EL NIÑO Y LA NIÑA DE 1 A 2
AÑOS
El cuidado y la educación de los niños
y niñas de este año de vida son quizás los
mas difíciles de llevar a cabo en toda la etapa de la edad
infantil, por las particularidades tan significativas de su desarrollo.
El simple hecho de que descubren que pueden caminar, lo que los
hace andarines muy activos, su aún pobre desarrollo intelectual
y las pocos posibilidades que tienen que el lenguaje sirva para
dirigir su comportamiento, hace que la tarea de educarlos sea bien
complicada, y exige mucha paciencia, comprensión y esfuerzo
físico por parte de los padres u otros adultos encargados
de su atención.
Una particularidad resaltante de este año
de vida consiste en que de una aceleradísimo patrón
de desarrollo que caracterizó el primer año, se pasa
ahora a una fase de mas lento ritmo, lo que hace que el niño
y la niña necesiten ingerir menos alimentos, lo cual preocupa
mucho a los padres, que ven que de pronto ya no quieren comer tanto
como antes, y piensan que su hijo debe estar enfermo, porque come
menos. Esto es algo normal y no debe ser motivo de preocupación
alguna.
El hecho de que digamos que estos niños
y niñas pasan a un ritmo de desarrollo mas lento, no quiere
decir que el mismo no sea rápido, lo que pasa es que comparado
con el año anterior es decididamente menor. Una prueba de
que este desarrollo sigue siendo veloz es que, si medimos la talla
del niño o la niña el día que cumple los dos
años, veremos que ese día ya tiene la mitad de toda
la estatura que ha de tener cuando sea adulto. ¡Crece en dos años
el 50% de todo el tamaño que ha de alcanzar! Increíble,
¿verdad?
Otra cuestión importante y que los padres
suelen desconocer es que con mucha frecuencia, en particular en
el primer semestre, el niño o la niña hablan menos
que antes, o pierden palabras que antes sabían, lo cual añade
mas preocupaciones. Esto también es un fenómeno natural
y que está dado porque su acelerado desarrollo motor parece
interferir con el habla, y la lentifica, pues, es obvio que el poder
caminar y moverse libremente es de mucha mas significación
para el niño o la niña que poder decir palabras. Por
eso no se debe pretender que repita las palabras que ya se conoce
que sabían, sino esperar a que por sí solas vuelvan
a ser dichas, simplemente eso.
Los padres también deben saber que hay marcadas
diferencias entre el primero y el segundo semestre, en particular
respecto al sueño. Asi, mientras que de los 12 a los 18 meses
estos niños y niñas requieren de dos períodos
de sueño diurno, uno a media mañana y otro a media
tarde, a partir del año y media ya solamente necesitan uno,
sobre el mediodía. Esto es debido a que su sistema nervioso
es mucho mas débil en los primeros seis meses que en el segundo
semestre, y se necesita mas sueño al principio del año
que después.
Aunque ya caminan, su marcha es aún insegura,
por lo que se caen con frecuencia y hay que tratar de evitar que
existan obstáculos peligrosos (escalones, desniveles del
piso, oquedades, etc), que pueden ser motivo de accidentes. No obstante,
hacia el final de este año ya han ganado mucho en seguridad,
y pueden subir y bajar solos algunos escalones o correr , aunque
todavía disperso.
Por lo general, si la educación ha sido
buena, estos niños y niñas mantienen un estado de
ánimo alegre y activo, y se relacionan bien con los adultos,
a los que buscan con frecuencia. No obstante, hacia el segundo semestre
comienzan a ser un poco obstinados y querer hacer las cosas por
sí mismos, lo cual expresan diciendo "yo solito"
o empeñándose en no obedecer. Con los otros niños
y niñas la situación es mas dificil, se arrebatan
las cosas, se agreden, etc, generalmente por los juguetes o por
la atención de un adulto en particular. Esto también
es parte natural del desarrollo y hay que saber como manejar estas
situaciones para evitar que se compliquen.
Durante este año adquieren muchas habilidades
simples, y así logran utilizar una cuchara para comer y beber
de una vasija con asa sin derramar.
A estos niños y niñas les encanta
arrastrar cosas (un camioncito, un muñeco con ruedas, etc)
y lanzar, en especial una pelota, lo cual hacen con una mano al
frente.
Son muy curiosos, y quieren conocer todo lo que
les rodea y está a su alcance, por lo que rompen los objetos
para ver como son, o meten los dedos en los tomacorrientes, o se
encaraman para coger algo de una repisa, lo cual obliga a una vigilancia
adecuada de sus acciones. Y como aún son muy pequeñitos
para conocer el peligro, requieren de una atención mayor
que antes.
Generalmente dicen algunas palabras, que siempre
implican una frase. Por ejemplo, si dicen "leche", esto
puede significar "quiero leche" o "no me gusta la
leche" o ¿Dónde está la leche? A esto se le llama
"palabra-frase". Sin embargo, ya hacia finales de este
segundo año unen dos palabras, como "Quiero agua"
y pueden responder a sencillas preguntas que se les hagan.
Ya en este momento del desarrollo el lenguaje empieza
a poder controlar su conducta, y obedecen ante un leve regaño
o dejan de hacer algo si el adulto los requiere. Ya es capaz de
obedecer órdenes, y puede cumplir hasta tres que se les digan
de una vez como "Ve al cuarto, recoge los zapatos y tráemelos",
algo que en el primer semestre era imposible, cuando solamente podía
cumplir una a la vez.
Son niñas y niñas que se fijan en
muchas cosas, que luego trasladan a su actividad. Por eso les ves
que de pronto cogen un palo y hace que barren, o se sirven en un
platito y lo ofrecen a una persona, o simulan que están leyendo
un periódico, acciones simples que aún no puede coordinar
juntas, sino una a una. Por eso hay que jugar mucho con ellos para
que aprendan muchas de estas cosas.
Finalmente, y en unos niños mas que en otros,
en el tránsito hacia el siguiente año se va a dar
una "explosión" del lenguaje, y este niño
o niña que apenas hablaba empieza de pronto a decir miles
de cosas, aun incompletas pero destacadas. Esto es a lo que los
psicólogos llaman el inicio del "período sensitivo
del lenguaje" y significa un extraordinario paso de avance
en su desarrollo general. |