Para iniciar el análisis y la reflexión sobre cómo
debe ser un centro de atención a la infancia en los momentos actuales
que vivimos, debemos reflexionar sobre cual es la situación social
respecto a este tema y que se entiende hoy en día sobre educación
infantil.
El cambio social producido por la industrialización, la incorporación
de la mujer al mundo laboral, el incremento de la expectativa de la calidad
de vida, la exigencia social de un mayor grado de cualificación
y especialización en el trabajo, han producido una ruptura del
modelo hegemónico de valores, actitudes y comportamientos, que
han incidido directamente sobre la estructura familiar en varios sentidos:
1.- El descenso de natalidad, que hace que el niño se haya convertido
en un "bien escaso".
2.- La incorporación de la mujer al trabajo, está desligando
a esta de la atención y cuidado de la prole.
3.- Se ha roto definitivamente la estructura de la familia extensa, implantándose
cómo hegemónica la familiar nuclear de uno dos hijos como
máximo.
4.- Las exigencias del ritmo de vida actual, que han transversalizado
todas las capas sociales, dificultando la educación de los niños
en el seno de las familias por falta de tiempo.
5.- La ruptura del modelo familiar ha eliminado los referentes actuales
de la educación del niño (transmisión de conocimientos
y hábitos de como cuidarlo), sin que hayan sido sustituidos por
otros nuevos como consecuencia del desarraigo y aislamiento de las familias
nucleares.
Según este panorama se configura un nuevo modelo social
pensado exclusivamente por y para el estudio en el que el niño,
a pesar de ser un "bien social deseado", se ha convertido en una dificultad
a afrontar. Esta nueva situación exige una respuesta de la sociedad
y las instituciones para resolver el cuidado y la atención a la
primera infancia.
La creación de servicios destinados al cuidado, atención
y educación de la primera infancia nos lleva a reflexionar y analizar
sobre cual es el mejor modelo para cubrir las necesidades y exigencia
que la actualidad nos plantea.
Pero para poder configurar la estructura de cual es el modelo más
apropiado de centro de atención a la infancia, debemos partir de
una reflexión sobre cual es el nuevo concepto de educación,
que debemos entender hoy día por educación infantil.
DEL NUEVO CONCEPTO DE EDUCACIÓN
El artículo 29 de Convención sobre los Derechos de
los Niños aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas
el 20 de noviembre de 1.989 dice:
Los Estados Partes convienen en que la educación del niño
debe de estar encaminada a:
a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental
y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades.
b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y
las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta
de las Naciones Unidas
c) Inculcar al niño el respecto a sus padres, de su propia
identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales
del país en que vive, del país en que sea originario y de
las civilizaciones distintas a la suya.
d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en
una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia,
igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos,
nacionales y religiosos y personas de origen indígena.
e) Inculcar al niño al respeto del medio ambiente natural.
Y esto, que marca una diferencia con el concepto tradicional de educación,
ha de marcar nuestra actuación. A las puertas del Siglo XXI parece
muy claro que el concepto memorístico de educación hemos
de desterrarlo y educación hay que entenderla de otra manera. Educación
deberíamos definirla como «potenciación de las facultades
cerebrales que la naturaleza le depara al niño o la niña».
Parece muy claro que ha de ser así cuando ya sabemos que la mayoría
de las situaciones y profesiones del futuro están aún por
conocer.
La educación hay que entenderla como potenciación,
estimulación y orientación de las capacidades que cada individuo
como ser único e irrepetible posee. Parece muy claro que la educación
hoy en día tiene como fin que se lleve a cabo aprendizajes significativos
que posibiliten al niño a "aprender a aprender".
Es preciso hacer hincapié en la importancia que presenta en
el desarrollo, el estímulo temprano de las potencialidades del
niño o la niña, entendiendo por tal el desarrollo de dichas
facultades en el período de los cero a seis años. No hay
que olvidar que esta etapa de la vida es fundamental, hasta el punto de
marcar para el futuro la evolución del niño o la niña.
Son años cruciales de los que dependerá el posterior desarrollo
y desenvolvimiento de la persona a lo largo de su vida
Ahora bien, la educación así entendida hay que sustentarla
con los siguientes pilares
A) Hay que encauzar el desarrollo de una manera lo más adecuada
posible. Es responsabilidad de los docentes y los padres y madres ir aportando
al niño o la niña, en cada momento, aquello que exige o
necesita. De este modo, en ningún momento, se sentirá oprimido
y aprenderá casi sin darse cuenta.
B) Para educar, es necesario que exista un modelo a imitar, alguien
que sirva al niño o la niña de ejemplo en su proceso educativo.
Sin duda este modelo ha de ser el binomio Centro-Familia
C) Asimismo, todo el proceso debe darse en un contexto de afectividad
de modo que el niño o la niña se encuentre, en cada momento,
inmerso en un mundo amoroso y cariñoso para él que motive
y estimule sus capacidades potenciales.
*Las expectativas del desarrollo Psico neurológico de los
niños
Resulta evidente que la «inteligencia» la soporta el sistema
nervioso, y cuanto mejor se haya constituido éste, mayor desarrollo
de sus capacidades tendrá el individuo.
Igualmente resulta obvio y ya suficientemente demostrado por los
neurólogos que el sistema nervioso inicia su formación durante
la gestación y culmina a los tres-cuatro años. Habiendo
quedado han demostrado que en un ambiente rico en estímulos, el
sistema nervioso se forma mejor.
El cerebro y el sistema nervioso del ser humano es una «máquina»
extraordinariamente sofisticada que regula todas las funciones del cuerpo;
su proceso de construcción es largo y se desarrolla en varias etapas,
desde el mismo momento de la concepción hasta el tercer o cuarto
año de vida postnatal.
Esta explicación permitirá comprender mejor los efectos
positivos de la estimulación infantil sobre el desarrollo del cerebro
del niño o la niña y nuestra misión. La Educación
Infantil ha de basarse en la estimulación precisa para conformar
adecuadamente el sistema nervioso del niño o la niña.
La neurona es una maravillosa célula que tiene la capacidad
de generar diferencias en su propio potencial eléctrico.
Entendemos que una neurona está activada cuando está
cargada electrónicamente en positivo y entendemos que está
inhibida, cuando es negativa en comparación a la carga eléctrica
del medio en que está sumida. Por tanto, una neurona aislada, sólo
tiene dos estados; o está activada, o está inhibida. Bien,
una vez que la neurona se activa, se carga de un modo electrónicamente
positivo y genera un impulso eléctrico. Este impulso eléctrico
se transmite a lo largo de la prolongación de la neurona y es transmitido
a la neurona con la que ésta contacta, con la segunda neurona.
D. Santiago Ramón y Cajal demostró que esas dos neuronas
no se tocaban para esto, sino que existía un espacio en medio.
En la época de D. Santiago Ramón y Cajal, se hablaba de
sinopsis entre dos neuronas, es decir, la neurona A, contacta con la neurona
B y punto. Hoy en día se sabe que en neuronas asociativas de áreas
complejas cerebrales puede haber conexiones entre una sola neurona y otras
doscientas neuronas. Y en cada momento de esta neurona ejemplo de la que
estamos hablando, va estar activada o inhibida en función de la
suma aritmética de los impulsos que a ella llegan. Uno de los cuales,
lo van a tender a actividad, otros a inhibir. Esto permite que, si bien
la neurona como tal, sólo puede estar activada o inhibida, el que
esté activada o inhibida puede depender de muchos factores, y esto
le da a nuestro córtex una maravillosa capacidad de plasticidad,
es decir, vamos a poder adaptar en cada momento lo que queramos hacer
o lo que tengamos que hacer en una gran cantidad de circunstancias.
Estas distintas funciones son coordinadas y controladas por sinopsis,
es decir por conexiones de las neuronas que controlan distintas funciones.
Así tenemos que abandonar el concepto de neurona y a la hora de
hablar de funciones hablar de circuitos, entendiendo por circuito las
conexiones entre distintas neuronas que están especialmente referidas
al control de una función.
Una sola neurona, por tanto, puede ser utilizada para múltiples
funciones, e incluso componentes de un circuito pueden ser utilizadas
en distintos contextos para distintas funciones. Lo verdaderamente importante
por lo tanto, es que existan estos circuitos, que esas sinopsis, esas
conexiones neuronales, se constituyan.
Cuantas más conexiones neuronales haya, cuanto más
sinopsis haya, más capacidad podrá deparar ese cerebro.
Desde el punto de vista educativo vamos a determinar qué factores
pueden incidir en el desarrollo de esas conexiones y vamos a intentar
apoyarlo. ¿Cómo se constituyen los circuitos cerebrales? Hubo inicialmente
dos teorías. Una teoría decía que el niño
o la niña nace con todos los circuitos cerebrales y va perdiendo
aquéllos que no usa. Por otra parte, otra teoría es al revés,
el niño o la niña nace con las neuronas desconectadas desde
el punto de vista conceptual y son los estímulos del medio los
que hacen que esas neuronas se vayan conectando las unas con las otras.
Realmente, hoy en día se sabe que ambos fenómenos coexisten.
Es decir, el niño o la niña nace con una serie de circuitos
que pierde porque no usa; el niño o la niña nace sin una
serie de circuitos que va generando a medida que los va necesitando.
El concepto básico es que el usar un circuito es lo que le
mantiene vivo.
Y en ese sentido tenemos que marcar un concepto importante el de
la edad crítica. La facultad de constituir circuitos, conexiones,
entre distintas neuronas, no es algo que se conserve a lo largo de la
vida. Cuando el niño o la niña nace, o incluso in útero,
es decir, en el momento en el que el cerebro se empieza a formar, las
posibilidades de conexión son prácticamente ilimitadas.
Y a partir de ese momento empieza una carrera contra reloj que va disminuyendo,
y a partir de los 7, 8 ó 10 años, las posibilidades de constituir
nuevos circuitos son prácticamente nulas.
El adulto aprende varias cosas, aprende nuevas habilidades, sin
duda, pero las aprende utilizando las conexiones neuronales que ya estableció
en la etapa de Educación Infantil.
Por lo tanto queda claro que nacemos con una determinadas potencialidades;
el que dichas capacidades se desarrollen en mayor o menor grado depende,
sobre todo, de los estímulos que el niño o la niña
reciba, tanto de los padres y madres como de los docentes.
Esta última consideración nos lleva, y desarrollaremos
mas adelante, a la estrecha interrelación padres y madres/docentes
en el Centro.
El nuevo concepto de educación constituye el pilar básico
para la nueva estructuración de los centro de atención a
la infancia, pero no es en absoluto esta la única premisa, existe
otra serie de factores a tener en cuenta que inciden de forma directa
en la nueva transformación que debe producirse en los centros.
Hoy en día el centro de atención de los niños
en edades comprendidas entre los 0 y los 6 años, se encuentra que
ha de tener en cuenta ( por razones de que se nos presentan objetivos
más complejos y diversos una mayor exigencia de eficacia y coherencia,
etc.), una amplia serie de factores condicionantes que ejercen su influencia
de modo diferenciado y con un peso desigual y que en definitiva, posibilitan
limitan o determinan la estructura organizativa del centro de atención
a la infancia.
Estos factores podemos agruparlos en torno dos ejes:
Extraescolares:
1. Resulta revelante la influencia de los aspectos geográficos,
climáticos, hidroecológicos, etc., ya que inciden en aspectos
tan variados como los tipos de edificación escolar, el calendario
(tiempo y duración de los periodos de vacaciones), las actividades
al aire libre y la regulación en la asistencia al centro.
2. Los cambios producidos en la estructura y modo de vida
familiar originados como consecuencia de la evolución, ha pasado
de una contextualización de la familia como comunidad de vida,
de trabajo y de educación, a otra en la que la familia ve reducida
sus posibilidades educativas, surgiendo, en contrapartida, una mayor demanda
de educación a los centros.
3. Los condicionantes económicos, con su considerable
peso específico, operan a dos niveles: en un primer lugar, afectan
a las posibilidades de atender las demandas de preescolarización
con los recursos necesarios para ofrecer una adecuada calidad de enseñanza;
y en un segundo se traduce en la creciente exigencia de rentabilidad de
que es objeto el sistema educativo ( se pretende aplicar patrones de rendimientos
económicos a un nivel de educación infantil, cuando la rentabilidad
afecta al sistema educativo de un país en su totalidad y alcanza
a la educación infantil en la medida de que dicha educación
forma parte de este sistema).
Intraescolares:
1. Los objetivos representan el marco de referencia que
nos informa y orienta sobre los propósitos perseguidos en la configuración
del centro. Los objetivos del actual centro de atención a la infancia
tendrán una finalidad potenciadora, hoy día se desecha cualquier
concepción de la educación infantil que contemple exclusivamente
la preparación para el nivel superior o que entienda esta como
una educación adelantada a la educación primaria, por todo
lo expuesto anteriormente en el nuevo concepto de educación. Esto
no exime de que exista una coordinación de la educación
en este tramo con el nivel educativo siguiente, ya que el paso de un estadio
evolutivo a otro es lento y gradual y, además, no es igual para
todos los sujetos, por lo que organizativamente tendremos que prever una
programación conjunta, garantizando así
2. Los materiales son elementos primordiales para los niños
y niñas que forman parte del centro. Constantemente apostamos por
un entorno escolar que suponga una prolongación de su entorno familiar,
para lo cual se precisan instalaciones adecuadas. En general debe delimitarse
una clara diferenciación entre las instalaciones del centro de
atención a la infancia y el resto de dependencias de otras etapas
o niveles educativos.
3. Los profesionales del centro deben ser auténticos
especialistas en su materia. El desarrollo de la afectividad en el niño
está muy relacionado con el desarrollo de la inteligencia. El niño
adopta como modelo a los adultos, de ahí la incidencia decisiva
de los educadores sobre la formación de la autoestima de este,
según se valore errónea o satisfactoriamente su conducta
y sus progresos, lo que subraya una vez más, la importancia de
la cualificación científico-pedagógica que debe reunir
el equipo de educadores.
FINALIDAD Y SEÑAS DE IDENTIDAD DEL CENTRO DEL
CENTRO DE ATENCIÓN A LA INFANCIA
Con la premisa expuesta en el punto anterior. EL Centro se plantea
una serie de finalidades encaminadas a estimular el desarrollo de todas
las capacidades de los niños entre los 0 y 6 años que acogemos.
El desarrollo de las capacidades de los niños y niñas
lo entendemos como un proceso continuo, íntimamente vinculado al
contexto sociocultural en el que nos encontramos inmersos y al contexto
familiar del niño. Obviamente Educar no es una tarea exclusiva
del docente. Nuestro papel lo entendemos sencillamente como una ayuda
y apoyo de los padres, principales educadores y responsables de la educación
que quieren para sus hijos.
Contribuiremos de manera lo mas eficaz posible a compensar posibles
carencias y a nivelar los posibles desajustes que tienen su origen en
las diferencias del entorno social, cultural y económicos
Para ello nos estructuraremos para alcanzar una serie de objetivos
en una cuádruple vía, entre los que destacamos, a modo de
esquema:
ASPECTOS BÁSICOS A TENER EN CUENTA EN LA CONFORMACIÓN
DEL CENTRO
1.-SEÑAS DE IDENTIDAD
A.- De carácter ideológico, político y/o religioso:
1. El Centro debe ser aconfesional respecto a todas las religiones. Dado
que se configura un Centro de niños o niñas de edades comprendidas
entre 0 y 6 años, el docente sólo podrá manifestar
su opinión personal si los padres y madres lo solicitan específicamente.
Esto quiere decir, que el Centro como tal no adoptará posiciones
religiosas o ateas sino de total respeto hacia las creencias de cada persona.
2. El Centro se manifiesta libre de cualquier tendencia ideológica
o política determinada. De acuerdo con este pluralismo, toda persona
que trabaje en el Centro evitará la más mínima labor
de propaganda en su interior.
3.- Desde el punto de vista religioso y político intentará
dar a los niños y niñas las informaciones lo más
objetivas posibles para que progresivamente se forme sus propios criterios.
Solicitaremos de los padres y madres que colaboren a ayudar a sus hijos
en este proceso, sobre todo a partir de su propia forma de vida
4.- El Centro se ofrece como servicio a la maduración de los niños
y niñas mediante la entrega generosa de los docentes, la creación
de un ambiente de fraternidad y de amistad, la apertura a todos, especialmente
a los más necesitados, la integración en el medio social
y cultural inmediato y la respuesta a las necesidades reales de los niños
y niñas y de la sociedad.
B.- Pluralismo , Valores Democráticos Y Coeducación:
1.- Como servicio de interés público, se ofrece a la sociedad
como una comunidad en la que todos son aceptados, pueden dialogar, escuchar
y ser escuchados, y se sienten corresponsables.
2.- Integrada en el medio socio-cultural, nuestra Comunidad Educativa
inserta su acción en la realidad, cultura, costumbres y tradiciones
de la zona en la que está ubicada. El Centro debe favorecer que
las familias llegadas de otros lugares tengan ocasión de integrarse
el país en el que se encuentre sin renunciar a su propia cultura.
3.- Al servicio de la sociedad. Los que constituimos la Comunidad Educativa
nos insertamos en el mundo de forma responsable y crítica, y adoptamos
una actitud decidida y valiente en la construcción de la sociedad.
Todos debemos asumir un compromiso personal y colectivo en el cambio social
y en la promoción de los derechos fundamentales del hombre.
4.- Basada en una propuesta coherente de valores. Estimula a los educados
para que hagan opciones libres y responsables que les conduzcan a la asunción
de una jerarquía abierta de valores que dé sentido a su
vida.
Entre todos procuramos crear un clima educativo basado en estos valores
y orientado hacia progresivos compromisos.
5.- Cultivamos la educación moral en su triple dimensión:
personal, comunitaria y social. Esta educación moral, se orienta
a promover la fraternidad, la solidaridad y la justicia.
6.- El Centro tiene que proveer la responsabilidad personal y colectiva
la toma de conciencia acerca de las injusticias sociales y el compromiso
en favor de una sociedad más justa y fraterna, especialmente en
su entorno social.
7.- Cuidar los valores éticos; honestidad, sinceridad, trabajo
y participación.
8.- Favorecer la educación para la libertad ofrece como ámbito
donde sea valorada y ejercida por todos. Fomenta el respeto a la libertad
de los demás, manifestado en la aceptación del pluralismo
y en el ejercicio de las libertades democráticas; y, finalmente,
favorece el proceso de liberación interior de los niños
y niñas frente a todo tipo de opresión, adoctrinamiento
y manipulación.
9.- Los niños y la niñas se educan para la solidaridad
entre los hombres y entre los pueblos, e intentan caminar, abiertos a
otras culturas, hacia la fraternidad universal.
10.- El Centro sintiéndose solidarios y comprometido con todos,
quiere permanecer abierto y disponible de tal manera que, lejos de cualquier
clase de discriminación, se ofrezca como lugar de acogida y servicio
a todos los que tengan necesidad de él.
11.- El Centro practica una educación para la igualdad sin discriminaciones
por razones de sexo. Mediante una educación sexual apropiada al
momento evolutivo de los niños o niñas, conduciremos hacia
el respeto de a la propia persona y a la del otro, y así a la integración
natural de la realidad social constituida por hombres y mujeres, valorando
el enriquecimiento de la complementariedad.
12. El Centro tiene una responsabilidad pública frente al futuro
de los niños y niñas a los que educa: la transmisión
de unos valores y unas formas de vida que les enseñen a convivir
con los demás, a cooperar con otras personas, a aceptarse a sí
mismo, a disfrutar de una serie de bienes como la amistad, el amor, el
gozo intelectual, la alegría el arte, la naturaleza; enseñar,
en fin, una forma de entender y dar sentido a la vida.
C.- Participación Y Colaboración:
1.- La Comunidad Educativa de un Centro es la integración armónica
de todos los estamentos que intervienen en la vida del Centro
2.- La fuerza integradora de nuestra Comunidad Educativa es la responsabilidad
compartida en la propuesta y realización de un Proyecto Educativo
coherente. La Comunidad Educativa se ordena a la formación integral
de los niños y niñas, de acuerdo con el Proyecto Educativo.
3.- Fundamentamos la participación en la capacidad de cada uno
y promovemos la aportación de todos según las propias posibilidades
y competencias para el enriquecimiento común. El compartir unos
mismos criterios educativos garantiza la unidad y coherencia fundamentales
de la Comunidad Educativa y la participación corresponsable de
cuantos la formamos.
4.- Se organiza de acuerdo con la legislación vigente, y su modelo
de gestión es aquél que garantiza una mejor respuesta a
las necesidades del Centro. El Reglamento Orgánico de funcionamiento
precisa los ámbitos y niveles de participación de los diversos
estamentos que formamos la Comunidad Educativa
2.-EN RELACIÓN A LOS NIÑOS O LAS NIÑAS
ASPECTOS PSICOPEDAGÓGICOS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
El individuo es fruto de múltiples cambios a lo largo de su
ciclo vital, variando sus comportamientos en el transcurrir de los años.
Muchas de estas conductas pueden resultar normales a una edad y atípicas
o anormales en otra.
Se puede considerar el desarrollo como una secuencia de cambios en
el comportamiento y en el mundo del pensamiento y de los sentimientos
que sigue un orden a lo largo del devenir cronológico de cada sujeto.
El niño o la niña de 0 a 6 años, sufre una serie
de cambios que es necesario considerar de una manera general, destacando
aquellos aspectos que se van sucediendo a lo largo de su desarrollo y
que le posibilitan el aprendizaje de los conocimientos que se le irán
presentando en la escuela.
Así vamos a pasar a describir de modo general los aspectos
psicopedagógicos, o cambios en el desarrollo del niño o
la niña desde el nacimiento hasta los seis años de edad.
a la luz de las aportaciones de los grandes maestros y a las investigaciones
que nos aporta la psicología evolutiva, matizada y adaptadaen base a los estudios realizados entre los niños o la niñas
de nuestro entorno, lo cual hemos contrastado con otros centros, pediatras
y psicólogos que trabajan en la zona de influencia de nuestro Centro.
Para su mejor comprensión y posterior fijación de objetivos
educativos, este breve informe lo hemos desarrollado por años naturales,
si bien hemos profundizado en las características básicas
por trimestres para plasmarla en nuestros informes de evaluación.
El desarrollo infantil está mediatizado por las personas que
le rodean, especialmente el primer año de vida. Si en un primer
momento es en el seno materno donde recibe las sensaciones necesarias
para su desarrollo, con el nacimiento el niño o la niña
vive una situación desconcertante al someterse a estados de desequilibrio
e incomodidad provocados por la reacción a estímulos nuevos
que le son desconocidos (frío, calor...) y ante los que el niño
o la niña va a responder (llanto, etc.). No obstante, hasta las
cuatro semanas la "inestabilidad" es relativamente normal debido a que
la red vegetativa del sistema nervioso aún no está completamente
organizada.
Las dimensiones del desarrollo infantil no evolucionan de manera
independiente sino de forma global, de tal manera que su desarrollo se
produce interdependientemente y en función de los estímulos
que recibe de su entorno más próximo. Sin embargo, la evolución
y desarrollo infantil no se manifiesta de modo uniforme y podemos observar
en un mismo niño o niña distintos grados de desarrollo evolutivo
OBJETIVOS
1- El centro debe tener la ambición de conducir a cada
uno de los niños y niñas a que cobren conciencia de sus
poderes sensorio-motores y creadores, de sus posibilidades de expresión
y de comunicación y de sus primeros pasos intelectuales desde la
mas temprana edad posible.
2- La ratio de niños o niñas/docentes debe ser tal que
favorezca que el proceso sea lo más individualizado posible, pretendiendo
potencializar al máximo las capacidades de cada uno de los niños
o niñas.
3- Se debe crear un clima educativo sin distinción de continuidad
entre el Centro y la familia, evitando las vivencias de doble aspecto
pedagógico, como en el caso en que la jornada del niño o
niña fuese dividida por un ambiente escolar completamente contrario
con el que respira en su casa.
4- Ofrecer un entorno lo más estimulante sin colocar barreras
frente a sus posibilidades y no estableciendo fronteras a sus capacidades.
5- Crear una imagen relajada, en la cual la educación se convierta
en un placer esperado, más bien que en una prueba generadora de
ansiedad. Mostrarse paciente, comprensivo y alentador.
6- Evaluar el crecimiento y desarrollo integral del niño o niña
para marcar los objetivos a conseguir y actividades a realizar en las
técnicas de estimulación.
7- Utilizar el juego como base metodológica de la educación
infantil, realizando rincones de juego que brinden al niño o niña
la oportunidad de descubrir, explorar, investigar, comunicar e intercambiar,
contribuyendo al desarrollo de aspectos como:
creatividad: capacidad de crear y transformar a partir de la experimentación
ofreciendo soluciones diferentes,
autonomía: ser capaz de pensar por sí mismo, con
sentido crítico, teniendo en cuenta varios puntos de vista.
sensibilidad: interiorización de sentimientos y sensaciones.
comunicación: expresión de sus intereses, motivaciones,
preferencias y sentimientos.
8- Crear un clima que favorezca el respeto por sí mismo y las
demás personas, la actitud de ayuda y colaboración, la educación
por la paz y la coeducación; así como establecer programas
estructurales de autonomía y debilidades sociales que sean el centro
de la dinámica cotidiana
9- Capacitar en el dominio de un segundo idioma en beneficio de una mayor
diversificación de la estructura de la inteligencia para desarrollar
la flexibilidad del pensamiento y favorecer la fluidez y originalidad
verbal.
10- Proporcionar al niño o niña desde sus primeros momentos
las habilidades necesarias facilitadoras del aprendizaje de la lectura
comprensiva y la expresión escrita como medio de interacción
con el ambiente y las demás personas.
11 Estimulación musical para desarrollar las capacidades cognitivas,
emocionales y motrices del niño o niña.
12- Se debe colaborar positivamente creando una educación coherente
con las necesidades reales de cada niño o niña y con la
realidad social en la que se encuentra inmerso.
13- Prestar especial atención a la diversidad de los niños
y niñas respetando las diferencias que puedan existir entre ellos,
tanto físicas e intelectuales, como culturales o religiosas.
14- Fomentar el respeto y defensa del medio ambiente.
METODOLOGÍA PEDAGÓGICA
Para elaborar la línea metodológica partimos de los
supuestos que a continuación exponemos:
1.- Los niños y las niñas son el principal protagonista
de su propio crecimiento como persona. Dentro de la Comunidad Educativa,
se inician activamente en el funcionamiento de las estructuras escolares
y se compromete personalmente en el bien común y en el ejercicio
de sus deberes y derechos democráticos.
2.- Los docentes ayudan a los niños y a las niñas a
formar su personalidad y complementan la acción educadora de los
padres y madres como primeros y principales educadores.
3.- El tipo de educación que se ofrece debe presentar una metodología
didáctica abierta y flexible que garantiza tanto la fidelidad a
los principios pedagógicos fundamentales como su constante actualización,
en un clima de serenidad y rigor en el trabajo.
4.- Se promueve una educación personalizada lo cual implica
el respeto a la persona de cada niño o niña, ritmos evolutivos
y al desarrollo de sus capacidades.
5.- Fomentar el desarrollo intelectual. Dando especial relieve al
trabajo intelectual, serio y riguroso, y procuramos que cada niño
o niña llegue al máximo de sus posibilidades en este campo.
6.- En la acción docente y educativa, suscitamos y estimulamos
la actividad de los niños y niñas y promovemos un trabajo
formativo fundamentado en el interés y la motivación constantes.
7.- Poner la tecnología al servicio de la educación.
Preparando a los niños y niñas para hacer uso de la tecnología
que caracteriza a los nuevos medios de comunicación, como un recurso
más al servicio de la formación personal y de la construcción
de la sociedad. Así como iniciamos a los niños y a las niñas
en el manejo del ordenador.
8-. Educar la creatividad y la capacidad de expresión. Potenciamos
en los niños y niñas su capacidad de comprender y de expresar
creativamente en las distintas formas de lenguaje; verbal y escrito, plástico,
corporal, musical,...
9. Educar en el sentido crítico. Desarrollamos progresivamente
el sentido crítico de los niños y niñas respecto
de la realidad social, cultural y científica.
10.- Educar para el ocio. Proyectando más allá de la
actividad académica y potenciando el uso formativo del tiempo libre,
la práctica del deporte, la organización de grupos y asociaciones,
poniendo al alcance de los padres y madres toda la información
necesaria y recursos con los que se cuente.
11.- Se imparte el aprendizaje de las técnicas lectora y de
escritura en la lengua oficial, pero teniendo en cuenta que debe avanzarse
hacia un Centro entendido como una adaptación a las nuevas necesidades,
exigencias y posibilidades de promoción para todos, de ahí
la importancia de incorporar progresivamente el aprendizaje de una segunda
lengua.
12.- Evaluar continuamente la acción educativa. Convirtiendo
la evaluación, entendida como proceso continuo que verifica el
rendimiento de la Comunidad Educativa, en un estímulo y una orientación
constante en la mejora de la acción docente.
13.- Los lazos y el arraigo del Centro escolar respecto al barrio,
la ciudad y la comarca, también deben constituir un objetivo primordial
del Centro con el fin de conseguir la inserción en el entorno social
en el se encuentra.
En base a ello, las estrategias didácticas que se aborden,
seguirán las siguientes pautas:
1.-Principios metodológicos generales:
a.-Clima de seguridad y confianza.
a.1-Criterios a seguir en el periodo de adaptación
b.-Aprendizajes significativos.
c.- Enfoque globalizador.
d.- Importancia de las actividades, las experiencias y los procedimientos.
1.2.-Organización de los niños y las niñas.
1.3.-Tiempos. Horarios generales y particulares de actividades
1.4.-Espacios:
1.5.-Materiales:
.- criterios de selección
b.- materiales específicos de la etapa
c.- disposición, uso y conservación del material
1.1.-Principios metodológicos generales:
La educación cumple un papel mediador entre el niño
o la niña y el conocimiento cultural organizado. Al docente le
corresponde asegurar que se produzcan los aprendizajes necesarios para
vivir en sociedad mediante una intervención activa, planificada
e intencional. De no producirse dicha intervención, nada asegura
que tengan lugar los aprendizajes necesarios para el desarrollo global
del niño o la niña. De ahí que la intervención
educativa debe tener en cuenta una serie de principios básicos
que son:
a) Partir del nivel de desarrollo de cada niño o niña.
La psicología genética ha puesto de manifiesto la existencia
de una serie de períodos evolutivos con características
cualitativamente diferentes entre sí, que condicionan en parte
los posibles efectos de las experiencias educativas escolares sobre el
desarrollo de cada niño o niña. La intervención educativa
tiene entonces que partir de las posibilidades de razonamiento y de aprendizaje
que las capacidades que caracterizan estos estadios brindan al niño
o niña.
b) Partir de los conocimientos previos con los que el niño
o la niña llega al Centro. El inicio de un nuevo aprendizaje
escolar se realiza siempre a partir de los conceptos, representaciones
y conocimientos que ha construido el niño o la niña en el
transcurso de sus experiencias previas. Estos conocimientos le sirven
como punto de partida e instrumento de interpretación de la nueva
información que le llega.
a.- Clima de seguridad y confianza.
Un niño o una niña no puede disfrutar plenamente
de la vida de la clase si no se siente en confianza, en seguridad afectiva,
si no se le escucha y reconoce en tanto que individuo. Esto define en
parte la actitud del enseñante.
El grupo-clase se compone de niños y niñas diferentes
los unos de los otros. Cada uno de ellos tiene sus necesidades afectivas
propias, su personalidad, su pasado, su ritmo de vida. Aun sin perder
de vista la colectividad, las intervenciones del adulto deben ser individualizadas
y dar a cada niño o niña la sensación de una presencia
generadora de confianza y seguridad. Cuanto más pequeños
son los niños o niñas, en mayor grado consideran al docente
como el recurso supremo en caso de una dificultad grave de un conflicto
importante... Aunque la clase trabaje en grupos autónomos, cada
individuo debe poder localizar de inmediato al adulto para solicitar su
intervención. La intervención inmediata, satisface plenamente.
La intervención diferida, debida a que el docente, ocupado con
un grupo, no está disponible, enseña de modo progresivo
el respeto a los demás y las reglas de la vida en común.
No obstante, en este último caso, se da una exigencia absoluta:
el docente que haya prometido su presencia debe concederla efectivamente,
aunque sea por poco tiempo. El «espera, ya voy» sin consecuencias deja
al niño o niña desorientado, la fidelidad a los compromisos
aceptados condiciona en sumo grado la confianza. La promesa no cumplida
perjudica la credibilidad. Para individualizar sus intervenciones, el
docente tiene que conocer a cada uno de los niños y niñas.
Para que exista un clima de seguridad afectiva, se requiere una
seguridad material y física. Es necesario que los niños
y niñas conozcan a todos los adultos del Centro, su nombre, el
lugar en que se encuentran de ordinario.
También se requiere que cuenten con puntos de referencia
sobre el espacio y que haya tomado posesión de la clase, del Centro,
del grupo escolar, de los alrededores..., conquistas que comienzan en
la sección de los pequeños y se precisan más tarde.
Proporcionan a los niños y niñas una libertad de desplazamiento
satisfactoria, que les asegura una buena autonomía.
a.1-Criterios a seguir en el periodo de adaptación
El niño durante los primeros días de asistencia
al Centro, va a sufrir una serie de cambios. Tenemos que tener en cuenta
que el niño pasa de estar en un medio en el que él es el
principal protagonista, a otro en el que va a tener que convivir, relacionarse
y compartir con sus iguales. Además tiene que incorporarse a un
nuevo ambiente donde personas, espacios y materiales son desconocidos
para él. No debemos olvidar que el niño se separa de las
personas queridas y conocidas. La acogida de los primeros días
deja una profunda huella sobre el sentimiento de seguridad, fundamental
en la sección de los más pequeños. Ese momento sigue
siendo muy importante en los otros niveles, ya que permite a cada niño
o niña sentirse esperado en un nuevo medio, lo que le hará
aceptar el cambio de docente. Le permitiremos y animaremos, si no lo hemos
podido hacer previamente nosotros en colaboración con los padres
y madres que traigan objetos familiares que significan un punto de unión
con hogar, incluso un refugio, que facilita mucho la adaptación
a los lugares aún desconocidos y a las personas nuevas.
Si buscamos en el diccionario la palabra adaptación
encontramos "De adaptar. Acción y efecto de adaptar o adaptarse.
Proceso biológico que surge de todo organismo viviente, sea persona,
animal o planta, al acomodarse a las condiciones de un medio diferente
del que le es propio y habitual."
Todo lo que se refiere a la adaptación adquiere un significado
especial. El niño debe aprender a convivir en un entorno distinto
al que le ha acogido hasta ese momento (el familiar) y relacionarse de
forma diversa a como lo ha hecho hasta ahora. La necesidad de compartir
personas significativas, juguetes, espacios, etc., así como la
separación de la casa de los padres, se presenta en el Centro como
algo inherente a su propia estructura y funcionamiento, y como exigencias
que le resultan novedosas."
Aunque el período de adaptación tiene unas características
generales, vamos a encontrar elementos diferenciadores de acuerdo con:
Edad del niño
Asistencia anterior a un Centro Escolar
Asistencia anterior al mismo Centro
Pero no debemos olvidar en ningún caso las características
individuales de cada niño, que nos llevaran a una adaptación
particular para cada uno en este periodo
El período de adaptación supone una "trabajo activo"
por parte del niño, pero no solamente es un problema que afecte
a éste, sino también a los padres. Tenemos que conseguir
que los padres confíen plenamente en nosotros, para que puedan
transmitir esa tranquilidad a sus hijos.
Igualmente, se programarán unas actividades extraordinarias
para este periodo cuyas características básicas son:
La duración de las mismas no debe ser excesivamente larga.
Deben ser variadas y susceptibles de modificaciones en función
de la marcha de las mismas.
Se deben intercalar actividades de grupo e individuales, priorizando
las colectivas.
Los temas en torno a los que giren estas actividades deberán
ser motivadores y atrayentes para el grupo, de manera que la participación
de los alumnos sea totalmente activa.
Los materiales que se utilicen deben ser sencillos, fáciles
de manejar para el niño en función de su edad e intereses,
y no caer en la "abundancia" de los mismos, evitando así la dispersión
de la atención del niño.
Deberemos dedicar un espacio de tiempo dentro del horario de clase
a que el niño se familiarice con el Centro al que pertenece, visitando
las diferentes dependencias del mismo, así como las funciones que
desempeñan las mismas.
Por último, y no por ello menos importante, deberemos dedicar
algunas de las actividades en este período de adaptación,
a que el niño vaya adquiriendo ( a través del juego) una
serie de hábitos y normas básicas de convivencia, imprescindibles
para una adecuada marcha y funcionamiento de la clase.
b.- Aprendizajes significativos.
Para que esto se lleve a cabo, el material de aprendizaje presentado
por el docente debe ser potencialmente significativo, tanto desde el punto
de vista de la estructura lógica de la disciplina o área
que se esté trabajando, como desde el punto de vista de la estructura
psicológica del niño o la niña. Suscitando el conflicto
cognitivo que provoque en el niño o la niña la necesidad
de modificar los esquemas mentales con los que se representaba el mundo
y proporcionándole al niño o la niña una nueva información
que le ayude a reequilibrar esos esquemas mentales que el docente, intencionadamente
ha tratado de romper.
La intervención educativa debe tener como objetivo prioritario
el posibilitar que los niños o las niñas realicen aprendizajes
significativos por sí solos. Es decir, cultivar constructivamente
su memoria comprensiva, ya que cuanto más rica sea la estructura
cognitiva en donde se almacena la información, más fácil
le será realizar aprendizajes por sí solos. Es, en el fondo,
el llegar a lograr que los niños o las niñas aprendan a
aprender.
Por otra parte la intervención educativa es un proceso
de interactividad, docentes-educando o educandos entre sí. Tenemos
que distinguir entre aquello que el niño o la niña es capaz
de hacer y lo que es capaz de aprender con la ayuda de otras personas.
La zona que se configura entre estos dos niveles, delimita el margen de
incidencia de la acción educativa. El docente debe de intervenir
precisamente en aquellas actividades que un niño o la niña
todavía no es capaz de realizar por sí mismo, pero que puede
llegar a solucionar si recibe la ayuda pedagógica conveniente.
El aprendizaje significativo supone una intensa actividad por
parte del niño o la niña, para establecer relaciones ricas
entre el nuevo contenido y los esquemas de conocimientos ya existentes.
c.- Enfoque globalizador.
La globalización es para el niño y la niña
una técnica didáctica basada en el carácter sincrético
de la percepción infantil, por lo cual el niño y la niña,
al percibir la realidad, no la capta analíticamente sino por totalidades
en las que, en forma un tanto indiferenciada, se destacan objetos concretos
que tiene significado para él, en tanto le puedan satisfacer alguna
necesidad.
Pero podemos encontrar los fundamentos de la globalización
también en la Sociología, ya que el medio social no ofrece
fragmentos de la vida sino ésta en su totalidad. Lo cual implica
una organización didáctica basada sobre las relaciones y
no sobre elementos aislados, puesto que hay que preparar al niño
y la niña por y para la vida.
La globalización es algo puramente didáctica para
el docente. Consiste en organizar el conocimiento atendiendo al interés
del niño o la niña y a su desarrollo psicológico,
preparándolo para que sea capaz de afrontar situaciones futuras.
Es decir, no se trata de adquirir habilidades por separado, desconectadas
entre sí, sino «conjuntos de capacidades».
Tenemos que conseguir un aprendizaje positivo que prepare para
la vida en lugar de divorciarse de ella. No se trata de proporcionar al
niño y la niña deberes, conocimientos aislados, desconectados
de la vida, sino todo lo contrario: capacitarle para desenvolverse en
ella de modo creativo y personal, sea esa educación por materias
o globalizada.
El aprendizaje no se produce por la suma o acumulación
de conocimiento, sino estableciendo relaciones entre lo nuevo y lo ya
sabido, experimentado o vivido. Es pues, un proceso global de acercamiento
del individuo a la realidad que quiere conocer y que será más
positivo cuanto que permita que las relaciones que se establezcan y los
significados que se construyan sean amplios y diversificados. Adoptar
un enfoque globalizador, que priorice la detección y resolución
de problemas interesantes para los niños y las niñas, contribuye
a poner en marcha un proceso activo de construcción de significados
que parta necesariamente de la motivación y de la implicación
de los pequeños.
La globalización intenta dar al niño y a la niña
la materia del modo más parecido posible a cómo lo encuentra
en la vida misma, es decir, en su totalidad.
La globalización exige como condición esencial
la participación activa del niño o la niña y una
determinación clara de objetivos para no dejar la educación
convertida en algo anárquico, que puede dejar muchas lagunas.
Los objetivos de las «unidades didácticas (Centros
motivadores, temas de interés, etc.)», no presentan sólo
un carácter instructivo, sino también psicológico
(en tanto que trataban de responder al valor formativo de los conocimientos
y se planteaban el desarrollo de las diversas funciones mentales) y social
(en cuanto a la creación de hábitos y actitudes).
Con la Unidad Didáctica se intenta unir todo lo que tenga
una relación lógica. Las actividades escolares quedan estructuradas
en torno a áreas de experiencia y de expresión.
Se entiende por Unidad Didáctica un conjunto de nociones,
actividades y ejercicios que deben ser aprendidos y realizados en torno
a un tema significativo e interesante para el niño y la niña,
en cuya realización se debe poner en juego todos los poderes y
facultades del niño y la niña.
Se trata de buscar las conductas que más le interesan
al niño y la niña en la edad concreta en que se encuentra,
para encauzar su actividad, convirtiendo esas capacidades en Centros de
aprendizaje.
En el desarrollo de los programas, debemos hacer especial hincapié
en la construcción de ambientes y de situaciones donde los diversos
juegosy situaciones traten varias áreas a la vez. Debemos
huir todo lo posible de la compartimentación de materias. Agrupando
a los niños y las niñas por grupos y aplicando a cada uno
de estos grupos homogéneos un programa globalizador propio de su
grado.
Es evidente que el docente debe tener claro el carácter
global que debe seguir su actuación educativa en esta etapa, programando
unidades didácticas que actúen como eje globalizador implicando
los objetivos, contenidos y actividades de los distintos ámbitos
de experiencia.
d.- Importancia de las actividades, las experiencias y los procedimientos.
El papel del docente en la Educación Infantil no consiste
en transmitir contenidos al niño o la niña para que éste
los aprenda como fruto de esa transmisión, sino en facilitar la
realización de actividades y experiencias que, conectando al máximo
con las necesidades, intereses y motivaciones de los niños y las
niñas, les ayuden a aprender y desarrollarse.
El docente debe asegurar que la actividad del niño o la
niña sea una de las fuentes principales de sus aprendizajes y su
desarrollo, teniendo un carácter realmente constructivo en la medida
en que es a través de la acción y la experimentación
cómo el niño y la niña, por un lado, expresa sus
intereses y motivaciones y, por otro, descubre propiedades de los objetos,
relaciones, etc. Es de todos conocido que la forma de actividad esencial
de un niño y la niña sano consiste en el juego. Jugando,
el niño o la niña toma conciencia de lo real, se implica
en la acción, elabora su razonamiento, su juicio.
Pocas veces, como ocurre con los juegos, se cumplen tan cabalmente
las condiciones exigidas por la verdadera actividad didáctica.
Se ha definido el juego como «proceso sugestivo y substitutivo de adaptación
y dominio», y de ahí su valor como instrumento de aprendizaje,
puesto que aprender es enfrentarse con las situaciones, dominándolas
o adaptándose a ellas. El juego tiene, además un valor «substitutivo»,
pues durante la primera y segunda infancia es tránsito de situaciones
adultas: por ejemplo, al jugar a las tiendas, a las muñecas, etc.
Marginar el juego es privar a la educación de uno de sus instrumentos
más eficaces; así lo han entendido Manjun, Föebel,
Montessori, Decroly, creadores de un importantísimo material lúdico
destinado, sobre todo, a estas edades. Esto no quiere decir, naturalmente,
que las demás edades deban quedar excluidas del juego; lo que ocurre
es que éste cambia al compás de la madurez general del sujeto
y de la evolución de los intereses infantiles.
El juego es, en definitiva, una actividad total; por ello, hacer
en el centro una distinción entre juego y trabajo, entendiendo
por éste una actividad seria y por aquél una actividad informal
o un puro pasatiempo, está fuera de lugar; y es que nada hay más
serio para el niño que el juego. A él debe, en buena parte,
el desarrollo de sus facultades. Según Götler un «juego
o un material de juego es tanto más valioso cuanto más numerosas
y elevadas son las energías que pone en actividad, y tanto menos
estimable cuanto menos espacio concede al ingenio y a la destreza».
El juego es un recurso creador, tanto en el sentido físico (desarrollo
sensorial, motórico, muscular, coordinación psicomotriz),
cuanto en el mental, porque el niño pone a contribución
durante su desarrollo todo el ingenio e inventiva que posee, la originalidad,
la capacidad intelectiva e imaginación; tiene, además un
claro valor social, puesto que contribuye a la formación de hábitos
de cooperación y ayuda, de enfrentamiento con situaciones vitales
y, por tanto, a un conocimiento más realista del mundo; por otra
parte es un medio de expresión afectivo-evolutiva, lo que hace
de él una técnica proyectiva de gran utilidad al
psicólogo y docente, sobre todo a la hora de conocer los problemas
que afectan al niño.
Dado que la forma de actividad esencial de un niño es el juego,
emplearemos éste como recurso metodológico básico,
incorporándolo como base de la motivación para los aprendizajes
y como forma de favorecer aprendizajes significativos
El juego es la fuente de aprendizaje estimulando la acción,
reflexión y la expresión. Es la actividad que permite a
los niños y niñas investigar y conocer el mundo que les
rodea, los objetos, las personas, los animales, las plantas e incluso
sus propias posibilidades y limitaciones. Es el instrumento que le capacita
para ir progresivamente estructurando , comprendiendo y aprendiendo el
mundo exterior.
Jugando el niño desarrolla su imaginación, el razonamiento,
la observación, la asociación y comparación, su capacidad
de comprensión y expresión contribuyendo así a su
formación integral.
Estos conocimientos que adquiere a través del juego le dirigen
a reestructurar lo que ya posee e integrar en ellas las nuevas que adquiere.
El juego proporciona el contexto apropiado en el que se puede satisfacer
las necesidades educativas básicas del aprendizaje infantil. Puede
y debe considerarse como instrumento mediador dada una serie de condiciones
que facilitan el aprendizaje:
Su carácter motivador estimula al niño o niña
y facilita su participación en las actividades que a priori pueden
resultarle poco atractivas, convirtiéndose en la alternativa para
aquellas actividades poco estimulantes o rutinarias.
A través del juego descubre el valor del "otro" por oposición
a sí mismo, e interioriza actitudes, valores y normas que contribuyen
a su desarrollo afectivo-social y a la consecución del proceso
socializador que inicia.
La actividad lúdica permite el ensayo en una situación
en la que el fallo no se considera frustrante
Así, las actividades y experiencias presentadas tendrá
un carácter básicamente lúdico, basadas en el juego
como elemento globalizador, sin olvidar que deben de satisfacer la
necesidad que los niños y niñas a partir de los 2-3 años
tienen de sentir que están trabajando
Con ello, elaboraremos las actividades que formarán parte
de cada centro motivador, teniendo en cuenta los siguientes principios:
Han de ser motivadoras y significativas para los niños/as de
forma que supongan un reto para su competencia personal.
Favorecerán la interacción de los niños y el
adulto en un clima acogedor, seguro y cálido.
Han de considerar todos los ámbitos de experiencias, los intereses
y necesidades de los alumnos.
Y ello sin olvidar que han de tener un carácter individualizado,
dentro del inevitable y deseable carácter grupal de la educación
infantil
Teniendo en cuenta estos principios, las actividades a desarrollar
para los niños y niñas en cada centro motivador, serán
del tipo que enumeramos a continuación. No se tratan de actividades
distintas desde el punto de vista formal, sino desde la perspectiva para
la cual le sirven al docente en cada momento.
Motivadoras: Al inicio de cada centro motivador se propondrán
actividades que susciten el interés y participación hacia
los contenidos a trabajar. Dichas actividades nos servirán también
para recoger información sobre los intereses, conocimientos previos
y nivel de desarrollo alcanzado por los mismos. Dependiendo del centro
motivador estas actividades podrán ser: cuentos, canciones, construcción
de un mural colectivo, proyección de un vídeo, etc.
De Desarrollo: Cada centro motivador presenta un conjunto de
actividades con las que se pretenden que el niño/a descubra, organice
y relacione la información que se le dá.
De consolidación. Son diseñadas por el docente
con el fin de que los niños y niñas afiancen el grado de
desarrollo en los distintos tipos de capacidades que se pretenden alcanzar,
en función de sus peculiares necesidades y ritmos de aprendizajes.
1.2.-ORGANIZACIÓN de los niños y las niñas.
Las decisiones a este respecto, serán un elemento importante
en el proceso educativo, ya que de la forma de agrupamiento que optemos
en la realización de actividades, dependerá en buena medida
la viabilidad de otras decisiones de tipo metodológico. Al no existir
modelos únicos ni mejores a la hora de agrupar a los niño
o las niñas, tendremos presentes una serie de indicaciones que
los docentes tendrán en cuenta a la hora establecer los agrupamientos:
La organización o agrupamiento ha de ser flexible atendiendo
a la individualidad de la procesos de educación, así como
las respuestas de apoyo y refuerzo educativo que pudieran ser necesarios.
No se puede olvidar la gran riqueza pedagógica de los grupos
heterogéneos y lo que puede beneficiar a los niños y niñas
el contacto y relación con otros de otras edades. Por lo tanto
debemos especificar en que momento y de que forma se podrán llevar
a cabo contacto con otros niños y niñas de diferentes grupos.
1.3.-Tiempos. Horarios generales y particulares de actividades
El horario es un elemento importante en la organización
escolar, ya que rige y dispone el desarrollo práctico de todas
las actividades escolares, armonizando tiempos, materias y elementos personales
(docentes y grupos de niños y niñas).
La elaboración de un horario para el Centro , ha de realizarse
en función de los criterios didácticos-pedagógicos,
psicológicos o de aprendizaje y fisiológicos o de higiene.
La organización del tiempo debe ser flexible y se ha de
estructurar en torno a diversas actividades, además de las sugeridas
en las programaciones de los docentes, para lo cual ha de tenerse en cuenta:
- Un tiempo libre destinado a que el niño o niña
pueda experimentar, comunicar y relacionarse automáticamente.
- Un tiempo de rutinas que permita al niño o niña
estructurar la secuencia de acontecimientos en el Centro.
- Un tiempo de actividades con distintas naturalezas y funciones
dentro del currículo no sólo referidos al Centro de interés
de la experiencia.
Con todo ello, es importante considerar que el tiempo viene marcado
fundamentalmente por el ritmo de los niños y niñas.
Queremos resaltar y dar primacía a lo que consideramos "tiempo
del niño". La organización del tiempo, del material
y de los espacios, siempre es un medio para alcanzar el gran objetivo
educativo: que el niño se desarrolle plenamente desde su individualidad
y sus peculiaridades.
El niño de cero a seis años pasa de los movimientos
reflejos a la coordinación motriz, de la acción al pensamiento
lógico, de la dependencia total a un alto nivel de autonomía,
del egocentrismo a una considerable descentralización, etc. Todo
este proceso de desarrollo físico, emocional y cognitivo se construye
a base de tanteos, de ensayos y errores, de repetición. Si observamos
a los niños pequeños vemos la necesidad que tienen de repetir
la misma acción, los mismos movimientos, los mismos juegos. Es
el tiempo que cada niño necesita para construir sus estructuras
mentales, para elaborar y resolver sus conflictos emocionales, para incorporarse
e integrarse en su entorno.
El tiempo de cada niño supone vivir plenamente, lentamente
su período sensoriomotor , su actividad simbólica, su mundo
de fantasía, sus procesos mentales; por tanto, permitirle saciar
adecuadamente sus necesidades desde su peculiar modo de ser. Es de capital
importancia, por tanto, conocer el mecanismo y los procesos que generan
el desarrollo humano, ya que sólo a partir de este conocimiento
podemos comprender y valorar la importancia que tiene el tiempo en el
crecimiento del niño.
El proceso "acomodación-asimilación", conlleva un tiempo
para la acción, para la experiencia y un tiempo para la incorporación
e integración de sensaciones, sentimientos, conceptos, etc. Ahora
bien, todos sabemos que este tiempo es diferente desde donde actúa
y en las que integra lo nuevo, los cambios, y desde donde avanza en el
conocimiento de sí y del entorno que le rodea.
Este respeto al ritmo de autoestructuración emocional, cognitiva,
social, se une también al ritmo que cada niño necesita para
establecer la comunicación, la participación grupal, el
cambio de actividades, el paso de una situación a otra, etc.
El respeto al ritmo de cada niño es, pues la premisa fundamental
para que él viva como ser único, diferente y aceptado en
su forma de ser y de actuar.
Otro aspecto estructural de la persona es su relación espacio-temporal.
Las coordenadas espacio-tiempo son, sin duda, los ejes sobre los que se
apoya básicamente nuestra seguridad y estabilidad psíquica.
Las necesidades biológicas del niño son las que marcan
, en un principio, los ritmos y frecuencias necesarias para su orientación
temporal: el alimento, los cambios, los sueños, son las primeras
pautas y las primeras referencias en el niño.
De estas primeras pautas de tipo orgánico, el niño
va pasando progresivamente a otras de tipo social, (marcadas por nosotros),
pero ambas se tienen que vivir con un ritmo estables; es a partir de esta
estabilidad desde donde el niño comienza a diferenciar los distintos
momentos del día y lo que le permite recordar, prever y anticipar
los que vendrá después.
Ahora bien, esta estabilidad no se puede confundir con rigidez ni
con una excesiva división del tiempo. Junto a la necesaria estabilidad
en los ritmos y frecuencias, el niño necesita vitalmente la flexibilidad
de unos tiempos en los que pueda vivir y satisfacer sin prisa, a su ritmo,
los descubrimientos, las relaciones, las emociones...y contemplando, igualmente,
una cierta amplitud en el tiempo que se destina en el paso de una actividad
a otra.
La organización pedagógica de la clase entendida como
la distribución de las actividades en el tiempo, implica no sólo
la división del tiempo, sino y fundamentalmente, como ya se ha
dicho, una determinada concepción pedagógica y metodológica
en la que se incluye y se interrelaciona el tiempo, el espacio, los objetos,
las relaciones y la actitud del adulto.
El tiempo en este sentido no se puede tratar en abstracto o aisladamente
ya que su distribución comporta y refleja la concepción
pedagógica y los objetivos educativos que cada uno de nosotros
tenemos.
Quizás tendríamos que empezar cuestionándonos
en que medida las actividades y los tiempos que a ellas dedicamos responden
a las necesidades estructurales del niño: sus intereses, ritmos,
proceso, etc.
Las actividades y su distribución en el tiempo pueden ser
muy diversas, y es de desear que sean muy diversas, pues dependen de muchos
factores: edad y características de los niños, la evolución
que el grupo experimenta, nuestro carácter y personalidad, nuestra
formación y nuestra capacidad ,etc.
Lo importante en las actividades y su distribución en
el tiempo es que no todos los niños tengan que hacer siempre lo
mismo y en el mismo tiempo, pues es evidente que no todos tienen el mismo
ritmo, ni todos están interesados por lo mismo.
Partiendo de que cada edad tiene unas necesidades y unos ritmos diferentes
en cuanto al tiempo para actividades, número de comidas, horas
de sueño, etc.; al distribuir el horario general del centro, tendremos
presente:
- El ritmo de las distintas actividades
- El horario de comidas y el intervalo entre ellas
- Distribución de las horas de sueño
- El número y la duración de los períodos dedicados
cada día a juegos.
La distribución del tiempo en el aula es un marco de referencia
que ayuda al niño y al docente en la tarea de tener que decidir
qué se va a hacer después, o de saber de que tiempo se dispone
para realizar una actividad. una vez encontrado el horario en el que los
niños se sienten más a gusto, podemos hacerlo más
flexibles en función de alargar algunas actividades en las que
nos encontramos mejor o cambiar las siguientes por propuestas de actividades
que interesen y que no habían sido programadas.
Es importante que los niños comprendan el horario, que tengan
puntos de referencias claros para no andar perdidos en el tiempo. Para
ello es conveniente seguir algunas pautas:
1. Mantener las partes del horario en el mismo orden.
2. Recordar en la conversación con los niños las cosas
que se han realizado durante el día, las cosas más importantes
que han ocurrido durante la semana, etc.
3. Establecer símbolos para cada actividad o período, así
como señales que marquen el final o el inicio de las diversas actividades.
4. Advertir a los niños del tiempo que les falta para iniciar
otro tipo de actividad de manera que no se queden sin acabarlo aquellos
que se lo hayan propuesto:
El tiempo de rutinas
Entendemos la rutina como "el conjunto de acciones con carácter
repetitivo que el niño realiza cada día y que le conducen
a la adquisición de un conjunto de hábitos y comportamientos
Al hablar de rutina tendríamos que plantearnos el conjunto
de acciones que el niño realiza de la misma forma y respetando
el proceso de temporalización. Para adquirir una rutina tendremos
que tener presente los siguientes puntos:
- Seguir siempre el mismo orden.
- Focalizar los cambios al final y al comienzo de la realización.
- Establecer determinadas contraseñas que le recuerden al niño
dicho cambio.
Por lo tanto la adquisición de una rutina requiere una buena
planificación del horario que tiene como objetivo más que
la ejecución de determinados trabajos la adaptación a los
diferentes cambios en el proceso de temporalización. Estos pueden
ser:
- Momento de la asamblea que tiene como objetivo la programación
de un trabajo que tiene que realizar.
- Período de trabajo que consiste en la realización del
trabajo elegido.
- Cambio de actividad. Períodos destinados a recoger y ordenar
el material utilizado.
- Período para recordar de grupos pequeños y de ocupación.
Es el momento en que los niños hacen copartícipes a sus
compañeros de su trabajo. Su objetivo es crear un ambiente de participación
y de cooperación e interiorización de la situación.
- Actividades al aire libre. En él hay que habituarle a que realice
determinadas actividades, principalmente de tipo físico.
- Puesta en común, en la que participa todo el grupo en el lugar
designado para ello.
Conviene dejar claro, de todas maneras, que al referirnos a rutinas
no manejamos ese término en su acepción más vulgar
de automatización o secuencia rígida o inflexible. Aunque
la rutina fija una secuencia o procedimiento no lo hacemos inflexible.
Las rutinas en educación infantil no se sitúan ni definen
un contexto de imposición, no son elementos de cierre sino de estructuración.
Definen un contexto de seguridad a través de la conservación
y mantenimiento de pautas. por otro lado tenemos que tener claro que las
rutinas son aprendizajes, son algo que los niños han de aprender.
Por lo general se recomienda que para asegurar su aprendizaje, inicialmente
se siga siempre el mismo orden en las actividades, que se mencione claramente
y con frecuencia por el docente el nombre de cada momento de rutina.:
"Ahora nos toca ordenar, estamos en el momento de la limpieza,
después empezaremos el silencio".
Partes del horario
1. Preparación de la actividad Cada niño decide
que trabajo va a realizar después, qué rincón o actividad
ha elegido, que necesita, etc.
2. Período de trabajo Los niños ejecutan las actividades
que propusieron. el docente durante este período apoya para que
todos la realicen.
3. Recogida Acabada la sesión de trabajo, los niños
clasifican, ordenan y guardan los materiales que utilizaron durante el
período de trabajo y los trabajos que no terminaron.
4. Revisión del trabajo Para el período de revisión
del trabajo se pueden formar pequeños grupos. Mientras un grupo
está con el docente para comentar, revisar y poner en común
la tarea que ha realizado cada uno, los otros grupos pueden trabajar en
actividades con materiales sugeridos por el docente: plastilina, puzzles,
cuentos, etc...
5. Reunión en gran grupo Los utilizaremos para cantar,
tocar instrumentos, realizar juegos, recitar poesías, contar cuentos,
comentar algo que ha pasado y que ha interesado al grupo, para que en
asamblea organicemos el propio tiempo. En base a todo esto se elaboraran
los distintos horarios para cada nivel.
1.4.-Espacios
El medio en el que el niño se desenvuelve y con el cual interacciona
constantemente, le envía continuos y silenciosos mensajes, invitándolo
a determinadas acciones, facilitándole determinadas actitudes
Por lo tanto el estudio del medio, es decir, la reflexión,
análisis y cuestionamiento de los que rodea a los niños
y de las posibilidades o limitaciones que proporciona o que proporcionamos
los docentes, debe estar en la base del planteamiento educativo, y forma
parte del trabajo del docente. Es una herramienta básica del proceso
de aprendizaje y es el soporte de la función del docente.
El entorno jamás es neutro. Su estructuración, los
elementos que los configuran, comunican al individuo un mensaje que puede
ser coherente o contradictorio con el que el docente quiere hacer llegar
al niño. El docente no puede conformarse con el entorno tal como
le viene dado. Debe comprometerse con él, debe incidir, transformar,
personalizar el espacio donde desarrolla su tarea, hacerlo suyo, proyectarse,
haciendo de este espacio un lugar donde el niño encuentre el ambiente
necesario para su desarrollo.
El primer paso que tenemos que dar es hacer un pequeño análisis
de la situación del centro y de cada aula.
Desde el ámbito del centro tendremos que reflexionar sobre:
¿Qué espacios del centro tienen un mayor aprovechamiento? ¿
Por qué? ¿Cómo los podríamos aprovechar?
¿Hay un espacio para la consecución de los objetivos que nos
planteamos en nuestro proyecto educativo?.
Desde el ámbito del aula pongámonos al nivel de altura
de los niño y pensemos:
¿Se ven desde aquí las distintas áreas de trabajo? ¿Se
ven a los compañeros? ¿Están claros los "caminos" para acceder
a los materiales?
¿Se utiliza la totalidad de la superficie de la clase? ¿Cuál no?
¿Por qué razón? ¿De que forma podríamos aprovecharla?
¿Por qué está cada elemento donde está? ¿Lo hemos
puesto así por algo o es que siempre ha estado así? ¿Hay
otras posibilidades?
Imaginemos el espacio vacío, vamos a ir colocando cada mueble
o elemento buscando el sitio más adecuado. Podemos hacer un pequeño
plano de nuestra clase, recortar a escala sus elementos y jugar sobre
un papel buscando todas sus posibilidades.
¿Se molestan los niños unos a otros cuando pasan a las distintas
áreas de trabajo?
¿Hay áreas ruidosas junto a otras tranquilas? ¿Cómo
podríamos evitar las interferencias?
¿Hay un espacio para cada una de las necesidades de los niños?
?Hay espacios diferentes para los diferentes niños con sus características
individuales?
¿Me gusta la clase? ¿Es bonita, me siento a gusto? ¿Qué me
dice este ambiente? ¿Cómo podría mejorarlo?
Las preguntas son múltiples, esto son solo algunos ejemplos.
el docente y todo el conjunto de docentes del centro debemos plantearnos
un pequeño análisis de su realidad, lo más objetivo
posible y elaborar un pequeño plan de actuación o mejora
en la medida de las posibilidades.
Debemos tener en cuenta la realidad global que es el niño
o niña considerando todas sus necesidades y en función de
ellas organizar la planificación, diseño y posteriormente
la intervención que el docente y todo el equipo harán sobre
el espacio para facilitar y favorecer el desarrollo de todas sus potencialidades.
Este debe responder a los siguientes criterios
Necesidades fisiológicas: Limpieza, sueño,
seguridad, confort. Son las necesidades primarias, básicas en la
vida del niño y en las que el centro tiene que dar una buena respuesta.
Una zona para cambio , agradable y acogedora, que favorezca un momento
placentero y provechoso. Unos servicios asequibles y limpios, cercanos
y cómodos. Una zona de comidas, bien la clase o bien en zonas comunes,
tranquila, cómoda, bonita, higiénica, que haga de las comidas
puntos de encuentro, de descubrimiento, de placer. Un lugar para el descanso,
que, dependiendo de la edad será más o menos largo, pero,
en todo caso, es necesario en la Escuela Infantil. bien en hamacas, colchonetas,
o en un rincón tranquilo donde poder descansar los niños
que los necesiten.. Ofrecerá las condiciones de seguridad necesaria,
así como los grados de temperaturas, ventilación, iluminación,...
convenientes para conseguir un ambiente confortable.
Necesidad afectiva: El espacio debe favorecer una actitud
del docente, de tranquilidad, disponibilidad,...Debe haber espacio para
un contacto individual adulto-niño, para una charla reducida, un
rincón cómodo, un banco de "a dos en el jardín, una
mesa de camilla pequeña en un rincón del aula con sillas,...Estos
lugares favorecen también el contacto entre dos niños, la
intimidad, la confianza.
Necesidad de autonomía: Entre los 0 y los 6 años
los niños pasan de una total dependencia a un grado de autonomía
importante. Este es un proceso de avance y retroceso constante a la que
el centro deberá prestar todo su apoyo. Si la organización
espacial responde a esta necesidad de autonomía, la característica
principal es la descentralización, es decir, la distribución
en áreas de actividad, la accesibilidad a los materiales de trabajo,
eliminaremos las barreras que impiden el acceso autónomos de los
niños a materiales y espacios.
Necesidad de socialización: Siendo la Escuela
Infantil un lugar básico donde se desarrolla la socialización
del niño y donde esta se da con mayor intensidad, debemos disponer
el espacio de forma que se de el encuentro, el trabajo en común,
el conocimiento del otro, las conversaciones en grupo, ...Pero, estando
en un proceso complejo y cambiante, debemos entender que la adquisición
del hábito de compartir conlleva al mismo tiempo ocasiones de,
por momentos, de no hacerlo. Por lo que planificaremos, cuidadosamente,
espacios de grupo y espacios individuales, espacios para compartir y espacios
para aislarse.
Necesidad de movimiento; estas es una de las necesidades
básicas de los niños. Para moverse se necesita espacio,
y espacio libre. Para los pequeños, una zona de la clase dedicada
a este fin, con colchonetas, espejo, objetos, rampas,... También
una zona interior sigue siendo necesaria para los mayores. aprovecharemos,
si las clases son reducidas, los pasillos, las galerías, espacios
de entrada,.. Podemos pintar el suelo para promover juegos de movimiento,
adquirir mobiliarios como rampas, balancines, trepadores,... y objetos
para arrastrar, empujar, botar, saltar,...
Necesidad de juego: Tendrá que haber espacio para
los juegos, juegos de manipulación, de imitación, juego
simbólico, hasta llegar a los juegos de reglas. Pensar un espacio
de juego, creer que es principalmente a través del juego como el
niño crece, se desarrolla y elabora sus aprendizajes, conlleva
una organización espacial basadas en áreas de juego, con
diferentes materiales que lo vayan enriqueciendo.
Necesidad de expresión: el intercambio, expresión
y comunicación serán promovidos por medios de espacios para
conversaciones, juegos de lenguajes, cuentos y canciones. por otro lado
será necesario un lugar para le recreación y creación
con materiales plásticos, donde se pueda experimentar con la materia,
ver sus posibilidades, expresarse por medio de ellas.
Necesidades de experimentación y descubrimiento:
el niño se enriquece del entorno que le rodea, aprende de él,
experimenta, conoce, transforma. Se deben pues prever entornos ricos en
estímulos, buscando en estos más la calidad que la cantidad.
Espacios que estimulen la exploración y el descubrimiento, en donde
existan objetos y materiales diversos. plantas y animales, materiales
naturales como el agua, arena, tierra, madera, ... y demás tipos
de materiales como pueden ser imanes y materiales de desecho.
Nos interesa resaltar que los espacios son lugares interpretados
y utilizados por los niños, por lo que son modificables por ellos.
el niño necesita transformar este espacio, que es dinámico,
que está vivo y cambia en la medida en que ello es necesario. posibilitar
esta actuación del niños, este protagonismo, en el propio
diseño espacial, es algo muy importante a tener en cuenta en el
Centro
La disposición de los elementos en la clase deben de
estar dirigido a crear unos espacios que motiven y procuren la iniciación
en la actividad, que favorezcan el encuentro entre los niños y
el docente, un espacio que sea relajante y tranquilo, un espacio educativo.
No existe una organización espacial que podamos tener
como modelo. Es cada docente el que tiene que buscar los modelos más
adecuados a sus condiciones materiales y a las características
de su grupo. Por otra parte la distribución espacial es algo dinámico,
que modificándose a medida que el grupo, niños y adulto
lo considera necesario.
Es necesario que el espacio tenga en cuenta las necesidades de
los niños y las niñas, que les permita hacerlo suyo y situarse
en él a partir de sus experiencias y relaciones con objetos y personas.
para cumplir con estas condiciones, el espacio, su distribución
y las dependencias deben adecuarse a las variadas y cambiantes necesidades
de los niños o las niñas, debiéndose de tener en
cuenta a la hora de decidir la organización del espacios que esta
ha de ser:
Ser estimulantes, limpios , acogedores y debidamente ordenados.
Permitir su utilización para actividades de diversos tipos.
Favorecer la autonomía y atención a la diversidad.
Favorecer al máximo el grado de interacción entre
los niños o la niñas y el docentes.
Tener en cuenta las características psicoevolutivas de los
niño o la niñas.
Tener presente la características y gustos de los niño
o la niñas.
Flexibilidad a la hora de utilizar los espacios del Centro en general
y los del aula en particular.
1.5.-Materiales.
Lógicamente ha de ser:
Higiénico
No tóxico
No peligroso
Polivalente
Adaptable a las características psicoevolutivas de los niños
y niñas
Fomentador de la creatividad
Consideramos materiales todos aquellos recursos que pueden ser utilizados
en el aula con una finalidad educativa, entendiendo que la finalidad lúdica
es por supuesto una finalidad educativa y a la vez un recurso educativo.
Es muy importante el análisis psicopedagógico del material
que usamos en el centro: qué objetivos nos planteamos con él
al introducirlo, qué objetivos plantean los materiales por sí
mismo, qué papel hacen cumplir al docente, qué grado de
autonomía pretenden de los niños, qué nivel de socialización,
cómo promueven sus procesos de construcción del conocimiento.
Por otra parte interesa analizar también la cantidad y diversidad
de materiales que manejan los niños, si se atiende a los diversos
aspectos de su desarrollo, si los materiales de un tipo prevalecen sobre
los demás, si los niños utilizan durante un tiempo más
prolongado un material u otro, si son repetición o complemento
de los que utiliza el niño en su entorno familiar.
Con frecuencia al hablar de material Infantil se utilizan distintas
denominaciones: material educativo, material didáctico y juguetes.
En un sentido estricto cada una de estas denominaciones tiene un significado
distintos.
Material educativo es aquel que con su observación, manipulación,
experimentación, etc., provocan el desarrollo y formación
de determinadas capacidades, actitudes o destrezas en el niño.
Posibilita experiencias que llevan al niño, progresivamente, desde
la formación de sus capacidades perceptivas a las representativas
y finalmente a las conceptuales. Este sentido educativo no está
limitado a un material en concreto, es un valor que puede estar en cualquier
objeto, en cualquier realidad depende del significado que cobre para el
niño Hoy en día este concepto de material educativo se amplía
enormemente desde una concepción ecológica. Todo el entorno
próximo y menos próximo puede estar incluido. Dependerá,
en gran parte, de los docentes-mediadores entre el niño y el material
que suscite, estimule, ayuden al niño en el descubrimiento, exploración,
recreación del material que le brinde espontáneamente el
entorno más o menos próximo. Este material no es un medio
o un recurso que facilite la enseñanza; él es la enseñanza
misma.
Material didáctico hace referencia a aquél que por
su propia naturaleza o por elaboración convencional (ej. material
montessoriano) facilita la enseñanza en un determinado aspecto,
fragmento, núcleo de experiencia. Es una ayuda un elemento auxiliar.
Su función primordial es acercar al niño a la realidad,
haciéndola más cercana más tangible. Por ello no
debe olvidarse la variedad, calidad, etc. que debe tener este material
para que no sólo no deforme este primer contacto del niño
con la realidad, sino que le deje abierto a tal cúmulo de posibilidades
que le lleve a conocer y explorar, cada vez más, la realidad intuida
a través del material. Pero no se puede olvidar que el material
didáctico, en sí, es también, o debe ser educativo.
Juguetes comprende todo aquel material infantil que tiene fines
lúdicos prioritariamente. Dada que la actividad infantil es el
juego no cabe hablar de material utilizado por el niño en su actividad
que no sea transformado en material lúdico. Por eso, al hablar
de material educativo infantil, se habla con frecuencia de material lúdico
educativo.
a.-criterios de selección en función de los objetivos
En esta etapa consideramos que el criterio más apropiado de
clasificación es el que responde al aspecto psicopedagógico,
es decir, el uso que hacemos de ellos en el centro, sus posibilidades
educativas, lo que cada uno de ellos permite desarrollar. Por lo tanto
realizaremos una clasificación de dicho material en función
de los objetivos a conseguir en el desarrollo integral del niño,
teniendo siempre presente que a veces puede ser el mismo material el que
se utilice en la consecución de los distintos objetivos, diferenciándose
sólo en la finalidad que se le de.
1.-Materiales para el desarrollo Psicomotor Tiene por finalidad
ayudar al niño a tomar conciencia de su propio cuerpo, situarlo
en el espacio y participar en el perfeccionamiento de su coordinación
psicomotriz, condición para un equilibrio de su personalidad. El
niño necesita objetos que pueda coger, chupar, arrastrar, golpear,
etc. A medida que crece, su necesidad de movimiento va a hacer convenientemente
estructuras espaciales con rampas, escaleras, barras fijas a la pared,
cajones para empujar o arrastrar, ..Esta necesidad de movimiento y de
avance en su precisión y habilidades motrices, no cesa a lo largo
de la etapa, siendo la base de las futuras adquisiciones. Por lo tanto
le ofreceremos un espacio y unos materiales , en el espacio interior y
exterior, que satisfaga estas necesidades de movimiento.
2.-Materiales para el desarrollo sensorial Ayudan al niño
a inventariar el mundo de los objetos, a organizar sus medios de acción
y le permiten establecer relaciones entre las sensaciones y el espíritu.
Conseguiremos objetos de diferentes características (de metal,
madera, plástico, goma, telas de diferentes texturas, materiales
continuos o discontinuos, objetos con diferente peso, color, texturas,
tamaños, olores, temperaturas...) que los niños puedan emparejar,
agrupar, ordenar,.. Es muy importante la recogida de materiales de desecho,
objetos de la vida cotidiana.
3.-Materiales para la manipulación, observación y
experimentación El niño va construyendo sus estructuras
mentales en su interacción con los objetos. Interesa no tanto la
cantidad de objetos cuanto la variedad y calidad de los mismos. Son muy
importantes en esta línea los juegos con arena y con agua. Con
el agua y con la arena, los niños experimentan e investigan características
de estos materiales y de los objetos con los que juegan, aprenden sobre
conceptos de cantidad, volumen, peso, temperatura,.., utilizan las propiedades
de flotación, resistencia, disolución de los objetos, etc.
Otro material importante dentro de este apartado son los de construcción.
Con las construcciones, los niños desarrollan sus habilidades motrices,
sus estructuras espaciales, empiezan a manejar conceptos como grande,
pequeño, alto, bajo, formas geométricas, similitudes y diferencias,
etc. Van adquiriendo las nociones de equilibrio, simetría, resistencia,
etc. Son también idóneos para los juegos de simulación.
También tenemos que hacer hincapié en este apartado en
los materiales de la naturaleza, que van a ayudar al niño en su
capacidad de observación, en sus tanteos experimentales, en su
recogida de datos sobre el medio que le rodea. Especial interés
tienen para los niños los animales, su vida, su cuidado, su reproducción.
Es importante ofrecerles el medio para que estas observaciones puedan
ser realizadas.
Tendremos botes, cajas, peceras, cajón-terrario, si es posible
un hormiguero de plástico o cristal, alguna jaula, etc. El animal
más adecuado para observar estará en función de las
características del centro y zona en la que se encuentre.
El cultivo de una planta está al alcance de todos los centros.
Es muy conveniente, aunque no siempre posible, la elaboración de
un huerto en el exterior, así como el cuidado de flores y arbustos.
En todo caso en el interior se pueden plantar macetas con plantas, jardineras,
germinación de semillas en frascos transparentes, etc
Otros materiales que pueden ser útiles para las actividades de
observación, manipulación y experimentación son:
balanzas, espejos, prismas, lupas, relojes, calidoscopios, imanes y objetos
de hierro, linternas, etc.
4.-Materiales que desarrollan el pensamiento lógico Permiten
actividades de comparar, asociar, ordenar, clasificar, seriar, contar,
medir. En Educación Infantil todos los materiales que hemos nombrado
anteriormente son objetos de actividades mentales que contribuyen al desarrollo
mental del niño. Pero existen, sin embargo, materiales específicos
para el desarrollo lógico matemático. El niño, de
una forma natural y espontánea, comienza a agrupar, a emparejar,
a medir, a clasificar según criterios o cualidades que él
decide, a través del juego. Utiliza para ello, todos los materiales
a su alcance, objetos de diverso origen, juguetes, ropa, comida, otros
niños, etc., el docente puede ofrecerle a su vez, cajas, palos,
telas, carretes de hilo, y todo tipo de material recuperado para este
fin. También pueden elaborarse "cajas" o "bolsas" de diversos colores,
de diferentes tamaños, peso, textura, olor,...para que sean objeto
de clasificación por los niños.
Para ordenar, pondremos objetos que vayan disminuyendo en tamaño,
en tono de color, en peso, etc.. como bolas de ensartar, cajas que van
unas dentro de otras, tazas, vasos, medidas de capacidad, etc.
Para seriar, objetos que puedan ir alternándose con diferentes
formas, tamaño, color,...
Hay materiales que se adquieren en el comercio para este área
del desarrollo y que ofrecen otros elementos dignos de tener en cuenta
para la realización de este tipo de actividad : dominós,
juegos de mesa, puzzles, bloques lógicos, regletas, ábacos,
cartas de mesa, dinero de mentira, cuerpos geométricos, juegos
de medidas de peso y de capacidad, cinta métrica, etc.
5.-Materiales para el desarrollo de la representación Mediante
la simulación y la representación del mundo que ve el niño
va transformando la realidad a su medida. Así, va interpretando
a su manera, el mundo que le rodea, mediante mecanismos de sustitución,
convierte un palo en un caballo, una madera en una casa.
Por lo tanto es importante que en el centro existan materiales para el
juego simbólico y para el juego dramático. Los materiales
que pondremos a su disposición pueden ser:
Materiales no estructurados: botones, maderas, corchos, bolsas,
palos, piñas, cuerdas,..
Materiales recogidos de la comunidad (mediante aportaciones de
la familia o del bario): vajillas, objetos de la cocina, pinzas, rulos,
bisutería, zapatos de adultos, ropa de adulto, bolsos, ropa de
bebé, sombreros,...
Materiales que se adquieren en el comercio: cocinitas, garajes,
mercados, casitas de muñecas, muñecos articulados, animales
de plástico, maletín de médico, carpintero, teléfonos,
maquinas de fotos,..
Especial importancia tiene el guiñol o teatro de títeres,
desde el punto de vista del desarrollo del lenguaje.
6.-Materiales para el desarrollo de la expresión oral
El desarrollo del lenguaje, basado en la comunicación, es un tema
amplio de trabajo que se lleva a cabo en todas las zonas del centro y
con todos los materiales y en todos los momentos. Sin embargo citaremos
algunos materiales cuya función más específicas es
esta:
Colecciones de imágenes. Pueden ser de tipo comercial o
bien elaboradas en el centro. Pueden ser realizadas con fotos de revistas,
postales, calendarios o fotos realizadas por los padres o docentes. El
docente puede proponer actividades con ellas como buscar una imagen determinada,
inventar historias con ellas, enriquecer el vocabulario, etc.
Láminas murales. Normalmente se adquieren en el mercado.
Conviene que el docente las selecciones cuidadosamente valorando las posibilidades
didácticas y las cualidades estéticas igualmente.
Grabadoras. Las actividades que pueden realizarse son muy variadas.
A grandes rasgos hay dos tipo de actividades básicas:
a) Escuchar: El niño de forma autónoma se acerca a la zona
tranquila y conecta la grabadora seleccionando un cuento, un adivinanza,
poesía o una canción, previamente grabados por el docente
o por ellos mismos o elige el de alguna casa comercial. Es aconsejable
realizar esta actividad en grupos pequeños , de cuatro o cinco
niños. Mayor número de niños hace que se pierda el
sonido y suele provocar insatisfacción.
b) Grabar: Pueden grabarse actividades de las sugeridas anteriormente
y también diálogos o entrevistas, generalmente dirigidos
por el docente. A los niños les produce gran satisfacción
el oírse posteriormente, además es un buen material para
el docente a la hora de observar el desarrollo del lenguaje en los niños.
Libros para ver y contar. Es necesario contar en el aula con un
rincón donde los niños puedan ver y leer libros, ya sean
comprados o elaborados por ellos o por el adulto. Es aconsejable que estos
estén debidamente seleccionados por el docente y que vayan apareciendo
en el aula de forma progresiva. A la hora de seleccionar este material
conviene tener en cuenta:
a) Los temas presentados serán variados, de la vida que rodea
al niño, fantásticos, temas relacionados con la naturaleza,
etc.
b) No es necesaria la existencia de textos escritos, pero tampoco es
un inconveniente, de ser así es aconsejable un texto corto, rico
y sugerente, explicativo o enriquecedor de la imagen, que le ayude al
docente a la hora de contar un cuento.
c) Las imágenes deben de ser variadas. No estereotipadas, ni esquemáticas,
sino expresivas, estéticas coloristas y que no distorsionen la
realidad. Es interesante la combinación con fotografías.
d) La calidad y resistencia del material son factores que debemos tener
en cuenta en su selección.
7.- Materiales para el desarrollo de la expresión plástica
Este tipo de material es muy importante en la vida expresiva del niño
y debemos considerarlo tanto desde una perspectiva unitaria y globalizadora,
como desde su especificación propia. Están íntimamente
relacionados con los de lenguaje, ya que están al servicio de una
comunicación e intercambio entre los niños.
Tiene además una peculiaridad específica, ya que los niños
con su utilización, mezclan, perforan, cortan, pegan, pliegan,
doblan y manipulan los materiales, generando y observando los cambios
que se producen. Podemos decir, que es un trabajo experimental en donde
los niños aprenden que pueden hacer con estos materiales, interesando
más el proceso que los resultados obtenidos. También cumple
el objetivo del desarrollo de la habilidad manual. Descubrirán
el color, las formas, la resistencia de los materiales, etc.
Una dotación suficiente para la expresión plástica
de dibujo, collage, modelado, etc. constaría de:
* Papel de diferentes tipos: revistas, periódicos, continuo o
de embalaje, cartulinas, papel de seda, papel pinocho,..
* Pintura: de dedos, témperas, acuarelas, ceras blandas, ceras
finas, lápices de colores, rotuladores,..
* Útiles para unir: cola blanca, papel celo, grapadora, clips,
gomas, cintas, cuerdas,..
* Tijeras, pinceles, vasos para mezclar, caballetes, frascos para guardar
pinturas, esponjas, cepillos de dientes, pajas, tubos vacíos,...
* Para modelar: barro, plastilina, pasta de papel, masa de harina,..
* Para collage y construcciones: cajas, cartones, tubos de papel higiénico,
pedazos de telas, plumas, hojas, botones, tapones, carretes de hilo vacíos,
revistas, legumbres, pinzas,...
8.-Materiales para el desarrollo musical y corporal En cuanto
a los materiales musicales en primer lugar, el más cercano al niño
es su propio cuerpo y en segundo lugar los objetos que le rodean le ofrecerán
diferentes posibilidades sonoras.
Esto no impide que se introduzcan instrumentos musicales ya elaborados,
ya que estos introducen importantes posibilidades en la gama rítmica
y melódica. Los más utilizados son los instrumentos de percusión
como la caja china, el triángulo, los cascabeles, la pandereta,
etc.
Para la educación corporal o rítmica partimos también
del propio cuerpo (manos, pies, etc.), trozos de tela y demás accesorios
que posibiliten realizar diversas actividades con el cuerpo, con los sentidos,
en el espacio o con el espejo, que , a ser posible, es conveniente que
abarque el cuerpo entero del niño.
3.- LOS PADRES Y LAS MADRES
objetivos
1- Que adquieran consciencia de su vital papel como primeros educadores
de sus hijos
2- Que adquieran los conocimientos necesarios para poder desarrollar
con éxito el punto anterior
Cuando el niño o la niña menor de 6 años
asiste a un Centro de Educación Infantil, lo que en él se
pretende debe ser compartir con la familia la labor educativa, completando
y ampliando las experiencias formativas del desarrollo. Para que esta
labor se realice correctamente, la comunicación y coordinación
entre los padres y madres y los docentes es la de mayor importancia. Por
eso motivo, una de las tareas que competen al docente y al equipo educativo
del que forma parte, consiste en determinar los cauces y formas de participación
de los padres y madres en el Centro. Los distintos modos en los que tal
participación pueden concretarse suelen agruparse en individuales
y colectivos.
En la participación individual, familia y docentes tratan
de guiar y facilitar primero la incorporación y luego una adecuada
adaptación del niño o la niña al Centro. En un primer
contacto, generalmente en la entrevista inicial, padres y madres y docentes
sentarán las bases de la futura relación, se conocerá
y establecerá el clima de confianza mutua indispensable para que
la comunicación entre ellos resulte fluida. Además, como
se señaló al hablar de la evaluación, los docentes
tendrán las primeras referencias del niño o la niña
al que van a recibir: recabarán datos, opiniones, comentarios que
servirán para orientar mejor el proceso. Los padres y madres, a
su vez, conocerán el Centro, su espacio físico, los recursos
disponibles, las necesidades y obligaciones que se derivan del Proyecto
Educativo.
Además de este continuo contacto, los padres y madres podrán
poner a disposición del Centro su experiencia en muy diversos terrenos:
realizar actividades con los niños y las niñas, organizar
talleres o participar en tareas de organización del Centro.
El viejo concepto de educar es cosa de tres
PADRES Y MADRES
DOCENTES
NIÑOS -NIÑAS
Es otro de los principios básicos de nuestro centro, como
a lo largo de este documento se ha ido reflejando. Nosotros como Centro
somos conscientes de que el vector principal del proceso educativo del
niño o la niña, a lo largo de su primera infancia y la adolescencia
ha de ser el medio familiar, no asumiendo la constante de que los padres
y madres descarguen su responsabilidad educativa sobre nosotros.
Por ello la información-formación a los padres y
madres se convierte en uno de los objetivos y propósitos básicos
del Centro tal y como en el punto correspondiente hemos reflejado.
En base a ello nos proponemos un continuo feed-back con los padres
y madres de manera que los mensajes que reciben los niños y niñas
sean totalmente armónicos en los dos ambientes en que estos se
desenvuelven. Este punto, la coincidencia del mensaje, es fundamental
hacerlo comprender a los padres y madres, ya que si no difícilmente
se podrá ir conformando una personalidad equilibrada en el niño,
si los modelos a imitar a que hacíamos mención
en la introducción son dispares. En este sentido todo centro debe
elaborar un resumen de su Proyecto, que denominaremos folleto institucional
para que los padres y madres conozcan los puntos fundamentales en los
que basamos nuestra actuación.
No obstante lo anterior, queremos ser conscientes con la realidad
de los tiempos actuales y en consecuencia racionalizar los mensajes y
reuniones, de manera que nuestro discurso sea oído, analizado y
asimilado, y no directamente rechazado por insistente, pesado en la repetición
y reiterativo.
Para ello se estructura dos tipos de intercambio de información:
información escrita y reuniones
Y ello hecho con el siguiente esquema temporal:
PRIMER CONTACTO
entrega de folleto institucional
MOMENTO DE
LA INSCRIPCIÓN
entrega de impreso de inscripción
entrega de modelo de entrevista inicial, según
edad
entrega del folleto del periodo de adaptación
entrega de la encuesta de participación
INICIO DEL
CURSO
reuniones por curso:
explicación general de normas
entrega de objetivos trimestrales
entrega calendario de reuniones según
resultado de encuesta de participación
entrega calendario de artículos de
interés según resultado de encuesta de participación
INICIO DE CADA
MES
entrega de artículos
de interés
plan mensual de menús alimenticios
FINAL DE CADA
TRIMESTRE
entrega cuadernillos trimestrales
de evaluación por cursos
De manera similar se procederá con los Talleres Presenciales
Y todo ello con independencia de la participación en la gestión
del Centro.
4.- INTEGRACIÓN DEL CENTRO EN SU ENTORNO
OBJETIVOS: Interrelacionarnos con el mismo en el sentido de abrir
el centro, tanto al exterior como del exterior, siendo punto de servicio
al mismo
La concepción tradicional de la Escuela como un ente aislado
y separado por un muro de su entorno, no es acorde con la nueva filosofía
educativa.
El centro no sólo establece relaciones con los padres y madres
de los niños, con su equipo de profesionales, sino que para desarrollar
su actividad educativa va a tener en cuenta todos aquellos elementos del
entorno que pueden facilitarnos nuestros fines.
Se intentará establecer una relación bidireccional,
de manera que:
El centro utilice el entorno como elemento educativo, esto es, que el
Centro «salga al entorno».
El centro «abra sus puertas» al entorno de manera que sienta la influencia
de su cultura, así como de los miembros que la componen.
En este continuo y complejo feed-back, estableceremos una serie de
estrategias, entre las que pueden destacarse :
Salidas con los niños: Incluiremos como actividad educativa
la visita a los lugares más representativos del barrio, como lo
son los jardines y parques, el mercado, teatros, oficinas municipales,
etc., con lo que intentaremos que observen:
Diferentes personas y diferentes modos de vivir. (Diversidad y coeducación).
Los desplazamientos de las personas y de las cosas. (Circulación
vial)
Impacto del hombre y de su actividad sobre el medio ambiente natural
y transformado: residuos, jardines, humanos, ... (Educación Ambiental
Establecimientos en los que se compra y se vende, escaparates, mercados
(Educación del Consumidor.
Sucesos locales, noticias de televisión, de prensa, ocupaciones
y oficios (Educar para la paz y la convivencia).
Obviamente todo ello dentro de las programaciones de cada una de
las aulas, que sitúan a los niños y los llenen de contenido.
En definitiva nos hemos referido a parte de los aspectos
transversales del currículo, es decir, a aquellos contenidos
educativos que se presentan de forma global en el entorno y en relación
con los cuales, los niños y niñas deben ir elaborando sus
propios valores, sus propias convicciones morales y las primeras experiencias
que le ayudarán a fraguarse una primera idea del mundo en el que
vive y a definir sus primeros conocimientos.
Por otra parte, el centro «se abrirá» al entorno mediante
la invitación al mismo de personas e instituciones. Así
pueden llevar a cabo la realización de "Talleres para niños",
entre los que destacamos los siguientes:
Taller de cuentos tradicionales, al que invitaremos a realizar a padres
y personas mayores del entorno (Club de Jubilados, Centros de la Tercera
Edad).
Taller de profesionales y oficios, al que invitaremos a realizar a los
padres y madres, así como a distintos profesionales del entorno.
Igualmente, en otra línea se pueden llevar a cabo la realización
de talleres dirigidos a los padres.
4.- EN RELACIÓN A LOS PROPIOS PROFESIONALES
OBJETIVOS: Servir como punto donde se promueva la investigación,
la experimentación contrastada y la formación permanente
Si los centros son la piedra angular donde se desarrolla la educación
infantil, los educadores han de ser el motor del sistema.
Si los objetivos de la educación son amplios, es evidente
que la formación de los profesionales que la desarrollan lo han
de ser también.
En todos los informes y en la práctica, nos encontramos con
la necesidad de un primer equipo de dirección constituidos por
especialistas.
Siguiendo los criterios manifestados reiterativamente por la UNESCO,
pensamos que este equipo debería estar constituido por médicos,
pedagogos y asistentes sociales. Como tal equipo pluridisciplinario, su
labor ha de ser la de dirección y supervisión. En función
del número de niños, sería la dedicación.
Respecto al perfil del nuevo educador infantil, entendemos que tiene
que completar en el mismo polivalencia trimensional:
1.- Vertiente personal condicionada por unas aptitudes físicas
y mental, equilibrio afectivo, seguridad personal y espíritu creativo.
2.- En su formación profesional debe haber una base cultural de
grado medio. Conocimiento del desarrollo psicofísico del niño.
De las técnicas educativas adecuadas a cada edad y en el aprendizaje
de la observación del niño.
3.- Es indispensable una formación social que proporcione
a los educadores infantiles la capacidad de estimular al niño en
relación a su entorno así como establecer una comunicación
altamente positiva con los padres.
A la formación inicial del educador, debería seguir
un reciclaje periódico con sistemas modernos y periodos suficientementes
programados.
Es necesario que al igual que los espacios físicos en los
que va ha desenvolverse el niño tiene que totalmente diferenciados
de los espacios en los que se desenvuelven los niños de otras etapas
educativas, la formación del educador infantil tiene que ser diferenciada
del las demás, ya que las aptitudes y actitudes del educador con
respecto al niño de estas edades, tienen una características
muy particulares y convendría diferenciarlas del resto de estudio
vinculados a otras etapas del sistema.
A MODO DE RESUMEN
La nueva concepción de educación infantil como estimulación
de las facultades del desarrollo físico y psíquicos de los
niños en lugar de preparación para el colegio, nos lleva
a su vez a conformar un nuevo tipo de centro, que tenga en cuente cuatro
parámetros fundamentales:
Þ La cultura de origen.
Þ La realidad física
y social.
Þ Las expectativas de los padres.
Þ Las expectativas de desarrollo
psiconeurológico de los niños.
Para actuar actuar tanto sobre el entorno en que se interrelaciona,
para realizar una actuación formativa ante los padres y obviamente
para ejercer una actuación didáctica ante los niños.
Para ello deben estructurarse:
En el contexto de la sociedad y en el ambiente social que rodea al niño.
Arquitectónicamente pensados para este tramo de edad. Han de
ofrecer un entorno lo más estimulante posible sin colocar barreras
frente sus posibilidades ni capacidades.
Mediante un proyecto curricular que marque los parámetros de
evaluación del crecimiento y desarrollo integral del niño
para designar los objetivos a conseguir y actividades a realizar en las
técnicas de estimulación adecuadas a cada niño.
Y todo ello dentro de un clima que favorezca el respeto por sí
mismos y las demás personas.
Hemos de crear un centro que permita el desarrollo del niño
con una serie de actividades diferenciadas, así como que permitan
el establecimiento de una relación estrecha el niño, la
familia y el entorno.
El centro debe conjugarse el papel institucional de centro educativo,
con la misión de hacer consciente a la familia de su papel y cometido.
Por lo que debe organizar de forma adecuada actividades que garanticen
el intercambio entre iguales y la interrelación con el adulto,
propiciando experiencias variadas y aportando espacios, materiales y estímulos
que constituyen el medio óptimo para que los aprendizajes se realicen
adecuadamente. Y a su vez, ofrecer distintas posibilidades de poder realizar
una autentica educación de padres interviniendo con ellos para
hacerles más hábiles en su papel de educadores.
En consecuencia los centro no sólo deben estar al servicio
del niño sino también de los adultos que forman parte de
su ámbito familiar.