El propósito de esta
ponencia es realizar un breve recorrido por los puntos claves del desarrollo
de la comunicación y lenguaje que permiten al niño mostrar
las habilidades comunicativas y lingüísticas en las edades
comprendidas entre los cero y los seis años.
En estas edades el niño
suele asistir a la Escuela Infantil lo que permite vigilar y favorecer
las adquisiciones propias del área del lenguaje así como
transmitirle la información necesaria para que pueda acceder al
lenguaje formal propio de la Educación Infantil.
Los profesionales de la enseñanza
en estas primeras edades tienen una labor muy importante que podemos resumir
diciendo: vigilar y enseñar.
Vigilar para evitar que se produzcan
desfases en el desarrollo de los niños, silencios improductivos,
estancamientos, retrasos significativos, en definitiva utilizar todos
los recursos y conocimientos que permiten prevenir. Vigilar para intentar
que no se produzcan desviaciones, es el objetivo principal de la prevención.
Se trata de no esperar a que el niño fracase para intervenir sino
de utilizar los medios adecuados para intentar que no fracase. Por lo
tanto podemos intervenir para que aprenda, objetivo principal de la educación,
y podemos intervenir para que aprenda y además intentar que no
fracase. Y para ello es necesario conocer las etapas evolutivas por las
que transcurre el desarrollo del lenguaje pues son ellas las que nos indican
qué debemos potenciar, en qué debemos insistir y cómo
debemos actuar en función del momento evolutivo en el que se hallan
los sujetos.
Enseñar es la labor del
educador, transmitir los instrumentos, en este caso lingüísticos,
que permiten manejar y relacionarse con su entorno y transmitir los contenidos
que posibilitan la materia para utilizar las técnicas o instrumentos
aprendidos. Podemos aprender a escribir pero...qué cuento, sobre
qué escribo, domino las palabras que me permiten transmitir mis
ideas, mis deseos, mis necesidades.
Es por lo tanto necesario enseñar
la técnica, en este caso la gramática, la semántica
y la fonología para que las expresiones sean cada vez más
cercanas al modelo correcto de una lengua. A la vez que posibilitamos
el acceso al conocimiento social y cultural a través de los contenidos
educativos.
El lenguaje es sin duda la forma
más compleja y principal que utiliza el ser humano para comunicarse.
Adquirir el lenguaje significa adquirir los mecanismos formales y utilizarlo
como instrumento de comunicación. Aprender reglas gramaticales
y aprender a utilizarlas y querer utilizarlas es importante pero diríamos
que es imprescindible en las primeras edades ya que es el momento donde
aparecen o se despliegan por primera vez las estructuras que permiten
el desarrollo del lenguaje.
Tanto para prevenir trastornos
del lenguaje como para instruir o enseñar los mecanismos lingüísticos
formales es necesario conocer las etapas evolutivas del desarrollo del
lenguaje en estas edades tempranas. Y es necesario en Educación
Infantil conocer las estrategias y actividades que facilitan el desarrollo
del lenguaje.
El desarrollo del lenguaje depende
de los mismos factores que influyen en el desarrollo general del niño:
herencia, maduración, ambiente, factores emocionales y la posibilidad
de ejercitarlo.
Si el organismo está sano,
no está dañado en aquellos aspectos que inciden directamente
en el aprendizaje del lenguaje como son los órganos sensoriales,
cerebrales y además el niño está inmerso en un ambiente
que posibilita información y apego suficiente para que pueda desarrollar
sus capacidades lingüísticas estas aparecerán de forma
natural. El lenguaje es una característica de la especie humana.
Resumida la adquisición
y desarrollo del lenguaje depende de: el aparato auditivo, de los órganos
cerebrales, del aparato fonador, las capacidades cognitivas y de las relaciones
con el entorno tanto afectivas como lingüísticas y de las
características formales propias de la lengua que hay que aprender.
En la escuela podemos atender
a estos aspectos que se relacionan directamente con el lenguaje utilizando
los recursos que este contexto nos permite. Veamos que podemos hacer desde
la vigilancia, prevención y desde la enseñanza, educación
infantil.
PREVENCIÓN
Son muchos los aspectos preventivos
relacionados con el desarrollo del lenguaje, si nos centramos en el niño
que aprende podemos destacar los siguientes:
- Audición.
- Órganos cerebrales.
- Aparato fonador.
- Capacidades cognitivas.
- Entorno afectivo y lingüístico.
Audición.
Todos los aspectos relacionados
con el aparato auditivo, son vigilados por el pediatra. Pero la cantidad
de tiempo que pasa el niño en la escuela permite observar la capacidad
auditiva del niño y detectar problemas auditivos o por lo menos
estar atentos a aquellos signos que puedan indicar posibilidad de deterioro
auditivo.
Es conveniente vigilar a los niños
que se constipan con frecuencia y observar si son capaces de seguir las
instrucciones habladas que se le dan al igual que antes. Si mantienen
la atención auditiva y les cambia las expresiones frente a lo que
se comenta. Si ladea la cabeza como buscando el sonido. Si los oídos
suelen estar limpios. O bien utilizar pruebas educativas para el despistaje
o cribaje fonológico.
Órganos cerebrales.
Al igual que en la audición
este es un reconocimiento médico y que la ayuda que puede aportar
un profesor-maestro es estar atento a ciertos aspectos que puedan indicar
sospecha en los órganos cerebrales. Atención dispersa constante
no relacionada con la motivación por las tareas escolares, ausencias
significativas, falta de comprensión en aspectos sencillos de la
adquisición del lenguaje, dificultades de expresión no relacionadas
con malformaciones periféricas. Ante cualquier duda es aconsejable
preguntar a los padres o cuidadores la opinión de los pediatras.
Aparato fonador.
Las malformaciones del aparato
fonador, las parálisis, el tono muscular entre otros, dificultan
las expresiones verbales y pueden llegar a inhibir en la primeras edades
la capacidad de hablar. Si las lesiones son mínimas y no han sido
detectadas podemos a través de las expresiones del niño
sospechar alguna dificultad en estos órganos o en otros, por lo
que debemos derivar o preguntar qué está pasando en un niño,
en principio sano, que no se le entiende.
Capacidades cognitivas.
Independientemente de las teorías
sobre pensamiento y lenguaje, lo cierto es que es necesario poner en funcionamiento
una serie de habilidades cognitivas que permiten acceder al lenguaje.
La falta de comprensión de los mensajes sencillos, la dificultad
para elaborar las reglas gramaticales en las primeras edades o un lenguaje
excesivamente imitativo, repetitivo nos puede hacer sospechar sobre aquellos
procesos básicos: atención, memoria, simbolización
que se relaciona con la capacidad para recibir, mantener y abstraer información
lingüística.
Entorno afectivo y lingüístico.
Mantener una comunicación
o iniciarla no depende solo de poder o no hablar o utilizar otros signos,
depende también de querer comunicarte con otros. Las relaciones
afectivas, empáticas son las que permiten iniciar y mantener mejor
la comunicación y por lo tanto estimulan el aprendizaje del instrumento
a utilizar, en este caso, el lenguaje.
ENSEÑAR EN EDUCACIÓN
INFANTIL
Siguiendo el mismo esquema establecido
para la prevención debemos adecuar programas y estrategias que
faciliten la adquisición y desarrollo del lenguaje en estas edades.
Pero antes es necesario conocer
cuáles son las etapas o los hitos del desarrollo del lenguaje en
estas edades escolares. A continuación y de forma breve expondremos
los puntos claves que debemos tener en cuenta a la hora de elaborar programas
y establecer actividades para fomentar las habilidades lingüísticas
en Educación Infantil.
Existen dos grandes etapas en
el desarrollo del lenguaje. Una es la denominada etapa preverbal o prelingüística
y la otra la denominada etapa verbal.
Aspectos significativos de la etapa
preverbal (0 a 18 meses).
El aspecto clave de esta etapa
es la comunicación. La comunicación es la capacidad de interactuar
con otros mediante códigos preestablecidos que permiten entender
y responder a otro individuo. Es en definitiva un intercambio entre varios
a través de unas señales determinadas que permiten compartir
significados. En estas edades compartir significados se va a transformar
en un proceso intersubjetivo, "ente tú y yo" nos emitimos señales
que nos vamos a interpretar, con el objetivo de ayudar al niño
a un proceso más complejo en el que compartir significados es "compartir
con otros", es aprender códigos que comparta un colectivo determinado.
Para favorecer la comunicación
debemos basarnos en las capacidades de los niños menores de dos
años que podemos resumir diciendo:
- Gestos.
- Sonidos.
Las actividades que favorecen
la aparición del gesto y de los sonidos son aquellas que estimulan
la audición y la motricidad de la cara.
Aspectos significativos de la etapa
verbal (18 meses a 6 años).
En estas etapas los niños
son capaces de entender y ampliar el conocimiento de los mensajes gestuales
y verbales emitidos por otros ya sean adultos o niños de su edad.
A medida que avanzan en comprensión son capaces de expresar lo
que quieren comunicar mediante el gesto y la palabra.
Las secuencias evolutivas esperadas
en estas edades son las siguientes:
Fonología.
Los niños van accediendo
poco a poco al sistema fonológico de su lengua, van descubriendo
los rasgos distintivos y atender a los fonemas que forman una palabra
y la diferencian de otra.
Primero van descubriendo las vocales
y las consonantes y partiendo de la sílaba van construyendo sus
propias palabras. El sistema fonológico español va desarrollándose
a lo largo de los siete primeros años de vida. Existen unos fonemas
de fácil adquisición y otros de difícil adquisición,
que además en función del lugar que ocupan en una palabra
o frase pueden resultar más difíciles de pronunciar.
Entre los tres y los cinco años
se producen errores frecuentes en la articulación de ciertos fonemas.
Pero independientemente de estos errores deben tener una pronunciación
inteligible.
Semántica.
Entre los dieciocho meses y los
dos años y medio se produce un fuerte incremento de vocabulario
y entre los tres años y los cinco el vocabulario debe ser suficientemente
extenso para poder expresarse mediante la palabra sin necesidad de recurrir
constantemente a las preguntas o a los gestos.
En cuanto al significado de las
palabras comete frecuentes errores durante la etapa de Educación
Infantil que deben ir disminuyendo para el vocabulario más próximo
a su realidad y adentrándose en el manejo y conocimiento de los
sinónimos y su diferenciación. El significado puede ampliarse
o restringirse en función del significado primario adquirido.
Sintaxis.
Alrededor de los dos años,
entre el año y medio y los dos años inicia la producción
sintáctica. Al principio es frecuente encontrar errores, lo que
algunos autores llaman gramática propia del niño, "no lo
sabo", "he ponido", " esto es de a mi" y otros muchos errores característicos
de estas edades y que podemos encontrar recogidos en las investigaciones
actuales. Entre los tres y los cinco años aumenta la complejidad
gramatical.
Podemos resumir diciendo que la
edad comprendida entre los cero y los seis años es una etapa importantisima
para la adquisición del lenguaje y la Educación Infantil
puede y debe estar atenta y fomentar la aparición de las adquisiciones
básicas para el buen funcionamiento y desarrollo lingüístico
de los niños pequeños.
A modo de ejemplo expondremos
algunas actividades que pueden aplicarse en Educación Infantil
que ayudan a establecer a crear el lenguaje.
Actividades relacionadas con la
articulación:
- Pronunciar palabras fáciles
y difíciles: pelota, papel, tren, árbol.
- Pronunciar palabras largas y cortas:
bicicleta, no, mesa, chocolate.
Actividades relacionadas con el
significado:
- Elegir la ficha según la
palabra nombrada: Perro o perrito, rosa/flor o rosa/animal, tren o coche...
- Definir palabras: qué es
un tren, qué es un coche, qué es el limón...
Actividades relacionadas con la
gramática:
- Vamos a conocer los nombres de las
parejas: vaca/toro, niño/niña, hombre/mujer...
- Vamos a nombrar lo que vemos: coche/coches,
paraguas/muchos paraguas, el come/ellos comen...
Estas actividades junto a las
que normalmente se realizan en la Escuela Infantil ayudan a los niños
a construir el lenguaje y a partir de los cuatro a ser consciente de las
estructuras formales de su lengua.