CRITERIOS PARA LA CALIFICACIÓN DE LOS JUGUETES
Derivado de todos los pronunciamientos anteriores
en la ciencia pedagógica y psicológica han existido
variados criterios para clasificar los juguetes, lo que está
muy relacionado con la posición teórica asumida. En
este sentido se encuentra entre las primeras la clasificación
de Bühler, para quien los juguetes podían designarse
en tres tipos:
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EL
TIOVIVO DE LOS WEEBLES
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de 12 meses
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Juguetes proyectados para el movimiento y la provisión de
actividad motora, con vista al desarrollo muscular.
Juguetes
adecuados para el juego constructivo y creador, cuya fase señala
el comienzo de la conquista del niño de los materiales que
le rodean.
Juguetes
que se prestan a la acción dramática, la ficción,
y el juego imitativo y capacitan al niño o niña a
penetrar en el mundo de la fantasía.
Esta clasificación de Bühler, aparentemente tan simple
y poco actualizada para esta época, tiene subyacente un enfoque
que visto bajo la luz de un análisis de nuevo tipo, ofrece
aristas interesantes de considerar, algo que se ha de retomar cuando
se valore la relación del juguete con la estimulación
de las inteligencias.
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TREN
CHU-CHU
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de 18 meses
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J. Piaget establece una clasificación de
juegos y juguetes ya mencionadas al inicio de este material, que
es muy orgánica y consecuente con su teoría del desarrollo
del conocimiento, por lo que refuerza el enfoque hacia la esfera
intelectual.
Existen clasificaciones que se refieren a las edades
cronológicas, relacionando una serie de juguetes apropiados
para una determinada etapa del desarrollo, y se habla así
de juguetes para lactantes, para niños de edad temprana,
para los de edad preescolar. Este tipo de clasificación tiene
muchas limitaciones, pues como ya se dijo anteriormente, la edad
solo puede constituir una guía general, siendo más
importante valorar los procesos y propiedades psíquicas que
en un momento determinado del desarrollo son promovidos y estimulados
por un tipo dado de juguetes.
Esto nos lleva a clasificaciones que descansan
básicamente en los procesos y cualidades en que intervienen,
y así tenemos, por ejemplo:
- Juguetes para la concentración visual y auditiva.
- Juguetes para la discriminación perceptual.
- Juguetes para el desarrollo de la actividad con objetos.
- Juguetes para la formación de los movimientos finos
(presión, agarre, etc.)
- Juguetes para estimular la motilidad gruesa.
- Juguetes para el desarrollo del lenguaje.
- Juguetes para la generalización de relaciones.
- Juguetes para la estimulación de emociones positivas.
- Juguetes para el desarrollo sensorial.
- Juguetes para la estimulación de los procesos asociativos.
- Juguetes para la formación de representaciones.
Otra
clasificación semejante, en la línea conceptual de H.
Page, es la siguiente:
- Juguetes para el desarrollo del vigor y la destreza motriz.
- Juguetes para las acciones constructivas y creadoras.
- Juguetes para la representación e imitación.
- Juguetes para el desenvolvimiento social.
- Juguetes para la habilidad artística: artes y manualidades.
- Juguetes para la adquisición de conocimientos.
- Juguetes de interés científico y de relaciones
mecánicas.
- Hobbies o intereses cognoscitivos especiales.
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DINO
ANDARINES
+
de 18 meses
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Estas clasificaciones tienen un fundamento concebido
básicamente a la estimulación de determinados procesos
y cualidades, pero no contemplan todas las potencialidades susceptibles
de ser estimuladas, ni todas las áreas de desarrollo. No
obstante, su principio conceptual principal, estimular las propias
acciones psíquicas o físicas, que significan la esencia
de su enfoque, constituye una dirección acertada en el estudio
de esta problemática, y se relaciona estrechamente con posiciones
modernas, en las que puedan engarzarse de manera muy natural. Esto
va a comprobarse cuando se analice más adelante una manera
diferente de clasificar los juguetes, basada en la teoría
de las inteligencias múltiples de H. Gardner, hacia lo cual
han de derivar las conclusiones finales de este trabajo.
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