CRITERIOS
PARA LA CALIFICACIÓN DE LOS JUGUETES
Derivado de todos los pronunciamientos
anteriores en la ciencia pedagógica y psicológica
han existido variados criterios para clasificar los juguetes,
lo que está muy relacionado con la posición
teórica asumida. En este sentido se encuentra entre
las primeras la clasificación de Bühler, para
quien los juguetes podían designarse en tres tipos:
Juguetes proyectados para el movimiento y la provisión
de actividad motora, con vista al desarrollo muscular.
Juguetes adecuados para el juego constructivo y creador,
cuya fase señala el comienzo de la conquista del
niño de los materiales que le rodean.
Juguetes
que se prestan a la acción dramática, la
ficción, y el juego imitativo y capacitan al niño
o niña a penetrar en el mundo de la fantasía.
Esta clasificación de Bühler, aparentemente
tan simple y poco actualizada para esta época, tiene
subyacente un enfoque que visto bajo la luz de un análisis
de nuevo tipo, ofrece aristas interesantes de considerar,
algo que se ha de retomar cuando se valore la relación
del juguete con la estimulación de las inteligencias.
J. Piaget establece una clasificación
de juegos y juguetes ya mencionadas al inicio de este
material, que es muy orgánica y consecuente con
su teoría del desarrollo del conocimiento, por
lo que refuerza el enfoque hacia la esfera intelectual.
Existen clasificaciones que se refieren
a las edades cronológicas, relacionando una serie
de juguetes apropiados para una determinada etapa del
desarrollo, y se habla así de juguetes para lactantes,
para niños de edad temprana, para los de edad preescolar.
Este tipo de clasificación tiene muchas limitaciones,
pues como ya se dijo anteriormente, la edad solo puede
constituir una guía general, siendo más
importante valorar los procesos y propiedades psíquicas
que en un momento determinado del desarrollo son promovidos
y estimulados por un tipo dado de juguetes.
Esto nos lleva a clasificaciones que
descansan básicamente en los procesos y cualidades
en que intervienen, y así tenemos, por ejemplo:
- Juguetes para la concentración visual y
auditiva.
- Juguetes para la discriminación perceptual.
- Juguetes para el desarrollo de la actividad con
objetos.
- Juguetes para la formación de los movimientos
finos (presión, agarre, etc.)
- Juguetes para estimular la motilidad gruesa.
- Juguetes para el desarrollo del lenguaje.
- Juguetes para la generalización de relaciones.
- Juguetes para la estimulación de emociones
positivas.
- Juguetes para el desarrollo sensorial.
- Juguetes para la estimulación de los procesos
asociativos.
- Juguetes para la formación de representaciones.
Otra clasificación semejante,
en la línea conceptual de H. Page, es la siguiente:
-
Juguetes para el desarrollo del
vigor y la destreza motriz.
- Juguetes para las acciones constructivas y creadoras.
- Juguetes para la representación e imitación.
- Juguetes para el desenvolvimiento social.
- Juguetes para la habilidad artística: artes
y manualidades.
- Juguetes para la adquisición de conocimientos.
- Juguetes de interés científico y
de relaciones mecánicas.
- Hobbies o intereses cognoscitivos especiales.
Estas clasificaciones tienen un fundamento
concebido básicamente a la estimulación
de determinados procesos y cualidades, pero no contemplan
todas las potencialidades susceptibles de ser estimuladas,
ni todas las áreas de desarrollo. No obstante,
su principio conceptual principal, estimular las propias
acciones psíquicas o físicas, que significan
la esencia de su enfoque, constituye una dirección
acertada en el estudio de esta problemática, y
se relaciona estrechamente con posiciones modernas, en
las que puedan engarzarse de manera muy natural. Esto
va a comprobarse cuando se analice más adelante
una manera diferente de clasificar los juguetes, basada
en la teoría de las inteligencias múltiples
de H. Gardner, hacia lo cual han de derivar las conclusiones
finales de este trabajo.
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