La multiculturalidad de las matemáticas
                Terezinha Nunes
                Departamento de Estudios Educacionales
                Universidad de Oxford
                La mayoría de las personas están de acuerdo
                  de que el aprendizaje matemático requiere el uso de
                  la lógica, y la mayoría de los educadores actualmente
                  acepta que las matemáticas son un producto cultural,
                  así que el aprendizaje matemático es aprender
                  a dominar un invento cultural. Estas dos ideas son interesantes,
                  pero puede parecer que están en conflicto: los principios
                  lógicos deben de ser universales, pero para los inventos
                  culturales no es así. En esta ponencia, intentaré demostrar
                  cómo estas ideas pueden ser compatibles, trabajando
                  con la noción de sistemas de razonamiento. Después,
                  exploraré la noción de sistemas de razonamiento
                  en tres contextos de aprendizaje matemático: aprender
                  el conteo, utilizar el conteo para resolver diferentes problemas
                  aritméticos y trasladar (o bien no trasladar) entre
                  representaciones diferentes para las matemáticas.
                Mientras exploro con estos ejemplos, trabajaré con
                  tres suposiciones, que quiero mencionar de manera explícita.
                  La primera es que yo supondré, siguiendo la tradición
                  de Piaget, que el razonamiento lógico de los niños
                  tienen sus orígenes en sus acciones. Esta suposición
                  se usa en el diseño de los estudios que voy a describir,
                  en los cuales se les pide a los niños que resuelvan
                  problemas, y su forma de organizar sus acciones se interpreta
                  como una indicación de su lógica. La segunda
                  suposición es que las representaciones matemáticas
                  que ellos usan provienen de la cultura, y deben ser integradas
                  en su sistema de razonamiento para ser utilizadas. En este
                  tema no importa cómo se aprenden las representaciones,
                  el argumento es solo que son utilizadas bien únicamente
                  cuando son asimiladas en un esquema de razonamiento. Finalmente,
                  propondré que, una vez estas representaciones son asimiladas
                  en un esquema de razonamiento, afectan la forma en que funciona,
                  normalmente aumentando su potencia, pero también estructurando
                  la forma en que manejamos la información. Esto significa
                  que, una vez que algunas representaciones llegan a ser una
                  parte del sistema, dirigen nuestra interpretación de
                  información nueva y nuestros esfuerzos de resolución
                  de problemas en maneras específicas. Cuando existen
                  representaciones alternativas para la misma situación,
                  puede que nos movamos bien entre ellas. Sin embargo, poder
                  hacerlo sería beneficioso para nosotros.
                ¿Qué son los Sistemas de Razonamiento?
                La teoría de sistemas fue aplicada al razonamiento
                  por Piaget y los psicólogos rusos de desarrollo en la
                  primera mitad del siglo veinte. Piaget y los psicólogos
                  rusos de desarrollo intentaban resolver el mismo problema,
                  y propusieron la teoría de sistemas como la solución.
                  El problema que intentaron resolver fue el problema mente-cuerpo.
                  El problema se aprecia fácilmente considerando el contraste
                  entre las funciones biológicas y mentales superiores.
                Las funciones biológicas se llevan a cabo típicamente
                  por órganos especializados. Por ejemplo, la digestión
                  se hace por el sistema digestivo, y la respiración por
                  el sistema respiratorio. Las funciones biológicas se
                  tratan de una tarea constante llevada a cabo por los mismos
                  mecanismos, que conduce a un resultado invariable. Si tomamos
                  la respiración como ejemplo, la tarea es traer oxígeno
                  a las células del cuerpo. Este fin se logra con un mecanismo
                  invariable: el oxígeno es recibido por las células
                  de sangre y es transportada a todas las células del
                  cuerpo. El resultado invariable es que las células reciben
                  oxígeno.
                En contraste, las funciones mentales superiores no se llevan
                  a cabo por un órgano especializado, sino a través
                  de la coordinación de diferentes acciones. Se llevan
                  a cabo por sistemas funcionales. Según la definición
                  de Luria, en los sistemas funcionales "una tarea constante
                  se hace por un mecanismo variable que lleva el proceso a un
                  resultado constante” (Luria, 1973, p. 28). Demostraré el
                  argumento utilizando los ejemplos de Luria. El primero es 'recordar'.
                  Es fácil equivocarse pensando que tenemos un órgano
                  especializado para recordar: el cerebro. Pero Luria señala
                  que recordar implica sistemas funcionales en lugar de una única
                  unidad biológica. Imagínese que es el cumpleaños
                  de su pareja y quiere recordar comprar flores antes de ir a
                  casa. Su tarea es recordar comprar flores. Usted puede hacerlo
                  por una variedad de medios. Puede simplemente repetirlo muchas
                  veces a si mismo hasta que usted piense que ya es imposible
                  que lo olvide. Usted puede atar una cuerda en el dedo: como
                  normalmente no tiene una cuerda en el dedo, lo que te recordará a
                  comprar las flores. Puede apuntarlo para ayudar a recordarlo:
                  en la palma de la mano, un sitio muy visible. O en una pegatina
                  amarilla, por ejemplo, y pegarla a la cartera. O puede grabarlo
                  en su agenda electrónica, y poner la alarma para sonar
                  justo antes de la hora de su salida de la
                  oficina. Estos mecanismos variables pueden ser utilizados con
                  el mismo fin para recuperar la información. En ninguna única
                  unidad biológica se encuentran todos los diferentes
                  mecanismos que son necesarios para recordar algo, y la mayoría
                  de nosotros no contamos con la memoria 'natural' para organizar
                  nuestras vidas: tenemos agendas y escribimos en ellas lo que
                  se supone qué tenemos que hacer, y cuándo lo
                  tenemos que hacer. Utilizamos Powerpoint cuando damos charlas
                  para ayudarnos a recordar lo que queremos decir en orden. La
                  memoria humana está limitada, pero los humanos no dependen
                  de lo que pueden recordar sin ayuda: nuestro sistema de memoria
                  está abierto en el sentido de que puede funcionar con
                  ayudas externas, y nos potencia aprender utilizar mecanismos
                  de memoria externa que, conjuntamente con nuestra memoria natural,
                  nos permiten recordar mejor. Muchas ayudas culturales funcionan
                  en maneras que nos ayudan a superar los límites de nuestra
                  memoria.
                El segundo ejemplo que quiero explorar está relacionado
                  con mecanismos externos que nos ayudan a superar los límites
                  de nuestras percepciones de tiempo. Un experimento de pensamiento
                  tal vez ayuda a demostrar lo que quiero decir. Imagínense
                  que yo le pregunto a alguien, "¿Cuándo vamos
                  a quedar mañana?"Si es una cultura sin relojes, ¿qué tipo
                  de respuesta podría obtener? ¿Cómo cambia
                  la respuesta cuando la pregunta se hace en una cultura con
                  relojes? En una cultura sin medios para medir el tiempo, la
                  respuesta debe diferir porque se basa en percepciones relacionadas
                  con el tiempo, mientras en una cultura con relojes, utilizamos
                  la medida de tiempo para responder. En una cultura sin relojes,
                  nuestra idea de cuánto dura un día y cuánto
                  dura l noche quizás dependen de si es invierno o verano,
                  en una cultura con relojes, decimos que el día dura
                  cierto número definido de horas, incluso si se oscurece
                  antes en el invierno y más tarde en el verano. Así que
                  nuestras concepciones de tiempo llegar a estar independiente
                  de nuestras percepciones. Aunque no podemos percibir la diferencia
                  entre las 10:00 y las 10:05, podemos mirar al reloj y decirle
                  a otra persona, "Llegas tarde." Nuestras concepciones
                  de tiempo en culturas que dependen de relojes se forman por
                  la medida de tiempo: Relacionamos el día con 24 horas,
                  las horas con 60 minutos, los minutos con 60 segundos, como
                  si esto fuera lo que realmente es el tiempo. Pero podríamos
                  pensar del mismo ciclo con 86.400 segundos, organizados en
                  minutos de 100 segundos, y quizás no decimos nada de
                  horas. En este caso, en lugar de decir, "Nos vemos a las
                  10 mañana," diríamos, "Nos vemos a
                  los 360 minutos mañana." Tener una forma de medir
                  el tiempo nos permite incorporarlo en nuestro sistema de razonamiento
                  sobre el tiempo.
                Los sistemas de razonamiento son sistemas abiertos: permiten
                  la incorporación de herramientas que llegan a ser una
                  parte integral del sistema. Vygotsky sostenía que lo
                  más humano en los humanos es este principio de construcción
                  de sistemas funcionales que permiten que las actividades sean
                  mediadas por herramientas. Él llamó esto 'la
                  organización extra cortical de funciones mentales complejas'
                  para destacar que estos sistemas funcionales no se pueden reducir
                  a solo el cerebro.
                Incluso las actividades matemáticas más elementales
                  se llevan a cabo por sistemas funcionales. Resolver el problema
                  más sencillo de adición, por ejemplo, supone
                  un sistema de razonamiento. si para fraseamos a Luria, no tenemos
                  ningún órgano especializado para la adición.
                  Cuando un estudiante es preguntado el problema "Mary tenía
                  tres caramelos y su abuela le dio tres más, ¿cuántos
                  tiene Mary ahora?", el estudiante puede encontrar la respuesta
                  a través de una variedad de mecanismos. El estudiante
                  puede recordar un hecho de adición, 5 + 3, y no usar
                  ningún dedo. Si fuera un número grande, puede
                  que el estudiante utilice una calculadora. Hay mecanismos variables
                  que dan el resultado invariable para respuestas de problemas
                  de adición.
                Para los educadores, una de las características más
                  significantes de funciones mentales superiores es que son sistemas
                  abiertos: los mecanismos variables, que a menudo son creados
                  a través de la incorporación de herramientas,
                  pueden reemplazarse introduciendo en el sistema algo nuevo
                  del entorno. Cuando un mecanismo es reemplazado con algo nuevo,
                  el sistema cambia. Usando la terminología de Piaget,
                  cuando un niño asimila algo nuevo en su sistema de razonamiento,
                  el sistema se acomodará a una manera nueva de funcionamiento.
                Muchos de los cambios que introducimos en los sistemas de
                  razonamiento matemático de los niños son 'representacionales':
                  enseñamos a los niños a representar cosas de
                  maneras diferentes que los potencian. Estas maneras nuevas
                  de representación, a su vez, tienen unos impactos en
                  su sistema de razonamiento, y les abren a posibilidades nuevas
                  de razonamiento. Por supuesto, esto no es lo único que
                  pasa en el aprendizaje matemático, pero es una parte
                  muy importante de lo que pasa en el aprendizaje matemático.
                  La idea de sistemas de razonamiento será ilustrada aquí con
                  tres ejemplos: comprensión del conteo, usar el conteo
                  para resolver diferentes tipos de problemas y diferentes sistemas
                  para manipular adición y sustracción y cantidades
                  intensivas. 
                El conteo
                Para aprender a contar correctamente, los niños deben
                  poder seguir tres principios: establecer una correspondencia
                  de uno a uno entre etiquetas numéricas y objetos, tener
                  un etiqueta numérica diferente para cada objeto que
                  será contado (si no es así, el principio de correspondencia
                  de uno a uno sería violado) y mantener las etiquetas
                  numéricas en un orden fijo (en caso contrario, el conteo
                  del mismo número de objetos puede acabar en una etiqueta
                  numérica en ocasiones diferentes). Esto significa que
                  el conteo de 1.000 objetos requería que los niños
                  aprenden 1.000 palabras numéricas en orden fijo, una
                  tarea asombrosa para nuestra pobre memoria. A través
                  de la historia, las culturas han resuelto este problema utilizando
                  un sistema de base para contar. Con un sistema de base, aprendemos
                  cómo el sistema de conteo funciona y puede generar nuevas
                  palabras de conteo que no habíamos oído antes.
                Los sistemas de base pueden ser utilizados simplemente como
                  una serie de palabras que son fáciles de generar. Sin
                  embargo, representan una idea nueva, que va más allá de
                  la correspondencia uno a uno: representan la composición
                  aditiva del número. Es posible que los niños,
                  al principio, usen un sistema de conteo con base sin entender
                  este principio, y solamente más tarde entienden la idea
                  de composición aditiva que en una parte de un sistema
                  de base. Llevamos años usando la 'Shop Task' como un
                  experimento fácil que muestra si los niños entienden
                  composición aditiva. En esta tarea, se les pide a los
                  niños que actúen con si compraran cosas del investigador.
                  Se les ofrecen monedas que pueden utilizarse para comprar estas
                  cosas. En la condición de correspondencia de uno a uno,
                  se les dan muchas monedas de 1 céntimo a los niños,
                  y se les pide que paguen, por ejemplo, 13, 17, 23 y 25 céntimos
                  por los juguetes diferentes. Lo único que tienen que
                  hacer es contar las monedas una por una hasta alcanzar el número
                  deseado. Nuestros estudios han demostrado que los niños
                  en su primer año de colegio en el Reino Unido (la edad
                  media para nuestro último estudio, 5 años 10
                  meses, N=112) no tienen dificultades en contar las cantidades
                  deseadas de monedas en esta condición de correspondencia
                  de uno a uno, y alcanzan casi 100% de respuestas correctas.
                  Con la condición de composición aditiva, se les
                  dan a los niños monedas de valores diferentes: para
                  pagar 13 céntimos y 17 céntimos, se les dan una
                  moneda de 10 céntimos y 9 monedas de 1 céntimo,
                  y para pagar 23 y 25 céntimos, se les dan una moneda
                  de 20 céntimos y 7 monedas de 1 céntimo. Su actuación
                  en esta segunda tarea es bastante distinta. El 51% de los niños
                  no da ninguna respuesta correcta (de seis elementos), cuentan
                  las monedas de 10 y 20 céntimos como monedas de 1 céntimo,
                  aunque sepan los valores de las monedas. No usan las monedas
                  de valores diferentes para componer cantidades aunque pueden
                  contar hasta esas cantidades cuando se les dan solamente monedas
                  de 1 céntimo. Concluimos que estos niños utilizan
                  un sistema de base como si fuera una serie simple, que solamente
                  requiere principios de correspondencia de una a uno. Con el
                  tiempo, y también con el apoyo de la enseñanza,
                  el razonamiento de los niños se acomoda al principio
                  de composición aditiva que está incrustado en
                  el sistema, y a través de esto los niños ganan
                  más potencia en el uso del sistema de conteo.
                Mucha investigación ha demostrado que la regularidad
                  del sistema de conteo afecta la facilidad con que los niños
                  aprenden a contar (e.g. Miller & Stigler, 1987; Nunes & Bryant,
                  1996) y también la facilidad con que entienden la idea
                  de composición aditiva (e.g., Nunes & Bryant, 1996;
                  Miura et all, 1988). Esta investigación se puede resumir
                  examinando una de nuestras comparaciones entre los niños
                  de Tapei y Oxford. El sistema de conteo chino es bastante regular,
                  y las palabras para 11, 12, etc. son las equivalentes a diez-uno,
                  diez-dos, etc. Las palabras para 20, 30 y las otras décadas
                  son literalmente traducidas como dos-diez, tres-diez, etc.
                  21, 22, etc. son literalmente traducidas como dos-diez-uno,
                  dos-diez dos, etc. Este sistema regular, que representa la
                  idea de composición aditiva tan claramente, contrasta
                  con el inglés, en que las palabras de conteo de 13 a 19 son irregulares. Noten, sin embargo, que ninguno
                  de los dos sistemas da pistas a la idea de composición
                  aditiva cuando los niños tienen que pagar 7 céntimos
                  utilizando una combinación  de cinco más
                  dos unos. Así que, si los niños Taiwán
                  eses producen mejor estas combinaciones de monedas, esto demuestra
                  que ellos no meramente están vinculando palabras a monedas,
                  sino que han entendido el principio de composición aditiva.
                  Dimos la 'Shop Task' a niños de cinco años de
                  los dos países usando denominaciones variadas de monedas
                  relevantes: en algunas pruebas se usaban solamente monedas
                  con valor de 1, en otras combinaciones de monedas con valores
                  de 1 y 5 y en otras monedas con valores de 1 y 10. Dentro de
                  este campo, los niños de Taipei y Oxford no se diferían
                  cuando pagaban los juguetes en la 'Shop Task' cuando las monedas
                  eran todas de un valor de 1. Sin embargo, se diferían
                  significantemente cuando tenían que usar el principio
                  de composición aditiva. Los niños de Taipei se
                  equivocaban muy poco (solamente 8%) en las combinaciones de
                  valor de 10 y 1, que es donde su sistema puede ayudarles con
                  la idea de composición aditiva muy directamente, y unos
                  más se equivocaban (20%) cuando tenían que contar
                  con combinaciones con valores de 5 y 1, donde no tienen ayuda
                  directa del sistema. En los dos casos, actuaron significativamente
                  mejor que los niños de Oxford, que se equivocaban en
                  56% de las pruebas en que se utilizaban combinaciones con valores
                  de 10 y 1, y en 46% de las pruebas en que se utilizaban combinaciones
                  con valores de 5 y 1.
                Nuestra conclusión es que el sistema de razonamiento
                  que los niños forman para contar depende de la lógica,
                  los principios de correspondencia mencionados antes y el principio
                  de composición aditiva, cuando se usa un sistema de
                  base, y también depende de la herramienta culturalmente
                  concebida para el conteo, un sistema de etiquetas numéricas.
                  Aprender el sistema de etiquetas numéricas en inglés
                  o chino les permite a los niños a superar los límites
                  de su memoria natural, porque pueden generar las etiquetas
                  numéricas usando la lógica del sistema. Si esta
                  lógica es más transparente en el sistema, pueden
                  comprenderla más rápidamente.
                Usar el conteo para resolver tipos diferentes de problemas
                De los ejemplos anteriores parece que el conteo se relaciona
                  con la adición de forma directa, que saber contar y
                  sumar son cosas casi iguales y que el conteo consiste en sumar.
                  Para destacar que el conteo es una herramienta en la aritmética
                  en general, y no solo una base para la adición, basta
                  considerar algunos ejemplos en los cuales la lógica
                  de los niños guía la manera en que organizan
                  materiales para contar y encontrar la respuesta para diferentes
                  tipos de problemas. En estos ejemplos, la lógica de
                  los niños guía su manera de manipular los objetos
                  y lo que cuentan, una vez que han representado el problema.
                El primer ejemplo es un contraste entre dos problemas de substracción.
                  Los dos son problemas de cambio, pero en uno el valor que falta
                  es el resultado final y en el otro el valor que falta es el
                  cambio. Un problema de cambio con resultado desconocido sería
                  así: un niño tiene 6 canicas, las mete en el
                  bolsillo y sale de casa, tiene un agujero en el bolsillo y
                  4 canicas se le caen, ¿cuántas canicas le quedan
                  cuando llega a casa? El mismo problema con el cambio desconocido:
                  un niño tiene 6 canicas , las mete en el bolsillo y
                  sale de casa, tiene un agujero en el bolsillo y algunas canicas
                  se le caen cuando llega a casa, quedan 4 canicas,¿cuántas
                  canicas se le han caído? En ambos problemas, el niño
                  puede utilizar los materiales para representar el total, el
                  cambio y el resultado. En el primer problema, el niño
                  quita 4 canicas y cuenta las que quedan. En el segundo problema,
                  el niño cuenta 4, que es el estado final, y debe concluir
                  que las otras son las canicas que quedan en el bolsillo del
                  niño. Aunque los problemas parecen ser similares, cuando
                  los niños actuaron para resolver el problema, el problema
                  de estado final que falta obtuvo el 75% de respuestas correctas
                  en nuestro grupo de niños en su primer año de
                  colegio, mientras el problema de transformación que
                  falta obtuvo el 35% de respuestas correctas. El niño
                  tiene las mismas herramientas, pero una manipulación
                  lógica distinta se requiere.
                El segundo ejemplo es el uso del conteo para resolver problemas
                  de multiplicación. Les dimos a los niños el siguiente
                  problema de multiplicación: en cada casa de esta calle
                  (cuatro casas son dibujadas) viven tres perros. ¿Cuántos
                  perros viven en esta calle? Para resolver este problema, los
                  niños cuentan señalando las casas, no en correspondencia
                  de uno a uno, sino en correspondencia uno a muchos porque señalan
                  y cuentan tres veces con cada casa. La actuación de
                  los niños en estos problemas es sorprendentemente buena:
                  el 58% de las respuestas (de 5 problemas) de los niños
                  son correctas cuando los niños están en su primer
                  año de colegio (5y10m de edad, N=112).
                Estas diferentes maneras que los niños utilizan para
                  el conteo ilustran cómo su lógica guía
                  la manera de que cuentan para resolver problemas. Saber contar
                  es una herramienta, necesaria pero no suficiente, para resolver
                  problemas, como tener un reloj es necesario, pero no suficiente
                  para que los niños puedan decir la hora.
                Trasladación entre herramientas: la habilidad de calcular
                  problemas de adición y substracción
                Los niños primero aprenden a resolver problemas de
                  adición utilizando sus dedos para representar los objetos
                  en el problema. El principio utilizado por el sistema de razonamiento
                  de los niños en esta representación es correspondencia
                  de uno a uno: un dedo representa un caramelo, una palabra de
                  conteo se agrega a un dedo y la última palabra de conteo
                  indica el número de caramelos. Hay una maniobra lógica
                  importante que es fundamental para esta manera de resolver
                  problemas: si los niños comprenden que pueden contar
                  los dedos para resolver problemas de caramelos, comprenden
                  que el referente (dedo, caramelo) no afecta el resultado de
                  una operación de adición. Es decir, 1 + 1 = 2
                  independientemente de lo que representen los números.
                Más tarde, los niños son capaces de 'count on'
                  (seguir contando): cuando resuelven el problema 'Una chica
                  tiene 5 caramelos, su abuela le da 3, ¿cuántos
                  caramelos tiene ahora?". Reemplazan el uso de cinco dedos
                  con solamente la palabra 'cinco'. Este cambio parece ser un
                  cambio de representación: en lugar de un dedo por cada
                  caramelo, una palabra, 'cinco', representa los cinco caramelos
                  al mismo tiempo. Este cambio pequeño tiene un impacto
                  enorme en el sistema de razonamiento: mientras los niños
                  tienen un número limitado de dedos, las palabras numéricas
                  siguen indefinidamente. Un sistema con límites fijados
                  llega a ser más poderoso quitando los límites
                  con un cambio de herramientas.
                Hay algunas indicaciones en nuestra investigación de
                  que este cambio de representación se relaciona con la
                  comprensión de los niños de composición
                  aditiva. Un estudio llevado a cabo por Katerina Kornilaki apoya
                  esta idea. Ella les dio a los niños diferentes tipos
                  de tareas, que se trataban del conteo con niveles distintos
                  de representación de uno de los números sumados,
                  el otro número sumado siempre se representó visiblemente.
                  En el primer tipo de tarea, se les pidió a los niños
                  que dijeran qué fueron los totales de dos series que
                  fueron representadas visualmente, y que quedaron representadas
                  todo el tiempo para que simplemente pudieran contar todos los
                  objetos visibles. En el segundo tipo de tarea, adoptada de
                  Steffe y sus colegas (1982), se les pidió a los niños
                  que sumaran dos series, pero una de ellos fue contada y después
                  escondida. Por ejemplo, se les dijo a los niños que
                  se imaginen una chica con seis monedas, se les enseñan
                  las seis monedas, que después se meten en una cartera.
                  Después a la chica se le dieron tres monedas, que quedaron
                  visibles para los niños. Se les preguntó a los
                  niños cuántas monedas tenía al final la chica.. Tareas con números sumados escondidos, como ya había
                  descubierto Steffe, pueden resolverse por procedimientos de
                  'count all' (contar todo) o 'count on' (seguir contando). Cuando
                  los niños contaron todo, señalaron la cartera
                  con las monedas dentro, y contaron hasta seis, y después
                  siguieron contando las monedas fuera de la cartera. Cuando
                  los niños 'count on', los niños simplemente dijeron
                  'seis', y siguieron contando. El tercer tipo de tarea fue nuestra
                  'Shop Task'. La diferencia entre las tareas es la representación
                  del primer número que se suma; o es completamente visible,
                  o visible al principio pero luego oculto, o codificado en una
                  moneda de más valor que 1. Las tareas claramente difieren
                  en nivel de dificultad: la primera es la más fácil,
                  y la tercera, la 'Shop Task' es la más difícil.
                  Un análisis de la actuación de los niños
                  en todas las tareas demuestra que solamente los niños
                  que pudieron 'count on' en la tarea de número sumado
                  oculto pudieron hacer la
                  'Shop Task', pero no todos ellos: 'count on' fue necesario,
                  pero no fue una maniobra suficiente para comprender la composición
                  aditiva requerida para tener éxito en la
                  'ShopTask'.
                La comprensión de composición aditiva es una
                  idea poderosa, y parece ser la base de la adición y
                  substracción de números grandes en la aritmética
                  oral. El sistema de razonamiento de la aritmética oral
                  puede desarrollarse sin el conocimiento de aritmética
                  escrita. En Brasil, estos dos sistemas existen como prácticas
                  culturales independientes: la aritmética oral se usa
                  en los mercados de la calle y en la economía informal
                  en general, y la aritmética escrita se usa en las escuelas.
                  El contraste entre estos dos sistemas ilustra como los mismos
                  principios lógicos crean diferentes sistemas de razonamiento
                  cuando las herramientas culturales utilizadas por la persona
                  son distintas. Nuestro trabajo anterior en Brasil ha demostrado
                  que la gente joven y los adultos con poca educación
                  formal pueden tener muy buena habilidad de cálculo en
                  el modo oral, y pobre habilidad de cálculo en el modo
                  escrito. Esta diferencia no se explica por las diferencias
                  en principios lógicos utilizados para calcular usando
                  la aritmética oral comparada con la aritmética
                  escrita: se explica por las diferencias en las herramientas
                  culturales que se utilizan. El análisis de los procedimientos
                  de cálculo de los niños en la aritmética
                  oral y escrita demuestra que ambos tipos de aritmética
                  dependen de la lógica de la composición aditiva
                  de números y la propiedad asociativa de adición.
                  Si 17 es igual que 10 más 7, y 13 es igual que 10 más
                  3 (la composición aditiva), la suma de 17 y 13 se puede
                  encontrar sumando los dieces, sumando los unos, y después
                  sumando estos dos resultados. Estos son los principios utilizados
                  cuando los niños resuelven problemas de adición
                  y substracción oralmente, y también son los principios
                  utilizados en los algoritmos escritos. Sin embargo, como la
                  herramienta de representación cambia, números
                  orales o escritos, los sistemas de razonamiento utilizados
                  en el cálculo son diferentes. Pueden ser integrados,
                  pero también pueden existir en aislamiento. Nuestro
                  trabajo demuestra que los niños que son expertos en
                  la aritmética oral todavía pueden tener dificultades
                  en el uso de los mismos principios de razonamiento para calcular
                  con el sistema escrito (un análisis de esta investigación
                  se encuentra en Nunes, Schliemann and Carraher, 1993), y viceversa:
                  mucha gente puede usar el sistema escrito para cacular, pero
                  no el sistema oral. La trasladación entre sistemas orales
                  y escritos de cálculo no es fácil. Sin embargo,
                  es posible imaginarse de un sistema que coordina ambos sistemas,
                  y que sería más poderoso y flexible que los dos.
                La trasladación entre herramientas: lenguaje proporcional
                  y fraccional en las cantidades intensivas
                El ejemplo final que utilizaré aquí es la representación
                  de cantidades intensivas, y cómo afecta la comprensión
                  de los niños de problemas de cantidades intensivas.
                  Cantidades intensivas son cantidades definidas por la proporción
                  entre dos otras cantidades. Por ejemplo, el sabor del zumo
                  de naranja depende de la proporción entre el concentrado
                  de naranja y el agua. La probabilidad de que ocurre un acontecimiento
                  (por ejemplo, coger una canica azul de una bolsa) depende de
                  la proporción entre los casos favorables y no favorables
                  (las canicas de otros colores). Muchas (aunque no todas) cantidades
                  intensivas se pueden representar numéricamente o por
                  proporciones o fracciones. La mezcla de zumo de naranja se
                  puede expresar como una taza de concentrado por dos tazas de
                  agua, o 1/3 concentrado. La probabilidad de coger una canica
                  azul se puede describir como una canica azul por dos canicas
                  blancas, o como 1/3. Ambas formas de representación
                  incluyen el razonamiento proporcional cuando hacen comparaciones:
                  por ejemplo, entre el sabor de zumo de naranja de dos mezclas
                  o la probabilidad de coger una canica azul de dos bolsas con
                  una mezcla de canicas blancas y azules.
                Despina Desli comparó la habilidad de los niños
                  para resolver problemas de cantidad intensiva cuando la información
                  fue presentada a ellos en lenguaje proporcional o en lenguaje
                  fraccional. Se les dieron problemas a los niños como éste:
                  Una niña hace tres tazas de zumo de naranja mezclando
                  una taza de concentrado con dos tazas de agua. El zumo sabe
                  perfectamente, así que el día siguiente, cuando
                  va a hacer el zumo para una fiesta, quiere que sepa exactamente
                  igual. Tiene que hacer 18 tazas de zumo. ¿Cuántas
                  tazas de concentrado y cuántas tazas de agua debe utilizar?
                  Este problema está impregnado de lenguaje proporcional.
                  A la mitad de los niños se les presentó el problema
                  así. A la otra mitad, se le presentó el problema
                  en lenguaje fraccional: Una chica hace tres tazas de zumo de
                  naranja usando una mezcla de 1/3 concentrado con 2/3 agua.
                  El zumo sabe perfectamente. Así que el día siguiente
                  va a hacer zumo para una fiesta y quiere que sepa exactamente
                  igual. Tiene que hacer 18 tazas de zumo. ¿Cuántas
                  tazas de concentrado y cuántas tazas de agua debe usar?
                  La mitad de los niños de cada grupo tuvo cosas para
                  manipular para ayudarles a resolver el problema: tazas pequeñas
                  de color naranja y blanco. La otra mitad de los niños
                  solamente tuvo papel y lápiz. Se seleccionaron los niños
                  al azar en estas condiciones.
                Todos los niños en el estudio, de edades de 8 a 10,
                  habían sido enseñados en el colegio sobre las
                  fracciones utilizadas en el problema. Los niños de 8
                  y 9 años a que se les presentó el problema en
                  el lenguaje proporcional actuaron significativamente mejor
                  que los a que se les presentó el problema en lenguaje
                  fraccional, la diferencia no fue significativa para los niños
                  de 10 años. Como los niños habían sido
                  seleccionados al azar a estas condiciones de prueba, es razonable
                  imaginar que las diferencias de lenguaje explican las diferencias
                  de actuación. Es posible que los niños puedan
                  empezar a desarrollar su comprensión de proporcionalidad
                  usando una representación proporcional sin poder conectarla
                  a una representación fraccional, y solamente más
                  tarde consiguen esta coordinación.
                Un análisis de las estrategias de los niños
                  sostiene que este es el caso. Cuando los problemas son presentados
                  en lenguaje proporcional, el 30% de los niños pueden
                  usar el razonamiento de correspondencia, y replicar las correspondencias
                  hasta que alcanzan la cantidad total. Por ejemplo, una taza
                  de concentrado con dos tazas de agua hacen 3 tazas, dos tazas
                  de concentrado con 4 tazas de agua harían 6 tazas, etc.,
                  hasta que obtengan las deseadas 18 tazas en total. La lógica
                  de correspondencia se desarrolla tempranamente y los niños
                  pueden empezar a resolver problemas proporcionales con ella.
                  No es fácil para los niños usar este esquema
                  cuando se les presenta el problema en lenguaje fraccional.
                  Como los niños no se trasladan fácilmente entre
                  dos formas de representar problemas, aunque podrían
                  usar correspondencia para resolver el problema, muy pocos (el
                  4%) de los a que se les presentó el problema en lenguaje
                  fraccional pensaron en esta solución.
                Conclusiones
                Estos ejemplos fueron utilizados para demostrar cómo
                  la idea de sistemas de razonamiento, que son abiertos y pueden
                  lograr el mismo fin a través de mecanismos diferentes,
                  pueden coordinar el uso de la lógica con herramientas
                  diferentes que son desarrolladas culturalmente. Estas herramientas
                  pueden potenciar los usuarios, ayudándoles a superar
                  los límites de memoria y percepción, por ejemplo.
                  También influyen en cómo los usuarios visualizan
                  los problemas matemáticos. Como las diferentes herramientas
                  de representaciones destacan aspectos diferentes de la misma
                  situación, los usuarios que pueden coordinarlas son
                  más flexibles. Sin embargo, esta coordinación
                  tal vez no llegue de manera fácil y espontánea:
                  uno de los fines de la enseñanza matemática debe
                  ser ayudar a los usuarios a coordinar sistemas que parecen
                  funcionar independientemente, pero se relacionan a la misma
                  lógica.
                
                
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