Carta abierta con motivo del Día Internacional de la Paz (21 de Septiembre)

 PARA MIS AMIGOS LOS MAESTROS  
SOLO ELLOS CONSEGUIRÁN QUE PODAMOS VIVIR JUNTOS Y EN PAZ
por Juan Sánchez Muliterno, Presidente de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE)

Por la Resolución 55/82 de la Asamblea General de Naciones Unidas [A/RES/36/67] el dial 21 de Septiembre se proclama como Día Internacional de la Paz. Es curioso que el día de la Paz sea por resolución y además de un organismo que, que yo sepa, no ha parado ninguna guerra, ni conseguido que se respeten los derechos de millones de mujeres a llevar la cabeza destapada. En fin…

ninosAprenderConvivir200Es posible que el día 21 todos los líderes políticos hablarán de Paz; harán unos bonitos discursos, por que dominan la oratoria (en inteligencia lingüística, que diría el Dr. Gardner, sacarían muy buena nota). En todos los medios de comunicación la palabra Paz aparecerá mil y una vez. Todos recordaremos a Gandhi y a Martin Luther King. Nuestros niños harán dibujos y posiblemente en los Salones de Actos de los colegios se representarán bonitas obras de teatro y cantarán canciones o tal vez veremos en la TV unas grandes manos extendidas haciendo una cadena. Luego nos iremos a nuestra casa tan contentos: hemos celebrado y contribuido a la Paz mundial. Hasta el año que viene. O quizá ya ni eso.

Y esto nos parece que está muy bien, aunque está claro que no sirve para nada como la tozuda realidad nos demuestra. No solo es que persisten los conflictos armados, sino que basta mirar a nuestro alrededor para comprobar que vivimos en una sociedad cada día más violenta y agresiva, donde poder vivir Juntos y en Paz es cada día más complicado. .

Porque la Paz no es solo ausencia de conflictos armados, la paz es poder convivir con el vecino del barrio, con los compañeros de trabajo, con la sociedad que nos rodea. Y eso, a la vista está, es cada día más difícil. Vivimos en un mundo y en una sociedad convulsa dominada por una relación negativa de las conductas y valores del ser humano que son el origen de numerosos problemas y conflictos sociales: violencia de todo tipo, ya entre los niños en los colegios; deterioro del medio ambiente; marginación; pobreza; consumismo; drogadicción; etc. Si profundizamos en las causas de esta visión, no negativa sino realista, fácilmente llegamos al modelo de socialización y de relación predominante en nuestra sociedad: vivimos en la cultura de la violencia y del menosprecio, lo cual es preciso cambiar.

Ante esta realidad todo el mundo pediremos el día 21 (y el día 22, y el 23, y el 24…) que se actúe lo antes posible. Que se desarrollen actuaciones preventivas para frenar comportamientos no deseados. Se demanda que los poderes públicos y los diferentes agentes de socialización (familia, escuela, medios de comunicación…) se pongan de acuerdo y planifiquen propuestas que provoquen un cambio radical en nuestro modelo social. Demanda a la que contestamos, políticamente muy correcto que de acuerdo, pero luego, hasta el año que viene, hasta el próximo día 21 de septiembre dibujando la blanca paloma, no volveremos a acordarnos.

ninasbeso350El tema elegido por Naciones Unidas para el Día en 2016 es el siguiente: «Los Objetivos de Desarrollo Sostenible: elementos constitutivos de la paz». Pero, ¿cuáles son esos elementos constitutivos de paz?. Es indudable que la sociedad actual debe de cambiar. Y este cambio solo puede venir por la creación de una SOCIEDAD EDUCADORA. Una sociedad donde los agentes que intervienen en la consecución de la paz, actúen de manera coordinada y en una misma línea: los líderes políticos con sabias decisiones que no tengan como consecuencia el enfrentamiento, no ya entre naciones, sino dentro de la propia nación entre los mismos líderes políticos, que en la mayoría de los casos solo podemos calificar de vergonzosa (no hay un espectáculo más patético que ver a los líderes políticos descalificándose mutuamente en lugar de buscar de manera conjunta soluciones a los problemas de la sociedad que han de regir); los líderes sociales , ofreciendo una imagen de esfuerzo y trabajo; los medios de comunicación , ofreciendo unos programas y noticias de calado social y no series de tele basura; la escuela, ofreciendo programas basados en los valores y el respecto y no en la mera consecución de conocimientos.

Solo así, aprenderemos a vivir juntos y en Paz. Aprender a vivir juntos y en Paz no se logra, ni ha logrado, por resolución, por promulgar una Ley o pintando muchas blancas palomas o pronunciando bellas palabras, sin duda cargadas de indudables buenas voluntades y voluntarismo, como la propia sociedad se encarga día a día de demostrarlo.

Tal vez tardemos en conseguir que esta SOCIEDAD EDUCADORA sea una realidad; Tal vez tenga que pasar mucho tiempo o deteriorarse aun más para poder reaccionar. Pero ¿hasta cuándo? ¿no hemos pasado ya “las líneas rojas?.

Mientras los que pensamos que cabe un mundo mejor, seguiremos luchando por conseguirlo. Y eso somos los maestros. Se le atribuye a Joyce A. Myers la frase “Los maestros pueden cambiar vidas solo con la adecuada mezcla de tiza y desafíos”. O yendo más lejos, la docencia es la tarea que más puede transformar la sociedad porque de ella depende el futuro del mundo entero.

Somos los profesionales de la educación de los más pequeños los que cada día intentamos con todas nuestras fuerzas llenar la mente de los niños que educamos de normas, valores, conceptos y comportamientos hacia la asunción de la paz y el rechazo a la violencia como componentes esenciales de su personalidad. Y esto hemos de hacerlo en el momento que el niño forma su personalidad, no después, como la Investigación Científica dicta.

Por ello hemos de hacer que los sistemas educativos contemplen la Educación para la Paz como una prioridad, y que esta se inicie cuando empieza la educación, que no es otro momento que el mismo momento del nacimiento. Si los sistemas educativos no lo hacen (en definitiva, las disposiciones de los gobiernos), lo tendremos que hacer nosotros, los maestros, los que con nuestro granito de arena queremos hacer posible el cambio.

-Juan Sánchez Muliterno. En Madrid, a 21 de Septiembre de 2016-
juansanchezmuliternoIngeniero agrónomo de formación, el albaceteño Juan Sánchez Muliterno ha vivido vinculado al sector de la educación desde sus primeros pasos laborales. En el año 1992, junto a otros profesionales de la educación infantil del resto del mundo, promovió la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) y desempeña el cargo de presidente desde su constitución. AMEI-WAECE es una institución sin ánimo de lucro que surge como un movimiento de renovación pedagógica, con el objetivo de ayudar a los maestros que trabajan día a día con los niños más pequeños y a la vez hacer un llamamiento sobre la importancia de una educación desde la primera infancia rica en valores que cimientan la personalidad del niño y que a la larga permiten una convivencia más pacífica.

Juan Sánchez Muliterno ha sido galardonado con el premio de la Asociación Mundial de Organizaciones no Gubernamentales (WANGO) en materia de educación, un reconocimiento internacional al esfuerzo y a la dedicación tanto personal como profesional en la promoción de una educación de calidad desde la primera infancia; galardón que también ostentan varios Premios Nobel.