EL LUGAR DE LOS JUGUETES
El lugar mejor para ubicar los juguetes
es situándolos en el mayor espacio posible en el
suelo, con un sitio especial para guardarlos (cajón,
rincón de los juegos, anaqueles), asequibles a
los niños y niñas, y bajo su responsabilidad
de guarda y cuidado. Esta actitud de preservación
de los juguetes ha de formarse desde que el niño
o la niña empiezan a caminar (a partir de los doce
meses), para inculcar este hábito desde la más
temprana edad.
La asequibilidad ha de permitir que el
niño y la niña utilicen los juguetes en
la medida que lo deseen, permitiéndoles libertad
de acción y selección individual. Este hecho
de que los juguetes se ubiquen al alcance de los pequeños
es de extrema importancia, pues ayuda al desarrollo de
la independencia y a la manifestación particular
de sus inteligencias, en la misma medida en que las necesidades
e intereses se refuerzan por la actividad lúdica
libre.
La organización de los juguetes
en el espacio requiere una serie de técnicas que
es preciso conocer, que facilita enormemente su uso. Veamos
algunas líneas generales en las que nos podemos
basar para que su uso y conservación sea rentable,
eficaz y duradero:
1.- Accesibilidad y visibilidad
Lo que el niño ve, a medida que
se va desplazando por el espacio, es lo que va formando
sus ideas y planes a la hora de realizar una actividad.
Intentaremos que los juguetes y materiales de juego estén
a la vista y al alcance de los niños, salvo los
que encierran peligrosidad o son frágiles. Si estos
no están a la vista y alcance de los niños
será el adulto el que tenga que proporcionárselos,
desaprovechando la posibilidad de desarrollar la autonomía
del niño y el que tome sus propias decisiones con
respecto a la actividad a realizar. Para hacer visible
el material es aconsejable guardarlos en recipientes transparentes
o hacerles una abertura de forma que pueda verse el interior
de los mismos. Es indispensable poner los materiales al
alcance de los niños, utilizando el suelo y estantes
y mesas bajas.
2.- Clasificación y etiquetaje
En el lugar en el que se encuentran
ubicados los distintos materiales, debemos poner códigos
o etiquetas para que una vez utilizado el material por
el niño, pueda devolverlo a su lugar de origen.
Estos códigos deben ser conocidos por todo el grupo
y comúnmente aceptados.
Un buen etiquetaje y clasificación
de los materiales favorece hábitos de orden, promueve
ejercicios constantes de clasificación por parte
de los niños, facilita el control y el conocimiento
del estado del material por parte del grupo y del adulto,
lo que permite un análisis periódico y la
toma de decisiones por parte del grupo para mejorar la
organización y la distribución de tareas.
Así, el uso del material constituye un elemento
educativo básico, y debe entrar a formar parte
de la vida del aula.
3.-Contenedores
Es importante la elección de contenedores
para cada tipo de material. La forma de estos depende
del material que contenga. Estos elementos pueden ser:
bandejas, cajas, botes de plástico, cestos, etc.
Un buen contenedor resalta el material y lo hace visible.
4.-Distribución
La distribución del material
en el aula dependerá de cada caso en particular.
En líneas generales podemos decir, que la distribución
puede realizarse de una manera centralizada o descentralizada.
En el primer caso, el material se encuentra en dos o tres
núcleos (la estantería, la mesa, ...), con
tal motivo el acceso de los niños al material se
dificulta, ya que en multitud de ocasiones se producirán
aglomeraciones . en el segundo caso se sitúa el
material al alcance de la mano de los niños cuando
lo necesita. Se subdividen los objetos repetidos y se
distribuyen en zonas distintas del aula. Cada área
o rincón de trabajo tendrá los materiales
necesarios para llevar a cabo las actividades, y , si
tiene que compartir material se sitúa en las zonas
cercanas.
5.-Conservación de los materiales
El establecer con el grupo clase unas normas sobre la
conservación del material, constituye un elemento
educativo a tener en cuenta. Para ello podemos tener presente
las siguientes sugerencias:
a) No sacar todos los materiales a la vez a principio
de curso. Progresivamente el docente irá sacándolos
y explicando a los niños qué características
tiene, sus posibilidades, su uso y conservación.
b) Recordar por medio de
carteles, dibujos o símbolos, las normas de conservación
del material. Periódicamente se revisarán
estas normas.
c)El docente o un niño o niña
al que se hace responsable de la tarea revisa periódicamente
el material
d) El material deteriorado se retira. Es importante que
el grupo sea consciente del nivel de deterioro del material,
ya que a partir de este conocimiento podrá poner
medidas para que esto disminuya.
e) Integración en el horario.
Dentro del horario de actividades diarias debemos determinar
un tiempo para recogida y distribución del material.
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