La estimulación sonora en el proceso de aprendizaje de expresiónmusical en el niño/a de 3 a 6 años
1.- Introducción
El proceso de aprendizaje de la
expresión musical puede iniciarse en edades tempranas a través
de una de las mejores vías, la estimulación sonora.
La sociedad actual, está
inmersa en un mundo sonoro donde convive frecuentemente con la contaminación
sonora y con una gran riqueza y variedad de sonidos. Aprender a seleccionar
y a apreciar todos y cada uno de esos sonidos que nos envuelven no es
tarea fácil y requiere un proceso.
En este sentido, el niño/a
de esta etapa, se enfrenta a la misma realidad sonora del mundo de los
adultos y es necesario iniciar cuanto antes un proceso pedagógico
que ayude a discriminar todos los sonidos desde el campo de la estética
musical.
Por ello, la finalidad de esta
comunicación, será tratar de plasmar las condiciones óptimas
para una adecuada estimulación sonora a través de la realización
de un Taller donde desarrollaré el proceso a seguir dentro del
marco escolar.
El papel de padres y docentes
en este campo es fundamental y a todos ellos corresponde apoyar esta tarea.
Para ello, será necesario, conocer los planteamientos pedagógico-didácticos
que hacen posible una educación sonora y diseñar un plan
de acción que canalice las propuestas educativas.
2.- Algunos datos sobre la escucha
sonora
Como aspecto general podemos señalar
que el campo de la audición es el que nos pone en contacto con
la realidad sonora exterior a través del sentido auditivo.
Al ser la música una forma
de representación, expresión y comunicación que utiliza
como elemento material mediador el sonido, los procesos encaminados a
la percepción y expresión sonora, constituyen los ejes de
toda intervención educativa.
El proceso perceptivo auditivo
sigue unos patrones organizativos que es conveniente matizar, pues aunque
no se den todos los pasos en esta etapa inicial, es necesario plantearlo
en su conjunto.
Para ABBADIE Y GILLIE "oír
es percibir por el sentido del oído, escuchar es poner atención
para oír mejor. Se puede oír sin escuchar, pero no escuchar
sin oír. Oír supone un material preexistente a nuestra percepción
y la integridad del sistema auditivo. Escuchar es más complejo,
implica poder oír, prestar atención a lo que recibimos auditivamente,
eliminar los elementos extraños a lo que se escucha".
Abundando en estas ideas, BARBACCI
afirma: "Oír consiste en la recepción física de las
ondas sonoras (sonidos y ruidos) en sus tres cualidades de altura, timbre
e intensidad".
Escuchar, significa el placer
físico de la audición, el goce de la melodía, el
soporte de la armonía, el tejido del contrapunto, la variedad del
contenido orquestal y el empaste de todas estas características
fusionadas en una sola impresión".
En el significado de la audición,
WILLEMS aporta en la misma línea y destaca la acción de
"oír para designar la función sensorial del órgano
auditivo; escuchar, para indicar que se presta interés al sonido,
que se reacciona ante el impacto sonoro; entender, para señalar
que se ha tomado conciencia de lo escuchado".
Como decía en la introducción,
el mundo en el que nos movemos está repleto de sonidos. Algunos
autores hablan de contaminación sonora, pero los cierto es que
en nuestro entorno hay infinidad de sonidos y ruidos, musicales y extramusicales
que constituyen el "paisaje sonoro" donde el niño/a de 3 a 6 años
vive inmerso.
Aprender a escuchar, reconocer,
seleccionar y reproducir cada uno de los sonidos, aprender a "ver con
los oídos" como señala M.SCHAFER, es una tarea lenta y requiere
todo un proceso pedagógico.
Los grandes Sistemas pedagógicos
musicales, personalizados en sus autores como WILLEMS, ORFF, KODALY, DALCROZE,
MARTENOT y el mismo M.SCHAFER más contemporáneo, apuestan
por una educación auditiva que parta del entorno sonoro, del paisaje
sonoro del niño de la niña.
La discriminación de los
sonidos del entorno, la percepción y expresión de los sonidos,
ruidos y el mismo silencio, van a llevar inmediatamente, como proponen
todos ellos, al sonido de cualidad musical denominado altura; a la percepción
de la intensidad, duración y timbre.
A partir de aquí, las propuestas
melódicas de WILLEMS y otros se centran en los sonidos de la escala
natural ascendente y descendente, sin reproducir el nombre de las notas
en un principio, trabajando sólo la altura del sonido, los saltos
de 8ª, 5ª, 4ª, 3ª, etc.
ORFF y KODALY, comienzan la discriminación
de alturas a partir de la 3ª m. L’APIERRE y L’ACOUNTIER proponen comenzar
la discriminación sonora con elementos extremos para ir acercando
progresivamente los matices sonoros.
Por ello, cuando hablamos de la
escucha sonora, hay un inmenso campo musical que es necesario acotar según
la finalidad que se pretenda.
3.- Proceso de aprendizaje a través
de la estimulación sonora. Taller
En el currículum de Educación
Infantil, la Expresión Musical, está integrada en el Área
de Comunicación y Representación. En ella, se aborda la
expresión musical no solo como vehículo de expresión
sino también como contenido a representar.
Entre las finalidades educativas
de la Expresión musical que señala el currículo se
dice: "se pretende que el niño adquiera una progresiva capacidad
para servirse de este procedimiento de comunicación y representación
al servicio de los objetivos educativos generales.
La expresión musical es
un instrumento de apropiación cultural a través del cual
le llegan al niño tradiciones y formas de expresión que
son propias de su grupo cultural. Que disfrute de la actividad musical
al tiempo que fomenta su capacidad de expresión.
Se pretende fomentar en los niños
su vertiente de espectadores y asimiladores de manifestaciones culturales,
pero sobre todo su papel de productores activos y originales".
Por ello, el proceso de aprendizaje
que se va a diseñar en relación a la estimulación
sonora, pretende que el niño desarrolle sus capacidades, expresando
sentimientos, deseos e ideas, representando su realidad sonora, la propia
de su grupo socio-cultural, aumentando sus posibilidades comunicativas,
siempre en situaciones de juego.
Los contenidos, actividades y
metodología se van a desarrollar bajo la forma de Taller.
Desde una perspectiva globalizadora,
la actividad se va a centrar en la vida cotidiana, tomando
este contenido del Área de Identidad y Autonomía personal
para favorecer también objetivos relacionados con esta área.
Desarrollo del Taller
* Temporalización:
Una semana
* Se inicia el proceso
mediante una dinámica asamblearia, a partir de las siguientes cuestiones:
¿Qué hace cada niño/a en un día de colegio?. ¿Qué
hace la mamá, el papá, el niño/a en casa?.
Los niños/as
sugerirán acciones que iremos seleccionando y agrupando en torno
a determinadas sonoridades, movimientos, objetos, etc., que servirán
para elaborar contenidos, procedimientos, actitudes apropiados para el
campo de la estimulación sonora.
Una vez señaladas las acciones,
las agruparemos por bloques para crear en torno a ellos una ambientación
espacial adecuada.
La realización de la actividad
mediante el Taller, nos va a permitir integrar aspectos de procedimientos
-investigación en la acción-, como de motivación,
dosificación del rendimiento desde una perspectiva lúdica,
organización grupal e individual.
* El primer día,
lo dedicaremos a los sonidos del entorno del aula, dentro y fuera.
Cada niño/a escucha y evoca
los sonidos del entorno del aula y fuera de ella.- Se hace con los ojos
cerrados-. La capacidad de selección sonora es muy personal, por
eso es bueno poner en común y recoger en grupo la información
sonora.
Los sonidos, como dice M.SCHAFER
son polisémicos, siempre son cambiantes, siempre dan nuevos significados.
Por ello, la información sonora que recojamos irá en orden
a la secuenciación del sonido-ruido-silencio en el tiempo, en función
de sus características rítmicas o tímbricas, de su
intensidad, duración o altura, bien percibiéndolos o expresándolos.
Buceando en el paisaje sonoro,
fuera o dentro del aula, lo clasificamos de nuevo dibujando tres grandes
círculos de diferente color sobre la pizarra o papel continuo y
preguntamos quién producía ese sonido. Dependiendo que se
trate de un sonido de la naturaleza, un sonido humano o un sonido tecnológico,
lo incluiremos dentro de uno de los círculos.
Avanzando un poco más,
sugerimos que señalen cuántas veces han aparecido los sonidos,
si alguno ha permanecido, o ha aparecido una sola vez. Para este nuevo
concepto, sugerimos otro código.
Deberán descubrir si los
sonidos escuchados son fuertes o suaves. Si son fuertes respondemos con
un movimiento corporal -zapateamos en el suelo-, si son suaves -movemos
en el aire los brazos-.
Aquellos sonidos que han sido
agradables o desagradables, expresando con un gesto de la cara el significado
de dicho sonido.
Para recoger la distancia de los
sonidos escuchados, cada niño se situará en un punto del
espacio delimitado por un aro y se desplazará del lugar de acuerdo
a la distancia y dirección de los sonidos percibidos.
* Segundo día. Los
sonidos de la casa
Dialogamos sobre los sonidos que
se producen en la casa y los objetos que los producen. Acordamos traer
al aula algunos objetos sonoros. La profesora, también puede recoger
en un casete, los sonidos más característicos.
Pasaríamos a catalogar
los sonidos producidos por la voz, por materiales diferentes o tecnológicos.
Descubrirían los sonidos
que aparecen solos y/o simultáneos, para este último, los
niños/as pueden indicarlos con la mano derecha, un sonido y con
la mano izquierda, el otro sonido.
Pueden clasificar alturas de campanitas,
vasos, recipientes, etc., de diferentes tamaños; con tamaños
similares y diferentes contenidos; golpeándolos de diferentes formas:
percutiendo, rascando, frotando..
Con sonidos móviles desplazándose
el niño/a que lo lleva alrededor de la sala: llaves que se sacuden,
golpecitos sobre la mesa con una servilleta.. Los demás niños/as,
con los ojos cerrados, lo señalan. Schafer, señala el entrenamiento
auditivo que supone trabajar con sonidos dinámicos frente a un
planteamiento más tradicional donde se trabaja más con sonidos
estáticos.
Escuchar el sonido que se produce
más distante o más próximo en el aula y localizarlos
con expresiones como cerca, lejos, próximo a la puerta, a la ventana,
a la mesa de (x), etc.
Reproducimos con la voz los sonidos
que tienen los diferentes materiales de casa a diferentes alturas, intensidades,
duraciones.
* Tercer día. Jugamos
con los pasos de la familia
Dialogamos sobre
el modo de caminar de cada miembro de la familia, cada niño/a de
la clase, el tipo de zapatos que cada uno lleva, los que se utilizan en
las diferentes estaciones del año.
Imitamos los sonidos que hacen
los diferentes miembros de la familia uniéndolos a situaciones
anímicas, estilos, actividades que se realizan, etc. Pasos lentos,
rápidos, fuertes, arrastrando los pies, paso largo y decidido,
etc.
Cada niño/a, experimenta
sonidos con sus propios zapatos, golpean, caminan, rozan, caminan con
los talones, puntas, laterales. Pueden traer diferentes tipos de zapatos
de casa y describir cómo suenan sobre diferentes materiales de
suelo.
Pedir que descubran cuáles
son los sonidos de zapatos que suenan parecido a los suyos. Cuando lo
hayan hecho, pueden realizar una pequeña improvisación con
diferentes sonidos y ritmos.
* Cuarto día. Escuchamos
los sonidos de nuestro cuerpo
Schafer dice que la escucha nos
lleva a los lugares donde no llega la mirada.
Con los ojos cerrados descubrir
los sonidos que nos llegan del propio cuerpo, los sonidos que están
debajo de la piel.
Escuchar el sonido de la respiración,
latidos del corazón, sonidos del estómago, tragar la saliva,
el sonar de los huesos, colocar las manos, dedos, pies, sobre diferentes
partes del cuerpo, buscando sonoridades diferentes.
Esta sesión, puede culminar
con un ejercicio de relajación haciendo un recorrido por nuestro
cuerpo que dará notables resultados.
* Quinto día. Una
salida al campo
La motivación de esta actividad
viene dada por la propia salida pero también conviene señalar
el respeto a la naturaleza, a la escucha de sonidos muy variados y al
respeto por el silencio.
En grupos o individualmente, hacer
una caminata auditiva y recoger información de los sonidos escuchados.
¿Cuál es el sonido más fuerte, más suave, más
agudo, más bello, más feo, en qué dirección,
dos o tres sonidos que se movieron junto a él, en otra dirección,
distancia, con un ritmo, timbre.?
Reproducir sonoramente con la
voz y con el cuerpo algunos de los sonidos escuchados. Realizar alguna
improvisación sonora en grupo.
Jugar con el sonido que producen
los materiales que envuelven los bocadillos, papel, bolsas de plástico,
latas, botes. Los materiales del campo, piedras, ramas, hojas, etc., con
los códigos señalados anteriormente.
A través de este Taller,
podemos seguir todo un proceso de enseñanza-aprendizaje de la expresión
musical a partir de la estimulación, de la educación sonora
que se traduce en una conciencia sonora viva, dinámica, activa.
4. El paisaje sonoro en el mundo
infantil. Identidad y desarrollo.
El entorno acústico del
mundo infantil es el campo sonoro total, cualquiera que sea el lugar en
el que se encuentre el niño/a.
Con este principio, reconocemos
una de las mejores ventanas a las que puede asomarse el niño/a
de esta etapa, a través de la cual se desarrollan todas las dimensiones
de la personalidad.
La capacidad de escucha atenta,
de selección de sonidos, es cada vez más necesaria en la
actualidad.
En este sentido, M. SCHAFER afirma:
"En todas partes del mundo en la actualidad el paisaje sonoro está
cambiando, los sonidos están multiplicándose con mayor rapidez...
Esto ha producido un entorno más ruidoso y es evidente que la civilización
moderna está ensordeciéndose con el ruido. Considero que
la mejor manera de mejorar el paisaje sonoro mundial es bastante simple.
Tenemos que aprender a escuchar. Debemos sensibilizar el oído al
milagroso mundo sonoro que nos rodea".
El paisaje sonoro en el mundo
infantil es igualmente amplio, diverso y variable. Es necesario saber
cómo se estimula más y mejor la capacidad auditiva del niño/a
de esta etapa.
Si el niño/a, crece sabiendo
apreciar los sonidos, filtrando o descartando los sonidos no deseables,
y permite el paso a determinados mensajes con una mayor atención
crítica, no sólo no se va a sentir agredido por el medio
sonoro, sino que sabrá integrarlo desde adentro.
Crear ambientes educativos donde
se posibilite esta atmósfera va a permitir construir la personalidad
sobre una base de autonomía e identidad, ya que se realizan procesos
de maduración muy importantes.
La capacidad de atención,
concentración y memoria, junto con la expresión de ideas,
sentimientos y emociones va a enriquecer considerablemente la personalidad
del niño/.
Todo ello, le va a devolver una
gran seguridad, permitiéndole crecer en autoestima.
La estimulación temprana
en el campo sensorial va permitir en definitiva, reforzar aspectos de
su personalidad y abrirse a la realidad, al entorno, al grupo desarrollando
el sentido crítico y el sentido estético.
Podemos decir a modo de conclusión,
que los procesos de aprendizaje desarrollados en esta línea, son
la base sobre la que se asienta la educación musical.
A partir de este "entrenamiento"
auditivo, de forma natural y lúdica, se construye el andamiaje
del aprendizaje musical cerrando la etapa de Educación Infantil
y preparado para iniciar la siguiente etapa.
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V.Hemsy de Gainza
WILLEMS,E. (1984). Las bases psicológicas
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