En
esta época del año próxima a la Navidad y como no
al gran día esperado por todos los niños y niñas,
el día de Reyes o Papá Noél. Todos los padres y madres
y familiares se hacen la misma pregunta: ¿qué juguete regalar a
los niños o niñas?.
Nos cuesta trabajo decidirnos
por un tipo determinado de juguete: de construcción, simbólico
(muñecas, coches, cocinitas,...), para el desarrollo físico
(triciclos, bicicletas, pelotas,...), de dramatización (títeres,
marionetas, disfraces,...), etc.
Pero antes de decidirnos por un
juguete para nuestro hijo tenemos que tener presente que el juguete no
es sino el instrumento para llevar a cabo la realización de un
juego determinado, es decir, el juego es la razón de los juguetes.
Estos son auxiliares en los que se apoya el niño o la niña
para ampliar su actividad lúdica, pero no pensemos que son indispensables
para jugar; el niño o la niña con su imaginación
puede lograr un mundo de fantasía sin necesidad de otro apoyo.
Hay veces en que un bote de plástico puede convertirse en un barco,
una caja de cartón en un coche, etc..., todo depende del uso que
haga de su imaginación, de esta forma cualquier cosa se puede convertir
en un juguete.
De todas formas el niño
o la niña se encuentra atraído por los juguetes y se divierte
con ellos, aquí es donde radica la eficacia del juguete para estimular
el aprendizaje y el desarrollo infantil. Por este motivo debemos elegir
juguetes que verdaderamente sirvan de apoyo en los juegos de los niños
o las niñas y se diviertan con ellos y tener encuentra su momento
evolutivo. Muchas veces elegimos juguetes demasiados complicados para
los niños y niñas o demasiados delicados, pensando más
en el juguete con el que nos gustaría jugar a nosotros que en el
que es apropiado para las características de nuestros hijos.
Dependiendo de la edad del niño
o de la niña y del juguete empleado para un determinado tipo de
juego se estimulará uno o varios de los siguientes tipos de desarrollo:
Desarrollo sensorial .-
Lleva al niño o niña al conocimiento de su entorno, a través
de los sentidos: tacto, vista, oído, olfato y gusto. Precisa de
juegos de estimulación sensorial (colores vivos, musicales, texturas,
etc.).
Desarrollo motor .- Presenta
dos aspectos: Motricidad gruesa, desarrollo de todos los músculos
del cuerpo y su coordinación (gateo, caminar, saltar, correr, etc.).Motricidad
fina, desarrollo de los movimientos finos, coordinados y precisión
manual (coordinación ojo-mano y habilidades varias). Precisan de
juegos de encajar, construir, dibujar, etc.
Desarrollo del conocimiento.-
Aquí se incluyen distintas formas: Atención y memoria; juegos
de mesa y construcción. Creatividad e inventiva; dibujos, construcciones,
etc. Posición vertical; triciclos, juegos de arrastre. Sentido
musical; juegos sonoros , musicales.
Desarrollo social.- Juegos
colectivos con aceptación de normas y estrategias sociales.
Hasta los tres años, la
evolución del niño o niña y de sus juegos está
marcada por factores básicamente sensoriales. Durante los primeros
meses de vida es sólo capaz de seguir objetos con su mirada. El
color adquiere un papel decisivo. Luego comienza a entusiasmarse con los
sonidos, a descubrir el placer de tocar y de morder para dar paso progresivo
a la conquista del equilibrio y de los juegos sensoriomotrices. Durante
estos tres primeros años de vida se producen cambios acelerados
en su desarrollo que hay que seguir de cerca para no caer en el desfase
entre el juguete y la capacidad que el niño o la niña tiene
de divertirse con él.
Entre los tres y los seis años
de edad se despierta el interés del niño o la niña
por los juguetes que estimulan la destreza, que fomentan la actividad
o que favorecen el espíritu creador, permitiéndole hacer
cosas. Todo juguete que favorezca el desarrollo físico, e intelectual
y las relaciones con los demás son apropiados para esta etapa.
Pero independientemente de la
edad de los niños y las niñas, la capacidad de observación
de los padres y madres en relación a las características
e intereses de su hijo o hija, deberá poner el acento sobre un
determinado juguete u otro, según se trate de favorecer aspectos
como la fantasía, la creatividad, la comunicación, etc.
Siempre sin olvidar que los padres y madres son las piezas más
importante en el juego de los niños y las niñas, pues los
juguetes no son un sustituto de las relaciones padres y madres-hijo, sino
un medio o complemento para establecer estas relaciones.