar y expresadas a través de
su idioma o dialecto, costumbres, actitudes y conductas. La teoría
ecológica de Bronfenbrenner (1979) nos dice que el desarrollo es
mayor para aquellos niños que participan en entornos domésticos
y escolares caracterizados por la interacción frecuente entre el
hogar y la escuela, con intercambio de información entre ambos
entornos pero siempre bajo el supuesto de que estas interconexiones sirven
de apoyo tanto al profesor como a los padres en sus respectivos entornos
(218).
Como educadores infantiles, debemos
ayudar al niño y a su familia en la transición del hogar
al centro por que el niño se desarrolla mejor en un clima de apoyo
tanto en el hogar como en la escuela (Hohmann & Weikart, 1995). Un
entorno escolar que permita la participación de los padres "se
caracteriza por el control compartido entre los niños y los adultos,
centrado en los puntos fuertes de los niños y las familias y en
la autenticidad por parte de los adultos" (p.72).
El control compartido entre niños
y adultos significa que el profesor de educación infantil dará
oportunidad a que los niños resuelvan sus propios problemas, expongan
sus propias ideas y expresen sus sentimientos sin que el profesor "les
de todas las respuestas" o tenga "la decisión última" en
todas las situaciones de la clase. Aún más importante, a
los niños se les valora por sus propias ideas, sentimientos y maneras
de hacer las cosas.
El centrarse en los puntos fuertes
de los niños y sus familias requiere que el profesor de educación
infantil sea paciente, no juzgue y aprenda de las circunstancias vitales
de las familias y de los demás. Establecer relaciones con las familias
toma mucho trabajo y tiempo, como cualquier otra relación. Pero
una vez que empezamos a ver y a valorar los puntos fuertes de los demás,
sus experiencias particulares o sus puntos de vista o sus aportaciones
y compartimos nuestro aprecio con ellos y los demás, otras personas
empezarán a verlos también de forma más positiva
y se presentará la oportunidad de ínter relacionarse de
forma más armónica. ¿Recuerdan como nos sentimos cuando
alguien nos dice algún cumplido sobre algo especial nuestro? Los
niños y padres se sienten de la misma manera.
Al considerar a cada niño
como competente y asumir que cada niño tendrá éxito
"establecemos las bases" para que ocurran cosas buenas con esos niños
y sus familias. Los padres responden bien a las actitudes positivas y
a las acciones de los profesores y los demás hacia sus niños
y su situación familiar. Al compartir nuestras observaciones sobre
los intereses de los niños y sus logros, estamos llevando nuestras
relaciones con los padres de una forma positiva. Los padres se interesan
más por sus hijos cuando los profesores les comentamos las cosas
buenas que están haciendo sus hijos y la influencia positiva que
los padres tienen sobre el progreso de sus hijos. Algunos padres necesitarán
ayuda especial para reconocer los puntos fuertes y logros de sus hijos.
La autenticidad requiere que demostremos
genuino interés por los padres y las familias, escuchando con cuidado
y respeto lo que nos dicen, aceptando su idioma y su forma de hablar tanto
como las experiencias que están compartiendo con nosotros. Los
padres buscan retroalimentación específica así que
tenemos que ser cuidadosos y evitar usar terminología profesional
o expresiones vacías. Les ayudan mucho las sugerencias específicas
y debemos responder con atención y honestidad a sus preguntas sobre
el niño y su programa, Es importante que hagamos preguntas honestas
y respondamos clara y honestamente a sus preguntas, Cuando el niño
está teniendo problemas, es importante trabajar con los padres
para resolver los problemas de disciplina tanto en el hogar como en la
escuela. Como profesores no tenemos que tener respuestas para todo. El
solucionar los problemas con los padres los involucra, da valor a sus
ideas y nos ayuda a encontrar juntos estrategias apropiadas.
Características de los padres
Antes de seguir adelante, vamos
a considerar la naturaleza de los padres de nuestros alumnos. El término
padre tiene muchas imágenes y significados en nuestro mundo actual,
porque las estructuras familiares están cambiando. Hay muchos cambios
en la vida diaria y de trabajo conforme nos acercamos al siglo XXI. En
los Estados Unidos, cuando hablamos de padres podemos referirnos a hogares
con un solo padre, de distintas culturas, de una minoría étnica,
con estilos de vida en los que ambos padres trabajan y tienen carreras
profesionales, familias mezcladas, con padrastros y hermanastros, con
problemas económicos, movilidad geográfica, con padres que
viven en dos sitios distintos. El padre puede serlo por nacimiento, por
adopción o por acogida; la madre puede ser una adolescente, una
mujer en sus últimos años fértiles y la familia puede
incluir a ambos padres biológicos, padre/madre soltero, un padre
y madrastra, abuelos o padres del mismo sexo. Las posibilidades son numerosas
y la estructura de las familias cambia durante el tiempo que el niño
permanece en nuestro centro.
Las características cambiantes
de las familias requieren que el educador tenga información sobre
la familia del niño, por ejemplo, con quién vive el niño,
quiénes y con qué frecuencia viven en la casa, los horarios
de trabajo de los padres. Necesitamos esta información para planificar
la participación de los padres en nuestras aulas. Está claro
que las características cambiantes de las familias
1) Limitan la participación
de los padres en actividades tradicionales,
2) Hacen que el niño tenga
experiencias distintas en cuanto a la socialización en el entorno
familiar y
3) Requieren que el educador se interrelacione
con familias de distintas culturas y lenguas (Powell, 1989).
Estas realidades representan nuevos
retos para la mayoría de los educadores infantiles.
Definición de las interacciones
entre padres y profesores.
Con esta información sobre
las familias vamos a considerar la cuestión de la participación
de los padres. En los Estados Unidos hay varios documentos que regulan
nuestras decisiones sobre nuestros alumnos y sus familias. Entre ellos
tenemos el Código de Conducta ética (Feeney & Kipnis,
1992) y la Práctica adecuada al desarrollo en los programas de
educación infantil (Bredekamp & Copple, 1997) de la Asociación
Nacional para la Educación de los Niños Pequeños.
Estos principios de práctica profesional en los programas de educación
infantil se basan en el compromiso con ciertos valores fundamentales que
siempre han estado presentes en la educación infantil. (Bredekamp
& Copple, 1997, p. 7), tales como:
- Apreciar y apoyar los vínculos
entre el niño y su familia.
- Reconocer que al niño se
le comprende mejor en el contexto de su familia, cultura y sociedad
- Respetar la dignidad, valor e individualidad
de cada persona (niño, miembro de la familia, compañero
de trabajo) y
- Ayudar a los niños y a los
adultos a desarrollar su pleno potencial en el contexto de relaciones
que estén basadas en la confianza, el respeto y la consideración
positiva. (Feency & Kipnis, 1992, p. 3)
Estas pautas para las decisiones
sobre la práctica adecuada al desarrollo cubren cinco dimensiones
interrelacionadas de la práctica profesional en educación
infantil. Los profesores deben saber sobre el desarrollo infantil y sus
implicaciones en la manera de enseñar, qué enseñar
y cuándo, cómo evaluar a los niños, cómo reflejar
esta información en el plan de trabajo y cómo trabajar con
las familias en su propio contexto social y cultural. Las cinco dimensiones
son:
- Creación de una comunidad
de aprendizaje
- Enseñanza para ayudar
al desarrollo y al aprendizaje
- Construcción de un plan
de trabajo apropiado
- Evaluación del desarrollo
y aprendizaje del niño y
- Establecimiento de relaciones
recíprocas con las familias (Bredekamp & Copple, 1997, p. 16).
El resto de esta sesión
lo vamos a dedicar a esta última dimensión. Sabemos que
los padres son las personas que mejor conocen a su hijo, especialmente
cuando éste es muy pequeño. Es esencial, por tanto, que
el profesor tenga acceso a este conocimiento a través de sus contactos
con las familias de sus alumnos. Antes de seguir adelante, vamos a ver
las pautas que caracterizan a esta dimensión. Son las siguientes
(Brederkamp & Copple, 1997, p. 22)
- Las relaciones recíprocas
entre profesores y familias requieren de respeto mutuo, cooperación,
responsabilidad compartida y negociación de conflictos para conseguir
los objetivos compartidos.
- Los educadores infantiles trabajan
en colaboración con las familias, estableciendo y manteniendo comunicación
regular, frecuente y bidireccional con los padres de sus alumnos.
- Los padres son bienvenidos en el
programa y participan en las decisiones sobre el cuidado y educación
de sus hijos. Los padres observan, participan y ayudan a tomar decisiones
dentro del programa.
- Los profesores reconocen las opciones
y los objetivos que los padres tienen para sus hijos y responden con sensibilidad
y respeto a las preferencias y preocupaciones de los padres sin dejar
de lado su responsabilidad profesional hacia sus alumnos.
- Los profesores y padres comparten
la información sobre el niño y sobre su desarrollo y aprendizaje
como parte de la comunicación diaria y en reuniones planificadas.
Los profesores apoyan a las familias para que desarrollen su capacidad
y habilidad para tomar decisiones.
- Para asegurar la información
más completa y acertada, el programa involucra a los padres en
la evaluación y la planificación para sus hijos.
- El programa pone a las familias
en contacto con los servicios que necesiten.
- Los profesores, padres, programas,
servicios sociales, agencias sanitarias y consultores que puedan tener
responsabilidad educativa sobre el niño en distintos momentos deben,
con la participación de la familia, compartir información
sobre el desarrollo de los niños según pasan de un nivel
o programa a otro.
Las pautas reflejan claramente
los temas de colaboración, continuidad y educación de padres
en un contexto claramente articulado de participación de padres.
La noción del profesor como experto y del padre como receptor de
consejos expertos ya no es válida. Los padres forman parte integral
de las prácticas, expectativas y experiencias pedagógicas
del profesor. Los programas de intervención temprana toman en cuenta
cada vez más las influencias del entorno sobre la familia, como
la vivienda, el empleo, las relaciones entre la familia y los servicios
sanitarios.
Estas pautas se convierten en
normas de trabajo para aquellos programas que solicitan la acreditación
de la Academia Nacional de Programas de Educación Infantil (NAECP).
Es decir, como directora de un programa de educación infantil que
solicite la acreditación de esta academia, yo tengo que entregar
materiales escritos sobre mi programa, el cuidado de los niños,
interacción y diálogo con los padres, participación
de los padres en varios tipos de actividades escolares (Asociación
nacional para la Educación de los Niños pequeños
1985, 48-49). Se considera que estas actividades deben estar integradas
en la vida diaria en el aula y en los contactos con los padres (Herwig,
1982). Según pasa el curso, las aulas en mi centro deben incluir
las siguientes actividades. He anotado la época del año
en que se llevan a cabo en mi centro.
Materiales escritos (programa
para los padres)
- Una descripción escrita de
la filosofía del programa para los padres (el manual de padres
que se distribuye al comienzo del curso).
- Prácticas operativas y planes
de alimentación escritos para los padres. (el manual de padres
que se distribuye al comienzo del curso).
- Se informa a los padres sobre el
programa y sobre cambios de políticas o normas y cualquier otro
punto de interés que pueda afectar al programa o a los profesionales
a través de boletines, tablones de anuncios, notas, llamadas telefónicas
y otras formas de comunicación. (según haga falta).
Interacción directa y diálogo
entre profesor/director y padres
- Hay un proceso para orientar a los
niños y padres sobre el programa que incluye una visita previa
a la matrícula del niño, reunión de orientación
de padres, período de adaptación gradual del niño
al programa (Mayo o junio, reunión de padres unos días antes
del comienzo del curso, 2 ó 3 días de visitas al aula con
los padres y horario más corto para los nuevos alumnos).
- Profesores y padres se comunican
sobre temas del cuidado de los niños en casa y en el programa para
minimizar los posibles conflictos y confusión para el niño
(contacto oral diario, boletines por clase, cartas del director del centro).
- Los profesores dan a los padres
ideas específicas para ayudar al correcto desarrollo del niño
y para su aprendizaje en casa (contactos diarios, boletines de clase,
tablones de anuncios, centro de información para padres, cartas
del director del centro).
- Se establece un sistema de comunicación
escrita y oral para compartir los eventos diarios que afecten a los niños
(contactos diarios, notas individuales a padres, anuncios en la clase
o cerca de la entrada a clase).
- Se comunican a los padres de forma
regular los cambios en el estado físico y emocional de los niños.
(Contactos directos del profesor con los padres o por teléfono).
- Los profesores y padres se comunican
entre si para asegurar que el niño cambia sin problemas de un programa
a otro durante el día (contactos directos del profesor con los
padres o por teléfono).
- Los profesores y padres se comunican
entre sí para asegurarse de que hay continuidad en los programas
educativos cuando el niño cambia de centro o de curso. (Los profesores
entregan a los padres el archivo sobre su hijo).
Participación en clase
- Los padres son bienvenidos como
visitantes en cualquier momento, por ejemplo, para observar, comer con
su hijo, o como voluntarios para ayudar en clase. (por invitación
del profesor, para una actividad especial o para evaluación de
necesidades). Véase el ejemplo.
- Se anima a los padres y otros miembros
de la familia a participar en el programa de diversas maneras ( invitaciones
del profesor, para una actividad especial, invitaciones del director).
Véase el ejemplo.
- Se llevan a cabo reuniones al menos
una vez al año y en otras ocasiones, según sea necesario
para discutir el progreso del niño, sus logros y sus dificultades
en casa y en el centro. (las conferencias entre profesor y padres se llevan
a cabo el primer mes, al 4º y al 8º mes del curso, y a petición
de los padres o del profesor).
Estas actividades reflejan el
contacto directo e indirecto con los padres. Las primeras investigaciones
de Powell (1977) nos ayudaron a reconocer que los patrones de comunicación
de los padres con los profesores y directores varían. El clasificó
a los padres como independientes, dependientes e interdependientes. Los
padres independientes se comunican menos con los educadores, casi no discuten
los temas relacionados con ellos o con su familia y piensan que no necesitan
discutir sus puntos de vista sobre la educación de los niños
con los profesores. Se enteran de lo que sucede en el programa a través
de su propio hijo y de los materiales escritos (boletines y tablones de
anuncios). Los padres dependientes consideran al centro de educación
infantil como el recurso para educar a sus hijos con comunicación
unidireccional entre el centro y los padres. Creen que el centro debería
discutir alguna información sobre la familia y el cuidado del niño
con ellos. Los padres interdependientes se comunican frecuentemente con
los educadores, discuten la información relacionada con ellos o
la familia, creen firmemente que la información sobre la familia
se debe compartir con los educadores y creen que los padres y los educadores
deben comentar el cuidado del niño. Utilizan la comunicación
directa con los educadores. Por otra parte, los educadores se pueden considerar
como independientes (similar a los padres independientes) o semi interdependientes
(parecidos a los padres interdependientes excepto que se comunican con
menos frecuencia y sus actitudes con respecto a la discusión de
la información familiar y el cuidado de los niños es distinta).
Esta investigación nos
ayuda a comprender que la interacción entre profesores y padres
es un proceso muy complejo en el que influyen las creencias de los profesores
y los padres. Deja claro que necesitamos una variedad de estrategias para
involucrar a los padres en nuestro programa y a lo largo del año
para satisfacer sus necesidades y las de los niños. En el estudio,
los incrementos en la comunicación con padres estaban vinculados
a la actitud de ambos sobre la discusión de información
familiar, si los niños llevaban menos de seis meses en el centro,
si los padres formaban parte de un grupo de amigos con hijos en el mismo
centro y si la familia era completa o no. (p. 213).
Un estudio posterior de Ghazvini
y Readdick (1994) demostró que los educadores consideraban que
la comunicación entre padres y educadores debería ser más
frecuente y le daban más importancia que los padres. Según
aumentaba la calidad del centro de educación infantil, había
un incremento en la comunicación con padres. Se observó
que los profesores estaban más disponibles para la comunicación
al comienzo del programa y los padres al final del mismo. Las implicaciones
de este estudio son claras, debemos pensar cuidadosamente cómo,
qué y cuándo nos comunicamos con los padres,
Para concluir, hemos revisado
el rol y las características de los padres y las familias de hoy
en día. Hemos definido las prácticas de interacción
entre padres y profesores, especialmente las identificadas por la Asociación
Nacional para la Educación de Niños Pequeños, para
proporcionar un marco de referencia para la puesta en práctica
de un programa de participación de padres en nuestros centros.
Finalmente, hemos considerado algunas prácticas específicas
que podemos adaptar al entorno social y cultural de nuestros programas
de educación infantil. Cuando nos marchemos de este congreso mañana,
todos habremos de reconocer que la participación de los padres
requiere una gran cantidad de trabajo, energía y paciencia y que
el reto y los beneficios a largo plazo son una recompensa para los niños,
los padres, las familias y nosotros mismos.
Valores Fundamentales de la Educación
Infantil.
Apreciar y apoyar los vínculos
entre el niño y su familia
Reconocer que al niño se
le comprende mejor en el contexto de su familia, cultura y sociedad
Respetar la dignidad, valor e
individualidad de cada persona (niño, miembro de la familia, compañero
de trabajo) y
Ayudar a los niños y a
los adultos a desarrollar su pleno potencial en el contexto de relaciones
que están basadas en la confianza, el respeto y la consideración
positiva.
De: Feeney S. & Kipnis, K.
1992, Código de conducta ética y compromiso profesional,
Washington, D.C. National Association for the Education of Young Children
Cinco dimensiones Inter relacionadas
de la práctica profesional en educación infantil.
Creación de una
comunidad de aprendizaje
Enseñanza para ayudar al
desarrollo y al aprendizaje
Elaboración de un plan
de trabajo apropiado
Evaluación del desarrollo
y aprendizaje del niño y
Establecimiento de relaciones
recíprocas con las familias
De: Bredekamp & Copple, 1997,
Práctica apropiada al desarrollo en los programas de educación
infantil. (Rev. ed.) p. 16
Pautas para la Práctica
de la Interacción Profesor-Padres.
Las relaciones recíprocas
entre profesores y familias requieren de respeto mutuo, cooperación,
responsabilidad compartida y resolución de conflictos para conseguir
los objetivos compartidos.
Los educadores infantiles trabajan
en colaboración con las familias, estableciendo y manteniendo comunicación
regular, frecuente y en ambas direcciones con los padres de sus alumnos.
Los padres son bienvenidos en
el programa y participan en las decisiones sobre el cuidado y educación
de sus hijos. Los padres, observan, participan y ayudan a tomar decisiones
dentro del programa.
Los profesores reconocen las opciones
y los objetivos de los padres para sus hijos y responden con sensibilidad
y respeto a las preferencias y preocupaciones de los padres sin dejar
de lado su responsabilidad profesional hacia sus alumnos.
Los profesores y padres comparten
información sobre el niño y sobre su desarrollo y aprendizaje
como parte de la comunicación diaria y en reuniones planificadas.
Los profesores apoyan a las familias de modo que desarrollen su capacidad
y habilidad para tomar decisiones.
Para asegurar la información
más completa y acertada, el programa involucra a los padres en
la evaluación y la planificación para sus hijos.
El programa relaciona a las familias
con los servicios que les sean necesarios.
Los profesores, padres, programas,
servicios sociales, agencias sanitarias y consultores que puedan tener
responsabilidad educativa sobre el niño en distintos momentos deben,
con la participación de la familia, compartir información
sobre el desarrollo de los niños según pasan de un nivel
o programa a otro.
De: Bredekamp & Copple, 1997,
Práctica apropiada al desarrollo en los programas de educación
infantil. (Rev. ed.) p. 16