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La capacidad
para percibir y razonar sobre los números es una capacidad
fundamental no solo en los adultos humanos, sino también
en los niños y muchas especies de animales. Los niños
y los animales poseen un sistema numérico que puede
calcular el número exacto de una serie pequeña
de objetos y el número aproximado (es decir, magnitud)
de una serie grande de objetos. Estas poblaciones no verbales
pueden calcular magnitudes si se representan visual o auditivamente,
y hay evidencia de que existe un código abstracto numérico
que transciende la modalidad específica de presentación.
Los niños y los animales tienen la habilidad de manipular
matemáticamente estos números representados,
haciendo operaciones que son análogas a la adición,
la substracción, la división y el ordenamiento.
La estructura cognitiva para hacer tales operaciones es funcional
en una etapa muy temprana en el desarrollo, aunque llega a
ser más precisa con la madurez del cerebro, y en el
caso de los niños, con la apariencia del idioma. Este sentido
de número es considerado como uno de las capacidades
centrales que los animales han evolucionado para navegar y
razonar en el mundo externo. |