LOS PADRES Y LOS JUGUETES
A los padres es bueno enseñarles, no solamente
juegos y actividades, sino también como usar los juguetes
en el hogar. En este sentido, pueden adaptarse las anteriores recomendaciones,
a las cuales podemos añadir las siguientes:
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LA
NORIA ALFABETO DE
LOS WEEBLES
+ de 12 meses
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Los hijos deben escoger libremente sus juguetes, por lo
que los padres no deben imponerles sus propios gustos. Solo es aconsejable
realizar alguna intervención cuando el niño o la niña
seleccionan un juguete no adecuado para su edad y desarrollo.
Los padres deben dejar jugar a sus hijos
con sus juguetes. No es infrecuente que se le compre al hijo un
juguete, y luego sea el padre o madre el que juegue con el objeto.
Por otra parte, el juguete que se le compra al niño o niña
es para su uso voluntario y no para tenerlo de exhibición.
En más de una ocasión hemos conocido de casos en
que la niña, por ejemplo, tiene una colección de
muñecas con las que nunca ha jugado, pues los padres le
han coartado su uso, porque "las rompen", o " ha
costado mucho dinero".
Los padres han de saber que el juguete más
costoso no es siempre el mejor, y han de preguntar a los educadores
respecto a cuales adquirir para sus hijos. También en ocasiones
se ve a padres que compran un juguete que les parece "lindo",
y que luego el hijo o hija no disfrutan, y dejan pasar por alto
otro que realmente es fundamental para su desarrollo.
Aunque se redunde, los padres han de saber
que el juguete no enseña a jugar, y que deben enseñar
a sus hijos las acciones lúdicas, en una actividad conjunta
plena de afectividad, paciencia y comprensión.
Los padres han de evitar en sus hijos la
formación de una actitud consumista hacia los juguetes,
y que no todo en la vida se puede tener.
Los progenitores a su vez han de enseñar
a sus hijos a compartir sus juguetes con otros amiguitos, y posibilitar
el contacto grupal de los mismos.
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PIANO
LUCES Y COLORES
+ de 18 meses
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Padre y madre han de jugar indistintamente con
sus hijos varones y hembras, y
en ocasiones hacer de esto un evento que agrupe
a toda su familia nuclear.
Al igual que con los educadores, muchas otras
recomendaciones pudieran darse a los padres para
el mejor uso de los juguetes con sus hijos, vayan estos pocos consejos
como un alerta inicial de los que han de tomar en cuenta en la educación
de sus hijos.
Así, el juguete expresa su importancia como
elemento desarrollador de la formación y educación
de los niños y las niñas, y destacan sus enormes potencialidades
para la estimulación de todas sus inteligencias.
Epilogo
Jugar es la primera y principal, no solo actividad,
sino obligación de los niños y niñas. Por eso
su concepción deberá estar expresamente pensada para
ellos y cumplir una serie de normas de seguridad que no se fijan
de manera aleatoria ni gratuita, sino tras un largo estudio por
parte de los expertos.
Desde el juguete de lata hasta nuestros días,
la evolución de la seguridad en el juguete ha sido constante
e incluso, en algunos aspectos, espectacular. El uso de nuevos materiales
o diseños especiales, entre otras medidas, están enfocados
a lograr que el juego del niño o niña sea, ante todo,
un juego seguro.
El Consejo de Ministros del 30 de junio de 1990
aprobó el Real Decreto que confirma la adopción en
España de la Directiva 88/378 del Consejo de las Comunidades
Europeas, sobre seguridad de los juguetes. En su Anexo II, este
Real Decreto detalla los riesgos particulares a evitar en la fabricación
de los juguetes y de los materiales que los componen, considerando
las razones de uso de los mismos y la edad de los niños o
niñas a los que van destinados.
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BARCA
COCODRILO
GATEADOR
+ de 18 meses
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El Real Decreto divide los riesgos en cinco grandes
grupos: propiedades físicas y mecánicas, propiedades
químicas, propiedades eléctricas, higiene y radiactividad.
Un pequeño repaso de los principales aspectos analizados
nos permitirán profundizar en los puntos más importantes
de la seguridad de los juguetes.
En el aspecto relacionado con las propiedades físicas
y mecánicas, se exige la comprobación de la resistencia
mecánica de los juguetes y de cada una de sus partes, para
evitar que la rotura o deformación de los mismos pueda causar
heridas. Hace hincapié también en los riesgos derivados
de los bordes y puntas accesibles de los juguetes. Dentro de este
apartado las normas son especialmente exigentes en lo que a los
niños o niñas menores de 36 meses se refiere.
Con respecto a la inflamabilidad se recogen las
condiciones que al respecto deben cumplir los juguetes y los materiales
de composición. Así, en caso de contacto con el fuego
la llama ha de apagarse cuando se retire el juguete del foco, y,
en caso de arder, ha de hacerlo lentamente y con poca velocidad
de propagación de la llama.
Para evitar el riesgo de inflamabilidad no se permite
el uso de celuloide, ni de materiales de superficie filosa que presenten
un efecto relámpago al aproximarlo a la llama. Por otra parte,
los juguetes no deben contener gases, sustancias ni líquidos
inflamables o susceptibles de serlos en contacto con otros elementos.
En el apartado de las propiedades químicas,
la normativa especifica: "los juguetes serán diseñados
y fabricados de forma que su ingestión, inhalación,
contacto con la piel, las mucosas o los ojos no presenten riesgos
para la salud o peligro de heridas".
se establecen, además, una serie de limitaciones
en el uso del plomo, antimonio, arsénico, bario, cadmio,
cromo, mercurio y selenio.
En cuanto a la higiene y la radioactividad, los
juguetes deben ser concebidos y fabricados de manera que se satisfagan
las condiciones de higiene y limpieza a fin de evitar los riesgos
de infección, enfermedad y contagio. Asimismo, no podrán
contener elementos o sustancias radioactivas en proporción
perjudiciales para la salud.
Pero tenemos que tener siempre presente que la
seguridad de un juguete no depende exclusivamente de su concepción,
diseño y fabricación. Un factor fundamental en la
seguridad de estos es la correcta elección de los mismos
en función de la edad y capacidad intelectual de los niños
o niñas.
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