Los días 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2018 ha tenido lugar la Cumbre de Líderes del G20 en Buenos Aires cuyo objetivo ha sido crear consenso para un desarrollo equitativo y sostenible a
través de una agenda inclusiva, centrada en las personas y con visión de futuro.
Ya lo habían anunciado, y nosotros os lo habíamos avanzado en nuestros boletines, “el G-20, por primera vez, había centrado su atención en los 1.000 primeros días de vida del niño” y se disponía a hacer una declaración histórica sobre la importancia de la educación de los más pequeños. Y así ha sido.
En el epígrafe 14 de la declaración leemos lo siguiente:
14. Lanzamos la Iniciativa del G20 para el Desarrollo de la Primera Infancia y estamos listos para trabajar junto con todas las partes interesadas en la mejora de los programas para la primera infancia de calidad financiados sosteniblemente que tienen un enfoque multidimensional sobre el desarrollo de la primera infancia, como medio para formar capital humano y así romper el ciclo de pobreza intergeneracional y estructural, y para reducir las desigualdades, en especial, en los casos donde los niños son más vulnerables.
El Documento titulado “Iniciativa del G20 para el Desarrollo de la Primera Infancia” se compone de 5 folios. Por el momento solo está disponible en inglés pero en breve estará en nuestra sección de informes internacionales en español. Esta iniciativa, histórica por el impulso que supone para la educación de 0 a 3 años recoge, entre otras, las siguientes afirmaciones:
8.- Por lo tanto, lanzamos la Iniciativa del G20 para el desarrollo de la primera infancia para garantizar que todos los niños, con énfasis en sus primeros 1.000 días, estén bien alimentados y sanos, reciban la atención y estimulación adecuadas, así como las oportunidades necesarias para el aprendizaje temprano y la educación, y que puedan crecer en ambientes protegidos de todo tipo de violencia, abuso, abandono y conflictos.
17.- Reconocemos el papel crítico que el aprendizaje temprano y la estimulación tienen en la educación infantil, promoviendo el desarrollo social y cognitivo de los niños y niños en una etapa de su vida en la que el cerebro es más receptivo a la estimulación. Los programas de calidad de Desarrollo Infantil Temprano que garantizan una estimulación efectiva, incluida la mejora de las capacidades de los padres y cuidadores para promover el desarrollo y el aprendizaje, son una forma de preparar a los niños para que se beneficien de todas las formas y niveles de educación.
19- Nos preocupa que, a pesar de la evidencia de que las inversiones dirigidas a la ECD salvan vidas, promueven la equidad social y generan rendimientos económicos más altos que los realizados posteriormente en el ciclo de vida, las inversiones en programas para la primera infancia siguen siendo insuficientes.
Referencias bibliográficas:
Declaración de Líderes del G20 Construyendo consenso para un desarrollo equitativo y sostenible.